Dos mundos, un solo amor

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Hola amigas aqui les traigo una conti gracias a todas mis lectoras y tambien a las nuevas lectoras este fic va para largo asi que poco a poco se ira sabiendo todo amigas y en el siguiente cap. conoceran a un nuevo compañero de aventura asi que pronto les traere conti, sin mas que decir les dejo la conti.​

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Capítulo # 5 " Recuerdos de amor…nuevo comienzo."​

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Aquella chica de ojos chocolate pudo tener un momento para pensar fríamente todo lo ocurrido, pensar en aquel joven que había aparecido, ese joven con el rostro de su amado pero con una muy diferente actitud.

―Pero ¿Por qué habrá regresado Kuzo?―Se pregunto la joven de cabello azabache, entre suspiros profundos muchos recuerdos llegaron
a su mente, recuerdos muy dolorosos que quebrantaron su corazón y la convirtieron en una chica malhumorada.

―Aún recuerdo el día en que te conocí, ¡ese maldito día!―Pensaba la joven de ojos chocolate mientras mirando al cielo aquellos sentimientos, que permanecieron dormidos por cincuenta años comenzaron a despertar.

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―Estúpido humano, realmente te crees capaz de derrotarme― Exclamo la joven azabache cuando de pronto corre hacia el monje y comienza a atacar, el monje supo esquivar cada ataque y de sus ropas saca unas pequeñas dagas estilo ninja; al arrojarlas hacia la joven ​

hanyou la dejan clavada en un árbol.​

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El monje toma su bastón convirtiéndolo en lanza y cuando estaba justo apunto de atravesar el cuello de la chica hanyou se detiene y solo pudo decir algunas palabras.​

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― Vete y si te vuelvo a ver por aquí no tendré piedad aunque seas una mujer―Dejando ahí en ese árbol a la chica hanyou el monje regresa a la aldea,​

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La chica azabache quedo un poco confundida al ver que ese joven no la mataría como hace con cada youkai que lo desafía.​

―Desde ese día por alguna razón me sentí diferente―Pensaba la joven hanyou mientras aquellos recuerdos, que brotaban de su corazón le provocaban un terrible dolor que sufría en silencio.

―A pesar de eso Kuzo fue el único que me vio como una mujer normal―Dijo con una sonrisa un poco llena de tristeza; la chica hanyou se encontraba sentada en las ramas de un árbol, observaba llena de nostalgia aquella aldea que le traía muchos recuerdos de sus amados.

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―Oye tú niña, baja de ahí no es bueno espiar a las personas―Dijo el monje de ojos dorados con una sonrisa en su rostro.​

El monje como era costumbre solía ir al valle a comer, observando la naturaleza.​

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― ¿A quién le dices niña?―Pregunto muy molesta la chica hanyou, mientras baja del árbol en donde se escondía y se para justo al frente del monje.​

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Como era costumbre el rostro de la chica se mostraba muy amargado y sin una sola sonrisa, mientras que el monje era una persona que siempre sonreía y era muy bromista.​

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―Perdoné mi lady―Responde el monje sabiendo que haría enfadar a la hanyou, la cual solo se sonroja al escuchar esas palabras, además al ver que el monje besa su mano y hace una reverencia eso la molesta aún más.​

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― ¿Quieres comer algo?―Pregunto el joven de ojos dorados.​

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Mientras se sienta y de una canasta saca unas bolas de arroz que el mismo había preparado, la chica hanyou sentía un poco de apetito así que decide sentarse a una buena distancia del joven monje, y toma una de las bolas de arroz y se dispone a comerla.​

―Esa fue la primera vez que un humano fue gentil conmigo―Pensó la joven hanyou de ojos chocolate, y entre mas recuerdos llegaban a su mente mas era la furia que iba despertándose en ella.

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―Oye niña veo que me acechas―Exclamo con un sonrisa el monje de ojos dorados; ya que se había dedico todo el día a sus labores en la aldea, había decido salir a caminar al bosque; por sus poderes espirituales siempre se daba cuenta cuando la hanyou de ojos chocolate se encontraba cerca.​

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―No me llames niña, mi nombre es Kagome―Dijo con un poco de molestia la hanyou azabache mientras cierra los ojos y cruza los brazos, eso provoco un ambiente un poquito mas relajado entre ambos.​

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El monje siguió caminado como si el haber encontrado a Kagome no tuviera importancia, pero todo con la intención de llamar la atención de la chica hanyou quien al ver como el monje de cabellera plateada se va, comienza a seguirlo.​

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― ¿Quién te crees que eres para ignorarme?―Le pregunto con mucho enfado la chica hanyou, mientras Kuzo seguía caminando hasta llegar a una bella colina, donde se podía observar las diferentes aldeas que habían alrededor del bosque.​

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Sin darse cuenta Kagome lo había seguido hasta esa colina, Kuzo se sienta bajo un árbol mientras Kagome solo lo observa y se da cuenta que la mirada de ese molesto joven monje cambio, de pronto sus ojos se llenaron de tristeza.​

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― ¿No crees que es hermoso Kagome?―Pregunto el monje observando a una familia que se encontraba muy cerca de la colina donde ambos se estaban, la chica hanyou observa detenidamente a esa familia, había una mujer, un hombre y dos niños pequeños una típica familia normal.​

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―Pero…es solo una familia normal―Contesto la chica hanyou un poco confundida, mientras se sienta bajo aquel árbol un poco cerca del joven monje.​

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―Una familia…algo que jamás tendré―Contesto el monje con un poco de tristeza en su voz, sin más palabras la hanyou comprendió las palabras del monje, al ser el guardián de la perla jamás podría tener familia ya que siempre estarían en peligro por los seres malignos que desean apoderarse de la perla.​

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― ¿Qué hay de ti piensas en tener familia?―Pregunto el monje a la chica hanyou​

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―Yo no pienso en estupideces…además ¿Quién quisiera tener una familia con alguien como yo?―Contesto la chica hanyou de ojos chocolate de igual forma su rostro cambio llenándose con un poco de tristeza, lo que para el monje fue muy tierno ver esa reacción en la hermosa chica azabache.​

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―Eres una mujer hermosa cualquiera seria dichoso de ser tu esposo―Dijo el monje de cabellos plateados, eso hiso que la chica hanyou se sonrojara completamente y mostrara una cara de fastidio aunque en su interior esas palabras la hicieron muy feliz.​

―Quien diría que después de ese día Kuzo y yo nos llevaríamos tan bien―Entre suspiros la chica hanyou observa una vieja cabaña a lo lejos y de esa cabaña sale un apuesto joven de cabellos plateados, estirando un poco el cuerpo; parece que se dirige al rio.

―Ese idiota aunque se parezca a Kuzo no tiene nada de él―Seguía pensando la joven hanyou, observaba al joven Inuyasha detenidamente cada parte de su cuerpo era idéntica a la de Kuzo, pero algo los hacía muy diferentes.


―Lo único bueno es que ese tonto es más serio que Kuzo―Exclamo la joven azabache


―kuzo no se tomaba nada enserio―Musito la hanyou entre una pequeña sonrisa que se dibujo en su rostro al ver como Inuyasha se escondía de las mujeres de la aldea que lo seguían al rio.


― ¿Qué diablos estoy diciendo? ese tonto no tiene nada bueno―Se dijo rápidamente la joven azabache, borrándose ella misma la sonrisa del rostro, ella no quería admitir que Inuyasha no le desagradaba del todo.


Mientras la hanyou seguía en el árbol una brisa que trajo consigo pétalos de Sakura que rozaron el rostro de la bella joven azabache, una brisa de color rosa pálido que olía tan bien solamente una vez había visto esa brisa tan hermosa, el día en que casi se cumple uno de sus mayores sueños.

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―Kagome te traje a esta colina que fue en donde empezó nuestra amistad―Tomando la mano de la hanyou el monje expresó tales palabras, la misma colina en la que una vez observaron ese sueño que ambos creyeron jamás podrían tener una familia.​

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―Quiero decirte que después de todo este tiempo que hemos compartido, las aventuras de las que hemos salido vivos y tu deseo de ser completamente una mujer…he pensado―Corto sus palabras el monje de cabellos plateados, estaba muy nervioso.​

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―Lo que quiero decir es que…es… ¿te casarías conmigo?―Completamente sonrojado el monje termino de decir aquello que tanto le dificulto expresar a su amada hanyou, tomándola fuertemente de las manos y mirándola a los ojos.​

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La hanyou estaba muy sorprendida por la propuesta tan repentina pero su amor por aquel joven monje de cabellera plateada y ojos ámbar era demasiado grande, ella lo miro a los ojos y con una enorme sonrisa contesta.​

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―Claro que si, acepto ser tu esposa―Contesto muy feliz la hanyou, sin imaginar que entre las sombras una mujer vestida con pieles de tigre los observaba.​

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Kuzo saca de su bolsillo un collar con una forma de estrella color rojo, esa estrella servía para abrir el cofre donde el tenia la perla de Shikon, el collar era la muestra de la confianza que el tenia sobre ella, pero esos bellos momentos fueron observados por esa mujer sombría que con una sonrisa maligna desaparece entre las sombras.​

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En el momento en el que los enamorados sellan su compromiso con un beso, una brisa llena de pétalos de Sakura los rodea, haciendo de ese momento uno de los más bellos de sus jóvenes vidas.​

―Si tan solo hubieran sido así las cosas, ahora estaríamos juntos―Pensaba la hanyou de ojos chocolate mientras sus ojos se llenaban de lagrimas no se había percatado que el joven de cabellos plateados estaba observándola desde el suelo, al encontrarse en las ramas jamás se percato que el joven había llegado ahí al huir de las mujeres de la aldea.


―Oye mujer extraña ¿te encuentras bien?―Grito el joven de ojos ámbar, al escuchar su voz la chica hanyou se asusta al salirse bruscamente se sus pensamientos pierde el equilibrio se resbala de la rama en donde se encontraba, pero rápidamente cae en los brazos de Inuyasha eso provoca que ambos se sonrojen, y en ese momento el joven de cabellos plateados dice algo inesperado.


―Kagome… ¡BESO!―El collar en el cuello de la hanyou hiso que rápidamente le diera un pequeño beso en la misura de sus labios al joven de ojos ámbar, ambos se sonrojan y el chico del futuro suelta a la hanyou y ella cae al suelo haciéndola reaccionar.


― ¿Por qué hiciste eso?―Pregunto con enfado la hanyou de ojos chocolate.


―Este…yo solo quería ver si aun funcionaba―Dijo muy sonrojado el joven de cabellos plateados, ni el mismo sabía por que lo había hecho y le ofrece la mano a la hanyou para que pueda levantarse.


Ella no la acepta, se levanta del suelo y comienza alejarse muy furiosa.


― ¡Aléjate pervertido!―Le grito la joven hanyou al ver que el joven Inuyasha la seguía y aunque él quería disculparse, ella no le dio la oportunidad de decir ni una palabra. De pronto la hanyou le arroja una enorme roca que le cae al joven en la cara, ya sin más que decir el joven se molesta y dice su siguiente palabra.



―Kagome ¡SENTADA!―La hanyou cae de sentón al piso haciendo un gran agujero en la tierra.


― ¿Por qué me haces eso? imbécil―Le pregunta de nuevo la joven azabache de ojos chocolate, al joven de cabellos plateados.



―Por mal agradecida, te salve de caer del árbol y me golpeas con una roca―El joven de ojos ámbar se voltea y comienza a alejarse dejando ahí a la hanyou bastante confundida.


Continuara………………………………………….



Hola espero les haya gustado bueno ya espero haber resuelto algunas dudas lo que paso entre Kuzo y kagome lo malo después se sabrá todavía no quien es la mujer de las pieles también después se los diré y en un cap., mas empezaran a salir más personajes todos según mi versión claro este fic me ha inspirado y será actualizado más seguido a sí que poco a poco irán sabiendo mas cuídense amigas y si les gusto el cap. comenten sayo.

Siguiente capítulo “De regreso a mi época”

 

Hola amigas al fin conti espero les guste y gracias por todo su apoyo.​

Capitulo # 6 “El regreso a mi época”.​

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Después de haber pasado cuatro días en el sengoku el joven Inuyasha ya estaba de lo más impaciente por “largarse de ahí” cómo decía él, extrañaba mucho a su madre y a su abuela é incluso a su hermano mayor Sesshomaru ya que sus constantes peleas eran muy divertidas.

En los días que ya habían transcurrido se convención acerca de la importancia de la perla, sabía que él tenía responsabilidad en la desaparición de la perla y sentía un poco de culpa por eso.

―Anciana Kaede sé que tengo que recuperar la perla pero… ¿Por qué debe acompañarme ella?―Preguntó el chico de ojos ámbar mientras que Kagome sólo escuchaba esas palabras con gran molestia.

― ¿Y tú qué crees que es de mi gusto y placer acompañarte?―Gritó la hanyou de ojos chocolate defendiéndose de las palabras del joven de cabellos plateados, ambos sabían que no podían realizar su misión uno sin el otro.

―Escuchen los dos si no recuperan la perla grandes y terribles cosas pasarán―Les advirtió la anciana a la hanyou y al joven de ojos ámbar, regañándolos por esa actitud tan infantil.

―Cuando la perla desapareció sentí una presencia maligna muy fuerte, es probables que ese ser del que provenía la presencia maligna sea quien se llevó la joya.―Eso les relató la anciana a los jóvenes que buscarían la perla, lo cual causó impresión a los dos y su deseo de encontrar la perla creció más.

―Está bien ¡LO HAREMOS!―Dijeron ambos al mismo tiempo como si su pensamientos estuvieran conectados, lo cual provocó un sonrojo intenso en sus rostros por ese momento tan incomodo pare ellos.

―Oye muchachita ya que viajeros juntos espero te comportes―Exclamó el joven de ojos dorados cruzando sus brazos y esa actitud altanera provocaba enfado en la hanyou, esa era una de las razones por las cuales su viaje iba ser un desastre o al menos eso pensaban ellos.

― ¡Ay eres un estúpido fastidioso! y llámame por mi nombre KA-GO-ME―Le contestó muy furiosa la joven de ojos chocolate a Inuyasha, era claro que no sería rápido el que se pudieran llevar bien pero harían el intento para lograrlo.

De pronto Kagome saca las ropas de Inuyasha (su uniforme) y se lo entrega al chico peli plateado ya que por la batalla la ropa de él había quedado desgarrada, y esa era la razón por la que había tenido que usar el traje de monje que lo hacía ver idéntico a Kuzo.

―Toma, póntelo―Le pidió la chica hanyou al joven Inuyasha quien estaba en shock, no podía entender que estaba pasando.

―¿Qué?...pero si mi ropa estaba toda rota―Musitó el joven de ojos dorados al ver que su uniforme se miraba como si estuviese nuevo, sin daño alguno aunque eso era mejor para él pues su madre lo habría matado.

―Bueno…yo lo arregle―Le afirmó Kagome un poco sonrojada y para disimular un poco, desvío su mirada hacía otra dirección ya que ser amable con él no era su estilo.

―¡Wow! te quedo muy bien―Dijo Inuyasha a la chica hanyou ya que estaba muy sorprendido por las habilidades de costura que ella poseía, esa reacción por parte del joven de cabellos plateados provocó una pequeña sonrisa en el rostro de Kagome, pero eso sólo duro unos cuantos segundos ya que rápido le fue borrada.

― ¡Gracias! no sabía que ya sentías algo por mi―Expresó el joven del futuro con un poco de sarcasmo algo muy típico en él, ya que su propio orgullo no le permitió dar un agradecimiento adecuado.

― ¡ERES UN IDIOTA!..¿Que si siento algo por ti? por favor no me hagas reír―Exclamó la joven hanyou muy molesta ya que no eran las palabras que esperaba escuchar.

―Sólo lo hice para que te quitaras ese traje que andas―Seguía diciendo la hanyou en parte se sentía ofendida ya que muy pocas veces ella hacía algo para otra persona, y que él tuviera una actitud tan soberbia eso la hizo sentirse mal.

― ¿Quitarme el traje? pero si tu ya me viste desnudo―Afirmó el joven recordando esa situación en el rio, que para ambos es un recuerdo muy vergonzoso, pero esas palabras provocaron que las mejillas de Kagome se tornaran rojas de la furia y vergüenza.

―Ahora que me acuerdo de eso…Kagome ¡SENTADA!―Ordenó el joven de ojos dorados utilizando el conjuro que lleva la hanyou, pudo vengarse el hecho que ella lo dejara desnudo en el rio, llevándose la ropa y le tocara hacer un taparrabo para salir de ese lugar.

Kagome no pudiendo resistir el poder del conjuro que lleva en su cuello, cae de sentón dejando un agujero en la tierra casi con la forma de su parte trasera, eso era muy doloroso y molesto pero no podía hacer nada para evitarlo; al menos era mejor que la otra orden el tan llamado “beso” que deseaba que esta vez no dijera.

Después de estar discutiendo un rato se cansaron y al encontrarse solos decidieron comenzar su viaje, eso fue lo que la hayou sugirió para que la búsqueda de la perla fuese tomando rumbo, ella deseaba poseerla y poder cumplir su sueño de ser completamente una Daiyoukai como su padre.

Pero el joven de cabellos plateados más que nada deseaba regresar a su casa y sabía que debía intentar regresar antes de comenzar el viaje, sólo para decirle a su mamá que él estaría bien y no se preocupara ya que su pobre madre sufrió mucho cuando murió el Señor Taisho, y siempre ella le decía que si no fuera por él ella no hubiera soportado tal perdida.

―Oye Kagome ―Habló el joven Inuyasha con una voz suave y pasiva.

― ¿Qué es lo que quieres ahora?―Respondió la chica hanyou de cabello azabache muy molesta de sólo escuchar la voz del joven, ella quería cambiar esa situación tan tensa pero él siempre arruinaba momentos cruciales.

―Deberíamos ir al bosque en donde está el pozo―Sugirió el joven de ojos ámbar mostrando con mucho esfuerzo cierta docilidad, todo con el fin de que la hanyou no se negara.

Un silencio se apodero de ambos la hanyou no sabía que responder, ya que por más molesta que ella se sentía ver esos dulces ojos ámbar mirándola de manera tierna era imposible decirle que no.

―Está bien no está demás que busquemos indicios en el lugar que todo empezó―De esta manera la hanyou accedió a la petición de Inuyasha aunque él en realidad quería saber si podía regresar, no tenía la más mínima intención de buscar nada en ese lugar.
Caminaron hasta el bosque Kagome comenzó a sentir un aroma extraño, era de un youkai pero no era con el que habían luchado antes era un aroma diferente; mientras la hanyou buscaba en los alrededores alguna pista sobre quien se llevo la perla Inuyasha se acercaba sigilosamente al pozo con la intención de lanzarse.

Pero fue imposible ya que cuando iba a saltar un gran rugido de youkai lo detuvo, ambos se pusieron alerta al escucharlo Kagome saco sus garras en posición de defensa, mientras el joven peli plateado tenía en sus manos aquel bastón de monje que se convertía en lanza lastimosamente aún no sabía cómo utilizarla, arriba de ellos vieron pasar una enorme pantera de dos colas.

La imponente bestia que tenía unos gigantescos colmillos se mostro frente a los jóvenes cómo muestra de desafío les gruño, mientras Kagome ya estaba dispuesta a luchar con ese youkai fue detenida por el joven de ojos dorados.

― ¡Alto! esa pantera tiene algo extraño―Advirtió el joven muy desconcertado de lo que él podía ver.

― ¿Qué es lo que tiene?―Preguntó la hanyou al escuchar lo que el joven le decía.

―Tiene un brillo dentro de él…parece… ¡no puede ser!―Decía el joven Inuyasha observando aquel youkai que parecía un gato gigante de color amarillo, sin duda un temor sintió en ese momento.

―Ya dilo ¿Qué ves?―Musitó con impaciencia la hanyou, el joven consternado estaba demorando la pelea y no tenían tiempo que perder.

―Ese youkai tiene la perla dentro de él―Exclamó el joven al parecer él podía ver la perla y esa era una de las habilidades que también poseía su vida pasada, Kagome al escuchar eso le dio mucha fuerza para pelear con ese demonio que tenia frente a ella.

El demonio comenzó sus ataque pero para la sorpresa de la hanyou, ese demonio parecía en estar solamente interesado en el joven peli plateado, él con mucha dificultad podía esquivar los ataques ya que aún no controlaba a la perfección el arma del monje, Kagome intentó ayudarlo pero era imposible la bestia era muy fuerte.

― ¡Maldición! este animal sólo vino por mi―El joven golpeaba a la gigantesca pantera pero no podía hacerle mayor daño, el joven tropezó en una raíz quedando a merced del youkai y cuando este estuvo a punto de clavarle un colmillo la hanyou lo protegió con su cuerpo.

Kagome postro su cuerpo sobre él del joven de ojos dorados y el colmillo de la bestia atravesó su espalda, la bestia retrocedió al ocurrir esto.

― ¡Maldito seas! gato del demonio―Gritó el joven Inuyasha al ver a la hanyou herida por protégelo, de pronto el bastón se convirtió en esa poderosa lanza, el joven peli plateado sonrió ya que al fin podría pelear al nivel del youkai.

El joven se abalanzo sobre la pantera dientes de sable, y logro clavarle la punta de la lanza en el lugar en donde tenía la perla sacándosela de inmediato, cuando la “perla” salió del youkai el joven vio que esa joya no era la perla, si no que era una esfera de color purpura que despedía un brillo similar a la perla.

La recoge y va hasta donde se encontraba la hanyou al verla tan frágil le pareció el ser más hermoso que había visto, claro que rápido reaccionó y trato de levantarla.

―Kagome no te esfuerces tanto estas herida―Le sugirió el joven peli plateado al la hanyou viendo que con sólo moverse sentía dolor.

―Estoy bien… ¿y la perla?―Preguntó la joven de cabello azabache mientras se recostaba en el pecho del joven de ojos dorados, al preguntarle el joven le muestra la perla y así se diera cuenta que no era la verdadera perla.

―Esto…no es la perla―Musitó Kagome viendo esa esfera que aunque no fuera perla tenía una cierta cantidad de poder.

Ambos voltearon y vieron que ese gran youkai que los había atacado había cambiado de forma no era esa gran pantera dientes de sable si no que se convirtió en una pequeña niña, que se miraba muy inocente y que estaba inconsciente.
Inuyasha recogió a la niña y quería llevarla a la aldea pero de pronto la niña despertó y gritó, esto provocó un gran sobresalto para el joven de cabellos plateados y cómo consciencia perdió el equilibrio y cayó al pozo.

Volvió a ver esa tonalidad violeta acompañada de un brillo rosa, la misma que vio cuando lo atravesó la primera vez, de pronto el brillo desapareció y pudo verse dentro del fondo del pozo.

―Madre es imposible que el bueno para nada de mi hermano, halla desaparecido en el pozo―Se escuchó una voz varonil y fría justo fuera del pozo, esa voz se le hizo muy familiar a Inuyasha pero la siguiente voz que escuchó lo hizo sentirse muy feliz.

―Sesshomaru estoy segura de lo que vi…no me veas así―Esa dulce voz que discutía con su hermano era su madre, esa voz estremeció el corazón del joven y un gritó salió de su corazón.

― ¡MADRE! ¡MADRE! ESTOY AQUI―Gritó con todas su fuerzas el joven de cabellos plateados sentía una inmensa felicidad, al ver arriba del pozo el rostro de su madre y la cara de su hermano, bastante asombrados de verlo en el fondo del pozo.

Continuara…………………………….

Hola chicas se que dirán “esta chica se tarda un mundo para actualizar pero estaba en semana de exámenes y tengo otros escritos que actualizo así que me disculpo, pero ya estoy de vacaciones y actualizare más seguido.
Espero les guste la conti y no se preocupen en el siguiente cap. aclarare muchas dudas, así que nos vemos en el siguiente chicas.