Destinos Cruzados.

Tema en 'Long-fics en curso de Libros' iniciado por Hadassah, 18 Julio 2018.

  1.  
    Hadassah

    Hadassah Iniciado

    Capricornio
    Miembro desde:
    26 Noviembre 2017
    Mensajes:
    23
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    Destinos Cruzados.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    123
    Hola aquí nuevamente con otra historia de mi pareja favorita, un Crossover de Doña Bárbara y La Trepadora, sin más que decir disfrutenla.

    Sinopsis:

    Está es la historia de 3 mujeres que por cosas del destino sucesos y traumas las llevó a convertirse en seres sin escrúpulos, frías y cálculadoras lejos de su oscuro pasado. Años después regresan en busca de venganza en contra de aquellos que las lastimaron y destrozaron. Pero sus planes serán entorpecidos ya que un sentimiento llamado "Amor" qué toca su puerta, amenazará en romper aquella barrera que se habían interpuesto de no volver a amar. Conoce más de está exitosa y emocionante novela basada en los libros Doña Bárbara y la Trepadora de Romulo Gallegos. ¿Qué esperas para leer?
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  2.  
    Hadassah

    Hadassah Iniciado

    Capricornio
    Miembro desde:
    26 Noviembre 2017
    Mensajes:
    23
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    Destinos Cruzados.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    2047
    Prólogo.

    Dueñas.

    ¿Quién es usted?, como se atreve a entrar a la Barquereña sin permiso!-Lorenzo Barquero se paro ante el vehículo negro que había entrado en sus tierras y miro al desconocido con desconfianza y ira.

    -No es tu asunto, marginal.-El bajo del coche y señalo el maletero de atrás con desdén.-Saqué mis equipajes y lleve todo a una de las habitaciones.
    -¿Cómo dice? -Lorenzo rió sarcástico.- Usted se equívoca no soy trabajador de aquí. Soy dueño de estás tierras, ¿¡Qué faltá de respetó es está!?.__
    -¿Dueño? -Una sonrisa maligna apareció en su rostro -¿Estás seguro?.- río perversamente al preguntar esto último.- ¿Eres primo de Luzardo?, ¿Cierto?.-
    -Si.-Lorenzo camino hacia el mirándole fijamente con el ceño fruncido.-
    -Así que tu eres Lorenzo Barquero -Le miro de arriba abajo y sonrió burlescamente.- También suegro de Luzardo tú "primo".-
    -¿Pasa algo? -Marisela Barquero de Luzardo venía llegando sola a la hacienda de su padre y bajó del caballo donde venía acercándose a ambos interrumpiendolos por completó. -¿Quién es este hombre?.- al decir esto último miró al desconocido con confianza.
    -Yo, soy José Villalba.-sonrió con burla. -El nuevo administrador de estás tierras.
    -¿Administrador? -Lorenzo miro a su hija con el ceño fruncido. -¿¡Qué clase de broma es esta!?.- esto último gritó con irá.
    -Lo que acaban de oír.-José miro su reloj y suspiró con fastidió se le hacia tarde y está gente no hacía nada.- Repito metan eso adentro y listó, ¿okey?.-
    -¡Chicos!.-Cecilia Vergel camino hacia ellos acompañada de Asunción la madre de Santos, frunció el ceño observando al invitado -¿Usted es?.-
    -Dice que es el administrador de mis tierras.-Lorenzo contesto furioso y vio como el rostro de Cecilia quedó sin color y el de Asunción quedó en blanco.
    -Supongo que no hay ningún problema.-José levanto una ceja.-Déjeme llamar a mis jefas sí hay problemas entonces.-iba a sacar su móvil de su sacó para llamar pero Asunción lo interrumpió por completó.
    - No.-Asunción asintió.-Llamare a los empleados para que lo conozcan Señor Villalba.-
    -Ahorita no puedo.-José tomo su teléfono.-Haga que suban las maletas a mi habitación, tengo asuntos que solucionar y de ahí ir a la jefatura más tardé, feliz día.- dicho esto se embarcó a su auto y arrancó su auto a toda velocidad dejándolos ahí reunidos por completó.
    -Bueno.-Asunción levanto la mano llamando a un empleado.-Mueva las maletas del señor a una de las habitaciones.
    -¿Qué significa esto Asunción?.-Marisela hablo en voz baja, ya que los demás seguían sorprendidos observando.
    -Tenemos que hablar, siganme. -Asunción camino hacia el interior de la casa seguido de los demás, entro al estudio y giro mirándolos con expresión sería en su rostro. -Hace 9 meses que estas tierras an generado pérdidas...
    -Sabemos eso. -Lorenzo se sentó en uno de los sillones -Pero todo ya está genial.-
    -Hemos tenido una gran suma inyectada de dinero.- Marisela y Lorenzo miraron a Asunción con el ceño fruncido y con curiosidad.
    -Ese dinero. El tema es qué...- camino hasta su despacho. -de donde viene. -
    -¿De donde viene ese dinero?, ¿Qué quieres decir?.-Todos entendieron que algo malo paso y se tensaron por completó.
    -¿Qué quieres decir?.- se atrevió a preguntar temerosamente Cecilia.-

    -Tú padre vendió estás tierras y yo le apoye. Lo siento.-Asunción miro a cada uno de los tres con tristeza, que se quedaron sin saber que decir -Aúnque no la vendió completa.
    -¿Qué quieres decir con "no la vendió completa"?.-Lorenzo miraba a la madre de Santos con furia y ira grabada en su rostro.
    -El ochenta por ciento se vendió solamente, él 20 % ciento le quedó a uno de las tierras.- Asunción cerro los ojos y suspiró profundamente.-Incluyendo la casa la cuál se vendió también.
    -¡¿Qué?!.-Cecilia salto de su sillón bruscamente y comenzó a caminar por la habitación con nervios.- ¡La casa!.- esto último gritó con irá.
    -Pero se nos permitirá vivir en ella y trabajar en las mismas .-Asunción hablaba nerviosa.
    -Somos socios minoritarios de las tierras.-Marisela se quedo pensativa.-Técnicamente somos trabajadores.
    -¡¿Trabajadores?!.-Lorenzo dio una patada a la mesa -¡Yo no trabajo para nadie!. Menos en mis tierras.
    -¡Basta!.-Asunción se planto seria ante ellos.-
    ¡Necesitábamos el dinero! Y ahora esta es la situación Lorenzo. Somos dueños del veinte por ciento de estas tierras, tenemos nuestros beneficios a parte de un sueldo digno, por trabajar la parte restante. Para mí es justó eso. Las Dueñas, nos permiten vivir en la casa también de paso.
    -¿Dueñas? ¿Has dicho dueñas? -Lorenzo abrió los ojos sorprendidos
    .
    -¿Quienes han comprado nuestras tierras?
    -Marisela no daba crédito a lo que oía y no podía creerlo ¿unas mujeres?.-
    -Si.-Asunción suspiró.-Solo se que son mujeres poderosas y con una gran fortuna. Nunca hable con ellas sino con sus testaferros.
    -¿Y no te dieron sus nombres?.- Cecilia frunció el ceño molesta.
    -No, pero a una le dicen la Doña.-Asunción paso la mano por su pelo con nervios.
    -Hace cinco meses que la compraron y no han aparecido para nada. De vez en cuando a veces su gente de confianza me llaman para saber la situación y le envió por correo todo. Supongo que han decidido mandar a su administrador ahora.

    José aparcó el coche siguiendo las señas del localizador que cargaba, jamás hubiera imaginado que se trataba de un pueblo tan pequeño y resulta que era grande. Vaya pueblo y gente tan chismosa tenía que haber rodó los ojos al darse cuenta de que la mirada de todos en el pueblo estaban puesta en el. Todo el mundo lo observaba con intriga claro que no todos los días llegaba un extraño trajeado y con un deportivo muy caro y elegante de auto. Volvió a tomar el papel de su bolsillo y asintió mirando fijamente, ese era el lugar.

    Pensión La Chusmita.

    El edificio estaba acabado y en ruinas casi, se veía que los dueños no tenían dinero para mantenerlo vivo ese lugar. El cartel que decía "se vende", se encontraba colgado en la ventana mas alta que había en la pensión.
    Entro mirando a su alrededor con delicadeza, apenas unos asientos y pocos muebles había en la sala de visitantes.
    -¿Puedo ayudarle en algo señor?.-Una mujer lo miraba con curiosidad tras lo que parecía ser la recepción.
    -El edificio se vende ¿no es así?.-José se paro ante la mesa de vidrio tras la que estaba ella sentada.
    -Si.- sorprendida lo miró y asintió con la cabeza lentamente.
    -Bueno.-el coloco el maletín sobre la mesa y lo abrió con una gran sonrisa torcida que apareció en su rostro.-
    ¿Es suficiente?.- preguntó a la mujer.

    ¿Qué?.-Ella observaba sorprendida los billetes
    -¿Tenemos clientes?.-Una chica joven bajo las escaleras hacia ellos y se quedo parada observando el maletín.
    -Ha-hay... que arreglar los papeles.
    -La mujer no sabia como actuar esté hombre de acento argentino desconocido la ponía nerviosa y su mirada puesta en ella no ayudaba para nada.
    -Tranquilícese Josefa.- José sonrió torcidamente y le mostró el contrató.-
    Léalo detenidamente y fírmelo si esta de acuerdo, ¿okey?.-
    A Josefa le tomo unos minutos leerlo, después lo dejo sobre la mesa y observo al hombre que se encontraba ante ella demasiado sorprendida.
    -¿Un Hotel? ¿Y quiere que siga trabajando para usted?.-Las manos le temblaba nerviosa y sudaba frío.
    -Usted y sus empleados, tanto los que siguen bajo su mando como los que tuvo que despedir por falta de liquidez pueden trabajar con uno, contratelos otra vez.- José asintió, claramente no estaba mal informado de ese lugar y todo lo que pasaba. La mujer pasaba por un mal momento. Y el dinero que el le ofrecía le daría para pagar deudas y sobraría algo para ella sobrevivir.

    - Pero la corrijo en algo, no trabajara para mi. Yo no seré el dueño.- sonrió ampliamente al decir esto último.
    -Entonces ¿Quién esta comprando la pensión?.- La chica que permanecía parada en su sitio frunció el ceño.
    -No se preocupe por eso.- José sonrió.
    - Pero pueden llamarla, la doña y la dueña.
    -¿Eh?. - Josefa asintió, tomo el bolígrafo y firmo el contrato apresuradamente.

    Negocio cerrado. - sonrió al decir esto último ella.
    -De acuerdo.- José tomo su teléfono.-
    - Mañana a primera hora comenzara la remodelación de este lugar. presumo que en tres meses todo estará acabado y podrán comenzar a trabajar. En el contrato esta mi teléfono por si me necesitan.
    Salio del lugar muy satisfecho, ya solo quedaba una cosa en su lista y pudo comprobar que no tendría que tomar el auto nuevamente para ir a su siguiente destino. Tomó sus llaves y activo la alarma y seguro del mismo para dirigirse a su próximo destino. La parroquia tampoco estaba en muy buen estado. Y la iglesia tampoco. Como Bárbara, Altagracia, Irina, Valentina y Verónica le habían dicho, parecía que el pueblo se mantenía gracias al dinero y poder de los Barquero y Luzardo.
    -Bienvenido a la casa del señor hijo.-Un cura mayor lo miro y asintió con la cabeza.-¿Qué puedo hacer por usted hijo?.-
    -Tengo una donación para la parroquia padre.-Roberto saco un cheque de su cartera y se lo entrego -Me han dicho que no pasan por buen momento orita.
    -Así es y toda ayuda es demasiado para la iglesia y es necesaria. Dios té bendiga.- El cura tomo el cheque y al verlo abrió los ojos totalmente sorprendido -¿Quién ofrece esta cantidad de dinero?
    -La doña. Y La Dueña junto a su hermana y sus dos sobrinas. compran esto.- José sonrió, giro sobre sus talones y salio de la iglesia totalmente satisfecho.

    --------------París, France.---------------





    -¿Novedades?.-Marina salio al barcón y la ciudad se veía sobre la azotea de su palacio y se sentó en un sofá color vino de seda mientras sostenía una copa de vino en sus manos.
    -Si.-Arturo sonrió.-Todo perfecto, ya dono el dinero a la iglesia y compro la pensión.
    -¿Y los Barquero y Luzardo?.-Levanto la vista hacia el y una pequeña sonrisa se asomo en su rostro -¿Cómo se tomaron la llegada de mi administrador?
    -No muy bien.-Arturo rió entre dientes.-Al parecer Asunción no le había comentado a las joyas que había vendido parte de las tierras.
    -¿No? -Marina negó con la cabeza mientras sonreía siniestramente.-Asunción siempre tan obstinada.
    -Hay algo mas.-Arturo se quedo pensativo.-No se si te interese, pero como dijiste que querías saber cualquier cosa del pueblo.
    -Dime.-Marina le miro fijamente -Todo lo que ocurra allí me interesa
    Arturo.
    La Hacienda Sandoval está a la venta quedá en México.-Arturo coloco un dedo en su barbilla pensativamente.
    -¿Sandoval?.-se levanto del asiento y tomó un poco de vino. -¿Qué ocurre con esa hacienda?.- su mirada detonaba interés en saber de lo que el decía.
    -Al parecer el dueño quiere echar a la dueña de la misma.-Arturo se levanto de su lugar y camino hacia ella, se paro a su lado y le coloco uno de los pendientes en su oreja ya que había olvidado ponérselo uno.
    Es injusto eso.
    -¿Quiere echarla? -Curvo los labios en una sonrisa burlona.-Llama a José y pídele que viajé y compré eso.
    -No esta en venta.-Arturo la observo sorprendido.
    -Ahora si.-Marina sonrió y se levantó del sofá giro sus talones y ingresó al interior de la habitación dónde estaba.
    -Esa es mi Doña. -Arturo asintió satisfecho y la siguió. Entro a la gran sala de estar que había en ese palacio y como siempre se fascino con su musa.
    Ahí estaba, la gran Marina Villalba, la mujer mas codiciada, la modelo que levantaba pasiones en todo el mundo entero. Y ahora, la dueña de muchas vidas y del mundo. Ella era.
    una de las dueñas. La Doña. Ex-Antigua Doña Bárbara del Progreso y el Arauca.

    Continuará.
     
    Última edición: 19 Julio 2018
    • Me gusta Me gusta x 1

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso