"Dolls"

re: "Dolls"

Gomen chicas, las verdad es que estoy cansada, mis manos me duelen mucho ultimamente, estoy deprimida y muy desepcionada, no quiero escribir y eso no me pasa a menudo por no decir nunca, simplemente me da tristeza escribir en estos momentos porque para ello he de quitarme primero las desepciones y no es facil..

Gomen...

 

re: "Dolls"

Dios no saben lo que me costo escribir esto... espero les guste, me dolio hacerla literalmente... y disculpen la demora.

~3~

~Conociendo~
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Resultaba ser tan misteriosa y exquisita cada nueva sensación… hasta el dolor, el hambre o el cansancio se volvían infinitamente satisfactorios, el viento se escuchaba cual poesía rompiendo sus acordes en sus tersas pieles, el agua recorría con alevosía sus cabellos perfectos y los rayos del sol casi podían atravesar sus almas… nadie jamás estaría más agradecidas del mundo como aquellas chicas, todas y cada unas recién acopladas a sus nuevas vestimentas observaban tendidas en el pasto la magnificencia de un cielo azul…


-Tengo mucha hambre –musitó la pelirosa rompiendo el ambiente de paz.
-¡Tu siempre tienes hambre diablos! –enfatizó con su enojo habitual la joven rubia en una evidente mueca de desagrado.
-Cállense quiero dormir… -susurró la joven castaña en un bostezo exagerado.
-Creo que tengo demasiada ropa –musitó la chica de cabellos azulinos que apenas y tenía algunas prendas que cubrían su cuerpo.
-Por dios May apenas y te cubres eres desesperadamente descarada –acotó Raven en un tono resentido.
-La envidia no llevará a nadie a ningún lado hermana hermosa –agregó May picándole sensualmente un ojo, ante la indignación esta simplemente volteó el rostro.
-Es su naturaleza, y ya dejen de pelear arruinan mi maravilloso momento –refutó con Gris en un tono de orden irrefutable.
-¿Tu momento?... Dirás MI momento… es todo mío –recalcó Hikaru con el tilde de avaricia que tanto le caracterizaba.


Desde el porche de la casa un joven sumamente intrigado las observaba, sus ojos miel no podían despegarse de aquella maravillosa visión, eran simplemente perfectas, tanto que generaban cierta desconfianza en sus pensamientos… ¿Quiénes eran?, ¿Por qué sus padres las habían acogido tan fácilmente?, ¿Por qué le resultaban tan conocidas?... el joven Ryoma llevaba ya varias horas enfrentándose a muchas preguntas de la misma naturaleza, sin embargo ninguna respuesta coherente se hacía presente.
*
Tan sumido estaba en sus cavilaciones que no se había percatado que alguna de las jóvenes lo habían rodeado…


-Ryomaaaa dame algo de comer –acotó Gen en un tono de desespero, su hambre se volvía punzante.
-mmm... búscalo tu sola –respondió el joven ojimiel volteando la mirada, sus ojos chocaron con los de otra joven…. Ahora más intimidantes.
-Me encanta como te ves cuando te pones altanero –May había rodeado el cuerpo del pequeño con sus brazos, su aliento provocador chocaba en las mejillas del mismo, un sonrojo inmediato se hizo presente.
-¡Suéltalo Ryoma es mío, ¿Entiendes? Mío! –recalcó Hikaru arrebatando al pequeño de los brazos juguetones de May.
-¡POR DIOS! Dejen el escándalo es solo un niño –enfatizó muy enojada Natsu golpeando ligeramente a sus hermanas en la cabeza.
-Estan locas… -Ryoma sentía que iba a romperse entre los jalones de Hikaru y May.
-No me compares con ellas, yo soy mil veces mejor –dijo Gris aún tendida en el césped.
-Yo también quiero jugar –musitó Raven lanzando al grupo en contra de Ryoma.


¡Que molesto!, aquellas palabras se repitieron muchas veces en los pensamientos del príncipe mientras buscaba algún lugar donde esconderse de aquellas escandalosas chicas, pensó que la azotea sería un buen lugar nunca antes se habían sentido tanta vida en la residencia Echizen, sin embargo Ryoma no estaba precisamente feliz con aquello, cuando finalmente pensó que estaba solo y fuera del alcance de las chicas una presencia lo perturbo severamente… una de ellas estaba allí durmiendo sobre las tejas.


-¿Qué diablos? –Ryoma no podía creer que no tuviera un lugar en toda su casa para esconderse.
-No grites… Tengo sueño –las palabras de Sayu eran prácticamente inaudibles, estaba más dormida que despierta.
-Me recuerdas a un chico de la Hyotei –el ojimiel se sentó a su lado respirando profundamente, esta chica parecía ser la más tranquila de todas.
-Ellas también me cansan a mi, pero no tienen malas intenciones, tu nos agradas –Ryoma sonrió levemente, la chica parecía inconciente y aún así supo dar con lo que le preocupaba.
-Da igual… -el ojimiel se recostó a su lado, era un buen lugar para dormir…





Para aquel entonces las chicas seguían buscándolo con desespero, para su fortuna no lograron dar con él hasta el momento de la cena.
*
Toda la familia estaba presente, un aire de alegría podía respirarse en la casa entera, por alguna razón esas chicas había traído cierta misteriosa luz a sus existencias, eran tan ingenuas y a la vez las vivaces que no tardaron en ganarse el cariño de todos los Echizen, sin embargo con el pasar de los días sentían como aquella casa se volvía cada vez más pequeña… el mundo era tan grande… aquel sentimiento se intensificaba cada mañana cuando Ryoma partía a la escuela y las dejaba solas, un sentimiento de desconsuelo las arrullaba, querían ir con él, querían estar a su lado… sin darse cuenta a manos de Gris un plan había sido forjado, verían el mundo fuera de aquella casa y verían lo que el pequeño ojimiel hacía siempre que las dejaba solas… una emoción sin precedentes las albergaba.
*
La mañana se mostraba fresca y despejada, Nanjiroh como de costumbre yacía metido en el templo atendiendo sus deberes habituales entre una y otra revista indecente, Rinko debía hacer las compras aquel día, las chicas como de costumbre despidieron a Ryoma tristemente en la entrada, por algún motivo el comenzaba a acostumbrarse.
*
Sus mentes maléficas entraron en acción, a penas el joven dobló la cuadra todas salieron silenciosamente del templo y le persiguieron con sigilo, de tanto en cuanto debían detenerse por los retrasos de Sayu o porque Gen se entretenía en la vidriera de alguna pastelería, todos los presentes estaban verdaderamente sorprendidos con aquellas jóvenes que rayaban en la más exquisitas de las perfecciones… para su fortuna Ryoma aún no se había percatado.



-Caminen o lo perderemos –exclamó Gris apresurada.
-Este lugar es tan grande –murmuraba Raven en su enfático asombro.
-Un chico esta hablando con Ryoma –señaló Hikaru intrigada, el chico iba montado sobre un artefacto de dos ruedas del cual ellas no tenían conocimiento.
-No esta nada mal ese chico –agregó May mordiendo su labio inferior suavemente…

Siguieron en su proeza de perseguirlo, tantas dudas y sensaciones nuevas les mostraba aquel universo completamente alterno que les era complicado mantenerse concentrada, tantas personas distintas y a la vez tan similares, otras criaturas que podían surcar los cielos o que caminaban en cuatro patas, las grandes maquinas que cruzaban las calles velozmente, los colores que las invadían, las texturas, los olores, quizás ya habían visto alguna de aquellas cosas por televisión pero sentirlas tan cerca resultaba completamente absurdo y diferente… Casi mudas, con sus ojos bien abiertos, percibiendo cada detalle finalmente llegaron a las puertas de un gran edificio “Seishun Gakuen” allí había entrado Ryoma por lo que ellas se aventuraron dentro…


-¿Donde rayos se metió? –Natsu se mostraba enfadada al perder de vista al pequeño.
-Hay muchas personas vestidas igual que él –Las chicas estaban bastante confundidas ante aquello…

Ante las disyuntiva decidieron simplemente explorar, después de todo aquel era el lugar en donde su pequeño pasaba todas las mañana y parte de las tardes, la estructura del edificio les parecía imponente, los baños sumamente curiosos, las personas interesantes, la azotea fue el mejor lugar de todos, los jardines encantadores y las canchas algo extrañas, ya habían visto a Ryoma jugar con su padre un complicado juego de pelota, el pequeño cambiaba sobremanera sobre esas canchas, se veía feliz… y esa sensación les agradaba mucho a las chicas…
*
Un extraño timbre sonó en todo el lugar y los alumnos comenzaron a salir de sus salones, era hora de comer, las chicas tuvieron dificultades para retener el poderoso apetito de Gen ante toda aquella comida sin embargo lograron sobrevivir, nuevamente habían dado con Ryoma en la cafetería, lo observaban de lejos, esta vez no se darían el lujo de perderlo…



-Esta vez concéntrense si lo perdemos las matare a todas –exclamó Natsu con una mirada asesina.
-No me vengas con esas… -Gris no se inmutó ante el comentario.
-Esta rodeado de muchos chicos lindos –La sonrisa de May rallaba en la morbosidad.
-Que envidia… -acotó Raven con una mueca de evidente desespero…

Todos los chicos de las cercanías las observaban intrigados, era evidente que no eran estudiantes, después de todo no portaban el uniforme de la escuela, además del hecho de que su belleza resultaba ser absurda, por más que las detallaban no parecían tener ninguna clase de defecto…
*
Finalmente las clases concluyeron, las chicas vieron como los estudiantes se marchaban a casa, sin embargo Ryoma con su grupo de amigos se dirigieron a los vestidores para comenzar con las prácticas de tenis, con raquetas en manos llegaron a las canchas en tanto que las jóvenes observaban desde las cercanías…



-Otra vez ese juego… -Gris no comprendía que era lo maravilloso de golpear una pelotita amarilla.
-Pero esos chicos envueltos en sudor son una vista exquisita –murmuró May con un resplandor inusual en los ojos, estaba simplemente fascinada.
-Ya deja eso mujer –acotó Natsu en absoluto fastidio.



Todas observaban emocionadas como los chicos corrían o jugaban entre sí, misteriosamente todos ellos se veían tan alegres como Ryoma mientras practicaban, aquel sentimiento de felicidad era verdaderamente cálido para las muñecas que nada conocían de aquel mundo. Un suceso discorde las dejó a todas sorprendidas, un chico alto de negros cabellos y extraños cristales en la cara había dado algo de beber a uno de los chicos y éste había caído inconciente al instante… sin duda era algo peligroso, una llamada de alerta roja se hizo presente cuando aquel alto chico comenzaba a obligar a Ryoma a beber esa cosa espantosa… ellas simplemente no podían permitirlo.


-Vamos Ryoma, has perdido así que debes beber –Inui mostraba en su rostro la perversión que tanto le caracterizaba.
-Ni de broma –Ryoma trató de escapar cuando Eiji y Momoshiro le rodearon, como víctimas de aquel jugo no perdonarían a nadie.
-¡Déjenme! –gritó al ver como Inui le acercaba el vaso… aquello fue suficiente…

Una joven a gran velocidad apareció de la nada conectando un fuerte golpe en el rostro del alto de anteojos, el vaso calló al suelo al instante junto con su portador completamente inconciente, todos se quedaron boquiabiertos al verla… rubia como ninguna otra Natsumi se había hecho agresivamente presente.


-¡NO LES PERMITÓ QUE TOQUEN UN PELO DE RYOMA! –gritó la joven causando pánico ante todos.
-Natsumi… -el pequeño no entendía que hacía en aquel lugar.
-Les agradezco que lo suelten al instante o no respondo por mi hermana –la figura imponente de Gris se hizo presente seguidamente, sus ojos fuertes y decididos hicieron que Eiji y Momo soltaran al aludido al instante y dieran tres pasos atrás.
-¿Quiénes son ustedes? –preguntó el capitán Tezuka sumamente molesto por el alboroto.
-Eso no te incumbe –Gris le dio la espalda al capitán y caminó hacia Ryoma mientras el resto de las chicas se mostraban…



Todos se quedaron boquiabiertos al verlas… perfectas, simplemente perfectas… la joven que portaba menos ropas abrazó por la espalda al pequeño, Ryoma se sonrojó al instante, May le acariciaba el pecho mientras le daba un beso tierno en la mejilla derecha, los presentes no podían estar mas sorprendidos.



-¿Estas bien Ryoma? –le preguntó la mayor sensualmente.
-Si… si… May –dijo el pequeño respirando profundo… aquello era insólito.



No pasó mucho tiempo antes de que Raven y Hikaru se enfadaran con May y se lanzaran a pelear con ella… nadie pronunciaba palabra alguna sobre lo sucedido…



-Es mío, mío, mío, mío –exclamaba Hikaru mientras jalaba a May de la falda tratando de apartarla.
-Yo también quiero besarlo –musitaba Raven en un evidente puchero… Ryoma estaba más pálido que de costumbre.


Sus amigos habían comenzado a preocuparse ante la situación, sin embargo más de uno estaba más interesado en ellas que el destino del pequeño… Claro no era el caso de su mejor amigo, al menos por los momentos.


-Oye Ryoma… ¿Estas bien? –cuestionó el ojivioleta tratando de acercarse
-No te acerques a él pelipincho –la voz de Gris retumbó en todo el lugar.
-¿Y quien eres tu para ordenarme? –cuestionó Momo bastante enfadado.
-Soy Gris y no necesitas saber mas.
-¿Gris? ¿Y eso es un nombre? No me hagas reír Grisuchan –Momo se mostraba evidentemente divertido.
-¿Grisuchan? ¡No cambies mi nombre sin mi permiso!
-En verdad lo siento Grisuchan pero él es mi amigo y me preocupa que una locas lo estén acosando.
-¿LOCAS? ¡Te matare! –Natsu estuvo a punto de golpearlo pero la mano de un joven la detuvo al instante.
-Fsssssss largo de aquí –agregó un joven de bandana quien comenzaba a hartarse de la situación.
-Vaya… Kaidoh defendiéndo a Momo... el fin del mundo –agregó Eiji sorprendido.
-No hago tal cosa… solo le iba a avisar que se están comiendo su comida…


Momo dirigió su mirada a las bancas en donde yacía su bento y vio como una pelirosa estaba comiéndose todo velozmente, el joven corrió apresurado y sus ojos se llenaron de lagrimas al ver que no quedaba nada… que terrible… mientras tanto una castaña se había echado a dormir en una banca sobre las piernas de un chico de ojos azules quien pese a su sorpresa no hizo nada para quitársela de encima.



-Luces linda cuando duermes –comentó Syuusuke al ver a la joven de cerca.
-Eres cómodo… -agregó ella acomodándose sobre las piernas del aludido.


La escena comenzaba a complicarse cuando el grito de Tezuka volvió a hacerse presente, todo el mundo hizo silencio, Sayu dormía junto a Syuusuke, Gen se comía los postres de Momo, Ryoma yacía tirado en el piso abrazado por May desde sus espaldas, Raven a sus piernas y Hikaru por un brazo… Gris y Natsu estaban tras el de forma imponente….



-No lo preguntaré de nuevo… ¿Quiénes son ustedes? –la pregunta hizo que todos los presentes pusieran atención ante la inminente respuesta…



May sonrió sensualmente, sus ojos reflejaban lujuria, todas a sus espaldas también sonrieron, mojándose los labios provocativamente logró un sonrojo colectivo en los presentes…



-¿Nosotras?... nosotras somos las muñecas de Ryoma... –acotó ella con la mayor de las perversiones… ninguna de las chicas refutó sus palabras, por el contrario estaban orgullosas con aquello…



Mas de un pensamiento pervertido se hizo presente en la mente de los chicos del club de tenis, aquellas palabras los había dejado a todos en blanco, Ryoma necesitaba con urgencia que la tierra se abriera abruptamente y se lo tragara… no tenía ni idea que aquel apenas sería el comienzo de todos sus problemas…

~Continuara~

:rosa: *~M.A~* :rosa:
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