Microrrelato Dulce vestido

Hola eh aquí un pequeño drabble que se me ocurrió en un rato de inspiración y después de ver una película del tema jeje.

Dulce Vestido​

Aquella mañana desperté algo soñolienta, me sentía tan feliz aquel maravilloso día, después de todo era el día de mi boda; la historia de un bello romance que después de peleas, detalles, besos y abrazos se convirtió en una hermosa confesión, “¿Quieres ser mi esposa?” aquella frase que todas las mujeres siempre anhelamos al estar enamoradas y que me declaraste en aquella maravillosa noche a la luz de la luna, y así era como yo me encontraba, enamorada, llena de ilusiones y anhelos y todos a tu lado.
Todo estaba listo para aquel memorable día, desde las bellas flores adornando la iglesia y el jardín hasta lo más importante, mi vestido de novia, me miré en el espejo, ahí estaba vestida con aquel dulce vestido que me encanto desde que lo vi en aquel aparador, mi cabello recogido con algunas pequeñas flores en él y con un maquillaje ligero y los labios de carmín me encontraba lista.

No podía negar que me encontraba nerviosa, como toda mujer que se casa miles de mariposas revoloteaban en mi vientre, mis manos sudaban bajo los blancos guantes que llevaba puestos, realmente jamás había estado así antes, no que yo recuerde al menos, sentía incluso la necesidad de tomar una copa de licor al menos para mantenerme tranquila, per cesé no podía dejarme llevar por los nervios, tenía que mantenerme tranquila y serena; “Gloria, ya es hora debemos irnos a la iglesia” me dijo de repente mi hermana haciéndome dar un pequeño brinco de espanto y con un gesto de aprobación salí de mi habitación de soltera para dirigirnos hacia la iglesia.

Al llegar la marcha nupcial hizo su tradicional aparición, y con aquella melodía me adentré a la iglesia del brazo de mi padre quién me susurraba que todo estaría bien, miré hacia el fondo de la iglesia donde pude divisarte, te veías tan apuesto con aquel traje, siempre te vestías de pantalones de tela ligera y camisas a cuadros sin embargo ahora te veías aún más apuesto de lo que ya eras, con esos bellos ojos azules me miraste con una sonrisa y yo con un sonrojo en mis mejillas llegue hasta ti, “te ves hermosa” me susurraste dulcemente, yo solo te miré sonriendo mientras tomábamos nuestras manos, ahora estaba segura, aquellos nervios previos desaparecieron en el instante en que tomaste mis manos y entonces supe que no debía temer más, y que estando a tu lado sería muy feliz.