Deseo y temor(Lemon)

Re: ♀Deseo y temor♂ [inu y comp](Lemon)

por favor te los suplico pon el por que del comportamiento de inu por favor bueno me voy que si mi mama me pesca aqui en algo que contenga la palabra lemon me asecina y me quita todo lo electronico


por favor no tardes


bye

 

Re: ♀Deseo y temor♂ [inu y comp](Lemon)

Perdí de vista a Inuyasha y me metí dentro de la cabaña de Kaede.

Kaede: ¿Qué ocurre Kagome? ¡Estas sudando!

Kagome: Nec-cesi-to u ag-ua…

Kaede: Claro. Aquí tienes.

El agua consiguió refrescarme por dentro, pero temía a Inuyasha y lo notaba muy cerca de mí. Su cálido cuerpo encima de mí, me hacia sentir bien, porque lo tenía a mi lado, pero aunque fuese por amor, noto que me hace eso solo por naturaleza. Si de verdad el sintiera algo por mí, me lo diría mientras lo hacíamos o incluso, antes.

Pienso yo.

Kaede y Miroku me hicieron un favor. Crearon una barrera contra demonios para que Inuyasha no pudiera pasar. Y pude dormir tranquilamente al lado de Sango.

Sango: ¿Estás bien Kagome? Estas temblando.

Kagome: No, gracias por preocuparte pero estoy bien. Solo un poco asustada. Nada más.

Quedemos unos segundos en silencio. La Luna brillaba más que nunca. Era muy romántico.

Sango: No entiendo como Inuyasha se comporta así. Pero creo que solo hay una explicación.

Me levanté y la observé con ganas de saber cuala era.

Kagome: Dímelo por favor.

Sango: Mi padre me contó una vez, cuando mi madre fue atacada por un demonio que siempre iba con ella, y tenía estas reacciones. Dice que era siempre, en las noches de luna llena, cuando alcanza su punto máximo, después de cada 50 años.

Kagome: Quieres decir que… ¿Todos los demonios están en celo?

Sango: No. No todos. Mi padre dice que unos tienen sus días. O simplemente uno lo tendrá cada día. No lo sé. Pero estoy segura de que no todos los demonios están en celo.

Kagome: Está bien. ¿Estaremos seguros dentro?

Sango: Claro. La barrera resiste, además, Miroku está fuera, haciéndola aun mas resistente.

Kagome: Vale. Pues, buenas noches Sango.

Sango: Que descanses, y no sueñes en Inuyasha que quizás me haces algo, jiji.
Kagome: Umm... que graciosa…

Finalmente, conseguí dormirme.

De pronto, un ruido fuerte me despertó y me levanté sobresaltada. Vi pasar una sombra por la ventana. Una sombra alargada.

Kagome: ¿Inu-yasha…?

Me quedé sin respiración. No sabía que hora era, no llevaba reloj. Pero se veía que no era muy tarde. Me levanté sin intentar despertar a los demás. Kirara se dio cuenta y gruñó. Tan pronto como me di cuenta, puse el dedo en mi boca, haciéndole el gesto de que no hiciera ruido. No volvió a dormirse, siguió despierta para vigilarme y protegerme si al final me pasaba algo malo.

Cogí mi arco y mis flechas y lentamente, salí de la casa de Kaede, no sin antes, mirar por todos los lados, para ver si había alguien escondido por ahí. Vi a Miroku sentado en el suelo, con un Sutra en la mano, sujetándolo. Se había dormido.

Noté la barrera delante de mío. Vi un cuervo en el suelo, al otro lado de la barrera, picoteando en suelo y las ramas que había.

Kagome: Uf... probablemente se trataba de esta inocente criatura.

Miré al cielo.

Kagome: Lo que dice Sango… ¿Será verdad? Inuyasha, que estarás haciendo ahora.

Bajé la cabeza y me volví para adentro. Pero un brazo, rodeó mi cuello. Me prohibió que siguiera. El cuerpo me comenzó a temblar.
Notaba como me caían gotas de la frente. En ese momento, entendí lo que era el miedo, cuando jamás en tu vida, habías tenido a alguien, queriendo hacerte su mujer para siempre. Giré la cabeza. Lentamente. Hasta verle el rostro gracias al reflejo de la que me daba la Luna.

Noté un alivio muy fuerte.

Kagome: Koga…

Koga: Hola Kagome. ¿Qué haces aquí fuera? ¿Y donde esta ese chucho en estado?

Kagome: Pues… ¡Koga! ¿No me digas que sabes su pequeño secreto?

Koga: Des de lo lejos pude sentir su pésimo olor. Y todavía lo huelo. Que asco.

Kagome: Me has asustado… Creí que eras Inuyasha para volver a intentar a hacerme suya. Menos mal que eras tu Koga. Que suerte.

Koga: ¡¿Cómo?! ¿Hacer suya a mi mujer? ¿A mi hembra? Ese híbrido es chucho asado... ¡lo pienso matar cuando lo vea!
Kagome: Ahora no quiero hablar del tema. Tengo sueño… Bueno Koga, ya nos veremos cuando pase de nuevo por aquí.

Cuando di un paso, Koga no me dejó avanzar. Sus lobos se pusieron delante de mí. Empezaron a gruñir al notar que me iba.

Kagome: ¿Qué…?

Koga: No te irás a ninguna parte.

Kagome: ¿Qué dices Koga?

Koga: Inuyasha está fuera buscándote. El quiere poseer tu virginidad y no quiero. No pienso hacerle el lujo de perder a la mujer que amo.

Kagome: Emm... esto... (Gota anime) Mejor me quedo aquí. Están mis amigos y…

Koga: No. Te vienes conmigo a mi cueva. Además, no hay nadie y podrás descansar tranquilamente. Inuyasha no sabrá que te fuiste conmigo. Mis compañeros se han ido para hacer unas cuentas con el clan de las montañas. Y la verdad, molestan cuando duermen porque roncan muchísimo. Pero tú no te preocupes. Dormiremos juntos y alejados de Inuyasha. Podrás descansar tranquila y de paso, sentirte como en tu casa.

Kagome: Pero…

Koga hizo esfuerzo para hacer un saltó y llevarme a su cueva.

Koga: ¡Vamos allá!

Durante el camino, Koga me agarraba fuertemente y su mano, casi tocaba mi pecho derecho. Su mano que aguantaba mis piernas, iba bajando lentamente. Miré a Koga con cara de pánico. ¿Por qué así y tan de repente? Conozco a Koga y si le hubiera dicho que no, como le dije, me hubiera dejado con mis amigos pero, parecía querer estar a solas conmigo. ¿Por qué?

Después de que Koga me alejara de allí, ya habiendo pasado unos minutos, apareció Inuyasha, saltando de rama en rama hasta caer en el tejado de la casa de Kaede.
Vio a Miroku, e intentó no hacer mucho ruido.

Alargó el cuello, para ver a través del umbral de la puerta, intimidado por una especie de manta de pequeñas ramas finas. La apartó y al no verme, gruñó.

Inuyasha: Kagome.. Has vuelto a huir de mí, verdad?

Notó como el bulto de sus pantalones crecía. Su “amiguito” parecía haber despertado. Sus ganas de aparearse cada vez eran mayores.

Volvió a mirar por el umbral de la entrada y observó el cuerpo de Sango. Su kimono estaba un poco desabrochado por el pecho y dejaba ver un poco de muslo. Inuyasha se excitó al verla. Intentó aguantar, porque solo me quería a mí, pero su deseo era mucho más potente, y su “amiguito” ya no podía más dentro de su cárcel de tela y empezó a dolerle.

Inuyasha: Mierda… no puedo aguantar, pero yo…

Inuyasha volvió a mirar a Sango.

Inuyasha no aguantó más. Bajó silenciosamente del tejado, y entró dentro de la casa de Kaede, dirigiéndose hacia donde estaba Sango.

Si Sango no despertaba pronto, iba a ser victima de un deseo de un macho y culpa mía por no haber estado allí en aquel preciso momento.

CONTINUARÁ------------------------------------------------------

Espero q os haya gustado! Y muchas gracias por los post! Q bien! Estoy contenta de q os haya gustado mi fic ToT
Mañana si puedo la sigo. Claro si veo muchos post.. *perverso* es broma :P
Espero post y criticas!!
Besos de vuestra amiga:

:rosa: Sango-chan :rosa: *sango y kirara* *kirara*