de Inuyasha - El aniversario [InuxKagome]

El aniversario [InuxKagome] Drabble.​

Admirando la luz del sol, descender por el valle, alumbrar cada zona del hermoso lugar, sentado en un árbol se encontraba un joven. Ese era el mismo que hace unas cuantas horas, cuando el sol aún no salía, había estado contemplando, dormir, aúna joven de cabellos negros, la cual se había quedado dormida, luego de una gran discusión con él mismo.

Esté joven se paro en la rama, comenzando a caminar en ángulo hacía la gran ciudad, la cual, era hermosa, tenía muchas cabañas muy bonitas, niños aún durmiendo tranquilos, tempranas horas de mañana ya se olía el olor de pasta fresca.

El joven, de cabello plateado, ojos dorados, caminaba con rumbo a un puesto de flores que estaba abierto, de hace apenas cinco minutos aproximadamente. Se acerco hasta el puesto y pidió unas flores de jazmines, las cuales eran azuladas y dejaban un perfume hermoso, por el aire.

Comenzó a caminar de nuevo y paró mirando una vidriera, aún con el ramo de flores en la mano. Dentro de la tienda había distintas formas de tortas, de chocolates y hasta había algunas golosinas, con forma de corazones, flores y de más formas hermosas.

Entró caminando el joven de ojos dorados, al entrar la señorita que atendía le dirigió la mirada, él señalo con un dedo lo que quería, al señalar unos chocolates, que estaban dentro de una caja de corazón. Al pagar lo pedido, salió del local y esta vez, se dirigió asía la cabaña alejada, donde vivía con su esposa.

Al entrar, escondió las cosas en la cocina, las colocó en la mesa de la cocina, comenzó a hacer el café y unas tostadas. En otro lado de la cabaña, digamos el baño, se encontraba la señorita Kagome, esposa del mismo joven que había ido a diferentes lugares. Al salir del baño, se sorprendió al no ver a su esposo recostado en la cama, comenzó a caminar.

Salió por el pasillo, caminando hasta la cocina, al entrar y ver a Inuyasha sentado en la mesa, escribiendo o intentando escribir algo en un papel, sonrió. Se acerco llamando la atención de su marido, quien la miro, en cuanto entro a la cocina.

—Mi amor, te levantasteis, más temprano que yo. —Susurró la mujer y este sonrió un poco.

—Mi Kagome, feliz aniversario. —Dijo él, mientras la mujer lo abrazaba y ambos se besaban, eso era algo que no era muy normal, por eso cada detalle del muchacho, de vería apreciarlo.

Porque nunca se sabe cuando lo volverán a hacer los hombres, puede que alguna otra vez, puede que siempre, puede que nunca más, cada detalle hay que saberlo apreciar.