Luis Miranda Flores era uno de esos super ricos exentricos, de esos que se dice que tiene tanto dinero que ya no sabe en que gastarlo. En sus mejores días llegó a rosar la lista de los 10 más ricos del mundo. Entre sus propiedades estaban fabricantes de vehículos eléctricos, y empresas del sector energético. Aunque él es más conocido por sus clubs de hoteles con restoranes, cines, pista go kart, sala de paintball, y mucho más; estos clubes son conocidos como palacios del entretenimiento. El club tiene 32 super cedes, repartidas en 10 países de America Latina, más Estados Unidos y España. Y fue con estos clubes que don Luis Miranda Flores tomó su decisión más ecxéntrica. El decidió que no necesitaba cobrar la entrada a nadie, pero no todos podían entrar. Sus prestigiosos clubes serían gratuitos para todos los hombres cuyo nombre fuera "Luis". Y por llamarse su esposa María Fuentes, decidió que todas las mujeres cuyo nombre fuera María tendrían el mismo derecho. La caprichosa desición solo consideraba a los nacidos antes de la fecha en que se hizo público. Y naturalmente solo para mayores de 18 años. Y así nació el Club Luis y María, donde todos debían comprobar con identificación su nombre para poder entrar y tener un palacio de hoteles, restaurantes y toda clase de entretenimiento completamente gratis. Dicen que el la ciudad todos los Luises y todas las Marías se conocen, y algunos se ha casado. Tristemente algunos no han sabido manejarlo, y pasan la vida entera sin trabajar, en los hoteles con servicio al cuarto y salones de música y baile.
