Long-fic El Amor un extraño sentimiento(sesshyAome)

Re: El Amor un extraño sentimiento(sesshyAome)

Cap 5 El beso y la trampa

- Después de aquella noche sesshomaru no volvió hablar con Ahome, mucho no hablaba pero ahora menos. Ellos siguieron un camino marcado en aquel inmenso y maravilloso campo, habían pasado varios días sin que el viejo les pusiera esa dichosa prueba, no sabían que era lo que les esperaba, aquella sacerdotisa que acompañaba al príncipe, se sentía con mucha preocupación.
- En el camino sesshomaru iba adelante dejando Ahome atrás, la sacerdotisa miraba aquella esbelta figura de aquel príncipe que la beso con mucha ternura, pero que ahora era mas frío y distante que antes. En ese momento Sesshomaru sintió una extraña presencia, en el camino se diviso un gran árbol, y en sus raíces estaban abrazadas dos personas que para el príncipe ya eran conocidas.

- ¿Que es esto?- se dijo Sesshomaru.

Ahome que venia atrás se quedo paralizada al ver aquella escena, aquellas dos personas abrazadas no eran nada mas ni nada menos que ella e Inuyasha.
- ¿Que esta pasando aquí?… esa no soy yo- decía Ahome con un tono de preocupación y a la ves extrañada ante tal escena.

Esa ilusión que representaba a Inuyasha se dio la vuelta y miro a Sesshomaru con mucho odio, mientras sacaba su espada apuntando y desafiando a su medio hermano.

- ¡Sesshomaru!- grito - ¿porque la besaste quien te crees que eres, ella me pertenece idiota?- decía Inuyasha lanzándose hacia Sesshomaru.
- ¡Cállate! ¿inútil hibrido como te atreves?- Decía Sesshomaru defendiéndose del ataque de aquella ilusión que representaba a su medio hermano, pero el aun no lo sabia.

En ese momento los dos empezaron una gran batalla, Ahome no entendía lo que pasaba, miro hacia el lado donde ella supuestamente estaba con Inuyasha pero no vio a nadie.

Ahome trato de acabar con la pelea de aquellos hermanos, pero sus palabras no podían con aquel supuesto odio que demostraba al pelear.
Mientras los dos peleaban furtivamente Ahome alcanzo a ver aquella ilusión que se le parecía, en sus manos llevaba un arco y una flecha apuntando a Sesshomaru. Todo pasó en un segundo.
Mientras que la ilusión tiraba la flecha Ahome se interponía entre ella y el cuerpo de Sesshomaru que aun peleaba con Inuyasha, la sacerdotisa recibió el impacto justo en su pecho, y así salvando supuestamente la vida del príncipe.

Sesshomaru seguía peleando con el que parecía era su hermano, pero en un momento el desapareció igual que la falsa Ahome, sin dejar ningún rastro, miro a la sacerdotisa que lo había estado acompañando, y no lo podía creer ella había salvado su vida recibiendo el flechazo, ahora agonizaba y respiraba con dificultad pero el príncipe no demostraba ningún sentimiento en su rostro aunque por dentro algo pasaba en su ser, algo que el no entendía.

- La espada de Sesshomaru vibro con mucha intensidad- ¿colmillo sagrado quieres revivir a esta mujer?- preguntaba Sesshomaru- aquella espada no dejaba de vibrar hasta que Sesshomaru la agito y corto a aquellos demonios, dejando así con vida a la sacerdotisa que estaba desmayada. Sesshomaru se quedo a su lado mirándola, no se movió ni un segundo, hasta que una vos conocida capto su atención dejando de ver a la miko.

- Sesshomaru veo que haz pasado la prueba, pensé que ibas a dejar esa mujer morir, pero hiciste caso a tu espada y eso es lo que mas importa, necesitas creer en ella Sesshomaru y lo hiciste por eso le voy a proporcionar aquel poder que me pediste, are que colmillo sagrado no sea solo una espada que salva vidas sino que también pueda destruir- dijo el viejo de ojos saltones.
- Pensé que esa dichosa prueba iba hacer algo mas riesgosa, pero veo que lo único que te gusta es alardear, espero que le hayas proporcionado ese poder a mi espada o sino lo cobraras con tu vida- decía Sesshomaru con un tono muy firme y que daba escalofríos.
- Creo que aun no has entendido Sesshomaru, claro que le daré ese poder no te preocupes, pero tienes que agradecerle a esa sacerdotisa, ella fue la principal pieza en mi juego para que tu tuvieras ese poder en tu espada. Nunca lo entenderás hasta que veas la realidad con otros ojos- finalizo el viejo viendo a la azabache que despertaba y se ponía de pie- haciendo que Ahome y Sesshomaru vuelvan a la entrada de aquella cueva, Rin. Jaken y kohaku los esperaban muy alegres y daban gracias por que no les había pasado nada.

Salieron de aquel camino tenebroso iban caminando todos en silencio, pero el youkay de mirada ambarina no podía pensar en otra cosa que en las palabras de ese viejo, muchas preguntas surcaban su cabeza y molestaban al príncipe, pero una que mas le llamaba la tensión era porque esa sacerdotisa había dado su vida por el, quizás en algún momento se lo preguntaría pero con aquel suceso del beso, no seria lo mas conveniente.

- Sesshomaru… – se decía la azabache- si te salve es porque pienso que eres el único que puede derrotar a Naraku- parecía como si respondiera a la pregunta del príncipe.


En otra parte del sengoku en la cabaña de la anciana Kaede.

- Oiga monje cree que Inuyasha soportara tanto tiempo sin Ahome?- preguntaba la exterminadora a Miroku, haciendo que los demás dentro de la cabaña pusieran la atención en ella.
- Creo que no sango, a Inuyasha lo que mas le debe molestar es que se fue con el joven Sesshomaru, y que no se haya quedado con el, pero lo mas importante es que la señorita Ahome este cuidando a Kohaku- termino de decir esto mientras la mano maldita tocaba lo que no debía de la exterminadora.
- ¡Plaf! se escucho la fuerte cachetada que sango le dio al moje- usted es una atrevido, que mano maldita ni que nada, estamos hablando cosas importante y se pone a hacer cosas pervertidas.
- Disculpa Sanguito es que hace mucho que no lo hacia y pues como estabas tan concentrada en el tema pensé que no te darías cuenta- decía el monje con la mano de Sango marcada en su cachete.
- Cállese monje atrevido- grito la exterminadora saliendo de la cabaña, siendo seguida por Miroku.
- Sanguito no te enojes todo es culpa de la mano maldita- decía mientras iba detrás de la exterminadora.
- Hay esos dos nuca van a prender, siempre haciendo tal escándalos- decía Shippo agitando su cabeza dirigiéndose a la anciana Kaede.


Pasaron los días y en el grupo de Sesshomaru reinaba un gran silencioso a veces se rompía por las charlas de la niña Rin y la sacerdotisa, pero entre el príncipe y Ahome no había conversación ni siquiera miradas.

Se detuvieron en un hermoso estanque donde había una agua cristalina muy linda, Rin y Ahome no dudaron ni u minuto y decidieron ir a bañarse ya que hace mucho no encontraban esas aguas y además estaban muy cansadas por el largo viaje necesitaban un descanso.

- ¿Que rica se siente el agua no Rin?- decía una relajada Ahome sumergida en aquella aguas termales.
- Si señorita se siente bien- decía la pequeña Rin- pero creo que es suficiente tengo un poco de frío, ¿no le molesta si me voy?- pregunto Rin.
- Claro que no Rin ve- decía Ahome con una sonrisa dirigida a ella.
Después de que la pequeña se fue, Ahome sintió algunos ruidos, pensó que era Rin que había vuelto, pero ella no aparecía, lo único que se escucho fue la vos del medio hermano d Inuyasha.

- Miko necesito hablar contigo- dijo Sesshomaru con vos firme detrás de ella.
- ¿Sesshomaru que haces aquí?- le preguntaba Ahome con un gran sonrojo en sus mejillas ya que el príncipe estaba en aquel lugar con ella, y ella estaba desnuda.
- Vístete necesito preguntarte algo, no demores- diciendo esto se dio la vuelta y se quedo ahí parado

- ¿Que le pasa porque no se va, espero que no espíe, no creo que sea como Inuyasha?- se preguntaba Ahome.

- Oye porque no te vas necesito un poco de privacidad- le dijo la miko al príncipe que estaba de espaldas.
- Que te piensas que me daré la vuelta, no me conoces niña, vístete ya sabes que no tengo demasiada paciencia así que hazlo rápido, además no me daría la vuelta aunque me lo pidieras humana tonta- dijo Sesshomaru haciendo que Ahome se sintiera apenada y un poco enojada.

- Idiota que piensas que eres?- se decía Ahome mientras se bestia lo mas rápido posible.
- Listo, ¿de que querías hablar?- pregunto la sacerdotisa haciendo que Sesshomaru se diese la vuelta y la mirara a los ojos profundamente, mientra que ella aun era divisible ese sonrojo.
- ¿Porque recibiste aquel flechazo que iba hacia ami?- pregunto Sesshomaru sin quitar sus ojos de los de la miko.
- Eso no te importa además soy una humana tonta para ti no creo que te interesa saber el porque, y te doy las gracias por salvarme la vida, no había tenido oportunidad de habértelo dicho antes- dijo Ahome dirigiéndose al lugar donde estaban los demás, pero algo la detuvo, el fuerte agarre del príncipe en su brazo.
- Tu no te vas hasta que no me respondas lo que te pregunte, no juegues conmigo humana no te tengo paciencia, contéstame- al decir esto apretaba mas fuerte el brazo de Ahome haciendo que esta hiciera un gesto de dolor.
- Déjame Sesshomaru, no te lo diré si me haces daño- decía la sacerdotisa mirando con molestia al príncipe haciendo que este la soltara.
- Escúchame si lo hice fue por que tu eres el único que puede derrotar a Naraku por eso lo hice ahora estas feliz?- le decía Ahome con mirada de odio mientras tocaba el brazo que Sesshomaru había lastimado con el fuerte agarre.
- Ahora, si- sin más que decir el príncipe se fue dejando a una Ahome desconcertada.

- ¿Que le pasa, porque me lo pregunto pensé que no le importaba?- se preguntaba Ahome- sus ojos me miraban tan profundamente, ¿Sesshomaru que es lo que esta pasando?- se preguntaba mirando al cielo lleno de estrellas.

Al otro día siguieron su camino hasta que Ahome sintió una presencia que era muy conocida, era Naraku que andaba muy cerca.

- Sesshomaru Naraku esta muy cerca hay que estar alertas- le decía Ahome al príncipe.
- Yo también percibo su presencia- dijo Sesshomaru.
- Pero también la del hibrido de mi hermano- pensaba Sesshomaru.

Inuyasha había seguido el rastro de Ahome, ya no podía mas estar tanto tiempo sin saber nada de ella.

Sesshomaru y su grupo siguieron aquella presencia hasta que lo encontraron acompañado de Kagura y Kanna.

- Veo que han venido, no saben lo divertido que se va a poner todo esto- decía Naraku largando una risa malvada viendo a Sesshomaru y a la sacerdotisa

Muy cerca de ahí se encontraba Inuyasha olfateado para poder encontrar a Ahome pero su olor estaba mezclado con el de Naraku.

- Ahome ojala y te encuentres bien- decía Inuyasha con preocupación.

- Veo que ahora Ahome estas con el medio hermano de Inuyasha- decía Naraku dirigiendo su mirada a la miko.
- Eso no te interesa, morirás lo juro- decía Ahome con mucho odio preparando su arco y fecha apuntando a Naraku, pero algo la desconcentro era el grito de Inuyasha llamándola.

Inuyasha llego a aquel lugar, saco su espada al ver que Naraku estaba ahí.

- Inuyasha mejor porque no guardas esa espada, seria mejor que vieras algo que tengo para mostrarte- dacia Naraku con una sonrisa en su rostro.
- De que hablas es mejor que peles o morirás- decía el hibrido.
- Inuyasha, guarda fuerzas las necesitaras cuando veas a tu amada sacerdotisa con tu medio hermano- diciendo esto Naraku, Kanna mostró su espejo y en el aparecieron unas imágenes que para Sesshomaru y Ahome eran conocidas, Naraku había grabado aquel furtivo beso que ellos se dieron, mientras Inuyasha veía todo eso muy desconcertado.

- Ahome dime que eso no es verdad dime que es una trampa de Naraku por favor- decía Inuyasha con su flequillo tapando su mirada.

- Inuyasha es mejor que hablemos esto en otro lugar, no es el momento- dijo Ahome mirando al hibrido con una inmensa tristeza.

- Ves hibrido tu le sacaste la espada a tu medio hermano y el te saco tu mujer, ¿no crees que es justo?- dijo Naraku riéndose mirando una confundida Ahome con lagrimas en los ojos, aun hanyou con odio en su mirada y al príncipe con su rostro de siempre sin expresión.




Espero que les guste muchas gracias por los comentarios y ayudas muchísimas gracias por leer mi fic! espero que comente un bsiitoo:P

 

Re: El Amor un extraño sentimiento(sesshyAome)

Cap 6 Dulce tentación​

- Ahome, ¿Por qué? ¿Porque me hiciste esto?, si yo… yo- decía Inuyasha apretando sus puños con el flequillo tapando sus ojos ámbares.
- Inuyasha por favor no es lo que piensas… fue toda una confusión- decía Ahome con lagrimas en sus ojos mirando a aquel hanyou que amaba o, ¿no?.


- Mientras esto sucedía, Naraku veía con una inmensa sonrisa al hanyou y la sacerdotisa, mientras que Sesshomaru se limitaba a mirar a ese par.

-Mi querido Inuyasha yo que tu ,no hubiese dejado que Ahome acompañara a Sesshomaru- decía Naraku riendo intentando que el hanyou perdiera el control.

- ¡Cállate!, maldito seas- dijo Inuyasha con lagrimas en los ojos.

- Maldito quiere que caiga en esta trampa, lo único que quiere Naraku es que me deshaga de Ahome como alguna ves lo hice con kikio, ¿pero si es cierto que Ahome beso a Sesshomaru?, ¿ y si no fue una trampa de Naraku?- pensaba confundido Inuyasha mientras veía a Ahome al lado de su hermano.

- Vamos Inuyasha véngate de tu hermano y esa mujer que pensabas que te amaba- dijo Naraku abriendo mas sus ojos- ¿que esperas hibrido? te traicionaron.

- ¡Cállate!, ¡viento cortante!- Inuyasha corto a Naraku con mucha fuerza, con un odio que ni el mismo podía controlar.

- Inuyasha, mejor me voy para que arreglen cuentas- decía Naraku mientras se iba alejando del lugar mientras se escuchaba su maléfica risa.

- Inuyasha guardo su espada y sin decir nada se dispuso a irse, pero Ahome no pudo controlarse y salio corriendo tras el, mientras se alejaban mas y mas de donde estaba el príncipe.

- ¡Inuyashaaaa!- gritaba Ahome algo agitada ya que había tenido que correr para alcanzarlo.

- Inuyasha se detuvo, la sacerdotisa no sabia que hacer, no quería mirarlo a los ojos estaba toda avergonzada, por aquella situación entre ella y Sesshomaru.

- ¿Que quieres? acaso no te basto con a ver besado a Sesshomaru que ahora vienes a buscarme- dijo inuyasha dándole la espalda a la sacerdotisa.

- Inuyasha déjame explicarte, todo esto fue una trampa- decía Ahome muy nerviosa con lagrimas en los ojos.

- No tienes nada que explicarme, vete de aquí ya no quiero verte, lo que hagas ya no me interesa- dejo de decir esto y se fue saltando en los árboles, y dejando allí a la mujer que el amaba.

- Inuyasha lo siento- dijo Ahome cayendo de rodillas al pasto, no aguanto mas las ganas de llorar y lo hizo.

- Pero algo interrumpió aquel sufrimiento que sentía, una vos que para ella lamentablemente era conocida.

- Ya deja de llorar, los humanos son tan patéticos, no puedo creer que alguien como tu me haya ayudado a darle a mi espada ese poder especial- dijo el príncipe mirando a la mujer que estaba de rodillas, con su rostro totalmente tapado de aquel flequillo.

- Cállate, tú no entiendes, porque en vez de corazón tienes un hielo, déjame sola, no quiero verte- dijo Ahome con un dolor inmenso, no sabía que le había dolido más si que inuyasha no le creyera o que Sesshomaru estuviera ahí hundiéndola más en esa tristeza, pero de repente algo la levanto con fuerza.

- Escúchame no necesito corazón, eso es de débiles como tu, no necesito que me lo digas- dijo Sesshomaru mientras sostenía a Ahome con su brazos y la miraba intensamente.

- Yo se que lo tienes, y voy hacer algo para que reaccione- al terminar de decir esto Ahome beso furtivamente los labios del príncipe, Sesshomaru abrió los ojos muy grandes, no podía creer que esa mujer lo besara de nuevo.

- Dios mío, que esto haciendo, que es esto que estoy sintiendo cada ves que estoy con el, tenia tantas ganas de besarlo de nuevo, una gran tentacion- pensaba Ahome haciendo mas profundo aquel beso.

- Sesshomaru cerró sus ojos, abrazo a Ahome fuertemente, ese beso era mas profundo y sincero que el anterior, no podían alejarse, se necesitaban pero ninguno de los dos quería admitirlo. Ahome acariciaba los hermosos cabellos del príncipe, era tan sedoso, no creía que Sesshomaru fuera tan dulce mas dulce que aquellas ves, pero el mágico beso se termino por falta de aire de ambos.

- Sesshomaru miraba Ahome algo extrañado por lo sucedido, por una ves Ahome había visto a Sesshomaru confuso y eso le gustaba, así se veía mas humano.

- Pero algo en ella se rompió, su corazón le dolía, al instante se le apareció las imágenes de Inuyasha junto a ella aquel pequeño beso y el primer día que lo conoció, no resistía tanto dolor, una parte de ella estaba arrepentida del beso que le dio al medio hermano de Inuyasha, pero la otra parte lo único que le importaba era poder seguir besando al príncipe. Los dos estaban ahí mirándose fijamente, Ahome tenia las mejillas muy rojas, y Sesshomaru no salía de su asombro.

- Sesshomaru, es mejor que me valla necesito hablar con Inuyasha, esto no tendría que a ver ocurrido- decía Ahome soltándose del agarre de Sesshomaru y siguiendo el camino que llegaba a la aldea de la anciana kaede.

- Sesshomaru quedo ahí parado, su expresión de siempre tranquila volvió a su rostro, miro a donde se había ido la chica y la vio desaparecer entre las sombras, no entendía que había sucedido minutos atrás.

- Humana ¿que es lo que me pasa contigo?, ¿porque deje que esto sucediera?, acaso yo… - se preguntaba el príncipe yéndose de aquel lugar.



Disculpen que sea tan corto pero estoy muy ocupada prometo hacer la siguiente mas larga, espero que les haya gustado, la historia tomara un rumbo algo diferente espero que comenten, muchísimas gracias:P

 

Re: El Amor un extraño sentimiento(sesshyAome)


Cap 7

Después de irse del lugar donde estaba Sesshomaru, Ahome fue directo a buscar al hanyou, en verdad sentía todavía cosas por el, pero el máximo sentimiento era el haber dañado su corazón, quizás se lo merecía por tantas veces haberla dejado por la sacerdotisa de barro que hace tiempo era su rival en el amor, pero que ahora pertenecía al olvido…

Ahome llego a la cabaña de la anciana Kaede muy exhausta ya que tuvo que caminar mucho tiempo, y procurando que ningún ser maligno la atacaran no encontró a Inuyasha por ninguna parte, fue directo al interior de la cabaña y encontró a sus amigos aquellos que había extrañado mucho tiempo.

- Miroku, sango, Shippo kaede estoy de vuelta- decía la chica en la entrada con sus ojos llenos de lagrimas emocionada por ver a sus queridos amigo.
- Ahome- dijeron todos al unísono.
- Amiga pensé que te había pasado algo- decía contenta la exterminadora brindándole un tierno abrazo a la chica.
- No claro que no, estoy muy bien- al terminar de decir esto shippo se abalanzo y le dio un fuerte abrazo mientras chillaba.
- Hay Ahome no te vuelva a ir, el tonto de Inuyasha me a estado pegando en tu ausencia- decía shippo.
- Díganme por favor, han visto a Inuyasha- preguntaba Ahome con cierta preocupación.
- Señorita Ahome creo que salio a caminar hace algunos minutos, se fue rumbo al bosque- dijo con un tono tranquilo el monje Miroku.
- Si Ahome, pero algo extraño le sucedía no quiso decirnos nada mas, solo que se iba para esta solo, ya sabes lo terco que es Inuyasha- decía la anciana sentada preparando hierbas medicinales.

- Claro, disculpen necesito hablar con el, estaré aquí en un rato, a sango Kohaku esta muy bien- dijo la sacerdotisa con una gran sonrisa brindad a la exterminadora.
- Gracias Ahome- dijo Sango mientras veía irse a su amiga.

Ahome iba caminando directamente hacia donde había conocido a Inuyasha, el árbol sagrado, su corazón se sentía vacío, pero el solo recuerdo de Sesshomaru algo en ella cambiaba, debía enfrentar la realidad, estaba enamorada del frío y cruel hermano de Inuyasha.

- En aquel árbol vio a su amado hanyou mirando al cielo, el viento mecía su larga cabellera, la luna que se asemejaba a la que tiene Sesshomaru en la frente, iluminaba el lugar y el rostro de Inuyasha.

- Inuyasha – susurro Ahome- se acerco lentamente hacia el, sintió en sus rosadas mejillas correr gotas salinas, no pudo contenerse el verlo así, se sentía culpable- Inuyasha por favor necesito que me escuches.

- Dime- dijo Inuyasha en vos baja pero comprensible para la sacerdotisa.

- Todo lo que viste fue una trampa, te imaginaras que fue de Naraku, pero no fue el- decía nerviosa Ahome – intentando respirar hondo para que Inuyasha pudiera entender, pero fue interrumpida.

- Basta Ahome mientras mas me explicas mas me duele- decía el hanyou mientras miraba ala chica del futuro.

- Ahome yo te necesito mucho, no podría vivir sin ti, pensé que cuando termináramos con Naraku, te quedarías conmigo, pero se ve que tu no sentías lo mismo como yo creía- dijo Inuyasha mirando a Ahome.

- Eso es mentira Inuyasha y tu lo sabes, yo te ame desde el primer momento que te vi, justo en este mismo lugar, no lo puedes negar, muchas veces te lo demostré, muchas veces me sentí terrible cuando te ibas detrás de kikio- dijo Ahome mirando al hanyou sintiendo que su corazón se estrujaba mas y mas, recordando las veces que había visto al hanyou y a la sacerdotisa juntos.

- ¿Por qué Ahome, dime porque con el?- le preguntaba Inuyasha ahora enfrente de ella.

- Inuyasha por favor créeme-

- Si quieres ir con el no te detendré, haz lo que quieras, pero antes…- dijo Inuyasha mientras se acercaba a su rostro poniendo sus manos alrededor de la cintura de la chica, y besaba con dulzura.

- Inuyasha…- se decía así misma Ahome no podía creer lo que pasaba, Inuyasha la estaba besando y lo hacia con mucha dulzura.

- Ahome lo separo de ella dándole una fuerte cachetada, mientras lloraba y veía como inuyasha la miraba confundido.

- ¿Porque Inuyasha? ¿Porque justo ahora?- le decía la sacerdotisa.

- Ahome yo…- susurraba un Inuyasha triste tocándose, su mejilla mientras un leve sonrojo aparecía en el.


Ahome no aguanto más y salio corriendo, muchas preguntas surcaban su cabeza, no sabía porque Inuyasha tuvo esa reacción y ni siquiera sabía porque se había echado a marchar como una loca y haberlo dejado ahí muy confundido. Fue directamente hacia el poso donde conectaba esa época y la suya. Se sentó en la orilla y miro el cielo.

- Inuyasha no puedo seguir aquí sabiendo que te hecho tanto mal, no podré verte a los ojos a pesar de todo aun te quiero y no se como afrontar esto- dijo Ahome llorando- y tu Sesshomaru nunca me olvidare de ti ahora mas que nunca tendré que irme de aquí, porque si ellos dos se enfrentan se mataran y no podría con esa culpa.

- Disculpen por favor chicos, no puedo seguir aquí ya no- pensaba Ahome mientras se tiraba por el poso quizás para nunca volver.

Alguien estaba observando detrás de los árboles en toda esa oscuridad, cuando la chica del futuro se tiraba a ese poso, pero otra persona apareció era Inuyasha se veía muy mal y sus ojos estaban llenos de lagrimas.

- Ahome- susurro el hanyou mientras se apoyaba en el poso, para caer de rodillas.

- ¡Así que te fuiste!- dijo divisándose la figura entre las sombras- hermano que patético eres- diciendo esto Sesshomaru desapareció en el bosque.


Ahome llego a su época, su madre estaba preparando comida, Souta estaba haciendo su tarea y el abuelo veía algunos libros que de seguro eran de sus antepasados.

- ¿Hija que haces aquí?, pensé que vendrías mas adelante- dijo la mama de Ahome con una gran sonrisa.
- Es cierto hermana, dime ¿no vino contigo el orejas de perro?- preguntaba Souta.
- No, el no vino, no lo verán nunca mas, tampoco volveré a la otra época, por favor no me pregunten nada- decía Ahome mientras se dirigía su cuarto
- De seguro se peleo con Inuyasha, pero muy pronto la vendrá a buscar siempre pasa lo mismo- dijo Souta mientra seguía haciendo su tarea.

No lo creo- susurro la mama de Ahome con tono de preocupación.


En su habitación Ahome no podía dejar de pensar, un mar de sentimientos se apoderaba de ella, odio, preocupación por lo que pasaría ahora ya que ella decidió irse, y quizás amor, pero de eso parecía estar segura.


En el Sengoku en la cabaña de la anciana kaede.

- Oigan no creen que a Ahome le pasaba algo malo- dijo shippo mientras recibía la atención de todos- creo que parecía preocupada.
- Si, shippo yo también la note así, ¿que habrá pasado?- decía Sango mientras acariciaba a Kirara.
- Mientras discutían sobre lo que le podría haber pasado a la azabache, Inuyasha entro a la cabaña con su rostro cabizbajo y se sentó dándoles la espalda al resto.

- Oye Inuyasha, ¿que paso entre tu y la señorita Ahome?, ¿donde esta ella?- pregunto Miroku.

- Ella se fue no regresara nunca mas- finalizo Inuyasha sin siquiera mirarlo.

- ¿Que le hiciste perro sarnoso?- Decía Shippo con lagrimas en los ojos mientras sus manitas golpeaban la espalda del hanyou.
- Ella decidió irse, si van a estar molestándome mejor me voy- dijo Inuyasha sin siquiera mirarlos con tono tranquilo, y desapareciendo del lugar.
- ¿Como que Ahome no va a volver? , ella es fundamental para la localización de la perla- decía la anciana kaede mientras miraba asombrada a sus acompañantes por el comentario del hanyou.
- Ahome no va a volver, te odio Inuyasha – decía shippo mientras lloraba en la falda de sango.

En otra parte del Sengoku…


- ¿Como que la señorita Ahome se fue?- dijo Kohaku al escuchar de Sesshomaru decir que había decidido irse.
- Si se fue, al parecer no es tan valiente como parecía- al terminar de decir esto Sesshomaru se fue dejando a sus acompañantes algo confundidos.
- La señorita Ahome se fue ahora me tendré que cuidar solo- dijo Kohaku con mucha tristeza ya que cuando la sacerdotisa los había acompañado el la llego a querer mucho.
- No te preocupes, el señor Sesshomaru te protegerá- decía Rin mientras tomaba la mano de Kohaku- si se fue, seguro es por un motivo importante.
- Si Rin, ojala y regrese- decía Kohaku dándole una calida sonrisa a su compañera.




Han pasado ya casi dos años de la partida de Ahome el grupo de Inuyasha siempre recordaban a la sacerdotisa con mucho cariño, ninguno de ellos sabia el porque de su partida ya que Inuyasha nunca se los dijo. Habían tenido muchas peleas con Naraku pero sin Ahome se les hacia complicado poder rastrear la perla.
Inuyasha pensaba mucho en Ahome y que seria de su vida, por su gran orgullo el hanyou jamás visito a la sacerdotisa de la cual estaba enamorado se lamentaba mil veces no haber podido decirle antes que la amaba, la había perdido y ya sin ella la vida no era la misma.

Sesshomaru sentía que algo le faltaba, el aroma de esa mujer hace mucho había desaparecido no sabia el porque la necesitaba tanto, recordaba cada instante que estuvo con ella, se hizo a la idea que se había enamorado de una simple humana.

Dentro de muy poco Ahome cumpliría 19 iba a la facultad, compartía mucho tiempo con sus amigas, a veces se sentía triste pero trataban de animarla. Ahome ya era toda una mujer su pelo había crecido era un poco mas alta, sus caderas eran mas anchas dándole a la azabache un aspecto envidiable.

- Mama llego tarde a la facultad me voy- decía Ahome apurada tomando su libros y yéndose a toda prisa.
- Espera Ahome no has comido nada- pero era tarde ella se había ido.
- Siempre igual nunca cambiara- decía el abuelo con un tono divertido.

- Ahome llego a la facultad tuvo que correr para poder llegar temprano. Iba corriendo muy deprisa cuando escucho las voces de sus amigas llamándola, se dio la vuelta pero seguía corriendo no se dio cuenta que alguien venia delante de ella y tropezó cayendo al piso.
- Discúlpame no te vi - decía Ahome que ahora miraba a la persona que estaba parada junto a ella y no lo podía creer.
- No te preocupes- dijo hasta ahora el desconocido chico.



Espero les haya gustado me ha costado mucho ya que empezaron las clases y me han dado tarea L espero comenten acepto cualquier consejo.
Muchas gracias chicas por seguir esta historia!