Long-fic de Inuyasha - Dos perlas: Un corazón dividido

Re: Dos perlas: Un corazón dividido

x lo menos te avise :P....

 

Re: Dos perlas: Un corazón dividido

Dos perlas​

Cáp. 13​

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Aome corrió incansablemente hasta el lugar de la pelea, teniendo en mente que la decisión que había tomado podría no ser la correcta, pero que dada las circunstancias, parecía la más coherente. En su mente aun se formulaban algunas dudas, pero tales no se podrían resolver a menos que efectuara la decisión ya tomada.
Cuando llegó al lugar de la pelea, vio a Sesshomaru y a Inuyasha peleando arduamente. No podía hacer nada para detenerlos, y el solo hecho de verlos pelear, hacía que la perla palpitara fuertemente.

-Es verdad… las flechas-pensó Aome tomando el arco y flechas que llevaba en su espalda.- esto servirá.

Sesshomaru se abalanzó sobre Inuyasha con su espada y vicerversa, pero en ese momento, antes de que se tocasen Aome lanzó su flecha con la perla envuelta en su punta y ésta cayó en medio de ambos expulsando un fuerte resplandor que los encegueció por varios segundos. Una energía maligna salió de repente y se fue desvaneciendo, convirtiéndose en una energía pura. La perla había sido purificada al contacto de la mitad de la perla (Sesshomaru e Inuyasha) y al haber tomado una decisión, desapareciendo la tristeza que ocasionaba su oscurecimiento.
Cuando todo ese efecto que causó la flecha de Aome al purificar la perla había terminado, Sesshomaru e Inuyasha se encontraban tendidos en el suelo delante del otro. Sus miradas reflejaban resignación; no seguirían con esa pelea pues sabían que Aome había decidido finalmente. La susodicha miko corrió hacia el lugar donde se encontraban ambos.

-Sesshomaru, ¿te encuentras bien?-preguntó con mucha preocupación, mientras se acercaba al yokai.
-Aome-murmuró Sesshomaru.
-¿Qué sucedió? ¿Qué fue ese resplandor?-gritó Miroku a lo lejos, mientras se acercaba corriendo hacia ellos.
-Aome purificó la perla-dijo Inuyasha levantándose resignado después de ver a la miko en brazos de su hermano.

Inuyasha se fue de ese lugar junto con Miroku ya que sentía una fuerte presión en su pecho al saber que Aome había escogido a su hermano. Se retiró de ese lugar con la cabeza gacha dejando a la miko con el yokai.

-Ya sabes que harás-dijo Sesshomaru como si estuviera consiente de su decisión.
Aome solamente asintió.
-Eres una humana muy complicada-concluyó Sesshomaru levantándose.
-Sesshomaru yo…-le costaba mucho trabajo hablar- …debo decirle a Inuyasha.-concluyó.
-¿Por qué me lo dices?-dijo serio- adiós.-concluyó Sesshomaru.

Aome le costaba mucho trabajo el asimilar que por primera vez, Sesshomaru no le dijo su clásico “vete” y que en lugar de eso se despidió amablemente. Luego de analizarlo, Aome se levantó y se apresuró en seguir a Inuyasha para hablar acerca de su decisión. Cuando la miko desapareció de su vista, Sesshomaru se levantó dificultosamente y se fue de ese lugar sangrando.
Aome llegó hasta el pozo delante del cual, Inuyasha se encontraba parado y viendo hacia su interior. La mirada del hanyou reflejaba mucha tristeza y resentimiento, pero no podía reclamarle nada a la mujer que causó eso ya que él mismo se lo había causado con anterioridad al estar al lado de Kikyo. Aome se acercó lentamente a él pues sabía como se sentía y quería… no, debía decirle su decisión.

-Inuyasha yo…-decía con mucho nerviosismo mientras se le acercaba lentamente.
-¿Qué quieres? Ya se por quien te decidiste-dijo dándose la vuelta con el fleco que le tapaba el rostro y un tono un poco enfadado.
-¿A qué te refieres?-preguntó la miko, confundida.
-No finjas. Ya sé que decidiste quedarte al lado de Sesshomaru-dijo despectivamente alzando su rostro para verla.
-¿¡¿De qué estás hablando?!?-exclamó enojada- ¡Yo no pensaba quedarme con Sesshomaru!- gritó encolerizada.
-¿Ahh si? ¿Y por qué corriste a su lado?-le gritó el hanyou enojado.
-¡Inuyasha eres un tonto!-gritó Aome- ¿¡¿Cómo puedes ser tan insensible?!?
-¿De qué demonios hablas? Si tú fuiste la que se apartó de mí para correr a los brazos de Sesshomaru- dijo Inuyasha.
-¡ABAJO!-gritó haciendo que cayera contra el suelo- ¡ABAJO, ABAJO, ABAJO, ABAJO, ABAJO!-seguía gritando con enfado.

El monje Miroku, Shippo, Sango y Kirara observaban la situación desde detrás de unos arbustos y detrás de sus cabezas, se dibujaba la típica gotita de sudor animé.

-Hay cosas que nunca cambian-suspiró Shippo.
Sango y Miroku asintieron.

-¡Ya basta!-gritaba el hanyou, suplicante.
-¡Cómo pude pensar en escogerte a ti!-gritó enojada consigo misma y dándose la vuelta de brazos cruzados.
-¿Cómo?- pensó Inuyasha- Espera…Aome, ¿acaso tú me escogiste a mí?-preguntó el hanyou, levantándose del suelo.
-Así es-dijo Aome agachando la cabeza como con tristeza.
-Perdóname yo… no sabía…-dijo acercándose a ella lentamente.

Aome se dio la vuelta para ver fijamente a Inuyasha a los ojos. Su mirada reflejaba paz y cierta satisfacción por saber la decisión que había tomado. Ambos se miraron fijamente por varios segundos hasta que se acercaron lentamente uniendo sus labios en un cálido y dulce beso.
Miroku y Sango no despegaban sus miradas de ese momento y por la mente del monje pasaban muchas perversidades. El joven zorro, se volvió a sonrojar como lo hizo la primera vez que lo vio besarse, pero en ese momento Miroku le tapó los ojos con su mano.

-¡Miroku suéltame! ¡Déjame ver!-gritaba el zorrito.
-Esto no lo deben ver los niños-dijo Miroku poniendo cara perversa.
-Excelencia, ¿qué está insinuand?-dijo Sango viéndolo con recelo.
-Yo no insinúo las cosas al menos que hayan pruebas de ello-dijo poniendo su mano donde no debía, recibiendo así, una fuerte cachetada.
-Cómo no. –dijo Sango, enojada.

El monje Miroku decidió que era hora de que regresaran a la cabaña. Después de todo, quería que descansaran su mujer y bebé en camino. Cuando llegaron a la cabaña, la anciana Kaede ya había curado las heridas del joven Nanoshke pero éste aun no despertaba. Había perdido mucha sangre en esa pelea y los golpes que recibió al dejar caer la espada, tampoco le sirvieron de mucho.
El pequeño zorro, el monje y la exterminadora, se sentaron ya que querían hablar con la anciana Kaede.

-¿Sucede algo excelencia?-preguntó la anciana Kaede viéndolo de frente- ¿por qué me mira de esa manera?
-Anciana Kaede, ¿sabe ud. Acerca de esa decisión que la srta. Aome debía tomar?-preguntó seriamente el monje.
-¿Se refiere a la purificación de la perla?
-Así es. Ud nos dijo que la srta. Aome guiaba por medio de sus sentimientos y la perla, a dos seres amados. Pero…-se detuvo a pensar.
-¿Sucedió algo malo? ¿Acaso mis predicciones no fueron las correctas?-preguntó la anciana.
-No es eso. Lo que sucede es que en el lugar de pelea, la otra criatura que al parecer sentía la esencia maligna de la perla era Sesshomaru-dijo con un tono un poco de sorpresa al reflexionarlo.
-¿Cómo? ¿El hermano mayor de Inuyasha?-exclamó sorprendida, la anciana Kaede.
-Tiene razón. Y no solo eso, también Inuyasha pensó que Aome había escogido a su hermano-dijo Shippo- eso quiere decir que él era la otra criatura-agregó.
-Esto que me cuentan es realmente sorprendente-dijo la anciana Kaede- pero no imposible- murmuró.
-¿A qué se refiere?-preguntó Sango- ¿Qué acaso ya había pasado algo parecido antes?
-Verán. Si nuestras teorías eran las correctas, y la perla en verdad mostraba sus sentimientos, entonces eso quiere decir que…- dijo siendo interrumpida.
-Era una prueba.-concluyó Miroku.
-¿¡¿Qué?!?- exclamaron Shippo y Sango sin comprender nada.
-Exactamente. –dijo la anciana Kaede.
-Pero, ¿una prueba de qué tipo?-dijo Miroku sin estar muy seguro.
-Es posible que la perla haya notado la tristeza y confusión en el corazón de Aome-explicó la anciana- y talvez por esa razón la haya puesto a prueba para que se diera cuenta de sus verdaderos sentimientos hacia Inuyasha.
-¿Qué tiene que ver Sesshomaru con todo esto?-preguntó Shippo.
-No lo sé. Talvez simplemente haya sido un sujeto escogido a suerte o escogido por ser cercano de Inuyasha.-dijo la anciana.
-Pero si ese fuera el motivo, abría alguien más que sea un cercano de Inuyasha o de la srta. Aome.-dijo Miroku un poco confundido.
-Si ese fuera el caso, entonces debería haber alguien que haya servido como portal y que junto con la perla hayan decidido ayudarla para que supiera que decisión tomar.-dijo seriamente Kaede.
-¿Quién podría ser esa persona?-preguntó Sango- es decir, no hay nadie que haya podido ayudar a Aome con esto. Ella estaba inconciente antes de purificar la perla-agregó.
-Es verdad. Tendría que ser alguien que haya podido comunicarse con ella mediante su inconciencia- dijo Shippo sabiamente.
-Talvez alguien de un futuro no tan lejano-dijo Miroku.
-Tiene razón excelencia- aceptó Kaede- ¿pero quien?

En ese momento, Nanoshke comenzó a moverse un poco lo cual hizo que se emocionaran al saber que estaba a salvo.
Cuando llegó la noche, Aome les dijo que regresaría al siguiente día a su época pues esa había sido su decisión. Esa noche, después de haber comido todos se fueron a descansar menos el hanyou que salió a ver las estrellas para poder asimilar que no volvería a ver a su amada miko. Se encontraba un poco melancólico mientras pensaba en eso. Su mente le traía muchos recuerdos de todo lo que habían pasado, incluyendo los sucesos resientes. Aome se encontraba a su lado; esa noche la pasaron juntos……
Al siguiente día, Aome salió con la anciana Kaede para recolectar hiedras medicinales para curar a Nanoshke quien aun no despertaba. Nadie lo había notado pero durante la noche, el joven Nanoshke comenzó a recuperar un poco de energías.
Ya era de tarde, aproximadamente las 5:00pm y para esa hora ya había despertado el joven. Él y Aome estaban listos para irse, y por eso se encontraban frente al pozo despidiéndose de todos. Todos menos Inuyasha quien se había puesto muy melancólico la otra noche y por eso no fue a despedirse.

-Adiós Aome, te voy a extrañar mucho-decía Shippo entre sollozos.
-Gracias Shippo. Yo también los extrañaré a todos uds.-dijo Aome.
-Nosotros la extrañaremos srta. Aome. Y a ud también joven Nanoshke-dijo Miroku.
-Muchas gracias monje-respondió amablemente.

Ya se habían despedido de todos y estaban listos para irse. Aome y Nanoshke se apoyaron firmemente sobre la orilla del pozo y estaban decididos a marcharse en ese mismo momento hasta que llegó Inuyasha caminando hacia donde estaban ellos. Su mirada esa un poco triste pero no reflejaba el resentimiento que había sentido antes al saber que Aome se iría. Se acercó muy decidido y abrazó a Aome.

-Adiós-le murmuró tiernamente.
-Inuyasha…yo…te extrañaré mucho-dijo con tono triste evitando que se le salieran las lágrimas.

Aome se acercó al borde del pozo y se arrojó en éste para regresar a su época. El joven Nanoshke miró al interior de éste y estuvo a punto de marcharse, cuando la voz del hanyou lo interrumpió.

-Nanoshke…-dijo firmemente.
-¿Sí?-preguntó viéndolo de frente.
-Cuídala bien.-dijo Inuyasha.
-Sí. Adiós… papá-dichas esas palabras, un resplandor parecido al que expulsaba la perla, lo rodeó y desapareció delante de sus ojos.

Inuyasha todavía no podía creer lo que había escuchado. ¿Acaso era un sueño? No, todo eso lo había vivido él, ¿Nanoshke en verdad lo había llamado “papá”? esas preguntas lo confundían y llenaban de dudas. Sus ojos seguían tan abiertos como los de una lechuza; todavía no podía creer lo que había escuchado de la persona que creyó, sería su reencarnación pero que aparentemente, no lo era.

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Ya había anochecido. Sesshomaru iba caminando mientras era seguido por Jaken y Lin. Había podido sentir una presencia (la del resplandor que se llevó a Nanoshke) y se dio la vuelta para saber de quien era, pero ya había desaparecido. Su mirada se posó en el cielo y directamente mirando a la luna. Sus ojos miraban concentrado aquella hermosa noche pero su mente solo podía pensar en una cosa:

-Aome… a ella siempre le emocionaron las noches como ésta.

El Fin.​

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Epílogo:
La metáfora: ambas perlas que representaban los sentimientos de duda y tristeza de Aome y a Inuyasha y Sesshomaru. La perla supo que ella tenía problemas pues no sabía qué hacer cuando se fuera a despedir de Inuyasha como su madre se lo había dicho, y por esa razón le puso una prueba para que se diera cuenta de ello. La primera vez que fue, no lo comprendió y por eso cuando separó ambas mitades (ella misma y Sesshomaru) sin antes purificar la perla ni tomar una decisión, perdió almas pero no permitiría que muriera. Un Dr. La regresó a la vida, dándole así, una segunda oportunidad para que hiciera lo correcto pero no podría hacerlo ya que no recordaba nada y necesitaba a quien le mostrara sutilmente, el camino hacia el sengoku y le diera una razón para ello. Para eso, el joven Nanoshke apareció por llamado de la perla, para que le recordara a Inuyasha y la misma noche que se conocieron, le hiciera recordar a Sesshomaru al pasearla en su espalda, la noche que había una media luna. El fin de todo esto, fue que Aome pudiera estar en paz con sus sentimientos y tomara una decisión y purificara la perla, la cual era la mayor afectada por su confusión.
La noche antes del día que regresó a su época, el joven Nanoshke recobró un poco de energía ya que Aome pasó la noche con Inuyasha (ya se imaginarán). Él era esa persona de un futuro no muy lejano, la cual mencionó Miroku que sería quien estaba ayudándola.

Gracias a todos los que han estado leyendo mi fic :D​

Espero les haya gustado.​