Drabble Disfraz [Emily & Mimi | Pokémon Rol]

Título: Disfraz
Fandom: Pokémon Rol Championship
Personajes: Emily Hodges, Mimi Honda.
Palabras: 415
Summary: "¿Cuánto tiempo más pensaba Emily tardar? ¡Solo era ponerse un maldito vestido y los zapatos!"
N/A: ¿Kurone os trae angst? No pasa nada, aquí os traigo comedia para que se os pase (?) | Final abierto... ¿o no tan abierto?

Mimi empezó a golpetear el suelo con la punta de sus pies, empezando ya a impacientarse. ¿Cuánto tiempo más pensaba Emily tardar? ¡Solo era ponerse un maldito vestido y los zapatos!

La rubia estaba prácticamente a punto de entrar en la habitación cuando finalmente escuchó el pomo de la puerta girándose y, pocos segundos después, la morena salía de la habitación ya disfrazada.

Mimi se quedó paralizada, mirando a su amiga de arriba abajo con la boca abierta y un leve rubor extendiéndose por sus mejillas.

Lo que Emily llevaba era un traje de cuero negro que cubría casi la totalidad de su cuerpo, exceptuando el gran escote en forma de V que poco dejaba a la imaginación, y, para rematar, una diadema con orejas de gato decoraba su cabeza.

La chica de ojos morados se encontraba mirando hacia otro lado, totalmente avergonzada, haciendo que la imagen fuese aún más subida de tono.

—E-esto es un poco vergonzoso… —empezó a explicarse, jugando nerviosamente con sus manos—. P-pero el dependiente dijo que n-no quedaba otro d-disfraz… y era tarde…

Fueron varios minutos de silencio hasta que Emily finalmente se dignó a girar el rostro, encontrándose con una Mimi aun sonrojada, aun con los ojos abiertos y aun intentando decir algo pero sin ser capaz de unir dos palabras en una misma oración lógica.

Emily se acercó, preocupada, olvidándose por un momento de su conjunto, y al inclinarse un poco para estar a la misma altura que la rubia, la misma no pudo evitar fijarse en lo que estaba llamando su atención.

Cuando se percató de la impureza de su mente, sin embargo, logró mínimamente reaccionar y se alejó de la morena colocándose en una posición defensiva.

—¡N-n-n-nos quedamos e-e-e-en casa! —logró decir, con bastante dificultad, tartamudeando, moviendo la mirada de un lado a otro nerviosa, evitando a toda costa fijarse en Emily—. ¡Nos quedamos en casa! ¡Eso es!

Y murmurando la misma frase como si fuese una especie de mantra, caminó cabizbaja hasta entrar en la habitación de la que Emily había salido anteriormente. ¡Ella no quería salir desde un inicio, de todas formas!

La morena se incorporó, quedándose unos segundos en el sitio hasta que la rubia finalmente desapareció de su vista. Una ladina y sugestiva sonrisa se extendió por sus labios, un brillo juguetón en sus ojos.

El efecto había sido mucho mejor de lo esperado.

Con pasos silenciosos, entró también a la habitación, cerrando la puerta con pestillo detrás de ella.