El amor del italiano

Re: El amor del italiano

Mis queridas amiguis, espero pronto subir mas post. Solo que ahora no me sera posible, espero que en una semana seguir esta historia. Espero no fallarles. TKmm bye =)

Gracias por todos sus lindos comentarios. =) sigan asi, mejor motivacion no tengo ; )

 

Re: El amor del italiano

Por fin, porque ustedes lo pidieron y mas yooooo !! otro capitulo. kiss a todos =) ;)

Capitulo 21​

- ¿Me puedes explicar que paso ayer? - La cuestiona con un gesto y tono severo al entrar al elevador que Megan siente un escalofríos por todo el cuerpo - Porque no supe nada de ti hasta hoy que tuve que buscarte por todas partes, hasta que fui con tu secretaria y me dijo que ya estabas aquí desde temprano – La joven que estaba enfrente de él dándole la espalda pues estaba indicando al elevador a que piso querían llegar, temblorosa logra apretar el botón 3. Andrew exasperado la gira jalándola del brazo para que se ponga enfrente para que lo vea – ¿Que no viste mis llamadas? ¿Y los llamados del timbre?
- ¿Eras tú que me estaba llamando? – Pregunta sin verlo.
- Si – Contesta secamente.
- Perdón por no reportarme, pero pensé que era Malcolm y que no era nada importante – Comenta sin ganas.
- Pues si crees que nuestra relación es importante pues pensaste mal porque si te llame para algo serio – Recalca con amargura la palabra “importante”.
- Claro que si lo creo importante – Levanta la mirada – Demasiado lo es para mi, créeme – Dice con una dulce sonrisa.
- Gracias por decírmelo – Suspira con una bella sonrisa – Entiendo que ver a Guidetti después de tanto tiempo puede llegar a trastornarte.
- Demasiado – Baja la mirada.
- Pero lo que me importa es que tú estés bien y nuestra relación – Le dice levantándole con un dedo la cara para verla a los ojos – ¡Como siempre! – La besa con mucha pasión.


Estaban tan sumergidos en su mundo. Andrew en un mundo lleno de pasión, amor y posesión.

Quería demostrar con ese beso que Megan siempre seria suya, pase lo que pase, y este quien este. En el mundo de Megan por desgracia y frustración de ella era completamente distinto, otro polo, mientras Andrew demostraba con ese sensual beso todo lo que sentía por ella, Megan estaba cada vez mas segura que Andrew no era hombre para ella. Lo quería, de verdad que si. Tenían muchas cosas en común, mejor dicho, todas. Amaban los negocios, su vida la dedicaban a eso, a como hacer mas grande su emporio, y no por ser aun mas millonarios, si no porque era muy confortable saber que gracias a ti toda una economía del país, como cientos de familias eran beneficiadas por cada idea, cambio, se de a la empresa. ¿Pero si era verdad lo que decía Rosaline?

Que ser tan iguales Andrew y ella harían que la simple presencia de Cristian la hiciera dudar terriblemente. Además a quien quería engañar.

Había tenido mas intimidad con Andrew que la que tuvo con Cristian cuando era solo una niña y nunca se sintió tan plena como aquel sensual italiano. Y no porque su novio no supiera proporcionarme un delicioso placer, por que por Dios, claro que lo hacia.

Andrew era todo un maestro en el arte de la seducción. Pero no había esa enigmática magia que siempre tuvo con Cris y que además, esa noche había superado cualquier gloria. Era absurdo negar algo tan obvio, amaba a Cristian Guidetti, aun más cuando era su sirvienta. ¿Cómo no amarlo? Era imposible desde el momento que sus hijos daban señal de vida en su interior. Siempre supo que la presencia de Cristian la seguiría al tener unos hijos maravillosos que eran la viva imagen de su padre. ¿Cómo no amar al hombre que te dio doble dicha al hacerla madre de dos increíbles niños? ¿Cómo no amar al hombre que te dice de una manera sublime que siempre te amo y que además te lo demuestra de una forma devastadora?


Oye Megan que la puerta del elevador se abre, quiso terminar ese beso, pero Andrew no se lo permitió estrechándola aun más con fuerza.

¾ Eso si es amor – Comenta burlón Scott.
¾ ¿Cuántas veces les he pedido que eviten esas escenas? – Quería oírse serio, estricto como siempre lo había sido su padre y ahora él cuando se trataba sobre los negocios, pero Malcom no pudo guardar la alegría que sentía al ver que su hermana estaba bien.


Malcom había por insistencia de Megan dejado que ella se encargada sobre el asunto de Guidetti. Como hubiera deseado él mismo partirse la cara y todo lo que pudiera a ese maldito italiano, pero por desgracia tenia una hermana deseaba enfrentar sus problemas sola, sin ayuda. En parte la entendía, primero porque Megan así estaba acostumbrada al ser una mujer criada sin familia, acostumbrada que si lograba conseguir algo bueno en su vida, algo presumible, admirable, era por sus propios medios. Y en segunda era una Grayson, eso lo decía todo. Suspira, sintiéndose orgulloso de su hermana.


Megan que daba espalada a los espectadores se voltea y sale del elevador tomada de la mano de su novio. Andrew con una gran sonrisa, de superioridad, eso a Megan le sorprendió. Apenada por el numerito muy apasionado que acaban de dar a los que estaban en el vestíbulo, levanta la mirada después de sentir que sus mejillas ya no eran de un rojo intenso por la incomodidad, le sonríe a todos, con un saludo educado y amistoso de < Buenas tardes >.

¾ Que bueno que llegaron antes que el señor Guidetti se fuera – Dice el señor Thomas al levantarse uno de los varios sillones de piel blancos del vestíbulo – Ya se iba.


¿Acaso por eso era la sonrisa estúpida de Andrew? Cristian había visto como todos los socios y algunos trabajadores que pasaban el beso que compartieron ella y su prometido. No supo Megan con quien desquitar su coraje, con Andrew por sacar esa maldita sonrisa provocadora hacia Cristian o hacia ella por ser tan idiota y hacer algo que ni su cuerpo, ni su mente lo deseaban, por lo menos no de parte de Andrew, si no del hombre que la veía de una manera acecina, pero existía mas que coraje en aquellos ojos obscuros maravilloso, un dolor, un dolor tan grande que Megan tuvo deseo de desaparecer de todo para siempre. Porque ese mismo sufrimiento lo sentía Megan, pero aun mas al ser ella la que provocaba ese dolor al hombre que amaba.


No supo que hacer y mucho menos que decir. Desvía su mirada de su dios y prestarla a su hermano, que era el único que la podría entender, claro hasta que le dijera toda la verdad sobre el padre de sus hijos, pero siempre la quiso y nunca pretendió humillarla de esa manera si hubiera sospechado que estaba esperando un hijo de él y no de otro hombre.

¾ ¿Entonces que te parece, Megg?


No se hubiera dado cuenta que su hermano le estaba hablando hasta que la llamo Megg, nunca le decía así enfrente de no familia y mucho menos en Grayson & Company, siempre le decía Megan en la empresa. ¿Por qué le diría Megg? Ya después que pensó lo que pudo oír, se percato que Malcom le había estado hablando, ¿de que?

¾ Perdón, me distraje por un momento, ¿Qué decías? – Le sonríe a su hermano.
¾ Que te llego una carta de “Business Word” – Le informa uno de los socios, Richard.
¾ ¿A mi? – Incrédula Megan se acerca a su hermano.
¾ Si – Afirma Malcom – Vamos a la sala de juntas.
¾ ¿Pasa algo? – Se preocupo la ex modelo.
¾ Una carta de “Business Word” nos involucra a todos – Dice uno de los socios – Eres una mujer de negocios si, pero de nuestro negocio.
¾ Entiendo – Se ríe Megg, cosa que agradeció mucho por parte del señor Robin, ¿Quién diría que el señor mas ceñudo que pudo conocer, la haría reír cuando mas lo necesitaba? Si hubiera sabido que Robin no le creería loca, sin duda hubiera corrido a besarlo.

Andrew la tomo de la cintura y espero que todos los demás entraran a la sala de juntas para caminar. Todos ya adentro, muy bien acomodados y muy bien atendidos por el camarero de planta de Grayson, fue cuando entonces la secretaria de Megg, Susan, le entrega la carta tan mencionada.


Megan que estaba también sentada en su lugar (a lado derecho del presidente de la empresa) se pone de pie para dar lectura en voz alta.

No pudo leer para todos al ver con letras grandes el propósito de la carta.
¾ Megan, haznos el favor de leerlo para todos – Desesperado pro saber que pasaba y riéndose, pide Thomas.

No hizo caso la joven, siguió leyendo. Pero cuando casi saco sus ojos de orbitas y su boca rosada hacia un mas una gran sonrisa, Malcom no pudo mas.

¾ Megan Grayson lee esa carta – Ordena malhumorado el presidente.

Andrew le quita la carta a su novia.

¾ Se los puedo resumir – Dice eufórica Megan cuando ya no tenia la carta en su poder – La revista “Business Word” me nomino como la empresaria revelación del año.
¾ ¿Cómo que revelación? ¿Quién te revelo? – Richard quiso saber.
¾ No es que me revelaran – Se ríe de nuevo y por él. De verdad que iba a terminar amando a ese hombre – Es una manera de decir que para llevar muy poco en el mundo de los negocios lo he hecho aceptable.
¾ ¿Así que lo has hecho bien? – Incredulo Richard expresa – Yo no veo mas ceros en mi cuenta bancaria.
¾ Por eso esta nominada – Defiende feliz Andrew a su novia – Dice la carta que tiene tres meses para demostrar que ella merece ese reconocimiento.
¾ Uy, Megg, pues a echarle ganas, porque si ganas todo el mundo sabrá que mujer tenemos en Grayson – Mark tan joven como ella, le da apoyo a su manera.
¾ ¿Y cuando se sabrá? – Malcom no podía con la emoción.


Disfrutaba esa nominación que su hermana estaba involucrada, claro que si, se sentía muy orgulloso de ella, pero le gano mas el amor a los negocios que fraternales, pues su felicidad fue porque sabia que si Megan ganaba esa categoría, todo el mundo, como bien lo supo decir Mark, conocería de su hermana, si, pero lo mas importante, de la empresa. Si G&C era manejada por Megan Grayson, si duda la gente sabría la clase de empresa era, y eso le convenía a Malcom y a todos los involucrados, como a los socios como los empleados. Como decía Richard, su cuenta bancaria obviamente había un cerito más.

¾ Que en tres meses. Siempre haces gran fiesta, banquete – Habla Scott que se había quedado callado hasta el momento -- ¿Esta vez harán lo mismo?
¾ Si, como siempre, música y eso – Le contesta Malcom.
¾ ¿Sabes bailar? Porque si no tienes que aprender – curva una ceja Thomas.
¾ No le gusta – dice Andrew al besarle la mejilla -- ¿Sabes bailar?
¾ ¿Cuánto llevan juntos? uno, dos años -- Megan por un instante se olvido de la presencia de Cristian hasta que hablo -- ¿Cómo es posible que no sepas eso, Andrew? – Su voz era provocativa.
¾ Llevamos mas de dos años juntos – Acerca a su lado Andrew a Megg – Solo son los primeros de una vida juntos, Guidetti.
¾ Me alegra saberlo, pero sigo sin entender como es posible que no sepas que la señorita Grayson baila como nadie y sobre todo, le encanta bailar – enfatizo la palabra encanta. Disfruto enormemente Cristian como Andrew se retorcía en su hiel aunque quería escóndelo con esa estúpida sonrisa que Cris supo en ese momento que solo esa mueca la usaba Andrew cuando se sentía en desventaja y quería demostrar a los demás que no era así – Por cierto, señorita Megan, ese vestido que trae hace que se vea mucho mas atractiva – Se pone de pie – Es justo el vestido que yo le escogería. Me tengo que retirar, buenas tardes.


Megan se ruborizo, ¿Cómo Cristian hablaba sobre el vestido? ¿Acaso quería meterla en problemas con Andrew? En ese instante supo Megan que Cristian y Andrew se habían declarado la guerra. Acababa de comenzar la primera batalla. Que ironía, pensó Megg, molesta por como cambio su vida desde la llegada del italiano, ella no participaría en la guerra pero era quien la habia provocado, sin negarlo la única que podía terminar con todo era ella.

¿Quién gana? La que se quede con Megan, o el que se libere de ella.
< Sin duda el que se salve de mi ganara y ganara mucho > Concluyo melancolía la mujer empresaria.

 

Re: El amor del italiano

Hola, que bueno que les ha gustado.

Perdon por todavia no subir otro post.

Pero estoy super ocupada por cosas de la escuela.

Prometo subir otro capitulo en unos dias

Kiss =)

 

Re: El amor del italiano

Amigas, perdon por la tardansa.

Les pongo la primera parte del capitulo. Espero les guste :P

Besos a todas

Capitulo 22​

Al parecer la paz de Megan no seria próxima hasta que pusiera orden en sus sentimientos. Cristian se había ido, eso debería dejarla tranquila, pero no, eso empeoro todo porque ahora no sabría que era lo que pensaba él de ella. Prefiere mil veces ofensas, insultos, pero saber que era lo que pasaba por la mente de Guidetti, que estar como en ese momento, con la incertidumbre de no saber lo que pasaba, cuanto era el odio de Cris hacia ella, ¿un día la perdonaría?

Por suerte para Megg ese día en G&C fue muy atareado, teniendo a todos es casi síntomas de histeria al haber mucho movimiento en el tercer piso, que era donde estaban las oficinas de los socios, los de mercadotecnia, publicidad, recursos humanos y el área contable. Tenía muchísimas ganas Megan de ir al sótano para desahogarse un poco con su amiga, pero por desgracia no era posible al ser Rosaline una mujer ocupada y estar en Los Ángeles en una conferencia internacional de temas todo relacionado a las innovaciones del diseño grafico.

Por un momento se olvido de todos y de todo. Quería hacer eso, no recordar nada, sumergirse en un mundo de paz y armonía. Aunque su teléfono de la oficina como su celular no dejaba de sonar ella no hizo caso a esos desagradables tintineos constantes. No se iba a derrumbar la empresa porque Megan desapareciera por completo de Grayson, ¿Qué podía hacer? Y como visión divina supo que era lo único bello que le ocasionaba paz y alegría en su vida.

Se pone de pie de un salto, toma su bolso y por fin, después de tres horas sale de su oficina y da muestra ilustre de que sigue viva.

¾ Señorita Grayson, tiene cuarenta y tres mensajes. Unos son de su hermano, otros de su padre y los demás de los diseñadores, proveedores…
Se sintió estúpida por sentirse así, pero no le importo, se acerca a su secretaria, pone su bolsa en su escritorio y habla lo más bajo, pero claro posible:
¾ ¿Hay un mensaje del señor Guidetti?
Confundía Susan por aquella pregunta, toma los papelitos de recados y los pasa uno por uno.
¾ No señorita, pero hay una del señor Angelo, quiere saber si se pueden reunir…
¾ Susan – Dice intolerante, suspira -- ¿me veo bien?
¾ Hermosa, señorita, como siempre, pero en especial con ese vestido…
¾ No, no Susan, veme la cara, ¿me veo bien, me veo como siempre cuando vengo a la oficina? – Megan ve como su secretaria encoge los hombros y hace una mueca. Se quita Susan sus lentes – Dime la verdad.
¾ La verdad… se ve fatal… quiere que llame a su Spa, hace un mes que no va y…
¾ Lo que quiero es desaparecer, pero como no puedo, entonces me conformo no saber nada de Grayson por lo menos por hoy – Toma su bolso y se lo pone sobre su hombro.
¾ Pero señorita, todas las llamas son para usted… no se puede ir – Proteste agitada Susan.

En ese instante el celular de Megan por centésima vez suena. Abre uno de los cierres exteriores de su bolsa y agarra el celular, era Andrew. Megan no quería hacer daño a nadie, pero como quería hacer feliz a alguien si ella no podía ni siquiera estar tranquila. Aprieta el botón rojo de su celular, lo apaga.

¾ No me pases llamadas al carro, mucho menos a la casa, no existo, ¿de acuerdo? – Le entrega su celular.
¾ Y… ¿y si preguntan por usted?
¾ Diles la verdad, que estaré con mis hijos.

* * *


Eran mas de un par de meses que no tenia tiempo para ir a recoger a sus hijos al colegio. Le gusto poderlo hacer después de tanto tiempo. Estuvo esperando media hora afuera de la escuela, ya había varios padres esperando a sus hijos. Cuando sonó la chicharra que indicaba que por ese día las clases habían finalizado, Megan sale de su BMW, no le importo dejarlo sin capote. Era su costumbre dejar su carro todo el día en transformación convertible y en especial así lo dejo porque sus hijos les encantaban.

¾ Señora Grayson, gracias por venir – Escucho Megan que le hablaba a sus espaldas.
¾ Buenas tardes maestra Miller, ¿quería que viniera? – Saluda con amabilidad.
¾ ¿Qué su secretaria no le dejo mi recado?
¾ Perdón pero no he estado en la oficina y mi celular lo deje – Sonríe.
¾ Oh, no se preocupe, que bueno que ya esta aquí, ¿seria tan amable de seguirme al salón de maestros? – Pide sin esperar respuesta, la mujer de complexión robusta empezó a caminar. Megan la sigue.
¾ ¿Sucede algo con mis hijos? – Se empieza a preocupar por tanto misterio.
¾ Claro que no, nada malo, si eso quiere saber – La tranquiliza – solo quería darle las notas de sus hijos, como siempre son muy buenas. Bueno, Mia bajo un poco en algunas, pero estoy segura que los próximos exámenes mejorara – Toma asiento la señora y con la mano pide que haga lo mismo Megg al entrar al salón y cerrar a la puerta.

La maestra Miller extiende dos folder, cada uno con el nombre de sus hijos. Megan los lee de rápido, nunca se preocupo por las calificaciones de Edward y Mia, siempre salían bien.
¾ Siempre me manda las calificaciones por correo, ¿Hay algo mas que quiera decirme? – pregunta Megg al poner su atención de nuevo en la maestra.
¾ Pensé que usted venia para aclararme esta situación…
¾ ¿Cuál situación? – entrecierra los ojos.
¾ Mmm, creo que… -- Se acomoda en su asiento – Lo que sucede es que hoy en la mañana el señor Guidetti trajo a Mia y Edward a la escuela…
¾ Si, es amigo de la familia…
¾ Eso creía yo, primero fue toda una revuelta para niños, señores y sobre todo las señoras – se sonroja – No es amenudeo que un hombre tan conocido y guapo venga a una escuela y menos a traer a unos niños. Todos estábamos boquiabiertos, unos admirando el carro que traía y otras como le confieso admirábamos a ese italiano.
¾ ¿A que quiere llegar? – Pide saber impaciente.
¾ Perdón, tiene toda la razón. Es que el señor me dijo algo que todavía no puedo creer, que… que el es le padre de los niños y todos los días los estaría trayendo y recogiendo.
¾ ¿Perdón?... ¿Eso dijo Cristian?
¾ Y no nada más eso, señora Grayson, también pago todo el año de las colegiaturas de la escuela.
¾ Pero yo ya había hecho eso, tienen todo el año pagado – Habla exaltada.
¾ Por eso quería avisarle, el señor Guidetti pago todo los años de la primaria. Entiendo que ustedes tienen todo el dinero del mundo, pero pagar todos los años… mmm… esta no es una escuela que se caracteriza por barata…
¾ ¿Era todo lo que quería decirme? – Se pone pie, su amabilidad y educación se fueron cuando entro su coraje.
¾ Eh, si.
¾ Buenas tardes – Dice sin esperar respuesta, sale del salón.

¿Qué demonios se creía Cristian? Era cierto que era el padre de los niños y tenia todo el derecho de que si quería pagar algunos gastos, como salir a pasear con ellos, podía hacerlo y de hecho esa atención de Guidetti con Mia y Edward le gustaba mucho a Megan, le daba mucho gusto que realmente Cristian quería ser un padre de sus hijos, que por malos entendidos por ocho años no lo fue. Pero de eso a estar diciendo a directora de la escuela que él era el padre de los mellizos era algo muy diferente. No solo porque una noticia así en los medios de comunicación era destruir su trayectoria como mujer famosa, pues ella había sido modelo de grandes compañías de perfumes, ropa, carros, si ellos como los demás se llegaran enterar que Megan Grayson había sido una sirvienta y además se había tenido intimidad con su jefe la destruirían, y así también se debía de despedir de su nominación como “mujer empresaria revelación del año”. Eso era fatal para G&C al tirar la imagen de la presidenta de mercadotecnia y publicidad de una de las empresas mas importantes de ropa. Pero aunque una verdad así a la luz destruiría su vida profesional pues sabia Megan que las personas son así, un día te aman y besan el suelo donde caminas y el otro te odian por no ser la mujer perfecta que ellos quisieron inventar en ti. El problema de algo para Megan pues era lo más importante en su vida eran sus hijos. Ellos no estarían preparados para un día enterarse por la televisión que el padre que su madre les dijo que había muerto era mentira. Que su padre era Cristian Guidetti. No quería Megan de ninguna madera que toda la admiración y amor que sus hijos le tenían se fuera todo al precipicio por una gran mentira que les invento para cubrir la ausencia de un padre.

Se dio cuenta Megan que por mas que lo negara o pensara en otra solución, seria imposible no llegar el momento que ella nunca pensó que llegaría: DECIR LA VERDAD.

Eso tendría que hacer, ser sincera con Edward y Mia. Sabía que sus hijos eran unos niños para su edad muy razonables e inteligentes y lo entenderían, a lo mejor no al instante. Pero nada de traumas como otros niños por saber una verdad que no se la esperaban.

Conociendo la capacidad de sus hijos no le ayudaba mucho saber como y cuando debía hablar con ellos.

En primer lugar hablaría con Cristian para “pedirle” que sus derechos de padre se los guarde muy bien porque no iba a permitir Megan que todo lo que ella había construido por años se viniera abajo por el comportamiento impulsivo de él.

Megg iba a dirigirse al salón de sus hijos cuando oyó gritos que le hablaban y al levantar su rostro apabullado de tanta presión, ve a sus hijos haciéndole señales. Ellos ya estaban muy cómodamente instalados en el convertible. Megan con una gran sonrisa se dirige a su carro.

¾ Mami – Se le avienta a los brazos Mia – Que bueno que viniste por nosotros.
¾ ¿Es parece que vayamos a comer a un lado? – Pregunta Megg al besar a su hija en su mejilla colorada.
¾ Si, hay que ir al restauran de comida italiana que nos gusta – Dice Edward al cerrar su celular – Andrew nos vera allá.

 

Re: El amor del italiano

Hola, sorry por ya no subir mas capitulos, yo creo que la proxima semana dare continuidad ha esta historia, sorry por la tardanza, kiss

Saludos !!!!!!