Death Note Dolor de muela [One shot]

Hola, one-shot de mis personajes favoritos de Death-Note.
Death Note no me pertenece, y escribo de el sin ningun animo de lucro.
Espero que les guste.
"Dolor de muela"
Las hojas de los arboles caían perezosamente al desprenderse de los arboles, balanceándose suavemente a los caprichos del viento antes de depositarlas sobre el jardín repleto de niños de todas las edades pensables. Corrían de un lado a otro, jugaban y reían divertidos durante el receso a sus largas y complicadas clases.
Un pequeño niño de bellos cabellos blancos jugaba a su propia manera sentado bajo la sombra de un árbol y a esta altura rodeado de hojas secas de otoño. Se sentaba de manera bastante curiosa, una forma que solo él podría encontrar cómoda como para jugar con sus robots esparcidos a tu alrededor. No hablaba con nadie, no expresaba si se divertía o no haciendo lo que hacia, simplemente allí estaba la primera opción en línea de sucesión para remplazar a L.
Todo era una bella calma, una normal calma, hasta que un alarido un tanto estridente rompió con toda esa calma, si dejáramos el jardín por un momento y nos dirigiéramos al interior de la gran mansión hasta la habitación un tanto tétrica de cierto muchacho rubio, hallaríamos la fuente de ese ensordecedor grito.

-¡¡¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!—volvió a gritar.

Un chico de casi 13 años y brillante (y extravagante) cabellera roja salió de su propia habitación, anduvo por el pasillo sin despegar los ojos de su consola portátil y entro sin avisar a su amigo.

--Mello—le dijo sin verle-- ¿ahora que te hizo Near?

El rubio se volteo a ver a su amigo ¿Near? ¡¿Near?! Ese pedazo de enano cabezón jamás podría hacerle pasar por un tipo de dolor de ese tipo, no…al menos no lo había hecho aun, o intentado.
Al no obtener respuesta Matt alzo los ojos notando primero la cantidad de envolturas de chocolate esparcidas por el suelo, su amigo era un adicto a ese dulce pero jamás lo había visto consumir tantas barras, y eso que una vez le conto 12 al día.
Mello daba vueltas por la habitación agitando sin parar su chocolate.

--¿Qué te pasa?

--Ah…ug…ah….¡¡¡¡¡ahhhh!!!!!!!!!!-fue la respuesta

Matt se asusto ¿y si Mello había perdido al fin la cordura luego de tanta bilis derramada en su interior por causa indirecta-directa: Near? Tuvo el impulso de salir corriendo de allí, pero la mirada asesina del rubio lo detuvo, este se señalo la boca con un dedo y brincoteo frente al pelirrojo.

--No…no…se…que…te…pasa—admitió moviendo la cabeza arriba y abajo conforme Mello brincaba.

--¡Ya se!, quieres jugar a la mímica—el ojiverde sonrió. Más tardo en sonreír que en que su cabeza recibiera el puño de su atormentado amigo—No, así no quiero jugar, Mello—se sobo su cabeza.

--Nbo..estde no esd un... ¡¡ah!!!!- balbuceo apenas y el revoloteo reinicio.

--En la mímica no se habla—hizo notar Matt—a menos que… ¡quieres jugar a las adivinanzas!

Otro golpe más.

--Mello—se quejo --De acuerdo, si adivino esta vez no volverás a golpearme ¿de acuerdo?—tomo su PSP y reanudo su partida.

Mello a punto de noquear a su amigo tuvo una idea mejor, le arrebato la consola a su amigo y amenazo con tirarla lejos.

--Mello, espera—trato de recuperarla en vano-- ¿Es una pista? Hummm… película de ladrones.

Esta vez saco al rubio de sus casillas ¿Cómo el tercero en la línea de sucesión podía ser tan…distraído? La consola voló hasta la puerta atravesándola y lamentablemente se estampo contra la cabeza de un niño que inocentemente iba de paso por el pasillo.

--Mello-se quejo Matt corriendo a ver el estado de su juego. Mello lo devolvió a la habitación y se señalo la boca nuevamente, esta vez el ojiverde miro con atención el interior de la boca—una... ¿película de vampiros?

La vena de la frente de Mello sobrevivió de puro milagro a la presión, agito a su amigo con fuerza para ver si así se le conectaba el cerebro y volvió a señalarse la boca.

--Mello, tienes un trozo de chocolate pegado en…--dirigió su mano hacia una de las muelas de Mello para señalarle el pedazo, cual fue su sorpresa cuando al tacto Mello salto un nuevo grito.

--¡¡¡¡AAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!

A medio segundo de que Matt dejara su dedo en la boca de Mello logra apartar la mano, casi lo deja sin dedo
El pelirrojo cayó sentado ante el maltrato de su amigo recriminándole con sonidos inentendibles.

--¡Te duele la muela!—sonrió triunfal.

Mello aspiro victorioso, ahora solo tenia que esperar a que Matt le avisara a Roger y…

--No conozco ninguna película que se llame así—saco su PSP aun estando en el suelo.

Mello celebro muy pronto. Cerro su temblante puño y eligió esta vez uno de sus libros para arrojárselo a Matt, afortunadamente lo vio venir y se agacho a tiempo, desgraciadamente el pequeño niño del pasillo que hacia el esfuerzo de levantarse sumamente mareado solo lo logro para caer noqueado nuevamente.

--Tampoco es de ayuda tu violencia-hizo notar poniéndose en pie sin quitar los ojos de la pantalla.

Esta vez Mello trato algo diferente, tomo una hoja de papel y un lápiz, comenzó a garabatear lo que sucedía, pero el dolor era persistente, y si alguna vez lo han sentido se darán cuenta que escribir sintiendo algo así no es muy sencillo.
Cuando Matt reviso los desaliñados garabatos solo pudo fruncir los labios.

--No entiendo—dijo al fin—Creí que practicarías tu caligrafía luego de que Near te ganara en la clase de…

Mello estaba a punto de estallar, aferro su mano a los googles del extravagante niño y tiro de ellos hasta separarlos de su rostro lo mas que las ligas permitían.

--Me…Mello ¿Qué es lo que…¡ah!- si, Mello soltó los googles, Matt se toco el rostro en busca de aliviar el profundo dolor. El rubio casi sonríe, quizás así se le iluminara el cerebro.

-- Entonces es algo acerca de violencia innecesaria—mascullo el pelirrojo quitándose sus googles para sobarse el rostro directamente. No había pasado ni medio segundo cuando la palma de Mello sobre el papel lo sobresalto, su amigo lo miraba furioso y Matt no comprendía ¿tanto le enojaba que no adivinara la película que estaba pensando?
Esta vez el rubio dibujo algo parecido a un… ¿diente?

--Si, Mello ya entendí que es una película sobre dientes, dolor y violencia innecesaria.

A este punto todos podríamos preguntarnos como es que Matt ha sobrevivido toda su vida en compañía de Mello, pero así había sucedido hasta ahora por lo menos.
Mello tiro de espaldas a Matt para hacerle señas con las manos y señalarle el papel con desesperación.

--Creí que no jugaríamos mímica—recordó el ojiverde. Suficiente, ya estaba bien, ¿Cómo Matt había parado en Wammy’s House? ¡A saber!, lo único que Mello tenia claro es que estaba a punto de estrangular a su amigo.

--Mello no esta jugando. Le duele un diente—la distante voz de Near se hizo presente e interrumpe la tentativa de homicidio. Ambos voltearon a verlo, el albino estaba de pie en el pórtico sosteniendo en brazos sus juguetes.

-- ¿Y porque no me lo dijiste antes?—recrimino Matt a Mello. Digamos que esta vez el pelirrojo sobrevivió por obra milagrosa.

--Deberían avisarle a Roger—Near se dio la vuelta y siguió su camino de forma indiferente.

Matt apenas alcanza a abrazar a su amigo por la cintura para evitar que vaya tras el niño albino y cometa un real homicidio.
***
--Veamos—la gorda mujer dentista mira dentro de la boca del rubio, y a él no le da mucha confianza. Todo es silencio dentro de la enfermería excepto por el constante tecleo del videojuego de Matt; Roger trata de quitárselo al chico, pero este, como si supiera exactamente cada movimiento del anciano esquiva esa intención sin dejar de ver su partida.

--Tienes una muela muy picada con caries—es el diagnostico-- ¿Comes muchos dulces?

Mello balbucea que no, para el comer esas cantidades de chocolate es normal; pero tanto Roger como Matt responden al unísono y de inmediato que si, el rubio vive prácticamente del chocolate.
Si las miradas mataran, el anciano y su amigo estarían tendidos en el suelo.

--Tendré que extirparte esa muela y tu dejar los dulces.

-- Chocolate—corrige su “amigo” sin verlos. Roger vuelve a intentar quitarle el aparato, nuevamente fracasa.

--Bien, deja las barras de chocolate.

¿Dejarlas? ¿D-E-J-A-R –L-A-S? Eso era no comerlas… ¡¿Qué?! Oh no, no podrían hacer eso, no a él, no con su preciado chocolate.
Mello se agita en protesta pero nada puede hacer, Roger lo sostiene de los hombros para que la dentista pueda trabajar.

--Yo limpiare tu habitación, Mello—anuncia con una radiante sonrisa Matt, su amigo necesita que alguien le ayude mientras el esta en “operación”—No habrá chocolate en tu habitación para esta noche- -suspira—que suerte que conozco los escondites donde los guardas—y sale despreocupado de la enfermería.

Mello parpadea incrédulo, luego la furia lo invade, pero por mas que trata no puede huir a evitar que Matt se lleve todos sus chocolates.
En el pasillo que da hacia la habitación del impulsivo rubio, Near recoge el libro noqueador “Charly y la Fabrica de Dulces” es el titulo, el albino suspira y toma una barra de las que Matt esta juntando afuera, ya lleva fácilmente unas 30. El menor se aleja caminando lentamente hacia su propio cuarto, pasa de largo la enfermería sin oír los gritos y maldiciones de Mello, sonríe como pocas veces hace y muerde la barra de chocolate, mientras se pregunta si a Mello le gusta el apio, podria regalarle uno.