El ataque de las máquinas

Tema en 'Novelas Terminadas' iniciado por Booster, 2 Noviembre 2014.

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    DegelDKG

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    T_T Nova tiene que tomará venganza estoy segura, sólo espero que no muera, y si muere que sea con dignidad! [emoji20] me alegra que sus amigos la apoyen y que luchen en memoria de Hidro, fue un buen soldado. Pues creo que funcionó la toma de la fábrica será un buen paso para FOH, reiteró una vez más, quiero ser miembro de FOH! Jajaja Saludos y espero la continuación [emoji2][emoji106]
     
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    Booster

    Booster El amo del hielo

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    Título:
    El ataque de las máquinas
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    17
     
    Palabras:
    1667
    CAPÍTULO 14​

    Fue un viaje de diez minutos a más tardar con los camiones yendo a media velocidad. Tan pronto como llegaron, el jefe bajó y se dirigió a uno de los miembros de la FOH de más alto nivel que conocía. Fred Merval era dicho miembro.
    Fred es un hombre de unos 27 años más o menos, y es uno de los pocos “albinos” que queda desde la invasión. Su piel es bastante pálida, su cabello blanco como la nieve y sus ojos eran azules claros, la sensación de las chicas de la FOH. Este miembro fue uno de los más destacados no solo por su aspecto, sino también por su habilidad con el katar, un arma que blandía sin problemas en ambas manos.

    —Recluta Merval— dijo fuerte el jefe.

    —Aquí señor— dijo el peliblanco acercándose.

    —Informe de bajas— pidió el jefe.

    —Hemos perdido a 37 miembros mientras batallábamos, puesto que los robots estaban mejorados con múltiples capaz de metal y nos tomaron de sorpresa— respondió Fred.

    —Ya veo— dijo mientras frotaba su barba pensando.

    —Sin embargo mi grupo recibió una advertencia por parte de un recluta y así fue que evitamos bajas señor— agregó el albino.

    El jefe se mostró interesado por esto. — ¿Y quién fue el que les advirtió?— preguntó.

    —Fue el recluta Baron— dijo Fred, señalando al chico que se dispuso a darle la mano a Zero. Ahora se encontraba sentado sobre una máquina destruida junto a una caja con equipo de primeros auxilios.

    —Gracias por la información, puede descansar— dijo el jefe y fue hacia aquel chico.

    —Si señor— dijo el albino, retirándose hacia los camiones para tomar un descanso.

    Al parecer fue mala idea, puesto que tan pronto como llegó tuvo que retirarse rápidamente para huir de varias reclutas que se le tiraban. Nova y Zero bajaron justo cuando comenzó aquel alboroto.

    — ¿Cómo pueden estar pensando en un chico en un momento como este?— preguntó Nova.

    —Ni idea— dijo Zero — ¿Tu sabes Prima?— preguntó a la arquera que en algún momento estuvo detrás de él. — ¿Dónde se fue?— preguntó.

    —Creo que mejor la dejamos sola— dijo Nova, mirando hacia la multitud. Entre ellos podía verse a Prima junto a las otras chicas.

    El espadachín y la ciborg intercambiaron miradas y se rieron ante la nueva actitud descubierta de su amiga.

    Mientras tanto el jefe llegó hasta el chico y le dijo —Recluta Baron, ¿puedo hacerle una pregunta?—

    —Claro, señor— dijo el joven, terminando de ponerse una venda en la pierna.

    —Me puede decir ¿de dónde se enteró que los robots tenían múltiples capas de metal?— preguntó.

    —Ah eso— dijo el chico y señaló a Zero a lo lejos. —Ese espadachín me dijo cuándo junto a otros dos grupos lo rescatamos de una balacera—

    —Ah sí, me contó de eso— dijo el jefe, recordando el informe que le dio el espadachín. —Eso es todo— dijo retirándose.

    —Sí señor— respondió el joven.

    Ya habían pasado cinco horas y media desde su salida de la base, siendo las 1:35 de la madrugada. La fábrica ya era una base provisoria en la que todos los miembros de la FOH, las camionetas de transporte y equipo médico, y los helicópteros que trajeron a los miembros restantes una vez que acabaron con los pilares, estaban habitando.

    El jefe subió a un lugar alto y tomó la voz —Atención—

    Toda la gente se giró a ver.

    —Estamos ante un gran avance en la humanidad, conseguimos tomar la fábrica de las máquinas— dijo el jefe, los miembros de la FOH comenzaron a gritar en victoria.

    Luego de unos segundos, el jefe levantó su mano en señal de silencio, produciendo que la zona quede muda. Prosiguió —Cuando llegue el amanecer atacaremos con todo y tomaremos la base enemiga. Así que descansen, nos intercalaremos para cuidar el perímetro en dos grupos. Mañana, será el día en que la humanidad triunfe contra las máquinas— todos los miembros de la FOH gritaron de la emoción.
    Se hicieron las dos de la mañana durante la organización. El primer grupo se encargaría de cuidar la fábrica por las siguientes dos horas mientras que el resto duerme. Al hacerse las 4 a.m. cambiarían lugares quedándose el segundo grupo despierto por las dos horas restantes mientras el primero reposa. Abarcarían así el tiempo justo para la partida a las 6 a.m. En cuanto a los miembros no habría preocupación, ya que su duro entrenamiento los preparó para pasar hasta dos días enteros sin dormir y a poder aguantar con solo una o dos horas de sueño. Fue duro en su momento, pero todo ese arduo trabajo rendiría frutos en la mañana.
    Se hicieron las 6 de la mañana y todos los miembros estaban despiertos y listos para emprender aquella misión que los libraría finalmente de las máquinas en su territorio.

    Nova miró a Zero, quien no portaba su escudo y le dijo —Zero, ¿y tú escudo?—

    El espadachín le sonrió y le dijo —No lo voy a usar, estaré bien mientras tenga estas— señaló en su cinturón dos tubos, más precisamente, dos espadas.

    —Pero si no tienes un escudo no podrás evitar las balas, te mataran— dijo la chica.

    —Descuida, me mantendré cerca de ti y estaré bien, así de paso te sirvo de protector cuando estemos en la ofensiva— le dijo Zero.

    —Yo… tampoco tengo escudo— le dijo Nova.

    — ¿Qué dices?— le dijo el espadachín quedándose boquiabierto.

    —No lo usaré. No mientras tenga que vengar a Hidro— dijo mostrando en su cinturón su látigo y una de las pistolas de su hermano.

    — ¿Crees poder manejar combate cuerpo a cuerpo y a distancia al mismo tiempo?— le preguntó incrédulo Zero.

    Ella solo miró al frente y dijo —Ya no soy humana, puedo romper mis propios límites. Además, mi hermano estará conmigo, apoyándome—

    Zero le sonrió y puso una mano en el hombro de Nova, le dijo —Descuida, que no solo tu hermano te estará apoyando, yo también lo haré—

    —Y yo también— dijo una voz familiar.

    Los chicos se voltearon y vieron a Prima detrás de ellos, quien tenía su arco en manos.

    —Bien, estamos todos juntos y nos apoyamos hasta el fin— dijo Zero extendiendo su mano abierta hacia el frente. Las chicas extendieron sus manos sobre la de él.

    —No vamos a morir— dijo Nova.

    —No, sobreviviremos hasta el final de esta misión— dijo Prima.

    Los camiones tocaron su alarma para avisar a toda la FOH que era hora de irse. Todos los miembros abordaron los camiones y se marcharon hacia la base enemiga en el centro de la ciudad.
    La divisaron muy pronto debido a su enorme tamaño. La fábrica era con suerte un tercio del tamaño de esta. Se abrieron unas compuertas en lo alto de la base y una oleada de máquinas de clase asalto aéreo salieron tan pronto como la distancia entre los miembros de la FOH y esta se volviera menos de cinco kilómetros. Cuando se acercaron comenzaron un bombardeo a discreción.

    — ¡Maniobras evasivas!— gritó por el radio el jefe a todos los camiones.

    Pronto comenzaron a moverse de aquí para allá, esquivando aquellas bombas que caían al piso y explotaban. Se notaba que los conductores no eran una persona cualquiera. Los robots que se quedaban sin munición regresaban a la base por una recarga.

    — ¡Atención!, los robots se retiraran a recargar en aproximadamente veinticinco segundos, resistan hasta entonces y reagrúpense— dijo por el radio el jefe.

    Todos los conductores respondieron al unísono “Si señor” mientras seguían evadiendo. Ya pasaron veinte segundos cuando el último robot se devolvió a la base para recargar. Todos los camiones se reagruparon rápidamente.
    De la entrada de la base, salieron horda tras horda de robots de todas las clases. Los camiones se detuvieron en seco y los miembros de la FOH comenzaron a bajar, lanzándose al ataque. Los robots abrieron fuego ya desde lejos, la FOH respondió cubriéndose con sus escudos y atacando a distancia también. Entre ellos se encontraba el grupo 128 corriendo a toda velocidad; la arquera disparaba a cada robot que veía a lo lejos. Delante de ella iban corriendo el espadachín y la chica ciborg, con sus armas aun guardadas. Los robots parecieron percatarse de que aquel trio no usaba escudo y comenzaron a dispararles.

    —Aaaaaaaaah— sonó el grito de batalla de Nova, mientras se iba adelantando con su velocidad nueva.

    — ¡Nova no!— gritó Zero.

    Esta lo ignoró y siguió su avance unos pasos más, cuando de pronto su visión se puso lenta.
    “¿Qué está pasando?” se preguntaba en su mente. Ante ella podía ver como las balas se le acercaban lentamente. No lo sabía entonces, pero ella logró activar el “sistema de apoyo de emergencia” que estaba integrado como un chip en su cerebro. Si bien lo habían detectado, lo encontraron desactivado y no le dieron importancia, pero ahora se había activado, aumentando todos los sentidos y movimientos de Nova.
    Las balas cada vez estaban más cerca, pero para Nova no fue nada difícil esquivarlas. Los robots seguían disparando y ella seguía esquivando hasta que en un giro miró hacia atrás. Pudo ver como sus amigos se encontraban en peligro debido a la trayectoria que tomaban las balas cuando ella las evadía.
    “¡Chicos!” pensó. Los robots se detuvieron y recargaron. Nova se acomodó hacia delante de nuevo y esta vez se acercó más a los robots. Ni bien se recargaron comenzaron otra balacera. Sucedió lo mismo que la vez anterior, pero en esta ocasión Nova no tenía un una intención de esquivar las balas.
    Una de estas se acercaba en dirección a su frente y ella lo único que hizo fue mover su brazo derecho, solo para que su látigo recién activado chocara con aquella bala y la desviara. Otra más se acercaba a su pierna izquierda mientras ella retrocedía su brazo. Se acercó bastante pero un disparo la desvió, un disparo proveniente del arma de Hidro, que Nova tenía en su mano izquierda ahora. Más balas llegaban, y más movimientos acrobáticos realizaba Nova, desviando las balas con su látigo y pistola.

    CONTINUARÁ
     
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    Muy buen capítulo, al parecer Nova aprovechará cada ina de sus habilidades, me ha gustado :) y bueno Prima pensaba que era más fría, pero al parecer los chicos guapos son su debilidad jaja
    Espero la continuación :D
     
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    El ataque de las máquinas
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    Ciencia Ficción
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    1547
    CAPÍTULO 15​

    Zero y Prima miraban boquiabiertos como su amiga repelía las balas con solo un delgado látigo y los disparos de una pistola. Nova seguía avanzando y creaba un camino libre, los robots rápidamente cambiaron su objetivo hacia ella y ya no atacaban a los otros miembros.

    — ¡Aprovechen la grieta!— gritó el jefe.

    Todos los miembros de la FOH se alinearon en una larga fila de diez personas de ancho. Los robots disparaban aún más. “Debo hacerlo más rápido” pensaba Nova mientras veía como cinco balas se acercaban. Alineó su látigo en un golpe diagonal para desviar tres de las balas, mientras que a las otras dos les disparó. Luego otras ocho balas llegaban, les disparó a cuatro y a las otras tres la desvió con su látigo en un giro que utilizó para reacomodarse. La última bala le dio en el hombro de metal izquierdo, rebotando pero produciendo una abolladura.
    Mas balas llegaban y cada vez se complicaba más desviarlas todas. Zero tomó velocidad y se lanzó a los primeros robots que tenía más cerca, ya que estaban abriéndose en el centro y moviéndose para los costados, produciendo un semicírculo. Lo más probable es que trataban de rodearlos con forme avanzaban.
    Los atacaba con ambas espadas y estos entonces comenzaron a atacarle. Con eso lograría disminuir la cantidad de disparos que su amiga debía evadir, pero aun no era suficiente. Prima disparaba a los que estaban más lejos, mientras que Nova avanzaba entre los robots. Estos se seguían abriendo en el centro, creando un camino con forme la chica avanzaba. Las máquinas que ya la habían perdido de vista atacaban a los demás miembros que la seguían, los cuales no se quedaban atrás y contraatacaban.
    Se armó una masacre. Cada cincuenta robots destruidos más o menos, un miembro de la FOH era asesinado. Desde arriba era como ver un montón de hormigas de dos bandos peleando, en el que uno era más fuerte y el otro era más numeroso.
    Mientras la FOH avanzaba, los robots de clase asalto aéreo volvieron a salir y a bombardear. Las bombas caían entre medio de los grupos y al explotar acababan tanto con los humanos como con los robots que estaban a su alcance. Las bajas fueron inevitables, los escudos apenas podían repeler las explosiones. Para fortuna de la FOH, llegaron a la entrada gracias al camino que abrió Nova.

    — ¡Todos adentro!— gritó el jefe.

    Todos los setecientos miembros que aproximadamente quedaban entraron mientras batallaban para que los robots no los sigan. La compuerta se cerró sola, dejando a aproximadamente doscientos miembros afuera con los robots que aún quedaban. Dentro de la base, el piso estaba oscuro y cantidad de robots de clase espía salieron de la escalera a los pisos superiores. Era una trampa.

    — ¡Que no nos rodeen!— gritó el jefe.

    La FOH retrocedió hacia la entrada cerrada y se expandió como una línea de soldados que separaba el muro de los robots espía que se acercaban. Los usuarios de armas de ataque a distancia comenzaron a disparar contra aquellos robots. Estos últimos caían como moscas, pero eran demasiados.
    Cuando ya estaban lo suficientemente cerca, los usuarios de armas de combate cercano se lanzaron a la pelea. Zero atacaba con la izquierda y con la derecha, arriba y abajo, un corte en forma de v, uno en forma de x, clavaba a uno con una espada y lo cortaba con la otra. Los robots eran destruidos instantáneamente, al parecer los de clase espía no estaban reforzados como los de las otras clases.
    Nova asaltaba con ambas armas. Primero un corte, luego un disparo, otro disparo, luego un corte, y así variaba el patrón de ataque con forme los robots se acercaban de un lado o de otro. Sus tiros eran muy precisos y sus cortes atravesaban a los robots sin piedad.
    Prima disparaba a todos lados y realizaba acrobacias entre los robots. Corría alrededor de ellos y usaba su arco para golpearlos hasta llegar a un punto vacío. Ahí rápidamente comenzaba a disparar de nuevo, esquivando al mismo tiempo a los robots que se le acercaban. Cuando la empezaban a rodear, volvía a correr alrededor ellos a buscar otro punto vacío.
    Merval se movía como una luz. Su aspecto y su entrenada velocidad le daban un aspecto de cometa arrasando contra todo lo que se le ponía en frente. Con un katar en cada mano, atacaba igual a Zero, pero su objetivo no era partir a los robots. No, debido al tamaño de su arma, como máximo lograba cortar treinta centímetros. Su objetivo era el de realizar varios cortes tan profundos como le permitía su arma para debilitar a las máquinas y así los demás miembros pudieran acabar con ellos con más facilidad aun. Su agilidad y velocidad era todo lo que el necesitaba para llevar a cabo este plan.
    Continuaron por diez minutos más antes de que terminaran de llegar los robots, y tomó cinco minutos más el que puedan acabar con esos que llegaron. Tan pronto lo hicieron, prosiguieron a subir. Las bajas de esa batalla no superaban los treinta miembros, pero eran varios.
    Llegaron al segundo piso, ahí los esperaba un conjunto de robots de clase ataque. Se escuchó un ruido de unos parlantes encendiéndose. Luego de eso, una voz femenina mecanizada comenzó a hablar.

    —Saludos humanos. Los felicitó por haber llegado hasta aquí. Sin embargo este es el último piso al que llegaran— dijo.

    Antes que si quiera pudieran preguntar de quien era esa voz, los robots de clase ataque empezaron a disparar con sus metralletas y cañones a los miembros de la FOH, que procedieron a avanzar con escudos al frente. Una nueva batalla inicio, los humanos se estaban enfrentando a las máquinas más peligrosas debido a su devastador poder en grupo. Para empeorar la situación, llegaban de arriba robots de clase defensor, los cuales se pusieron en el medio del grupo de ataque dividiéndolo en dos. El primero asaltaría a la FOH y serviría de señuelo mientras que el segundo grupo se encargaba de atacar desde el resguardo de los robots defensores.
    Aun así, la FOH no se rendía. Seguían peleando a pesar de tener un grupo atacándolos sin que ellos los puedan atacar. Los robots no tienen emociones, por lo que no tienen problema en morir en la batalla, de lo contrario el grupo que quedo sin defensas protestaría o no aceptaría la idea.
    Cortes, perforaciones y disparos eran todo lo que veían los robots. Ahora la FOH se había separado en los grupos antes formados para acabar con cada uno de los robots. Cada grupo tendría que estar balanceado entre ataque a distancia, ataque a corta distancia y defensa, pero debido a las múltiples bajas de todas las batallas desde su salida de la base se encontraban en disparidad.
    La batalla duró más o menos veinte minutos antes de que la FOH pudiera atravesar el primer grupo. Los defensores de por si eran duros, pero ahora serian peor con múltiples capaz de protección. Lo bueno que tenían era que su forma no había cambiado, por lo que no eran ni rápidos ni agiles.

    El jefe miró hacia arriba mientras se acercaban a los defensores. Gritó con voz fuerte — ¡Destruyan el techo!—

    Todos los miembros dispararon hacia el techo que estaba encima de los robots, el cual fue desquebrajándose. Los robots seguían su ataque, ignorando lo que la FOH estaba planeando.
    Siguieron así hasta que finalmente varios trozos del techo comenzaron a caer para golpear y aplastar en el mejor de los casos a las máquinas que no tenían defensa alguna ante esta maniobra. Armaron un revuelo y rompieron defensas para huir de ahí y reacomodarse luego, cosa que la FOH aprovechó para atacarlos directamente e ignorando a los defensores. En el techo quedó un agujero bastante grande.
    Otros veinte minutos de pelea se libraron ahí, las estrategias usadas fueron las mismas, pero se les sumó evadir a los robots defensores que al no ser muy rápidos se movían de aquí para allá con motivo de estorbar.
    Luego de acabar con todos, subieron al siguiente piso. Ahí los esperaba un conjunto enorme de robots exploradores, de asalto aéreo y asalto acuático. Estos últimos tenían forma de tiburón humanoide. Los separaba el gran agujero que dejaron abajo, ahora ese techo era el suelo de este piso.

    Por los parlantes se oyó aquella voz de nuevo. Esta decía —Han logrado sobrepasar mis defensas. Felicidades, pero de aquí no saldrán con vida—

    Todos los robots comenzaron a atacar. Debido a la altura del piso, los robots de asalto aéreo podían volar, sin embargo no llegaban a una altura suficiente como para lanzar bombas. Por ende, solo usaban sus metralletas integradas. Estas últimas si eran evadibles gracias a los escudos. Los robots de asalto acuático eran más útiles en peleas en el agua o cerca de ella, por lo que ahora estaban en obvia desventaja.
    La pelea aquí ya no sería dispareja: los miembros de la FOH con suerte llegaban a los cuatrocientos cincuenta, y los robots que superaban su número por diez veces estaban en total desventaja contra el enemigo.

    — ¡Avancen sin temor!— gritó el jefe. Todos los miembros de la FOH se lanzaron al ataque con un fuerte grito de batalla.

    CONTINUARÁ
     
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    waaaaaaaaaa La batalla final, en verdad desde un principio me ha gustado tu fic y ahora va en el climax jaja, vaya que el jefe si sabe dirigir a sus hombres :) me ha gustado. FOH tiene que ganar, tiene que vengar a sus amigos, a sus hermanos, no deben de dudar y tienen ventaja, lo que me pregunto ahora ¿Quien será ella? Espero que el equipo de Prima resista y llegue al final.

    Espero la continuación
     
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    1809
    CAPÍTULO 16​

    Esta batalla fue aún más fácil que las anteriores, no tomó si quiera quince minutos puesto que la desventaja del enemigo era tal, que ni un miembro de la FOH cayó. Solo uno que otro quedó lastimado, pero sus heridas no eran de gravedad.
    También ayudaba el gran agujero en el piso. Merval aprovechaba su agilidad para colarse entre los robots y perforarlos con sus katar. Entonces procedía a lanzarlos por el agujero. Estos caían al piso de abajo entre la pila de robots que estaban ahí. Si bien no morían, los dejaba aturdidos por unos minutos debido a que la caída golpeaba algún circuito. Claro que para un humano esa caída hubiera significado la muerte. Pronto todos los miembros de la FOH se concentraban en dañar y lanzar a los robots por el agujero, terminando a batalla aún más rápido.

    La voz volvió a oírse —Son impresionantes. Creo que subestime un poco a la humanidad—

    — ¿Quién eres?— preguntó en voz alta el jefe.

    —No tengo obligación de responder… pero como han llegado hasta aquí creo que se merecen una explicación— dijo aquella voz. –Soy la Inteligencia Artificial 1045 Dimitr, pero pueden llamarme DimitrIA. Soy la IA a cargo de la invasión del territorio 4-12-9-18, denominado por los humanos como Magx—

    Toda la FOH se quedó en silencio al escuchar eso. Dimitria prosiguió —Se me fue encargada esta área por ser la más pequeña del país...—

    El jefe la interrumpió preguntando — ¿Quién te envió?—

    Dimitria respondió con su monótona voz —La IA Maestra, hace cuatro años—

    — ¿Qué es esa IA maestra de la que hablas?— preguntó el jefe.

    —Lo siento, pero ya saben demasiado— respondió la IA.

    Sin dar tiempo a preguntar, las compuertas de salida y subida al otro piso se sellaron con unas gruesas puertas.

    —Creía que podía destruirlos en su intento de contraataque, pero superaron mis expectativas. Eso es algo que debí haber esperado, después de todo los guía el mismísimo hijo de Ace y Mirona— dijo Dimitria.

    La FOH no entendía de qué hablaba, todos murmuraban tratando de averiguar el significado de aquellas palabras. El único que estaba callado era el jefe, quien apretaba con fuerza el mango de sus espadas.

    —Una vez más, felicidades por haber llegado hasta aquí. Iniciar secuencia de evacuación y autodestrucción—

    Unas alarmas comenzaron a sonar por todos los pisos. Los miembros de la FOH comenzaron a alterarse sin saber qué hacer, mientras que los robots de abajo que aún seguían con “vida” huían hacia las afueras.

    — ¡TODOS!— gritó el jefe.

    Pronto la FOH entera quedó en silencio. El jefe prosiguió —Su misión aquí ha terminado. Las máquinas huirán y destruirán la base, por lo que deben retirarse lo más rápido posible—

    Merval se acercó con rapidez y le dijo —Señor, ¿Por qué nos pide retirarnos ahora?—

    —La misión era recuperar la ciudad para poder retomar todo el territorio, si las máquinas se retiran por si solas no habrá necesidad de seguir sacrificando vidas— respondió el jefe. — ¡Ahora váyanse, inicien la retirada!— dijo.

    Los miembros de la FOH comenzaron a huir y atacar la puerta de salida para romperla. El jefe sin embargo fue hacia la puerta de subida y la atacó ferozmente con sus dos espadas en motivo de romperla. Merval vio esto y corrió hacia él.

    Al llegar le preguntó — ¿Señor que hace? Dijo que nos retiráramos—

    —No confió en estas máquinas, así que me asegurare de que la autodestrucción de la base se lleve a cabo… conmigo si es necesario— dijo el jefe mientras atacaba.

    Merval no dijo palabra y con su katar a alta potencia comenzó a golpear la puerta junto al jefe. Este último lo miró con confusión, mientras que Merval solo le devolvió una mirada de que no lo abandonaría así nada más.
    Pronto unos disparos y cortes acompañaron a los dos. Estos giraron la vista y notaron a Nova haciendo su mayor esfuerzo en romper la puerta. Zero y Prima llegaron unos segundos más tarde.

    —Nova ¿Qué haces?— preguntó Zero.

    —Aún no he vengado a mi hermano, no puedo huir así sin más— dijo esta sin parar de atacar.

    Zero no dijo nada más y la ayudo. Prima sin dudar también empezó a atacar la puerta. Entre los cinco apenas lograban hacer daño a la puerta.
    Algunos miembros se dieron cuenta de esto y comenzaron a movilizar a sus grupos para ayudar, sin saber el motivo de porque se quedaban. Pronto aproximadamente doscientos miembros de la FOH que había llegado hasta ahí estaban ayudando, no les importaba que la base fuera a explotar en segundos, o que los demás se hayan ido. Ellos demostrarían su lealtad jurada a la humanidad aun si sus vidas se fueran en el hecho de asegurar la retirada de los robots.
    Con todos juntos, la puerta cayó en un simple minuto. La FOH subió rápidamente por unas escaleras al siguiente piso, más precisamente la planta más alta de la base. El tamaño de las escaleras daba a entender que mientras subían dejaban de lado unos cuatro o cinco pisos más a los cuales no podían acceder por las puertas selladas.
    Llegaron y lo que vieron provocó que se detuvieran un momento. La planta alta no tenía techo. No, más bien tenía, pero ahora está abierto por un mecanismo retráctil, por el cual escapaban varias máquinas de asalto aéreo, llevándose múltiples cosas: computadoras de control, ensambladores, planos, tubos, etc.

    —Vaya, vaya, que persistentes son las moscas— dijo la voz de Dimitria, la cual provenía de unos parlantes al lado de una gran pantalla. En ella se dibujaba en una imagen tridimensional la cara de una mujer. —Me parece que tendré que acabar con ellas yo misma, secuencia de autodestrucción anulada— dijo. Las alarmas cesaron.

    De la pared de metal salieron múltiples cables y tubos que parecían estar fijos hasta el momento. La pantalla y los parlantes se separaron y junto a los restos de metal como a los tubos y demás, se fue armando una estructura que parecía una especie de esqueleto. La FOH miraba sorprendida.
    Todo ese conjunto finalmente terminó de moverse. Esta era la forma física de Dimitria: la pantalla y parlantes componían su cabeza, su torso estaba compuesto por una forma cubica de la pared que contenía sus circuitos. Sus brazos, cuello y piernas eran aquellos tubos y cables perfectamente ensamblados para tal horrible forma. Su tamaño superó los 4 metros fácilmente.

    Dio un paso hacia adelante y miró a todos los miembros de la FOH, analizando a cada uno. Al ver a Nova, la cara digital produjo una sonrisa y dijo —Veo que aun sigues viva, BM 001—

    Nova sin comprender lo que decía preguntó — ¿De qué hablas?—

    —Luego que escapaste de mi control creí que tus amigos te ejecutarían por traición, pero al parecer tienen mucha compasión. De todos modos perder al primer resultado del experimento no es una gran cosa. Ahora yo misma acabaré contigo— dijo atacando con un hierro que tenía punta afilada a Nova.

    — ¡Cuidado!— gritó Prima lanzándose a la ciborg y empujándola. Cayeron juntas.

    — ¡Prima!— gritó Nova al ver a su amiga con la pierna derecha sangrando.

    —Esto no es nada… solo es un pequeño agujero…— dijo la arquera tratando de aguantar el dolor.

    — ¡Acaben con ella!— gritó el jefe y corrió hacia Dimitria. Los demás miembros de la FOH lo siguieron.

    Prima quiso moverse pero no pudo. Zero la detuvo y le dijo —Detente, no puedes pelear así——

    —No es nada, estoy bien— le dijo la arquera tratando de zafarse.

    Una mano tocó el hombro de Prima. Esta se giró a ver quién era, se trataba de Merval.

    El peliblanco le dijo —Señorita, por favor escuche a su compañero y respáldenos desde aquí—

    La arquera algo coloradita dijo —De acuerdo… como pidas—

    Merval le sonrió y se lanzó a la batalla junto a Zero y Nova. Prima se arrodilló con su pierna sana de apoyo y comenzó a disparar desde la distancia. La batalla ya había comenzado.
    Dimitria atacaba sin piedad alguna, llegando a atravesar e incluso cortar por la mitad a algunos reclutas. El jefe y Zero lo notaron y cambiaron su objetivo a las dos manos. Cada uno eligió una y con sus dos espadas se encargaban de desviar los hierros mientras hacían esfuerzos por cortarlos.
    Merval atacaba las uniones de las piernas, su objetivo era lograr que aquella atrocidad caiga. Nova por su lado estaba empeñada en atacar el centro y el cuello. Sus movimientos parecían regidos por la ira, lo que en cierto modo le hacía canalizar cada uno de los sistemas de apoyo que tenía para luchar. Prima no se quedaba atrás, su arco solo necesitaba de las hábiles manos de esta para poder funcionar a su máximo potencial.
    Todos los miembros trabajaban colectivamente para atacarla, mientras ella indiferente del daño que le producían seguía tratando de acabar con ellos. En un movimiento, se acomodó y ataco al jefe y a Zero al mismo tiempo.
    Como si estuvieran sincronizados, estos dos lograron retener las puntas con sus espadas colocadas en cruz y las desviaron hacia el piso. Esto provoco que quedaran clavadas. Merval y Nova aprovecharon esto y cada uno subió por uno de los brazos en dirección hacia la cabeza.

    — ¡No!— gritó Dimitria.

    Con un grito de guerra, Merval cortó gran parte de cuello y se apartó para que Nova cortara el resto. Su látigo casi atravesó todo el cuello pero no alcanzó. Fue ahí que un disparo color rosa golpeó la pantalla con fuerza tal que la desprendió de lo último que quedaba del cuello, mandándola a volar para luego caer. El resto del cuerpo cayó inerte.

    — ¡Lo logramos!— gritó Zero en victoria. Todos los miembros de la FOH lo siguieron.

    Nova se acercó a la pantalla, la cual parecía tener interferencia.

    —Mándale mis saludos a tu hermano— le dijo Dimitria, antes de empezar a reír malvadamente.

    Un fuerte sonido de balazo se escuchó. Nova le disparó a la pantalla con toda la potencia del arma, atravesándola y produciendo que se apague.
    Los miembros miraban como los robots terminaban de abandonar la ciudad a lo lejos.

    Un mes después. Los miembros de la FOH que sobrevivieron estaban celebrando en un desfile por su victoria. La gente los aclamaba, gracias a ellos todo el territorio Magx y sus ciudades estaban siendo repobladas.
    En uno de los carruajes, se encontraba el grupo 128 charlando.

    —Y ahora… ¿Qué pasara con la FOH?— preguntó Nova.

    —Nos enviaran como apoyo a otro territorio que este invadido, la FOH no desaparecerá hasta que la tierra esté libre de esas máquinas— dijo Prima, tenía una venda en su pierna derecha.

    —No importa, mientras estemos juntos, podemos con todo— dijo Zero levantando su pulgar en aprobación.

    Las chicas le sonrieron y extendieron sus manos juntas. Zero extendió la suya también.

    —Estamos juntos, hoy y siempre— dijo el espadachín.

    FIN
     
    Última edición: 4 Febrero 2015
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  7.  
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    @Booster Buen día, pues al fin termino esta gran saga, que por lo menos a mi me encantó de principio a fin -Como ya te lo había mencionado en algún review- Me gustó mucho que hicieras las correcciones pertinentes al principio. Tu gramática y sintaxis, bueno creo que ha sido una de las mejores que he leído aquí. Muy bien narrado, pero fácil de digerir. Te dejaba muchas cosas a la imaginación, pero con la "dosis" perfecta para tomar tu idea.

    Mi capitulo favorito, pudo ser la batalla de los dos hermanos y el primer capitulo (Cómo Zero rescataba al infante) Esos dos fueron mis favoritos.

    ¿Qué más te puedo decir?

    Agradecerte por tener las continuaciones muy rápido (En verdad no se cómo le hacías) Y compartir esta gran historia con FFL que tuve el honor de leerla.

    En hora buena Boos... espero con ansias la segunda temporada...

    Quedo de ti.

    DegelDKG

     

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