Dos mundos, un solo amor

Capitulo # 9 “La muerte y el renacer de un monje”​

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Kagura luego de recordar algunos hechos de su oscuro pasado, se sentó en una roca, aún en seguía en la oscura cueva esperando que sus planes se desarrollarán tal y cómo lo deseaba.

―Kagome…el sólo pronunciar tu repulsivo nombre me da repugnancia―El odio que tenia la demonio de ojos carmesí hacia la hanyou era mucho más grande que hace años atrás, sobre todo porque la hanyou estaba pasando mucho tiempo con la reencarnación del monje que murió.

―Pero aún me recuerdo el rostro que tenias tú y Kuzo cuando ambos se vieron morir―Aunque la demonio que domina los vientos estaba sola hablaba como si la hanyou pudiera escucharla, en ese momento con una lagrima de amargura recordó el momento en que el monje de ojos dorados murió frente a ella.

― ¡Kagome! ya basta debes escucharme querida―Musitó el joven monje mientras se interpone entre Kagura y la hanyou.​

―Déjame en paz…eres un idiota, además estoy en una batalla así que hazte a un lado―Exclamó la hanyou de ojos chocolate mientras sus afiladas garras listas para atacar.​

―No, Kagome deja esto…yo me encargo pero debemos hablar―Dijo el monje se da la vuelta y observa a la demonio de ojos carmesí sin darse cuenta que era la joven que él había ayudado, tomando una posición de batalla se preparaba para atacar a Kagura.​

―Estúpido humano aún lado si no quieres morir―Musitó la mujer demonio de cabello negro mientras lanza su ataque de cuchillas que sacaba con su abanico, el monje esquivo el ataque con mucha dificultad.​

Kagome al ver a su amado siendo atacado lanzó su ataque “garras de diamante” eso hace que sus garras se vuelvan plateadas y tan filosas cómo el corte de dicha joyas, tratando de atacar a Kagura la hanyou se agitó mucho, la furia de la supuesta traición la hizo perder un poco la conciencia de lo que hacía, lanzó uno más de su ataque de garras de diamante que le causo una grave herida a Kuzo.​

Para Kagura eso era perfecto la hanyou había atacado al monje y eso lo utilizaría para su conveniencia, la demonio de cabello negro propagó en el aire un veneno que hizo que la hanyou y el monje se confundieran y perdieran un poco más la conciencia de lo que hacían, Kagura atacó al monje este no pudo defenderse por el veneno que había entrado a su cuerpo, ambas heridas le habían hecho perder mucha sangre.​

―Kagome… ¿tu odio es tanto que deseas matarme?―Cuestionó el monje mientras con su mano cubría su sangrientas heridas.​

―Te odio, te odio, te odio―Kagome estaba tan afectada por el veneno que no podía dejar de decir eso, por su confusión ambos habían olvidado la presencia de la demonio de ojos carmesí.​

―Te matare a ti…y después matare a cada persona en esa aldea―Se escuchó una voz femenina decir esas palabras dirigidas hacia el monje, la voz era la de Kagome pero no fueron dichas por la hanyou si no que fueron expresadas por Kagura.​

―Kagome yo te amo…pero tu deseo de matarme va más allá del odio―Decía el monje con mucha dificultad su mirada estaba borrosa y su mente no podía aclarase.​

Kagome estaba de la misma manera ella sentía que su cabeza le daba vueltas, no podía escuchar las palabras del monje y se había olvidado por completo de Kagura.​

―Te odio por ser tan imbécil…pensaste que renunciaría por nada a mi libertad, siendo tu esposa tendría la perla de Shikon en mi poder…pero es más rápido si mueres―Exclamaba la demonio de cabellos negros haciendo pasar su voz por la de la hanyou, era tan parecida que Kuzo no pudo notar la diferencia.​

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Kagome ya hacía en el suelo por efecto del veneno, había perdido por unos momentos el conocimiento y se desmayo.​

Kuzo observaba a Kagura pero todos sus sentidos estaban colapsando, sus ojos miraban el rostro de la mujer demonio quien estaba frente a él pero la imagen no era nada clara, el cabello azabache de la demonio de ojos carmesí le hicieron pensar que era la hanyou quien decía tan crueles palabras.​

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―Kagome yo confié en ti con cada fibra de mi ser…¿tu jamás sentiste nada por mi?―El monje sentía que cada palabra hería más su corazón, perdía cada vez más sangre pero el pensar que el amor que sintió la hanyou no era más que una mentira le dolía mucho.​

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―Tonto ¿crees que amaría a un ingenuo y pobre idiota como tú?―Exclamaba la mujer demonio, sus palabras provocaban odio en el corazón del monje.​

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―Ya es hora de matarte, ya no es divertida esta charla…es una pena que no veraz morir a toda tu aldea―En ese momento Kagura vuelve a lanzar su ataque de cuchillas hacia el monje de ojos dorados, su ataque no fue tan intenso pues muy adentro de sus corazón la chica humana que una vez fue no se lo permitió.​

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El monje cae al suelo pero aún continuaba con vida, Kagome comenzó a recuperarse del veneno y se levantó del suelo la hanyou vio en el piso al monje y corrió hacia él llenando sus manos de sangre, Kagura ya había desaparecido dejando solos a los dos.​

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En ese momento las personas de la aldea llegaron en busca de la hanyou y del monje, al ver a Kagome con las manos ensangrentadas creyeron que la hanyou había sido la responsable de las heridas del monje, las personas le comenzaron arrojar rocas haciendo que se alejara del monje​

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―Kagome…Kagome―Se escuchó una voz masculina hablar con mucho dolor.​

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―No permitiré que vuelvas a causarle dolor a nadie―Musitó el monje cuando con sus últimas fuerzas sacó un especie de estrella dorada que lanzó hacia la hanyou al tener contacto con la piel de la chica unas cadenas salieron del objeto sagrado, dejando a la chica de ojos chocolate atada al árbol.​

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―Kuzo ¿Qué te hice yo para que…?―La hanyou no pudo terminar su pregunta ya que una luz blanca la rodeo completamente, esa luz sello sus poderes dejándola dormida y a la vez atada con el sello al árbol sagrado.​

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― ¡Su excelencia! no se valla―Decía sollozando la pequeña Kaede sujetando el cuerpo casi sin vida del monje de cabellos plateados, el monje limpió con ternura las mejillas empapadas de la pequeña niña.​

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―Kaede-chan cuida de todos y se buena sacerdotisa―Musitó el monje con una sonrisa.​

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―Monje Kuzo no se valla sea fuerte… usted es el protector de la perla―Exclamaba la pequeña, las personas de la aldea lloraban en silencio al ver tan desgarradora escena de muerte.​

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―La perla está muy bien guardada, está en un lugar en el que nadie volverá a entrar―Dijo el monje mientras una lágrima corría por su mejilla.​

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―Kaede-chan nunca te olvides del “secreto de la perla”―Fueron las ultimas dichas por Kuzo, de esa manera termino la vida del monje.​

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Con una cuantas lagrimas la demonio de ojos carmesí recordó su terrible pasado y sobre todo la forma en que murió el ser que tanto amo.



―Kuzo ahora que regresaste y liberaste a la estúpida hanyou me asegurare de que Kagome pague por tu muerte―Entre risas la demonio de cabello azabache se va de la escura cueva, sólo esperando que todo lo que ha planeado se lleve a cabo.

Mientras tanto en la época actual la hanyou y el joven ambarino se encontraban tomando el desayuno en la casa de la familia Taishio.

―Kagome ¿Qué tal pasaste la noche? espero que la habitación que te prepare estuviese de tu agrado―Preguntó la señora Taisho mientras servía la comida en la mesa, la hanyou se sentía un poco avergonzada por tanta atención que recibía en la casa.

―Dormí muy bien y la habitación estaba perfecta…muchas gracias―Musitó la hanyou de ojos chocolate mientras tomaba un sorbo de su taza de té, el chico de ojos ámbar y cabello plateado sólo escuchaba y de igual manera tomaba un sorbo de té de Jazmín que estaba delicioso.

―Supongo que durmió perfectamente madre, en especial porque me pareció haber escuchado a Inuyasha escabullirse a su habitación en la noche―Comentó el hermano mayor del chico ambarino, mientras comía su desayuno.

Un silencio se sintió en ese momento, pero duro muy poco.

La hanyou y el chico de ojos dorados escupieron el té a escuchar esas palabras, era cierto que Inuyasha había visitado la habitación de Kagome durante la noche pero no fue de la manera en la que había sugerido su hermano de larga cabellera plateada.

―Kagome ¿estas despierta?―Preguntó con un tono bajo Inuyasha tocando el rostro de la bella hanyou.​

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―Ah… pero que demonio…―En ese momento el chico de cabellos plateados tapo la boca de la hanyou para que esta no gritara, ella estaba un poco sonrojada de verlo en su habitación a esa horas de la noche.​

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―No hagas ruido tonta o todos se darán cuenta, escucha tuve un sueño que quiero contarte tiene que ver contigo y el monje tal vez sea la clave de la supuesta “reencarnación”―Inuyasha tenía una cara de preocupación que rápidamente logro que la hanyou se tranquilizara y lo escuchara, así que la soltó y ambos tomaron asiento.​

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―Escucha el sueño comenzó cómo si yo hubiese estado ahí, pude verte Kagome atacando la aldea luego te vi con una mujer extraña al parecer peleabas con ella o algo así, después parece que una neblina densa cubrió todo te escuche decir un par de cosas que no comprendí, y después pude ver cómo fuiste sellada por ese tipo llamado Kuzo lo más extraño fue que pude ver que antes de morir fue cuando puso la perla dentro de sí mismo, y cuando él murió vi una luz muy brillante y de pronto me pude ver a mi mismo de bebe también a mi madre y padre, fue muy extraño es cómo si en el momento que ese monje murió yo haya nacido.―Terminó de relatar el chico oji dorado.​

―No me dices nada que no sepa ya Inuyasha…pero este seguro que sólo eso fue lo que viste―Fue lo que la chica hanyou respondió ante el relato del joven peli plateado.​

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―Claro que más vería es cómo si haya podido ver el viaje que hizo su alma, pero lo raro es que en todo ese viaje también vi un poco de oscuridad ¿Kagome el murió odiándote?―Preguntó el chico del futuro lo que él no sabía, es que esa misma pregunta se hacia la hanyou cada vez que pensaba en su antiguo amor.​

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―¿Qué voy a saber yo? ese idiota de Kuzo era un traidor y además debió odiarme mucho para sellarme de esa manera―Las palabras de la hanyou estaban llenas de mucho dolor que al parecer seguía muy latente en sus corazón, el chico peli plateado se dio cuenta de eso y quiso saber más.​

― ¿Tan malo fue lo que paso para que se terminarán odiando?―Preguntó Inuyasha poniendo su mano en el hombro de la chica hanyou.​

―Yo tenía razones para odiarlo…pero no sé porque él me odio tanto a mi…es más ni se las razones de su muerte―La chica hanyou contuvo las lagrimas ya que juro no llorar y menos frente a la persona que le recordaba a ese hombre que la había lastimado, sin embargo se puso de pie y pidió al joven retirarse ya que no era apropiado que él se quedara en su habitación de noche.​

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― ¡Sesshomaru maldito! ¿Acaso me espías? además sólo fue por un asunto de suma importancia―Trató de defenderse el joven peli plateado ante el comentario de su hermano mayor, su familia sólo escuchaba la discusión.

― ¿Por qué das explicaciones Inuyasha? a nadie le importa que hagas sólo te pido que respetes la casa de nuestro padre―Musitó Sesshomaru con un tono frio y sus voz grave siempre intimidaba a todos, excepto al chico de ojos dorados.

―Oye tu Sesshomaru ¿cierto? deja de decir cosas que no son ciertas…si en realidad eres hijo de Inu no Taisho compórtate a la altura―Kagome se puso de pie y dijo tales palabras dejando a todos sorprendidos, incluso a Sesshomaru se supone que ella no conocía a la familia.

― ¿Esa mujer conoció a mi padre acaso será…?―Pensaba Sesshomaru después de lo que la hanyou de cabello azabache le había dicho.

Continuara…………………………………………

Hola amigas espero les guste esta conti bueno creo que ya he aclarado ciertas dudas en la siguiente conti ya la historia seguira su curso y se acabaran los recuerdos por el momento y tambien hara su aparicion un nuevo integrante al grupo ya que la historia pues aun tiene mucho que desarrollar espero no aburrirles. cuidense mucho bye.

PD:Aomecita pues sabes la idea de la traicion la tenia por alguna razón sentia que era la mejor traicion pero creo que si fuiste mi inspiracion hermanita :D

 

Capitulo # 10 “Nuevo integrante y sentimientos encontrados”​

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La familia Taisho se quedo completamente confundida por las palabras de la chica hanyou de ojos chocolate, había hablado del padre del joven Inuyasha, cosa que era extraña ya que él había muerto hace ya varios años.

―Imposible que esta chica sea…la niña de poderes extraordinarios, que mi padre describe en su diario―Pensaba Sesshomaru mirando con enfado a Kagome, su mirada luego se torno fría e intensa pero una voz lo sacó rápido de sus pensamientos.

― ¡Buenos días a todos!―Una dulce y especial voz se escuchó en la casa de los Taisho, una dulce joven de cabello azabache llegó sin avisar, esa voz por alguna razón estremeció el mezquino corazón del peli plateado de cabellera larga.

―Rin-chan…¿Qué haces aquí?―Preguntó Sesshomaru sin mirar a la joven de cabellera negra, la madre de los peli plateados y la abuela sonríen pícaramente, sabían que la joven era la única que movía sentimientos ocultos en el interior de Sesshomaru.

―Vine porque prometiste que hoy iríamos juntos a la universidad―Contestó la joven con una sonrisa, pero luego su mirada se concentró en Kagome.

Hizo a un lado a todos los presentes y camino hasta estar justo frente a la hanyou, la miraba con mucha curiosidad, mientras que la hanyou la observaba de manera evasiva cómo era costumbre.

―Hola soy Rin Ayuzawa ¿Cuál es tu nombre?―Dijo la dulce joven pelinegra.

―Kagome Higurashi es un placer―La hanyou de ojos chocolate se presentó con mucha cordialidad, cosa que dejo muy sorprendido a Inuyasha e incluso logro sacar una pequeña sonrisa en su rostro.

―Es tan curioso…pero tú te pareces mucho a la novia de Inuyasha―Las palabras tan inocentes de la linda Rin-chan habían cambiado un poco el ambiente del lugar, Inuyasha quedó completamente helado al ver el cambio en los ojos de Kagome.

―Rin-chan llegaremos tarde es mejor irnos ya ―Musitó Sesshomaru ya que ese asunto no era de su incumbencia ni la de Rin, y quiso
terminar con eso pero Kagome no se quedo tranquila.

―Espera Rin-chan ¿a quién dices que tengo parecido?―Preguntó la hanyou deseaba saber quién era la “novia” del chico peli plateado, en su mente sólo un pensamiento se escuchaba.

―¡Kuzo maldito! ni después de muerto eres fiel…¿Por qué estoy pensando eso?―Era lo que Kagome pensaba mientras esperaba la respuesta de la joven, pero en ese momento la entrada sorpresa de otra chica pondría más en aprietos al peli plateado.

―Inuyasha espero ya estés listo para irnos―Se escuchó una voz femenina pero a la vez seria hablar, en ese momento entró a la casa una joven de piel blanca y ojos cafés, su mirada era un poco fría pero con un toque de calidez y su cabello era negro cómo la noche.
Inuyasha voltea y de pronto la joven lo besa, abrazándolo con fuerza el no pudo reaccionar en ese momento.

―Kikyo ¿qué haces aquí? ―Cuestionó el joven de ojos ámbar a su novia, quien lo mira con mucha extrañes, pero decide no discutir conocía muy bien el carácter del chico.

―Tengo días de no saber nada de ti, y eso me preocupó llamé a tu casa y tu abuela dijo que te fuiste de aventura, lo cual no comprendí así que decidí venir a verte e irnos juntos a la escuela―Respondió Kikyo un poco molesta al notar que el joven no estaba muy feliz de
verla, lo notaba nervioso e incomodo y eso no le agrado.

―Kagome-sama ella es de la persona de la que te…―La dulce Rin no pudo terminar de hablar pues la hanyou ya había salido de la
habitación, eso preocupo a Inuyasha pero en ese momento no pudo hacer nada.

Después de las visitas repentinas todos se despidieron de la señoras Taisho y emprendieron rumbo a sus destinos, Sesshomaru y Rin se fueron en el auto convertible de color rojo y Kikyo junto a Inuyasha se fueron caminando, porque la joven de piel de blanca y cabello negro quería conversar con el peli plateado.

Aunque eso no resulto del todo bien ya que Inuyasha no dijo ni una palabra en todo el camino, y aunque Kikyo hizo todo lo posible por iniciar conversación no dio resultado.

Kikyo pertenecía al salón 1“A” mientras que Inuyasha era parte del salón 1“B”, así que entraron a salones diferentes y no se vieron más, al entrar Inuyasha toma asiento y se pierde más en su mente, gracias a que él es un joven orgulloso y antipático no tiene muchos amigos, pues su único mejor amigo Kouga Kuranama se había cambiado de escuela por motivos familiares y no tenia con quien hablar, aunque contaba con su buen amigo Bankotsu Kazehaya quien siempre seguía al peli plateado ya que lo admiraba mucho.

―Inuyasha–kun aquí están los apuntes de las clases…bueno es decir de los días que no te presentaste―Musitó el joven Bankotsu mientras reía un poco, su admiración hacia el peli plateado se debía a que una vez fue defendido por el joven Taisho de unos brabucones, y desde entonces juró ser su amigo y apoyo.

Inuyasha tuvo un día normal de escuela aunque no comprendía algunas cosas de la clase, gracias a los apuntes de Bankotsu podía estudiar en casa tranquilamente, Bankotsu insistió en acompañar al joven de ojos ámbar hasta su casa y en el camino se encontraron a Sukiomi Yukimaru, la chica más popular de la escuela y el amor platónica del joven de cabellera negra, los tres se fueron caminando hasta que justo frente a la casa de los Taisho se despiden y cada uno se va por su lado.

Al llegar a su casa el peli plateado se va directamente a la cocina pues deseaba algo de comer, su madre muy gentilmente le sirve té y unos deliciosos panecillos pero algo no estaba bien para el oji dorado.

―Madre ¿sabes dónde está Kagome?―Preguntó un poco preocupado el joven Inuyasha mientras sostenía su taza de té y miraba a su madre fijamente, la señora Taisho voltea y lo mira un poco seria.

―Ella se fue hijo, pero te dejo un recado…dijo que cuando estuvieras listo regresaras a la aldea―Fue la respuesta de la dulce mujer de cabellera negra, aunque una duda surgió en la mente de la señora Taisho.

―Hijo deseo preguntarte algo―Musitó la madre del joven mientras continuaba lavando algunos platos.

―Tú y Kagome-chan…¿tienen algo especial?―Al escuchar semejante pregunta Inuyasha suelta su taza de té y esta cae al piso, sus mejillas se pusieron de color rojo intenso y parecía sudar cómo si tuviese calor, con esa reacción su madre dio por sentada la respuesta.

―Madre…este bueno…deja de decir cosas sin sentido, tu sabes muy bien que tengo una novia―Se defendió el peli plateado, pero por alguna razón se sentía preocupado al pensar si la hanyou se había molestado con él o algo así.

―Ya cálmate hijo…créeme no volveré a preguntar eso―Afirmó Izayoi mientras da una dulce sonrisa a su hijo menor, la abuela entra con un especie de bolso para hombre que le perteneció al padre de los jóvenes peli plateados.

―Inuyasha toma esto te servirá para tus viajes, le perteneció a tu padre y espero te sirva mucho―Dijo la abuela Horuka mientras pone en las manos del joven aquel bolso de aventurero, el padre de Inuyasha siempre fue un explorador lo raro fue su muerte, pero ese asunto Inuyasha lo descubriría más adelante.

―Madre, abuela gracias por apoyarme en esto―El joven dijo tan bellas palabras al ver que dentro de su bolso llevaba ropa y comida, eso fue muy conmovedor pero él sabía que era hora de partir a la época feudal.
Inuyasha toma todo lo necesario para partir, se despide de su madre y abuela, su hermano no era importante así que decidió irse sin verlo al, su novia Kikyo era algo que por el momento no le preocupaba así que se va también sin decirle nada.

Al cruzar el pozo hacia la época feudal Inuyasha creyó que vería a Kagome al otro lado, pero encontró todo aquel lugar vacio.
Comenzó a dirigirse hacia la cabaña de la anciana Kaede pero sintió que alguien lo observaba, una misteriosa figura lo seguía muy de cerca, de pronto una pequeña niña salta sobre él, la niña tenía el cabello rubio suave con lindos mechones negros, unos lindos ojos de color marrón y lo más extraño para el joven fue ver que tenía dos colas del mismo color de su cabello sin duda era una pequeña youkai.

―¡Ay…maldición cosa bájate de mi ahora!―Gritaba el joven de ojos dorados mientras se sacudía intentando quitarse de encima a la pequeña niña youkai, pero ella lo había sujetado fuertemente del cabello, y logro taparle los ojos haciendo que este perdiera el equilibrio y cayera al suelo.

―Kagome ¿sabes dónde está la pequeña Kirara?―Preguntó la anciana Kaede a la hanyou de ojos chocolate quien por alguna razón se encontraba en la cabaña de la sacerdotisa, Kagome negó con la cabeza y se giro su cabeza hacia otra dirección.

―Desde que regresaste sin Inuyasha te veo molesta…¿acaso están peleados?―Cuestionó la anciana pero la hanyou no decía ni una palabra, ella sólo podía pensar en Inuyasha y lo de su “novia” aunque su corazón sentía el amor por el monje muerto, no podía dejar de ver al joven peli plateado de una forma especial.

―Es lógico que tenga pareja…él es muy apuesto y valiente, cualquiera se sentiría feliz de tenerlo a su lado―Por primera vez Kagome tenía un pensamiento claro sobre lo que sintió al saber lo de Inuyasha , pero eso no evitaba que aquel sentimiento de traición viniera a su corazón.

―Sera mejor que salga a buscar a Kirara, esa mocosa tonta debió perderse o algo―Musitó Kagome cuando en ese momento escuchó una voz masculina, esa voz que el hiso estremecerse un poco.

―No es necesario me encontré con la pequeña afuera―La voz de Inuyasha era tan varonil que cualquier mujer caería ante él, pero la hanyou estaba tan molesta que sólo lo miro y no habló mientras que la anciana Kaede quiso hablar con el joven de ojos ámbar, la hanyou salía de la cabaña.

Camino un poco hasta llegar a la colina en donde su amado le propuso matrimonio, el sentir la brisa y escuchar el sonido de los arboles, le recordaron ese hermoso momento, unas lagrimas cayeron por sus mejillas y sin poder contener ni un suspiro más Kagome cayó de rodillas al suelo.

―¿Por qué no morí con él?...¿Por qué me traiciono?―Repetía una y otra vez la joven mirando al cielo, su dolor no pudo ser guardado por más tiempo, un dolor que permaneció dormido cincuenta años.

En ese momento unos brazos rodearon el cuerpo de la joven de ojos chocolate y la sujetaron con fuerza, el joven de cabello plateado había llegado a consolarla por alguna razón su corazón le dijo que lo hiciera, aparte de sentir culpa por lo que había ocurrido en su casa.

―¿Cómo me encontraste?―Dijo la joven azabache casi en susurro, apoyando su cabeza en el hombro del joven.

―No lo sé…algo dentro de mí dijo que estarías que―Contestó el joven abrazando a Kagome cada vez con más fuerza.

Continuara………………………………………………………………..

Hola chicas espero no me maten por dejarlo ahí, bueno espero le gustara y cualquier sugerencia o corrección será bienvenida gracias a tod@s por su apoyo y bueno ya verán poco a poco el misterio se va a ir aclarando cuídense y hasta la próxima.

 

Capitulo #11 “¿Qué es lo que estoy sintiendo?”​

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El joven de cabellos plateados abrazaba fuertemente a Kagome y sentía cómo esas lágrimas mojaban su ropa, separa un poco su cuerpo de Kagome y la observa directamente a los ojos, limpia esas mejillas color rosa que estaban completamente empapada y ríe un poco.

―Aunque eres muy ruda…sigues siendo una chica.―Musitó muy suavemente el joven de con una sonrisa en su rostro, la brisa acariciaba el cabello de los jóvenes que con ese abrazo iniciarían un verdadero amor.

―No estoy de humor para tus burlas.―Respondió la azabache con un poco de molestia, pero a la vez con una sonrisa sarcástica.

―Eres una tonta, es decir sólo mírate aquí hecha un mar de llanto por un hombre muerto―Exclamó El joven peli plateado soltando a la chica y sentándose junto a ella, sus palabras algo duras eran con las mejores intenciones.
Las palabras de Inuyasha por un momento parecieron cómo un reclamo de celos, Kagome se percató de eso y con un suspiro muy grande ella sólo pudo decir una cosa.

― ¿Celoso?―Musitó Kagome con una gran sonrisa, conociendo al chico ambarino el rápidamente se exaltaría.

― ¡Ha! Ya quisieras niñita tonta, que un chico tan apuesto cómo yo estuviese interesado en alguien cómo tú―Fue la respuesta rápida que dio el joven, aunque parecía una de sus habituales peleas está vez era distinto ya que el aura que ambos desprendían era de paz.
Desde que se habían conocido nunca habían podido charlar sin pelear un poco, pero ese momento tan calmado para ambos era un paso muy importante para su relación.

―Kagome…yo no tengo la menor idea de donde podemos comenzar a buscar la perla, además si han creado copias se nos hará más difícil encontrarlas ¿cierto?―Esas palabras fueron bastante inesperadas pero eran las dudas que agobiaban la pobre mente de Inuyasha, de un momento a otro su vida cambio y no era para menos, en su corazón sentimientos extraños comenzaban a surgir.

Kagome lo mira con cara de asombro, pues verlo tan inseguro y vulnerable no era de siempre, pero una terrible furia se apodera de ella y no evita expresarla ante el joven.

Cerrando la mano levanta el puño, y golpea en la cabeza al joven de cabellos plateados, dejándolo extrañado de esa acción.

― ¡Maldición Kagome!.... ¿por qué haces eso?―Gritó el joven ambarino sobándose la cabeza y con una lagrima en su ojo, realmente se puso molesto pero comprendió que se lo tenía merecido.

―Porque eres un tonto Inuyasha, tu posees los poderes de Kuzo y con eso basta, tu podrás sentir la presencia de la verdadera perla―Responde Kagome sus palabras se suponían eran de aliento para calmarlo, pero fue todo lo contrario.

La mirada de Inuyasha cambia drásticamente, sus ojos color ámbar se llenan de enojo y tristeza, pero rápidamente esa tristeza cambia a furia y se pone de pie al instante.

― ¿Qué demonios te ocurre?―Preguntó el joven peli plateado con mucho enojo y exaltación.

―Bueno….pero ¿yo que dije?―Musitó Kagome bastante confundida.

―Me refiero a eso de decir que poseo los poderes de ese sujeto….significa que ¿sólo por eso seria capaz de encontrar la perla? ese estúpido hombre muerto es tan importante para ti, y lo reflejas en mi… pero adivina yo no soy ni seré cómo ese tal Kuzo―Dijo Inuyasha bastante molesto, fue algo tan impulsivo que no pensó en lo que decía, pero el sentir que la chica hanyou lo estaba según el “comparando” no le agrado y cómo acto final decide irse del lugar.

Kagome al quedarse sola en esa colina queda sorprendida por la reacción que tuvo Inuyasha, ella pensaba que lo que dijo no fue cómo para que él armara ese problema, y sentir cómo esa fresca brisa acariciaba sus mejilla y movía su oscura cabellera era una sensación de calma y paz era algo que le faltaba a su corazón, por alguna razón ella empezaba a tener un sentimiento diferente al mirar a Inuyasha, pero al estar en esa colina decidió ignorar ese nuevo sentimiento.

―Estoy segura que esta vez no lo ofendí…pero será mejor que vaya a ver qué le pasa, o se ira de nuevo ―Admitió la chica azabache y al levantarse del suelo percibió la presencia de alguien maligno, inconscientemente recordaba esa presencia tan peculiar, pero no podía recordarla claramente.

―Que grata sorpresa me da volverte a ver, espantosa fenómeno―Se escuchó una voz femenina justo detrás de la chica hanyou, el joven Inuyasha ya se había ido así que se suponía Kagome se encontraba completamente sola con esa mujer que apareció de la nada.

― ¿Quién diablos eres tú?―Preguntó la azabache con mucha molestia.

―Ya veo tu mala memoria…bueno es lógico que no me recuerdes, pero en cambio yo no he podido olvidar tu horrenda cara en tantos años―Musitó Kagura con gran odio, su cara y cuerpo estaban cubiertos por las pieles de un tigre siberiano, y por esa razón su identidad estaba oculta aunque por un momento creyó que la hanyou recordaría su voz.

― ¡Idiota! ya deja de decir tonterías, mejor ya dime ¿qué quieres?―Gritó Kagome ya sacada de sus casillas, no soportaba que esa mujer que apestaba a demonio la molestara, pero su voz se le hacía bastante familiar.

― ¿Querer?... de ti nada, pero del chico tal vez…su vida―Las palabras de Kagura eran claras, no era una broma parecía una amenaza o advertencia, Kagome sintió un frio en su corazón el sólo pensar que esa mujer pudiera hacerle algo a Inuyasha, la ponía furiosa el sólo pensarlo.

En ese momento se percibe un fuerte aroma a sangre, todo el lugar comienza a oscurecerse y al fin había llegado la noche, cómo alma en pena Kagura se desvanece en las sombras sin darle tiempo a la chica hanyou de decir algo.
Kagome no comprendía que había pasado, esa demonio había claramente ido a desafiarla según ella, su corazón sintió angustia al pensar que podría perder de nuevo a alguien importante para ella; pero antes de analizar mejor lo ocurrido debía ir averiguar de donde provenía ese olor a sangre humana.

Antes que Inuyasha llegara a la aldea él joven ambarino tenía demasiados sentimientos entre cruzados cómo para percatarse de lo que ocurría a su alrededor, su mente divaga y su corazón tenía furia y enojo, una ira sin sentido pero a la vez importante.

POV´S Inuyasha.

Estúpida Kagome no puedo creer que después de tanto tiempo aún sufra por ese tipo, en serio que me da rabia que sea una mujer tan tonta, es decir de que le sirve recordarlo las veinticuatro horas del día cómo si con eso él fuese a revivir o algo.
En realidad no sé porque me importa eso, es decir yo tengo a Kikyo y no debería importarme lo que Kagome sienta por su amor del pasado, aunque Kikyo y yo hemos sido novios desde la infancia siento que conozco mejor a Kagome…¡demonios! ni siquiera debería pensar en eso, pero ese sentimiento que me impulso a ir a consolar a Kagome fue extraño, fue cómo si algo dentro de mi me obligara a hacerlo…debo estar loco.

¿Por qué me siento cómo un imbécil?...estoy seguro que Kagome no comprendió el porqué de mi enojo, bueno ella estaba llorando por otro tipo y si lloraba es lógico que hablara de él en mi cara, además creo que fue mi culpa seguirla y ver que llego hasta esa colina solamente a llorar, esa colina realmente me hiso pensar en cosas que jamás creí pensar…pero no puedo perder mi tiempo ya que Kagome ama a otro y ¡se acabo! no puedo hacer nada al respecto.

―¡Inuyasha!...¡Inuyasha!―Kirara me está llamando, espero no haya ocurrido algo.

― ¿Qué ocurre Kirara?―Por su carita parece que algo malo está pasando, sólo espero esta vez pueda ser de utilidad, siento que mi hombría disminuye cada vez que peleo y Kagome es la que hace casi todo.

―Los coyotes están matando a los aldeanos… ¡vamos rápido!―No sé cómo pudo pasar eso no percibí ninguna presencia… ¡maldición! sigo sin poder hacer nada en este lugar, pero esta vez será diferente no dejare que Kagome pelee con lo mal que se siente, es mi deber protegerla y no al revés.

Sólo espero que por una vez ser capaz de proteger a Kagome, después de todo ella es una chica…

Continuara…………………………………………………………..

Hola amigas y lectoras espero que les haya gustado esta conti es más corta pues por el momento tengo un poco de bloqueo y casi no estoy escribiendo, pero no importa tratare de seguir con la historia lo más pronto posible, gracias por sus comentarios y el apoyo me despido bye.