de Inuyasha - Disfraz de Novio [In/Ka]

Tema en 'Inuyasha, Ranma y Rinne' iniciado por Reina Momo, 14 Noviembre 2008.

?

la historia es

  1. buenisimaa

    96.1%
  2. ¿? ni tan interesante, ni tan aburrida

    3.9%
  3. malisima! y aburrida

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  1.  
    aruma_chan

    aruma_chan Usuario común

    Escorpión
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    Re: Disfraz de Novio [In/Ka]

    uss muy buen capitulo, la verdad espero que no se apague la inspiración, tiene potencial de entretenerme mucho mas..
    me a dejado intrigada el asunto que tenga que tratar inuyasha en la mesa de Kagome y Houyo..tengo ansias de leer el proximo capitulo..y para cuando?
    hehe...Saludos
     
  2.  
    ~Sunzure Russo~

    ~Sunzure Russo~ Fanático

    Capricornio
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    Re: Disfraz de Novio [In/Ka]

    maten a ese hombre!!!
    por dios santo!!!!
    es que como se le ocurre semajnte cosa!!
    dios!!!!!o.o
    ¬¬.....ash....
    ahy no que horror!!!!!!!!!!!!!!
    quiero ver que pasa!!!
    esta buenisimo!!!
    espectacular!!
    jajajajajajaj
    si me rei!..
    dios mio santo!
    espeor la conty!
    bye!
     
  3.  
    ling xiaoyu

    ling xiaoyu Entusiasta

    Escorpión
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    Re: Disfraz de Novio [In/Ka]

    Pues la verdad no sé como te esperabas menos comentarios, sinceramente el capítulo nuevo ha sido sublime, y como no, para meter cizaña tenía que aparecer Hojô, espero con muchas ansias el siguiente!

    Ja ne!
     
  4.  
    amoreinu

    amoreinu Usuario común

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    Re: Disfraz de Novio [In/Ka]

    wou me encanto mucho tu fic, en serio vaya ese Inuyasha diciendo Hoyo que es su novio cosa que no es cierta, Kagome plis enamorate ya de Inuyasha...
    te invito que leas mi fic se llama: prince of the darkness
     
  5.  
    Stefy Mustang

    Stefy Mustang Entusiasta

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    Re: Disfraz de Novio [In/Ka]

    hola !!!
    Ya leí el cap. 3 !!
    Jeje ya sabía que aparecería Kikyo !!! La tez pálida.. INCONFUNDIBLE!!!
    No sabía que Inuyasha fuera tan... molesto... mira que fastidiar a la pobre Aome con Houjo como si fuera niñito de quinto de primaria... lo único que le faltaba era canturrear el famoso "Aome tiene novio, Aome tiene novio"

    Esperaré la conti ;)

    sTeFy :sang:
     
  6.  
    Reina Momo

    Reina Momo Entusiasta

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    Disfraz de Novio [In/Ka]
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    Re: Disfraz de Novio [In/Ka]

    paso algo muy grave y no voy a seguir escribiendo. Disculpen, estoy mal. igual les voy a dejarles todos los capitulos q tenia hasta ahora.
    Inuyasha solo esperaba que su plan saliera bien. Aunque después de todo, dar clases de Física para que la linda e inocente Ahome se hiciera pasar por su novia no había sido tan malo. Su disfraz de novio le había servido para sacar unos cuantos gozos.
    Disfraz de novio
    By Reina Momo





    Capitulo Cuatro
    Te amo todo el día


    — ¡Hola!

    Lo fulminé con la mirada apenas se detuvo a nuestro lado. Houyo miró a la pareja confundido y, por cortesía, los saludó también.

    — ¿Podemos? –señaló los asientos que sobraban. El “¡Por supuesto!” de Houyo se sobrepuso con mi negación, creando confusión en la chica- Genial.

    Se sentó a mi lado y la chica junto a Houyo. Inuyasha me miró divertido. Parecía que mi molestia era diversión para él.

    — ¿Ahome, no vas a presentarnos? –Preguntó el idiota-

    Suspiré e intente que la rabia y la confusión no se reflejaran en mi voz.

    — Houyo, él es Inuyasha. Inuyasha… él es Houyo.

    —Encantado –dijo Houyo, siempre sonriente-

    — Lo mismo digo. Ahora me toca a mí. Chicos ella es Kikyo. Kikyo, ella es Ahome… y Houyo.

    Ella nos sonrió y con su mano atravesó la mesa para tomar la de Inuyasha.

    — ¡Vaya! ¿Desde hace cuando que están saliendo? –preguntó Houyo. Inuyasha lo congeló con su mirada-

    — No somos novios. Ella es una amiga… bah…amiga –me miró y me mostró sus blancos dientes en una perfecta sonrisa. Luego se volvió a Houyo que esperaba su respuesta- ya sabes, Houyo, sexo y esas cosas.

    La chica se carcajeó y se mordió el labio inferior.

    — Oh, que desagradable eres, Inuyasha –le dije. No entendía su comportamiento y eso me molestaba aún mas-

    — ¿Por qué?

    — No hables así de Kikyo –le dije- Es descortés de tu parte darnos a entender que la usas.

    — Él no me usa.

    Habló por primera vez. Su voz era aguda y suave. No me gustó porque hubo cierto atisbo de frialdad y burla en ella. Y yo que la defendía…bueno, mejor me callaba.

    —Como digas…

    Me hundí en mi asiento y apoyé mi cabeza sobre la pared de ladrillos. Dejé que la conversación fluyera entre ellos y no emití sonido alguno mas que suspiros.

    — ¿…Ustedes están saliendo? –preguntó la áspera vos de Inuyasha. ¿Para que si ya sabia la respuesta? Solo metía el dedo en la llaga-

    Lo miré a Houyo y él me miró a mí. Le pisé el pié debajo de la mesa y sonreí. Iba a hacerlo, aunque me diera algo de vergüenza.
    Inuyasha no iba a salirse con la suya y Houyo se pondría feliz.

    — Si –contesté-

    Me arrodillé en el asiento para poder inclinarme sobre la mesa y capturar los labios de Houyo con los míos en un dulce roce.
    Estaba segura que Inuyasha nos miraba atónito y me sentí bien. Luego me arrepentí por usar a Houyo. Me sentí fatal cuando lo liberé y vi sus ojos azules brillar.

    — Que tiernos… -soltó con falsedad Kikyo-

    — Oh ese beso fue algo frío –acotó el muy terco-

    — yo lo sentí bien… -Houyo me miró tímidamente pero yo no pude mantenerle la vista-

    — Puede ser, debería estar en tu lugar para saberlo.

    — ¿Y tu de donde conoces a Ahome, Inu? –Preguntó Kikyo-

    Inu, Ja Ja Ja Ja.

    — Somos amigos ¿Verdad? –me miró con una gran sonrisa. Yo le di un sorbo de mi trago antes de contestar. Me tomó de la mano y la beso-

    — Si, yo que se…voy al baño.

    Me levanté del asiento. Inuyasha se echó hacia atrás para dejarme pasar.
    Fantásticamente en el baño no había una sola mujer. Me miré en el espejo y suspire con pesar.
    Ese Inuyasha se estaba desubicando. ¿Para qué venía? No lo entendía. ¿Se quería hacer ver o qué?
    Me sentí muy mal porque no sabía que iba a decirle a Houyo acerca de aquél beso. Supuse que se había percatado de la complicidad en mi roce cuando le toqué el pié. Rogaba que fuera así.
    Cerré los ojos y largué otro suspiro. Me apoyé en el lavabo y levanté mi cabeza hacia el ventilador aún con mis ojos cerrados.

    De repente sentí unos brazos en mi cintura y una lengua en mi cuello. Abrí los ojos horrorizada y en el espejo vi en reflejo de Inuyasha junto al mío.

    — ¿Qué haces? ¿Estas ebrio, loco o eres medio tonto? –Levanté el hombro para que se alejara pero él apoyo su mentón en él y me miró a través del espejo-

    — ¿Por qué lo besaste si me dijiste que no te gustaba?

    — ¿Qué haces en el baño de mujeres? –pregunté molesta-

    — Vine para preguntarte.

    — ¿Estas ebrio?

    — No se… -me besó el cuello de nuevo y me giró para que lo mirara directamente a los ojos- A veces me gusta que me desafíen ¿lo sabias?

    — ¿Quién te desafía? –Lo empujé pero no logre que se moviera ni un centímetro-

    — Tú. No quieres besarme a mí pero lo besas a él.

    — ¿Qué te importa? –me reí-

    Inuyasha hablaba y yo preguntaba, eso era todo.

    — No entiendo por qué prefieres besarlo a él y no a mí –entornó los ojos. Esto se trataba de su reputación-

    — A ver… -suspiré- Yo no entiendo por que vienes a NUESTRA mesa como si nada y empiezas a preguntar si estamos saliendo o no. me obligaste a hacerlo.

    — Hubieras dicho la verdad.

    —Te hubieras quedado con tu gatito en TU mesa.

    Me liberé de sus brazos y me alejé lo mas que pude de él dentro del baño.

    — Me estaba aburriendo, por eso vine. Además… Kikyo es medio tonta, ya sabes…buena para algunas cosas…iba a pasarla bien luego del bar, pero mientras tanto necesitaba diversión. Y disculpa que te lo diga pero Houyo es un tonto.

    — Es educado, que es distinto. No como tú.

    —…Eres graciosa cuando te enojas –Dijo después de una pausa y rió como un idiota- pones mil caras.

    — Tu eres un idiota siempre. No te soporto –puse los ojos en blanco-

    — Mentira, te caigo bien porque te diviertes conmigo.

    — Mentira, me caes mal porque eres un mal educado, grosero e insensible.

    — No me conoces –me contestó con frialdad-

    — No dejas que te conozca de otra forma. No ayudas mucho –me dieron ganas de encender un cigarrillo aunque no fumara- En fin…-me acerqué y le di unas palmaditas en la mejilla- nos vemos.

    — ¿Te vas a ir con tu novio?

    — Oh si. Vamos a jugar esta noche, claro que si –respondí con todo el sarcasmo que podía expresar-

    — ¿Quieres que juguemos nosotros aquí y ahora? –me ofreció de la forma mas inocente. Era un depravado sexual-

    — ¡No! –Le saqué la lengua y salí del baño-

    Afuera me encontré con Kikyo y Houyo hablando de sus cosas. Le pregunte a Houyo si podíamos irnos ya por que me sentía cansada, y era cierto. Llegamos a mi casa y antes de que me bajara me dijo:

    — ¿Te incomodaron esos chicos no?

    — Oh…Inuyasha siempre es así de oportuno. La chica me cayó mal…le gusta que la usen. Pero la pasé bien antes de que vinieran –le sonreí con total sinceridad- lamento…lamento lo del beso…

    —…Esta bien… -me sonrió y no estuve segura de que fuera realmente franco-

    —Gracias –me bajé del auto y me metí en casa-

    Esa noche fue la primera vez que soñé con Inuyasha.

    A la mañana siguiente no recordé de que iba el sueño, tan solo sabía que él era el protagonista. Me dediqué a no pensar en ello puesto que las imágenes en mi mente eran confusas y no quería sacar conclusiones estúpidas.

    Este fin de semana me la pasaría con Inuyasha. Se había ofrecido a venir a mi casa a explicarme física y de paso arreglar sobre nuestro “noviazgo”.

    Luego de almorzar me puse a hacer galletas. De seguro a Inuyasha le gustarían, además yo no cocinaba mal.
    Para cuando estuvieron listas no me quedó mas remedio que luchar contra mi hermano para que no se las comiera. Aún así había conseguido robarse unas cuatro galletas. ¡Tenía mas fuerza que yo y casi me pasaba en altura!

    Caminé sonriente hacia la puerta cuando el timbre sonó. Allí estaba esperando Inuyasha con su habitual postura despreocupada y su mirada de desdén.

    — Adelante –me hice a un lado para dejarlo pasar y luego cerré la puerta-

    — ¿Pudiste resolver alguno de esos ejercicios? –Me preguntó refiriéndose a nuestra charla por teléfono en donde le había explicado como eran los ejercicios más o menos-

    — Nada de nada –fruncí los labios mientras nos dirigíamos a la cocina-

    Nos sentamos uno al lado del otro en la mesa de la cocina y saqué mis apuntes y la hoja con los ejercicios. Inuyasha soltó una carcajada al verlos.

    — Dios mío… -negó con la cabeza- veamos burrita, empecemos por este – su dedo señalo el ejercicio tres y entonces comenzó a hablar-

    Tener a Inuyasha de profesor era bastante…raro. Me explicaba una y otra vez y cada tanto perdía los estribos. Podría jurar que hasta le salía humo de la cabeza. Avanzamos cinco ejercicios de los quince que tenía aunque todos ellos los había resuelto él en un intento de explicarme con distintos ejemplos.

    — ¿Entendiste? –pregunto apoyando su frente en su mano, y recostando el pecho sobre la mesa. Cerró los ojos-

    — Eh…si

    Mentí en un intento de parecer inteligente. Él me miró con incredulidad y me señaló otro ejercicio.

    — Haz este –me entregó el lápiz y yo miré el ejercicio desesperada.

    Lo miré esperando que no estallara de ira.

    — ¿Estas enojado? –pregunte reprimiendo una sonrisa. Hablé con cautela-

    — ¿Por qué? ¿Por qué eres una cruza entre una perra y un burro? Digamos que… nada, eres una tonta. –yo me reí-

    — ¿Vas a tenerme paciencia?

    — Solo si prometes someterte a mis deseos sexuales, dulzura –le solté un golpe en su musculoso brazo- bromeaba. Anda, niña tonta, empecemos de nuevo.

    Soltó un largo y profundo suspiro y comenzó con su explicación otra vez.

    En realidad, no podía distinguir la razón de mi desentendimiento. No sabía si no entendía porque era difícil, o si no entendía por que no estaba prestando atención.
    No se, mi mente vagaba por otros lados. Mas precisamente en la persona que tenía junto a mí. En vez de mirar la hoja en donde su lápiz señalaba, enfocaba mi vista en su rostro. En su boca, en sus labios separarse a cada rato, al hablar, al suspirar, cada movimiento que hacía me atraía. Luego me concentraba en sus ojos, sin duda lo mas cautivante en él — y lo único puesto que era un arrogante—. La intensidad y la profundidad en ellos eran como un imán para mí. Fue de tanto explorarlos que caí en la cuenta de que jamás, en nuestro corto plazo juntos, había visto alegría en ellos. Sus sonrisas de ningún modo combinaban con la tristeza que emanaban sus ojos, con el recelo de ellos. Me pregunté si estaría sacando imaginarias conclusiones, quien dice que por ahí estaba viendo fantasmas en donde no los había.
    Dejé de pensar en ello y esta vez sí me concentre en sus palabras. Capté un par e intenté relacionarlas. No era tan difícil, solo necesitaba practica. Sonreí e hice el ejercicio seis. Inuyasha lo miró y me corrigió tan solo algunas unidades.

    — Uy esto me harta –me reí— ¿Quieres comer algo?

    —Oh si – bostezó y se estiró en la silla-

    Escuché que algo caía al suelo pero no le di mucha importancia, simplemente me acerqué a la mesada y recogí la bandeja con las galletas. Me volví para preguntarle si deseaba tomar algo, me contestó que prefería el café y puso los ojos en blanco con yo le mostré mi peor cara de asco ante la bebida.
    Cuando hube preparado el café dejé su taza al frente suyo y me senté con mi vasito de leche. Inuyasha reprimió una sonrisa al verme tan infantil.

    — ¡Oh, a la pequeña de la asco el café! –Pellizcó suavemente mis mejillas y deposito un beso en la punta de mi nariz- ¿Por qué te sonrojas?… ¿Te pongo nerviosa? – Se volvió a acercar a mí y situó una mano en mi nuca. Creo que mi sonrojo fue mayor por que su típica sonrisa torcida apareció en su rostro a centímetros escasos del mío-

    —Para nada –me separé de él. Me levanté de mi silla y me senté sobre la mesada-

    Fue entonces cuando vi el pequeño objeto que había oído caer. Me agache detrás de la silla en la cual estaba sentado Inuyasha y tomé su billetera. Se abrió cuando tomé una de sus solapas y pude ver sus billetes y tarjetas de crédito. Un papelito voló e intenté atraparlo. Milagrosamente lo hice y me fije en ello.

    Era una foto y en ella se encontraba el una chica. Era pelirroja con muchas pecas en su rostro y expresión muy alegre. Sus ojos verdes parecían mirarme con picardía desde la roca en la cual estaba sentada. Su sonrisa era inigualable, era perfecta, hermosa e inocente. No tendría más que dieciocho años.
    Dejé la billetera frente a Inuyasha y giré la foto. Allí rezaba la siguiente frase: “Te amo todo el día. Lime”

    ¿Quién era aquella joven?




    Disfraz de novio
    By Reina Momo





    Capitulo Cinco
    Pelea



    Inuyasha tomó su billetera desconcertado y giro su rostro hacia mi. Cuando me vio mirando la foto, abrió los ojos como platos y enseguida se abalanzó contra mí. En sus ojos pude ver la ira. Estaba realmente molesto.

    — ¡¿Que haces?! –me gritó y me quito la foto de las manos antes que le diera la ultima ojeada al rostro de la chica, esa tal Lime- ¿Por que revisas mis cosas?

    — Eh…Se…se te cayó… -tartamudeé desconcertada por su reacción. ¿Por qué se ponía así? -cuando te levanté la billetera…se cayo esta foto…lo siento…

    Bajé la mirada al suelo. Estaba confundida y me sentía una tonta porque me recordé, al hablar, cuando un niño se disculpa luego de hacer alguna travesura. No entendí por qué le pedí perdón, si después de todo no había hecho nada malo.
    La mirada de Inuyasha seguía clavada en mí con toda la intención de eliminarme con ella. No me gustó nada eso y me sentí mal. Además, en ella había cierto atisbo de tristeza. Me desesperé al no saber el motivo.
    Le sostuve la mirada con el arrepentimiento marcado en ella. Entonces Inuyasha giró completamente y fue hasta la puerta. Busco en el llavero que colgaba al lado de ella y sacó la llave de la puerta principal. Cuando salió cerró la puerta de un portazo. Yo corrí detrás de él y lo tomé del brazo antes que entrara a su auto.

    — ¿Inuyasha, que hice mal? –le pregunté indignada-

    Hasta que me contestó pasaron varios segundos. Se me hicieron eternos.

    — Nada…tu no has hecho nada…- abrió la puerta del auto e instantáneamente yo la cerré con fuerza y me plante frente a él-

    — ¿Entonces? ¿Qué pasa? –puse una mano sobre su hombro pero él no me contesto lo que yo esperaba-

    — ¡Ya te dije que no pasa nada! Se me fueron las ganas de estar aquí –me ensordecieron sus gritos pero no lo solté-

    — Me tomas por tonta – Mas que una pregunta fue una afirmación-

    Deje caer mi mano de su hombro y me aparté del coche. Él entro enseguida y se marcho a gran velocidad. Yo no entendía nada de nada. Busqué en el pasto para encontrar las llaves que él había tirado y luego entré a mi casa. Mi madre y mi hermano me miraron completamente enredados pero no me preguntaron nada. Yo subí a mi habitación y sin encender la luz me tiré en mi cama.
    Me lleve una muñeca a mis ojos y pensé durante un buen rato los hechos sucedidos recientemente. Para empezar ¿Quién era Lime? ¿Su novia? No lo creía, él me había dicho que no tenia novia, aunque por otro lado eso explicaría su repentino enojo. ¡Claro! Seguramente él pensaría que yo podría arruinar sus planes si me enteraba que tenía novia, o que rechazaría la propuesta…
    Con que su novia…
    Esa foto, en realidad, parecía vieja. Estaba gastada y con ciertas marcas en ella, como manchas de humedad o agua, aunque agua en una foto…sería medio raro. Bueno, quizás una lluvia…

    Según él, yo no había hecho nada malo y que tan solo quería irse a su casa, si, como no. Era obvio que la fotografía de esa misteriosa chica y su molestia estaban íntimamente relacionadas.

    Así que ahora era él quien se enojaba conmigo…

    Continué con mi debate hasta que mis parpados no soportaron ni un minuto mas arriba y cayeron fuertemente ocultando mis ojos.
    No desperté hasta que la luz perlada del exterior me dio de lleno en los ojos. Afuera estaba nublado, fue lo que noté cuando me levanté y abrí las cortinas de mi ventana. Aun así en el pronostico del día anterior no anticipaba lluvias, así que…

    Aún con la misma ropa de ayer me dirigí a la cocina a servirme unos cereales y me senté en un sillón del living mientras veía como mi hermanito jugaba con la Play Station.
    Mastiqué los cereales con lentitud. En ese mismo tiempo, Souta ya había avanzado varios capítulos en lo que creí que sería Resident Evil numero algo.

    — ¿Ahome, linda? –mi madre se asomó desde la cocina con el teléfono en una de sus manos- Para ti –movió el aparato y yo me levanté del sofá-

    — ¿Hola? –una mujer del otro lado me saludó con simpatía- Si…si –sonreí- Ajá…Esta bien, iré esta tarde ¡Muchas gracias!…Higurashi…si, con H –puse los ojos en blanco- ¡Adios! –apreté el botón para cortar la comunicación y sonreí radiante-

    — ¿Qué sucede? –Preguntó mi madre aún desde la cocina-

    — Me llamaron de la facultad de ingeniería para trabajar ahí ¿No es genial? Trabajar frente al lugar donde estudio –reí-

    Sin decirle nada más y luego de una ducha me dirigí a la facultad. A pesar de ser domingo había clases y por lo tanto había bastantes estudiantes allí.
    Cuando llegué me reporté en la recepción. Me habían asignado la parte de las fichas de los estudiantes y todo el papelerío de las fechas de los parciales y las calificaciones. Tan solo buscar y entregar. La paga no era tanta, pero servía para pagar mis estudios, sin contar que no tenía que pagar doble viaje y que trabajaba alrededor de 5 horas.

    Me dijeron que el lugar donde iba a trabajar había que prepararlo para todo el papelerío. Me dejaron las cajas para ordenar todos los papeles así que mi primer tarea iba a ser esa: limpiar el cuarto.
    Claro que me pagaban un poco más por hacerlo, puesto que la gente de limpieza estaba de paro.
    Tomé una escoba, un trapo, un secador, un balde con agua y demás herramientas para perfumar el lugar y dejarlo bien limpio.

    Lo bueno era que el lugar estaba casi vacío, solo tenía los muebles en donde debía acomodar los papeles y carpetas, que por cierto eran bastantes.
    Y polvo.

    Cuando por fin me deshice de él, en el piso y muebles, me dispuse a ordenar cada carpeta en las bibliotecas y por orden alfabético.
    Me agaché en un estante de abajo para comenzar por la letra Z. Antes de poner la primer carpeta, me introduje un poco en el estante y la pase un trapo, ya que había olvidado hacerlo antes.
    El silencio me incomodaba. Lo único que escuchaba eran los pasos del piso de arriba, que por cierto se me hacían escalofriantes, y los estornudos que me provocaba el polvo.

    Entonces sentí que me tocaban el tobillo. Me asusté e intenté levantarme en un intento fallido puesto que mi cabeza dio de lleno con el estante continuo, provocándome un agudo dolor.

    Y un grito, también.

    Salí lo poco que me había introducido dentro del último estante y miré avergonzada a la persona que me había molestado.
    Me quedé petrificada al ver unos hermosos ojos celestes mirándome con una sonrisa. Era un muchacho ¡Y que muchacho! Su cabello lo tenía recogido en una coleta, aunque no era tan largo. Supuse que suelto le debería llegar a los hombros.
    Me tendió una mano para levantarme del suelo la cual tomé con agradecimiento. Cuando me reincorporé lo cuestioné con la mirada.

    — No quería asustarte –sonrió-

    — Oh –Intenté sacar un sonido parecido a una risa de mi boca, pero lo mas parecido fue a un gemido- que va, siempre me suceden estas cosas…-me rasqué la cabeza con nerviosismo, la sonrisa de aquel muchacho se ensanchó- ¿Qué necesitabas?

    — ¡Oh si! Veras…estoy buscando mis calificaciones –hice un gesto como si hubiera comido un limón yo sola. Él se rió- Todavía no las tienes –afirmó mirando las cajas-

    —Bueno, si me ayudas por ahí pueda entregártelas –le sonreí ampliamente y me dirigí a la ciudad de las cajas, fundada en el año 2008 por mí- ¿Qué carrera cursas y en que año?

    —Estoy en el tercer año de Ingeniería Industrial –me comentó mientras me seguía entre las cajas. Las encontré rápido y lo miré de vuelta- Me llamo Kouga Kun.

    — Veamos Kouga – Kouga colocó las cajas de tercer año sobre un escritorio al ver que no podía ni mover una- Gracias, veamos…K…K… -abrí al menos cinco cajas con la letra K antes de encontrar su hojita con calificaciones- ¡Aquí esta! –di dos saltitos y se la entregué-

    — Gracias…

    — Ahome –contesté-

    —Ahome –terminó su frase y miró su papel-

    — ¿Cómo te fue? –Pregunté interesada-

    — Bien –me contestó sorprendido- bastante bien –levantó su mano para hacerla chocar con la mía- así que eres la nueva…”entrega-papeles”? –me reí ante el calificativo y asentí lentamente-

    Antes de responder puse mis ojos en blanco y me mordí el labio inferior. Él ensanchó su sonrisa.

    —Si…empiezo hoy, pero tengo que ordenar todo esto –pateé una de las cajas pero esta ni se movió-

    — Vaya, con esa fuerza no vas a terminar nunca ¿quieres que te ayude?

    — Oh, muchas gracias, pero no quiero molestarte, de seguro tienes otras cosas que hacer

    — Nada de eso. No hay problema en ayudarte. Anda, vamos a ordenar estas cosas, tú dime donde.

    Le volví a sonreír. Creo que si seguía así iba a agotarse mi cupo de sonrisas del día. Le indiqué como iba a ordenar cada cosa y lo entendió rápidamente, es mas, me dio consejos sobre donde me convenía poner cada letra con respecto al tamaño de cada estante.

    Malditos estudiantes de ingeniería.
    Mientras ordenaba encontré las calificaciones y el expediente de Inuyasha. ¿Con que Taisho era su apellido, eh? Sus notas eran excelentes, de verdad no me mentía cuando me decía que era un experto en física. En sus últimos tres parciales sus notas habían sido 9, 10 y 10. ¡Que envidia! Además en sus otras materias también le iba bastante bien.

    Ahora era un arrogante, grosero, insensible y genio.

    Terminé antes de lo que esperaba, y estaba segura que mucho antes que si tuviera otras tres personas ayudándome. Kouga era un chico activo y fuerte. Sin decir que era muy educado y dulce, caballeroso también ¿Por qué no? Y guapo, muy guapo.

    Oh, que bello día.

    — ¿Cómo esta tu cabeza? –tocó la parte donde me había golpeado. Con tanto trabajo había olvidado el dolor-

    — Ahora que lo dices, bien.

    — ¿No deberías ir a mojarte, Ahome?

    — No, estoy bien. Soy fuerte, ya sabes, experiencia.

    Lo contagié de mi risa.

    — ¿Qué vas a hacer ahora? –me cuestionó repentinamente interesado-

    — Eh…nada

    — ¿Te gustaría ir a tomar un helado?-preguntó- Conmigo –aclaró-

    — Por supuesto –sonreí-

    —entonces andando.

    Con otra sonrisa me sostuvo la puerta de mi “oficina” y salimos al exterior topándonos con estudiantes. Fue un alivio salir afuera de la facultad y respirar el aire fresco. Siempre lo agradecía.
    Me sorprendió ver el lujoso auto de Kouga, me hacía recordar a Inuyasha.

    — Oh, mi padre es vicedirector de un taller aeronáutico. Puede que asuma yo en su lugar en unas semanas. Mientras tanto, me regaló este auto –adivinó mis pensamientos, vaya…-

    Oh, me hacía recordar a Inuyasha.

    — ¿Ah si…? Que…interesante –reí nerviosa y me abroche el cinturón de seguridad luego de que arrancara- y… eh…- me callé. No sabía que decir-

    Cuando llegamos nos sentamos en una de las mesitas de afuera y pedimos nuestro helado. Yo de Chocolate y Menta, como siempre, y él de Tramontana y frutilla a la reina. Kouga insistió en pagarme.

    —Esto me enloquece –confesé mientras con una cucharita sacaba una pedacito de chocolate-

    — Entonces luego te compro otro –sonrió mientras repetía mi acto-

    — Oh gracias, pero dos ya es demasiado –reí-

    Continuamos comiendo nuestros helados hasta que pregunto:

    — ¿Y tienes novio?

    En ese momento quise que me tragara la tierra, o aunque sea que lo trague a él. No sabia que responder. El muchacho parecía estar en las mismas condiciones que Inuyasha. ¿Y si hablaban del mismo taller? ¿Y si le decía que no y luego me lo cruzaba en alguna estúpida presentación o esas cosas? No quería decirle que si, pero tampoco quería decirle que no…era como si traicionara a Inuyasha.
    Me debatí mentalmente. Una mentira sobre otra mentira, que en realidad la primer mentira sería verdad, bueno…no afectaba nada.

    — Eh…no –dije rápido para hacerle entrar en duda pero al parecer me escucho perfectamente por que su sonrisa fue enorme-

    — Vaya…que raro. Eres linda para no tener novio.

    Me sonrojé al máximo y me hundí en la silla, aunque con lo dura que estaba la tela que me sostenía no ayudaba mucho.

    —Oh…gracias. Bueno ya sabes…después de todo, lo que importa es lo de adentro.

    — Eres divertida –sonrió- ¿O debería saber algún pasado oscuro por el cual los chicos se te alejan?

    ¡Hey los chicos no se me alejaban! Punto menos a mi auto estima.
    Entonces dramaticé.

    — Te seré sincera, tengo algo entre mis piernas… -insinué-

    Kouga estalló en carcajadas, Dios mío, que manera tan… ¿Sexy? de reír. Apoyó su frente en la mesa para disimular su risa, pero me contagió a mí también y reí un poco.
    Luego lo pensé. Eso no había sido nada apropiado si quería parecer una linda damisela. Nada femenino, oh no. Me sonrojé demasiado ante mi chiste.
    Siempre pasándome de la raya… ¡era un chiste que no era necesario comentar!

    Continué comiendo mi helado, avergonzada. Siempre mirando la mesa y conteniendo una sonrisa.

    — Mentira, mentira… -dije intentando contener su risa, que ya se extinguía- Soy una dama…aunque no lo parezca.

    — Eres muy linda –Repitió esta vez mas serio, claro, aún sonreía-

    De nuevo.

    —Gracias…tu también.

    Ahora era yo quien quería preguntarle si tenía novia, pero temí que pensara que habría algún interés en ello luego de decirle que también era lindo. Nos quedamos en silencio un rato corto hasta que él volvió a hablar luego de ver su reloj.

    — Tengo que irme Ahome. Fue un gusto conocerte – se levantó de su silla y me dejo un beso en la frente- espero verte mañana en la facultad…

    —Oh, claro. Trabajo allí. Y…eh…fue un gusto conocerte también…

    — ¿Vives por acá cerca? Puede dejarte en tu casa si lo deseas- ofreció-

    — Oh, no gracias. En realidad vivo un poco lejos, gracias de todas formas, Kouga.

    Él asintió con la cabeza lentamente. Luego me dejo un papel.

    —Este es mi número, si quieres, luego hablamos.

    Y se fue.

    ¡Oh Dios, todo esto me hacía recordar terriblemente a Inuyasha!

    Entonces me dieron unas ganas inmensas de verlo. De saber como estaba, enojado, triste, contento, mal humorado, lo que sea.
    No quería tener otra semana sin noticias suyas, sin oír su voz o ver sus ojos soleados. No me animaba a ir a su casa luego de cómo me había gritado, pero tampoco quería que pensara que no me preocupaba por él.

    Porque así era. Yo me preocupaba por él.


    Mucho.
     
  7.  
    Reina Momo

    Reina Momo Entusiasta

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    Disfraz de Novio [In/Ka]
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    Re: Disfraz de Novio [In/Ka]



    Disfraz de novio
    By Reina Momo





    Capitulo Seis
    Cambios


    Inuyasha y Kouga se me habían presentado como dos mundos distintos dentro de una misma realidad. Dos polos opuestos, pero, de alguna forma, encantadores. Cada uno tenía su personalidad.

    Por un lado estaba Inuyasha. Grosero, caprichoso, arrogante, insensible, bruto, atrevido —muy atrevido—, mujeriego. También era muy charlatán, a veces simpático, gracioso, dulce —muy pocas veces, o por lo menos conmigo— valiente y algo caballeroso.
    Kouga era todo lo contrario. Conmigo se había mostrado, en el poco tiempo que estuvimos juntos, caballeroso, dulce, demostrativo, sensible, educado, respetuoso y con una gran disposición porque me ayudo a limpiar todo. Gran sonrisa. Ah, y se reía efusivamente de mis chistes.

    Bueno, todas las personas que conocía lo hacían.


    Fue Martes cuando por fin vi a Inuyasha, obviamente, dentro de su facultad y el cambio que noté en el, particularmente en ese día, fue impresionante.

    Luego de mi internación en la facultad de Ciencias Sociales, me internaba en la de Ingeniería…
    Y de repente hizo acto de presencia en mi oficina con su llamativa figura. Me quedé helada al ver su radiante sonrisa. ¿Se dirigía a mí? Quizás alucinaba. Pero no. Se acercó como si nada y se sentó en el escritorio.

    —Me dijeron que una linda chica era la encargada de todo el papelerío.

    Lo miré como si hubiera enloquecido.

    Primero: jamás me decía linda. Segundo: no siempre era tan simpático conmigo y Tercero: en la vida me había parecido tan guapo. ¿Qué pasaba? Parecía que esta facultad, repleta de hombres en sí, me estaba afectando las neuronas, y a él también.

    No me animé a tocar el tema Lime, quería saber hacia donde iba.

    — ¿Cómo sabías que estaba yo aquí?

    — Los rumores, corren, pequeña –me gustaba cuando me decía pequeña- y mas aún cuando se reemplaza a una vieja por una joven. Carne podrida por carne fresca.

    —Oh, Inuyasha –lo reprendí y me senté a su lado, sobre el escritorio- Por cierto…eh…lo lamento… -susurré bien bajito. Inuyasha bajó del escritorio y se paro frente a mí, poniendo sus manos sobre la mesa a ambos costados de mi cuerpo –

    —No digas nada. Ya paso y no quiero tocar ese tema –su mirada calma pero dura fue un buen indicador de lo que decía-

    Básicamente: cállate y no la jodas.

    —Escucha, hoy tenemos que ir de compras –me dijo cambiando drásticamente de tema. Yo lo miré completamente sacada ¿El y yo de compras?- si ya se, un espanto, pero necesito que me ayudes a elegir un traje y además tengo que comprarte un vestido.

    — Espera… ¿Por qué? Puedo comprarlo yo.- no entendía nada. ¿Todo eso para que?-

    — Es un regalo, anda, di que sí.

    — No se…estoy cansada…otro día.

    —No…, tiene que ser hoy.

    Fue un peligro cuando se me acercó aún mas de lo que estábamos y apoyó su cabeza en el hueco de mi hombro y mi cuello. Me sujetó las muñecas y se las arreglo para meterse entre mis piernas. Estaba apresada.

    — O sino voy a torturarte –su risa fue tan maliciosa que podría haberme asustado si no tuviera la cabeza perdida entre él y su perfume embriaga-mujeres-

    Me mordió sutilmente el cuello y luego pasó su lengua por aquel mismo lugar hasta llegar a mí oreja donde mordió el lóbulo. Me hice la quejosa, pero en realidad se sentía placentero y relajador. Nunca nadie me había hecho eso. Yo era tan virgen

    —Dilo –pronunció riendo juguetonamente mientras bajaba por mi garganta-

    — ¿Qué cosa?

    — ¿Y a ti que te parece? –sentí que me desmayaba cuando lo tuve encima mío sobre el escritorio. Creo que iba a cometer un crimen en cuanto esto terminara-

    ¡¿Por qué se comportaba así?!

    — ¡Esta bien, demonios, iremos hoy! -grité

    — ¿Eh? –Rió- no me refería a eso, tonta…- continuó besándome el cuello y la clavícula. A estas alturas iba a tener todo el cuello con marcas moradas-

    Ya que aún tenia las muñecas apresadas, intenté quitármelo de encima con las piernas, pero fue en vano.

    —No entiendo –dije con la respiración cortada y nerviosa- ¿Qué diga qué? –estaba exasperada-

    Lo pensó un rato y mientras tanto se reía de mis intentos para sacármelo de encima. Algo estaba tramando.

    —Di…que quieres que te haga el amor aquí y ahora.

    Sentí algo de ironía en su voz. Sus labios se movían sobre mí suavemente. De vuelta me imaginé en la situación de alguna de aquellas mujeres con las que él solía estar. A pesar de su atrevimiento era dulce con sus besos.
    No pude pensar más porque luego de oír aquello mi corazón se salió de mi pecho, en sentido figurado, obviamente. Mi cabeza dio mas vueltas que una montaña rusa y comencé a sentir mucho calor. Maldije el ser tan inocente. Esta situación me estaba poniendo los pelos de punta y cuando no pude controlarlo más…simplemente, y para cumplir con mis experiencias ridículas de toda mi vida, me desmayé.

    Oh, si, luego de esto iba a pedir que me ahorcaran. Era eso o vivir sobre el derrumbe de los inicios de mi vida sexual.
    Y creo que la segunda opción era la más posible. ¡Bang!

    * * *
    Me desperté por la hostilidad en la voz de Inuyasha cuando hablaba con alguien. Además, el piso duro me incomodaba ¿Acaso era piedra? Lo primero que vieron mis ojos fue a la tarde llegando a su fin, y también percibí una constante brisa calida que golpeaba mi cuerpo con sutileza. Miré hacia mi costado y vi mas piedra yendo hacia abajo, como una cascada. No podía ser, estaba en las escaleras exteriores, esas gigantes escaleras, de la facultad de Cs. Sociales.

    Entonces me esmeré en escuchar la conversación que me había sacado de mi dócil letargo.

    — A ver si entiendes…no es necesario que te quedes ¿Si? Yo voy a llevarla a su casa cuando se despierte.

    — ¿No era mejor que la trasladaras apenas se desmayó? –preguntó
    la otra voz. Se notaba que estaba molesta-

    De repente me sorprendí cuando la reconocí, mas que nada porque jamás había escuchado a esa persona enojada. Se trataba de Houyo,. Claro, él debería estar saliendo de las clases y yo me las había perdido.

    —No, no era mejor. Y no quiero escucharte ¿Qué no tienes vida u otras cosas que hacer? Lárgate.

    — Ahome es mi amiga ¿Esta bien? Así que tengo que hacerme cargo de ella.

    Inuyasha soltó una risa. Sin que se dieran cuenta los observé.

    Inuyasha estaba parado dándome la espalda un escalón mas abajo que mi reposado cuerpo. Mientras que Houyo estaba encarándolo, de frente a mí, en un escalón aún mas abajo que Inuyasha. La diferencia de altura se notaba cuando ambos estaban al mismo nivel, pero ahora parecía abismal y me hacía ver a Houyo como un pobre indefenso.

    —Pues…no quiero desilusionarte, niño, pero si te fijas la marca en el cuello de Ahome, creo que está claro que es obra mía –dijo con orgullo. Aunque no pudiera verle el rostro estaba segura que le estaba enseñando su gran sonrisa de arrogante-

    Reparé en lo dicho por él y llevé mi mano al cuello. No podía vérmelo pero seguro tenía una marca morada de sus besos. Houyo junto las cejas en señal de disgusto.

    — No juegues con ella. No quiero que la uses como seguramente habrás usado a ese gatito de nombre Kikyo que llevaste al bar.
    Inuyasha bufó.

    — Ya quisieras estar en mi lugar. Estar con Kikyo y con Ahome.

    No sabes nada. Para mi Ahome vale mucho. Y la quiero, no como tú.

    — ¿Qué te hace pensar que no la quiero yo también? –contestó. Estaba segura que mentía-Crees que me importa los años en que la conoces, pues considérate un idiota porque no despertaste ningún sentimiento en ella.

    Eso había sido muy cruel. Me reincorporé completamente avergonzada porque quería a Houyo, como un amigo, claro está, y no me gustaba que lo lastimaran así.
    Tosí para hacerme ver.
    Los ojos de Houyo cambiaron fugazmente cuando me vio. Saltó los escalones y se sentó a mi lado mientras yo hacía lo mismo. Inuyasha giró y nos observo desde su postura impenetrable.
    Me sonrió cuando me vio.

    — ¿Cómo te sientes? –Me pregunto el chico de ojos azules-

    — Bien, solo…me desmayé- Inuyasha reprimió una risa. Mis mejillas ardieron a mas no poder-

    — ¿Comiste algo antes de venir?

    —No…

    Estaba bueno eso de echarle la culpa a mi baja de calorías, mi desmayo. Aunque sabía que Inuyasha no se tragaría eso.
    Me levanté mas relajada pero con una mano en la cabeza. Ahora a la misma altura, Inuyasha me puso ambas manos en mis hombros como para sostenerme.

    — ¿Quieres que te lleve? –Preguntó Houyo-

    Antes de que pudiera contestar intervino Inuyasha.

    — ¿Qué parte de yo-la-llevo no entendiste? –le miró con fastidio. Yo le solté un golpe en su abdomen y pude sentirlo duro y firme-

    — De verdad Houyo, muchas gracias por preocuparte.

    Él se acomodó su bolso. Esta vez llevaba pocos libros. Se acercó a mí y me deposito un beso en la frente.

    —Come algo.

    —Sip

    Se despidió de nosotros. Cuando estuve lo suficientemente lejos como para que no nos escuchara solté:

    — ¿Qué te cuesta ser amable con él?

    — Tu amigo me saca de quicio. Es tan…bueno.

    Yo me eche a reír efusivamente como si fuera lo mejor que había escuchado en todo el día.

    — ¿Y ahora está mal ser una buena persona? –Comenzamos a bajar las escaleras lentamente-

    — no, pero él lo hace para caerte bien. Me molesta que aparente.

    — no lo conoces. Él siempre fue así con todos. Si hubiera sido como tú de seguro te hubiera roto la cara.

    —De seguro. Igual a mí, ganas no me faltaron.

    Suspiré resignada. Era tan obstinado.
    Cuando me abrió la puerta de su auto, me deslicé en él y aspiré la fragancia masculina del vehículo. Cerré los ojos hasta que oí la puerta del conductor cerrarse.
    El arranque del auto soltó un gruñido muy suave. Me indicó nuevamente que me coloque el cinturón y anduvimos por las calles atestadas de autos y gente del centro.
    De repente preguntó:

    — ¿Prefieres alguna casa de ropa en especial? ¿No, verdad? –negó con la cabeza suavemente implorándome con la mirada que negara. Yo lo hice confundida- genial…

    — ¿A donde me llevas? –pregunté-

    — ¿Qué no recuerdas que te dije que teníamos que comprar un traje y un vestido? Estamos yendo a un lugar donde los vendan.

    — ¿Y tu no recuerdas que te dije que estaba cansada? –refuté-

    —Anda, son solo unos minutos.

    —no tardo minutos en escoger un vestido…-miré el techo del auto sin mover la cabeza hacia arriba y solté un suspiro- bien…pero tengo que avisarle a mi mamá que llegaré mas tarde.

    —Oh, pequeña, dile también que estas en buenas manos y que te cuidare. –se burló de mí- y también que luego puedo leerte un cuento antes de dormir –se concentraba bastante bien en las calles-

    —Idiota –le golpeé en el brazo-

    — Da igual. Me tomé el atrevimiento –me guiño un ojo y volvió la vista al frente- de tomar tu celular y escribirle un mensaje.

    — ¡¿Qué?! Pensé que no te gustaba que tomaran las cosas sin permiso –hice referencia indirectamente a lo sucedido en mi casa el pasado Sábado-

    Miré en mi celular: nuevo mensaje.
    Y era de mi madre.
    “Me alegro mucho Ahome, ve y pásala bien.
    Luego me cuentas. ¡Adiós cielo!”
    — ¿Qué te contestó?

    —No te importa –busqué los mensajes enviados y abrí el último-

    —Ufa.


    “Me fui con mi novio a comprar ropa.
    Nos vemos luego.”


    — ¡¿NOVIO?! –Grité- ¿Cómo se te ocurre ponerle eso?

    —Es lo que somos. Tu madre también debería entrar en el engaño ¿No lo crees? –respondió sin mirarme y con la mejor tranquilidad-

    —No –contesté algo molesta- es innecesario. Pensara que se trata de Houyo.

    El comentario pareció molestarle por que su mirada hacia la calle se volvió mas dura y frunció sus labios. Aun así lo ignoró.

    —Oh vamos, de seguro le gustara que estés con este chico tan lindo –me guiñó otra ves un ojo y estacionó el auto a mitad de cuadra de la calle principal. El sol se había escondido ya-

    —Eres imposible…-me causó risa el comentario y reí- Podrías haber sido mas demostrativo por lo menos –le acusé una vez salidos ambos del auto-

    — ¿Cómo? –Pregunto a la vez que apretaba el botón rojo de un pequeño control remoto para asegurar el auto-

    — ¿Qué te parece un “Te quiero” o un simple “Hola”?

    — No es mi estilo.

    Caminamos mirando vidrieras pero nada parecía gustarle y a decir verdad a mi tampoco. Él se detuvo en una casa de ropa en donde la prenda mas barata pasaba los cien dólares, pero sin duda sus vestidos eran hermosos. Entramos ahí y enseguida una muchacha se acercó a nosotros. O mejor dicho a Inuyasha, porque me ignoró por completo y le sonrió sensualmente a él.

    — Hola ¿En que puedo ayudarte? –la muchacha de cabello castaño y ojos de igual color acompañó a Inuyasha en su lento recorrido hasta situarse cerca de unos sillones. Cuando lo hizo le sonrió a la muchacha-

    — Pues… -me extendió una mano y yo caminé hacia él y la tomé vacilante- queríamos ver vestidos.

    Entonces la chica se percató de mi presencia y su sonrisa no fue tan amigable como para con Inuyasha. Yo sonreí nerviosa.

    —Oh… ¿Buscaban algún diseñador en especial?

    ¿EH?

    —Eh…no –respondí secamente-

    —No, pero tiene que ser de gala –continuó él en su irreconocible faceta de chico educado. Le habría gustado la muchacha-

    — Esta bien, pasa por aquí, voy a mostrarte los modelos –solté la mano de Inuyasha y me fui con la chica mas al fondo del local en donde había decenas de vestidos diferentes colgados-

    En una fugaz mirada hacia atrás lo vi a él observado todo tipo de ropa. Desde ropa formal, hasta la pequeña parte de disfraces.
    Con la muchacha nos detuvimos delante de un enorme armario —el cual me recordó a la película de Narnia, solo que éste de la tienda era mucho mas grande— donde los vestidos parecían nacer allí.

    — Dime ¿Prefieres algo formal o algo mas atrevido?

    Inuyasha apareció detrás de la muchacha con un extraño disfraz de enfermera en sus manos.

    — Atrevido –respondió sonriente y de paso alzó el diminuto disfraz-

    La muchacha rió.

    — Olvídalo –le dije y se aburrió con mi respuesta. Me dirigí a la chica- ¿Normal?

    —bien puedes fijarte por aquí.

    Me señalo la parte del gran armario en donde estaba los vestidos “normales” y yo simplemente me dediqué a pasar uno por uno en las perchas. Obviamente estos vestidos no llevaban el precio en la prenda.
    Terminé escogiendo uno de un color esmeralda precioso. No era tan escotado ni tan corto. Era mas bien sueltito y hermoso.

    Para cuando entré al probador la muchacha ya nos había dejado en paz.
    El probador era espacioso y era todo espejos. Cuando me coloqué el vestido pude reflejarme de frente y de perfil sin necesitar girar. Me gustaba como me quedaba.
    No tenía mangas, solo dos tiritas que se ataban a mis hombros. Tenía un escote no muy pronunciado y se hacía un poco mas ancho de la cintura para abajo con tan solo uno o dos volados. Terminaba unos centímetros sobre mi rodilla.

    La voz de Inuyasha desde el otro lado de la cortina del probador me contó que quería que saliera para curiosear como me iba el vestido. Raro en él.
    Salí con toda la tranquilidad del mundo y me paré frente a él.
    Cuando posó sus ojos en mí aprecié como se congelaba en su lugar y abría aun mas sus ojos dorados. ¿Acaso estaba impresionado? Estuvo así durante un rato hasta que por fin habló.

    — Te ves…linda

    Y sonrió. Entonces fui yo quien se congeló ante tan sincero gesto. Esa sonrisa de lado me dio a entender que no bromeaba y entonces me percaté de algo.

    Inuyasha se veía muy lindo cuando sonreía así.



    Disfraz de novio
    By Reina Momo





    Capitulo Siete
    Inuyasha


    La vi y no pude evitar creerla deliciosa con ese vestido.
    Incapaz de articular palabras, me respondió con una tímida sonrisa.

    No podía creerlo, se había sonrojado de vuelta ¿Qué le pasaba? ¿Acaso sería tan inocente? A mi parecer eso estaba a la vista ya que se avergonzaba con cada acercamiento y cada insinuación mía.
    No es por nada, pero siempre tuve a las chicas a mis pies. Yo nunca rechazaba las propuestas de sexo de chicas hermosas y por lo general las chicas no se abstenían a mí.
    Pero Ahome era distinta, o por lo menos no era de la clase de chicas con las que yo trataba.
    Era infantil y dulce, aunque también era gritona y caprichosa. Tenía un carácter fuerte cuando le convenía pero enseguida se volvía inofensiva. Por lo general me reía mucho cuando estaba con ella. Era graciosa por que era distraída y atolondrada y decía lo primero que se le cruzaba en la mente. Además me entretenía mucho ver como se sonrojaba cada vez que me acercaba. Y esto lo había descubierto hace poco, en realidad.
    Sin duda, lo que me dejo pensando demasiado fue el dichoso episodio en la facultad. ¿Ella no sería virgen? No lo creía…para ser una chica “tonta”, era linda; con alguien tenía que haber estado en sus dieciocho años.
    Aunque…no se… jamás podría saberlo… ¿O si?
    ¡Ja! Se me cruzaban mil ideas para averiguarlo pero no creo que dieran resultado. Ella no caería, por lo menos, no tan fácil.

    Sin embargo ¿Quién decía que no podría intentarlo?

    Sería cruel si lo hacía. Si la usaba sería un desalmado. Y esto instantáneamente me recordó las palabras del niño tonto ese, de Houyo. Realmente no eran mis intenciones usarla, no quería porque no me parecía digno para ella.
    No podía compararla con Kikyo de ninguna manera. ¡Kikyo era un fuego! Y Ahome virgen y reservada.
    Además de ser dos polos opuestos obviamente en otras cosas. Ahome era una chica inteligente —menos en física…— y Kikyo…digamos que era “inteligente” para otras cosas.

    Sin embargo Kikyo me había ayudado, de alguna manera, a superar todo el dolor del pasado. Aunque a veces se hacía insoportable, le debía mucho mi “salud mental”. Aún así, sus métodos no fueron los más puros.
    Y Ahome tenía que recordarme todo aquella tarde con aquella estúpida foto…

    Levanté de nuevo el disfraz de enfermera y sonreí. ¿Cómo le quedaría a Ahome? Oh, Dios lo que daría por vérselo puesto para mí.
    Maldición, esta chiquilla me estaba sacando de quicio… ¿Por qué?

    — ya te dije que no –respondió. Se metió dentro del probador y me miró desde allí sin cerrar la cortina-

    No entendía porque me tentaba en entrar con ella en ese mediano probador y hacerle tantas cosas… de seguro era por el vestido, oh si.
    Que risa me daba. Luego tendría que telefonear a Kikyo…

    —Anda…-suplique- solo para ver como te queda, luego si no te gusta yo puedo arrancártelo –le guiñe un ojo y noté de nuevo aquel sonrojo, fruto de las miradas de la gente a nuestro alrededor. Me fulminó con sus ojos y cerró la cortina de golpe-

    Al ver colgado el vestido sobre la cortina lo tomé y se lo di a la muchacha que nos atendía para luego pagarlo. Ella me insistió en unos zapatos verdes para mi “novia” y sin remedio los acepté. Después de todo, no sabía si Ahome usaba ese tipo de zapatos, por lo menos ahora los tendría.

    Cuando salió del probador le pedí que me escogiera un traje y así lo hizo. Llevé uno negro con camisa blanca y corbata verde oscura.

    Cuando salimos de la tienda ella preguntó.

    — ¿Y por qué todo esto?

    — ¿Cómo que por qué? –repregunté confundido. Ella puso los ojos en blanco-

    — ¿Para qué quiero un vestido? Yo no uso vestidos –entornó los ojos y continuamos caminado hacia el coche-

    —Pues ahora usarás. Vaya…pensé que te lo había dicho –pensé en voz alta- bueno…mira, este viernes hay una especie de reunión o cena con los directivos del taller. Se supone que allí te presentaré como mi novia –chasqueé la lengua alucinado. ¡Ja! Lo que sería el rostro de mi viejo-

    Reí para mi mismo y cerré los ojos. Cuando los abrí me vi caminando solo. Giré mi cuerpo para ver a Ahome a unos pasos detrás de mí completamente inmóvil y mirando al suelo. Gracias a la cuadra poco iluminada en la que nos encontrábamos no pude ver su rostro, pero su voz me indicó que estaba nerviosa.

    — ¡¿Qué?! –sus gritos me tomaron desprevenidos y me sobresalté-

    ¿Acaso estaba molesta? Esta chiquilla era mas inestable que…

    — ¿Por qué gritas? –le pregunté claramente molesto por sus chillidos-

    — ¿Cómo que este viernes? ¡Me tendrías que haber avisado antes! –volvió a gritar-

    — Me olvidé… -me rasqué la cabeza y miré el cielo oscuro con mirada pesada- ¿Qué pasa, ya te enojaste? ¿Es que acaso te vino que estas así de histérica? Que mala noticia.

    Oh, oh. Error. Nunca le digas a una mujer que su estado de ánimo se debe a su ciclo menstrual…
    Me di cuenta de mi error y me hice unos pasos hacía atrás cuando ella avanzó hacia mí. No por favor, no quería escuchar esos bramidos agudos de nuevo. Piedad por favor.

    — ¿Te crees muy listo, verdad? –su sonrisa cínica me obligó a negar rápidamente con la cabeza. No es que me diera miedo así transformada, claro que no, yo era todo un hombre- Pues yo tengo una peor noticia: NO estoy indispuesta.

    Tomo mi remera con su puño y me forzó a acercarme a ella. ¿Por qué demonios las mujeres se enojaban tanto con Andrés?

    — ¡Andrés, Andrés, Andrés, el que viene una vez al mes! –canté y corrí por la vereda cuando ella pegó un grito realmente enfadada. Me lanzó una botella de plástico que estaba por allí tirada pero no logro pegarme- ¡Que mala puntería!

    Yo tomé un cascote bastante grande del suelo y aún divertido se lo mostré.

    —No te atreverías… -me dijo y yo asentí-

    Obvio que no iba a golpearle con semejante roca, tan solo iba a asustarla. Entonces fue ella quien se alejó de mí corriendo. Yo la seguí y sin intención de lastimarla arrojé la roca.
    Ahome rió en cuanto la solté y se acerco a mí rápidamente. Sin embargo, el ruido de cristales rotos apagó nuestras risas y luego el grito de un hombre indignado al final de la calle.
    Automáticamente dirigimos nuestras vistas hacia donde había provenido el sonido y nos encontramos con el parabrisas destrozado de un auto nuevo. Puse cara de horror al pensar que podría haber sido el mío. En fin… mala suerte.

    — ¡Oigan ustedes dos! –oímos al hombre aproximarse hacia nosotros.
    Estaba seguro de que si él hubiese tenido unos cuantos años menos me habría provocado para pelear-

    — Oh-oh –escuché decir a Ahome-

    — ¡Ven aquí…! –le tomé la mano y la obligué a correr-

    — ¡Vuelvan!

    No pude contener mi risa cuando en medio de la corrida volteé mi cabeza para ver al viejo “correr” detrás de nosotros. Su cara era la viva imagen de la furia y la indignación.
    Me di cuenta que la mano de Ahome era cálida y muy suave. En realidad, era agradable. Tuve que tirar de ella para que anduviera mas rápido. Si que era lenta…
    Doblamos en la siguiente cuadra y al ver que el viejo ya no nos seguía nos metimos rápidamente en mi auto y yo lo arranqué lo mas rápido posible.
    Me detuve en una calle cercana a la principal y lejos de la del destrozo para poder reír a gusto. Ahome no había parado desde que comenzamos a correr.

    — ¡Pobre viejo…! –Jadeé- ¡Dios, su cara!

    — Si… - Ahome recostó su cabeza en el asiento y me miro aun riendo- Y se parecía a Mario Bross –comentario que me hizo reír aún más-

    — ¿Lo dices por el bigote? ¡Que niña…!

    La imité pero yo cerré los ojos alucinado. Es que hacía mucho tiempo que no me reía de verdad, por travesuras como esta. Hacía mucho que no me divertía así. No supe distinguir si fue el momento o la compañía de Ahome, la que me hacía decir y hacer ciertas cosas. Como un dúo perfecto, quizás.
    A su lado yo me divertía y hasta por momentos volvía a ser el mismo de antes.
    Era extraño que sintiera cosas desconocidas en este momento. No es que fuera nada raro, pero pensé que ciertos sentimientos se habían agotado para mí.

    Pues, dejando de lado el sentimentalismo, arranqué el auto de nuevo y conduje los cuarenta minutos hacia nuestra ciudad.
    Inuyasha solo esperaba que su plan saliera bien. Aunque después de todo, dar clases de Física para que la linda e inocente Ahome se hiciera pasar por su novia no había sido tan malo. Su disfraz de novio le había servido para sacar unos cuantos gozos.
    Disfraz de novio
    By Reina Momo





    Capitulo Ocho
    Preparativos.


    Pensé que en ese momento Inuyasha era vulnerable. Y lo hice por el simple hecho de haber presenciado la más sincera sonrisa que había visto jamás en él. Era como la de un niño: completamente pura. No lo había visto reír con tanta efusión y sin carga alguna de arrogancia. Evidentemente había bajado sus defensas. Y yo como ignorante del motivo por el cual había construido semejante muro.
    Lo observé mientras andábamos de vuelta a nuestra ciudad, cuarenta minutos de donde nos encontrábamos. Hizo el recorrido con una leve sonrisa en su rostro. De seguro estaría de buen humor y eso me alegró.
    Por lo general, Inuyasha no era un joven que mostrara sus verdaderos sentimientos, me había dado cuenta en este tiempo y además recordaba yo una charla telefónica con Miroku, quien me había contado un par de cosas sobre él. Me contó, ente otras cosas, que Inuyasha había sido un buen chico dulce, pero que de pronto cambió. No me dijo el por qué y yo tampoco pregunté. Entonces pensé en la relación que podría tener su enfado, la foto, el nombre Lime y el helamiento; obviamente en el marco de estos últimos días.


    Llegué a mi casa a las once de la noche. Luego de evadir las preguntas de mi madre acerca de mi novio con simples “Entendiste mal” o “Era un broma” , me dirigí a mi cuarto y me acosté a dormir — sin comer— puesto que estaba sumamente cansada.

    Esa noche tuve otro sueño con Inuyasha como protagonista. Esta vez lo recordé a la perfección. El y yo bailando abrazados en medio de un salón. No podía ver a nuestro alrededor puesto que estaba oscuro, pero aún así, sabía que había gente junto a nosotros. Era como en las películas que se ilumina un sector, nuestro sector.Fue extraño por que de repente me llamó Lime y en su mirada descubría otra faceta de él. Que raro. Entonces lo miraba confundida y cuando iba a preguntarle simplemente alguien me alejaba de él.
    Así que de verdad el rostro de Kouga se me había quedado grabado, oh si.
    Cuando comenzábamos a bailar me desperté. Entonces la luz del sol me quitó por completo el sueño.

    Luego de desayunar viajé hacia mi trabajo como hacía todos los días. Creo que llegué algo tarde en un mal día puesto que cuando vi mi oficina tuve que enfrentarme a una fila de chicos esperándome.
    Corrí hasta la puerta y sonreí apenada.

    —Lo siento, lo siento… -rápidamente saqué las llaves. No se por qué motivo me había puesto nerviosa, pero las llaves resbalaron de mis manos mas de una vez. Pude oír varios suspiros de frustración- ¿Por qué…? –Susurré para mí al no poder abrir la puerta con ninguna de las llaves-

    — ¿Te molestaría apurarte? –preguntó un muchacho detrás mío con cierto enojo ¿Pero que se pensaba? ¿Qué me gustaba hacer el papel de inútil? Idiota-

    — Lo estoy haciendo ¿No ves?

    Intenté con todas las llaves pero ninguna funcionaba. Oh no, ¿Es que las había olvidado en mi casa? Trague saliva de espaldas a los, creo, ocho estudiantes. Me pasé la mano por la frente y puse mi mejor cara de… ¿Azafata…? Cuando giré para verlos.

    — ¿Adivinen que? ¡Olvidé las llaves! –Me reí sin ganas para probar si eso les quitaba la molestia, pero encontré que mi sonrisa era la única en el pasillo- Oh, que plato…

    Sonreí nerviosa. Los muchachos comenzaron a quejarse y yo no supe que responder. De repente vi pasar a Miroku. Oh, él estudiaba la misma carrera que Inuyasha solo que un año menos. Le grité para que me rescatara.

    — ¿Qué sucede aquí? –Alzó la voz para que todos lo oyeran y puso su mejor cara de malo- Todavía no es el turno de la señorita, faltan cinco minutos. Pueden ir a hacer sus cosas, no se queden esperando aquí.

    Los muchachos le discutieron mientras yo continuaba buscando las llaves esta vez en los bolsillos de mi pantalón. El ruido me sacó una sonrisa y alcé las llaves triunfantes.
    Abrí la puerta y rápidamente busqué los programas y calificaciones de los estudiantes con la ayuda de Miroku y cuando por fin nos deshicimos de ellos abrí las persianas y las ventanas para que corriera aire.
    Me senté en mi silla y Miroku me imitó a través del escritorio.

    — Gracias, Mirulino –sonreí-

    —De nada, eres tan…despistada –sonrió pero no me miró- creo que puedo entender porque le g…- se interrumpió-

    Lo miré completamente confundida. Lo había escuchado ¿Qué iba a decir?

    — ¿Por qué que? –su cara de poker me indicó que no iba a responderme, así que cambió de tema-

    — ¿Qué? Oh, hace calor aquí –fue hasta una de las ventanas y re apoyó en ella con la brisa pegando de lleno en su cara-

    — si, si. ¿Qué ibas a decir?

    — ¿Yo? ¿Cuándo? Nada…

    — ¿Miroku acaso piensas que soy tonta? –pregunté. No me gustaba que se echaran atrás cuando estaban por decirme algo. Cuando vi que abrió la boca para responder me apresuré a decir- ¡No me contestes!

    Miroku rió.

    —Iba a decir que ahora entiendo por que le ganas a todos en…eh… ingeniosidad.

    — ¿Y eso que tiene que ver…?

    Entorné mis ojos y fruncí mis labios. Algo me decía que Miroku no estaba siendo del todo sincero, pero aún así decidí que no iba a insistir sobre ello.

    — El viernes necesito que me prestes a Sango- cambié radicalmente de tema recordando aquella maldita fiesta-

    — Oh…Inuyasha mencionó algo …-soltó una carcajada- de verdad él es un suicida ¡Tu no sabes mentir!

    Su risa me rompió los tímpanos y entonces yo abrí desmesuradamente mis ojos chocolate. Oh, rayos…es cierto, yo no se mentir. Además Inuyasha me había dicho poco sobre nuestro supuesto noviazgo. Mi corazón comenzó a latir incluso cada vez mas deprisa conforme los segundos pasaban con el simple hecho de imaginarme conociendo a su padre.

    —Dime… ¿Qué tal es su padre?

    —Oh…bueno, despreocúpate, no tan es malo…

    ¡¿Cómo que no es tan malo?! Cerré los ojos y me levanté de donde estaba. Me coloqué frente a él con una mano sobre mi boca y la otra en la cintura. Miroku llevaba razón con respecto a que aquí hacia demasiado calor.

    —La verdad –supliqué. Miroku resopló profundamente y me miro con la burla instalada en sus ojos-

    —Va acribillarte.

    Yo asentí. Supongo que debería ser valiente. Después de todo ¿Qué sería lo peor que podría pasar? Que nos descubrieran y que, por lo tanto, Inuyasha perdiera su puesto como presidente. Si nos descubrían por mi culpa, entonces tendría que revivir del ataque de su padre para que Inuyasha repitiera lo mismo. Oh, no era tan malo…
    Abracé a Miroku y sollocé. Claro que las lágrimas no salían de mis ojos, pero tenia miedo.

    Los días entre ese miércoles y viernes pasaron increíblemente rápidos. Pensaba día y noche en ello y cuando me di cuenta tenía el encuentro encima. Inuyasha me había dado unos consejos de último momento como para facilitar las cosas con su padre. Femenina, sonriente y por sobre todas las cosas me pidió que no hablara tanto. Oh, me había ofendido. ¿Ese Inuyasha que se pensaba al pedirme que no hablara tanto…? Creo que había logrado cierto avance en nuestra extraña relacion ya que estaba mas charlatana con él. Bueno, después de todo, las cosas serían mas fáciles si él le explicaba las cosas de entrada. Quizás le quitaba todas las dudas que pudieran surgirle y no tendría que preguntarme nada.
    ¿Pero que pasaba si le caía mal? ¿Y si no era de su agrado? ¿Y si no me consideraba una mujer apta para su hijo? Tenía miedo, y mucho.
    Decidí que mis especulaciones iban a quemarme el cabello como que siguiera con ello, así que luego de la ducha, y de ponerme mi vestido y zapatos verdes, me entregué al arte de maquillar que practicaba Sango.
    Me recogió el cabello con unas simples hebillas que, realmente, me daba un aire despreocupado y atractivo. Me coloreó los parpados de un color verde oscuro, no muy recargado, en realidad, era algo bastante sutil que me agradaba. Mis labios los pintó de un color apenas mas oscuro que el natural y colocó brillo labial sobre él. Oh, también me colocó un líquido ardiente que hacía que no se me saliera el labial.
    A pesar del maquillaje, lucia muy natural.

    —¿No soy genial? –Preguntó sango- ¡te ves preciosa! –Me depositó un beso en la frente y me miró sobre el reflejo del espejo-

    — Gracias, te amo –fruncí el ceño preocupada por lo que se avecinaba y me levanté del asiento-

    Juntas salimos de mi habitación y nos dirigimos al living de mi casa. Mi madre estaba cocinando y Souta me miró de reojo cuando entre en la habitación. De nuevo jugando con esa cosa.

    — ¿Ya te vas…? –Preguntó con cautela-

    —Si –me senté a su lado y le quité el joystick para jugar un poco-

    Esos zombies eran demasiado rápidos, malditos. A mi lado, Souta protesto por mi mala habilidad para jugar. ¿Qué pasaba? Yo no era tan mala jugando…

    — Esta en Experto –me aclaró adivinando mis pensamientos. Hey, había algo raro en su voz-

    —Ya decía yo que no jugaba tan mal- Saque un pedacito de lengua y la apreté entre mis dientes formando una imagen de niña concentrada- ¡Ponme mas vida, rápido! ¡Oh! ¡Rápido! –Grité Souta tomó el joystick y con rápidos movimientos colocó spray al personaje-

    —Eh…¿A que hora vas a volver? –me preguntó dejando el juego en pausa-

    —no lo se, tarde supongo –Souta observó la mesita ratona que separaba los sillones. Oh esa carita- ¿Qué pasa? –le pregunté- No me digas que estas celoso –le sonreí y lo abrace. Ambos caímos sobre el sofá, yo encima de él-

    — ¡Mentira! ¡Sal de encima, Ahome! –Echó su cabeza hacia atrás cuando iba a darle un beso en la mejilla-

    — ¡Estas celoso! –me reí. Ese chico era una dulzura- ¿Se puede saber por qué? Pensé que sabías que tu eras mi hermanito pequeño, hermoso y preferido.

    — Pues ahora pasas tanto tiempo con Inuyasha… - Hizo esfuerzos y logró sentarse, yo aún seguía colgada de su cuello-

    Sango me miró sonriente. Siempre le había caído bien Souta. Era un chico muy perceptivo con respecto a lo que sucedía a su alrededor, era amable y un amor de persona. Además me divertía demasiado con él y, obviamente, lo amaba por sobre todas las cosas. Intenté ponerme en su lugar y de echo no me costo nada. Aun recordaba la niña que salía con él meses atrás. Una tonta en regla, no se que le había visto Souta siendo tan perfecto, mi pequeño lindo de catorce añoss.

    —Pero es por un tiempito –sin quejarse ni alejarse me dejo darle otro beso en su mejilla. De verdad la sustancia que me había colocado sango era milagrosa. No tenía ni una marca de besos en su rostro- Además, si es eso lo que te preocupa, yo te quiero mas a ti.

    Con rápidos movimientos de mis dedos en sus costillas le saqué varias sonrisas. Me detuve cuando escuché el timbre de mi casa sonar.
    Fue Sango quien abrió la puerta y le depositó un beso en la mejilla a Inuyasha. Ellos ya se conocían gracias a Miroku. Souta se paró de golpe y miro fijamente a Inuyasha, este le extendió su mano en forma de saludo. Miré a Inuyasha estupefacta al verlo por primera vez en traje. Rayos, se veía tan sexy…
    O sea, no. Inuyasha no se veía sexy, se veía mas que eso. Oh Dios, ¿Que me estaba pasando…? Supuse, entonces, que el pasar “tanto” tiempo con él me había contagiado de Pervertinitis, nombre inventado por mí, claro está.

    Oh, bien, siendo sincera, ni que fuera pecado pensar así de un hombre como él…

    Lucía el mismo traje negro que había comprado en aquella tienda de ropa y se le veía efectivamente bien. Llevaba el primer botón de la camisa blanca desabrochado y la corbata suelta alrededor de su cuello.
    Fue cuando lo miré a los ojos que me percaté de su mirada. Me miraba de la misma forma en que yo lo miraba a él y parecía sorprendido también. Con su mirada cargada de seducción me mostró una leve sonrisa.

    — ¿Vamos? –me extendió una mano. Yo me levanté del sofá y la tome sin vacilar. Me reí no se de que-
    —Si, adiós Sango –Souta me soltó un leve golpe en mi espalda y rió- adiós Souti.

    De seguro Sango se quedaría un rato mas charlando con mi madre y mi hermano. Yo, me deslicé por el asiento del acompañante cuando Inuyasha me abrió la puerta y anduvimos rápidamente — de la manera que Inuyasha amaba conducir— los treinta minutos que nos separaba del salón donde se llevaría a cabo la cena. Cuando llegamos, Inuyasha aparcó el auto frente al recinto y antes de bajar del auto me miró intensamente.

    —Hey, pequeña, estas linda –tomó uno de mis rizos y jugueteó con él cuidadosamente- necesito que me anudes la corbata.

    Me sonrojé pero me giré para anudarla. Lo acerqué a mí para poder hacerlo bien y mientras lo hacía él parecía divertirse soplando aire en mi rostro.

    —Ya deja de hacer eso –ajusté fuertemente la corbata. Me reí cuando creí que iban a salírsele los ojos por la presión que había puesto en ella- Ups, lo siento.

    —Asesina –expresó con la voz entrecortada- te va a salir muy caro si sigues intentando liquidarme.

    — ¿Ah si? –sonreí de costado. Aun seguíamos cerca y en verdad me agradaba aquella cercanía, aunque jamás iba a admitirlo-

    Me pregunté si a Inuyasha le sucedía lo mismo.

    —Oh si –me miró los labios. Entonces fue cuando tomé conciencia y me alejé de él con el carmesí en mis mejillas. Hasta el tabique era de ese color- ¿Es que siempre vas a sonrojarte cuando me acerque? –rió-

    —Últimamente te comportas de otra manera –dije completamente avergonzada- no se si estarás bromeando o que. Oh si, creo que es eso…

    —Puede ser, puede ser… ¿Por qué lo dices exactamente?

    Tragué saliva. Se me hacía difícil confesarle las causas por las cuales yo pensaba eso. Me daba vergüenza, pero tomé coraje y hablé.

    —Primero me dices, prácticamente, que parezco un chico –hice sobresalir mi labio inferior levemente- que no soy femenina y bla, bla, bla. Ahora me dices que estoy linda y te comportas…-me interrumpí. No era necesario que le recordara lo que me había dicho sobre el escritorio de la oficina en la facultad. Yo sabía que eso no podía ser cierto-

    —¿Crees que cambié? Pues a decir verdad yo me siento distinto… y no me agrada tanto el hecho -miró hacia delante con la mirada ausente por unos cuantos segundos, luego giró y con una sonrisa pronuncio- Por cierto, siempre me pareciste linda.

    —Oh…

    Fui yo quien miro al frente esta vez y sentí mis mejillas arder con fogosidad. ¿Por qué tenia que ser tan tonta! ¡Dios!

    —Y otra cosa…-siguió- ¿Comportarme como? Siempre me comporto de la misma forma con las mujeres…

    Oh si, idiota, yo era una mas.

    —¡Conmigo no!-chillé- Eres diabólico y grosero. Además te gusta avergonzarme.

    El soltó una carcajada.

    —Eso es por que tú te avergüenzas de todo. Pero si lo deseas puedo darte el mismo trato que a Kikyo –me guiñó un ojo y puso una mano sobre mi muslo. Instantáneamente se la golpeé y la aleje de mí-

    Hablé con notoria molestia en mi voz.

    —Mejor bajemos ya.

    Abrí la puerta del coche y la cerré suavemente. Sabía lo histérico que se ponía cuando maltrataban a su auto, eso incluía portazos, rasguños, leves empujones y boberías como esas. ¡Yo no tenía uñas! ¿Con qué iba a rayárselo? Supuse que sus gatitos si las tendrían…
    Entonces entramos al recinto.
    El lugar estaba pintado de un color rojizo bien oscuro y tenía grandes tablones de madera cubriendo la mitad de los muros, además de numerosos y costosos cuadros y una horripilante cabeza de búfalo frente a la puerta de entrada.
    Había mucha gente allí con lujosos trajes y vestidos. Mas de la mitad tenían de treinta y cinco años para abajo y el resto superaban los cincuenta.
    Caí en la cuenta de que nuestra actuación había comenzado cuando Inuyasha, seriamente, me tomo de la mano.

    —¿Lista? –preguntó observando el lugar.

    Esta sería nuestra primera prueba.

    seguramente seguire la historia pero no voy a poder publicarla, despues vere.chau

     
  8.  
    amoreinu

    amoreinu Usuario común

    Sagitario
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    1 Febrero 2008
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    Pluma de
    Escritora
    Re: Disfraz de Novio [In/Ka]

    haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! grito de amocion me dejaste de picada, me pregunto porque Inuyasha cambio tanto pero seguro Kagome lo cambiara de bien y ara que vuelva a la normalidad.
    Mi Inu date cuenta tus sentimientos y Kagome dejate besar!
     
  9.  
    ling xiaoyu

    ling xiaoyu Entusiasta

    Escorpión
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    Pluma de
    Escritora
    Re: Disfraz de Novio [In/Ka]

    hacia tiempo que ya no me pasaba por aqui, la historia te esta quedando perfecta, como no tenia que aparecer mi "amada" kikyo (que viva la ironia) aunque como siempre pobre hojô pero que se le va a hacer inu&kag 4evah!
     
  10.  
    ISYLU

    ISYLU Entusiasta

    Tauro
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    Re: Disfraz de Novio [In/Ka]

    Ayyy genial!! me encantó!!!va muy interesante!!! que va a pasar??? ya empezó la verdadera acción!!! a fingir se ha dicho!!! jajaja
    Pero... ¿como que no vas poder publicarla??? estas loca?? con lo genial que esta no publicarla???
    vamos porfis no seas así!!!!
    Bueno... espero que sigas esta espectacular!!! XD
    Muchos besos y suerte!!!
     
  11.  
    Taori_3322

    Taori_3322 Usuario común

    Capricornio
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    Re: Disfraz de Novio [In/Ka]

    Que triste TT-TT
    por que no la puedes publicar
    acabo de leer todo y me encanto
    me gustaria mucho que la siguieras
    y verla toda completa
    espero que algun dia eso sea posible
    seria muy bueno
     
  12.  
    Rainbow

    Rainbow Entusiasta

    Piscis
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    56
    Re: Disfraz de Novio [In/Ka]

    Nya, que interesante... no me gustó que Inu Yasha fuera tan distinto.-
    Ya quiero saber la razón , yo vi que colocas continuaciones seguidas ^^
    CONTINUALA

    Ciao~
     
  13.  
    ~Sunzure Russo~

    ~Sunzure Russo~ Fanático

    Capricornio
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    Pluma de
    Escritora
    Re: Disfraz de Novio [In/Ka]

    WITHOUT WORDS!!!!!!!!!!!!!*sin palabras*
    .....................
    ................
    ..............
    .......
    ....
    ..
    .
    no lo creo!...
    ya tan rapido todo!!!:wii:
    ya llego sanguis?
    con que el familiar o amigo o yo que se que tenia miro es inu?
    wuooooooooo.........:lindo:
    mi inu bello!!!
    dios!!!!!!!!
    ya me da de todo!!!
    vamos kag!!
    tu puedes cuantas con mi apoyo tu puedes!!!
    jajajajaja
    reina momo!!!
    esta muy bueno tu fic!!
    por fa no lo dejes!!!
    al menos una conty una vez a la semana!!
    si!!!!:wii:
    por fa!!!!-ojitos
    espero.....
     
  14.  
    KagoRinneSama

    KagoRinneSama Usuario popular

    Cáncer
    Miembro desde:
    19 Diciembre 2007
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    801
    Pluma de
    Escritora
    Re: Disfraz de Novio [In/Ka]

    quee como que ya no vas a publicar la historia no otra vez me vas a dejar asi T-T
    los capitulos estubieron grandiosos en especial inuyasha y sus pensamientos, lastima que kagome se desmayo. aaaaaaaaa no lo dejes hay
    bueno me despido
    :bye:
     
  15.  
    Amii chan

    Amii chan Iniciado

    Tauro
    Miembro desde:
    29 Noviembre 2008
    Mensajes:
    16
    Re: Disfraz de Novio [In/Ka]

    Holaa!!!
    Soy nueva en este foro, es mas entre hoy =P
    Y lo primero que hice fue leer tu fic, cosa que espero no te moleste, es que me gusto mucho, lo lei todo desde el capitulo 1 hasta el 8.
    Espero que algun dia puedas publicar la contii
    de verdad me quede con las ganas de saber que mas pasa!!!!!

    En fin

    Otra vez, espero no te moleste que lea ni que comente sobre tu fic.

    Una saludote!!



    Amii-chan*
     
  16.  
    La Sexy Bebe

    La Sexy Bebe Guest

    Re: Disfraz de Novio [In/Ka]

    Hola... me parece que escribes bien, tienes uno que otros errores, te recomendaria que lo escribas en word y luego lo publiques... y de verdad tienes mucho talento en esto, y en realidad no se que clase de problemas tengas, pero aun asi espero que coloques pronto la continuacion!! y espero que se arreglen tus problemas, y pues, me dejastes con una enorme duda... ¿Que pasara con inuyasha y kagome?, esa pregunta no me deja dormir... de verdad espero la continuacion, por favor, no, nos despciones! me despido adios!
    atee:
    maoli... [la sexi bebe]
     
  17.  
    Amii chan

    Amii chan Iniciado

    Tauro
    Miembro desde:
    29 Noviembre 2008
    Mensajes:
    16
    Re: Disfraz de Novio [In/Ka]

    Holis!!
    Yo otra vez, se que solo ah pasado un dia desde que te lo dije
    Pero en verdad me gusto tu fic, es uno de los mejores de Inuyasha y Kagome que eh leido!!!!!!!!
    Escribes muy muy bien!! espero que si tienes algun problema se solucione y asi puedas continuarlo
    Bueno

    Besos!!!!!!!!!!

    Sayo!!

    Amii Chan
     
  18.  
    Princess Alexandra

    Princess Alexandra LexSnape

    Leo
    Miembro desde:
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    Pluma de
    Escritora
    Re: Disfraz de Novio [In/Ka]

    WoW!!!
    weno ya lei las kontys con las que me atrase jeje *verguenza*
    y ps me gusto mucho tooodooo!!!
    aunque no entiendo porque se desmayo!!!
    eso me exaspero demaciado ¬¬
    tan inocente es???
    weno ps en fin :uuhh:
    me encanta eehh espero el prox kpy pronto eehh

    MaTTa nE^.*!!!
     
  19.  
    I;kx100pre

    I;kx100pre Entusiasta

    Sagitario
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    10 Agosto 2005
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    63
    Pluma de
    Escritora
    Re: Disfraz de Novio [In/Ka]

    Vaya este día prácticamente me lo dediqué a ti o---oU
    Lol xDDDDD jajaja si que sí, me heché todo tu fic y esta genial!xD
    me fasino!^0^ espero que a kagome no la molesten con inuyasha en verdad =)

    relatas muy bien =), algunas pasadas de dedo pero.. ¿aquién no le pasa eso? :)
    continúalo, en verdad que me agrada, es muy interezante y no lo niego^^
    excelente historia, la personalidad de inuyasha aunque nos e asemeje y tampoco la de kouga con kagome, me gusta mucho xD y más porque eso lo hace mas interezante^^

    bueno debo irme ya

    byebye!^^
     
  20.  
    syuki

    syuki Iniciado

    Virgo
    Miembro desde:
    11 Julio 2008
    Mensajes:
    23
    Re: Disfraz de Novio [In/Ka]

    hola reina tu historia cada capitulo se pone mas interesante y kagome con tanta pena y le dio fue por desmayarse, claro hoyo tan gentil como siempre que lastima que tengas problemas con la publicacion por que de verdad es una historia que me gusta mucho , espero y puedas resolverla por que me gustaria terminar de leer este fic bueno cuidate nos leemos pronto
     

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