Drabble Deseos [Drabble / UlquiHime]

— ¿Por qué eres tan obstinada, mujer?

Inoue Orihime no respondió, ella simplemente abrazó sus piernas con fuerza y escondió el rostro en su pecho intentando ahogar aquellos sentimientos y recuerdos del pasado.
Ella abandonó su vida y amigos porque creyó que sería lo mejor, a diferencia de los demás ella era débil y frágil sentimentalmente por eso creía que sería mejor irse y no ser una carga.
Pero estaba equivocada, sus amigos jamás dejarían que eso suceda, incluso luego de haberse marchado con el objetivo de ya no ser un obstáculo deseaba con toda su alma que Kurosaki llegara a su rescate.
Nuevamente se sentía culpable, al intentar solucionar las cosas se dio cuenta de que una vez mas ella había fallado, por su capricho esas personas que tanto adoraba ahora estaban en peligro.

El celador penetró en las defensas de la joven con una asfixiante mirada, ni siquiera sus brazos y piernas que ahora ocultaban su rostro eran suficientes para evitar aquella gélida mirada que helaba su sangre, el estaba ahí vigilando cada movimiento y ella lo sabía.
Incluso si el no se encontraba en aquella habitación, nada escapaba a sus ojos.

—Conoces bien las circunstancias actuales pero aún así crees en la posibilidad de que tus deseos se cumplan. ¿Por qué?, no lo comprendo.

El silencio se hizo presente una vez más, pero fue interrumpido a los pocos segundos.

—Tienes una gran voluntad, mujer…

La muchacha observó al Arrancar que dichas aquellas palabras, desvió su mirada sin siquiera inmutarse. ¿Ulquiorra había sido amable con ella, o solo intentaba burlarse y deshacerse de aquellas vastas esperanzas que mantenían el brillo en sus ojos?

—Hasta el día de hoy continúo deseando saber que es un corazón, saber si realmente existe eso de lo que tanto hablan los humanos, pero perdí toda esperanza de lograrlo.
En cambio tú mujer, crees ciegamente en que tus deseos se cumplirán, es estupido pero quizás desear no sea suficiente si no tienes la voluntad necesaria.
Quizá… Es por eso que mis ojos no pueden verlo, aquello llamado corazón.

Orihime sintió una inevitable pena al escuchar esas palabras, pero casi instantáneamente comenzó a reír por lo bajo. Al notar esto el Arrancar abandonó la habitación.

—Puede que después de todo incluso aunque no puedas verlo, incluso aunque no puedas tocarlo ni tampoco sentirlo latir, tu corazón este más cerca de lo que crees.
Puede que después de todo, realmente este ahí…Ulquiorra.