Eclipse de amor

Re: Eclipse de amor

Hola chicas:

En verdad no tengo palabras para agradecerles todo el apoyo durante este tiempo tan dificil que estuve viviendo... aun ahora sigo con algunos problemillas pero pues POR FIN pude recuperar este capitulo y es que como bien lo dijo Betty un jodido virus de (&%$··$) se comio mi disco duro y pues fue una catastrofe...

Me dejo de cosas y les dejo el siguiente capitulo...

Les prometo con el corazon en la mano que el proximo tardara menos... seguire escribiendo chicas eso o prometo.

Capitulo 18​

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“Un ángel que cayo del cielo”​

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Llevaba varios días intentando sacarle algo a su amigo pero no lo conseguía. Aun no se explicaba totalmente que era lo que había pasado o quien demonios era aquel sujeto.

Touya recordaba a la perfección lo que había pasado ese día...

El intenso brillo y la transformación de su amigo lo había dejado consternado...

Pero... ¿porque Yukito no decía palabra alguna? Era como si el ignorase lo que había ocurrido...

*Flash Back*

- ¿Quien eres? ¿Donde esta Yukito?

El celestial ser que estaba ahora en el lugar en donde segundos antes estuviera su amigo solo esbozo una dura sonrisa.

- Si me he mostrado ante ti, es porque necesito de tu ayuda. -

- ¿De mi ayuda? -

- Así es... -

- No me has contestado... ¿Quien eres? - repitió.

- Eso no es lo más importante ahora. Ya lo sabrás a su debido tiempo. Mi nombre es Yue, espero que eso te diga algo y te haga confiar aunque sea un poco en mí. -

- Pues no. No confió en ti. No se quien eres, ni que pretendes. - contesto Touya con tono sereno aunque cauteloso.

El individuo llamado Yue sonrió con resignación.

- Ya sabía yo que no seria fácil de convencerte Touya Kinomoto. Espero que te baste saber que es la segunda vez que me apodero del cuerpo de mi descendiente. La primera vez fue la noche en que murió el mago Clow. No soy tu enemigo, hago esto para detener un mal mayor. Tempestades se acercan y debemos estar preparados. -

- ¿Tempestades? ¿A que te refieres? -

- El mal resurgirá pronto, más grande y más furioso que nunca. Y si queremos evitar una catástrofe, tenemos que estar listos, o los que sufrirán las consecuencias serán los mas inocentes, los seres mas queridos por nosotros debo añadir. -

Touya abrió mucho los ojos en señal de sorpresa. Pensó de inmediato en Sakura, en su padre y también en su amigo, que por más que ese misterioso y extraño ser se hubiera a apoderado de su cuerpo, sabia que lo tenía enfrente.

Definitivamente no lo permitiría, si estaba en sus manos evitarlo, haría lo que fuera necesario...

- ¿Que es lo que quieres que haga? - pregunto por fin.

Yue sonrió con satisfacción

*Fin del Flash Back*

- ¿Que pasa Touya? - se oyó la voz amable de Yukito.

- Nada, o por lo menos eso espero. - contesto Touya con gravedad.

Yukito pareció extrañarse. Touya exhalo un largo suspiro y miro al cielo como esperando una respuesta.

Definitivamente su amigo no estaba enterado de que "alguien" vivía dentro de su ser.

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Cabalgaban a gran velocidad, pareciera que venían huyendo de algo o siendo perseguidos por alguien.

Para Eriol así era, pero mas que ser perseguidos, ellos eran los que trataban de alcanzar algo o a alguien.

Shaoran no se explicaba la actitud de su amigo. Desde que habían salido de la casa de sus padres había estado muy serio. Sabía que tal vez se debía al agotamiento sentimental que había tenido por la reciente muerte de su madre. Pero lo conocía demasiado bien como para saber que no era lo único.

Se debatía en el una lucha entre la preocupación por su "hermano" y la emoción que embargaba su ser.

Shaoran luchaba por todos los medios de serenarse y de controlar la estupida sonrisa que aparecía en su rostro cada vez que pensaba en Sakura y en que por fin después de tantos años volvería a verla.

Sin embargo mientras pensaba en su amiga una idea asalto su corazón y se aterro...

¿Y si ella no lo reconocía?

¿Y si ella se decepcionaba al verlo?

¿Y si el no era lo que ella esperaba o recordaba?

Súbitamente el corazón ya acelerado, golpeo con dolorosa fuerza en su pecho

- "¡¡¡NO!!! Eso no pasara." -se dijo con firmeza.

Eriol a pesar de lo preocupado que estaba por saber cuan lejos habian llegado su padre y su hermano en sus planes, no pudo evitar la preocupación en el semblante y en la actitud de su "hermano".

- ¿Que pasa Shaoran? -

- Nada. -

- De nada te sirve mentir conmigo Shaoran. Te conozco lo suficiente como para saber cuando lo haces, además, nunca se te ha dado muy bien. -

Shaoran sonrió.

- Es que... Estoy preocupado... -

Eriol bajo la velocidad a la que cabalgaba y Shaoran imitándolo se coloco a su lado.

- ¿Porque? - pregunto el ojiazul.

- Es que... Bueno... Han pasado muchos años y no se si... - se interrumpió.

- Tranquilo hermano, ella te reconocerá. Estoy seguro que ella espera tanto como tu este reencuentro. -

- ¿Como...? -

- Puedo presumir que te conozco mejor que nadie Shaoran.- lo interrumpió Eriol con una sonrisa - Y te repito que puedes estar tranquilo. Todo va a salir bien. -

- Gracias Eriol. -

- Oye Shaoran...

- Dime. -

- ¿Crees que el rey Fujitaka casaría a Sakura o dejaría que se casara a esta edad?

Shaoran se ruborizo por completo.

- Yo... Este... No, no tengo idea... yo... - balbuceo - ¿Porque lo preguntas?

- Por nada en especial... Solo tenía curiosidad. Es verdad, se me olvidaba, con el que vas a tener problemas no es con el rey, si no con tu cuñado ¿o me equivoco? -

- Con mi... ¡¡¡Eriol!!! -

Pero este ya había reanudado el galope riendo a carcajadas.

- "Por lo menos se que Soujiro tendrá problemas para conquistar a Sakura. Esta Touya para encargarse de eso, el rey Fujitaka y ahora también nosotros vamos en camino. No es tarde, yo se que no." -

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- Hace una estupenda tarde Princesa Sakura ¿porque no vamos a cabalgar? -

- Le agradezco mucho la invitación pero ahora mismo tengo mucho que hacer. -

- Vamos, no puede pasarse toda la vida en deberes. En algún momento tiene que distraerse. - intento Soujiro una vez mas con toda la delicadeza que podía aunque la furia comenzaba a apoderarse de el.

Sakura ya no sabia como librarse de ese sujeto, comenzaba de verdad a parecerle fastidioso.

- En serio le agradezco la invitación pero no. Muchas gracias. -

- Vamos, le aseguro que... -

- ¿Acaso no escuchaste a mi hermana? - Tercio una profunda voz masculina - No puede salir con usted. Por cierto Sakura vamonos ya, en el castillo te esperan... -

- Si hermano ya voy. Con permiso joven Hiragisawa - Y se encamino hacia el castillo, dirigiéndole a su hermano una de sus mejores sonrisas.

Touya miro a Soujiro con una mezcla de rabia y satisfacción.

- Con permiso buenas tardes. - Se despidió irónico Touya.

Y lo dejo ahí plantado con una rabia tremenda. Soujiro pensaba que ya llegaría el momento de cobrarle a Touya Kinomoto, por muy heredero al trono que fuera, todas y cada una de sus groserías.

Y Sakura...

Esa mujer en definitiva lo volvía loco, no solo por los desplantes. Era singularmente hermosa y si tenía que jugar sucio para conseguirla lo haría. Ya se estaba cansando de jugar al amable y lindo pretendiente. Pero tenia que aguantar más... En cuanto hubiera una mínima oportunidad la aprovecharía y le sacaría toda la ventaja posible.

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Sakura entro a su habitación y se dejo caer con pesadez en la cama. Se tapo los ojos con el dorso de la mano y exhalo un suspiro.

"¿Hasta cuando se cansara este sujeto? Si no fuera porque mi padre tiene negocios importantes con el señor Hiragisawa, ya le hubiera dicho que sus visitas no son gratas"

Destapo sus ojos y mirando al techo suspiro otra vez.

"Shaoran, cuando volverás..."

Tocaron suavemente a la puerta.

- ¿Sakura? - se oyó preguntar una dulce voz. - Soy yo Tomoyo...

No hacia falta que lo dijera, Sakura había reconocido a su amiga desde el instante en que toco la puerta. Se levando casi de un salto y corrió a abrir la puerta que había asegurado...

- Pasa Tomoyo. -

- ¿Puedo preguntar por que corriste el cerrojo? - pregunto Tomoyo con cara de extrañada

- Es que... - otro suspiro. - No quiero que me vengan a molestar para que "Baje a atender al señorito". - haciendo un enfasis en las ultimas palabras y con una nota de ironia en la voz.

Tomoyo rio... nunca había visto a su amiga comportarse de esa forma co nadie. Era mas normal que se hiciera rapidamente amiga de las personas ya que era bastante alegre y sociable.

- ¿De que te ries Tomoyo? -

- Es que nunca creí que podría verte haciendo berrinches y menos porque te cayo mal alguien... o debo decir "El señorito" - termino Tomoyo imitando el tono empleado por su amiga momentos antes.

Ambas soltaron una sonora carcajada y el ambiente se relajo más aun.

- ¿Porque no vamos a cabalgar Sakura? Hace mucho que no vamos al lago, además, desde que llego "El señorito HIragisawa" no haz hecho mas que esconderte, te la has pasado encerrada y yo se cuanto te gusta salir -

- Tienes razón Tomoyo, vamos a cabalgar. Es mas si nos vamos ahora mismo evitaremos que se nos haga de noche en el camino.

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- Según yo ya no nos falta mucho para llegar. -

- Eso dijiste hace como tres horas Shaoran. -

- Es que, bueno yo...- Balbuceo nervioso

- A mi se me hace que ya nos perdimos. - No había enfado en la voz de Eriol, estaba más bien divertido. Dividido entre la prisa por llegar al castillo Kinomoto y la gracia que le causaba ver la desesperación de Shaoran.

- No puedes culparme Eriol, fueron diez años... DIEZ AÑOS... es normal que no me acuerde con exactitud del camino. -

- Si hermano, lo que digas... - contesto Eriol aun divertido. - Oye... ¿Que?... ¿Que es eso de allá? – dijo de pronto cambiando por completo la expresión de su cara.

Shaoran volteo de inmediato hacia donde señalaba su amigo y la cara se le ilumino.

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- La tarde esta fresca y se ve en verdad muy hermosa, que bueno que salimos Tomoyo. -

- Si opino igual Sakura… es comprensible que te parezca bella, después de todo llevabas días encerrada fingiéndote ocupada. -

- Ay Tomoyo, en serio, como quisiera que el joven Hiragisawa ya se fuera a su hogar y que me dejara en paz. – decía Sakura con un gesto puramente infantil pero con la voz cargada de fastidio. -

- Porque no hablas con tu padre Sakura, tal vez el pueda hacer algo al respecto. -

- No se si sea buena idea, después de todo he escuchado que los negocios que están haciendo el y el conde Hiragisawa serán bastante beneficiosos no solo para la familia si no también para todo el reino. No quiero que por mis “problemas” mucha gente se vea afectada. -

- Bueno, por esa parte tienes razón… -

Un sonido extraño la interrumpió de golpe.

Ambas se voltearon a ver al mismo tiempo con cara de desconcierto.

Y sin previo aviso un pequeño animal parecido a un zorro salio de unos matorrales cercanos…

Se veía que a penas era un cachorro y estaba dejando en el pasto un rastro de… ¿sangre?

Sakura bajo del caballo y quiso acercarse pero el pequeño zorrito se alejo corriendo la mas rápido que su herida le permitía. La joven salio corriendo en pos de el.

- Sakura ¿Qué haces? – le grito

Mientras la aludida solo volteo sobre su hombro para responder entre la persecución.
- Pues alcanzarlo, necesita cuidados y no lo dejare así en el bosque… - y siguió en pos del zorrito.

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- ¿Escuchaste eso Shaoran? -

- Si. -

- ¿Crees que sea conveniente que vayamos? -

- No… no lo se. – contesto dubitativo. – algo me dice que… que es lo mejor. -

- Entonces no se diga más. – dijo Eriol reanudo nuevamente el galope.

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- Mejor bájate de ahí Sakura… - decía preocupada Tomoyo que veía como su amiga estaba trepada en lo alto de un árbol.

- Ya voy Tomoyo, ya casi lo alcanzo… - decía mientras se estiraba para alcanzar al zorro que en su desesperación se había subido a lo alto de un árbol.

- Vas a caerte. – insistió.

El zorro salto al árbol que tenia mas cercano y siguió con su carrera.

- Ve por el Tomoyo. – grito entusiasmada y a la vez preocupada Sakura.

Tomoyo enseguida salio en pos del animal y se perdió rápidamente de vista.

Sakura quiso bajar lo más rápido que pudo del árbol para ayudar a su amiga en la captura del animalito.

Sucedió e solo unos segundos.

El vestido que llevaba no ayudaba en lo absoluto, las prisas por bajarse del árbol y los extraños caminos del destino hicieron que su pie se enganchara con el vestido y con el mismo árbol haciéndola perder el equilibrio. Iba a caer era seguro.

Podía ver que la distancia entre ella y el duro suelo se hacia mas corta.

Cerró los ojos y se preparo para recibir el inevitable impacto…

Pero…

No sucedió como ella lo esperaba…

Cayó si… cayó.

Pero…

Levanto la vista y la mirada verde se encontró con una mata de cabellos castaños…

Era un joven, producto del golpe se sobaba la frente con una mano ocultando parcialmente su rostro.

El corazón de Sakura se acelero

“¿Pero… porque? ¿Que es esto?”

El joven levanto la vista dejando por fin al descubierto su rostro por completo… y en cuanto se encontró con la dulce mirada de la responsable de que ahora el estuviera en el suelo... miles de emociones se adueñaron de su mente y corazón…

-¿Sa… Sakura? -




jaja espero que no me maten por como lo deje xD...
proximo capitulo... proximamente n.n

Ciao ~

 

Re: Eclipse de amor

Hola chicos ^^

Bueno mil gracias por seguir tan al pendientes de la historia y de mi ^^


AMOOOOOOOOOOOOR bienvenido a este lugar ^^ y gracias, gracias por todo :besito:

No puedo dejar de disculparme por la larga espera a la que los someto pero la mayoria de ustedes sabe que ando bastante ocupadilla xD

Bueno chicas y chicos, no quiero hacerme mucho la de esperar asi que les dejo el proximo capitulo esperando una vez mas que sea de su agrado ^^

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Capitulo 19​

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“Inevitables encuentros que alegran al corazón”​

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Trataban de escuchar hacia donde se habían ido las voces. Pero parecía que el bosque se las había tragado

“¿Acaso las habían imaginado?”

- Parece como si… -

- ¿Y si nos separamos? – sugirió Eriol

- Tal vez sea lo mejor. -

Ambos jóvenes bajaron de sus caballos y los ataron a un árbol con las ramas bajas.

- Nos encontraremos de nuevo aquí. -

- Bien. -

Y ambos tomaron caminos distintos.

Ninguno de los dos sabía bien que era lo que seguían o a quien buscaban, pero en el corazón de ambos una pequeña llama se encendió. Una tenue voz que les susurraba que eso era lo correcto.

Habían aprendido muy bien durante los diez años de entrenamiento con la profesora Mizuki, que las corazonadas, a pesar de que carezcan a veces de fundamento, pueden cambiar el curso de la vida, de las cosas que más nos atañen.

- Ve por el Tomoyo. –

Se escucho en el bosque.

- “¿Tomoyo?”

¿Había escuchado bien?

Shaoran acelero el paso.

Lo siguiente que paso no supo explicarlo con claridad. Pero al instante siguiente estaba en el suelo con “alguien” encima. Sin duda había caído del árbol cercano. La cabeza le dolía y no pudo evitar sobarse en un vano intento de mitigar el dolor.

Levanto la mirada para encontrarse con el responsable de estar en esa situación.

¡¡¡NADA!!!

Absolutamente nada lo había preparado para lo que sus ojos iban a mirar.

Diez años…

Diez años de extrañarla, diez años de añorarla, diez años de pensar en ella, diez años…

Diez años y ahí estaba…

Diversas emociones se agolparon en su pecho. No podía creerlo.

- ¿Sa… Sakura? -

*******************************************************************

Su condición física era buena, y a pesar de eso el pequeño zorrito que estaba herido la había adelantado mucho.

Ignorando lo que había pasado en el lugar en donde dejo a su amiga, Tomoyo siguió corriendo.

Ya no lograba escuchar las pisadas del zorrito, así que detuvo la persecución.

Seguramente el animalito ya se había escabullido en algún lugar y ella no lo encontraría.

Camino unos pasos más.

- Tranquilo amigo todo estará bien. – oyó que decía una voz cargada de calidez.

Tomoyo se acerco más. Solo había avanzado unos pocos pasos más cuando su visión le permitió observar a un muchacho. Estaba de espaldas al parecía traer algo en brazos.

Era alto, muy alto y se veía que era hábil y fuerte. Traía ropa extraña, tal vez fuera extranjero. El cabello azulado caía pulcramente por toda su cabeza.

Sin previo aviso el muchacho volteo para encontrarse de frente con Tomoyo.

Fue como si los hubiera atravesado un rayo… Ambos se quedaron sin habla.

Lo que traía el joven en los brazos era el zorrito. Tomoyo en cuanto salio de su impresión solo atino a señalar al animalito y a balbucear incoherentes palabras.

- ¿Es tuyo? – pregunto el muchacho

- Si, digo no. Pero es que… bueno mi amiga y yo estábamos persiguiéndolo porque esta herido y queríamos cuidarlo y curarlo. -

El joven sonrió. La muchacha era muy bonita, y lo que sus ojos expresaban no sabía bien definirlo pero supo de inmediato que era algo único y hermoso.

- ¿Tu…? Perdón digo… ¿Usted lo atrapo? - continuo Tomoyo

- Si. – contesto todavía sonriendo.

Tomoyo se sintió un poco intimidada sin saber porque

-Pero no me hables de “usted” me haces sentir… viejo. – Continuo. – Mejor llámame Eriol. – y le extendió una mano en señal de saludo.

Tomoyo sonrió todavía un poco nerviosa y tendió su mano.

En cuanto esta entro en contacto con la de Eriol, ambos sintieron como una descarga eléctrica que los dejo sin respiración. Sin embargo Eriol reunió todo su aplomo e inclinando la cabeza ligeramente beso la mano de la muchacha…

No debió hacerlo…

No debió hacerlo porque en el instante en el que sus labios tocaron la delicada mano sus sentidos se dispararon y comenzó a sentirse extraño… mas extraño.

La soltó con suavidad y dejo el zorro en los brazos de Tomoyo,

- Gracias. – dijo ella con timidez. - ¿Hay alguna forma en que pueda agradecerle su amabilidad? -

- En realidad si. -

- Dígame. -

- ¿Podrías decirme tu nombre? – pregunto sonriendo el joven. – Ese seria el mejor agradecimiento del mundo.

Tomoyo se sonrojo profundamente.

¿Qué era lo que le pasaba con ese muchacho llamado Eriol?

- Mi… mi nombre… - Tartamudeo. – Mi nombre es Tomoyo. Tomoyo Daidouji. -

Algo se movió en la mente de Eriol al escuchar ese nombre…

Tomoyo Daidouji…

“Pero si ella es…”

- ¿To- Tomoyo… Daidouji? – pregunto. -

- Si. - Contesto con simplicidad comenzando a extrañarse por la actitud del muchacho.

- ¿Tú… tú… Tú eres amiga de la princesa Sakura…? -

- Si, pero… ¿Cómo lo sabe? ¿Nos conocemos acaso? -

- Bueno, no. No en persona pero me han hablado mucho de ti. -

- ¿De mi? ¿Quién? -

Eriol amplio más aún su sonrisa, pensando en lo corto que se había quedado su amigo al describir a tan singular ser.

- ¿Te suena conocido el nombre de Shaoran? ¿Li Shaoran? -

Tomoyo abrió mucho los ojos presa de la sorpresa.

- ¿Shaoran?... ¿Conoce a Shaoran? – pregunto atónita, dividida entre la sorpresa y la inmensa alegría.

- Mucho. -

- ¿El?.. ¿Dónde?... ¿de donde lo conoce? -

- Entrene junto con el. Durante diez años. Y ahora, ambos vinimos a este lugar. -

- ¿Shaoran esta aquí? Dios… cuando Sakura se entere. – decía emocionada mientras que el zorrito lanzaba un largo bostezo y se acurrucaba en sus brazos. – Tengo que ir a decirle.

Y se encamino dispuesta a regresar sobre sus pasos. De pronto se detuvo.

- ¿Viene? – pregunto feliz.

- Claro. Ya pensaba que ibas a dejarme aquí a la deriva. -

Tomoyo rio por la ocurrencia del muchacho.

Shaoran… por fin después de diez años había regresado.

*******************************************************************

Ninguno de los dos sabía que hacer, ni que decir.

Diez años habían estado alejados, extrañándose y anhelando decirse miles de cosas y ahora que estaban juntos se habían quedado mudos.

- Sakura.

- ¿Shaoran?

- No... no puedo creerlo... ¿Que?... – estaba con los nervios crispados y el corazón latiéndole con violencia. - ¿Qué paso? ¿Qué haces aquí? -

Sakura sonrió, Shaoran quedo sin aliento.

- ¿Eso es lo que me dices después de diez años? – pregunto ella todavía sonriendo.

- Emh, este… yo… bueno… -

Justo en ese momento fue cuando Sakura se dio cuenta de la posición en la que estaban y muy avergonzada se bajo de encima de un sonrojado Shaoran que al parecer también acababa de percatarse de ello.

- Lo lamento. – dijo ella que aun sonreia sonrojada.

- “Yo no, yo no lo lamento” – se descubrió pensando Shaoran. – “Pero en que demonios estoy pensando”

- ¿Pasa algo malo? -

Se había dado cuenta de la incomodidad del joven.

- Sakura, yo… nunca me imagine… que tu… que te encontraría aquí, y de esta manera. - soltó. - ¿Qué hacías allá arriba?

- Es una larga historia. - contesto ella una alegría indescriptible.

Sin previo aviso se lanzo a los brazos del muchacho y lo estrecho con fuerza.

- ¡¡¡Regresaste Shaoran, regresaste!!! -

Sin poder hacer algo por evitarlo, un par de lágrimas escaparon de sus ojos verdes.

El muchacho que había correspondido sin dudar al abrazo, se sobresalto un poco al sentir la humedad en su cuello. La separo un poco de el para verla a la cara.
No pudo evitar sentirse preocupado al ver las finas gotas cristalinas que corrían por aquel rostro amado.

- No llores Sakura. – le dijo mientras enjugaba las lagrimas con ternura.

- Lo siento, no puedo evitarlo, pero no te preocupes Shaoran que no son lágrimas de tristeza. - le dijo ella que sonreía aun llorosa. -

Volvió a abrazarlo.

Ambos se perdieron el los brazos del otro. ¿Cuánto tiempo pasaron así? No sabían responderlo. Podían haber sido solo unos instantes o tal vez siglos, pero eso no les importo, no lo sabían, no sentían nada más.

Y hubieran seguido así, hasta que un insistente carraspeo los saco de esa magia y ensoñación que los envolvía.

Ambos voltearon a ver a quien hacia ese sonido y se separaron de golpe al ver que Eriol y Tomoyo los miraban con una gran sonrisa en el rostro.

Shaoran se puso de inmediato de pie y ayudo a Sakura a levantarse.

- Señorita Tomoyo. -

- Hola joven Shaoran. – saludo con una sonrisa enorme. – Me da mucho gusto que haya regresado con nosotros.-

- Si, también estoy contento de regresar… de regresar a casa. -

- Si creo que eso se nota. – comento como muy a la ligera, sin embargo provocando el sonrojo de dos de los presentes.

- ¡Ejem! ¡Ejem! -

- ¡Ah si! Veo que ya conoció a Eriol. -

- Si. -

- ¿Eriol? – pregunto Sakura tímida, por fin hablaba después de tanto.

- Pero hagamos esto un tanto más formal. – sentencio de pronto el ojiazul.

Sakura y Tomoyo sonrieron.

- Eriol Hiragisawa. A sus pies. -

- ¿Hi...? ¿Hiragisawa? – preguntaron consternadas las chicas al unísono.

Solo esto le basto a Eriol para saber que su apellido era muy bien conocido en este lugar. Shaoran estaba extrañado.

- Si. Hiragisawa. -

- Pero… -

- Porque no vamos al palacio Sakura. – la interrumpió Tomoyo. – De seguro que el joven Shaoran y el joven Eriol han hecho un largo viaje y quieren descansar. Además estoy segura que hay gente que se alegrara mucho de verlos. -

La mirada de Eriol se ensombreció.

¿Acaso eso significaba que su padre seguía en aquel lugar?

¿Tendría que topárselo después de todo?

Suspiro resignado mientras que todos se encaminaban al castillo.




Ahora si ahi lo tienen, espero que les guste y prometo apurarme lo mas que mis obligaciones me permitan con el proximo capitulo.

Saludines...