Mini-rol Dilección [Supportshipping | Pokémon Rol]

Tema en 'Archivo' iniciado por Yugen, 15 Enero 2021.

Cargando...
  1.  
    Hygge

    Hygge Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,207
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Liza White

    Podía fingir que no veía ni escuchaba nada pero lo hacía, claro que lo hacía. Noté todas y cada una de sus capturas y cuando el tercer pokémon salió del agua pestañeé, incrédula.

    Debía ser una broma, ¿no?

    Miré la hora con movimientos rígidos solo para confirmar mis peores sospechas: apenas quedaban diez minutos de competencia. Solté una exclamación ahogada apenas perceptible y volví a tirar el sedal sin siquiera apuntar como debía.

    No podía perder.

    No podía.

    —Vamos... —susurré, apremiante.

    Mis manos apretaron la rama y de no ser porque me había asegurado de que fuera robusta hubiera terminado por partirla.
     
    • Sad Sad x 1
  2.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    5,616
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Mimi Honda

    No podía quedar demasiado tiempo ya. Con esos segundos restantes incluso aunque ocurriese un milagro y White lograse atrapar dos de una, no podría vencerme. Era la ganadora, había vencido yo otra vez. Generalmente me sentiría bastante orgullosa de mi proeza pero aquel desafío se había sentido insípido. Esperaba una competencia más feroz.

    Estaba tensa, rígida y todo eso era visible no solo para mí si no para los peces. Su nerviosismo le impedía recoger el sedal a tiempo cuando alguno picaba y terminaba espantándolo por error. Quería no perder con tanta fuerza que estaba teniendo justo el efecto contrario.

    Monomaru me dirigió una mirada de circunstancias y yo lo comprendí. De acuerdo, quizás me había pasado un poco. La había presionado demasiado. El deseo a la estrella era algo importante para ella y yo solo... me había limitado a molestarla con eso.

    —Vamos—le susurré a mi inicial.

    Monomaru avanzó y rodeó nuevamente al Samurott de Liza para que yo pudiese encararla. Un escalofrío me recorrió la espalda. Estaba apretando la rama con tanta fuerza que amenazaba con partirla. Y eso que no era precisamente una ramita endeble.

    Aparté la mirada de sus manos y busqué sus ojos. Le diría la verdad, que solo estaba bromeando. Que no tenía por qué sentirse presionada a contarme nada.

    —Oye Liz, sobre la apuesta...
     
    Última edición: 3 Junio 2021
    • Adorable Adorable x 1
  3.  
    Hygge

    Hygge Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,207
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Liza White

    Lancé el sedal una, y otra, y otra vez. Pero ni toda la fuerza de voluntad del mundo podría hacer milagros en los segundos restantes. Si no había pescado nada en media hora no iba a hacerlo ahora. Frustrada, negándome a perder de forma tan miserable seguí intentándolo, ignorando la cercanía de Mimi.

    Pero incluso mi inicial se detuvo, consciente de que la competición había terminado. Molesto por mi tozudez apartó la rama de entre mis manos y la lanzó lejos de allí, hundiéndose en el agua.

    Deja de forzarte. Se terminó.

    Ya fue suficiente.

    Permanecí unos instantes allí, estática, asimilando mi derrota. Podía ser una competitiva de mierda pero era una competidora sana, sabía aceptar la derrota. Solo que en aquella ocasión perder significaba algo más para mí.

    Una sombra difusa cubrió mis ojos y sonreí con amargura.

    —Eso... ha sido bastante patético, ¿cierto? —Solté una risa sin gracia—. No sé qué es lo que me ha pasado.

    Claro que lo sabía. Yo misma había propiciado mi derrota. Si hubiese mantenido la calma muchos de esos peces no se habrían escapado. Pero tampoco podía ignorar el hecho de que si Mimi hubiese escogido otra clase de apuesta, algo más asequible, todo podría haber salido mucho mejor.

    Al menos hubiera sido divertido.

    >>Supongo que conseguiste lo que querías —Alcé la mirada entonces hacia ella. Pese a que estaba orgullosa de su logro no pude esconder el tono seco, casi forzado en mi voz—. Enhorabuena.
     
    • Sad Sad x 1
  4.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    5,616
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Mimi Honda

    Pero siguió intentándolo ignorándome y lanzando una vez tras otra el sedal al agua. Cada intento era más forzado y desesperado que el anterior y verla en ese estado me hizo comprender que había cruzado el límite. Su ansiedad se me clavó en el pecho con la contundencia de un arpón. Su Samurott terminó por quitarle la rama y arrojarla lejos.

    Y entonces, solo entonces, Liza entendió que había sido suficiente. El tiempo se había agotado, había perdido y ahora tendría que cumplir esa estúpida apuesta. No había que ser un genio para comprender que había tensado demasiado la cuerda. Eso era importante para ella y yo... solo me había limitado a molestarla.

    Verla tan derrotada y desencantada fue lo suficientemente impactante. Ella no era así y no iba a permitir que flaqueara por una estúpida apuesta. No era su culpa que los peces no picasen. Estaba tan nerviosa y tensa por mi culpa.

    —Escúchame idiota. ¡Ni siquiera me estás escuchando!—le llamé con algo más de firmeza. Tal vez molestia incluso, pero una que solo iba dirigida hacia mí misma. Aprovechando lo cerca que estaba Monomaru estiré mis manos en un impulso y la sostuve de las mejillas forzándola a que me mirase directamente. Solo había alzando la mirada pero seguía cabizbaja y derrotista—. No quiero que me cuentes tu deseo. No quiero saberlo.

    En el fondo sí quería pero de ninguna manera estaba por la labor de que se sintiese forzada a contármelo. Desde el inicio de esa absurda competición había sido así. No iba a obligarla a nada.

    >>Tú crees en eso y es importante para ti, solo quería molestarte un poco. No pretendía forzarte. Pero es evidente que me excedí.

    Dejé ir sus mejillas entonces. Sintiendo el peso de la culpa sobre los hombros ni se quiera tuve el valor de sostener su mirada por más tiempo. Y no era solo la culpa. La había tomado de las mejillas como si nada, como si todo mi cuerpo no me estuviese mandando señales. Era tan absurdamente obvio que a la culpa se le sumó el sentimiento de indefensión y me sentí expuesta.

    >>Lo siento.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  5.  
    Hygge

    Hygge Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,207
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Liza White

    —¡Ah!

    Mis ojos se abieron en su máximo cuando, contra todo pronóstico, me sostuvo de las mejillas con firmeza y me obligó a mirarla. Sus manos estaban frías y mis mejillas ardían por el sol y la reciente cercanía, y el contraste se sintió con brusquedad. Mis orbes vibraron, hundiéndose en el azul de la otra y fui consciente entonces de lo susceptible que me encontraba. De cuánto podía llegar a desarmarme con tan solo ponerme un dedo encima aquella idiota.

    El corazón aún me latía desaforado en el pecho cuando me soltó pero ya no solo fue por eso. Seguí sus movimientos con cierta incredulidad, tratando de asimilar sus palabras. Separé los labios apenas.

    "No quiero que me cuentes tu deseo".

    —¿Ah... no?

    Había sido una broma. Una de bastante mal gusto, cabía destacar, pero en el fondo no pretendía obligarme a nada. La sola idea me quitó un enorme peso de encima y me permití soltar el aire que no sabía que había estado conteniendo hasta entonces. Había sido la media hora más larga de mi vida pero ya había acabado.

    Escuché su disculpa con cierta seriedad. Sí, se había excedido, podía dar fe de ello. Pero al poco tiempo suavicé mi expresión, rodando los ojos, y me incliné en cuatro para tomar un poco de agua entre mis dedos y salpicarla desde mi lugar.

    —Eres una tonta. Eres una grandísima tonta —me quejé, pero ya no había tanta molestia en mi voz. Al sentarme recogí mis piernas contra mi pecho y busqué su mirada de nuevo—. Pero disculpas aceptadas.

    Al menos había sido consciente de su error y eso era suficiente para mí. Sin embargo el hecho de que me levantase el castigo ya fuera por consideración, lástima o lo que fuese atentaba contra mi orgullo y no me hacía quedarme tan tranquila como me gustaría.

    Hice un mohín desde mi lugar.

    >>Aún así no puedo aceptar tu caridad. Es la segunda vez que pierdo y yo fui la idiota que quiso apostar cosas —Mi semblante determinado afianzó mis palabras, decidida a acabar lo que empecé—. Ponme otro castigo, el que sea. Intentaré cumplirlo esta vez.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  6.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    5,616
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Mimi Honda

    Terminé por soltar el aire de golpe y allí sobre el lomo de Monomaru cerré los ojos y me crucé de brazos. Ni siquiera parecía capaz de asimilar mis palabras. Ah... la había jodido a base bien.

    —Claro que no—le respondí— ¿por quién me tomas?

    Era una perra. Pero no así de perra. Sabía dónde estaban los límites y procuraba no cruzarlos. Incluso si en el fondo me causaba curiosidad, tal vez cierta inquietud, no la forzaría a nada. Eso no iba conmigo. Y pensar que estaba tan tensa, que no había podido presentar batalla alguna por eso...

    El frío tacto en mi rostro me hizo abrir los ojos con sorpresa y ahogué una exclamación. Liza estaba salpicándome agua. ¡Y estaba helada!

    —¡O-oye!—le espeté entrecerrando los ojos e imponiendo las manos frente a mí para cubrirme—. ¡Me he disculpado...!

    Bueno, al menos había aceptado las disculpas. Me había llevado un 'tonta' un poco de gratis pero lo tenía más que merecido, no iba a culparla por eso. Era una tonta. Y era una orgullosa. Y era mil cosas más. Por eso siempre pensaba que no era una compañia grata.

    —¿Quién dijo que fuese caridad?—repliqué al notar su mohín y esta vez sí busqué su ojos—. Simplemente no era una apuesta justa, no voy a aceptar una victoria tan fácil, ¿me oyes? Pero si tanto quieres un castigo...—apoyé las manos sobre el lomo de Monomaru a ambos lados de mi cuerpo y esbocé una ligera sonrisa apremiante—, háblame de ti. ¿No te parece injusto que yo te contara y no recibiera nada a cambio?
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  7.  
    Hygge

    Hygge Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,207
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Liza White

    ¿El castigo era hablarle sobre mí? La miré con sorpresa. Le había contado bastante durante el día de compras, y ahora ella había hecho lo mismo conmigo, acerca de su gusto por el piano y su madre. Creí que estábamos en paz.

    Solté el aire por la nariz y cerré los ojos, asintiendo con algo más de calma. El rumor de la cascada y el murmullo del agua continuaron sonando en un segundo plano. No podría negarle algo así aunque quisiera.

    —Muy bien —Comencé a alzar los dedos por cada dato curioso que enumeraba y que ella no supiese ya—. Mi cumpleaños es el tres de septiembre. Soy ambidiestra, alérgica a la baya Zanama y... Me dan miedo los disfraces gigantes. Pero eso ya lo sabes —Solté una risa baja y sin gracia, avergonzada de mí misma. Era tan patético pero tan arraigado ese miedo. A saber qué me sucedería de pequeña, no podía recordarlo. Chasqueé los dedos al recordar algo más—. Ah, sí. Tengo un lunar con una forma similar a la de un corazón. Pero no se ve a simple vista.

    Aunque era probable que ella lo hubiese visto.

    No lo había pensado con detenimiento a la hora de soltarlo pero la idea me arrojó cierto color al rostro. Después de todo el lunar se encontraba cerca de mi pecho. Arceus, era tan vergonzoso recordarlo.

    En cualquier caso aquellos datos insignificantes los había soltado un poco porque sí, mientras se me ocurría algo que contarle. Algo que no supiese nadie más. En algún momento volví a hablar, acabando de nuevo con el silencio del bosque.

    —...No estoy segura de si de verdad quiero ser entrenadora —murmuré. No me importó que mi inicial lo escuchase. Nuestra conexión era bastante más profunda y sabía que lo había notado. Era muy perceptivo para esas cosas—. Pero a mis pokémon les hace feliz y yo soy feliz con ellos. Cuando me escapé de casa y llegué a Galeia lo hice porque quería escoger mi propia vocación, pero terminé haciendo lo que mi madre quería que hiciese —Tensé los labios—. Es triste. En eso se parecía a Tau.

    Dejé caer el brazo lentamente hasta que mis dedos rozaron el agua. Jugué con su superficie, creando siluetas de forma distraída. Una pequeña y nostálgica sonrisa se dibujó en mis labios.

    >>En cambio siempre admiré el trabajo de mi padre. Ser un Ranger... no difiere mucho del trabajo de un holder. Salvar vidas y proteger la región. Y el traje es muy mono, ¿no? —Busqué sus ojos durante un instante, con cierto aire cómplice, y volví a desviar la mirada al agua. Suspiré apenas—. Solo espero hacer la decisión correcta algún día.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  8.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    5,616
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Mimi Honda

    Me dispuse a escucharla entonces. Le había puesto el castigo menos castigo del mundo pero genuinamente quería saber más de ella. Sus sueños, sus inseguridades, sus miedos y sus metas más profundas. Solo quería saber de ella, no importaba que demonios me contase.

    Ah, Septiembre. Por eso había dicho que era Gardevoir. Y yo también era ambidiestra, se necesitaba una gran habilidad con ambas manos para tocar el piano aunque mi mano predominante siempre había sido la derecha. Tener esa clase de charlas distentidas podía parecer tan superfluo y trivial, pero me resultaba tan importante. Tan especial.

    Como si quisiera tomar un pedacito de todo eso y guardarlo conmigo para nunca perderlo.

    —Oh, algo de eso noté—contesté cuando mencionó que le daban miedo los disfraces gigantes y me vino a la cabeza el tipo raro vestido de Charmander en el centro comercial. No había sido precisamente sutil al respecto.

    Era un miedo extraño, pero no iba a juzgarla. A mí me daban miedo los Pokémon tipo bicho y le tenía cierto resquemor a los fantasmas. Me causaba curiosidad de dónde vendría ese miedo. Generalmente las fobias eran una respuesta psicológica a algún evento traumático del pasado. Pero casi me daba miedo preguntar.

    Y entonces mencionó el lunar. Ese pequeño lunar con forma de corazón que tenía cerca del pecho.

    Lo había visto.


    Lo había visto y el recuerdo terminó por enrojecerme el rostro. Un dato muy útil en un momento así, gracias Liz. El sol estaba pegando muy fuerte, el agua hacía de espejo y estaba segura de que entre los datos de White y eso iba a terminar por parecer un Octillery cocido.

    El silencio se instauró después de eso, calmo y aproveché ese pequeño espacio de tiempo para serenarme. Parecía estar pensando en qué decirme o debatiéndose entre si contarme algo o no. Esperé sin presionarla solo limitándome a escuchar la brisa entre las hojas y el rumor de la cascada. Y cuando finalmente su voz rompió el silencio lo cierto es que me sorprendió.

    —¿Huh?—murmuré.

    Era una entrenadora hábil y experimentada, la había visto combatir antes. Resultaba impactante escuchar que no estaba segura de si era realmente el camino que quería seguir. Y pensar que también nos parecíamos en eso... recuperada del shock inicial cerré los ojos y suspiré.

    —Deberías hacer lo que te hace feliz—le respondí sin titubeos—. Escoger un camino, no importa el que sea, y recorrerlo hasta el final. Mi vocación tampoco es ser entrenadora. Me gusta ayudar a los demás, entrenar y combatir con mis Pokémon... pero mi sueño es ser actriz y modelo algún día.

    Abrí los ojos ligeramente, pensativa, y acerqué mi mano al cuello de Monomaru otorgándole unas suaves caricias. Mi inicial cerró los ojos y soltó una especie de arrullo mimoso, como cuando era un Oshawott perezoso y glotón.

    >>Sé que me dolerá cuando tenga que dejar todo esto. Pero es lo que realmente quiero hacer y nada ni nadie va a detenerme cuando sea el momento—añadí con decisión, completamente segura de mis palabras. Si algo tenía muy claro, es que no iba a dudar—. Mi equipo me quiere, sé que lo entenderá. ¿Verdad Moo?

    Monomaru asintió solemnemente. ¿Cuanto tiempo había pasado? ¿Tres años? Llegar a Galeia y comenzar a entrenar había cambiado mi vida para mejor. Pero mi corazón me gritaba que mi verdadero sitio estaba en otra parte.

    Y cuando fuese el momento sabía que tomaría la oportunidad sin pensarlo un segundo.

    >>Que no te de miedo. Solo hazlo. Si necesitas el apoyo de alguien...—carraspeé algo avergonzada y detuve las caricias a Monomaru. Volví a buscar sus ojos—tienes el mío aquí. Y estoy segura de que tu equipo piensa la mismo.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  9.  
    Hygge

    Hygge Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,207
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Liza White

    Detuve el movimiento de mis dedos sobre el agua al escucharla, desconcertada. ¿Ella también... se sentía así? Era curioso. Teníamos en común más cosas de las que podía parecer a simple vista.

    —¿Actriz y modelo? —repetí, curiosa. Le dirigí una sonrisa de circunstancias—. No sé cómo no lo vi venir.

    Parecía haber nacido para eso. Tenía un cuerpo perfecto y una confianza y seguridad admirables. Solía recurrir a ella para que me diese consejos de moda así que la teoría también se la sabía. Triunfaría, estaba segura de ello.

    Y sin embargo...

    —Creo que el problema está en creer que debes recorrer tus elecciones hasta el final —Lo que decía era lo que quería escuchar, y se lo agradecía, pero no siempre sucedía así—. Hay quienes necesitan probar y tropezarse en el camino para encontrar el adecuado. Son esos errores y sus consecuencias los que me preocupan, pero...

    Noté la mirada significativa de mi inicial y le di una palmadita en el lomo. Lo comprendía.

    No estaba sola.

    Quizás era un cambio brusco, salir de la rutina aterraba a cualquiera. Pero no hacerlo te cortaba las alas e impedía que pudieses crecer como persona. Mimi tenía razón. No importaba lo que sucediese, nuestros pokémon seguirían allí, a nuestro lado. Eran nuestros compañeros de vida y nos querían, buscaban lo mejor para nosotras.

    Y a veces no solo ellos.

    Encontré sus ojos entonces.

    >>Quizás no me de tanto miedo saltar al vacío sabiendo que habrá alguien allí —Me removí un tanto insegura de repente. No me sentía nerviosa y sin embargo el corazón me latió más deprisa tras eso—. Quiero decir... Que también tienes mi apoyo, en caso de que lo necesites algún día.

    No pretendía sacar a relucir mis inseguridades pero hablarlo con Mimi me había hecho bien. Aunque tan solo necesité sacarlo de mi pecho todos necesitábamos sentirnos escuchados. Y sentía que podia contarle cualquier cosa, que me escucharía sin juzgarme. Me daba una confianza como pocos.

    Apoyé la mejilla en mis rodillas, dejando que la brisa se llevase consigo cualquier malestar. En algún momento le dediqué una mirada con mayor profundidad. Se me escapó una risa nasal.

    —Se te está pegando el sol, cielo. ¿Quieres que volvamos a la orilla?
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  10.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    5,616
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Mimi Honda

    Había empezado a jugar con un mechón de cabello ligeramente nerviosa, pero no me retracté de mis palabras. Tenía mi apoyo si lo necesitaba. ¿De qué valía hacer algo que no te hacía feliz? ¿No era eso lo que buscaba todo el mundo?

    En ese momento volví a sentir su mirada sobre mí y nuestros ojos se encontraron. Estaba sonriendo como si acabase de conectar dos ideas dentro de su cabeza.

    —¿Huh?—murmuré levemente contrariada. ¿Qué pasaba con eso de que quisiera ser actriz y modelo? ¿Algún problema? Mi cerebro parecía incapaz de entender qué estaba insinuando. Debía ser el calor o el sol que se reflejaba en el agua y me había frito el cerebro. Dejé de jugar con el cabello y pestañeé con celeridad, perpleja—. ¿Qué quieres dec...? Oh.

    No, no era un problema precisamente. Estaba diciéndome con esa sonrisa, sin necesidad de palabras, que tenía todo lo necesario para cumplir esa meta. Me lo había insinuado antes. Que tenía una linda figura, que debía aprovecharla. Solo necesitaba recordar la abstracción con la que me había mirado esa noche para saber que hablaba en serio. Quería causarme un infarto ¿verdad? Era un complot para matarme por haberme pasado de la raya antes.

    Abrumada por ese pensamiento me mordí ligeramente el labio y apoyé mis manos frías en las mejillas. El contraste me hizo soltar un ligero suspiro de alivio.

    ¿Solo el sol?

    —Mhm. Va a anocher pronto, debería empezar a hacer la cena—respondí y le di un toquecito a Monomaru para que se pusiera en marcha. Sin embargo antes de que empezara a alejarse le dirigí una mirada de soslayo a White. Se me escapó una risa sin gracia, jocosa—. Te daré una última oportunidad para retractarte. ¿De verdad quieres que cocine yo? No soy ninguna sous chef.

    Ni siquiera llegaba a cocinera de restaurante de extrarradio.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  11.  
    Hygge

    Hygge Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,207
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Liza White

    El tiempo transcurría bastante rápido y eso era buena señal. Significaba que no me lo estaba pasando mal. Observé la hora en el reloj (la media hora de juego se había extendido considerablemente) y asentí, sujetándome al cuello de Samurott para seguirla.

    —Quizás no seas una sous chef, pero yo sí —comenté no sin cierta gracia—. Serás la cocinera principal esta noche pero al menos tendrás mi ayuda. ¿No suena genial?

    ¿Que si me estaba vengando por el momento tan tenso que me había hecho pasar? Bueno, no era la intención cuando lo propuse pero ahora que lo pensaba me iba a divertir bastante. Descendí de un salto y dejé que mi inicial disfrutase de un baño relajante mientras me dirigía hacia la tienda.

    Cuando regresé tenía conmigo el curry sin preparar y una bolsa con diferentes bayas. Le dejé todo en las manos y me las sacudí de una palmada, colocando los brazos en jarra.

    —Vas a hacer curry. Hay infinidad de formas de crearlo y depende enteramente de qué bayas quieras usar —Comencé a señalar una a una las bayas de colores que fui reconociendo—. Puedes conseguir un curry picante, seco, dulce, agrio, amargo o incluso de un sabor neutro. Como tú eres la encargada la decisión es tuya.

    Retrocedí un paso, señalando el hornillo y la leña con un movimiento vago de cabeza, como si le estuviese dando una pista de por dónde empezar. Aguardé allí, con las manos en la cintura y aquella sonrisa inocente que no tenía nada de eso.

    Me estaba aguantando la risa ante la tesitura a la que la estaba poniendo.

    >>Bueno, ¿a qué esperas? Manos a la obra.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  12.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    5,616
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Mimi Honda

    ¿Curry? ¿No era un plato un poco indigesto para comer de noche? Arceus, qué importaba. Lo cierto es que empezaba a tener hambre.

    Liza regresó con todo lo necesario, un paquete de preparado para curry y un montón de bayas de colores. Enarqué una ceja. ¿Para qué había traído baya Zanama? ¿No era alérgica? Sin ningún tipo de consideración tomé la única baya Zanama y la lancé al lago.

    —Esta no—dije sin mayor preocupación y tomando una de mis pokéballs liberé a mi Houndoom. Lo primero era lo primero—. Jigoku, prende la leña.

    El tipo fuego lanzó un feroz lanzallamas y las ramas secas bajo el hornillo empezaron a arder. Repasé mis ingredientes atentamente. Sabía cocinar curry, lo había hecho durante las vacaciones de verano. Al menos sabía cuál era la teoría pero fallaba miserablemente en la práctica.

    Curry picante no era una opción y si tenía en cuenta la preparación de los pokochos sabía qué clase de bayas podía darle un sabor picante al curry. Amargo y ácido eran asquerosos, neutro sería como comer arroz insípida y aguada y seco era demasiado áspero.

    Dulce entonces. Había nacido en Ciudad Corazón, sabía de eso. Los pokochos dulces se hacían con...

    Un momento.


    Giré sobre mis talones y le dirigí a White una mirada de circunstancias.

    —A ver sous chef, ¿no debería tener... no sé, una olla o un cazo dónde meter todo esto?
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  13.  
    Hygge

    Hygge Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,207
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Liza White

    Me llevé las manos tras la espalda, observando de cerca lo que iba haciendo. Su Houndoom se apresuró a encender la leña y buscó entre las bayas aquellas que le dieran el sabor que buscaba. Arrugué la nariz al notar la baya Zanama dentro de la bolsa.

    ¿No se suponía que me había asegurado de no traerla? ¿Cómo se me había colado esa?

    —Gracias por salvarme la vida —comenté viendo cómo se hundía en el agua. Estaba usando un tono jocoso pero lo cierto es que me daba una reacción bastante molesta. No quería verla ni en pintura.

    Distraída con eso giré el rostro al escuchar su pregunta. Parpadeé con lentitud.

    —¿Un cazo? Está con mis cosas —Señalé el lugar donde había dejado la nevera portatil y el resto de mis pertenencias. La olla estaba dentro de una bolsa—. Puedes tomar todo lo que necesites. Solo no quemes nada, ¿sí?

    Y lo decía tan tranquila, sentándome frente al fuego de piernas cruzadas. Seguí sus movimientos, expectante por lo que haría a continuación. Al menos parecía familiarizada con el tema.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  14.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    5,616
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Mimi Honda

    Tomé el cazo y lo dejé sobre el hornillo. Esperaba no haber puesto el fuego demasiado fuerte. Me aseguré de regularlo antes de abrir el preparado de curry y vertirlo dentro del cazo. Si empezaba a quemarse solo tendría que añadir un poco de agua y rezar porque no se pegase.

    Ah, agua. Tomé una botella pequeña y añadí un poco dentro del cazo. Herviría pronto y suavizaria el plato.

    Podía sentir la mirada inquisitiva de White en mi espalda. Se lo estaba pasando de lo lindo, como si aquello fuese un show solo para su disfrute. Pero no le iba a dar la satisfacción de ponerme nerviosa y terminar echándolo todo a perder. Me negaba. Solo debía estar atenta y mantener la calma, era un plato que había cocinado antes. Además, era un preparado... no tendría que cortar ni picar ingredientes de modo que cortarme un dedo estaba fuera de cuestión.

    Esbocé una pequeña sonrisa.

    Una preocupación menos.

    Tomé entonces un puñado de bayas Latano y una vez el curry comenzó a hacerse y el aroma de las especias inundó el ambiente las añadí a la mezcla. Removí con un cucharón de madera procurando no hacerlo lo suficientemente rápido para derramar nada pero tampoco tan lento como para que se quemase. Pronto, un aroma dulzón se alzó en conjunto con el aroma del arroz y la carne especiada.

    Tras unos minutos donde el arroz hirvió y el sabor de las bayas se impregnó en la mezcla decidí que ya estaba listo. No se había quemado, tenía una pinta agradable y olía muy bien. Debía ser un milagro.

    Orgullosa de mí misma llevé mis manos a mis caderas y giré la cabeza en su dirección con una sonrisa amplia a ojos cerrados, aniñada incluso. ¡No podía creer que hubiera salido bien! ¿Cuáles eran las posibilidades?

    —Curry dulce, ces't fini!
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  15.  
    Hygge

    Hygge Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,207
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Liza White

    Apoyé los codos en mis rodillas, atenta. Pese a lo que podía parecer por mi expresión la única razón por la que me había declarado ayudante de cocina era para protegerla en caso de necesitarlo. Pero contra todo pronóstico parecía habituada a la receta y se desenvolvió con bastante soltura.

    De vez en cuando alzaba la mirada para vigilar que no se quemase nada pero no fue necesario. El olor dulzón inundó el ambiente al poco tiempo y supe que la preparación ya estaba en su punto. Había tomado cierto tiempo y los últimos rayos de sol se asomaban en el horizonte pero al menos no moriríamos de hambre esa noche.

    Recibí su amplia sonrisa con ternura y me levanté del suelo, limpiando mi ropa para asomarme por uno de sus costados. Me incliné ligeramente y observé el preparado con cierta curiosidad.

    Tenía buena pinta y olía bien.

    —Nada mal, Mims. Te lo tenías bien callada —Tomé una cuchara de madera y me dispuse a probar un poco. El sabor era bastante suave y no resultaba una comida tan pesada. Noté la presencia de los condimentos y cerré los ojos, llevándome una mano a la mejilla—. Hm~. Creo que no aguantaré hasta que anochezca del todo. ¡Me muero de hambre!

    Me dispuse a recoger los platos que habían sobrado cuando me percaté de algo. Un error garrafal. Tomé de nuevo una cucharada de curry, soplando ligeramente y se lo acerqué, colocando la mano debajo.

    Fingí una cómica seriedad, como si fuera una suerte de regaño.

    >>Los cocineros siempre deben probar la comida los primeros para comprobar su sabor. Anda, di ah~.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  16.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    5,616
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Mimi Honda

    La seguí con la mirada cuando se levantó y mi cuerpo se tensó instintivamente cuando se colocó detrás de mí para mirar por encima de mi hombro. Estaba segura de que la comida había salido bien pero ella tenía la última palabra y repentinamente me tenía bastante tensa.

    Por eso cuando probó la comida y admitió que sabía bien un enorme alivio me embargó. ¡No eran imaginaciones mías, sí había cocinado algo decente! Saqué pecho y sonreí, henchida de orgullo. Entrenadora veterana, actriz, modelo y cocinera. ¿No era increíble?

    Sin embargo mi confianza se tambaleó peligrosamente cuando me acercó la cuchara.

    —¿Es en serio?—repliqué con una risa incrédula y retrocedí un paso prudencial sintiendo aquel calor tan usual en el rostro. No es como si no quisiera probar el plato pero que ella me lo diese era vergonzoso.—Ya la probaste tú... ¿no eras la sous chef? Me fío de tu criterio.

    Pero no vaciló. Permaneció allí extendiendo el cucharón en mi dirección y el aroma dulzón me hizo la boca agua. Me estaba muriendo de hambre. Era tan extraño que yo, precisamente yo, cocinase algo bien que su sabor me causaba curiosidad.

    Intercambié una mirada dudosa entre sus ojos, la cuchara y viceversa. Era vergonzoso de hecho y ella en el fondo parecía estar disfrutándolo tanto. Esa idiota. Apreté los labios. Fueron unos cortos, tensos segundos de vacilación pero terminé por ceder. Bueno, ¿qué importaba? Si el chef tenía que probar la comida pues tenía que probarla. ¿Qué demonios iba a saber yo de eso?

    Fruncí ligeramente el ceño, ruborizada, y cerrando los ojos me incliné hacia delante.

    >>Ah~

    Me sorprendió. Era suave, dulce y ligero en el paladar. No se había quemado ni pegado y el arroz estaba al dente, ni dura ni lo suficientemente pasada para deshacerse. Abrí los ojos con estupor, perpleja, y contrariada me llevé los dedos a los labios.

    >>... ¿Yo he cocinado esto?—murmuré.

    Era tan extraño. Generalmente era una cocinera pésima. Todo se me quemaba, no sabía combinar ingredientes, terminaba sazonado o endulzando demasiado... o confundiendo el azúcar con la sal. Pero en esa ocasión bajo su atenta mirada había terminado por hacer algo decente. ¿Podía ser porque estaba cocinando para ella? ¿Eso había hecho que me esforzase más?

    ...

    —¿Y por qué esperar a que anochezca?—repliqué con una risa resuelta y tomé un plato—.Vamos a comer ya. Sería una pena dejar que se enfríe.

    Estando con White era algo así como una mejor yo.

    Tenía motivos para sentirme orgullosa de mí misma.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  17.  
    Hygge

    Hygge Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,207
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Liza White

    Pese a dudarlo por un instante terminó por aceptar, y probó su propio plato con evidente curiosidad. Decía no ser buena para cocinar pero le había quedado bien. Quizás tan solo se sugestionaba a sí misma con aquella actitud catastrofista.

    Asentí con suavidad ante su propuesta.

    —Mhm. Iré a preparar la hoguera.

    La noche era lo que más disfrutaba de las acampadas. Cuando el sol terminaba por ocultarse en el horizonte y la oscuridad lo envolvía todo a su paso las llamas convertían el campamento en un reconfortante refugio. Todo se volvía más cálido, más íntimo. Tenía la capacidad de abrir corazones y guardar bajo llave historias que morían con sus cenizas.

    Apartando el hornillo del fuego añadí más leña y la avivé con una varilla. Las llamas crepitaron, alzándose por sobre el murmullo del bosque y contemplé el juego de luces y sombras en silencio, ligeramente abstraída. Volví en mí, dejando de evocar recuerdos cuando Mimi se acercó con su plato. Hice lo propio y tomé asiento frente a ella.

    —Es curioso. Usualmente este es el momento en el que contaría una historia de terror, pero no puedo pensar en ninguna —Me llevé el curry a la boca y esperé para seguir hablando—. A menos que pedirle hacer decisiones con cuchillos a Nikolah cuente como una. Causaría pavor a cualquiera.

    Solté una risa ligera y me aparté un mechón castaño, llevándolo tras mi oreja. De repente me sentía en paz. No quería que terminase todo esto. Cerré los ojos, degustando la comida en silencio.

    Ni siquiera los abrí cuando dejé salir mi voz de nuevo.

    >>Hey. Gracias por aceptar venir hoy aquí.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  18.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    5,616
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora

    Mimi Honda

    La noche ya había caído sobre el bosque cuando nos reunimos alrededor de la hoguera. El fuego crepitaba y danzaba frente a nuestros ojos iluminando y arrancando destellos dorados de sus orbes zafiro. Nos sentamos una frente a la otra con nuestros respectivos platos y el silencio, no incómodo, nos envolvió como un suave y cálido manto.

    La paz era tan suma.

    El fuego, la compañía, la comida. Todo era ridículamente reconfortante. Me hacía sentir segura y en paz, como si nada en lo absoluto pudiera lastimarme o molestarnos. Como si aquel fuera nuestro pequeño refugio del mundo. Era ese tipo de momentos íntimos que buscaba atesorar, guardar en una cajita para nunca perderlos.

    Aún no habían salido las primeras estrellas pero las llamas danzantes disipaban las sombras, tanto las reales como las hipotéticas. Como si tuvieran el poder de alejar mis propios demonios, mis miedos más profundos. Aquellas dudas e inseguridades más arraigadas, esas que me paralizaban y detenían.

    —Qué miedo—respondí con una risa sin gracia. Nikolah era un peligro con un cuchillo en la mano.

    Sacudí la cabeza y los mechones dorados me rozaron las mejillas.

    Generalmente no hubiera aceptado ir de acampada pero tampoco nadie se había tomado la molestia de invitarme antes. Con White era todo tan distinto. Estaba dispuesta a hacer cosas que nunca hubiera pensado hacer. ¿Y todo por qué? ¿Por estar con ella? ¿Por pasar tiempo juntas?

    —El mérito no es mío—apoyé mi mano en la mejilla y le sonreí—. Gracias a ti por invitarme.

    El silencio volvió a hacerse después de eso siendo solo interrumpido por el crepitar de las llamas y el rumor de la cascada de fondo. La luz anaranjada del fuego realzaba sus finas facciones, sus delicados gestos y ahora que tenía los ojos cerrados podía aprovechar para observarla con mayor atención. Me abstraía. Solo tenía que saberla a mi lado para sentir que todo estaría bien. Que podía contarle cualquier cosa. Que a pesar de nuestras bromas y nuestras rivalidades me escucharía sin juzgarme. Que tenía a alguien a mi lado que no me fallaría.

    Y tenía tanto miedo de perder eso.

    —Yo sí tengo una historia de terror—sentencié poco después y dejé el plato sobre mis muslos. Bajé mi tono de voz a propósito, ominosa, tanto por cambiar el rumbo de la conversacion como para despejar mis propias ideas—. Una vez, hace mucho, mucho tiempo... hubo una chica que fue invitada a un evento muy especial. La chica se preparó, se vistió y se puso su mejor vestido. Llegó al sitio donde el evento tendría lugar. La música sonaba, la gente charlaba y los empleados iban y venían llevando bandejas con canapés. Ella estaba feliz, diligente, acostumbrada a ese tipo de reuniones sociales—hice una pausa llena de suspense y me llevé una cucharada de curry a la boca—. Y entonces, pobre de ella, descubrió con horror que llevaba el mismo vestido que la hija de un colega de su padre. Lo peor no es eso. Lo peor es que yo era esa chica... y fue terrible.

    Quizás todo estaba demasiado en silencio. Quizás todo era demasiado íntimo. Tal vez solo quería ignorar las señales.

    La miré durante unos cortos segundos y no pude mantener la expresión sombría mucho más. Era tan absurdamente ridículo que me escapó un 'ptff' y terminé rompiendo a reír a carcajadas. Risas genuinas, honestas, completamente desenfadadas.

    >>¡Es broma, nunca me ha pasado eso!—respondí entre risas. Hacía años que no me reía así—. ¿Pero verdad que sería terrible?

    O quizás simplemente sentía que podía ser yo, sin barreras ni escudos.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  19.  
    Hygge

    Hygge Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,207
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Liza White

    Animada por la liviandad y el confort que me envolvía mis labios se movieron solos. Podía haberse negado y no la hubiese culpado, pero estaba allí. Y significaba tanto. Por ello le permití entrar a mi burbuja, a mi refugio seguro, donde la oscuridad retrocedía y el mundo dejaba de ser tan hostil. Desde su interior nada ni nadie podía alcanzarnos, solo existíamos nosotras.

    Y estaba bien con eso.

    Recibí su sonrisa y la reflejé sin pensarlo demasiado. Sentía que sonreía de más cuando estaba a su lado pero no era algo que pudiese controlar.

    El silencio estaba repleto de palabras no dichas. No había espacio para la inquietud, ni necesidad de rellenar con conversaciones banales; solo paz. Si permanecí más tiempo con los ojos cerrados fue porque noté su mirada. La noté y fingí demencia, comiendo con calma y movimientos ligeros. Pero cuando su voz captó mi atención y se dispuso a relatar una historia fui yo la que terminó por abstraerse.

    Se la veía tan tranquila. La había arrastrado a un mundo desconocido y extraño para ella pero había tanta comodidad en sus gestos y en su propia voz. Parecía feliz, y como un espejo me hacía aún más a mí si cabía. Las llamas iluminaban su cascada de sol, sus orbes brillaban de forma pueril y me pregunté si acaso debía prestar más atención a lo que me decía.

    Pero era tan difícil hacerlo cuando se mostraba así.

    De alguna forma logré hilvanar el rumbo de la historia, le arrancó una carcajada sonora y contagiada por su risa terminé por hacer lo mismo. Fue tan inesperado. Tuve que llevarme el dorso de la mano a los labios pues aún masticaba algo de curry en ese instante.

    —¿Estás segura de que no es una historia real? —dije entre risas y me enjuagué los ojos—. Puedes decirlo. Mis labios están sellados.

    Así como fingía que no notaba sus miradas furtivas también lo hacía con aquellas sensaciones. El cosquilleo en el estómago, la sonrisa estúpida, la evidente abstracción. Todo me era tan familiar. Desde luego que sabía lo que significaba. Pero nunca había venido de dos lugares a la vez. De dos personas distintas.

    Me confundía tanto.

    —El verdadero terror para mí no sería repetir el conjunto, si no imaginar el tamaño que debían tener esos zapatos de gala —Habíamos dejado de reír pero el tono jocoso y distendido seguía impreso en cada palabra—. En una ocasión no tuve más remedio que asistir a uno de esos eventos. No pueden compararse con los tuyos, pero créeme que para mí se salía de la norma —Adopté una expresión más ominosa solo por continuar con aquella estupidez—. Era el final de la Escuela Pokémon en Teselia, y pese a que mis notas eran nefastas y apenas asistía a clase me obligaron a ir. Tenías que haber visto mi cara cuando tuve que ponerme vestido y zapatos ligeramente elevados. A mí, que apenas me duraba la ropa. No tenía precio.

    Quizás no sabía mentir pero de alguna forma era buena fingiendo esas emociones. No sería la primera vez. Había pasado tres largos años escondiendo lo que sentía por Des después de todo. Tenía la capacidad de evadirme con tal de no encarar el revotijo de emociones que se gestaba en mi interior y no diría que me molestaba realmente.

    Solté el aire por la nariz y la señalé con la cuchara de plástico, enarcando una ceja.

    >>¿Cuántas horas crees que aguanté con esos zapatos? Se aceptan apuestas.

    Si lo que empezaba a sospechar era cierto... Podría vivir con eso.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  20.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    5,616
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Mimi Honda

    —No, de verdad. Nunca me pasó nada así—respondí aún entre risas y me enjuagué una lágrima que había terminado por escaparse entre las carcajadas. Hacía siglos que no reía hasta las lágrimas... y había sido por algo tan ridículo. Ni siquiera sabía por qué me había decidido a contar algo tan estúpido en primer lugar... pero me sentía tan en paz, tan feliz. Tan confiaba y cómoda.

    Ella se sumó a las risas y ambas reímos por algunos minutos sin ninguna preocupación como si absolutamente nada más importase a parte de ese momento, del fuego de la hoguera y nosotras. La noche había traído consigo un ambiente cargado de serenidad y comodidad de la que pocas veces podíamos permitirnos disfrutar.

    Cuando las risas se calmaron el ambiente jocoso aún permaneció y pude notarlo cuando empezó a contar su curiosa anécdota con los zapatos de gala. La escuché con atención porque genuinamente quería saber más de ella, aunque al final terminé fijándome en cada uno de sus pequeños gestos y perdiéndome estúpidamente en ellos. En la manera en que el fuego iluminaba sus ojos, en el color de su cabello y la forma en que le rozaba las mejillas. Le había quedado muy mono en la peluquería pero tampoco estaba mal así. Además se lo había dicho. El cabello oscuro era justo mi tipo.

    Había terminado apoyando la mano en la mejilla y mirándola abstraída. Quizás ni siquiera era consciente de ello o tal vez era demasiado consciente y la realización terminaba tensándome el cuerpo si lo pensaba demasiado.

    No podía ser. Me negaba. De ninguna manera.

    —No me la jugaría tanto como para decir una hora. Treinta minutos como mucho.

    Me llevé otra cucharada de curry a la boca degustando el sabor dulce y la suavidad de la carne y en ese momento mi cerebro pareció conectar los puntos. La miré y parpadeé con celeridad, perpleja.

    >>Espera, ¿no sabes andar con tacones?

    Tomé una última cucharada de curry y me puse en pie sin pensarlo demasiado. ¿Pero cómo podía ser eso?

    Extendí mi mano en su dirección, solícita. Por la forma en que se lo pedí, bien podía parecer que estaba invitándola a bailar junto al fuego de la hoguera.

    >>Con lo fácil que es—añadí—. Todo es cuestión de postura. Ponte en pie, te enseñaré.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
Cargando...

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso