Dos mundos, un solo amor

Capitulo # 12 “Te defenderé con mi vida”​

Inuyasha corre llevando a Kirara sobre sus hombros entre más se acercaban a la aldea más se escuchaban los gritos de los aldeanos, el peli plateado sólo pensaba en ayudar a esas personas que lo habían recibido tan cordialmente, además pensaba en Kagome ella ya había luchado muchas veces para salvarlo y quería por una vez salvarla a ella.

―Inuyasha ¿Cómo piensas detener a los chacales?―Preguntó la pequeña niña gato.

―Aún no lo sé, pero ya se me ocurrirá algo―Respondió el joven peli plateado con mucha determinación.

―Escuché que eres fuerte seguro que salvaras a los humanos―Al parecer a la pequeña le agradaba el joven ambarino, eso reconforto un poco al joven.

―Gracias Kirara pero…sólo espero no decepcionar esta vez―Exclamó Inuyasha aumentando su velocidad para llegar pronto a la aldea, el fuego había devorado la mayor parte de las casa y las personas corrían por todos lados, eso era lo único que el joven alcanzaba a observar.

Cuando llegaron a la aldea los chacales seguían destruyendo todo a su paso, la anciana Kaede había logrado reunir a todos los aldeanos y ella junto a los hombres jóvenes trataban de defender a los niños y a las mujeres, esa escena de muerte y destrucción puso verdaderamente enfurecido al joven de ojos ámbar.

―Kirara escóndete aquí y no salgas ¿me entiendes?―Eso le indico Inuyasha a la pequeña niña de dos colas, y la introdujo en el hueco de un árbol para asegurar que estuviera a salvo.

―Sí, entiendo.―Afirmo Kirara mientras cubría su cuerpo con hojas.
Cuando los chacales se dieron cuenta de la presencia del joven ambarino todos comenzaron a rodearlo, uno a uno lo empezaron a atacar
y con lanzas y espadas querían herirle, el astuto joven golpeaba a los que podía y también esquivaba con éxito las muy peligrosas armas que utilizaban los terribles monstruos.

Pero cada vez eran más los chacales que atacaban al joven del futuro y se le hacía más difícil defenderse sin ayuda, pero en su mente sólo pensaba en Kagome y en el hecho de que ya no quería ser más una carga para la hanyou.

― ¡Malditos! no dejare que lastimen a nadie más―Gritó el joven cuando un resplandor apareció y en su mano de pronto vio a su bastón de monje, fue una verdadera sorpresa pues la habilidad de aparecer el bastón la poseía el monje Kuzo.

El ver cómo llegó el bastón a las manos de Inuyasha, le demostró a la anciana Kaede que Inuyasha ya estaba listo para dejar salir sus poderes de monje sin embargo su corazón mostraba confusión y hasta que esa confusión se disipara el arma no mostraría su verdadera forma.

― ¡Inuyasha trata de hacer que el bastón se convierta en lanza!―Gritó la anciana pues el bastón convertido en su forma poderosa era la única cosa capaz de ayudar Inuyasha, sin embargo el joven aún no sabía cómo hacer que el bastón cambiara de forma, ya que esta cambiaba de forma cuando quería.

Mientras Inuyasha combatía Kagome se dirigía velozmente hacia la aldea, ella podía sentir el olor a sangre de las personas que habían sido heridas por los chacales, pero el aroma de una sangre en particular la altero, ese olor le pertenecía a Inuyasha y eso alerto a la chica hanyou.

―Ese olor, es la sangre de Inuyasha…espero se encuentre bien―Pensaba la azabache mientras saltaba entre los árboles.

―Bien estoy por llegar, ese asqueroso olor a chacal esta por todos lados―Dijo Kagome y al llegar pudo ver cómo Inuyasha se defendía de esas terribles bestias, a pesar de que luchaba con todas sus fuerzas había recibido heridas y eso justificaba el aroma a sangre.

―¡Inuyasha hasta a un lado!―Gritó la chica hanyou cuando lanzó su poderoso ataque de “garras de diamante” Inuyasha se movió y justo en ese momento el poderoso ataque de Kagome elimino a muchos chacales.

―Kagome me alegro de verte ―Susurro Inuyasha con una mueca de sonrisa, apesar de haber escuchado Kagome sólo sonrió y se siguió luchando.

Hombro con hombro ambos peleaban, Kagome destrozaba a los chacales con sus garras mientras que Inuyasha los derribaba con su bastón y su increíble fuerza, a pesar de que liquidaban a todas las bestias que podían aparecían cada vez más.

Los monstruos lograron separarlos y que lucharan cada uno por su lado, Inuyasha con valentía golpeaba a los monstruos pero su bastón aún no se convertía en arma, eso lo tenía preocupado porque no importaba cuanto golpeara a esos chacales no podía liquidarlos
y al ver a Kagome luchar lo llenaba de más valor.

― ¡Maldita sea! me siento de nuevo inútil, no quería que Kagome luchara así cómo esta―Pensaba Inuyasha mientras un poco lejos de él la chica azabache pensaba lo mismo, su mayor preocupación era la seguridad de Inuyasha.

―No permitiré que le pase nada malo a él, hare lo posible para que el no tenga el mismo destino que tuvo Kuzo―Pensaba Kagome pero en su preocupación bajo la guardia un poco y lograron lastimarla, una espada atravesó el brazo de la azabache.

La chica hanyou cae al suelo lastimada y sangrando, cuando Inuyasha ve eso su corazón se acelera y más al ver que todos eso hombres chacales empezaron a rodearla, dentro de él sentía arder un fuego que le quemaba el pecho, la furia que sintió en ese momento fue suficiente para que ese simple bastón de monje se convirtió en el arma que sería de gran utilidad.

Ya cómo había pasado anteriormente el bastón de monje se convirtió en una lanza Yari (corta), y con esa lanza en la mano liquido a cada uno que se le cruzaba.

―Kagome, Kagome ¿estas bien?―Preguntó el peli plateado sujetando a la hanyou, y tomándole el brazo para ver la herida.

―Sí, ve y termina con esas basuras―Esas palabras dichas por Kagome tomaron por sorpresa al joven oji dorados, esas palabras llegaron hasta el fondo de su corazón y miró a aquello demonios que habían herido a la azabache, deja a Kagome recostada en el piso y toma su lanza Yari y antes de seguir la pelea voltea y ve a la hanyou a los ojos.

―Te protegeré así tenga que dar mi vida por ello…―Después de decir eso Inuyasha lucho contra esos demonios, los atravesaba con la lanza y al hacerlo estos se purificaban al instante, a pesar de sus esfuerzos cada vez aparecían más y más y al ver que de nuevo iban tras Kagome paso algo aún más inesperado.

―Aléjense de ella… ¡bestias malditas!―Dijo exaltado el joven y al hacer un movimiento con su tae yari un rayo de luz salió de ella, ese rayo tan poderoso fue suficiente para liquidar a cada hombre chacal al instante, todos los aldeanos y la anciana Kaede no podía creer lo que había pasado.

―Inuyasha…―Dijo Kagome en voz baja al ver lo que había ocurrido, sólo pensó en que por fin habían despertado los poderes espirituales de Inuyasha.

Las personas comenzaron a salir de sus escondites y hasta Kirara salió del hueco del árbol, Kagome se levantó sin ayuda y sujetaba su brazo fuertemente por su herida, la anciana Kaede camino también hacia Inuyasha.

El joven peli plateado se había quedado estático sus pupilas estaban dilatadas y su mente en blanco, es cómo si ese ataque hubiese adsorbido todas su fuerzas las personas se acercaban para darle las gracias y cuando Kagome al fin llega hasta él, Inuyasha se desploma frente a ella cae completamente inconsciente, ese momento fue tan parecido a la última imagen que tenia Kagome de Kuzo, el sólo pensar en perder a Inuyasha aceleraba el corazón de la hanyou por pura preocupación.

― ¡Inuyasha despierta, abre los ojos!―Repetía la azabache una y otra vez mientras sujetaba el cuerpo del joven ambarino.

―Kagome querida no hagas eso, ayúdame a llevarlo al templo ahí curaremos sus heridas y tu también Kirara ven ayudarnos―Fue lo que propuso la anciana sacerdotisa, la hanyou accedió y con ayuda de otros aldeanos trasladaron al joven peli plateado hasta el templo.

Ya estando en el templo la anciana Kaede cubría las heridas de Inuyasha con unos vendajes y Kirara traía agua y otras cosas que le pedía la anciana, Kagome observaba y aplicaba las hierbas medicinales a las heridas tal y cómo le indicaba la sacerdotisa.

―Kagome quédate cuidando de Inuyasha , Kirara y yo iremos a buscar más hierbas medicinales y si despierta le das un poco agua―La anciana sale del templo con la niña pantera y deja a la hanyou con Inuyasha , ella sólo lo observa y recuerda las palabras que él dijo cuando ella cayo herida.

Te protegeré así tenga que dar mi vida por ello

El sólo recordarlo le provocaba felicidad a Kagome y con mucho cuidado Kagome limpiaba el rostro del joven con un trozo de tela pero al ver ese bello rostro que se miraba tan angelical así dormido, puso a un lado el trozo de tela y con su mano acaricio con dulzura el suave rostro del joven de ojos ámbar.

Mirarlo y recordar cómo se arriesgo por ella llenaba de felicidad a la hanyou y por primera vez al verlo no miraba a su amado Kuzo, si no que al fin podía ver el extraordinario joven que él era.

Lentamente la azabache fue acercando su rostro al del joven ambarino y con mucha delicadeza besa sus labios con dulzura, un beso que no era de agradecimiento ni era por el recuerdo del amor pasado era porque desde el fondo de su corazón deseo probar la dulzura que guardaban esos labios.

―Inuyasha eres realmente un tonto, yo sané mis heridas rápido pero tu quisiste arriesgarte sabiendo que eres a pesar de todo un simple humano―Dijo entre risas la joven mujer, mientras limpiaba otras heridas del joven.
Inuyasha permaneció durmiendo esa noche sin saber que había sido besado por la chica que el protegió.

Continuara……………………………………………

Lanza Tae Yari sera el arma que utilizara Inuyasha (Ver spoiler)

Contenido oculto

Yari (槍?) es el término en japonés para la lanza, más específicamente la lanza de hoja recta. El arte marcial de dominar la yari se le conoce como sōjutsu.
La yari podía medir desde un metro hasta 6, siendo las más largas conocidas como ōmi no yari mientras que las más cortas como «mochi» o «tae yari».
Las versiones más largas eran manejadas por los ashigaru que fungían como tropas de infantería mientras mientras que los samurái solían usar las versiones más cortas.

Hola chicas espero les haya gustado quise agregar esos detalles románticos que se que les gusta a muchas de mis hermanitas y lectoras, gracias por sus comentarios y apoyo me despido y hasta la siguiente conti bye.

 

Capitulo # 13 “ Un viajero y el regreso del pasado”​

En la mañana siguiente un el joven de ojos plateados despierta y al abrir sus ojos se da cuenta que está dentro del templo, tenía la mente en blanco y no recordaba lo ocurrido.

Muy confundido mira a su alrededor y ve que la pequeña Kirara, estaba dormida muy cerca de él y en la entrada del templo estaba la chica azabache con una mirada vacía.

―Kagome ¿Qué demonios ocurrió?―Preguntó el joven ambarino con mucha confusión.

―Tú caíste inconsciente, utilizaste demasiado tus poderes sagrados y tu cuerpo no lo resistió.―Contestó la hanyou con un tono muy triste en su voz.

―¿Te ocurre algo malo Kagome?―Cuestionó el chico de larga cabellera plateada al ver la fría actitud de la azabache, el joven se sorprendió al ver esa actitud de nuevo en Kagome.

―No me pasa nada―Contesta cortantemente la chica.

―¿Segura? Te notó un poco rara.―Replica el joven de ojos ámbar, intenta tocar el hombro de la azabache pero esta se da cuenta antes de que lo haga, y se mueve con rapidez.

―¡Ya te dije que no tengo nada!, ¿Por qué me sigues molestando?―Gritó Kagome viendo con furia a Inuyasha , tanto el joven como la pequeña niña gato no entendían que era lo que tenía tan molesta a la azabache.

―Tonta ¿Por qué me gritas?―Exclamó el joven peli plateado. ―¡Ya dime que te hice para que me trates así!―Gritó el joven pero por más que insistiera no recibía respuesta, los ojos de la chica hanyou de pronto cambiaron y se hiciera fríos.

―¡Olvídalo!―Dijo la azabache, intentó marcharse y dejar a Inuyasha con la palabra en la boca, sin embargo el poseía cierto control sobre ella.

―Kagome…¡sentada!―Ya había pasado mucho tiempo que el joven no ocupaba esa palabra, pero en ese momento fue necesario.
Kagome cae sentada al piso con una gran fuerza, eso siempre la deja adolorida y se molesta mucho, el joven de ojos ámbar le da la mano y la levanta pero su insistencia en saber la razón por la que la azabache estaba furiosa siguió.

―¿Me dirás lo que te pasa? o volveré a decirlo.―Amenazó el joven peli plateado.

―Sólo respóndeme algo…¿tu amas a esa chica llamada Kikyo?―Cuestionó la hanyou mirando fijamente los ojos de Inuyasha , este al ver la seriedad del asunto responde.

―Bueno eso es muy personal pero…supongo que sí, ella es mi prometida.―Fue la respuesta del peli plateado, fue incomodo decir eso para el pero era en parte verdad, le tenía un cierto amor a su novia que pronto seria su esposa.

Pero sus sentimientos estaban cambiando un poco y se sentía raro al sólo pensar en eso, a veces sentía confusión y otras tenía claro sus sentimientos, pero eso jamás podría decírselo a Kagome.

―¿A qué viene la pregunta?―Inuyasha no comprendía el porqué Kagome le estaría haciendo tales preguntas, pero sintió que no debió haber dicho eso.

Kagome por unos momentos guardo silencio, y recordó lo que sintió en el mismo instante en que pensó en la vida que Inuyasha tenía en su mundo.

―¿Inuyasha aún no ha despertado?―Preguntó Kirara quien estaba muy preocupada por el joven, se acercó a él y sonrió.​

―Se ve lindo cuando duerme.―Hablo nuevamente Kirara, por alguna razón quería sacarle plática a la chica azabache.​

―Sí, eso creo Kirara descansa tú también, yo hare guardia esta noche.―Exclamó la hanyou mientras mira con ternura al joven peli plateado, aún podía recordar el cómo el intento salvarla.​

―Kikyo…Kikyo no estaré en casa por un tiempo…―Susurró Inuyasha estando completamente dormido, al escucharlo Kagome se aleja un poco de él y continua observándolo.​

―Kikyo…Kikyo―Volvió a decir Inuyasha .​

Al escucharlo la hanyou sólo se levanta y se va para la entrada del templo, la pequeña Kirara se quedo asombrada por la reacción de la azabache y decide ir hablar con ella.​

―Al parecer Inuyasha sueña con alguien, debe de ser su pareja o algo así.―Musitó la pequeña mientras observa el rostro de Kagome que no tenia expresión alguna, la hanyou guardo silencio ante las palabras de Kirara y pensó mucho en su pasado.​

―Inuyasha tiene una vida en su mundo, ¿en qué diablos estaba pensando cuando lo bese?―Eso era lo que Kagome se repitió una y otra vez en su cabeza, sus pensamientos no la dejaron tranquila esa noche.​

―¡Kagome maldición escúchame!―Gritó el joven para sacar a la hanyou de sus pensamientos y funciono.

―¿Eh? yo bueno…―Muy confundida la azabache no podía hablar bien, pero en ese momento entro alguien que salvaría de contestarle a Inuyasha .

―Que alegría que este despierto Inuyasha , vine a verte y a decirle a ambos que hoy muy temprano junto a los aldeanos movimos los restos de los monstruos, pero lo sorpréndete fue que encontramos muchas de esas perlas falsas, creo que es claro que el ataque de esas bestias fue premeditado y debieron ser enviados por el mismo que ser que se robo la perla.―Afirmó la anciana Kaede.

La sacerdotisa de parche en el ojos se acerca hasta ellos y les muestra sus manos llenas de perlas falsas, Inuyasha toma unas y ve que era diferente a la primera que vio, tal pareciera que cada vez se parecen a la original, Kagome toma una perla y siente un aroma diferente en el la perla falsa, todas las perlas tenia la peste de los chacales pero muy a lo lejos pudo sentir un aroma familiar, al no poder recordar a quien le pertenecía ese olor decidió no decir nada hasta estar segura.

―Ahora que lo recuerdo alguien ha venido a hasta acá, trae información de la perla y creo que será mejor que ustedes hablen con él.―Dijo la anciana miró a ambos jóvenes y les hiso una seña para que la siguieran, mientras caminaban Kagome guardaba cierta distancia del ambarino para evitar hablarle, era evidente que estaba molesta y todos podían darse cuenta de ello.

―Kagome es una tonta, pero ahora que lo pienso me preguntó por Kikyo, eso enserio fue raro viniendo de ella.―Pensaba Inuyasha en el camino, la pequeña Kirara quien iba en los hombros de oji dorados observaba cómo ambos se comportaban pensaba.

―Los adultos definitivamente son raros.―Decia la pequeña en su mente, y aunque el silencio era incomodo eso era lo mejor.

―Bueno ya estamos por llegar, sean amables y no peleen frente a él.―Expresó la anciana lo que había dicho fue lo que una madre o abuela le dice a los niños, eso le dio mucha risa a Inuyasha y Kagome sintió cierta ternura al escuchar eso.

―¡Entendido!―Dijeron al unísono y eso fue incomodo, cómo si pensaran lo que el otro diría se miraron pero fue sólo un momento, al entrar a la cabaña de la anciana Kaede vieron a esa persona que había llegado de lejos.

―Gracias por esperar, aquí traje a las personas de las que le hable, ellos se están encargando de la búsqueda de la perla de Shikon y sé que su información será de gran ayuda.―Musitó La anciana al joven hombre que se encontraba sentado, el chico ambarino y la azabache miraron al sujeto con mucha curiosidad.

―Bien espero mi viaje no sea en vano, mi nombre es Miroku y soy un exterminador es un placer conocerlos.―El joven de cabellera negra hiso una reverencia y mostro cierta amabilidad, en su cintura llevaba una gran espada la que utilizaba para matar a las bestias, después de presentarse saca un trapo que envolvía una gran cantidad de perlas falsas.

Se las muestra a los presentes y su expresión cambia bruscamente.

―Desde hace unos días escuche que la perla regreso, eso sería un problema así que emprendí viaje hasta acá para ver si era verdad, en el camino mate a muchos demonios que incrementaban sus fuerzas de manera extraña, pero lo más extraño era que al matarlos de sus cuerpos salían estas perlas, sin duda se ven que son falsas pero su poder se está pareciendo a la original y eso será un problema.―Expresó el joven con gran preocupación, además la cantidad de perlas que el traía consigo era increíble.

―Lo de las perlas falsas lo sabemos, pero ¿a qué has venido?―Cuestionó Inuyasha al ver un poco sospechoso al exterminador.

―Mi buen monje, he venido a que me den información luego me iré a matar al que este esparciendo la perlas falsas.―Contestó Miroku con un poco de sarcasmo.

―¡Imbécil!, ¿Qué te hace creer que te diremos algo?―Replicó el joven peli plateado molestó por la actitud de aquel tipo, el exterminador sólo observaba curioso a aquel supuesto “monje” del que le habían hablado.

―Dime algo chiquillo ¿eres el monje que protege la perla?―Al decir eso el exterminador se acerco hasta el joven Inuyasha y lo miro de pies a cabeza, provocó cierta incomodidad a los presentes.

―¡Por supuesto que no es él! el monje que protegió la perla murió hace mucho, y este que ves ahí es su reencarnación.―Exclamó la hanyou rápidamente dejando sorprendido al exterminador y a Inuyasha , el joven Miroku se acerca hasta Kagome y le da la mano.

―Es un placer bella dama ¿Cuál es tu nombre?―Dijo el exterminador haciendo una reverencia a la azabache.

―Kagome Higurashi.―Musitó la joven de ojos chocolate.

―A sí que eres descendiente de la dinastía Higurashi, jamás pensé que viviría lo suficiente para conocer a los hijos de los guerreros legendarios.―Al decir eso el exterminador, Inuyasha mira con sorpresa a Kagome, comienza a pensar que en realidad no saben mucho el uno de otro mientras que Kagome guarda silencio tenía mucho de no escuchar que alguien hablase de su familia.

Mientras tanto muy lejos de ahí una malvada mujer en una cueva haría algo inimaginable, con una vasija llena de cenizas en sus manos ríe al pensar en su siguiente plan.

―Al rociar las cenizas de Kuzo sobre este cuerpo de barro él regresara a la vida, y pensar que fue tan fácil robarme sus restos del templo, tal y como lo planeé el ataque de los chacales me permitió que pudiese entrar al templo sin ser vista.―Musitó la malvada mujer demonio, luego mete su mano en la vasija y saca las cenizas con sus manos y las rocía sobre ese cuerpo de barro.

El cuerpo tenia una de las perlas falsas pero hasta el momento esa perla era la que más parecido tenia con la real, al terminar de rociar las cenizas el cuerpo comenzó a tomar forma pero a pesar de verse como el monje el cuerpo no despertaba.

Kagura también tenía una mano de chacal, esa mano tenia las garras mojadas de sangre y esa sangre le pertenecía a Inuyasha, vierte esa sangre sobre el cuerpo y un brillo extraño salió de él.

―Ahora con la sangre el cuerpo cobrara vida, espero que Kuzo regrese con su alma corrompida por la oscuridad.―Kagura mira el cuerpo del monje comenzar a tomar vida, pero antes que despertara ella cambia de forma y se convierte en la antigua humana que
eras.

Después de unos minutos Kuzo despertó.

―¿Quién me ha despertado?―Dice el monje Kuzo y solamente logra ver una figura femenina cerca de él, trata de ver de quien se trataba pero la oscuridad lo impedía.

―Ya despertaste me alegro, toma tu ropa y vístete.―Se escuchó una voz femenina en aquel lugar, esa mujer llevó la ropa de monje y se la entregó a Kuzo.

Al acercarse el pudo ver quien era esa mujer, y con gran asombro la llamó por su nombre.

―¡Hikari ¡ ¿Tu eres quien me despertó?―Exclamó el monje de ojos dorados.

―Es bueno ver que no me has olvidado, Kuzo no fui yo quien te despertó pero créeme llegaste en un buen momento…―Expresó Kagura quien había cambiado de forma, todo parecía estar marchando de acuerdo a su plan, llenar aún más de oscuridad aquel corazón del monje seria su principal misión.

La esencia del monje aún no estaba dentro de ese cuerpo, debido a que reencarno, pero en lugar de corazón ese cuerpo tenia la energía maligna de una perla falsa, combinar ese poder con el poder espiritual del monje seria una mezcla poderosamente peligrosa.

Continuara………………………………………………………..

Hola lectoras y amigas agradezco mucho todos sus comentarios y sobre todo uno que me ayudo a regresar a mi idea original, White amiga gracias tenias razón la relación entre ellos va muy rápido y todo por dejarme llevar por tanto shojo que he visto últimamente, así que regrese un poco a mi idea original en este cap. mi idea es que él sufra un poquito lo que Kagome paso jejeje. Espero les haya gustado y espero sus opiniones nos vemos en el siguiente bye. Ah y no se preocupen por Kagome ya que Kuzo regresara y habra celos, amor y todo eso asi que no se decepcionen por esta conti ok la historia va para largo o eso espero...