Imperio de Elérea Elérea, capital del Imperio

KEIN
El potente golpe me hizo gemir de dolor, ¿que carajo era ese ataque? mierda, no iba a resistir otro ataque así, pero ¡¿COMO COÑO LO ÍBAMOS A CONFRONTAR?! ugh... quizás debería usar esa habilidad, ¿podría? solo esperaba que si, si eso no funcionaba... iba a acabar muy mal parado.... Orion por su parte también fue brutalmente impactado con uno de sus ataques, dejándole también bastante herido.....



Kein: Activar habilidad de Senda + Verdura Ygsahl (Kein) y Láser Magitek (Turno 2, liberación)
Orion: Chocobarrera (Kein)+ Chocobola (Ramiel) + Verdura Ygsahl (Orion)

KEIN
Lvl. 31
Exp. sig. nv.: 580
PH: 5
- PS: 40/80
- Trance: 0/100
- PM: 44/97
- Fuerza: 80
- Defensa: 63
- Poder Mágico: 64
- Terapeucidad: 66
- Espíritu: 64
- Defensa Mágica: 50
- Velocidad: 82
Armas equipadas:
- Garras de Fang (+23 Daño físico. Media Fuerza-Velocidad: 81) (Req.: 15% dominio garras)
Dominio armas:
- Lanzas (5%)
- Garras (20%)
Armadura equipada:
- Casco de minero (+3 Defensa, hace resistente al elemento tierra)
- Abrigo de garula (+5 defensa, +5 defensa mágica)
- Pantalones largos (+5 defensa física)
- Tobilleras silvestres (+5 velocidad; otorga un extra de 5% de dominio de garras)
Resistente a tierra (x0,5)

Habilidades pasivas:
- Aprender 3: Permite aprender magias azules básicas, intermedias y avanzadas al sufrir un ataque de un enemigo que pueda ser aprendido.
- Golpe crítico: Sus ataques normales y técnicas físicas tendrán 1 de 10 posibilidades de resultar en un golpe crítico, haciendo x1,5 más de daño. Lanza un dado de 10 caras, si sale 1, será golpe crítico.

Habilidades y técnicas:
- Punzada [solo lanzas]: ataque potente con la lanza a un enemigo. Es muy efectivo contra enemigos animaloides. +15 Daño físico. Hace x1,5 el daño normal a los monstruos animaloides (Coste: 6 PM)
- Embestida [solo lanzas]: golpea con la lanza dos veces a un enemigo. Ataca dos veces con el daño del arma (Coste: 8 PM)
- Remolino [solo lanzas]: golpea con la lanza a todos los enemigos. +5 Daño físico, golpea a todos. (Coste: 8 PM)
- Azote domador [solo látigos]: golpea con el látigo, haciendo bastante daño a enemigos animaloides. +10 Daño físico. Hace x2 el daño normal a los monstruos animaloides [Coste: 6 PM]
- Zarpazo certero [solo garras]: golpe rápido que golpea una vez a un enemigo, con probabilidades adicionales de resultar en un golpe crítico. +10 Daño físico. Lanza un dado de 8 caras, si sale 1, hará x1,5 el daño normal (Coste: 6 PM)
- Golpe sorpresa: ataque repentino que golpea a un enemigo sin que se dé ni cuenta. +20 Daño físico [Coste: 8 PM]
- Afilar: afila sus garras y se prepara para el ataque, subiendo ligeramente su velocidad y su fuerza. +5 Fuerza por todo el combate. Su siguiente turno se adelantará en una posición (Coste: 6 PM)
- Robar: Roba un objeto al enemigo (Coste: 0 PM)
- Libra: Escanea a un rival, adquiriendo datos sobre sus debilidades, resistencias, inmunidades y potenciales magias azules a aprender (Coste: 3 PM)
- Doma: Manipula a un monstruo para hacerle utilizar uno de sus ataques sobre el objetivo que desees (Coste: 6 PM)

Magia azul:
- Desenfreno: si el espíritu del usuario es superior al del rival, reduce sus PS actuales a la mitad. Falla contra ciertos enemigos y bosses, así como si el espíritu del usuario es menor que el del rival (Coste: 5 PM)
- Vaho acuático: +20 Daño mágico, elemento agua, golpea a todos los enemigos (Coste: 18 PM)
- Terremoto: +20 Daño mágico, elemento tierra, usa la fuerza del usuario para atacar, golpea a todos los enemigos (Coste: 20 PM)
- Láser Magitek: +70 Daño mágico, elemento neutro; en el primer turno carga el ataque, y en el segundo dispara. Tomará para el daño la estadística de mayor valor del usuario entre Fuerza, Poder Mágico, Terapeucidad y Espíritu (Coste: 22 PM)
- Gas inversor: causa Inversión a todos los rivales. (Coste: 30 PM)

Trance:
- Requisitos: +10 por cada enemigo derrotado, +50 si se aprende una magia azul.
- Bonus: +10% Fuerza, +10% Poder Mágico, +10% Espíritu
- Habilidad pasiva: Aura Azul: si se usa cualquier movimiento sobre un enemigo que no sea un jefe, lo deja en estado de Embrujo.
Ataques combinados:
- Vaho acuático+ (con Rigel) (Vaho Acuático + Aqua) (60 Daño mágico, elemento agua, golpea a todos los enemigos. Require solo el trance de Kein)
- Retrorevitalia+ (con Rigel) (Gas inversor + Toxis) (otorga Revitalia a todos los aliados, usando el Espíritu y Terapeucidad de Kein para el cálculo. Regeneracion de ratio x0,33. Requiere el trance de Kein y el de Rigel)
- Chococometa [con Orion]: une sus fuerzas con Boko para reforzar con su magia azul los poderes chocobiles del pequeño. ¡Eso le da un boost de energía tremendo y su Chocobola se transforma en una andanada de bolitas mágicas! Suma 1/4 del poder Mágico de Kein al de Orion para el cálculo de daño, y con esa cifra, daña a todos los enemigos con +15 Daño mágico neutro tres veces.

Inventario:
- Poción (+20 PS, ratio x0,1) (x6)
- Ultrapoción (+50 PS, ratio x0,4) (x1)
- Hierba del eco (cura Mudez) (x1)
- Panacea (cura cualquier estado alterado negativo, salvo los mortales) (x1)
- Verdura Gysahl (x14) (una verdura muy popular entre los chocobos. Los humanos pueden consumirla también, aunque para ellos no son ni la mitad de sabrosas. Podrían utilizarse para, cocinadas, obtener algo más apetecible, sin embargo. Si la toman Boko o Kein, funcionará como un elixir medio, restaurando un 50% de sus PS máximos y PM máximos; puede usarse en recetas)
- Cola de fénix (revive a un aliado caído, con PS iguales a ratio x0,33) (x3)
- Fruta azul (consumirla sube en 20 el trance acumulado. Solo pueden usarla los 8 protagonistas) (x2)
- Bomba de humo (permite huir de un combate) (x1)
- Colirio (cura el estado Ceguera) (x1)
- Aguja de oro (cura el estado Piedra) (x1)
- Aire Antártico (pequeño orbe de energía helada. Al romperlo, se libera como un fuerte aire que daña a un rival. 20 Daño mágico, daño de hielo; el daño se calcula con el Espíritu) (x1)
Guiles: 855




ORION
Lvl. 32
Exp. sig. lvl.: 1020
Salud: 84/84
PM: 40/68
Fuerza: 68
Defensa: 58
Poder Mágico: 68
Terapeucidad: 76
Espíritu: 76
Defensa Mágica: 58
Velocidad: 92
Armas:
-Legado (+10 Daño físico)
Chocotécnicas:
-Chocoataque (+20 Daño físico) (Coste: 10 PM)
-Chocobola (+30 Daño mágico, daño de fuego) (Coste: 8 PM)
-Chococura (+20 PS, ratio x0,5) (Coste: 8 PM)
-Chocobarrera (otorga coraza y escudo a un aliado) (Coste: 12 PM)
-Chocoesna (cura todos los problemas de estados de un aliado) (Coste: 10 PM)
-Chocoguardia (entra en Provocación, que funcionará como un estado positivo, y atraerá los ataques de todos los enemigos. Al mismo tiempo, hasta su próximo turno, reduce todo el daño recibido a la mitad) (Coste: 12 PM)


Bolsa:
- Nodo magitek (un pequeño orbe que contiene la energía mágica condensada, la energía "magitek". Con este tipo de nodos, los eleanos han logrado construir poderosas armas y mecanismos nunca antes soñados. Tal vez sea útil para forjar armas) (x2)
- Lana gruesa (x1) (lana de gran densidad, que forma parte de las garulas y otros monstruos con grandes capas de pelo. Es muy densa y mullida, ideal para tejer ropa)
- Ropajes raídos (x4) (ropa sucia, agujereada y destartalada, que algunos monstruos roban al encontrarla tirada, o simplemente arrebatan de los cuerpos sin vida de sus víctimas. No están en condiciones de ser usadas para vestirse, pero su tela podría ser útil)
- Verdura Gysahl (x12) (una verdura muy popular entre los chocobos. Los humanos pueden consumirla también, aunque para ellos no son ni la mitad de sabrosas. Podrían utilizarse para, cocinadas, obtener algo más apetecible, sin embargo. Si la toman Boko o Kein, funcionará como un elixir medio, restaurando un 50% de sus PS máximos y PM máximos; puede usarse en recetas)
- Corteza de cebolla (x2) (un trozo de la piel de una cebolla. Es frágil y tiene un intenso olor. Como material no debe ser muy útil, pero puede valer para pócimas, ¡o incluso comidas... supongo!)
- Pluma de chocobo (x5) (una pluma de un chocobo feliz y bien cuidado. Los chocobos son criaturas con magia innata, y, aunque no suele ser demasiado poderosa, cuando son bien alimentados y tratados, sus plumas suelen quedarse con parte de esa esencia mágica. Otorga Prisa al objetivo)
- Polvo somnífero (x1) (restos de un polvo adormecedor que desprenden muchos pájaros y otras criaturas. Normalmente lo guardan en sus picos. Lanza un dado de 3 caras, si sale 1, duerme al objetivo)
- Líquido extraño (x1) (un líquido gelatinoso, parte del compuesto del que están hechos los flanes. Su textura puede resultar desagradable para algunos, pero bien usado puede servir para crear pociones, o incluso como ingrediente de cocina si eres atrevido)
- Lanza de hierro (11 daño físico)
- Látigo de lianas (5 daño físico)
- Pantalones informales (+2 defensa mágica)
- Zapatos informales (+1 velocidad)
- Sudadera informal (+2 defensa)
- Traje de campesino (+3 espíritu)
- Botas de nieve (+8 velocidad, hace resistente al elemento frío)
- Diente de Shinryu (lanza sagrada proveniente de un linaje de monjes guerreros de Shinryu. 33 daño físico; el usuario puede consumir 5 PM en el mismo turno en el que ataca para que el ataque sea de 33 daño físico, elemento luz) (Req.: 30% dominio lanzas)

 

Kein intentó usar sus poderes para preveer el próximo ataque de su oponente, temiendo que resistiese y volviese a asaltarles de forma mortal. Sin embargo, de forma sorpresiva para Kein, Orion apretó el pico y frunció el ceño, extremadamente enfadado, y cargó una fortísima esfera de fuego.

—¡Basta ya! —gritó, con la voz rota, en lo que para su oponente solo debió ser un cacareo más—. ¡Desaparece!

Y el impacto, mucho más potente de lo previsto, pudo con el caballero, logrando hacer que cayese de espaldas, magullado.

Orion quedó jadeante, exhausto, y Kein perdió la concentración, pero no le hizo falta usar sus poderes, al menos. Habían parado a aquellos hombres... pero se dieron cuenta tarde de que no fue suficiente. Cuando se percataron, el resto de soldados vestidos con armaduras blancas les habían rodeado. Tras de sí, cadáveres por doquier, cadáveres de todos los soldados eleanos que habían encontrado por el camino aquellos asaltantes misteriosos. Lo que empezó con soldados magitek volviéndose locos y volviéndose contra sus compañeros se había convertido en una carnicería de extraños invasores que llegaron de la nada y zanjaron el conflicto de manera automática... aniquilando a todo el mundo, sin distinciones.

Asustado al verse rodeado de soldados, muchos ellos cabalgando en chocobos plateados, como él, Orion empezó a temblar. Y no fue hasta que el jefe de todos aquellos al que acababan de derrotar, levantándose con esfuerzo, habló, cuando Orion agachó la cabeza, intentando no oírle. Ignorarle, desaparecer.

—... m-malditos seais, pajarraco y niñato —musitó—. Como que llamo Remiel que no acabará esto así. Si no fueses un Profeta, niñato de mierda, te arrancaría la vida aquí mismo. Pero me matarían si dejase que murieses así sin más. Tienes mucha puta suerte.

¿Profeta? Kein escuchó sus palabras, una a una, y fueron clavándose como dardos en él. Le llamó "Profeta", a él. Tal vez no sabía bien las implicaciones de ese concepto, pero Kein sabía que era algo importante.

Con todo, y pese a que habían ganado al jefe, al tal Remiel, iban a perder. Porque ellos eran más, mejor organizados, y mucho más despiadados.

Remiel caminó un par de pasos, con esfuerzo, hasta ellos. Y acercó su mano a Orion, que tembló. Sin embargo, tan pronto como lo tocó, dejó de tambalearse, y quedó casi petrificado, quieto completamente. Remiel susurró algo entonces:

—... pequeño chocobo. Es hora de que recuperes la esencia de tu ser, ¿sí? Que vuelvas a ser tú, que recuperes la memoria. Que recuerdes tu verdadera misión, ¿de acuerdo?

Y, mientras Orion lucía impactado, Kein vio cómo la mano de Remiel posada sobre su cabeza brillaba. Entonces la cabeza del chico dolió, y Kein pudo ver en su cabeza imágenes. Imágenes que sabía que Orion también estaba viendo.

Un polluelo, saliendo del cascarón, en un lugar aséptico, blanco, pulcro.
Decenas de otros polluelos y chocobos como él, plateados.
Luego, un Orion joven, pequeño, con armaduras colocadas sobre su cuerpo, blancas y pulcras como su propio plumaje.
Entrenamientos duros, hombres montándose en sus lomos. Ilusión por ser parte de algo grande, de algo importante.
Ilusión por tener una misión.

Una figura difusa entonces, sin una forma clara en la mente de Orion, empujando a otra al vacío. Dos humanos, eran dos personas.
Después, una figura con casco y armadura blanca frente a Orion, mirándolo con severidad. El vacío frente a él.
Unas palabras que casi no entendió, pero que recordaba a la perfección y Kein pudo escuchar, en lenguaje humano: "eres el mejor de nuestras monturas, y casi entiendes el lenguaje. Demuestra tu valía y trae de vuelta al Profeta que nos han arrebatado. Ve".
Un descenso, muy rápido, como una caída.

Luego, todo negro a su alrededor. Los recuerdos desvaneciéndose.

Kein volvió en sí, y en ese momento pareció que Orion también lo hizo. Solo que el chocobo tenía los ojos muy abiertos, y lágrimas cayeron por estos, fruto del profundo shock. Remiel sonrió de forma algo tétrica, y miró a Kein. Sus palabras iban dirigidas a Orion, sin embargo:

—... tardaste muchos años. Olvidaste tu misión. Pero al final, mírate. Lo has conseguido. Lo has traído de vuelta, como te encomendamos, ¿eh, polluelo?

Y los ojos de Orion, en ese momento, se volvieron claros, adquiriendo una tonalidad más celeste que de costumbre. Levantándose con entereza, caminó hasta quedar junto a Remiel, y, se agachó ligeramente. El hombre, complacido, subió a su lomo.

—Buen chico —dijo, dando un golpecito al lomo de Orion. Ese que no dejaba que nadie salvo Rigel se montase sobre él—. Ahora, llevaos al Profeta, de vuelta a casa. Vamos. Es más importante que el Emperador; luego nos centraremos en él.

Kein tuvo que ver cómo los soldados blancos se le lanzaban encima, impasibles. Todo mientras Orion le miraba sin dudar ni por un instante, sin nada de compasión en su mirada. Sin ser siquiera él mismo, aparentemente.

Se le vinieron encima, y Kein empezó a desbordarse. Sentía energías muy potentes que no podía asimilar, sentía una profunda sensación de shock, de incredulidad, de impotencia. Por eso, cuando se le fueron viniendo encima, empezó a colapsar, perdiendo poco a poco la conciencia.

Lo último que vio fue una especie de lanza clavándose de la nada en el hombro de Remiel, y escuchó una voz de mujer, seguida de otra de hombre.

—¡Le he dado! Ahora, ¡retenedlos ahí, y que el Emperador escape, rápido!

—June, ¡tienen un niño! ¡Tenemos que hacer algo!

—... ¡joder, Jason! ¡No vayas solo...!

Todo fue oscuridad tras eso.

Fin del capítulo 5.

Kein sube de nivel.
Orion sube de nivel.

 

KEIN
El dolor punzante de cabeza era la señal de que lo había hecho bien, usar nuevamente esa habilidad podría suponerme la ventaja ante el rival, Kein ¿Como no se te había ocurrido antes? no importaba lo más mínimo ahora, este enemigo estaba suponiéndome desde luego un potente dolor de cabeza pero si eso me podía hacer preveer ya no solo el ataque más poderoso de mi contrincante sinó la forma de vencerlo, merecería la pena....

El sudor me recorría todo el cuerpo dándome cuenta que la maraña de emociones y la cantidad de heridas que poseía me estaban afectando mucho más de la cuenta más el grito que acabó por lanzar Orion era tan roto y tan potente que me hizo voltear, sorprendido y triste a la vez, si Orion estaba así tenía sus razones, atacando con toda la potencia que podía una chocobola, la más potente que había visto hasta ahora, tanto que al impactar en Ramiel, éste cayó de espaldas quedándome competamente anonadado con la situación ¿Habíamos ganado?.

No... ¡¡NO!! ¡¿Cuando habían llegado tantos hombres?! cuando volví en mí, estábamos completamente rodeados y el hedor de los cadáveres estaban corrompiendo el ambiente, joder ¿Donde nos habíamos metido? no... ¿Por qué? a mi mente vino la imágen de la muerte de Boko y empecé a temblar, un terror profundo empezó a invadir mi interior al ver a Orion y todas las personas rodeándonos.

— B-Boko, ya te me moriste una vez ¡¡¡NO MORIRÁS UNA SEGUNDA!!!—. Exclamé casi desgañitándome, no se por qué en mi mente veía a Boko donde debía estar Orion, solo escuchaba algunos gritos distantes de la gente que estaba sufriendo a manos de, seguramente, algunos caballeros de Ramiel, quien volvía a levantarse maldiciéndonos de mala manera solo para decir que si no fuera un "Profeta" me mataría, y por alguna razón esas palabras se clavaron en mi interior, dejándome paralizado provocándome un miedo aún mayor de forma instantánea ¿Que era un "profeta"? algo importante sin dudas, sinó no estaría conteniéndose ahora mismo y habría seguido para matarme pero ¿por qué nos había atacado entonces en un primer lugar?

Solo pude mirar, impotente como Ramiel se acercaba a Orion poniéndole la mano en la cabeza y, susurrando algo. Mi cabeza empezó a dolerme de forma monumental, esa maldita punzada de dolor había venido a mi sin que yo mismo estuviera haciendo nada para ello y eso no era buena señal, tanto que me hizo rugir de dolor y, un instante después descubrí el por qué.

Imágenes... de ¿Orion? todas vinieron a mi mente... imágenes de su vida que me hicieron rugir viendo como parecía que no era el único que había estado siendo utilizado.

FInalmente desperté, pero el dolor de cabeza era tal que me hizo vomitar en el suelo.

Volví a ver a Orion, pero esta vez era distinto, tenía los ojos muy abiertos mientras Ramiel seguía hablándole ¿Misión? ¡¿SU MISIÓN ERA ENCONTRARME?! ¡¡¿POR QUÉ?!! YO SOLO QUIERO UNA MALDITA VIDA EN PAZ, NO ME QUISE INVOLUCRAR EN TODO ESTO.


— ORIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOON—. Exclamé desesperado, lágrimas brotaban por mi rostro, negándome a perderlo, gritando por si, por casualidad eso pudiera llegarle a su corazón, pero no sirvió de nada cuando los soldados vestidos de blanco acercándose a mi y a Ramiel subiéndose a lomos del chocobo, quien en circunstancias normales no lo hubiera tolerado, casi diciéndome que, lo había perdido para siempre.

Cerré los puños con rabia mientras, lloraba en silencio cuando una gran cantidad de energía empezó a brotar en mi interior, haciendo que mi cuerpo se tensara, ¿por qué? ¿Por qué tenía que pasarme esto a mí?

¿Por qué siempre a mí? ésto era demasiado, era patético...

Entonces, debería cambiar las cosas....


Finalmente, una gran cantidad de soldados vinieron a mi, y noté como si poco a poco una gran cantidad de sueño empezara a hacer que cerrara los ojos, alcanzando simplemente a ver como si una lanza o algo similar atravesara el hombro de Ramiel y dos voces, de un hombre y una mujer hablando de reternerle y dejar escapar al emperador, finalmente parecían que me habían visto y luego finalmente como decía la mujer que no fuera solo.


Todo se tornó negro a mi alrededor...

 

Proceso de manifestación - Erin
Yáahl

Contenido oculto

Cuando Erin pudo abrir los ojos de nuevo, se vio en la inmensa ciudad de Elérea, aquella que conocía tan bien. Toda su vida la había pasado allí, ciertamente... ella, una Elroy, procedía de una dinastía de reyes, reyes de Elérea. Por supuesto, ella ya nació cuando el nombre de su familia estaba mancillado por la historia del Carnicero, claro... y tuvo que vivir siempre con esa carga. Pero, pese a todo, Elérea era, fue y seguramente será su casa siempre.

No era sorpresa para nadie que esa "esencia" que tenía dentro la llevase allí. Al menos, que su conciencia acabase allí.

—Elérea, la capital del Imperio, ¿eh? —Erin miró a un lado, y vio allí a Alma, o a lo que parecía ser... una proyección de ella, envuelta en luz, casi translúcida. Miraba hacia arriba, los ojos azules enfocados en el gran palacio. Aunque, en esa imagen, parecía más bien un castillo. De hecho, Elérea se sentía distinta, en cierto modo—. O, al menos, la representación de Elérea que hay en tu esencia. Yo diría que es más bien la capital del "Reino" en esta imagen, ¿no crees?

Del Reino, sí... de los Elroy.

—Tu esencia grita por todas partes "Elroy". Tu vida se ha visto tremendamente condicionada por eso, ¿eh? Por el legado de tu apellido. Has tenido que vivir apartándote de un pasado familiar, etiquetada como hija de asesinos, solo porque el afamado "Rey Carnicero" cometió la atrocidad que cometió, ¿no? Por eso, cuando hurgo en tu esencia, todo lo que veo es esto, esta ciudad. Pero una ciudad que representa más un Reino que un Imperio. Un Castillo que un Palacio.

De pronto, gente empezó a aparecer, caminando en todas direcciones. Pero no tenían rostros, no tenían nada definido. Solo eran... espectros que parecían cruzarse con ella. Y de algún modo, sentía todas las miradas clavadas en su ser.

—... debió ser duro, Erin. Muy duro. Saberse siempre sometida a juicio por culpa de lo que sucedió en el pasado... debe ser algo muy difícil de afrontar. De hecho, desde que te he visto he sabido que tu poder está retenido en tu interior. Tu mente no lo deja fluir... tu pasado no lo deja fluir. Los humanos sois seres con mucho potencial, que podéis tener partes positivas de dos formas de manipular el flujo muy diferentes. Tenéis fuerza de ángeles y de demonios, al unísono... y a veces, vosotros mismos, sin daros cuenta, bloqueáis esa capacidad innata. Creo que eso te sucede a ti, Erin. Por eso... ahondemos en los Elroy, ¿sí? Desentrañemos la maraña de recuerdos y de dolor que envuelve a tu familia, al Carnicero, a todos.

Alma comenzó a caminar, y Erin, casi por impulso, la siguió. La gente "invisible" que había a su alrededor parecía ir apartándose, casi de forma inmediata, conforme ellas andaban. Pero Erin seguía sintiendo cómo todo el mundo le miraba.

—... Erin —siguió Alma—. Tienes capacidad mágica, ¿cierto? Sabes... lo que significa eso, ¿no? Vosotros los humanos habéis diseminado una teoría muy popular al respecto. Y es que toda persona capaz de usar magia puede usarla porque la "hereda" de su padre o de su madre, ¿no es verdad? Esto... es cierto. Es muy cierto. La magia no es sino una forma en la que la esencia se puede manipular. Y la habilidad para manipularla depende mucho de la herencia genética. Por lo general, ángeles y demonios podemos, por naturaleza, usar magia. Humanos... no siempre.

>> Cuando vuestra sangre está más próxima a un ángel y a un demonio, naturalmente, más capacidades mágicas podréis tener. Cuando empezáis a mezclaros entre humanos es cuando se diluye. Ahora bien, Erin. Si sabes esto, si sabes que tu magia es posible porque eres una híbrida de ángeles y demonios, y que en algún punto de tu familia intervino una de las dos especies... ¿hacia dónde crees que baila más tu sangre? ¿Hacia qué lado de la balanza se inclina...?

>> Tengo más sangre demoníaca
>> Tengo más sangre angelical

Nota: en tu manifestación personal, se te plantearán preguntas con dos posibles respuestas, una totalmente correcta y una totalmente incorrecta. Escojas la que escojas, la manifestación proseguirá igualmente... pero ganarás experiencia y PH al final, y la recompensa será mayor cuanto más aciertes.

 

Alma asintió, mientras caminaba junto a Erin. Su voz, proyectada como un eco lejano, resonó de nuevo.

—Así es. Los humanos sois mucho más parecidos a los demonios en vuestra fisiología y vuestra estructura y conexión con el flujo; por ello, podéis reproduciros, y podéis hacerlo entre vosotros, con demonios, e incluso con otros ángeles... siempre que esos ángeles sean los pocos capaces de tener descendencia con demonios, claro. Así, es posible que la sangre de un humano vaya mezclándose con la de ángeles, y, al final, acabáis siendo humanos con más porcentaje de sangre angelical.

>> Eso afecta, sobre todo, a vuestra magia. La magia de los ángeles suele relacionarse con la luz, la sanación y lo sagrado. Es una magia mucho más poderosa y eficaz que la de demonios, pero mucho menos práctica para el día a día. Los demonios usan magia elemental, y con ello pueden crear agua, fuego, electricidad... ese es uno de los motivos por los que los ángeles terminamos desarrollando más tecnología que ellos.

Zarandeó la cabeza, rascando su nuca ligeramente.

—Discúlpame, he terminado divagando. La cuestión es que tú, en efecto, eres una humana con más sangre angelical que demoníaca, señal de que en tu familia han intervenido los ángeles en más de una ocasión. Y por eso tu magia es más "pura", más enfocada a la defensa, la sanación y el apoyo. Es magia afín a los ángeles, después de todo.

>> Te tengo, pues, que hacer una pregunta ahora. Y quiero que lo veas tú misma.

De pronto, encontraron las puertas del castillo cada vez más cerca, y sus pasos las llevaron a cruzar sus puertas. Apreció el vestíbulo del castillo, que en realidad era una imagen del vestíbulo del Palacio de Zael, que tanto conocía. Alma miró a su alrededor.

—Tu familia se ha criado aquí, ¿verdad que sí? Tus bisabuelos, al menos. Después de que el Carnicero hiciese todo lo que hizo, al final tu familia se desligó de ellos para evitar ejecución pública, pero... no se puede ignorar que se han criado entre las paredes de un castillo.

Y, así, empezaron a aparecer a su alrededor niños y adultos, caminando y corriendo de un lado a otro. Su familia, sus antepasados... los Elroy.

—... dime, Erin. ¿Cómo crees que es posible que tengas sangre angelical? Debes... partir de algún punto para tenerla, ¿no? El legado Elroy vino desde mucho antes del Rey Carnicero, eso es cierto. Hubo otros Reyes y Reinas... pero si tienes sangre angelical, es porque intervino más de un ángel, ¿verdad?

>> Entonces... ¿dónde crees que hubo intervención de los ángeles, además de en el punto en el que el primer ángel y la primera demonio tuvieron al primer humano que inició tu estirpe? Piénsalo... con lo que os conté antes sobre lo que pasó con el Rey y con Eldrick y los demás, debes tener una idea, ¿no?


>> El Rey Carnicero era un ángel
>> Intervinieron ángeles antes o después del Rey Carnicero

 

Alma asintió de nuevo.

—... correcto, otra vez. Es tal y como piensas, Erin. El Rey Carnicero, y todos los Elroy en general, estaban el poder de todo el continente eleano, el continente donde la mayor parte de seres pensantes habitaban. Y antes os comenté que Eldrick, Abdhel y Zénit son conocidos como los "tres traidores", y rompieron todo el orden establecido por los ángeles. Eso implica... que los ángeles teníamos un orden establecido en primer lugar, ¿no? Es decir: que controlábamos Elérea. Que los reyes eleanos siempre fueron de los nuestros. Y el Carnicero no era diferente.

Caminó una vez más, ascendiendo por las largas escaleras que proseguían al vestíbulo. Erin la siguió, casi absorbida por su discurso.

—La realidad es la siguiente. Desde tiempos inmemoriales, Elérea había sido gobernada por ángeles, al inicio en abierto, cuando solo existíamos demonios y ángeles. Pero después de la guerra y del dominio de los humanos sobre Ilumbra, pasaron a hacerlo... desde las sombras. Así, el primero de los ángeles que ocupó el puesto comenzó su "dinastía". Y lo digo con esa entonación porque... en realidad, no era tal.

Siguieron caminando, y, al final, se detuvieron frente a una gran puerta. Erin la conocía bien: era la puerta tras la que aguardaba el trono del Emperador. La última vez que estuvo allí, acompañó a Aidan y a Darek en una reunión con Zael, para descubrir la verdad sobre sus propósitos... o la verdad que él les contó, al menos. Pero ahora, en aquel lugar extraído de su esencia, sabía que no era un Emperador el que aguardaría al otro lado.

Más bien, sería un Rey.

—El primer rey —siguió explicando— fue también el segundo, y el tercero, y el cuarto. Simplemente, engañaba al pueblo haciéndole creer que había un heredero, que tenían descendencia, y luego se hacían pasar por otra persona, solo modificando un poco su aspecto para parecer hijos de. En el Cielo, los ángeles tenemos tecnología suficiente como para que esos cambios de aspecto sean bastante notorios... y eso sumado a la ignorancia del pueblo lo hacía una historia fácil de creer.

>> Creo recordar que hubo un total de tres ángeles diferentes en el poder antes que el Carnicero, todos fingiendo incontables "herederos al trono" y "coronaciones" cuando el paso del tiempo hacía cuestionable que un mismo Rey siguiese vivo por tanto tiempo, sin envejecer, sin cambiar. Y si hubo que sustituir reyes era, sencillamente, porque empezaban a tener formas de pensar que no casaban con el Cielo, y, claro, los ángeles de arriba tenían que silenciarlos. El enviado en Elérea era eso, un enviado: su palabra y su gobierno debía ser el de los superiores, no el suyo. Por eso, si desobedecían... eran sustituidos, sin más.

¿T-Tal era el alcance del poder de los ángeles? ¿Tanto se aferraban a no perder jamás el control sobre ellos? Estaban en el Cielo, ahora lo sabía... y desde allí, controlaron siempre todo lo que sucedía en tierra, pasando por el mismísimo Rey de Elérea, ¿eh?

—El tercer Rey fue el primer "Elroy" —aseguró ella—. En realidad, siempre se apellidaron Elroy, pero ninguno se emparentaba realmente con los demás; usaron el apellido para mantener la ilusión de que eran una misma familia con múltiples, múltiples miembros. Pero si digo que el tercero fue el "primer Elroy" es porque... fue el primero que tuvo relaciones con una demonio, y de ahí, surgieron hijos e hijas. Hijos e hijas. Humanos todos, perfectos, al 50% de sangre de demonio, y 50% de ángel.

>> Como imaginarás, al Cielo no le hizo gracia eso. Y por ello, mandaron al cuarto y último sustituto que mandarían, el que tú conoces como "Rey Carnicero". La estrategia era simple, la que usaban siempre que querían sustituir a un "Elroy" anterior por otro ángel: el Carnicero entró como si fuese un hijo más, y se crió entre sus "hermanos y hermanas" hasta que llegó el momento de que el pueblo creyese que su padre había "fallecido", y él tomó el control.

Cuatro reyes... solo hubo cuatro reyes. Y según Alma, el que primero tuvo relación emparentada con Erin fue... el tercero de ellos. Ese fue el primer Elroy real. El Carnicero solo planeaba ser su sustituto.

Pero algo no cuadraba entonces, ¿no?

—¿También te has dado cuenta, entonces, Erin? Según lo que te cuento, habría algo que no cuadra, ¿no? Por lo que te planteo, el tercer Rey, aquel que tuvo descendencia humana, es tu antepasado... y el Carnicero solo fue enviado por el cielo para sustituirle, haciéndose pasar por un hijo más, esperando a su momento de entrar al poder. Pero tú siempre has pensado que el Carnicero es tu tatarabuelo, ¿no?

>> ¿Cómo crees que se explica esta... contradicción? Hay una forma que lo explica, y que... explica todo.


>> El Rey Carnicero, en realidad, no es familiar mío.
>> El Rey Carnicero se enamoró de una de las hijas del tercer "Elroy".

 

Alma asintió de nuevo, con una gran sonrisa en su rostro.

—Muy bien. Es justo así... el Rey Carnicero se vio obligado a convivir con todos los hijos y todas las hijas del tercer Rey Elroy, a la espera de que fuese el momento adecuado para sustituirle. Se vio obligado a mezclarse con humanos perfectos, en definitiva. Y pese a que se vendiese ante el resto como uno de los hijos, hermano de todos los demás... no lo era. Y no veía como hermanas a ninguna de las hijas. Por eso no pudo evitar enamorarse de una... y eventualmente, también tuvo descendencia con una de ellas. Humanos que, ahora, serían un 75% ángeles.

Alma empezó entonces a caminar, atravesando la puerta como si nada. Y Erin, tras meditarlo, la terminó siguiendo, dándose cuenta de que ella también podía atravesarla. Era como si la puerta no estuviese ahí, o como si ellos fuesen meros espectros.

La Profeta caminó después por el gran espacio que era la sala del trono... y al fondo, encima del asiento adornado, un hombre con una corona yacía. Se le veía desde lejos, indistinguible, pero... al menos sí se apreciaba su cabello corto, rubio, casi platino.

—La relación sucedió, eso sí, tiempo después de que ya estuviese en el poder. La familia del tercer Elroy siguió viviendo en el Castillo, junto al Carnicero, y el Carnicero hizo creer al pueblo que los niños que nacían, nietos del tercer Elroy, eran sus propios hijos, y la fachada se pudo mantener mucho mejor que nunca.

>> Tanto se mantuvo, que cuando él mismo tuvo su propia descendencia, ni siquiera los ángeles del Cielo supieron la verdad. Pudo decir que esos niños eran hijos de una de sus queridas "hermanas", pero no reveló que eran también sus hijos. Que el linaje Elroy continuó, con humanos al 75% ángeles. Y así, la época de paz y prosperidad llegó...

Tomó aire, y se detuvo cuando el Rey estaba ya cerca, apreciable. Erin no podía distinguir bien su cara, posiblemente porque nunca lo había visto, y aquello no dejaba de ser una proyección de la esencia que ella tenía dentro, al fin y al cabo. Pero sí que pudo adivinar, pese a no poder apreciar bien su rostro, un gesto de... tristeza, desesperación. Rabia, incluso. Y esos sentimientos calaron en ella, como si ella misma los experimentase en sus carnes.

—... a partir de aquí, ya sabes lo que pasó, ¿no? Lo que todo el mundo contaba. El Rey enloqueció. Él tenía, como todos los Reyes, dos orbes especiales, los que después fueron bautizados por Zénit como "Ojos de Shinryu". En realidad, estos orbes no eran sino gemas que contenían una pequeña simulación del flujo interno de los árboles. Eran usados como vigilancia: así, el Rey de Elérea, y en síntesis del mundo entero, prácticamente, podía desde su posición saber cuál era el estado de los árboles, cómo iba el flujo, controlarlo todo. Los Ojos se diseñaron en el origen como "brújula" para conocer el flujo y el estado de los Árboles Sagrados.

>> Pero no dejaban de estar relacionados con estos... por eso, cierto es que los dos juntos podían usarse para acceder a cualquier árbol, a su interior, y con ello al mismo flujo que había dentro de ellos. Sabrás que se contaba que el Rey Carnicero, entonces, empezó una oleada de masacres injustificadas, culminando con su intento por usar esos Ojos para obtener el poder infinito de los árboles... y que Eldrick y los demás, tras eso, le detuvieron.

Sí. Esa parte la conocía, más que bien. Pero Alma, sin embargo, inclinó la cabeza a un lado, mirándola fijamente.

—... ¿por qué, me pregunto? ¿Qué instigaría al Rey Carnicero a hacer tal cosa? ¿Por qué iniciaría tales masacres, en primer lugar? Su reinado fue justo en un inicio, nunca fue especialmente duro. Solo a partir de un punto concreto dio un cambio de ciento ochenta grados, y sus políticas empezaron a ser tiránicas y a iniciar ejecuciones en masa, y la fama de maníaco que recibió por toda la historia empezó a crecer exponencialmente. Pero... en serio, ¿por qué fue? Su treta funcionó, en principio, y su hijo creció sano, oculto de los ojos de los demás ángeles, que lo controlaban todo. Y su Reinado iba bien. ¿Tienes alguna idea, Erin, de qué pudo motivarlo a hacer tales atrocidades?

¿Q-Qué movería a un hombre que era Rey, que era feliz, que tenía familia y que hasta entonces gobernó con compasión y lealtad a sus gentes...? Esa era una gran pregunta... ¿acaso pasó algo? ¿Algo que lo justificaba? ¿Cuál era la verdad...?


>> El Rey Carnicero no fue culpable de nada en realidad.
>> Enloqueció cuando creyó que lo iban a sustituir.

 

De nuevo, Alma asintió. Y ambas, en silencio, observaron a la figura difusa del Rey Carnicero levantarse con esfuerzo del trono, acercarse a los ventanales, y golpear estos con fuerza y rabia, con su puño cerrado. No había duda. El potente sentimiento de ira y desesperación inundaba todo su ser.

Ira, que no locura.

—... eso es, Erin. Debe... ser duro, ¿no? Saber que todo lo que cuentan de él, todo lo que luego manchó a tu familia... es incorrecto. Que todo se basa en una gran mentira.

Pero entonces, si el Carnicero no enloqueció, la pregunta se hacía sola: ¿quién fue el responsable de todas aquellas masacres? ¿Y por qué se asociaron con este? El primer impulso, posiblemente, fue culpar a Eldrick y los demás. Ellos, los traidores, tumbaron al Carnicero, porque había enloquecido. Pero si ellos provocaron esa falsa "locura", matarlo supondría acabar con el sufrimiento del pueblo... convirtiéndolos en héroes a ojos de todos.

Pero se equivocaba si pensaba eso. Y lo empezó a entender cuando Alma se giró, mirando a la entrada de la sala del trono. Y, tras una columna, Erin y ella pudieron ver a algunos jóvenes asomados, espiando al Rey. De nuevo, Erin no podía dibujar bien sus rostros, pero sí que apreciaba risas ladinas.

—Eldrick no fue, no —confirmó Erin, negando con la cabeza. Señaló, entonces a aquellos chicos—. El Rey Elroy, el Rey Carnicero, no era el primogénito del tercer Elroy, tu primer antepasado. Como sabes, tuvo muchos hijos, los cuales vivieron entre el castillo. Y las reglas decían que el primogénito sería quien heredaría el trono, ¿no es verdad? Pero tú y yo sabemos que los ángeles no iban a permitir que un humano tomase el poder... por eso mandaron al Carnicero, que entró en escena. Un desconocido, infiltrado en la familia, y arrebatándole a esta todo derecho al trono. ¿Crees que... los hijos del tercer Elroy estaban contentos? ¿Que se quedarían quietos, viendo como una de sus hermanas ahora era la "reina", y cómo ellos perdían todo derecho a gobernar solo porque ese señor apareció ahí?

Alma tragó saliva. Y entonces, la risa de los chicos escondidos se hizo más siniestra. Y empezó a entenderlo. Ellos... ellos fueron. Los otros hijos del tercer Elroy fueron los que empezaron las masacres. Los que manipularon sentencias, los que actuaron a sus espaldas, inculpándolo a él. Los que iniciaron todo el conflicto que derivaría en su conocimiento de "Carnicero".

—Tu tatarabuelo, seguramente, lo sabría. Se daría cuenta, tarde o temprano, de que todas las atrocidades que sucedían en Elérea eran causadas por sus cuñados, celosos y sedientos de venganza, deseando ensuciar su inmaculada imagen para tratar de apartarlo de sus vidas. Pero no hizo nada en represalia. Porque, si lo hacía... estaría condenando a los hermanos de su amada, de su esposa. Le haría daño también a ella. Por eso, estaba impotente, desesperado, lleno de rabia y de ira.

Alma giró de nuevo, y al seguir su mirada, Erin vio que ahora había tres personas donde antes estaba el Rey. Tres personas que no reconocía... hablando en secreto entre ellos. Y Alma, tomando aire, siguió explicándole.

—Es hora de que desenmarañemos la verdad de tu familia, Erin. De que sepas... lo que sucedió en realidad. Ni la historia popular ni las teorías conspirativas son ciertas. Lo único cierto detrás de todo lo que se desencadenó a raíz de los Elroy es que el Carnicero desapareció del mapa para cesar las muertes y la destrucción, y que todas las ramas de su familia se deslindaron de él, incluido su hijo, tu bisabuelo, y sus herederos. Incluida tú.

>> El Rey Carnicero, Erin, no podía permitir que su pueblo sufriese. Pero tampoco podía permitirse buscar la ayuda de sus superiores, de los ángeles; él mismo sabía que había incumplido las "normas" al enamorarse de una humana y tener hijos. Si buscaba la ayuda de los gobernantes ángeles, o si estos acababan por investigar la situación al ver todo el caos que se formó, y descubrían la existencia de sus hijos... el resultado sería el mismo siempre. Él sería apartado de la posición, y sus herederos, como poco, silenciados; y como mucho, eliminados. Elroy tenía que hacer algo. Necesitaba actuar, y hacerlo protegiendo a su familia de los ángeles, protegiendo a Elérea, protegiendo incluso a sus cuñados. Él tenía acceso a los Ojos, y al poder que estos y que su posición implicaba; y este era un poder que no quería legarle a nadie, pues implicaba demasiado peligro, tanto para quien lo portase, como para el mundo si se terminaba usando mal.

La imagen de aquellas tres personas hablando, frente a ellos... rostros difusos. Los ángeles, los Elroy, Elérea, el Carnicero. Su propio linaje.

Todo... era distinto a lo que pensaba. Muy distinto.

—... creo que ya debes saberlo, ¿verdad, Erin? La verdad que explica todo... la verdad sobre tu historia.

La verdad... era que...

>> El Rey Carnicero buscó la ayuda de los tres traidores
>> Eldrick y el Rey Carnicero son la misma persona

 

Alma no dijo nada. En su lugar, miró hacia las tres personas que había allí... y de pronto, Erin observó cómo uno de ellos portaba dos orbes brillantes en sus manos, que pronto le entregó a los otros dos, uno a cada uno. Una persona que tenía en su cabeza una corona.

El Rey "Carnicero". Eldrick.

En efecto, eran la misma persona.

—... Abdhel y Zénit eran revolucionarios, ángeles que protestaban ante la forma de actuar de los ángeles —reveló entonces Alma, seria—. Los que son como ellos son pocos... y no son muy bien recibidos, que digamos. Por eso, acabaron expulsados y exiliados a Ilumbra. Estar aquí para nosotros no es... especialmente fácil, como sabrás. Así que muchas veces el exilio al "mundo de los humanos" se usa como "castigo".

>> Pero ellos dos eran los aliados perfectos para el teatro que necesitaba el Carnicero... Eldrick. Como sabrás, tenemos tecnología suficiente para cambiar nuestro aspecto, así que para tu tatarabuelo fue fácil hacerse pasar por otro y fingir el asesinato de sí mismo. Lo hizo, además, sin revelar nada a su mujer ni a su hijo. Porque sabía que, si sabían la verdad, se expondrían demasiado y correrían peligro. Haciéndose pasar por un asesino sin escrúpulos al que hubo que pararle los pies... consiguió lo que pasó con tu familia, Erin. Que se separasen, se ocultasen y se apartasen, cargando con una imagen y reputación terrible, pero... vivos, todos ellos. Cosa que seguramente no podrían haber dicho de no ser por sus acciones.

Suspiró, apesadumbrada, agachando la mirada.

—El resto... lo sabes, ¿no? Eldrick abrió Yggdrassil con los orbes, y se arriesgó a fusionarse con el flujo, convirtiéndose en el primer Profeta. Y, viendo que era posible, llevó a Abdhel y a Zénit a otros dos árboles, Edén y Tahkian. Entonces fue cuando me mandaron a mí y a otra chica, Claire, a nuestros árboles, para evitar que siguiésemos perdiendo más árboles.

>> Con una sola acción, "Eldrick" acabó con todo, de una sentada. Con los problemas que estaban causando sus cuñados en Elérea, con el riesgo que su familia podía correr en cualquier momento, e incluso con el dominio que los ángeles establecimos sobre el mundo. Todo a cambio de... sacrificar su imagen y separarse para siempre de su familia. Ahora era Eldrick, no un Elroy.

Miró a Erin, y sonrió.

—... no eres tataranieta de un asesino, ni de un tirano, Erin. Eres la tataranieta de Eldrick. Del primer Profeta, de quien nosotros los ángeles llamamos "traidor", pero que es un salvador para vosotros, los humanos. Pero, sobre todo... eres tataranieta de un gran gobernante que se sacrificó a sí mismo y toda su vida a cambio de salvar a su gente y a su familia.

Todo lo que Erin había sufrido en su vida... en el fondo, todo se basaba en mentiras. Fue causado por las mentiras y tretas del "Carnicero", sí, pero... esas mentiras permitieron que ella estuviese ahí en ese momento. Que existiese. Porque esas mentiras salvaron a su familia.

Con todo, existía ahora una duda. ¿Cómo llegó Zael al poder, entonces, y qué conexión tenía con Eldrick? No hubo, quizá, mucho tiempo para averiguarlo... quizá Rigel haya extraído alguna conclusión al respecto, en cualquier caso.

—Erin, eres descendiente de ángeles. De dos de ellos, para ser exactos. Tu poder mágico, pues, es muy elevado, aunque esté enfocado en la luz y la defensa. Pero hasta ahora, todo ese poder estaba escondido en ti, no pudiendo salir del todo. Porque lo retenía tu necesidad de estar siempre contenida, tratando de demostrar a todo el mundo tu valía. Sintiendo que debías hacerlo al ser "Elroy". Ahora... ahora que sabes que los Elroy no eran como crees, tu poder puede ser libre. Déjame, pues, que te ayude a sacarlo. A hacerlo resurgir.

Alma se le acercó, puso una mano en su pecho, y... Erin comenzó a brillar. También lo hizo su cuerpo físico, en Theia, en ese mismo instante.

Su poder mágico dormido había despertado.

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Evan

Mientras seguía atacando, Fauna comenzó a manifestar a aquel monstruo que había enfrentado junto con Tiger en Kholod, y me quedé helado por un instante. Seguía teniendo la misma aura asesina.

En cuanto atacó a la garula, cambió su foco de atención a nosotros, e intenté prepararme para un combate a dos frentes. ¿De verdad seríamos capaces de ganar un combate así? Por suerte no hubo que descubrirlo, porque pronto aquella criatura se desvaneció, junto con la consciencia de Fauna.

Jazz se transformó en lobo y la puso fuera de peligro, mientras intentaba ponerle fin a la garula. Al final lo conseguí, no sin antes ser mandado a volar también.

—J-Ja... s...sólo me hizo cosquillas...

...

Un accidentado camino fue lo que nos siguió hasta la capital Elérea. Ojalá poder descansar propiamente allí, pero sabiendo que había sido tomada por los ángeles, me sentía incluso más tenso que antes. Me puse un parche improvisado en el ojo rojo con un par de vendas, y me quedé con el grupo, haciendo una parada en un negocio sospechoso.

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Ingredientes extra para la síntesis:
Martillo + Martillo de caza + Hierro
Total: 220 guiles

 

Una vez fue un hogar

Elérea... la flamante capital del Imperio. La ciudad centenaria, que otrora fue capital ya no de un Imperio, sino del Reino que dominó en su abrazo todo el continente. Aunque segmentada por las acciones de los tres héroes, la ciudad seguía erguida, con ese aura siempre formal, siempre grande, siempre noble.

... o al menos, eso era lo que Jazz recordaba. Tanto tiempo hacía desde que no pisaba aquellas calles. Pese a la cantidad de años pasados, sintió la nostalgia golpearle en cuanto entró en Elérea. Incluso recordaba los barrios bajos, por los que en alguna ocasión se escapó a ellos solo por curiosidad, camuflándose entre los aldeanos como uno más, y recibiendo acto seguido la reprimenda de su preocupada madre cuando inminentemente algún guardia le encontraba.

Como príncipe eleano, hijo del Emperador, Adrien había vivido casi toda su vida en la zona alta de la ciudad, fuese en el propio palacio, fuese en los alrededores, rodeado de nobles y de militares. Y con todo, a él siempre le atrajo la simplicidad de la gente de calle; quizá era algo que venía de la mano con la condición de príncipe, encerrado en una pequeña burbuja, siempre con la incesante curiosidad de salir de ella. En ese sentido, de hecho, tuvo suerte: ya de muy pequeño empezó a ser entrenado brevemente en el arte de la espada y el arco, y enseñado a montar en chocobo. Eran, al fin y al cabo, cualidades básicas que todo futuro heredero del trono debía dominar. Y en esos entrenamientos, en varias ocasiones, salía a los alrededores de la capital, o patrullaba junto a sus escoltas por Elérea. Y siempre se encontró maravillado, como si, para él, aquello fuese todo su mundo, y siempre tuviese rincones para explorar.

Quizá era todo cuestión de la edad. Deseos y expectativas de un niño criado entre algodones. Ilusiones que... se esfumaron tan pronto como apareció la morfomancia. Tan pronto como, sin saber por qué, fue llevado en un barco, muy lejos, donde supuestamente "otras personas le cuidarían". No le dieron más explicaciones, no entendió nada... solo supo que, aparentemente, era un "monstruo". Y creyó que por eso no le querían como príncipe.

Zael le contó luego otra historia, pero... tantos años pasaron, que la cicatriz ya estaba hecha. Y ahora, justo ahora, cuando después de tantos años empezaba a hilar los fragmentos rotos de su pasado, tocó regresar a Elérea.

Y pese a que era la misma, casi no la reconocía. Nada había cambiado, y todo era diferente. La atmósfera, los rostros de la gente, el silencio de las calles. Esas... armaduras blancas pululando por allí. Habían oído lo que sucedió, sí; cómo los "Caballeros Blancos", ejército de los ángeles, tomó por sorpresa la ciudad aprovechando las estratagemas de Aura en su favor. Ahí fue cuando Zael huyó, y ahí fue cuando lo encontró en Garladia, en Ragnarok. Él, como hizo con Adrien en su momento, se refugió en la ayuda de la Soberana cuando no tuvo otra alternativa. Le debía favores, supuestamente... y ante la presión que los ángeles ejercieron, Zael decidió que era hora de trabajar juntos, como medida desesperada. De "devolverle el favor" a Umbra.

¿Qué favor? ¿Qué hizo ella? ¿Qué hicieron en Ragnarok? Lo dejaron abandonado, y todo cuando permitieron las autoridades de la ciudad fue su entrada allí y asegurarle que un guardia no le rajase el cuello. Por lo demás, vivió a su suerte, tan metido en una burbuja como estaba en Elérea, pero pasando de ser el centro de atención de toda la nación a ser... invisible. Así que se hizo invisible.

Y ahora, como un jodido cuento que terminaba donde empezó, estaba de vuelta en Elérea.

Los pasos del grupo los llevaron a adentrarse, con cuidado y sin llamar demasiado la atención de los Blancos, hasta la zona residencial, desde la que el Palacio se podía apreciar. Las banderas eleanas no ondeaban, sin embargo; habían sido bajadas, y ahora solo se mecían brevemente con el viento, como una hoja marchita que colgaba a duras penas de la rama del árbol. Antes, Elérea... fue su hogar. Y por un tiempo lo añoró enormemente. Pese a que creyese tenerlo totalmente superado, pese a los años... era innegable que volver allí y ver la ciudad en ese estado fue un claro golpe de realidad. Era casi como saber que un amigo de la infancia al que no volviste a ver jamás había muerto: quizá lo creías olvidado, quizá no era parte de tu vida, pero... avivaba los recuerdos.

Conforme se acercaban al palacio, observaron cómo el número de caballeros blancos se incrementaba exponencialmente. Los alrededores del Palacio estaban especialmente protegidos, sin duda. Y Jazz no pudo evitar recordar las palabras de Aura. Les dijo que Alyssa, su madre, estaba viva... y que era una Comandante de esos Caballeros Blancos. Aunque no estaba claro que dijese la verdad, en caso de serlo... ¿estaría ella allí? ¿Sería uno de ellos? ¿Qué la llevaría a... aliarse con el enemigo? ¿Quizá la estaba utilizando? Pese a la posibilidad de que mintiese, esos pensamientos no podían sino entremezclarse en su cabeza. Quizá estaba allí, liderando a aquellos tipos. Quizá estaba mucho más cerca de lo que imaginaban.

Dentro de aquel palacio estaba su casa. Su dormitorio, sus cosas... nunca pudo llevarse todos los recuerdos que atesoraba desde su infancia. Nunca tuvo la ocasión de despedirse de verdad de aquel lugar que le vio crecer. ¿Estaría todo... como antes?

Su madre, su hogar, los Caballeros Blancos... todo se concentraba en aquel sitio.

Y quizá era estúpido, probablemente era un suicidio, y seguramente la idea era la más absurda que había tenido en mucho tiempo, pero... quizá, solo quizá... sería capaz de entrar, una última vez. Para despejar todas las dudas que tenía.

Si es que no moría en el intento.


Evento "Una vez fue un hogar"
Duración: Corta
Nivel recomendado: 55

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Para iniciar el capítulo especial, Jazz debe indicar que intenta infiltrarse en el palacio. Lo hará, sin embargo, solo, así que desde ese punto en adelante, se separará del grupo y se desarrollará su mecánica especial de infiltración.

Por otra parte, sus acompañantes pueden colaborar en la misión aunque no vayan con Jazz, si lo desean; para ello, tienen que rolear que encuentran (el cómo lo hagáis ya no sé, podéis decir que Kein o Erin lo dijeron, que ellos sabían del sitio (?)) el pasadizo secreto que conecta con el palacio y que intentan ir por allí. La zona será una mini-mazmorra donde los enemigos serán distintos a los encontrados hasta ahora. Superada esa zona, os podréis unir a Jazz para el desenlace de su evento. Los posibles encuentros que Jazz tenga que afrontar, en todo caso, estarán escalados en función de si termina haciéndolos por sí solo o con ayuda.

Como sugerencia para rolearlo todo, Jazz siempre puede decir que se fue por su cuenta y se separó del grupo sin previo aviso, y el resto, para poder ir tras él, buscaron la manera de entrar al Palacio antes de que se lo carguen.

 

Evan

Me había tirado a la posada después fundir mis martillos para hacer uno nuevo. Aún me dolía el cuerpo después de haber sido embestido tantas veces por aquel maldito monstruo, así que la cama se sintió más cómoda que de costumbre. Así que fue aún más horrible cuando Roxy vino a levantarme, diciéndome no sé qué cosa de Jazz y tal. Qué se las arreglase él, yo no tenía nada que ver con lo que fuese que estuviese pasando.

Tuvieron que arrastrarme prácticamente de la capucha, mientras aún me encontraba en un estado de medio sueño y alucinación onírica. Y cada vez me encontraba más molesto también.

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MrJake wa a usar la posada también, para que me descuentes los guiles