El Amor.

El Amor.

Bueno, aquì vengo con un nuevo fic. En mi historia, este podrìa ser el tercero =P

Espero, realmente que les guste. Y que me sigan ToT.

Ya saben, quejas, dudas, comentarios...todo esta permitido =).
Aquì va !!!




Prólogo.<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" /><o:p></o:p>
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“En el principio de los tiempos, los sentimientos, como el amor, la justicia, el honor, la libertad, la alegría, la amistad y la honestidad reinaban en el mundo, llenándolo todo de luz, de belleza. Incluso convivían en paz con otros sentimientos, como el caos, el miedo, la tristeza, la destrucción, el odio y el rencor. Los ángeles, seres supremos que habían creado a estos sentimientos, gozaban de verlos en paz, y también gozaban de sentirlos. <o:p></o:p>
Pero entre toda la belleza de las nubes, había una comunidad de ángeles encargados de crear las otras caras de los sentimientos; ellos eran los creadores del caos, la destrucción, el odio, el rencor entre otros. <o:p></o:p>
Los ángeles asomaban sus bellos rostros por entre las nubes, y miraban a esos sentimientos gozar del mundo que habían hecho para ellos…Incluso los ángeles “negros”. Así, un ángel, creador de la destrucción, poso sus ojos en la belleza del amor. El amor, lo miro desde la tierra, y una sonrisa le brindo. El ángel, bajó a la tierra y buscó al amor, al encontrarlo…se fundieron en un apasionado beso, dando nacimiento a otras emociones. (Pasión, arrebato, añoranza). El amor, realmente quería a aquel ángel, y el sentimiento era correspondido por su amado, pero los sentimientos malvados, llenos de los pensamientos de uno nuevo (Celos) buscaron la manera de separarlos, y así nació la intriga. El odio y el rencor, lograron separarlos por medio de la intriga, de la duda y de la venganza. El amor sufría, y lloraba por las noches, recordando los tiempos felices que vivió con aquel hermoso ángel…y entre los recuerdos, las risas, las caricias, encontró la solución a su mal…a su amor. El ángel buscó al amor, pero él, solo le dio un cálido beso…y retrocedió. <o:p></o:p>
El ángel abrió sus alas de destrucción al amor.<o:p></o:p>
Pero el amor ya estaba cansado de sufrir, quería paz. La paz solo se alcanzaría con la destrucción, pero no pensó en aquel ángel. El amor camino por el valle de la muerte. La soledad lo abrazó, la tristeza lo acogió, la muerte lo besó. El ángel lo busco, pero fue inútil. El amor ya estaba destruido; se fragmento en miles de pedazos, la sangre del ángel broto. La vida lo abandono. Sus plumas volaron libres por aquel valle oscuro, y se adhirieron al amor. El viento se llevo las plumas, y poco a poco fueron haciendo pequeños montoncitos. Pero el rencor no dejaría renacer al amor. Y junto con el odio, formo una alianza. Tomaron los montoncitos y los escondieron en los corazones de algunas nuevas creaciones…a las que llamaron “Humanos”. Fueron 2 humanos los dotados con las plumas de amor, y así cada quién tomo un camino distinto. <o:p></o:p>
La sangre del ángel alimento la tierra del valle. La tierra se hizo fértil, y el cuerpo del ángel alimento a un rosal. Tiempo después, broto una rosa, tan blanca como la luna, tan llena de destrucción como aquel ángel. Los humanos formaron sus colonias, reinaron. Pero los que guardaban al amor, habían caído en un sueño eterno, gracias al poder de aquella rosa. <o:p></o:p>
Pero un día el rencor y el odio, decidieron destruirlos. Pero la justicia y la amistad, reunieron sus últimas fuerzas y les otorgaron un don a las almas de esas personas…el don de la reencarnación. Pasadas 6 eras, las almas con el amor regresarían para cambiar al mundo…aunque sólo fuesen 2. <o:p></o:p>
El caos, el rencor y el odio, gobernaban en los corazones, en la vida cotidiana. Los buenos sentimientos fueron compactados en una esfera de cristal, así, eran incapaces de mostrar su poder. Más dentro del caos existe el orden… Los oscuros reinaban. Los humanos se volvieron seres oscuros. Se ayudaban unos a otros, no por amor, si no por orden. Su generosidad era mucha, no por amor, si no por orden. Pero entre el orden que había en el cielo, y en la tierra había rebeldes. Uno de ellos, habitante celestial, hermano de aquel ángel que amaba al amor… El rebelde fue a aquel valle, que los humanos mantenían intacto, y buscó el lugar donde había muerto su hermano. Vio el rosal, y la sangre de su hermano cayó por los pétalos de aquella hermosa flor. El rebelde intentó tomarla, pero una espina atravesó sus dedos. Un grito de dolor salió de la boca del rebelde. La rosa hizo crecer sus ramas, y abrazó el cuerpo de aquel ser. Desde ese día, el ángel, bañado en sangre, custodia la rosa, con la esperanza viva, de que los seres que poseen el amor, y las plumas de su hermano, lleguen a ese valle…para terminar con el oscuro reinado que desde ese día ha permanecido”<o:p></o:p>
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Sexta Era<o:p></o:p>
14 del quinto mes.<o:p></o:p>
15:30 hrs. Nueva Orleáns, Estados Unidos de Norte América.<o:p></o:p>
Una calle cualquiera.<o:p></o:p>
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-¡¡Hola cariño!!-<o:p></o:p>
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-¿Zu? ¿Qué haces por aquí, cariño?-<o:p></o:p>
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-Vamos Supay…tengo que darte una noticia buena-<o:p></o:p>
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-Bien, te escucho.-<o:p></o:p>
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-Estoy embarazada. Acabo de salir del doctor, y bueno, ya casi tengo un mes de embarazo…-<o:p></o:p>
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-¿Qué?-<o:p></o:p>
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-¿Acaso no es bueno Supay? Así, ya no tendremos que estar juntos por más tiempo, podrás buscar a otra chica y yo a otro chico-<o:p></o:p>
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-Bueno sí, pero yo pensé que…-<o:p></o:p>
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-¿Acaso pensaste que estaría contigo más tiempo? ¡Olvídalo Supay!...-<o:p></o:p>
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-Ya basta Zu. ¿Cuándo nacerá?-<o:p></o:p>
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-En Noviembre, aproximadamente…-<o:p></o:p>
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-Pues está bien. En cuanto nazca este bebé, lo dejaremos en el hospital y cada quien hará su vida por otro lado. Pero hasta ese entonces, debemos seguir juntos, Zu. Son las reglas-<o:p></o:p>
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-Yo estoy de acuerdo con ellas. Ahora me voy, nos vemos al rato-<o:p></o:p>
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-Muy bien Zu-<o:p></o:p>
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En el mundo las cosas se rigen ordenada y calculadoramente.<o:p></o:p>
Cada era es formada por 9 años.<o:p></o:p>
Las personas están juntas para procrear, de ahí se separan, y buscan a otra persona para volver a procrear.<o:p></o:p>
Las edades no importan…<o:p></o:p>
Los bebés, se dejan en los hospitales. Ahí los cuidan, los alimentan y les enseñan las reglas del mundo. No hay amor, no hay amistad. Entre las personas solo hay placer y lujuria. Y así debe de ser,<o:p></o:p>
A los 16 años pueden salir a buscar a su primera pareja, y a los 17 ya tienen su primer hijo. Cada mujer llega a tener 30 hijos.<o:p></o:p>
El mundo está sobrepoblado. <o:p></o:p>
Zu y Supay son una pareja común y corriente de 16 años que esperan a su primer bebé…sin saber, que ellos traerán al mundo al poder más bello del universo…<o:p></o:p>

 

Re: El Amor.

Gracias.


Fuera de la Casa de Zu.<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" /><o:p></o:p>
[Nota de la autora: Entre ** son los pensamientos…espero les queden claros…]<o:p></o:p>
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-*Siempre me ha gustado la casa de Zu. <o:p></o:p>
La fachada de estilo Gótico. Las ventanas con vitrales de frutas deliciosas…las puertas de madera, los pisos alfombrados de carmín, los muebles rústicos de madera de ciprés…sus bastantes cuartos de paredes lilas…su cama con doseles…la seda rosada de sus sábanas y sus mantas…su precioso baño de porcelana rosada…su mosaico lila…su tina…<o:p></o:p>
Todo me gusta de su casa…y ella, también me gusta…su cabello marrón, sus ojos grises y su andar tan sensual…*- Mis ideas me trastornan…mejor tocaré…-<o:p></o:p>
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-¿Qué demonios haces ahí parado Supay?...-<o:p></o:p>
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-Ah yo…te estaba esperando, preciosa Zu.-<o:p></o:p>
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-Bueno, pues entra…-<o:p></o:p>
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Era verdad.<o:p></o:p>
La casa de Zu, era absolutamente hermosa.<o:p></o:p>
Las paredes lilas y cientos de cuadros al óleo con paisajes antiguos…<o:p></o:p>
Su piso con alfombra color sangre, y sus perfectos muebles de estilo rústico de color natural de la madera…<o:p></o:p>
La sala estaba justo en el centro de esa enorme habitación, que era la planta baja…el comedor, que era muy pequeño, a su derecha…justamente saliendo de la cocina…<o:p></o:p>
Está estaba obviamente a la derecha y era tremendamente grande. La atravesaba una gran barra para desayunar, comer o cenar…incluso para tener relaciones sobre ella. <o:p></o:p>
Las alacenas al igual que la barra y el resto de los muebles eran de madera, y contenían cientos y cientos de pequeños frascos con especies…<o:p></o:p>
Canela, anís, clavo, entre otras…<o:p></o:p>
La estufa y el fregadero estaban absolutamente limpios…como todo en casa de Zu.<o:p></o:p>
Las escaleras estaban a la izquierda de la casa, y conducían a los cuartos principales, que eran 4, pero 3 estaban vacíos. El único ocupado era el de Zu.<o:p></o:p>
El baño estaba al final del gran corredor.<o:p></o:p>
El inodoro, el lavabo y la tina eran de porcelana rosácea, muy fina y hermosa.<o:p></o:p>
Pero lo más bello de esa casa, era el cuarto de la joven.<o:p></o:p>
Poseía una cama con Doseles…finamente adornados, con lino rosado. Las sábanas y las mantas eran del mismo tono.<o:p></o:p>
Tenía lo más nuevo en tecnología, una computadora con todos los elementos inalámbricos, y pantalla plana. Un televisor de plasma, un reproductor de música que cabía en la palma de la mano…entre otros muchos aparatos que le hacían la vida simple.<o:p></o:p>
Supay y Zu estaban sentados en la sala.<o:p></o:p>
El joven de ojos azules y cabellos negros como el ébano, la miraba con deseo…con lujuria.<o:p></o:p>
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-¿No quieres tomar algo, Supay?-<o:p></o:p>
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-No querida Zu. Por ahora no…-<o:p></o:p>
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-Supay, entonces, hazme tuya…-<o:p></o:p>
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-¿Qué?-<o:p></o:p>
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-Sí, jamás hemos tenido sexo aquí mismo…así que, ven y hazme sentir mujer Supay-<o:p></o:p>
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Supay avanzó hasta Zu, y poco a poco le fue desabotonando la blusa…hasta que se la arrebato por completo, luego bajo a su falda...lentamente la quito, y comenzó a besar la entrepierna de Zu.<o:p></o:p>
Ella estaba muy extasiada así que solo se limito a quitarse el sostén.<o:p></o:p>
Supay comenzó a bajar cuidadosamente las bragas de Zu, y a acariciar desdeñosamente el sexo de su pareja. <o:p></o:p>
Pronto Supay comenzó a desnudarse, y a penetrar una y otra vez a Zu, que gemía como un animal en celo…<o:p></o:p>
No habían tenido un sexo tan salvaje desde hacía unas horas…<o:p></o:p>
Al terminar, Supay tomo a Zu en sus brazos y la llevo a la bañera, ahí le lavo cada parte de su cuerpo con extrema delicadeza…<o:p></o:p>
Zu estaba exhausta, así que se fueron a dormir.<o:p></o:p>
Mañana lo harían otra vez por la mañana…<o:p></o:p>
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-*El sexo con Zu cada vez se vuelve mejor…todo es tan apasionante…creo que comienzo a sentir…*- ¿Zu?... ¿Estás bien Zu?<o:p></o:p>
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Zu, que se encontraba encima de Supay había despertado…pero estaba muy pálida, y sus ojos grises carecían de vitalidad…en ese momento, el celular del joven tintineó…<o:p></o:p>
Sin soltar a Zu, tomo el celular, no aparecía ningún número…al principio dudó, pero después contestó…<o:p></o:p>
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-¿Diga?-<o:p></o:p>
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-Supay…por favor, necesito verte…ha pasado mucho tiempo…oye…no menciones mi nombre…se que estás con Zu…-<o:p></o:p>
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-Por dios, ¿dónde estás?-<o:p></o:p>
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-No puedo hablar…solo necesito verte, tengo información importante Supay, por favor, nos vemos en la Sexta avenida…tú sabes…a las 14:30, No faltes…es muy importante Supay, querido…-<o:p></o:p>
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-…es que…-<o:p></o:p>
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La llamada había finalizado.<o:p></o:p>
Era Unukalai. Una chica muy bella…que había crecido en el mismo hospital que Supay y Zu…<o:p></o:p>
Pero algo distinto le había pasado a ella, y a unos cuantos…<o:p></o:p>
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-Supay…-<o:p></o:p>
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-Zu, espérame, voy a ducharme, ya vuelvo-<o:p></o:p>
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Los pensamientos de Supay se tornaron ácidos…<o:p></o:p>
Recordó aquel incidente…<o:p></o:p>
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“Principios de la Sexta Era…<o:p></o:p>
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El sol iluminaba con sus cálidos rayos las ventanas del hospital de estilo Gótico… que era hogar de cientos de niños y niñas…<o:p></o:p>
Las paredes perfectamente blancas daban un aire de pureza y limpieza.<o:p></o:p>
El acceso para la vivienda de los niños era por la parte de atrás.<o:p></o:p>
Las portezuelas de madera eran reforzadas por hierro…no se podía permitir el paso a ningún extraño. Eran días peligrosos…y el mayor grupo de niños tenían 10 años…en ese grupo estaban Zu, Supay y Unukalai.<o:p></o:p>
Unukalai siempre se había distinguido de todas las niñas, por sus ojos color aguamiel, muy extraños pero a la vez muy hermosos, y por su cabello dorado como los propios rayos del sol.<o:p></o:p>
Las enfermeras decían que ella traería mucha progenie al mundo…por eso le daban una educación especial, a la bella Unukalai.<o:p></o:p>
La vestían como a las chicas de 16, lo que volvía locos a sus compañeros, y provocaba la más temible envidia de las niñas del grupo…<o:p></o:p>
Hasta que un día…todo cambió.<o:p></o:p>
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-Supay, tengo miedo…-<o:p></o:p>
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-¿Qué pasa Zu?-<o:p></o:p>
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-Desde la ventana vi un auto extraño…les avise a las enfermeras, y me dijeron que les avisara a todos que se escondieran en las torres del hospital…-<o:p></o:p>
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-¡¿Por qué me dices hasta ahora Zu?! Corremos peligros todos…-<o:p></o:p>
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-¡¿De que hablas Supay?!-<o:p></o:p>
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-Hace varias noches escuché hablar a las enfermeras nocturnas, de que la secta “Coeur” ha incrementado su poder…y que haría todo lo posible por encontrar niños con el don maligno…-<o:p></o:p>
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-Vienen por nosotros Supay…-<o:p></o:p>
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-¡¡Avisemos a todos Zu, corre!!-<o:p></o:p>
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-¡Si!-<o:p></o:p>
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Ambos niños corrieron con todas sus fuerzas para alertar a los demás niños, sólo faltaba ese grupo…<o:p></o:p>
Supay y Zu lograron llevar a todos sus compañeros a las torres del hospital. Pero faltaban 6 niños…entre ellos, Unukalai.<o:p></o:p>
Ellos estaban en el vestíbulo, inconscientes de lo que pasaba…o pasaría.<o:p></o:p>
Las portezuelas se agitaron violentamente, y de un golpe se abrieron de par en par…<o:p></o:p>
Docenas de hombres, vestidos de blanco entraron y tomaron a los niños en brazos, Unukalai dio un grito espantoso…<o:p></o:p>
Se la estaban llevando…<o:p></o:p>
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Las enfermeras desde las torres, lloraban, por el destino que le esperaría a la hermosa Unukalai…mientras Zu se aferraba al cuerpo tembloroso de Supay….”<o:p></o:p>
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-¿Qué habrá sido de ella?...Tengo tantas ganas de verla…de ver sus ojos extraños…-<o:p></o:p>
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-¿De quien hablas cariño?-<o:p></o:p>
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-Zu no debes levantarte.-<o:p></o:p>
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-No me desvíes el tema-<o:p></o:p>
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-No te desvío el tema, solo te digo que debes seguir en la cama. Y pensaba en una chica…claro, pero no más sensual que tú.-<o:p></o:p>
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-Pero mencionaste ojos extraños Supay…y los únicos ojos extraños que recuerdo…son los de la rubia…-<o:p></o:p>
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-La rubia…-<o:p></o:p>
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-Supay, quien te llamo fue hace rato fue ¿Unukalai?-<o:p></o:p>
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-¿Unukalai? Ah si, así se llamaba la rubia deliciosa…-<o:p></o:p>
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El solo recuerdo de Unukalai lo hacía vibrar…<o:p></o:p>
Zu estaba celosa, pues le gustaba presumir que pensaba en otros chicos, pero no permitía que “su chico” hablara o vibrara con la idea de otras chicas en su presencia<o:p></o:p>
Aún estaba pálida, así que solo vio la erección de su amante en la ducha y se fue a la cama nuevamente, pensando en Unukalai y en Supay.<o:p></o:p>
Mientras que él, solo hacia tiempo para poder salir de casa de Zu y encontrarse con Unukalai, que curiosamente lo había citado en un hotel…en el hotel donde por primera vez probó las mieles de la pasión y el sexo…<o:p></o:p>
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-Unukalai…que pasará…ahora-<o:p></o:p>
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Eran las 13:30, ya faltaba poco para encontrarse con aquella rubia…<o:p></o:p>
Se había tardado mucho en la ducha, y Zu ya se había marchado.<o:p></o:p>
¿A dónde? Quien podía saberlo…tal vez al hospital donde crecieron para revisar su embarazo…o a revolcarse con alguien más.<o:p></o:p>
Supay estaba un poco ensombrecido, pues su amante no le había dicho ni “adiós”, aunque era de esperarse…Zu no soportaba que otras mujeres provocaran una erección en él…<o:p></o:p>
El joven de ojos azules se vistió rápidamente con unos jeans vaqueros, y una playera delgada negra. Se veía muy guapo…muy atractivo; ya que poseía un cuerpo realmente espectacular.<o:p></o:p>
Salió de la casa de Zu.<o:p></o:p>
Dio varias vueltas hasta entrar en aquel hotel…<o:p></o:p>
Sus paredes rojizas y sus alfombras blancas eran un poco contrastante… <o:p></o:p>
Las puertas de cristal eran automáticas.<o:p></o:p>
En el centro de la habitación, estaba el módulo de atención. Ahí, una rubia hermosa lo esperaba…<o:p></o:p>
Sus lentes oscuros cubrían el color aguamiel de sus ojos. Y una gran capa negra su cuerpo.<o:p></o:p>
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-¡¡Hermosa!!-<o:p></o:p>
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-¡Querido mío tanto tiempo!-<o:p></o:p>
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Unukalai se aventó a los brazos de Supay…<o:p></o:p>
Este la recibió con un apasionado beso en sus labios…<o:p></o:p>
Unukalai no pudo evitar sonrojarse…y Supay lo notó.<o:p></o:p>
Era algo nuevo para él…nunca jamás había visto a Zu enrojecerse como ella…aunque Zu nunca se vería tan hermosa como Unukalai…<o:p></o:p>
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-¿Qué significa eso Unukalai?-<o:p></o:p>
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-¿Qué significa qué, querido?-<o:p></o:p>
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Supay estaba un poco desconcertado.<o:p></o:p>
Nunca había visto ese rubor en alguien, que no fuese sido causado por ejercicio…o sexo.<o:p></o:p>
¿Por qué Unukalai se sonrojaba con él?<o:p></o:p>
¿Qué significaba eso?<o:p></o:p>
Unukalai sintió el desconcierto de Supay al ver sus ojos azules, así que, lo tomo de la mano y lo condujo al elevador.<o:p></o:p>
La rubia presiono el botón del 3 piso.<o:p></o:p>
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-Tengo que explicarte mucho…Supay-<o:p></o:p>
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-Mucho…si, yo también quiero saber lo que tú sabes…aunque me inquieta-<o:p></o:p>
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-Es natural, pero no tengas miedo, te prometo que todo estará bien cariño…-<o:p></o:p>
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-“Cariño”…tus palabras suenan muy extrañas…son dulces…y amables. Unukalai, ¿por qué eres así?-<o:p></o:p>
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Unukalai se aproximo a Supay, cerró los ojos y le dio un beso cálido, carente de lujuria…<o:p></o:p>
Supay se estremeció….<o:p></o:p>
Era delicioso…era encantador, de alguna forma, era lo que tanto esperaba….lo que Zu jamás le había dado…<o:p></o:p>
El elevador se detuvo por fin.<o:p></o:p>
La rubia volvió a tomar de las manos a Supay, y lo llevó hasta la última puerta del corredor de paredes rojizas.<o:p></o:p>
303 era el número de la habitación.<o:p></o:p>
Unukalai pasó una tarjeta por una rendija de la puerta, y esta se abrió.<o:p></o:p>
El cuarto era sencillo.<o:p></o:p>
Cortinas negras…alfombra escarlata, cama negra con algunas flores escarlatas…el baño al fondo de la habitación completamente blanco…y un buró al lado izquierdo de la cama con una pequeña lámpara.<o:p></o:p>
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-Siéntate Supay-<o:p></o:p>
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-Unukalai, ¿qué te paso cuando te llevaron?-<o:p></o:p>
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El rostro de la Rubia adquirió un brillo encantador, al que no se podía resistir Supay…<o:p></o:p>
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-Te contaré…pero Supay, antes de eso…quisiera pedirte por favor, que no le digas a nadie sobre esto…ni a Zu…-<o:p></o:p>
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-Zu…por dios, como si ella me hiciera caso…-<o:p></o:p>
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-Tú…sientes más que lujuria por ella, ¿verdad?-<o:p></o:p>
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-No lo sé Unukalai…tal vez, por que la conozco desde que era una niña…la vi crecer, desarrollarse…y me confunde…tú me confundes-<o:p></o:p>
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-Tranquilo…sólo escucha…-<o:p></o:p>
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