Digimon New World Order (A Cardinal Error)

Tema en 'Archivo Abandonado' iniciado por Accelerator, 23 Enero 2014.

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    Accelerator

    Accelerator Shadow Paladin elf

    Piscis
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    Digimon New World Order (A Cardinal Error)
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    2
     
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    Decidí cerrar el tema donde publiqué mi fic, debido a que decidí hacer algunos ajustes y reescribir los capítulos que ya tenía listos, por lo tanto creo que esto fue lo mejor para evitar confusiones a futuro. Como podrán ver tomé conceptos de To Aru Majutsu no Index, Type Moon y de otras series más, ajustándolos para crear una versión diferente del Digimundo.

    Espero sus comentarios.

    Prólogo

    A Cardinal Error

    A fines de enero del 2007 todo parecía ir muy bien en los países desarrollados, dado que la burbuja inmobiliaria de algunos lugares aún no había estallado. Por lo tanto no existía preocupación respecto al futuro de las potencias mundiales, sin saber que la felicidad existente en el mundo sería brutalmente destruida en el lapso de un año. Dicho problema ni siquiera era considerando como un tema relevante, por lo tanto las noticias locales se enfocaban en los típicos crímenes cotidianos, algunas novedades internacionales y otros temas tales como deportes y espectáculos.

    Sin embargo, otro fenómeno estaba ocurriendo a una escala menor, el cual consistió en la aparición de criaturas extrañas en algunas ciudades, mientras que personas comenzaron a desaparecer en esos mismos lugares. Debido a que esos eventos eran esporádicos, ninguna organización gubernamental se preocupó de investigar esos hechos. Al menos, ninguna agencia que fuera conocida por la mayoría de la población.

    Una organización intergubernamental secreta se encargó de crear métodos para eliminar los monstruos procedentes de otro mundo, sin entregar información a los medios de comunicación debido a los problemas que pudieran surgir si dichos datos llegaban a ser conocidos por la opinión pública. Ellos intentaron generar un programa para exterminar definitivamente a dicha amenaza, debido a que los códigos actuales no eran capaces de borrar los huevos que aparecían al matar a dichos seres, por lo tanto existía el riesgo de que revivieran posteriormente.

    Los Salvajes viajaban entre ambos mundos, intentando cumplir sus sueños de conocer un lugar diferente a su planeta de origen, el cual era devastado por guerras entre los guardianes pertenecientes a las diversas Contrafuerzas que mantenían el balance de poder del Digimundo.

    Este asunto no preocupaba demasiado a Yggdrasil, ya que era algo esperable considerando las predicciones realizadas en base a los análisis psicohistóricos, los cuales estaban a cargo de los Digimon pertenecientes al Yggdrasil’s Right Seat. Pero había una falla grave en dichos cálculos, dado que ninguno de los sabios había considerado la posibilidad de que algún factor externo pudiera destruir el equilibrio de fuerzas existente.

    En efecto, los Inferno Sages aprovecharían ese error fatal para alterar el curso de la historia, gracias a que lograron controlar dicha variable que arruinaría las predicciones del ArcheType-Digital. Ese factor era un ser que no poseía un Xros Code, sino que podía manifestar un poder desconocido, el cual fue conocido posteriormente como AIM Burst.

    Luego de analizar las propiedades de ese Esper, el Server principal modificó algunos Digimon utilizando tecnología basada en el Antiguo Lenguaje de Programación para crear el Five Elements System, el cual estaría parcialmente inspirado en el Anticuerpo X.

    Debido a que el ArcheType no había verificado la eficiencia ni la seguridad de la modificación, decidió experimentar con especímenes de forma aleatoria, los cuales serían alterados y posteriormente enviados al Mundo Real para que encontraran humanos que aceptaran participar en la peligrosa misión de evitar un desastre a gran escala en el Digimundo, dado que los Generales no podían controlar todos los problemas existentes en dicho lugar.

    Sin embargo, la ayuda no llegaría pronto debido al problema existente en la Tierra entre los Digimon y la agencia secreta, el cual sería crítico en la capital alemana. Así comenzaría el conflicto entre Tamers y Agentes.

    Capítulo 1

    El primer pacto

    Opening : No Border - JAM Project

    La capital alemana estaba prácticamente congelada durante los últimos días de enero, al punto que algunos tranvías, los cuales se habían transformado en enormes bloques de hielo, estaban bloqueando el paso de las rutas principales de Berlín, lo cual resultaba bastante molesto para los habitantes de dicha ciudad.

    En algunos sectores fue necesario suspender las clases debido al mal tiempo, las cuales comenzaron unos días después que el tiempo mejorara un poco. Esto no fue particularmente emocionante para la mayoría de los estudiantes, debido a lo estresante que era el fin de semestre. Sólo algunos alumnos estaban felices por el hecho que ya faltaban solo seis meses para librarse del aburrimiento escolar, aunque eso fuera sólo el comienzo para algo más complicado.

    June era una de esas personas que esperaba con ansias el fin del suplicio del liceo, debido a que no se llevaba especialmente bien con algunos profesores y a que ciertas clases le parecían extremadamente tediosas, parcialmente por el hecho que aún había ciertos detalles del idioma alemán que no dominaba por completo. Esta estudiante de unos dieciochos años de edad, de pelo castaño, el cual prefería mantener más o menos corto por razones prácticas, y ojos verdes, solía usar ropa de tonos oscuros, la cual le hacía parecer como una punk según sus compañeras de curso, lo cual le parecía indiferente dado que ella sabía que esas chicas no tenían idea de las cosas que le gustaban. En general su actitud era bastante indiferente respecto a sus compañeros, debido a que la mayoría de las veces hablaban de temas que le parecían inútiles.

    Luego de terminar la clase de matemáticas, ella salió rápidamente de la sala, la cual estaba en el segundo piso de su liceo, por lo que no podía perder el tiempo conversando si quería llegar al comedor, el cual estaba bastante lejos considerando su ubicación actual. June fue al subterráneo a ver si esta vez tenía suerte con el almuerzo, esperando encontrar algo que no pareciera basura, o que no fueran los típicos huevos con mostaza, los cuales le parecían incomibles. Sin embargo, apenas notó que nada calificaba como algo mínimamente apetecible, decidió que era mejor ir a comprar a otra parte.

    -Damn it, otra vez toca vómito de perro. No me queda otra que ir a comprar un hot dog o cualquier mugre callejera. Al menos eso va a ser mejor que comer esa mierda.- pensó la chica mientras observaba los platos disponibles, molesta al ver que esa cosa horrenda pudiera ser considerada como un guiso de carne. Sin embargo, por su expresión no era posible deducir el nivel real de su enojo, debido a que no era una persona particularmente expresiva, por lo tanto tampoco tenía mucha paciencia con personas melodramáticas.

    June salió a regañadientes debido al frío que hacía afuera, pero no tenía más opción que buscar algún puesto de comida rápida cercano a su liceo, asunto que no era tan difícil dado que dicha escuela se encontraba en el sector de Charlottenburg, barrio de Berlín donde había mucho comercio. Además, era una mejor alternativa que esperar a que terminaran las clases y comer cuando regresara su casa, cosa que para ella era peor que una tortura, considerando que ese día salía tarde del liceo y tenía que sobrevivir a la infame clase de alemán.

    La caminata hasta el quiosco más cercano era relativamente corta, por lo cual no había riesgo de llegar tarde a clases. Para su suerte ese quiosco estaba funcionando, así que decidió comprar en ese negocio, donde había una fila relativamente corta. Mientras esperaba su turno para comprar un Bratwurst, un reptil andaba merodeando cerca, el cual estaba parcialmente cubierto con nieve. El dragón miniatura había sido atraído por el olor a comida y el calor del puesto de comida rápida, por lo que comenzó a acechar esperando a que pasara algún despistado al cual pudiera robarle su almuerzo.

    Cuando June ya estaba concentrada devorando su Bratwurst, el dragón verde saltó rápidamente, tras lo cual la chica vio que el reptil estaba comiéndose su almuerzo. Esto molestó a la estudiante, quien intentó quitarle el pan al dragón, pero la criatura tragó la comida al notar que la podía perder en cualquier momento. La estudiante decidió enfrentar al lagarto luego de perder toda esperanza de recuperar su alimento.

    -Maldito hijo perdido de Godzilla, hiciste que perdiera mi almuerzo.- dijo June al dragón miniatura con un tono cortante.-Por tu culpa tendré que gastar más dinero del que tenía presupuestado.

    -Estaba deliciosa la salchicha.-respondió el reptil, lo cual molestó aún más a la estudiante.-En mi mundo no hay panes con salchicha tan buenos como éste.

    -¿Qué mierda eres? Nunca había visto un reptil parlanchín.-comentó la chica, intentando contener sus ansias de ahorcar a la lagartija.

    -Soy un Digimon, de la especie Dracomon. Agradezco que me hayas dado ese pan con salchicha, ya que hace mucho tiempo que no comía algo.-contestó el reptil de forma descarada, con lo cual June se acercó maliciosamente a la criatura, pensando en golpearla por ser tan desgraciado.

    -¿Digimon? Esto debe ser una broma, los Digimon son seres que sólo aparecen en una serie de televisión y algunos videojuegos, es imposible que tú seas una de esas criaturas, debido a que son seres ficticios.- agregó la estudiante mientras miraba al ser digital, intentando ver si era parecido a los animales terrícolas.-Como sea no tengo paciencia para estupideces, así que salvo que tengas un buen argumento, pensaré que me estás tomando el pelo.

    -Estoy diciendo la verdad, soy uno de los Digimon que habitan en el Mundo Digital. Llegué aquí por órdenes de Yggdrasil, para buscar a alguien que acepte ser mi camarada, pero aún no encuentro nadie que sea capaz de activar este artefacto.-afirmó Dracomon, mostrando un aparato morado que traía amarrado en su espalda.

    -No sé qué mierda será ese aparato que traes, pero si no te molesta puedes pasármelo para ver si logro deducir algo respecto a su utilidad.-dijo la chica al dragón miniatura al ver la cosa que parecía un reproductor de música.
    Dracomon le entregó el objeto extraño de color morado, el cual de lejos parecía ser una simple tarjeta por su grosor, pero al verlo con mayor detención tenía aspecto de ser un artefacto electrónico bastante estrafalario.

    June observó ese artefacto con calma, notando que era tecnológicamente más avanzado que las cosas de su mundo, además de sospechar que estaba compuesto por metales que no existían en la Tierra. Como sea estaba sorprendida por la calidad de los materiales del Digivice, dado que parecían ser más ligeros y resistentes que las aleaciones que ya conocía.

    -Interesante, ahora veo que no estabas intentando engañarme. Este objeto es superficialmente similar a unos aparatos usados para escuchar música, pero en el fondo comprendo que se trata de algo mucho más complejo.-comentó la estudiante, tras lo cual comenzó a apretar los botones del Digivice, pero nada sucedió hasta que tocó el borde superior del artefacto, el cual tenía una especie de placa metálica adherida en esa parte.
    Repentinamente surgió una luz de su mano, la activó el artefacto, tras lo cual aparecieron letras extrañas en la pantalla del Digivice. Además sintió una quemadura en su mano luego de tocar la placa metálica, por lo cual retiró su guante para ver qué había ocurrido. Nuevamente había encontrado algo llamativo.

    -¿Qué significan estas líneas? No recuerdo haber visto algo así en mi vida, y la verdad es que tampoco puedo asociarlo a algún concepto que conozca.-preguntó June, observando la marca presente en el dorso de su mano.-A lo más puedo pensar que parece similar a algún símbolo chino.

    -Esas líneas aparecieron porque ahora eres mi Tamer, por lo tanto al fin pude cumplir la primera parte de mi misión. Esa marca además dice que tu AIM Burst posee afinidad con el aire, y por lo que sé, también cumple algunas funciones especiales que no conozco bien.-respondió Dracomon, relajándose luego de saber que su búsqueda había terminado.-Por lo que recuerdo, el Digivice contiene bastante información, así espero que sirva de algo.

    -¿Tamer? ¿AIM Burst? ¿Qué mierda significa todo eso?- preguntó June, dado que la primera palabra le recordaba a los domadores de leones de los circos, mientras que el otro concepto la dejó completamente perpleja.

    -Los Tamers son humanos que entrenan a sus Digimon para que sean más fuertes, lo cual se logra al derrotar a otros monstruos, mientras que el AIM Burst es una habilidad que permite ayudar a tu camarada durante dichos combates.-explicó el dragón, esperando que esa información fuera suficiente.

    -Interesante, suena mejor que escribir esos aburridos análisis literarios. Sólo espero que mis habilidades estratégicas sean lo suficientemente buenas para que no te maten en alguna de esas peleas.-agregó June mientras pensaba que al fin había encontrado una buena distracción para olvidar el aburrimiento estudiantil.-Aparte espero que también tengas suficiente poder para no terminar como comida de otro Digimon.

    -No hay problema con eso, ya que dudo que encontremos a alguna criatura fuerte en este mundo.-comentó Dracomon.

    -Bueno Dracomon, ahora hay otro problema urgente, dado que tengo que volver a mi escuela y no puedo llevarte sin levantar sospechas.-dijo la estudiante inglesa, intentando planear algún método para ocultar a su nuevo camarada.

    -El Digivice sirve para almacenar a los Digimon.-afirmó el dragón.-Sólo debes apuntarlo a donde estoy y dar el comando específico.

    Tras un par de minutos averiguando las funciones básicas del aparato, fue posible que Dracomon fuera almacenado en el Digivice. Posteriormente la chica guardó el objeto en su mochila para que no preguntaran los curiosos, tras lo cual se puso el guante para ocultar la marca extraña que tenía ahora en su mano derecha.

    Posteriormente corrió lo más rápido que pudo para llegar puntualmente a la clase que más odiaba, incluso más que las soporíferas clases de ética. En su fuero interno se alegraba por el hecho que sólo faltaban seis meses para librarse de las entretenidas clases de alemán, la cual consideraba como una tortura desde que ingresó al liceo, por lo cual no podía comprender el motivo de tener que ver esa materia desagradable durante trece años seguidos, aunque supiera que era necesario para la formación de los estudiantes.

    Para más fastidio de June, la clase de ese día era específicamente sobre la interpretación de una obra que debía haber leído hace un mes, pero por falta de interés sólo había terminado de leer ese libro un par de días antes. Incluso las clases de gramática alemana le parecían menos estresantes, a pesar de ser una materia odiada por gran parte de sus compañeros de curso.

    Como siempre la chica se sentó más o menos en la mitad de la sala ubicada en el primer piso del liceo, la cual tenía suficiente espacio como para albergar unos treinta estudiantes. Esto lo hacía con el propósito de poder tomar nota en caso que algo le llamara la atención, pero también servía para dormir descaradamente o hacer tareas de otras asignaturas sin que la profesora se diera cuenta, pero esta vez la suerte no estaba de su lado.

    La primera mitad de la clase transcurrió sin problemas, pero cuando la materia comenzó a volverse tediosa gracias a que la profesora se iba por las ramas bastante seguido, June decidió resolver una tarea de matemáticas, justo cuando la maestra revisaba si sus alumnos estaban tomando nota del contenido escrito en la pizarra.

    -Señorita Highwind, espero que esta vez preste atención en clases. Sus padres ya saben de su comportamiento irresponsable, debido a que sus calificaciones no pueden ser consideradas como buenas.-dijo la maestra, reprochando a June, quien seguía concentrada anotando unos cálculos, por lo tanto ni se enteró de que estaba siendo sermoneada.-Si no quiere arruinar su promedio general, le recomiendo que estudie con más tiempo. Debo decir que la última prueba que rindió demuestra su desprecio respecto a mi asignatura, dado que casi nadie obtuvo menos de nueve puntos, de un máximo de quince, lo cual me parece una mala forma de enfrentar esta asignatura, más si realmente le interesa aprender bien un idioma.

    La chica inglesa recién notó que la profesora estaba cerca, por lo cual se sorprendió al notar la cara de desagrado de la profesora.

    -¡Cómo se atreve a realizar actividades que no están relacionadas con la clase!-gritó la profesora al ver que June estaba haciendo una tarea de otra asignatura.

    -¿Qué tiene de malo? Ya escribí el análisis literario que había pedido, y como Ud. se va siempre por la tangente me aburrí de prestar atención, por lo cual decidí hacer algo más útil para mi futuro.-respondió la estudiante calmadamente, lo cual molestó aún más a la profesora.

    La profesora, de aproximadamente unos cuarenta años de edad, exigió que su alumna le mostrara el susodicho análisis. La señora Meier leyó el texto, el cual le pareció demasiado conciso, por lo que se sintió realmente ofendida por la displicencia de su alumna, con lo cual decidió continuar con su sermón sin poder evitar elevar el tono de voz.

    -Señorita Highwind, si realmente quiere obtener un buen puntaje en el Abitur, le recomiendo que tome esta asignatura en serio. Esa prueba no es algo que pueda ser aprobado sin realizar un esfuerzo sostenido en los tres últimos años de liceo.-afirmó la señora Meier con sorna.-Comprendo que el área humanista no es su fuerte, especialmente luego de leer su análisis literario, el cual me pareció mediocre, pero por favor, si quiere ser alguien en esta vida, debe estudiar aunque no le agrade la idea.

    -Como Ud. diga profesora. Ahora, si está insinuando voy a reprobar el Abitur por no prestar atención a su clase y a sus comentarios que tienen nada que ver con el contenido de esta asignatura, supongo que lo dice porque no vio mi promedio general.-respondió June burlonamente.-Además no me sorprende que Ud. considere que un texto conciso sea automáticamente malo, dado que Ud. no tiene capacidad de ir al grano durante sus clases, las cuales debieran ser conocidas como la oda a la tangente por su gran capacidad de irse por las ramas mientras intenta explicar algún concepto.

    El comentario de la chica inglesa provocó la risa generalizada de sus compañeros de curso, lo cual cabreó a la profesora. Sin embargo, otro hecho posterior terminó de desencadenar la ira de la señora Meier. Sin previo aviso, Dracomon comenzó a hablar desde el Digivice, por lo cual June sacó el aparato de su mochila, intentando calmar al reptil, pero de pronto pensó que era un buen momento para jugarle una broma desagradable a la vieja que le caía mal, por lo cual liberó al dragón mientras la profesora estaba distraída.

    -¿Qué demonios es esa cosa? ¿Acaso no entienden que no pueden traer mascotas al liceo?-gritó la profesora, quien estaba furiosa al ver que una cosa rara estaba rondando en la sala de clases.-Señorita Highwind, puede tratar de dejarme en ridículo en frente de sus compañeros, ignorar mis quejas o cuchichear con los otros estudiantes que me causan problemas, como el alumno que está detrás de su puesto, con el cual siempre se burlan de mí, ¡pero nunca debe traer animales, ya que pueden morder a los alumnos!, Además ¡ningún maestro en su sano juicio se haría cargo de controlar alguna criatura salvaje asesina! ¡Yo soy una profesora, no una domadora de animales salvajes!

    Dracomon ni se había percatado de lo que estaba ocurriendo, por lo cual comenzó a acercarse lentamente a la profesora. El dragón olfateó los zapatos de la señora, tras lo cual saludó alegremente a todos los alumnos, logrando transformar la furia de la profesora Meier en pánico en apenas un par de segundos.

    Los estudiantes estallaron en carcajadas al ver el ataque de histeria de la señora Meier, dado que sabían que ella padecía de herpetofobia, gracias a otra experiencia anterior donde la profesora comenzó a chillar histéricamente al ver que una lagartija corría libremente por su mesón, lo cual fue por una broma pesada que le gastaron algunos alumnos a principio del semestre. Claramente dicha profesora no era querida por sus alumnos.

    Dracomon sólo quería jugar con la maestra, pero sólo logró que ella se subiera aterrada a una silla, lo cual hizo que sus alumnos siguieran riéndose del show que ella estaba haciendo. June ni siquiera hizo un amago de controlar a su Digimon, debido a que esa era la oportunidad ideal para desquitarse con la vieja que le parecía más desagradable de todo el liceo.
    Al notar que ya había perdido el respeto de todo su curso, la profesora olvidó temporalmente la repulsión que sentía por las lagartijas, tras lo cual golpeó la mesa para callar a la masa irrespetuosa.

    -¡Silencio! Ya me aburrí de su falta de respeto. Primero, Highwind, encierre a esa aberración, y luego proceda a retirarse de la sala, por causar todo este alboroto.-afirmó la profesora, demostrando su exasperación respecto a dicha situación.- Espero que los demás sepan comportarse como alumnos que están estudiando para rendir el Abitur, y no como niños de primaria.

    Luego del acto de autoridad de la profesora, reinó un silencio sepulcral durante el resto de la clase, la cual ya estaba por terminar. June simplemente almacenó a Dracomon en su Digivice, guardó sus pertenencias y se marchó en dirección al segundo piso, donde al fin tendría una clase menos tediosa. El resto del día trascurrió en ese liceo, sin que sucedieran otros eventos tan raros como el de esa clase de alemán.

    Lo que nadie sabía era que la aparición de Dracomon ya había sido registrada en una oficina gubernamental, la cual vigilaba los movimientos sospechosos en la red. Últimamente habían detectado un aumento de la actividad de los Digimon que escapaban de su mundo para llegar a la Tierra, por lo cual ya estaban preparando un programa especial para exterminar a todos los Salvajes de una sola vez.

    Ending: Fortissimo - The Ultimate Crisis- fripSide
     
    Última edición: 23 Enero 2014
  2.  
    Accelerator

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    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    4521
    Capítulo 2
    Misfortune


    Opening : No Border - JAM Project

    La cantidad de casos reportados de daño a la propiedad pública aumentaron durante los primeros días de Febrero. Una organización secreta se encargaba de evitar la filtración de la información relacionada con los Digimon, debido a que dichas criaturas provocaron gran parte de esos disturbios.

    Sin embargo, no todos los Salvajes estaban causando problemas en Berlín, o en el mejor de los casos, jugando bromas pesadas a los transeúntes, las cuales eran realizadas por algunos Nightmare Soldiers de bajo nivel. Una de las criaturas recién llegadas fue encontrada malherida en un callejón mal iluminado, la cual presentaba rastros de mordeduras y rasguños. Las marcas permitían verificar que las heridas fueron hechas por un perro de tamaño anormalmente grande, lo cual permitía suponer que el Gaomon enfrentó a otro Digimon de su manada, o que por algún motivo fue castigado por algún Gaogamon o Garurumon.

    Afortunadamente el perro azul fue encontrado por un chico de dieciocho años, de aspecto que inspiraba cierto grado de respeto, todo esto gracias a su preferencia por usar ropa de colores oscuros, tales como una polera con el dibujo de la portada de un álbum de una banda de rock, jeans de color negro y su chaqueta azul que estaba decorada con algunos logos de bandas metaleras. Su pelo, de color castaño rojizo, era relativamente largo y le tapaba uno de sus ojos, los cuales eran azules. El chico era relativamente alto para su edad, así que todo esos detalles le daba un aspecto que lograba asustar a la mayoría de los transeúntes, los cuales pensaban que era un simple rockero vago y buscapleitos, hecho que no correspondía con la realidad. Lo peor es que su acento ruso no ayudaba a evitar que lo despreciaran, ya que con eso lo asimilaban al resto de los inmigrantes de países de Europa del Este, los cuales en general no tenían buena fama en Alemania.

    Dicho estudiante, llamado Aleksandr, iba de regreso a su casa tras haber jugado videojuegos con sus amigos durante gran parte de la tarde. El ruso pasó cerca del callejón por mera casualidad mientras deambulaba por la ciudad, donde encontró al Digimon que casi parecía un cadáver. El chico notó que había algo raro en ese lugar, por lo cual se acercó al callejón por curiosidad. Al ver al perro en tan mal estado, decidió sacarlo de ese lugar. Nunca supo que fue lo que realmente lo atrajo a ese nido de ratas, pero sin pensarlo mucho revisó a Gaomon, quien estaba en tan mal estado que era incapaz de hablar.

    Al ver que el perro tenía un objeto colgado de su cuello, comenzó a examinar el aparato, el cual reaccionó luego de apretar accidentalmente uno de los botones. Tras la activación del Digivice, apareció la marca correspondiente en la mano derecha del chico, la cual en este caso era el símbolo del rayo. Por casualidad encontró el botón para guardar al Digimon, lo cual sirvió para que el perro azul comenzara a recuperarse.

    Cuando llegaron al departamento del Tamer, Gaomon habló desde el Digivice, agradeciéndole su ayuda. Ahí le explicó algunos detalles acerca del AIM Burst, y otros datos que le serían útiles en el futuro, para el caso en el que debieran enfrentar a algún Salvaje. Lo único extraño fue que Aleksandr vio que una pequeña chispa surgió al tocar una superficie metálica, pero no se preocupó debido a que pensó que eso fue simplemente una descarga de electricidad estática, lo cual era común durante el invierno.

    A pesar de que no hubo mayores roces entre camaradas durante los primeros días de convivencia, eso no descartaba la existencia de desacuerdos entre el Tamer y su Digimon, especialmente respecto a la actitud de Gaomon de pedir permiso para realizar acciones que su Tamer consideraba como nimiedades, tales como sacar comida del refrigerador, lo cual al chico le pareció irritante luego de estar varios días escuchando las mismas preguntas inútiles.

    Afortunadamente fue sencillo ocultar la existencia de Gaomon a su padre gracias a la función de guardar a su Digimon al interior del Digivice. Además ya no vivía con su hermana menor, chica muy curiosa y metiche, quien hace años se fue con su madre a vivir a otra parte de Berlín, luego de incontables desencuentros familiares que desencadenaron el divorcio de sus padres.

    Una semana después del encuentro, el Digimon aún no se recuperaba del impacto psicológico provocada por la masacre de la cual apenas salió con vida, lo cual afectaba negativamente su autoestima, siendo incapaz de actuar de alguna forma que no fuera extremadamente servil. Esa actitud resultaba desagradable al chico que lo había sacado de ese agujero lleno de basura y ratas, dado que no le agradaba el hecho que su camarada le dijera Master, sin ser capaz de llamarlo por su nombre.

    Un día viernes después de volver de la escuela, el chico descansó durante un par de horas, tras lo cual comenzó a escribir códigos para crear un programa que debía entregar pronto a su profesor de informática, el cual era uno de los últimos trabajos que debía realizar antes de salir de vacaciones. A pesar de que el programa no era muy largo, los problemas comenzaron al intentar detectar las líneas que presentaban bugs, dado que su programa avisaba que había errores de codificación. A veces tardaba más de lo necesario en corregir las líneas de código debido a que no veía claramente las letras en su pantalla, en parte por el agotamiento de estar más de dos horas seguidas trabajando y el sueño producido por el calor de su habitación, lo cual no había notado a tiempo porque estaba concentrado en terminar la tarea que de lo que sucedía a su alrededor. Eso probablemente fue provocado por un desajuste de la caldera de su departamento.

    -Maldita tarea, ¿por qué tienes que ser tan tediosa? Realmente no entiendo cómo mi madre decidió estudiar esta mierda.-pensó Aleksandr gracias a la frustración que sentía en ese momento.-Sólo espero que Gaomon no me moleste ahora.

    Después de trabajar tantas horas en ese programa, el estudiante decidió dormir una siesta, dado que ya era incapaz de hacer la tarea de forma eficiente, pero antes de eso prefirió ordenar un poco el desastre que tenía en su habitación, el cual estaba compuesto por libros, CDs, ropa y envases de comida que por flojera no había arrojado a la basura. Sin embargo, el nivel de entropía era tal que el chico se aburrió de ordenar a los pocos minutos, por lo tanto prefirió ver si había algún problema con el sistema de calefacción, dado que notaba que la temperatura de su habitación era a elevada, lo cual era raro considerando que era invierno. Mientras el chico iba a verificar el regulador de temperatura, Gaomon estaba sentado en el sofá comiendo galletas.

    -Master, si no es mucha molestia, ¿me podría explicar por qué hace tanto calor?-preguntó el perro azul.

    -Primero, ya te dije que no me digas Master. Prefiero que digas Alex, así no siento que tengo a un sirviente.-respondió molesto el chico.-Respecto a lo del calor, voy a ver si hay algo desregulado.

    -Gracias por la información, Master. Espero que no sea difícil arreglar eso, ya de verdad que detesto el calor.-comentó Gaomon mientras seguía devorando algunas galletas.

    -Shitty mongrel.-murmuró molesto Alex mientras iba a solucionar la falla.
    En efecto, el sistema marcaba que la temperatura ambiental era igual a 25°C, por lo cual Aleksandr reprogramó el regulador para seleccionar una temperatura más baja, lo cual no era especialmente complicado.

    Luego de arreglar el problema el Tamer pudo dormir por un buen rato antes de intentar encontrar más bugs. Cuando ya terminara eso tendría que resolver unos ejercicios de matemática, lo cual le parecía menos tedioso que programar, pero luego le tocaría completar una tarea de ética y otra de historia, cosa que no le agradaba demasiado debido al tipo de preguntas estúpidas que tenía que contestar. Afortunadamente podía seguir trabajando durante el fin de semana para concluir dichas actividades escolares.

    Gaomon quiso preguntarle alguna cosa irrelevante a su Tamer, pero decidió no molestarlo, ya que sabía que era muy mala idea intentar despertarlo. El Digimon lo había intentado algunos días antes y el resultado no fue agradable en absoluto, dado que fue sorprendido por un libro que fue usado como proyectil.

    Durante la noche estaban unos chicos en un bar ubicado en la zona central de Berlín, donde tomaban cerveza y otras bebidas alcohólicas mientras veían la presentación de distintas bandas nuevas, siendo algunas grupos tributo a bandas más famosas. Algunas cumplían con las expectativas del público, pero otras eran tan mediocres que no se libraban de la lluvia de insultos y botellas voladoras.

    -¿A esa basura le dicen Metal? Parece una puta mierda emo comercial.-comentó uno de los espectadores.-Hasta el Nu Metal es mejor que la basura que tocan, malditos posers.

    -Sí, agradezcan que no trajimos piedras, si no se las tiraríamos por ser un pedazo de mierda prensada.-agregó otra persona del público.-Mejor dejen que toquen las bandas que valen la pena, no tengo ganas de escuchar sus canciones mierderas.

    El show continuó por algunas horas, durante las cuales se escuchaban las pifias de parte de los asistentes. En el peor de los casos arrojaban latas vacías de cerveza, vasos, cigarrillos usados y botellas de vidrio a los grupos que eran considerados de mala calidad o que no ajustaban dentro del concepto del Metal.

    En la madrugada la mayoría de los asistentes ya estaban bajo los efectos del alcohol, por lo cual reaccionaban aún más irracionalmente al escuchar canciones desafinadas o con mala base instrumental. Los insultos eran cada vez más frecuentes, y las riñas dentro del bar ya eran algo inevitable considerando el estado de ebriedad del público.

    Cerca de las 3 am ya habían concluido las actividades en el bar, así que la mayoría de la gente se fue a sus hogares, salvo un grupo de estudiantes que aún querían continuar la fiesta. Considerando que habían comprado licores antes de ingresar al bar, tuvieron que ocultarlos para que no se los decomisaran en la entrada del antro.

    Los estudiantes encontraron una plaza vacía, la cual usaron para seguir bebiendo hasta morir, mientras comentaban sus apreciaciones sobre el show musical. En general, no les pareció muy bueno, por lo cual decidieron que no valía la pena hablar sobre música de mala calidad, salvo para saber qué cosas no tenían que hacer en caso que quisieran formar una banda.

    Durante el rato que estaban tomando alcohol, un dinosaurio naranjo se acercó a la plaza, atraído por el ruido de los jóvenes borrachos. Para él era un espectáculo curioso ver a los chicos haciendo estupideces y hablando con dificultad.

    Ninguno de los presentes notó que un Agumon estaba observándolos, hasta el momento que el reptil revisó una de las bolsas con bebidas alcohólicas. Los chicos pensaron que estaban viendo a un cosplayer, así que decidieron que era buena idea invitarlo a la borrachera.

    -Oye cosplayer, ¿quieres tomar una cerveza con nosotros?-preguntó un metalero pelirrojo de unos diecinueve años de edad, el cual tenía el cabello en punta, y usaba vestimenta similar a la de sus amigos, la cual en su caso consistía en una polera negra con dibujos de alguna banda metalera, chaqueta de cuero, blue jeans desgastados, botas y pulseras con pinchos.

    -¿Qué es cerveza y qué es cosplayer?-preguntó Agumon.

    -Esto es una lata de cerveza, viejo.-dijo otro de los chicos, mostrándole el objeto al dinosaurio naranjo.-Me sorprende que no hayas visto alguna en tu vida.

    -Un cosplayer es una persona que se disfraza de su personaje favorito, o al menos eso entiendo al ver a esos otakus con aspecto raro.-comentó otro de los chicos, quien no estaba tan ebrio como sus compañeros de parranda.
    -Yo no soy un cosplayer, soy un Digimon.-respondió Agumon.-Y tampoco sé que es la cerveza, eso que veo es sólo una lata.

    -Pues esa lata contiene cerveza.-dijo el chico pelirrojo, abriendo la lata, tras lo cual le mostró el contenido al Agumon.-Si quieres puedes probarla, dude.

    -Oye Fye, pregúntale al bicho parlanchín que es un Digimon.-agregó el chico que estaba menos borracho que el resto de sus amigos.

    Sin embargo, antes que Fye pudiera hacer dicha pregunta, el chico le entregó la lata abierta al Agumon, quien bebió rápidamente toda la cerveza. Luego, el dinosaurio pidió más licor, puesto que le había agradado el sabor de la bebida. Sin saber el error que estaban cometiendo, los chicos ofrecieron bebidas de mayor graduación alcohólica al dinosaurio, dado que aún no conocían el terror de la Flama Etílica.

    El reptil bebió una botella completa de Jägermeister, un licor de hierba relativamente popular en Alemania, el cual es considerado como una bebida alcohólica de alta graduación.

    Los metaleros ebrios vieron que Agumon no parecía estar borracho, por lo cual le dieron unas cinco latas de cerveza, aprovechando que el reptil parecía ser resistente al alcohol. Sin embargo, no sabían que dicho dinosaurio era altamente inflamable.

    Sin previo aviso, el reptil eructó, emitiendo llamas desde su hocico, las cuales no asustaron suficientemente a los presentes debido a su estado de ebriedad, por lo cual uno de ellos se acercó descuidadamente al dinosaurio. Nuevamente Agumon arrojó las llamas etílicas, quemando al tipo inconsciente del peligro al que se estaba exponiendo.

    Los metaleros tuvieron dificultades para controlar al Agumon borracho, el cual pronunciaba frases incoherentes mientras continuaba lanzando fuego desde su hocico. Uno de los intentos consistió en amarrar a la lagartija para que dejara de escupir fuego, pero las bolsas usadas no eran lo suficientemente resistentes para impedir que Agumon siquiera quemándolos.

    Lo único que se les ocurrió fue buscar un árbol cercano que no tuviera un tallo muy ancho, reciclando las bolsas desechadas para formar una cuerda improvisada, la cual utilizaron para amarrar a Agumon, tras lo cual siguieron bebiendo sin preocupaciones, ignorando el hecho de que uno de ellos no estaba en las mejores condiciones para seguir con la parranda.
    Los metaleros no mostraban interés en buscar un lugar menos gélido a pesar de las bajas temperaturas de esa noche invernal. Ellos estaban más preocupados de revisar si aún contaban con reservas de alcohol para continuar su jolgorio al aire libre. Algunos de los chicos dormían en el suelo, mientras que el resto seguía bebiendo sin control. Incluso algunos desaparecían durante unos minutos, escondiéndose detrás de unos arbustos para vomitar, dado que no se sentían bien. Sin embargo, a pesar del mal estado en que se encontraban, regresaban a tomar más cerveza.

    Mientras tanto Agumon seguía atado al árbol, emitiendo llamaradas de vez en cuando, gracias a la gran cantidad de gases acumulados por beber mucho alcohol, los metaleros ebrios sacaron el último montón de latas de cerveza que les quedaba. Habían guardado la cerveza de mejor calidad para el final de la fiesta, pero a esas alturas ninguno era capaz de distinguir una buena cerveza de otra que tuviera sabor a orina de caballo.

    Sin embargo, el reptil comenzó a morder la cuerda de plástico para poder escapar de su prisión. Apenas terminó con la faena, regresó a molestar al grupo de borrachos, puesto que en ese estado era incapaz de hacer algo mejor que intentar quemar a los metaleros que lo habían convertido en una lagartija altamente inflamable.

    Los chicos apenas vieron al Agumon le lanzaron otro tarro de cerveza, pero esta vez el reptil usó su Baby Burner para quemarla, lo cual sorprendió a los metaleros. La lata se sobrecalentó al entrar en contacto con las llamas, tras lo cual se escuchó una pequeña explosión.

    -Parece que ese bicho se pone agresivo cuando toma mucho.-comentó uno de los borrachos.-Creo que fue mala idea invitarlo a la fiesta.

    -No es necesario que remarques lo obvio.-agregó el metalero que aún estaba relativamente sobrio.

    -¿No creen que es mejor que nos vayamos de aquí antes de terminar carbonizados?-añadió Fye, quien notó que Agumon estaba acercándose peligrosamente al cargamento de latas de cerveza.- Ese dinosaurio va a hacernos mierda con su flama etílica.

    De pronto, otra criatura apareció en la plaza, la cual rápidamente atacó al Agumon, evitando que las cervezas remanentes se transformaran en un polvorín improvisado.

    -¡Tail Smash!-gritó un reptil de color verde, quien golpeó a Agumon con su cola mientras estaba girando, con lo cual logró alejar a la lagartija del montón de cervezas.

    El reptil naranjo iba a contraatacar, pero nuevamente fue golpeado, recibiendo un puñetazo en el hocico de parte de Gaomon.

    Los ebrios se alegraron por no haber perdido sus latas, comentando a la vez lo raro que era ver a un dragón miniatura y a un perro con guantes de box luchando contra el dinosaurio ebrio. Definitivamente algunos comenzaron a pensar si no habían fumado hierba mientras estaban en el antro debido a que estaban presenciando una pelea bastante extravagante.

    Agumon se levantó tras recibir los golpes consecutivos, atacando a los otros Digimon con su Baby Burner potenciado tras beber mucho alcohol. Dracomon y Gaomon no lograron esquivar el ataque, por lo cual fueron quemados por las llamas etílicas.

    -Algo anda mal aquí, Agumon no debiera ser tan poderoso.-reclamó Dracomon, intentando contraatacar al dinosaurio ebrio.

    -Sus llamas apestan a alcohol quemado.-comentó Gaomon, quien resintió el olor del Baby Burner.

    Los Tamers que estaban vigilando los movimientos de sus Digimon se sorprendieron al encontrarse en el parque, debido a que ambos llegaron sólo por la insistencia de sus camaradas, debido a que ninguno de ellos tenía interés en salir a vagar por Berlín durante altas horas de la madrugada.

    -Master, sé que no esperaba que encontráramos a Dracomon y a June, pero le pido que se concentre en la pelea.-opinó Gaomon.-Necesito que me de las órdenes necesarias para derrotar al Agumon ebrio.

    Inmediatamente el perro azul se asustó al notar la mirada asesina de su Tamer, quien estaba bastante aburrido de escuchar cierta palabra, logrando que el chico echara chispas al oír el reclamo de su Digimon.

    June interrogó a los metaleros ebrios, mientras Aleskandr perseguía a su Digimon, el cual no quería seguir oyendo los insultos expresados por su Tamer.

    -¿Uds. fueron los idiotas que emborracharon a la lagartija inflamable?-preguntó June, demostrando su enojo al enfatizar la palabra “idiotas”.

    Para su mala suerte, los metaleros estaban tan borrachos que sólo eran capaces de declarar información incoherente, con palabras entrecortadas y oraciones inentendibles. Además el aliento alcohólico era tan fuerte que la chica tenía que taparse la nariz para no sentir el fuerte olor a cerveza y otras bebidas etílicas.

    Por otra parte Agumon y Dracomon seguían luchando, intercambiando coletazos, golpes, arañazos, mordiscos y de vez en cuando algunas llamaradas. Sin embargo los reptiles detuvieron la pelea en el momento se escuchó un ruido metálico, tras lo cual cayó un objeto que traía Agumon. Dracomon lo examinó, notando que se trataba de un Digivice naranjo.

    Luego de ese descubrimiento, llegó el momento de verificar si alguno de los ebrios iba a ser el Tamer del Agumon alcoholizado. El problema era que prácticamente ninguno de los metaleros estaba en condiciones para procesar la información que recibirían si alguno de ellos tenía que encargarse del cuidado de la lagartija inflamable.

    El proceso fue bastante tedioso, debido a la cantidad de gente borracha que había en la plaza. Cuando al fin lograron encontrar a la persona que tendría el placer de llevarse al Agumon, hubo unos cuantos insultos de parte de Fye, considerando lo molesto que sería vigilar al lagarto inflamable.

    -Felicidades viejo, acabas de ganar el premio mayor de la fiesta.-aseveró el metalero que no estaba tan borracho.

    -Mierda, mi vieja me va a matar si llevo a este reptil a la casa.-pensó Fye, sin saber que podía guardar a su Digimon en el Digivice.-Definitivamente me va a expulsar de mi casa si llevo a este T-rex pirómano.

    Los demás borrachos se rieron al ver que Fye no estaba conforme con el “premio”. Agumon no entendió la broma, y luego de notar que ya no iba a seguir peleando contra Dracomon, se recostó en el suelo quedándose dormido.

    Por otra parte, Gaomon y su Tamer dejaron de discutir, así que ya que todo había sido controlado, pensando que era hora de regresar a casa antes que su padre se diera cuenta de que había salido sin previo aviso del departamento.

    Cuando ya estaban arreglando el desastre provocado por Agumon y los borrachos, notaron que alguien se acercaba a la plaza. Se trataba de una chica rubia, la cual se notaba que había venido corriendo junto a su Digimon. Su aspecto era bastante normal a pesar que se notaba que su ropa era de buena calidad, pero desentonaba con el del resto del grupo debido a que sólo había metaleros en dicho lugar, incluyendo a los Tamers que habían llegado para controlar al Agumon ebrio.

    -Mein Gott, ¿qué pasó aquí?-preguntó la recién llegada de forma despectiva.

    -Excelente, tuvo que llegar una bitch de clase alta a regañarnos por dejar latas y botellas tiradas por todo el parque.-reclamó Fye al escuchar la pregunta de la chica rubia.

    -Y aquí tenemos a la Slowpoke de la noche.-agregó June, mirando con desagrado a la recién llegada.-No me digas que venías con tu lagomorfo a detener a la lagartija inflamable.

    -Efectivamente vine con Lunamon para evitar que un dinosaurio provocara un desastre en Berlín, pero veo que unos vagabundos sin estilo hicieron nuestro trabajo.-respondió la chica con aires de superioridad.

    -Tch, una mongrel como tú no tiene derecho para venir a darnos órdenes y criticarnos por no seguir a la masa idiota y desinformada. Si crees que somos un montón de vagos, te recomiendo que te vayas de aquí, antes de que contaminemos tu elegancia con nuestra falta de glamour.-afirmó Aleksandr, quien estaba especialmente molesto por la actitud de la alemana.-Digamos que hoy no tengo la paciencia necesaria para debatir con alguien que con suerte tiene un cuarto de neurona funcionando.

    -Oye vieja, ¿por qué no bebes unas cervezas con nosotros? A ver si con eso te relajas y dejas de molestarnos.-añadió uno de los metaleros.

    -Ni de broma me uniré a su fiesta. Uds. no tienen el nivel requerido para hacer algo decente.-aseveró la chica arrogantemente.-Sólo son un grupo de gente de clase baja que no tiene dinero para emborracharse en un bar, por lo cual tienen que convertir un hermoso parque en un basural.

    -Bueno, señorita a la que le gusta presumir tanto, ¿podría tener la mínima amabilidad de decirnos su nombre?-preguntó June de forma sarcástica.

    -Me llamo Madeleine Klauser.-dijo la chica, continuando con su actitud despectiva.

    -Considerando que Agumon ya no es un peligro, ¿tienes algo más que aportar a la discusión?-agregó Fye, quien tenía ganas de arrojarle una botella en la cara a la tipa.-¿O vas a seguir actuando como una bruja prepotente?

    La tensión en el ambiente era relativamente alta. Cualquier comentario fuera de lugar podría desatar una discusión eterna o un bombardeo de botellas y otros objectos peligrosos.

    -Como sea, recuerdo que Lunamon tenía que comentar algo importante para todos los Tamers, pero viendo que el ambiente no es el más adecuado para entregar información confidencial, sólo dejaré que aclare un pequeño detalle, el cual ni yo misma logré entender completamente.-respondió Madeleine sin darle mayor importancia a ese asunto.

    -Bien. Sólo les quería dar una pista acerca de la verdadera naturaleza del AIM Burst. Supongo que sus camaradas les comentaron sobre la afinidad elemental que cada uno tiene.-declaró Lunamon, notando que los Tamers ya habían oído hablar acerca de ese término.-Bueno, debo decir que esa información sólo explica la utilidad del AIM Burst para ayudar a sus camaradas, lo cual omite el hecho que cada Tamer posee una habilidad especial, la cual debiera aparecer en el Digivice debido a que ya registró los datos de su AIM Burst. Lamentablemente no logré entender el concepto de Realidad Personal, así que eso será algo que tendrán que descubrir después.

    Los Tamers quedaron perplejos al oír al Digimon. Pensaban que se trataba de una mala broma, pero cuando buscaron unos datos en sus Digivice, vieron que esa información era verídica. Sin embargo, eso no solucionaba el misterio de cómo pudieron ser activadas esas habilidades, asunto que Lunamon tampoco conocía debido a que dicha información no aparecía en los Digivice.

    Después de esa revelación, Madeleine y Lunamon se despidieron del grupo.
    Los metaleros siguieron retirando los restos de botellas que quedaban, mientras que los Tamers intentaban procesar los datos que habían recibido.

    El asunto de las habilidades iba a ser un gran problema, puesto que con sólo leer el nombre de cada una de ellas era posible comprender que su mal uso o el poco control que pudieran tener sobre ellas iba a provocar más de algún desastre. Lo peor de todo es que ninguno comprendía el significado de las palabras Lvl 1 y AIM Field, las cuales aparecían en la información contenida en sus Digivice.

    Otro punto es que ninguno de los otros Digimon conocía esos detalles, o al menos no los recordaban, lo cual no evitó la molestia de sus Tamers al ver que les habían mentido sobre lo que realmente era el AIM Burst.

    Cuando terminaron de limpiar todo, Fye guardó a su Digimon para evitar la molestia de tener que cargar a un reptil ebrio que se encontraba profundamente dormido.

    Al día siguiente, Agumon despertó con un dolor de cabeza muy fuerte. La resaca era tal que se sentía muy mal, peor considerando que nunca había bebido alcohol hasta esa noche. Aparte, la madre de Fye se dio cuenta de la presencia del reptil, por lo cual estaba reprendiendo a su hijo por traer mascotas en estado de ebriedad. Como castigo iba a tener que limpiar todo el negocio familiar y ordenar las cajas que estaban en la bodega.

    En otro lugar de Berlín, una chica de unos dieciséis años de edad le mostraba a su hermana un reptil azulino, el cual vio que estaba abandonado, así que decidió traerlo al departamento para cuidarlo. El único asunto es que dicha criatura no era un ser inofensivo, pero lo peor sucedió cuando Dracomon lo reconoció, comentando que se trataba de un V-mon, una especie de Digimon antiguo el cual era bastante escaso en el Digimundo.

    June tenía sentimientos encontrados al ver que su hermana Lydia era una Tamer, debido a que sabía que su hermanita era algo despreocupada y tenía una actitud inmadura, lo cual complicaría todo a la hora de tener que pelear contra otra criatura digital.

    Así, todos los Digimon se reunieron con sus respectivos Tamers. Desde ahora, las batallas serían frecuentes y cada vez más peligrosas. Además ya conocerían pronto a los Agentes de la IT-Sicherheitsagentur.


    Ending: Fortissimo - The Ultimate Crisis- fripSide
     
  3.  
    Incógnito

    Incógnito Iniciado

    Cáncer
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    25 Diciembre 2013
    Mensajes:
    33
    Pluma de
    Escritor
    Explosión.
    Tu fanfic es, en mi opinión, altamente avanzado, por decirlo así. Un buen puñado de gente que le gusta Digimon (en especial los que viven de los fanfics románticos) al leer "Nightmare Soldier" no entendería nada. Por lo tanto no estaría de más que dejaras unas aclaraciones al final, sólo una sugerencia. Es bastante cómica la relación que tienen Alex y Gaomon. Sinceramente, cuando resolvía el problema de las líneas de código sólo me imaginé que venía Gaomon con cara de Troll y le decía "¿Puedo sacar comida del refrigerador?" Acto seguido, Alex explotaba por la irritación.
    Al decir V-Mon, ¿te refieres al V-mon de DW3 que digi-evoluciona en Snatchmon? Eso sería interesante, pero más probable es que sea, como yo le conozco, Veemon. Aún así no está mal.
    Saludos, espero la continuación.
     
  4.  
    George Asai

    George Asai Maestro del moe

    Aries
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    976
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    Escritor
    Lo prometido es deuda, finalmente me puse al corriente con tu historia y tengo puntos que resaltar.

    En primer lugar, esta obra va de alto nivel, desde un comienzo me di cuenta que manejas a los personajes con un carisma bastante bueno, mi favorito el hot blood Fye y el pedo Agumon (así se les dice acá a los borrachos) andan a la orden del día, que bien que los has presentado desde un comienzo. Ya muero por ver sus aventuras y las peleas badass, por cierto, prometiste trolling xD, espero ver muuuucho trolling que me haga dar vueltas como loco.

    Los conceptos de digimon no son mi fuerte y a veces debo entrar a la digiwiki para poder informarme, en poco tiempo veré si me actualizo para poder entender mejor el glosario del digimundo. Ahora bien, la escena donde Dracomon jode a la profe es épica xD, me lo imaginé así bien random, buena esa, todos quisieramos jodernos a la profe que más nos cae mal.

    MONGREL!
    ¿Alguien dijo Gil? xD, ese Alex me lo imagino con la voz de Gil.
     
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