de Inuyasha - Desde mis sentimientos

Re: Desde mis sentimientos

Konnichiwa u.u disculpen la demora >.< pero es que no tenia tiempo de sentarme a escribir u.u

Ayasha gracias por venir de nuevo n.n me alegra el verte aqui cada vez que entro, prometo pasarme ahoritita por tu fic >.<

Chidori chan no le digas inucaca xD mire que yo a ese inu aunque malito lo quiero muto muto >3< gracias por venir ^^

LeT@ jeje muy acertados tus comentarios n.n aqui en este cap veras lo que le ocurre a nuestra protagonista ^^ graxias por venir ^^

Azuka amix ^^ pues te doy las gracias por venir como siempre y la verdad es que las mujeres hacemos cosas locas por amor u.u

Kizu *-* amiga ToT claro que ha sido mucho tiempo ;.; y pues gracias por venir a postear de vez en cuando ^^ y en cuanto a otra historia pues era una de Ranma 1/2 pero aqui en el foro no gusta sino puro Inuyasha asi que la deje de continuar u.u gracias por tu apoyo vale mucho para mi

Lima HERMANITA bienvenida ToT es cierto faltabas tu ^^ me alegro mucho el verte por aqui *-* TQM y me alegro que te guste el fic ^^

Desde mis sentimientos ​

Cap XII: Quédate conmigo.​

Vivir solo para ti, sin poder esconderme del tiempo, sin poder escapar de tus brazos, sin poder escaparme de este abrazo, y vivir para ti hasta que llegue mi fin. Kagome prácticamente se arrastro hasta la otra puerta, su habitación en aquel pequeño departamento estaba intacta y una joven de cabellos cafés dormía en su cama, Kagome se levanto con dificultad, su pecho le comprimía el corazón, se sentó en la cama junto a Sango quien despertaba sentándose junto a ella.

-¿Kagome?- Sango dejo caer una lagrima al ver aquella silueta en la cama- ¿Dónde habías estado?

-No lo se, la verdad no reconocí ese lugar.- Kagome respiraba efusivamente mientras miraba la luna en la ventana.-

-Han pasado 2 días desde tu desaparición por dios he dado parte a la policías, te fuiste así nada mas con Kouga.- Sango miraba los cabellos azabaches que le daban la espalda y noto aquellas hermosas ropas.- ¿Y ese vestido?

Sango vio como Kagome caía de espalda sobre su pecho, Kagome estaba muy pálida y sus ojos ya no eran chocolates la noche los había dejado negros.

-¿Qué te ocurre? Tus ojos están completamente negros- Sango comenzaba a preocuparse.-

-Algo en el hechizo de la perla salio mal…- Kagome sentía el corazón de Sango latiendo cerca de su espalda.- Quiero contarte mi vida, quien soy y quien fui.

Sango no interrumpió, la voz de Kagome era suave y débil, La joven Tamashi contó la creación en el mundo Sengoku de las 4 almas inmortales y de cada uno de sus protectores los magos Cardinales, Sango no creía esas palabras pero veía el esfuerzo que hacia Kagome para que ella creyera, Sango solamente veía la tristeza en los ojos de Kagome y como sus pupilas se habían vuelto completamente negras, Sango acomodo a Kagome en la cama abrigándola y sentándose junto a ella.

-llamare a un medico, o ¿puedes caminar?- Pregunto Sango.-

-Esto es un error en el hechizo nada mas – Kagome tartamudeaba cerrando sus ojos.- tengo tanto frío.

Sango acariciaba la frente de Kagome cuando de pronto sintió que algo se partía, al ver su reflejo en el espejo vio una pequeña grieta y luego aquel espejo caía en el suelo una luz dejaba ver una silueta que salía del espejo, los cabellos del joven estaban atados en una cola y eran negros al igual que su toga.

-¿Quién es usted? ¿Cómo hizo eso? –Sango veía tras el joven como el espejo volvía a regenerarse.-

Sin palabras en su boca Sango vio al joven acercarse hasta el pie de la cama, mirando a la chica de la cual ella cuidaba.

-Soy Inuyasha y he venido por la diosa del amor.- Inuyasha miraba la tez blanca de Kagome.- ¿Hace cuanto esta así?

-Desde que llego.- balbuceo Sango viendo al joven.- Acaba de quedarse dormida, usted es el tal Inuyasha del que me acaba de contar.

-Supongo, ¿Puede dejarnos a solas? – Aquellos ojos Dorados reflejaban la luz de la luna.-

Sango salía de la habitación al abrir la puerta detuvo sus pasos y hablo suavemente.

-Pensé que Kagome había huido con Kouga porque estaba enamorada de el, pero… - La joven miro sobre su hombro aquellos ojos color fuego.- la intensidad de sus palabras al hablarme de usted me hacen cambiar de parecer, en cuanto a sus sentimientos.

Inuyasha vio como la puerta se cerraba y el quedaba solo con una joven que dormía, el deseaba no despertarla y quedarse allí para velar sus sueños, pero sabia que algo no andaba bien en ella.

-Kagome despierta.- susurro Inuyasha sentándose en la cama junto a la joven.-

Inuyasha acaricio aquellos cabellos negros que estaban esparcidos en aquellas fundas blancas de la almohada, deseaba ver aquellos ojos chocolates pero la mirada de Kagome había perdido esa inocencia sus ojos eran negros por completo, Kagome sonrió al ver a Inuyasha pero aun su respiración era profusa.

-Inuyasha me duele mucho el pecho, algo esta mal con el hechizo de Shikon.- Kagome hablaba despacio y su voz era muy débil.-

-El amor es el sentimiento mas fuerte Kagome pero es el mas fácil de transformar.- El joven suspiro.- ¿Me odias?

Inuyasha veía aquella triste mirada, los ojos de Kagome ya no tenían forma solamente eran dos lóbulos negros en su rostro, pero pudo ver como una lagrima brotaba de aquella mirada sin alma.

-¿Cómo se odia a quien amas?- Dijo Kagome sutilmente.- Nunca podría odiarte Inuyasha tu estas tan adentro, no me importa con quien desees estar yo siempre te voy a estar esperando y te voy a querer hasta el fin de mis días.

-Entonces ¿Qué es lo que sientes? ¿Odio o celos? Lo que ocurre con el fragmento de la perla que llevas dentro es que su poder se esta alimentando de un sentimiento que no es amor, por ello has perdido tu pureza. – Inuyasha veía como Kagome se sentaba en la cama.-

-La verdad es una mezcla de los dos, yo te espere Inuyasha, por los dioses que sabia que en el mundo había alguien que me estaba esperando y que yo necesitaba encontrar a ese alguien, pero tu…- Kagome miro a la ventana.- Ahora estas con ella.

-Cuando moriste, el consulado me condeno a muerte Tamashis, Cardinales y guardianes decidieron no darme otra oportunidad, solo la intervención de Kikyo me permitió vivir, me encadenaron de la mano derecha y del cuello, en una de las prisiones de Palacio por 200 años, la mano mutilada me recordaba día y noche mi error, doscientos años pensando ¿Cómo estará? ¿Será feliz en el mundo mortal? – Inuyasha hablaba viendo a la joven.-

La respiración de Kagome era más calmada y escuchaba la voz que tanto amaba atentamente, Inuyasha se levantaba de la cama y se paraba bajo la luz de la luna.

-Mil veces le pregunte a la luna por ti, pero luego de los primeros 100 años perdí la esperanza de que me contestara, luego de esos doscientos años Kikyo logro mi libertad pero yo estaría bajo su cuidado, le debo mi libertad y mi vida Kagome, yo no soy inmortal como tu, no envejezco por mi magia pero no soy inmune, debía salir de esa prisión a cualquier costo y ella fue mi llave a la libertad.- Inuyasha se volteo a ver a la joven.-

Kagome miraba las sabanas blancas que la abrigaban, su respiración volvía a ser normal pero aun sus ojos estaban nublados.

-La ultima vez que te vi te pregunte si era por ella que ibas a palacio, y ahora te pregunto estas aquí por voluntad o ¿es por ella que viniste? – Kagome volteo a ver al joven.- dime Inuyasha ¿ella te mando?

-Le debo lealtad a Kikyo, pero en las noches solamente yo soy dueño de mis actos, ella me prohibió venir a este mundo mortal por ello escondo mis poderes en esta forma humana.- Inuyasha hablaba suavemente y luego miro su mano derecha.-

-Lamento lo de tu brazo.- Kagome miro nuevamente las sabanas y la tomo fuertemente en sus manos.- te dije esa vez que no fueras, que te quedaras conmigo.

Las palabras de Kagome más que un reproche se convertían en una petición, finalmente la plegaria que repitió cada noche seria escuchada.

-Ahora que me encontraste quédate conmigo. – Kagome se sonrojaba y aquella penumbra en sus ojos era menos densa.-

-Se supone no debo quedarme mucho tiempo en este reino, regresa conmigo.- Inuyasha notaba mayor claridad en aquellos tristes ojos.-

-¿Puedes quedarte esta noche conmigo? – Las mejillas de Kagome se sonrojaron y su mirada se perdía entre las sabanas.-

-Lo mismo me pedías cuando eras niña y tenias miedo.- Inuyasha sonrió ante la petición de la dama.-

-Esta vez no es diferente.- Kagome alzo la mirada la luz de la luna se volvían a reflejar en los ojos de la joven en los que aun llovía.-

Kagome había perdido por completo los sentimientos encontrados, su corazón volvía a latir con mayor fuerza ante la presencia de su amado Inuyasha, no importaba con quien el deseaba estar, por aquella sola noche ella seria su compañera.

-Tengo miedo Inuyasha, miedo de sentirme sola en un mundo desconocido.- Kagome secaba sus mejillas torpemente.-

El joven se sentó del lado derecho de la cama y tomando el rostro de la joven seco aquellas lagrimas suavemente, las mejillas sonrojadas aparecían debajo de esas lagrimas, Kagome sentía que todo el tiempo vivido en el reino humano había sido solo un sueño, solamente al lado de Inuyasha estaba realmente viva.

- Por favor quédate conmigo.- Kagome abrazo a Inuyasha suavemente.-

- Soy yo quien te pide el que te quedes a mi lado.- susurro Inuyasha al oído de Kagome.-

Inuyasha alejo el cuerpo de la joven un poco, Kagome sentía como la respiración de Inuyasha estaba cerca de su rostro, las palabras en ese momento parecían estorbar, no necesitaban hablar cuando el silencio lo decía todo, sentimientos a flor de piel que parecen nunca acabar ante una necesidad de poder expresar las emociones y la pasiones escondida en los corazones.

-Perdóname Kagome, perdóname por no haberte podido…- Antes de terminar Inuyasha sintió los dedos de Kagome en sus labios.-

-Ese día fui yo quien decidió ese destino no tu.- Kagome hablo tiernamente aun prendida del cuerpo del joven.-

-Inuyasha beso tiernamente los dedos que callaban sus palabras y bajo suavemente la mano de la joven.- aun así te pido perdón.

Kagome beso muy despacio el borde entre los labios y la mejilla de Inuyasha, y se acerco suavemente a su oído.

-No importa lo que pase, pero esta noche quiero compartirla contigo como cuando pequeña, muéstrame tu verdadera forma por favor.- susurro Kagome muy despacio.-

La mano izquierda de la joven quitaba la cinta que ataba el cabello de Inuyasha, y sintiendo como su cuerpo ya no le pertenecía Inuyasha dejaba salir su verdadera apariencia.

-Ya no soy dueño de mis actos, así que le pido perdón por todo lo que haga.- Los labios de Inuyasha buscaban el rostro de Kagome.-

El joven pudo sentir como aquellos labios temblaban al sentir los suyos, pero luego se moldeaban perfectamente a los de el, este beso parecía ser exacto no se podría adivinar en que extremo terminaban los labios de ella y comenzaban los de el; Inuyasha paso su mano por la espalda de la joven y la otra se resbalaba por debajo de de los cabellos azabaches acercando cada vez mas el rostro de la joven al de el, Kagome mantuvo una mano entre el pecho de ambos y la otra tocaba el rostro del joven, ella solamente se dejaba guiar por Inuyasha que hacia lo que deseaba con sus labios, en su mano derecha Kagome sentía el latido de ambos corazones, los dos estaba acelerados como si dejaran en claro que sin ese beso ambos estallarían. Inuyasha detenía sus labios solamente para luego regresar nuevamente a refugiarse en ellos, esos labios que tantos sentimientos encontrados le hacia sentir, Kagome le seguía en cada uno de los besos, hasta que el joven detuvo su ansiedad de ella.

-¿Por qué te detienes?- Kagome hablaba suavemente.-

-Perdóneme no se que me ocurrió.- Inuyasha vio los ojos chocolates, la mirada de la joven había perdido esas tinieblas y luego se levanto de la cama.- esto no debió ocurrir.

-pero ya antes me habías besado y no te habías arrepentido del beso.- Kagome seguía con la vista al joven que caminaba hacia el espejo.- espera no te vayas.

-No debería estar aquí, me descontrole.- Inuyasha se colocaba la capucha.-

El joven escucho como unos pasos se acercaban hacia el y un abrazo por la espalda detenía su marcha.

-Solo por esta noche quédate conmigo.- suplico Kagome.-

La noche siguió andando en el cielo, la luna iluminaba por la ventana las ilusiones de una joven que dormía en brazos de un joven que despierto vigilaba sus sueños. En la oscuridad puedo ver tu rostro y aunque estas lejos, cada noche te entrego mis sueños para alumbrar esa oscuridad y así puedas espantar todos mis miedos.

kittie

 

Re: Desde mis sentimientos

Konnichiwa a todas *-* les doy las gracias por esperar tanto a esta marionetta que escribe lo mas rapido que puede @.@ y bueno tambien les informo a todas que este fic ya esta en su etapa final o.o ya lleva 13 capitulos @.@ no se exactamente cuantos caps me queden pero ya se acaba >.< solo les aviso xP

Ayasha amiga n.n siempre la ayudare en lo que pueda cuente conmigo ^^

Chidori xD a ti lo que mas te gustan son las escenas de los beshitos xD

Let@ pero en este fic u.ú yo soy la escritora y mi pareja de Inu y Kag asi que tranquis que con Kikyo no se queda

Asuka soy muy melosa y a veces me paso en algunas escenas de besos xD la inspiracion no se solo escribo y sale x3 amix

Kizu ToT que mosho el verla n.n mi estara escribiendo y le dejara contis ;) ya vera ^^

Desde mis sentimientos ​

Cap XIII: Un viaje al Reino del Este​

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El amor es en el silencio es el mas fino, el mas tembloroso y el mas fácil de romper. El sol aun no despertaba cuando una joven de cabellos negros se levantaba y al pie de una cama miraba a un joven de cabellos plata dormir profundamente luego de una noche en vela. El espejo se volvía a abrir y aquella joven entraba a un nuevo mundo dejando su corazón en aquellas sabanas. Kagome caminaba hasta la puerta principal viendo a Miroku que estaba junto a dos zebraunicornios.

-Buen día Tamashi.- El joven inclino levemente la cabeza.- ya esta todo listo para partir.

-Cuando le dijiste a Inuyasha que fuera a buscarme, ¿Le contaste algo de lo de hoy?- Kagome acariciaba la frente de Galaxia.-

-Lamento haberlo enviado con usted, pero la vi muy mal ayer, se que no soy de su confianza pero no se preocupe no le he dicho ni una palabra.- Miroku hablo suavemente a la joven que lo veía algo arrepentida.- El Dios del Miedo nos encontrara en la bifurcación del anhelo.

La joven vio los ojos de Miroku y luego se retiro hasta su habitación, cambiándose el bello vestido rosa y colocándose un largo vestido negro y una capucha de color verde oliva, al mirar a su peinadora vio aquel cofre, ya se había acabado la cuerda y estaba en silencio, luego de cerrar su tapa Kagome salio de su cuarto y miro a Galaxia el animal se arrodillo y la joven se subió en el Lomo, Miroku iba en un Zebraunicornio de pelos color fucsia, ambos cabalgaron saliendo por la parte trasera del reino, los riscos del reino del Norte iban quedando atrás. En aquella habitación un joven se despertaba después de un largo sueño.

-¿Kagome? – Inuyasha yacía solo en esa habitación.-

Viendo el reloj el joven se levanto rápidamente de la cama tomando su capa y colocándose frente al espejo, pudo sentir que unos pasos se acercaban a la habitación.

-¿Kagome?- Sango veía a un encapuchado de ojos fuego- ¿Dónde esta? La dejo ir de nuevo.

- En Nombre de las almas que desean rescatar el corazón del hombre, te ordeno que te habrás.- Inuyasha veía su reflejo en el espejo.- No me di cuenta cuando se fue.


Sango veía como el espejo se agrietaba desde las puntas hasta el centro y sus trozos caían al suelo. Ella se acerco hasta Inuyasha y antes de que entrara al espejo le tomo la capa.


-Llévame contigo.- Sango miro el rostro de aquel joven.-

Inuyasha se detuvo y miro la sinceridad en los ojos de Sango, el joven se sintió identificado por el sentimiento de preocupación en el corazón de los ojos cafés que lo miraban con esperanza.

-No puedo hacer eso, pero puedo prometerle algo.- Inuyasha se volteo a ver a la joven tras el.- Haré que regrese a esta vida en la que fue tan feliz.

-Ella es tan mala para mentir.- Sango soltó a Inuyasha y dio un paso atrás, su mirada se desvió hasta el suelo.- ella nunca fue feliz aquí, siempre pude notar en Kagome tristeza en su mirada, raras veces la veía ilusionada… a decir verdad la única vez que la vi ilusionada fue cuando hablo de usted.

El silencio rondo en aquella habitación, Sango recordaba con tristeza a Kagome e Inuyasha noto la tristeza en las palabras de la joven.

-Siempre me dijo que estaba segura que alguien la esperaba y yo algunas veces pensaba que la tristeza y la soledad se estaban ajuntando para afectar su sano juicio, ahora se que ella esta bien allá donde esta.- Una pequeña lagrima rodó sobre las blancas mejillas de la joven.- Solo le pido que pro favor no se aleje de su lado, ella lo necesita.

La joven se retiro de aquella habitación sin volver a pedirle a Inuyasha que la llevara con el. Dando un paso Inuyasha entraba nuevamente al mundo inmortal dejando en el otro lado de la puerta a dos ojos cafés que se llenaban de lluvia. La velocidad de los zabraunicornios les permitía a los jóvenes correr junto al viento y en menos de 4 horas ya habían llegado a su destino. Aquella bifurcación era una “Y” dos caminos con diferentes destinos; del lado derecho se acercaba una carroza tirada de un par de Minotauros aquella bestias traían un gran arnés del cual era tirada el carruaje, al detenerse un joven moreno bajo.

-Kagome, me alegra no te hayas arrepentido.- Kouga se acercaba hasta Galaxia.-

El animal de arrodillo dejando bajar suavemente a la Tamashi, Kagome se acerco hasta Kouga y lo miro solemnemente.

-Quiero decirte algo.- Kagome miro aquellos ojos negros que le prestaban total atención.-

Kouga llevaba al igual que ella un vestuario Negro, para los Tamashis la eliminación de Naraku es la muerte de uno de sus semejantes y el Negro representaba respeto y Guerra contra uno de ellos.

-Deseo primero entendernos con Naraku y si no resulta tomaremos cartas en el asunto.- Kagome hablaba calmadamente a pesar que en su corazón la angustia comenzaba a acumularse.-

-Habíamos hablado de una guerra contra ese reino maldito, tu sabes que allí no hay nada que valga la pena salvar, las ciénagas son bien llamadas la caldera del diablo, y ese diablo es Naraku.- Kouga miro aquellos ojos Chocolates.-

-Pero no deseo una guerra ahora, la verdad me da un poco de miedo el arriesgar nuestras vidas así, y más aun la de Rin, que aunque tenga 500 años es una niña aun.-el tono de Voz de Kagome se comenzaba a endurecer.-

-No voy a dejar que te mate ni a ti ni a nadie.- Kouga tomo la mano de Kagome.-

Ayame no había bajado aun del coche pero veía aquel gesto del Tamashi hacia la joven. La esperanza y el amor deben ir juntas o sino uno de los dos morirá y el sentimiento que sobreviva será incompleto.

-¿Quién te protegerá a ti? Si estas pendiente de todo lo demás.- Kagome bajo su tono de voz.- Por favor intentemos hablar entre nosotros, al final somos Tamashis.

-Habla lo que desees con el, pero incluso La hechicera del Sur Kagura desea que matemos a su Tamashi, ella fue quien nos lo pidió a mi Cardinal y a mi. Entiende Kagome, este reino esta infectado de demonios que solo desean muerte, ellos se alimentan del odio de su dios, si no atacamos el problema de raíz, no resolveremos nada… ¿Cómo te surgieron tantas inquietudes en una sola noche?- Kouga soltó la mano de la joven.-

-Lo que ocurre es que ahora tengo una razón por la cual vivir.- Kagome pensó en aquellos ojos dorados mientras se montaba sobre Galaxia.- Quiero ser yo quien hable con la Tamashi de la esperanza.-

-Nunca hablaras a solas con ella, su Cardinal nunca la deja sola, es muy sobre protector.- Kouga volvía a su carruaje, vio a Ayame que estaba sentada frente a el.- ¿Por qué te cambiaste de puesto?.

Kouga noto la inquietud de Ayame con respecto a Kagome de nuevo, la joven estaba enamorada de el y lo sabia, las atenciones para con el habían permitido a Kouga olvidar su amor por Kagome pero con el retorno de la Tamashi todo cambiaba. Ambos sintieron como el carruaje andaba tras los dos zebraunicornios.

-¿No vas a responderme? –Kouga vio como aquellos ojos verdes lo veían.-

-Pensé que desearía que la diosa se sentara aquí en el carruaje con usted.-Ayame sentía celos y tristeza al mismo tiempo al ver aquellos ojos negros frente a ella.-

-Ya ves que no, puedes estar aquí a mi lado.- Kouga se hacia un lado dejando espacio para la joven.-

-Así usted estará mas cómodo, no se moleste mi señor.- Ayame voltea la vista hacia la ventana del coche.-

-Hacia mucho tiempo habías olvidado los formalismos para conmigo.- Kouga se levanto y se sentó junto a la joven.-

-Las mejillas de Ayame se sonrojaron por completo al sentir el cuerpo de Kouga junto a ella.- Yo solamente deseo lo que usted desea.-

-Entonces quédate a mi lado.- Kouga había entendido que la razón de Kagome para vivir era Inuyasha.-

Aquella caravana entraba a un gran bosque los árboles eran antiguos capaces de hablar de la época de la creación del mundo, el sendero se rodeaba de Cerezos que ya estaban en flor y la alfombra de pétalos rosas llevaban hasta una muralla de color verde, en las puertas se podían ver las hileras de guardias que custodiaban la entrada. Miroku bajo de su zebraunicornio y se anunciaba a los guardias. Siendo custodiados por tres guardias los Tamashis y sus magos llegaban hasta el enorme Templo del Este.

-La Diosa de la Esperanza los espera en su trono.- El guardia hablo de rodillas y luego se levanto marchándose.

-Ayame y Miroku por favor espérennos aquí, esto es una conversación entre Tamashis.- Kouga miraba a los magos.-

Miroku inmediatamente desvió su mirada hacia Kagome, quien acentuó con la cabeza para que el joven siguiera las órdenes, Kouga y Kagome se encaminaron por un enorme pasillo que los llevo a una gran puerta, Kouga abrió aquellas puertas y ambos jóvenes divisaron al final de la habitación un trono en el cual había un joven con una pequeña de no máximo 16 años en sus piernas.

-Por favor acérquense.- Dijo la pequeña mirando hacia la puerta.-

Ambos Tamashis caminaron por aquella alfombra blanca que terminaba en los tres escalones que sostenían el gran trono con forma de ángel en la cabecera. Kagome vio aquellos ojos Dorados que ya conocía Sesshomaru sonreía tenuemente ante los Dioses frente a el.

-Gracias por recibirnos Rin.- Kouga miraba a la pequeña de cabellos castaños.- ¿Cómo sigues de salud?

-Aun débil, creo que mi cuerpo no se acostumbra a la perla y nunca lo hará.- Rin tenia una voz muy dulce e infantil, su vestido azul caía sobre las piernas de Sesshomaru.-

-Lamento esas noticias, pero venimos a hablar de otra cosa, si pudiera ser a solas.- Kouga veía a Sesshomaru.-

-No tengo secretos con Sesshomaru San.- Rin se levantaba de las piernas del joven.- hablen con confianza.-

Kagome recordaba su relación con Inuyasha, al parecer era muy parecida a la de Sesshomaru y Rin, una niña que necesita a tiempo completo un guardián. No dejes a un lado mi corazón el te dirá lo que siento en aquellos días en que mis labios no encuentren palabras.

 

Re: Desde mis sentimientos

Hola mis niñas ToT lamento haberme perdido por 5 dias >.< pero mi monitor murio el jueves pasado ._. y apenas supuestamente me lo entregan mañana ToT *cruzando los dedos* quiero decirle a todas que porfis me disculpen >0< no actualizo el fin y ahora me presento desde un cyber sin conti ToT mi no ha escrito nada yo?: pero prometo que apenas me entreguen el monitor empezare a escribir y les dejare 2 contis >.< promeza de esta merionetta ToT

its >.< dios si me siento mas ._. AMIGAAAAAAAAAAAAAA DIOOOOOOOOOOOOSSSSSSSS LO SIENTO ToT TTOTT aun asi me alegro demaciado el leerte aqui *-* T.T lamento no haberte avisado ToT pero en verdad te extrño ya no te veo ni en el msn ._. espero hablarte p`ronto con mas calma, y gracias por acompañarme en esta treavesia tmb :llorar1:

kittie GRACIAS A TODAS Y PORFIS TENGANME UN TANTITO DE PACIENCIA >.<