El ángel de la noche (Kagomex¿?)

Re: El ángel de la noche (Kagomex¿?)

Hola estoy muy contenta de que porfin ya puedo mover mi brazo pero bueno aqui les dejo la conti.

Cap. 15 “LA gravedad de Kagome”


Al amanecer inuyasha y los demás cavaban tumbas para darles santa sepultura a los aldeanos que habían sido victimas de los sirvientes de Naraku, aunque la aldea era grande no hubo ningún problema y terminaron pronto para luego emprender su camino a la aldea de la anciana Kaede. Querían llegar lo más pronto posible, puesto a que la herida de Kagome no mejoraba, aunque era de esperarse, estaba débil después de varías batallas consecutivas era obvio su debilidad.
Para suerte la aldea no estaba muy lejos y llegarían al anochecer según los cálculos de Inuyasha o al menos eso pensaba, a lo lejos se veía un gran remolino de tierra acercándose a gran velocidad, luego a más y más asta que.

-¿Pero que fue lo que te paso? – kouga había sido atraído por el olor de la sangre de Kagome, pero cierto hanyou que se encontraba debajo de los pies del lobo estaba hecho una furia.
-¡Ah, ya veras lobo sarnoso! – pero fue ignorado por completo.
-No te preocupes, no es muy grave Kouga – trato de sonreír pero el dolor era más fuerte.

Su blusa comenzó a teñirse de sangre que izo que alarmar a todos para luego caer inconciente sobre el lomo de Kirara. Kouga preocupado por Kagome la tomo entre sus brazo para llevarla a la aldea más cerca pero Inuyasha lo detuvo.

-¿Qué crees que estas haciendo? Debemos llevarla a la aldea de la anciana Kaede lo antes posible – Acercándose para quitarle a la miko.
-Inuyasha, Kouga es veloz deja que el la lleve a la aldea, de otra forma Kagome no resistirá – desesperada – Kouga, llevarla cuanto antes con la anciana Kaede.

Sin más demoras Kouga la llevo lo más rápido posible a la aldea dejándolos atrás a los demás. Al poco rato Ginta y Hakaku los acompañantes de Kouga llegaron hacia donde Inuyasha estaba, agitados y exhaustos, descansaron un minuto para luego comenzar a correr de nuevo junto con los demás.

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Sora se dirigía hacia un lugar desconocido para los muchachos que lo acompañaban, una montaña de fuego con altas temperaturas que un simple humano no soportaría.

-¡Ah! Que cansada estoy – deteniéndose un momento – y que calor, ¿se podría saber donde estamos? – agitando su haori.
-O mas bien ¿Dónde estas? Si fuera tu me movería de ese lugar cuanto antes – sarcástico
-He ¿y eso por que Shun? Mm alguien esta asando carne o estoy delirando del cansancio – viendo a los dos que se reían
-5, 4, 3, 2, 1…
-¡¡Ah me quemo, me quemo!! – Se había dado cuenta de que estaba parado sobre un montón de piedras calientes, así que corrió a todo lo que sus piernas le daban haciendo que se tropezara con Sora y cayendo encima de el.

Shun y Kaito se encontraban casi doblados de la risa asta con lágrimas en los ojos de ver al sujeto encima de Sora, cosa que a el no le agrado en lo más mínimo. Así que se levanto y ayudo a levantarse al otro.

-Gracias – sonrojado.
-No hay problema, solo ten más cuidado – Sonriendo – Kaito, Shun… por su comportamiento lo cargaran asta que lleguemos – continuando con su camino.
-¿Qué? – dijo Shun.
-Caballeros ya lo oyeron jiji – pasando ambos brazos por los hombros de estos.


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Cerca del pozo se encontraba la anciana Kaede junto con otros dos aldeanos, que estaban observando el pozo semidestruido.
Alrededor del pozo estaba desecho pero por ciertas rezones no le tomo mucha importancia, una de esas razones era que la madera ya estaba demasiada vieja y comida por las polillas, o ¿podría ser otra?
En ese instante llego otro aldeano corriendo.

-¡Señora Kaede! – grito.
-¿Qué pasa, por que vienes así?
-Señora Kaede –se detuvo para recuperar el aire – La señorita Kagome esta gravemente herida y esta en su choza.
-¿Qué? vamos, rápido. – subiendo en su caballo.

Dentro de la choza se encontraba Kagome recostada y Kouga estaba sentado a un lado de ella ya que aun no recobraba el conocimiento y estaba muy preocupado por ella. Al poco rato la anciana Kaede entro a la choza y le pidió al lobo que saliera de ella para poder curar a Kagome. Enseguida de que el salio Kaede despojo a ala joven miko de sus prendas y comenzó a lavar su herida para ver que tan profunda era, pero lo que vio se le izo muy extraño, la herida no era grave puesto a que parecía que ya había sido atendida antes, pero por alguna extraña razón había vuelto a sangrar. Mientras Kaede trataba de curar La herida de Kagome con demasiado cuidado ya que era evidente que le dolía por los gemidos que daba, y Kouga se encontraba afuera muy preocupado.

Inuyasha y los demás llegaron antes del anochecer y cuando fuero directo a la choza de la anciana Kaede donde se suponía que se encontraba Kagome vieron al Kouga sentado afuera a un lado de la choza, Inuyasha se disponía a entrar pero el lobo se lo impidió y le pidió que esperara al igual que el afuera.


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Mientras tanto Naraku planeaba su próxima jugada, con su nueva creación nada bueno les esperaba a nadie ni mucho menos a Kagome.
En el palacio solo se encontraban Kagura y Naraku puesto a que este les había asignado nuevas tareas a los demás pero menos a Kagura.

-(¿Naraku que es lo que realmente tramas?) - mientras lo observaba sentado frente a una gran ventana.



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Dentro de un enorme cueva de esqueleto se encontraba un hombre viejo de ojos saltones, ropas algo sucias forjando armas, cuando de repente algo capto su atención.

- Tiempo sin vernos viejo Totosai – en la entrada de la cueva.


Espero y me disculpen por lo corto de la conti, prometo poner el siguiente mas largo y pronto bie besos.

 

Re: El ángel de la noche (Kagomex¿?)

Hola bueno no tengo mucho tiempo así que aqui les dejo la conti esopero y les guste.



Cap. 16 “En el peor momento”

-Señor Jaken, ¿A dónde vamos?
-Mmm no lo se niña – (A es verdad desde que esta niña viaja con nosotros el amo Sesshoumaru ya no me cuenta casi nada, bueno más bien nada) – pensaba nostálgico.

A lo lejos Rin observo una aldea y se dio cuenta de que iban en dirección hacia ella, lo cual se le izo muy extraño puesto a que Sesshoumaru no le agradaban los humanos, pero de un momento a otro se le vino a la mente algo triste, ¿acaso le molestaba su presencia y la dejaría en esa aldea?
Rin poso su mirada en el youkai queriendo encontrar respuestas, Sesshoumaru sintió la mirada de la niña sobre el, pero solo la vio de reojo para luego ignorarla.
Un estruendo que venia de la aldea los izo sorprender, se podía observar claramente como una joven exterminadora perseguía a un monje por toda la aldea, tratando de golpearlo con un enorme boomerang.

-En esa aldea si que son raros – viéndolos con más atención – Amo bonito, ¿esos no son los humanos que acompañan al tonto de Inuyasha?

“¡¡PLASS!!”

-Y ahora… ¿Por qué la agresividad? – tirado en el suelo con varios chichones en la cabeza.
-Eso quiere decir que la señorita Kagome también esta aquí – corriendo hacia la aldea.

Kouga y Shippo se encontraban observando la pelea ente Sango y Miroku con una gotita en sus cabezas. Y todo por que al monje se le ocurrió volver a ser sus manías en el momento menos indicado.

-Usted no tiene lucha ¿verdad? – tratando de alcanzarlo.
-Sanguito mi man…
-Que mano ni que nada, ni en estos momentos deja sus manías, ¡degenerado!
-¿Siempre son así? – pregunto Kouga.
-A veces, peor – moviendo la cabeza negativamente.
-Que aguante del monje – sorprendido.

Sango estaba apunto de golpear a Miroku cuando alguien apareció y sin querer salvo al pobre monje de ser exterminado.

-No se supone que los exterminadores casan monstruos y no monjes jeje – enfrente de los dos.
-¿Rin?- los dos.

Pero para pronto el monje ya se encontraba detrás de Rin escondido o más bien utilizándola como escudo, para que sango no le pegara.

-Es verdad Sanguito exterminas monstruos no a monjes indefensos como yo – aun detrás de Rin.
-Ya me las pagara… he – Sango vio que Inuyasha venia a toda velocidad.
-¡Hola señor Inuyasha! – lo saludo Rin.

El hanyou pasó velozmente alado de Rin, pero luego se regreso.

-¡Ah! Hola Rin – volviendo a correr.
-Jejeje… párese que el señor Inuyasha va a saludar al amo Sesshoumaru – Viendo hacia donde se dirigía.
-Si un saludo de golpes – viendo la cara de no comprender de la pequeña –Mejor vamos antes de que maten a Inuyasha. – tomando la mano de Rin.

Inuyasha iba a todo lo que sus piernas le daban en dirección hacia donde se encontraba Sesshoumaru. Antes de llegar desenfundo a Tessaiga y se detuvo a varios metros frente a el.

-¿Qué demonios ases tú aquí? – levantando su espada en forma de ataque.

Sango, Miroku y Rin estaban de espectadores, gracias al los rayos de la luna podían tener una mejor vista a aquellos dos que estaban apunto de pelear.
Mientras tanto Kaede salio de la Choza avisándoles a los que estaban afuera que ya podían entrar a ver a Kagome si querían, pero que aun seguía dormida, Kouga y Shippo fueron los únicos que entraron puesto que los demás se encontraban en de una “pelea”, así que entraron en la choza para encontrarse a una joven miko que ya hacia acostado frente a fogón, de pronto Kagome comenzó a moverse un poco los dos se entusiasmaron al pensar que despertaría, pero para su mala suerte no fue así.

Con los demás, Sesshoumaru izo ignoro al hanyou para después pasar por un lado de el asiéndolo enfurecer, así que se volteo quedando atrás de el y apunto de atacarlo.

-¡Ah maldito no me ignores! – corriendo hacia el para atacarlo con su espada.

Sin embargo Sesshoumaru se paro y lo vio desde su hombro con una mano en su espada para defenderse, Rin veía la escena asustada apretando con fuerza la mano de Sango.
Mientras eso ocurría ahí, un par se encontraban con la esperanza de que en cualquier momento, Kagome despertara, pero en cambio solo dijo unas palabras entre sueños, palabras que al principio no le agradaron a Kouga pero después si.

-Inu… yasha –entre sueños.
-¡¿Qué esta soñando con la bestia?!
-ABAJO

Fuera y lejano de la choza se escucho un estruendo con un leve temblor, eso solo significaba una cosa, Shippo y Kouga se vieron el uno al otro y luego empezaron a reírse para luego salir y comprobar sus sospechas.
En el suelo se encontraba un gran hoyo con Inuyasha adentro.

-Patético – secamente. Luego comenzó a caminar.
-KA… go… me – adolorido.



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Totosai se encontraba analizando dos viejas y destruidas espadas, y a alado se encontraban cinco sujetos.

-mmmm… esto sera un poco difícil – Rascando su casi calva cabeza – (¡Uy! Esta comezón me esta matando, ase semanas que no me doy un baño, ¡ah! quiero darme un baño)
-Ves te lo dije Sora. Es imposible que las forje – bufo molesto el moreno.
-Jamás dije que era imposible, jovencito – replico Totosai – dije que seria difícil, pero no imposible – rascándose ahora la espalda.
-¡Ah que bien repararan nuestras espadas¡ - emocionado el hermano del moreno.
-Pero solo hay un problema – serio -Que las armas que yo forjo, solamente puede ser utilizada por demonios, no por humanos – afirmo.
-Jejeje creo que tengo que aclarar un poco eso – dijo Sora con la mano detrás de su cabeza – ellos no son humanos, ni tampoco Youkais, pero puedo asegurarte de que son inmortales y poderosos.

Todos los presentes excepto Sora estaban impresionados ante las palabras del youkai, si no eran humanos ni youkais entonces ¿Qué se supone que eran ellos?



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Dentro del profundo y oscuro bosque se encontraban dos personas frente de pozo traga huesos, una mujer y un niño dentro de un campo de energía, de pronto una niña de cabellos blancos apareció ante ellos con un espejo entre las manos.

-Date prisa Kikyo, no eres la única que tiene deberes – impaciente.
-No molestes niño – dijo la sacerdotisa – listo termine, contento.
-Bien ahora vete a preparar la segunda trampa – dando media vuelta – Kanna, ya sabes que hacer – viéndola desaparecer.
-¿Y la otra? – cuestiono Kikyo dudosa.
-¿He?... ah te refieres a Hiyori – dando media vuelta para verla a los ojos – ella ya esta haciendo lo suyo – con malicia.


Bueno espero pronto poner la siguiente conti, bie les mando mil besos.
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Re: El ángel de la noche (Kagomex¿?)

Hola gracias por sus post solo espero que les guste esta conti jeje.

Cap. 17 “Una falsa amistad”



Sesshoumaru se dirigía hacia donde se encontraba la anciana Kaede, esta estaba con un grupo de aldeanos que al verlo que se asustaron y se retiraron varios metros lejos de ella. Kaede sintió una presencia detrás de ella y se sorprendió al verlo ahí con una expresión fría y aparentemente molesto, pero no mostró ningún temor alguno.


-¿Se le ofrece algo? – con actitud retadora.
-La miko, ¿Dónde esta? – seco.
Si te refieres a Kagome, se encuentra en aquella choza pero esta descansando.


Cerro los ojos y luego abrirlos pero cuando los abrió el ya no se encontraba ahí sino en la choza junto con una niña que entraba a toda prisa. Sesshoumaru simplemente la observo desde la entrada, Rin estaba a un lado de Kagome y parecía preocupada.


-Amo Sesshoumaru, ¿la señorita Kagome estará bien? – volteando a verlo.


Este simplemente se retiro lejos de la choza y camino hacia un lugar apartado de la aldea, hacia donde se encontraba un árbol, ahí se sentó y cerró sus ojos, todos aparentemente no comprendían el por que Sesshoumaru no se había ido, pero a Rin le alegro mucho de que se quedaran y volvió a entrar en la choza y detrás de ella la anciana Kaede que llevaba unas hierbas medicinales, dentro se sentó en el suelo y empezó a limpiarlas.
Rin se acerco para ayudarle pero sobre todo para preguntar sobre Kagome.

-
Disculpe – captando su atención – La señorita Kagome se pondrá bien, ¿verdad?
-Si, no te preocupes pequeña – dijo Kaede – ella es muy fuerte.
-Jeje si es verdad. Me di cuenta cuando el señor Sesshoumaru la llevo con nosotros, estaba muy mal herida y la llevo para que yo la curara – orgullosa.
-¿He?, ¿tú la curaste? – sorprendida.
-Si así es – sonriendo dulcemente – Estaba muy mal herida, hubiera visto el tamaño de esa flecha, el señor Jaken trato de ayudarme a sacarla pero no pudimos. Así que el amo Sesshoumaru nos dio una manita y la saco por nosotros.
-¿una flecha dices? – sorprendida.
-Si… - Rin oyó que Jaken le hablaba, así que se disculpo con Kaede y salio de la choza dejando a Kaede muy pensativa.


Afuera con los demás, Sango y Miroku trataban de controlar a inuyasha que estaba furioso, una por como lo había ignorado Sesshoumaru y la otra por como un par no paraban de reírse de el.


-Ya veras lobo sarnoso, tu también enano ¡y no creas que me he olvidado de ti Sesshoumaru! – tratando de zafarse de Sango y Miroku - ¡suéltenme!
-Inuyasha no lograras nada con pelear – tratando de calmarlo – Además es evidente que el joven Sesshoumaru no tiene ninguna intención de pelear, y ni de matarte… que es raro – pensativo.
-Bien, creo que iré a dar una vuelta por la aldea, ¿bienes Shippo? – dijo Kouga.


Shippo solo asintió y se retiro junto con Kouga. Inuyasha aun trataba de zafarse del sus amigos, pero al ver que no podía se dio por vencido y dejo de forcejear.


-Ya pueden soltarme, les prometo no hacer ninguna tontería – sorprendiéndolos – solo quiero ir a ver como sigue Kagome – cabeza gacha.
-Así, de acuerdo – soltándolo – Es verdad, han pasado muchos imprevistos que no emos ido a ver como sigue Kagome – viendo partir a Inuyasha – Al menos el se dio cuenta de eso.
-Si es verdad Sango. Párese que alfil inuyasha a empezado a sentir cabeza – tocando donde no.

“PLASS”

-Usted también debería de de empezar de hacerlo, su excelencia.


Rin se encontraba caminando por la aldea cuando de repente tropezó con otra niña, esta era de la misma edad que ella, su piel era pálida como la nieve, cabello corto y negro, sus ojos eran realmente hermosos y extraños, el ojo derecho era de color chocolate, el izquierdo azul que combinaba perfectamente con su kimono y al parecer traía abrazando a una muñeca de trapo.


-Ah lo siento estaba distraída – apenada - ¿te encuentras bien?
-Si no te preocupes – sonriéndole – Mi nombre es Yori – extendiendo su mano – y ella es Mona – señalando a la muñeca.
-Jejeje mucho gusto el mío es Rin – estrechando la mano de Yori.
-¿Rin?, mucho gusto de conocerte, Rin – sonriendo – no eres de por aquí, ¿verdad? – observándola determinadamente – nunca antes te había visto.
-Si es cierto no soy de aquí, de hecho acabo de llegar – sonriendo – Estoy aquí para visitar ala señorita Kagome.
-Ah ya veo. Mmm, oye ¿te gustaría jugar con migo y con Mona? – entusiasmada.
-¿He, de verdad quieres que juegue con tigo? – sorprendida.
-Si, o al menos de que tengas otra cosa que hacer – seria.
-Jeje si vamos a jugar – saltando
-Perfecto, juguemos en el río y sirve que nos damos un baño, no crees – entusiasmada
-Si – partiendo hacia el río que se encontraba en el interior del bosque.


Así las dos pequeñas niñas se internaron en el gran y profundo bosque en dirección del río, estas corrían a toda prisa y a lo lejos divisaron el brillo del agua, Rin se encontraba muy feliz de haber encontrado a una amiga con quien jugar, ya que Kagome con quien siempre jugaba se encontraba herida y descansando.


Dentro de una choza se encontraba un hanyou sentado a un costado viendo a Kagome descansar.


-(Esto es mi culpa, sino hubiera abierto la bocota, esto no hubiera
pasado, pero que más da el burro por delante … Pero que cosas digo un burro es más listo que yo)

En ese instante sus pensamientos fueron interrumpidos por dos personas.


-¿Cómo sigue? – dijo deprimida Sango.
-Kaede dice que se repondrá, pero aun no ha despertado – desanimado.
-Era de esperarse Inuyasha, perdió mucha sangre y estaba débil – dijo Miroku viendo a Kagome – lo mejor será que descanse.
-Si, mañana la llevare a su época, ahí estará mucho mejor – suspiro – todo esto es mi culpa
-No te eches toda la culpa a ti Inu – dijo sango tratando de animarlo. – estaremos afuera por si se ofrece algo – saliendo.


Inuyasha se paro de donde se encontraba y se acerco ha Kagome, se hinco y tomo una mano de ella.

-Kagome… ¿perdóname?


Lejos de la aldea se encontraba un youkai con los ojos cerrados, como si nada le importara, pero de repente sus ojos ambarinos se abrieron con preocupación.

-(Rin)


Pero en ese instante se escucho un gran estruendo que venia de la aldea, Sesshoumaru solo vio una gran nube de polvo sobre ella, para luego escuchar los gritos de las personas, este no lo pensó dos veces y fue directo a la aldea, pero no con la intención de ayudar a las personas, sino por que había percibido un olor conocido, pero antes de avanzar más le ordeno a Jaken que fuera a buscar a Rin.
Inuyasha también al escuchar el estruendo salio de la choza donde ya se encontraba Miroku y Sango preparados para salir, momentos después se escucho otro estruendo haciendo que estos fueran directo hacia el problema, de paso se encontraron con Kouga, Shippo, Ginta y Hakaku que también iban hacia donde se encontraba el problema, pero de repente Kouga paro en seco.


-Un momento,… ¿dejaron a Kagome sola? – Al ver la cara de sorprendidos de los demás de que era cierto, kagome estaba indefensa – Ginta, Hakaku vallan y protéjanla, y llévense a Shippo esto podría ser peligroso para el – entregándoles el kitsune y continuando con su marcha.



Pero al llegar solo pudieron divisar a Sesshoumaru que no encontraba muy lejos de ellos, el polvo comenzó a despejarse dejando mostrar a un niño de cabellos rosados con una alabarda en la mano.


-Creo que esto se pondrá interesante.
-Demonios, ¿Qué es lo que quieres ahora Hakudoshi? – desenfundando a colmillo - ¿Qué no nos pueden dejar en paz nunca?
-Mmmm jajaja – río
-No te rías que estoy hablando en serio – perdiendo la paciencia.
-¿Por qué destruyes esta aldea? – cuestiono Miroku.
-Solo por diversión jajajaja - con malicia.


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Dos jóvenes se encontraban frente a una gran cascada bañados de sangre y restos de monstruos, uno se encontraba lavando una de sus prendas y el otro que era bronceado que contemplaba un recipiente de cristal que contenía la sangre de varios monstruos y a un lado en un morral con la garra de un dragón. El otro de cabellos castaños y de piel mas clara termino de lavar su prenda y se sentó en una gran piedra y junto a el también se encontraba un gran recipiente de cristal que contenía sangre y frente de el un gran colmillo en vuelto en un pedazo de tela.


-Ah estoy cansada – tirándose por completo - ¿Cómo es que llegamos a esto? – recordando.



******** FLASH BACK *********


Totosai se encontraba analizando dos viejas y destruidas espadas, y a alado se encontraban cinco sujetos.

-mmmm… esto será un poco difícil – Rascando su casi calva cabeza – (¡Uy! Esta comezón me esta matando, ase semanas que no me doy un baño, ¡ah! quiero darme un baño)
-Ves te lo dije Sora. Es imposible que las forje – bufo molesto el moreno.
-Jamás dije que era imposible, jovencito – replico Totosai – dije que seria difícil, pero no imposible – rascándose ahora la espalda.
-¡Ah que bien repararan nuestras espadas¡ - emocionado el hermano del moreno.
-Pero solo hay un problema – serio
-Que las armas que yo forjo, solamente puede ser utilizada por demonios, no por humanos – afirmo.
-Jejeje creo que tengo que aclarar un poco eso – dijo Sora con la mano detrás de su cabeza – ellos no son humanos, ni tampoco Youkais, pero puedo asegurarte de que son inmortales y poderosos.

Todos los presentes excepto Sora estaban impresionados ante las palabras del youkai, si no eran humanos ni youkais entonces ¿Qué se supone que eran ellos?

-Entonces ¿Qué es lo que somos? – cuestiono confundido el bronceado.
-Digamos que son como Ángeles, más no lo son – viendo la cara de más confundido del joven – Ah, es un tema difícil y confuso, se los explicare luego ¿de acuerdo? – ellos solo asintieron.- bueno Totosai, como tu ya lo sabes forjaras las espadas para ellos ¿verdad? – serio.
-Viéndolo de esa manera, no habrá ningún problema – sonriente – Pero. Solo hay dos requisitos para que yo les forje las espadas
-¿Cuál no importa? – impaciente
-Cada uno de ustedes deberá de traer los ingredientes – serio – Esta espada, que tiene forma de serpiente ¿de quien es?
-Ahaha es mía – con los ojos brillosos – dígame que es lo que les debo de traer.
-Bien, debo de advertirte que no será nada fácil y que es muy peligroso, presta mucha atención. Deberás de conseguir y llenar este recipiente con la sangre de una de las serpientes más peligrosas, ah y también extraerle uno de sus colmillos que contienen un veneno sumamente letal y deberá de ser de uno joven, te estoy hablando del Basilisco, encontraras uno al este de aquí, ah y por cierto cuidado con sus ojos, jamás lo mires a los ojos, o morirás. – sarcástico
-No le veo lo gracioso – nervioso – (Si no lo debo de ver a los ojos, ¿como se supone que lo matare?)
-Y bien ¿yo que tengo que hacer? – impaciente.
-El arma era una alabarda, y sebe que poseía un gran poder, mmm al igual que tu hermano, consigue y llena este otro recipiente con la sangre de monstruos cualquiera, pero que sean fuertes y por ultimo la garra de un Dragón Azul. Su garra suele ser mucho más poderosa que cualquier otra extremidad de ellos, este lo encontraras en uno de los pantanos que se encuentran al este. Bueno vallan y traigan lo que les pedí.- rascando su cabeza.
-¡¿Qué para el no hay advertencias?! – sorprendido, pero el viejo solo movió la cabeza negativamente – y ¿Cuál es el otro requisito?
-Eso se los diré cuando regresen, bueno si es que sobreviven – sarcástico


********* FIN DE FLASH BACK**********



-¿Con esto forjara nuestras armas? – confundido
-No lo se, ese viejo no me da confianza. Por su culpa casi morimos – enojado


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En la orilla del río se encontraban jugando dos niñas, ya que no podían entrar en el por que había una corriente fuerte que llevaba hasta el acantilado, pero cuando se escucho el estruendo en la aldea una de ellas caño al río y era Yori, pero afortunadamente se sujeto de una piedra que se encontraba a su alcance pero sin soltar su muñeca y Rin trato de ayudarla aventándose también al río, pero ella trato de sostenerse de la misma piedra que Yori mas no lo logro y se sujeto de la muñeca de trapo.


-¡Yori! Ayúdame – tratando de sostener con fuerza la muñeca.
-Jajaja, no lo creo – con malicia – Adiós Rin – soltando la muñeca.


La corriente arrastro demasiado rápido a Rin sin dejarla hablar ni gritar, fue arrastrada asta el acantilado cayendo en el.
Los dos jóvenes que estaban en la cascada vieron caer un pequeño cuerpo, observaron el agua unos momentos para luego ver que el cuerpo de una niña frotando, y sin pensarlo dos veces uno de ellos la saco llevándola a tierra.


-Oye Bankotsu, la niña aun tiene pulso – poniéndola en su regazo – Espera, esta es la niña que Suikotsu secuestro – sorprendido.
-Dirás secuestraron – corrigió - será mejor que la dejes por ahí, debemos irnos – dándole la espalda.
-Llevémosla con nosotros, si. Es que no podemos dejarla aquí a su suerte, puede venir un monstruo y podría comérsela – viéndolo – además, siempre quise tener una hermana, por favor hermano, te prometo que la cuidare ¿si? – en forma de suplica.
-Ah, de acuerdo Jankotsu, pero será tu responsabilidad – sonriendo.
-¡Si! Gracias Bankotsu – feliz.


Así desaparecieron en la profundidad del oscuro bosque, pero ¿Qué pasara ahora en adelante con Rin?



Espero y les haya gustado, bienvenida sweetblood y gracias por postear jeje, windmiko gracias por tu comentario. Ah y porsierto si tienen alguna duda o k no entiendan algo porfava digan y con gusto explico, ok. bueno bueno la conti puede que tarde un poco por k estoy escribiendo otro pero tratare de traer la conti lo mas pronto posible, ok bueno bie les mando mil besos jeje.

 

Re: El ángel de la noche (Kagomex¿?)

Hola gracias por sus post y bienvenida a ti Devil Kiss. Bueno disculpen la tardansa jeje pero aqui ya les traigo la conti. ​

Cap. 18 “¿Rin y Shippo desaparecen?​

-Llegas justo a tiempo – decía alguien dentro de una choza.
-Es obvio, el trabajo que me asigno Naraku era muy simple.
-Y bien ¿Dónde esta? – cuestiono Kanna.
-Muerta se ahogo en el río – despreocupadamente.
-¿Qué? Naraku se molestara mucho Hiyori – seriamente - Kohaku, toma el recipiente, ya sabes que hacer – le decía a otra persona. ​

Kohaku se coloco junto al cuerpo de una mujer que se encontraba profundamente dormida, destapo su cuerpo y abrió un poco la herida que tenia en su abdomen, la cual empezaba a emanar sangre. El chico coloco un recipiente grisáceo pequeño, en la cual lo lleno del líquido rojo de la joven. ​

-listo Kanna, ya puedes hacerlo me adelantare – saliendo de la choza. ​

Kanna saco su espejo, el cual emanaba unas luces las cuales parecían almas pero de un color púrpura intenso, que se introdujeron en el cuerpo de la azabache. ​

-Hiyori, debemos irnos ya.
-Si… - un ruido proveniente de una esquina y oscura de la choza capto su atención – ¿pero que tenemos aquí? – en su rostro se formulo una sonrisa de malicia.​

Con Inuyasha y los demás seguían peleando con Hakudoshi, pero de pronto este desapareció, Sesshoumaru movió su cabeza en varios lado como tratando de olfatear algo para luego salir corriendo en dirección del bosque dejando a los demás desconcertados. Pero algo más capto la atención del hanyou y del lobo que salieron corriendo en dirección hacia donde se encontraba Kagome.
Al llegar encontraron a Hakaku y Ginta en el suelo con un par de heridas y en el interior de la choza se encontraba la anciana Kaede tirada e inconciente con una gran herida en su brazo izquierdo, pero lo que mas los asusto fue ver a Kagome con la ropa ensangrentada. ​

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Sesshoumaru seguía corriendo en dirección de donde provenía el rastro de Rin, pero en el camino se encontró a jaken pero no le dio importancia y siguió asta llegar a la orilla del río donde terminaba el aroma de la pequeña, el cual lo dejo desconcertado, analizó el río en busca de algo, pero algo interrumpió su concentración, haciéndolo enojar. ​

-Amo bonito, no pude encontrar a Rin por ningún lado – observando el río – no me diga que se ahogo, pero no se ve que sea demasiado profundo o si –
-Solo hay una forma de saberlo – sonriendo con malicia.
-¿Qué? – captando las intenciones de su amo – ¡NO! Por favor amo boni… - Jaken no pudo terminar puesto a que Sesshoumaru lo había arrojado al río de una sola patada. ​

Jaken luchaba contra la corriente y por no ahogarse ya que para el si era un poco profundo, Sesshoumaru solo lo observaba. ​

-no se quede hay ahí parado y ayúdeme ahah – cayendo por el la cascada, mientras Sesshoumaru lo observaba y luego se marcho.​

-(la humedad del río borra su rastro, pero haya abajo percibo el olor de dos sujetos y un débil olor que podría ser el de Rin)​

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En la cueva de Totosai había una gran discusión, mientras este tomaba un delicioso baño caliente, dos par le gritaban incontables cosas. ​

-¿Para eso era toda esa agua que cargamos hasta aquí? ¿Para darse un baño? – dijo colerizado Bankotsu.
-¿no cree que hubiera sido mejor que no lo pidiera en ves de engañarnos? – dijo Jankotsu al igual que Bankotsu.
-Si es verdad, pero el hubiera no existe - sarcástico.
-Ahora si lo mato si lo mato – Dijo entre dientes Bankotsu.
-Ha por cierto – captando la atención de todos – no recuerdo haberles encargado a una pequeña niña. – confundido.
-Eso es cierto muchachos, además sus padres pueden estar preocupados por ella así que ¿Quiero una explicación razonable? Ahora – Sora exigió respuesta.
-No tiene padres – dijo repentinamente Jankotsu – La encontramos en una cascada, y yo la salve de ahogarse - nostálgico.​

Shun se aproximo a la niña que se encontraba que se encontraba durmiendo entre el regazo de Jankotsu ya que su olor le era conocido y la examino determinadamente. ​

-No tendrá padres pero si dueño – sorprendido al ver de quien se trataba.
-¿Qué? ¿A que te refieres? – cuestiono dudoso Sora.
-Esta es la niña que acompaña al Lord Sesshoumaru ¿No es así Kaito?
-Así es y apuesto a que la estará buscando. Tengo entendido que le tiene un gran afecto – pensativo - Y eso que dice odiar a los humanos.
-No lo creo, si la quisiera tanto como dices, la hubiese rescatado de esa terrible caída – dijo algo nervioso Jankotsu.
-Como sea. No puedes quedarte la Jankotsu o amenos de que ella decida permanecer contigo de envés de con Sesshoumaru – dijo seriamente Sora – Cuando despierte sabremos que fue lo que le paso… y su decisión. Totosai ¿En cuanto tiempo estarán las armas? – dijo antes de irse.
-En tres días cuando mucho ​

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Con Inuyasha y los demás se encontraban atendiendo a los heridos y preguntándoles sobre lo que había pasado, pero casi no pudieron averiguar nada ya que todavía se encontraban un poco aturdidos. Pero el hanyou necesitaba respuestas y acudió a su estrategia. ​

-Ah por favor deben de recordar algo – desquiciado – ¡Debemos de saber que es lo que le hicieron a Kagome! – gritando.
-Ya basta chucho, no le grites a mi gente – colocando se frente de el – Gritándoles no ganaras nada – luego se volteo hacia donde estaban Hakaku y Ginta – Ahora si díganme ¡¿Cómo es que no recuerdan nada?! - tomándolos a ambos de las ropas – Mi mujer se encuentra debatiéndose entre la vida y la muerte, así que más vale de que empiecen a recordar entendieron.
-Este esta peor que Inuyasha – decía Sango viendo la escena. ​

Inuyasha solo los veía fríamente por el comentario de Sango. ​

-No nos mires de esa manera que es cierto – dijo miroku.​

Pero en eso Inuyasha se percato de algo, se había olvidado de algo, algo se les olvidaba pero después de un par de minutos este reacciono y se preocupo. ​

-¡Muchachos! – grito un poco alterado - ¿Dónde esta Shippo?​

Ante aquel comentario todos se sorprendieron y asustaron mucho; ¿Cómo se les había olvidado? Era raro muy raro de que no hubiera rastro de el por ninguna parte. En eso la anciana Kaede despertó captando la atención de todos, pero cuando Inuyasha iba a preguntarle algo esta hablo. ​

-Se lo que vas a decir Inuyasha, pero no se ¿Cómo lo tomes tu Sango? – viendo seriamente a Sango a los ojos – Pero el que nos ataco – se detuvo un momento para luego continuar – fue tu hermano Kohaku. ​

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En el palacio de Naraku, en una de las habitaciones se encontraba el y los demás. Naraku le entrego el cofre a la sacerdotisa junto con el recipiente de sangre de Kagome. ​

-El cofre esta ceñado con un conjuro muy poderoso, que ni siquiera pudiste debilitarlo ni un poco – dijo sarcástico – Intenta con la sangre de Kagome. Este cofre debe de estar abierta para antes del amanecer, ¿entendiste?
-Si pero ¿sino lo puedo abrir? – dudo.
-Mas te vale que si puedas – dijo algo enojado – Ah pero asegúrate de hacer primero lo otro – le recordó.
-Muy bien ya terminantes de discutir – dijo Hiyori impaciente.
-Tu ¿Por qué no hisistes exactamente lo que te dije? ahora ya no podremos quitarnos a Sesshoumaru de encima – dijo completamente colerizado.
-No… no fue mi culpa. La corriente era muy fuerte y la arrastro asta le acantilado, y estoy segura de que esta muerta nadie sobrevive a una caída como esa ¿o si? – Hiyori estaba completamente nerviosa y asustado por la mirada de Naraku creía que la mataría.
-Masvale que por tu propio bien este viva – Seriamente – Hakudoshi búscala, muerta o viva tráela.
-Esta bien, no te enojes. Espero que con esto se te baje el coraje, lo encontré espiando – de un costal saco algo peludo. – Dime que debo de hacer con esta cosa – mostrándole a un pequeño Kitsune. ​

Naraku simplemente sonrió maliciosamente, haciendo estremecer de miedo al pobre Shippo. ​

Bueno asta aqui les dejo espero y les haya gustado solo espero poder traer pronto la conti bie les mando mil besos. ​

 

Re: El ángel de la noche (Kagomex¿?)

Hello e estado leyendo todo tu fic desde el principio asta llegar a este capitulo, tu fic me resulto muy interesante, tiene mucha trama cosa que me gusta por que te pone a pensar y por lo que veo aun sigue en duda la pareja que se formara, pero no importa me epero jaja no se que se traiga Naraku con Kagome, pero debe ser algo muy malo ¿no? pobre de Shippo que le ira a ser ese maniatico :confused:, y Jankotsu estaba muy ilucionado con Rin, pobre. Espero que pronto actualices sin presiones.

Nos leomos luego, saludos .;)

 

Re: El ángel de la noche (Kagomex¿?)

Hola atodas gracias por dejar sus comentarios y disculpen la tardanza jeje, esque no había tenido tiempo por la escuela jejeje, bueno ya me dejo de discursos y me jor pongo la conti:D.

Cap. 19 “Una difícil decisión”



Inuyasha se encontraba dentro de la cabaña junto con Kagome que aun dormía, pero de repente este siente una presencia demasiada conocida que se acercaba hacia donde el se encontraba, una silueta de una mujer se podía distinguir en el marco de la puerta, para pronto este quedo un poco sorprendido por esa persona para luego acercarse lentamente hacia ella.

-Kikyo, ¿Qué haces aquí? – poniéndose frente de ella.
-Solo pasar a verte – lo miro fijamente con una mirada de ternura para luego abrazarlo que el correspondió después con un tierno beso.

Pero lo que Inuyasha no sabía es que una joven miko, había despertado y presenciado todo; Kagome solo pensó en que era un mal sueño, que eso no estaba pasando realmente así que volvió a serrar sus hermosos ojos chocolates para descansar un poco más. Mientras tanto Inuyasha se despedía de la sacerdotisa de barro, una vez que ella se fue, la anciana Kaede llego con unos pasos débiles por las heridas que le había hecho Kohaku, tenía un brazo vendado y una pierna lastimada, por lo que le pidió a Inuyasha que le ayudase.

-Muchas gracias Inuyasha – agradeciendo que la ayudara a recostase.
-De nada pero no debió de haber hecho esfuerzo anciana - regaño.
-Lastima que Kagome aun sigue dormida, sino ya te hubiera puesto una buena escarmentada – decía con un tono melancólico – ¿No tienes algo que decirme? – dijo seriamente
-¿Algo? No – Inu estaba confundido pues no, pero a la ves un poco nervioso.
-¿Seguro? – dijo haciendo énfasis en la palabra.
-Ya le dije que no por que tanta exigencia – Inuyasha se exalto un poco pero luego recobro la compostura – En fin mañana llevare a Kagome a su época. Creo que estará mucho mejor haya. – dijo al fin para salir da la cabaña.

Mientras tanto la anciana Kaede sabía muy bien que Inuyasha le estaba mintiendo, sabia muy bien que Kikyo había estado en la aldea y por si fuera poco adentro de la cabaña donde estaba Kagome, que aun se encontraba descansando.

No muy lejos de ahí se encontraba una joven exterminadora con la mirada a la nada, sentada en la verde hierba abrazándose así misma; una cristalina lagrima acarició su frágil mejilla, para luego dar inicio a un mar de ellas las cuales fueron secadas por la mano de un joven, este la atrajo asía el colocándola en su regazo para que pudiese desogar su pena.

-¿Por qué el? ¿Por qué tuvo que ser el? – dijo entre sollozos.
-Sango, debes recordar que Kohaku no lo hace por voluntad propia. Sino que es manipulado por Naraku – Miroku trataba de consolarla.
-Si lose, pero no es justo, ¿Por qué a el? A Kohaku, el es lo único que me queda – afligida.
-No sango no seas arrogante, nos tienes a nosotros, que emos sido como tu familia – Miroku tenia en su rostro una mueca de decepción por Sango.

Esta solo le miro a la cara con gran sorpresa, mientras este la miraba ahora con una cara de ternura, el rostro de la exterminadora se tiño de un leve sonrojo al darse cuenta de lo cerca que estaban sus cara, Sango se separo un poco del monje, este se incorporo y le extendió la mano a ella para ayudarle a levantarse.

-Tiene razón excelencia, pero la familia ahora esta incompleta, hasta que encontremos al pequeño Shippo, que espero que no le haya pasado nada – dijo con tristeza.


En otro lugar lejos de la aldea se encontraba un youkai de ojos ambarinos dando órdenes a un sapo verde chillón, que se encontraba montado en el dragón de dos cabezas llamado Ah-Hun que poco después se alejo de su amo. Sesshoumaru dio media vuelta para regresar a la aldea, cosa que no le pareció por la mueca de desprecio.

Al amanecer Kagome por fin despertó y se medio paro ya que no podía por la herida que aun le dolía, un hanyou de ojos ambarinos se dio cuenta de tal cosa, por el cual no dudo ni un momento para acercarse a ella y le dio un delicado abrazo que ella correspondió en seguida.

-Me alegro de que te encuentres bien – le dijo susurrándole al oído.
-Inuyasha, gracias por preocuparte por mi – dijo sorprendida la azabache, el se separo de ella y salieron de la choza – Pero… ¿Qué fue lo que sucedió? – viendo a su alrededor que estaba un poco destruido.
-Veras, anoche tuvimos una ataque. Hakudoshi y compañía fueron los cúlpales. – izo una pequeña pausa para luego continuar. – Pero el ataque a la aldea solo era un selluelo de distracción, ya que la verdadera razón fuiste tú. – Inuyasha contemplo seriamente el rostro de asombro de la joven – Cuando nos dimos cuenta ya era demasiado tarde, lograron escapar, pero no sabemos lo que te hicieron con exactitud. Ya que cuando llegamos los acompañantes de Kouga y la anciana Kaede se encontraban en el suelo con heridas, y tú casi te desangras. – viendo la blusa de la joven que se encontraba sucia. – Kagome, creo que lo mejor será que pases un tiempo en tu mundo, asta que sepamos con exactitud que es lo que quiere Naraku de ti. – recogiendo su mochila, ella solo asintió con la cabeza.
-¿Pero donde están los demás? – dijo percatándose la azabache de que sus compañeros no se encontraban, Inuyasha la miro un poco nervioso y preocupado.
-Ellos… salieron en busca de Shippo – al notar la expresión de preocupación de la joven continuo – Kagome, no te exasperes por favor te puede hacer daño, ya veras que lo encontraran, te lo prometo – dijo abrazándola para tranquilizarla.
-Es solo un niño, ¿Qué fue lo que paso? – dijo entre sollozos.
-Eso fue lo que nos preguntamos todos …

Algo distrajo la atención de los dos, en frente de ellos se encontraban Sango y Miroku, montados sobre un gran felino. La exterminadora al ver a su amiga mucho mejor y despierta, se bajo lo mas rápido que pudo de Kirara para abrazar a Kagome, Sango lloraba a mares, una por que estaba muy preocupada por ella y la otra por que había sido su hermano Kohaku la que la había lastimado, o al menos eso es lo que pensaba ella.

-Kagome, me preocupe mucho por ti – abrazándola y derramando sus cristalinas lágrimas sobre la azabache.
-Ya estoy bien. Gracias por preocuparte – mientras acariciaba sus cabellos castaños.
-Kagome, tenemos que irnos – inclinándose para ofrecerle su espalda.
-Creo que no es lo más conveniente Inuyasha. Mejor que suba en Kirara para que no se lastime – Inuyasha solo asintió, subió a la azabache al lomo del felino.

Antes de partir hacia el pozo, Kagome se despidió de la anciana Kaede, y pidió que le diera las gracias a Kouga por haberla ayudado.
Pero ellos no sabían lo que les esperaba camino al pozo traga hueso; el recorrido era invadido por un profundo silencio, cada uno iba sumido en sus pensamientos, ni siquiera Inuyasha pudo percatarse del ser quien se encontraba cerca del pozo. Y quien se percato de ese individuo fue Kagome, se quedo totalmente sorprendida tanto que no podía articular palabra alguna, pero al ver que nadie se daba cuenta de tal cosa esta pudo romper el silencio.

-Sesshoumaru – dijo en un tono audible, tales palabras sacaron a cierto hanyou de sus pensamientos bruscamente.
-¿Qué estas haciendo tú aquí? – dirigiéndose al youkai que se encontraba sentado en la orilla del pozo.
-Que te importa. – dijo cortante, cosa que colerizo al hanyou.
-Por favor Inuyasha no empiecen – suplico Kagome
-Hazte a un lado, que obstruyes mi camino – poniéndose frente de el.

Pero simplemente este no le hacia en menor caso, solo se limitaba a estar ahí sentado con los ojos cerrados, Kagome se arto y bajo como pudo de Kirara, camino hacia ellos, se paro a un lado de donde se encontraba Inuyasha quedando ella también frente a el.

-Sesshoumaru podrías dejarme pasar al pozo –
-No – dijo secamente, cosa que le enfado a la azabache pero traro de controlarse y volver a intentarlo.
-Por favor Sesshoumaru, tengo que regresar a mi época para que me atiendan mejor – suplicándole al youkai que paresia no acceder.
-He dicho que no – esta vez Kagome no aguanto y se enfureció, pero Inuyasha se interpuso para que esta no se lastimara.
-Sino te quitas por las buenas, te quitaras por las malas – Inuyasha desenfundo su espada y lanzándole un ataque, que izo que Sesshoumaru se apartara del pozo. –¡Kagome!, atraviesa el pozo.

La azabache estaba apunto de entrar en el pozo, cuando sintió que era tomada de la cintura y elevada a una cierta altura. Todos se quedaron estupefactos, al ver de quien se trataba, Naraku había tomado a Kagome con uno de sus tentáculos, Inuyasha pensó en atacarlo pero se dio cuenta de que si lo hacia Kagome también saldría herida o algo mucho peor podría morir; Naraku simplemente reía con malicia al pensar de su siguiente paso, Kagome solo lo veía con terror de lo que le pudiera hacer, forcejeaba para tratar de zafarse de su agarre pero era intuí puesto a que solo se lastimaba su herida. Naraku cubrió el suelo con una gran nube de veneno, que todo lo que tocase se desintegraba por completo, obligando a que todos apartarse de ahí la mas lejos posible, pero tampoco abandonando el campo de batalla.

-Naraku, ¡Suéltala! – Gritaba Inuyasha temeroso de lo que le pudiera hacer a la joven miko.
-Jajaja, Inuyasha ¿en verdad quieres que la suelte?, porque seria una lastima dejar que se desintegre – decía cada palabras con malicia.
-Cierra el hocico Inuyasha, ¿Piensa las cosas antes de hablar? – Dijo irritado el youkai. - ¿Qué es lo que quieres de la humana? – cuestiono seriamente.
-Mmm, Sesshoumaru si te lo dijera arruinarías mis planes – sarcástico. – Pero dime Inuyasha, ¿Qué estarías dispuesto a hacer por salvarla?
-¡Lo que sea! Cualquier cosa por tal de que no lastimes a Kagome – grito con desesperación.
-¿En serio? ¿Y por Kikyo? – En ese instante apareció Kagura en su pluma con Kikyo en muy mal estado. Naraku la tomo con otro de sus tentáculos de la misma manera que Kagome, amenazando con solatarlas al veneno, cosa que izo que Inuyasha se alarmara y se quedara sin palabras – Creo que tomare eso como un si jajaja.
-( Ya entiendo su plan) - Pensaba Sesshoumaru.
-Y dime Inuyasha ¿A quien salvaras? A ¿Kikyo o Kagome?, ¿Kagome o Kikyo? – cada palabra de Naraku, era como un golpe para Inuyasha. – Vamos Inuyasha, ¿A quien eliges? No tengo todo el día. – decía sarcástico mientras apretaba con fuerza a Kikyo, tanto que en su cuerpo de barro comenzó a agrietarse.
-¡¡Inuyasha!! – gritaban con desesperación ambas sacerdotisas, y desesperando aun más al pobre hanyou.
-Esta bien no elijas - dijo de pronto Naraku, aliviando un poco a Inuyasha – Te lo haré mas fácil – en su rostro se formulo una sonrisa de malicia, mientras se elevaba un poco más – Salva a una – Soltando a las dos al mismo tiempo.

Sesshoumaru estaba preparándose para actuar, pero Hakudoshi se interpuso en su camino y lo empezó a atacar, Sango y Miroku también se disponían ayudar a Inuyasha pero Kagura no lo permitió, Inuyasha reacciono y fue para salvar a una de las dos pero ¿a quién salvaría?

¡Kikyo! – dijo mientras la ponía en sus brazos.
Gracias Inuyasha – decía esta mientras se aferraba a su cuerpo.

Todos estaban atónitos se lo que había hecho Inuyasha, había salvado a la muerta de lugar de la viva, cuando el hanyou puso a Kikyo en suelo firme y fuera de peligro, se apresuro para poder salvar a Kagome, que esta lo veía con los ojos cristalinos.

-(¿Por qué Inuyasha? ¿Por qué?) – Kagome cerró sus ojos cristalinos, para no presenciar el impacto o lo doloroso que pudiese ser desintegrada.

Pero para su asombro eso nunca ocurrió, Naraku la había vuelto a tomar con uno de sus tentáculos, Kagome abrió sus ojos y lo vio con sorpresa, el fue bajando poco a poco haciendo desvanecer una parte de veneno que había en el pozo, quedando ellos alrededor del veneno quedando este como una barrera.

-¿Que es lo que vas a ser con migo? – Kagome estaba perpleja y con temor de lo que le pudiese hacer.
-Nada – dijo con seriedad.
-Entonces ¿Por qué haces esto? – dijo con rabia.
-Para que te des cuenta de la realidad
-¿Realidad? ¿cual realidad? – sorprendida y confusa.
-Que tú no significas nada para Inuyasha. No mentira, si le interesas pero solo para una cosa, para rastrear los fragmentos de la perla de Shikon – estas últimas palabras hirieron por completo los sentimientos de Kagome. – O pensaste que en verdad el sentía algo por ti, que absurdo. Si en verdad te quisiera, te respetaría, el cual no lo hizo, o ¿lo hace? No lo creo, si no jamás se hubiera besado con Kikyo en frente de ti mientras tú estabas convaleciente – decía cada palabra con crueldad. Naraku puso a Kagome arriba del pozo sin soltarla, el estaba a poca distancia de ella haciendo que esta se incomodara.
-(entonces no fue un sueño, todo fue real, Inuyasha y Kikyo se besaron mientras yo…) – Kagome empezó a llorar a mares - ¿A dónde quieres llegar Naraku? – con una actitud retadora pero aun con lagrimas en los ojos, el solo sonrió con satisfacción.
-Digamos que yo puedo ayudarte a que Inuyasha y Kikyo paguen, todo lo que te han hecho…
-¿A cambio de que? – con desconfianza.
-De que te unas a mí; a mi lado serás respetada y valorada como se debe. Piénsalo – dijo soltándola, haciendo que esta cayera dentro del pozo, llevándola a su época.

Mientras tanto Inuyasha trataba de conseguir entrar en la barrea de veneno, el cual no podía conseguir de ninguna manera, gritaba todo lo que podía el nombre de Kagome para que esta le diera una señal de que aún seguía con vida, pero era inútil ella no daba ninguna señal. De repente el veneno se desvaneció dejando ver a Naraku con una amplia sonrisa de malicia de lado a lado, Inuyasha se dispuso a atacarlo sin éxito alguno ya que este se protegió con un campo de energía.

-Jajajaja, Inuyasha com pudiste ser tan tonto, al caer en mi trampa – sarcástico – Bien fue divertido mientras duro. Kikyo es hora de irnos – Inuyasha no podía creer que Kikyo estaba liada con Naraku, estaba realmente en shock.

Naraku y sus sirviente se fueron dejando a un Inuyasha destrozado y abatido, los demás lo veían con odio de lo que le había hecho a Kagome a excepción de un youkai de mirada fría que se aproximo asta el pozo donde momentos antes había cruzado la joven miko.


Bueno asta aqui les dejo, espero y sea de su agrado, porfavor dejen sus comentarios bie les mando mil besos a todas ;).