Descendencia [Inu&Kago]

Hola a todos mis amados lectores perdón por la tardanza en ester fic, es que como estuve...*que pena* pues castigada no pude tener mucho tiempo en la compu
pero sin más aquí se las dejo y espero les guste, ah quiero dedicar esta conti a mis queridas hermanitas Alex blackbutterfly, Aomecita, Alexa Mosary, Cami chan y Mikurita las quiero mucho chicas son las mejores y que además les deje un "regalito" que espero disfruten ustedes y todos.

Capítulo 9: Tu y yo

Inuyasha y Aome se encaminaron al interior la casa mientras sus manos permanecían unidas, estaba felices de estar juntos, ahora estaban seguros que al fin podría vivir feliz y plenamente.
Llegaron hasta la parte superior donde Inuyasha abrió una de las habitaciones para luego decirle a la pelinegra.

—Esta será tu habitación Aome— dijo el joven mientras la chica lo miraba algo confundida

—No entiendo Inuyasha…yo pensé que pues… dormiríamos en la misma habitación— decía la chica sonrojada

—Ah es que como yo pues pensé que te sentirías más cómoda si dormías sola pero si quieres dormir…conmigo pues no hay problema— contesto el ojidorado algo sonrojado también

A pesar de que ya habían intimidado en varias ocasiones aún sentían algo de pena al estar juntos, ya que después de todo hacía poco que se conocían pero lo que los dos sentían era amor verdadero y de eso no se avergonzaban.

—Bueno entonces dormiremos en mi habitación— dijo el joven ojidorado mientras tomaba de la mano a la chica llevándola hasta su habitación

Al abrir la puerta la pelinegra quedo maravillada, la habitación de Inuyasha realmente era hermosa, tenía una cama matrimonial, un pequeño buro al lado donde reposaba una lámpara fina con velero. La cama tenía dos barrotes en las esquinas inferiores de donde salía un velo semitransparente que cubría la parte superior de esta, realmente una habitación formidable, perfecta para una noche de pasión.

—Tu habitación es hermosa— dijo la pelinegra con una sonrisa

—Nuestra habitación— corrigió el joven mientras miraba a la chica y esta se sonrojaba

—Bien linda pues te dejare para que te cambies cuando estés lista avísame para poder entrar— dijo el ojidorado mientras se encaminaba hacia la puerta cuando unas suaves manos lo detuvieron en seguida

—Espera no es necesario que salgas amor, no tiene nada de malo que me te quedes ya que tú ya me has visto desnuda— dijo la pelinegra algo sonrojada mientras atraía hacia el interior del cuarto al joven ojidorado que sonrojado asentía

—Está bien linda si así quieres— contesto algo nervioso

La joven comenzó a despojarse de sus ropas mientras el joven pelinegro permanecía sentado en la cama observando a la chica, la chica de quitaba de sus ropas con cierta lentitud y sensualidad casi incitándolo, el chico estaba sonrojado hasta las orejas y la excitación en su interior crecía más y más en cada prenda que la joven retiraba de su apetecible cuerpo, a pesar de que él ya había devorado el cuerpo de Aome en varias de sus noches de pasión pero al verla allí frente a él con solo unas diminutas prendas lo hacían pensar en levantarse de un solo golpe y tomarla para hacerle el amor ahí mismo ya fuera en el suelo o en la cama para él no era importante él lugar.
Su fantasía se hizo realidad al verla acercarse a él de forma atrevida con una mirada llena de pasión, no se había dado cuenta que la chica ya se había cambiado y ahora solo se encontraba ataviada con un ligero camisón corto hasta las rodillas de escote algo pronunciado donde podía admirara sus bien formados pechos, podía ver a través de su ropa sus torneadas y bellas piernas que lo hacían deleitarse de solo mirarlas.
La chica se acercó al joven hasta quedar a solo centímetros de su rostro mientras se agachaba hasta quedar a su altura.

—Inuyasha deseo estar entre tus brazos— musito la joven en su oído mientras unía sus labios con los de su amado y este le correspondía con la misma intensidad

Parte lemon:
http://myspaceofanime.blogspot.com/2011/07/lemon-de-descendencia-especial-dedicado.html

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Mientras tanto en una residencia de la ciudad, una joven rubia se encontraba pensativa en su habitación con solo una vela iluminándola, iluminando sus oscuros pensamientos.

—Valla así que el amante que le consiguió el idiota de Kouga a su esposa tiene una fortuna grande ya que hizo unos negocios y al parecer ahora ya está en el nivel en el que estaba antes su familia es perfecto ya no tendré que andar tras la maldita fortuna del maldito de Kouga ahora está será mi próxima fortuna, pero tiene que haber una forma de acercarme a ellos, al menos esa tal Aome no me conoce así que no sospechara nada de mí, tengo que encontrar una forma, por ahora me mantendré alejada un tiempo— pensaba con malicia la chica para luego apagar la vela de un leve soplo

Un mes después, Aome e Inuyasha vivían felices e incluso ya se habían casado después de Kouga le diese los papeles de divorcio a la joven, sin embargo en esos últimos días la joven pelinegra se había estado sintiendo muy mal, mareos, náuseas y antojos la habían estado acosando constantemente, síntomas obvios de que Aome había quedado en cinta lo que fue una noticia grata y hermosa para la joven pareja.
Después de cinco meses, la pancita de la pelinegra había crecido considerablemente, esa misma tarde se encontraba platicando en el jardín con Sango quién al saber que Aome vivía con Inuyasha la visitaba constantemente.

—Ay amiga tu pancita ha crecido bastante, te ves tan bonita— decía la castaña acariciando el abultado vientre de la pelinegra

—Sí verdad, Inuyasha me dice lo mismo y todo el tiempo se la pasa recostando su cabeza en mi vientre y hablándole al bebé y te juro que siento como se mueve cada vez que él le habla es tan hermoso— decía la chica con sonrisa tierna

—Sí amiga es tan maravilloso— musito la chica castaña

—La verdad me sorprendió mucho que hayas decidido divorciarte también de tu esposo— dijo la pelinegra mientras tomaba un sorbo de su vaso de jugo

—Sí je je decidí seguir tu ejemplo además Houyo sabía que yo no lo amaba fue por eso que no re rehusó a darme el divorcio, ahora estoy tan feliz con Miroku créeme que él ha sido el mejor de mis amantes— dijo la chica con sonrisa perversa

—Ay Sango ¿Cómo que amante? Acaso ¿ustedes no planean casarse?— dijo la chica pelinegra confusa

—Por eso mismo te digo, Miroku no es como mis amantes pasados, él ha sido el único que por primera vez en mi vida me ha dicho “Te amo”, es por eso que yo también lo amo tanto— musito la castaña sonrojada y muy feliz

—Amiga estoy muy feliz por ti, me alegro que seas feliz— contesto la joven embarazada con sonrisa tierna

—Bueno y dime ¿Han pensado en un nombre para él bebé?—

—Hemos pensado en varios pero Inuyasha y yo queremos esperar a saber si es niña o niño para escoger el nombre— contesto la pelinegra sonriente

—Sí en eso tienes razón, oye Aome Inuyasha no te ha sugerido ¿que tengan una nana para él bebe?—

—Oh no pienso que no es necesario contrata una nana yo puedo cuidar a mi bebe sin ayuda, pero ahora que lo dices le había comentado a Inuyasha que yo deseaba trabajar también aunque él se niega yo le dije que me sentía algo inútil estar todo el día en la casa sin hacer nada incluso cuando aún estaba casada con Kouga se lo comente y se negó rotundamente pero yo tengo habilidad para coser y hacer vestidos, mi abuela me enseñó tal vez podría abrir una casa de modas— contesto la pelinegra

—Sí sería fabuloso incluso yo podría ayudarte— dijo entusiasmada la castaña

—Sí estoy segura que Inuyasha no se opondrá y me podrá ayudar, ya que afortunadamente le ha ido muy bien en la nueva empresa de la que es dueño—

—Entonces deberías considerar el contratar una nana ¿no crees? Ya qué pues si trabajas no tendrás mucho tiempo de cuidar al bebé— le sugirió la castaña

—Sí tienes razón—

—Mira si quieres yo puedo ayudarte, mandaré un aviso a publicar en los periódicos de la cuidad para contratarla una vez que el niño nazca, ella solo puede cuidarlo en la mañana que es cuando trabajarás—

—Sí hazlo amiga por favor—

—Veo que están muy entretenidas— dijo el ojidorado llegando con ambas mujeres

—Hola amor ¿Cómo te fue?— pregunto la pelinegra mientras besaba a su esposo

—Normal linda, ya sabes juntas, miembros del consejo y propuestas para idealizar la economía de Japón—

—Bueno Aome, Inuyasha me tendrán que disculpar pero mi futuro esposo ya debe estar esperándome así que nos veremos después— dijo la chica mientras se despedía de ambos y se retiraba

—Me pregunto ¿de qué tanto hablarán las mujeres?— dijo el joven abrazando a su esposa

—De muchas cosas créeme— le contesto ella risueña mientras lo besaba

— ¿Y cómo estás mi bebé?— dijo el joven poniéndose a la altura del vientre de su joven esposa mientras pegaba su cabeza

—Muy inquieto, creo que ya estaba impaciente por ver a su papá— contesto ella sonriendo

—Hijo o hija no sabes lo desesperado que estoy por conocerte, ya deseo que nazcas— decía el pelinegro besando el abultado vientre de a chica

—Amor respecto a eso sabes estuve hablando con Sango sobre algo ven vamos a dentro y te platicaré—

—Claro linda vamos— contesto él mientras ambos se adentraban al interior de la casa

Bueno hasta aquí el cap 9 espero les guste, el proximo tratare de subirlo en unos días
¡¡Saludos y sayonara!!;)

 

Hola perdón por el atraso de esta conti, es que ahora estoy algo ocupada con este fic, el final de corazón encadenado y el nuevo fic que inicie hace poco ¡¡Uff mucho trabajo jeje! bien sin más aquí la conti

Capítulo 10: Sonrisa maligna

El joven matrimonio llego hasta la sala donde tomaron asiento.

—Recuerdas que te había platicado que tenía habilidad para coser y hacer vestidos— dijo la chica

—Sí lo recuerdo pero ¿Por qué…?— decía el joven algo confundida

—Eh estado pensando que me gustaria abrir una casa de modas, así podría usar mi habilidad y podría hacer lo que me gusta— comento con entusiasmo la joven en cinta

—Pues sí amor me parece muy bien— contesto el joven sonriendo

—¿De verdad cariño? ¿Puedo contar contigo?— pregunto felizmente la bella pelinegra

—Claro que sí amor yo te voy a apoyar en todo lo que necesites— contesto el joven abrazando a la chica

—Gracias amor sabía que me apoyarías, pero claro pienso hacer esto después de tener a mi bebé es por eso que también estuve pensando acerca de contratar una nana, claro ella solo cuidaría del bebé en las mañanas cuando este en el trabajo ya en la tarde yo lo cuidaré—

—Sí pienso que sería bien contratarla así podrías trabajar sin percance— comento el joven

—Entonces esta decidido después de que nazca nuestro hijo contrataré una nana, bueno cariño que te parece si vamos a cenar es que tu hijo se muere de hambre— dijo la chica en tono juguetón

—¿Mi hijo o tú?— pregunto el pelinegro con el mismo tono

—Los dos je je— contesto la chica mientras se encaminaba con su joven esposo hacia el comedor

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Mientras tanto en casa de Miroku, Sango y él se encontraban acostados en su cama después de haber tenido un “encuentro” juntos, ahora estaban platicando de las cosas que ambos no habían tenido la oportunidad de hablar.

—Hoy fui a casa de Aome, se ve tan linda y feliz con su embarazo— le comento la joven castaña a su novio

—Me alegro por tu amigo y su esposo tener un hijo debe ser algo maravilloso— musiro el joven

—Nosotros podríamos hacer lo mismo si quisieras— dijo la castaña mirandolo fijamente

—Claro por que no siempre eh deseado tener descendencia— contesto el pelinegro sonriendo mientras ella se sorprendía

—Sí mi amor te prometo que pronto encargaremos— contesto ella muy alegre

—Pero que te parece si por ahora nos encaragamos de “procrear” ese hijo ¿eh?— dijo en tono seductor mientras besaba a la joven castaña

—Claro que si— contesto ella entre besos

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En otra parte de la ciudad, especificamente en la mansión Hakato, el joven Kouga se encontraba pensativo en su estudio, aún se encontraba triste por la partida de Aome a pesar de que sin reclamos ni nada le dio el divorcio, pero que sin embargo le dolió en el alma y sobre todo en el corazón.

—Señor ¿se siente bien?— pregunto el mayordome al acongojado joven

—Sí no te preocupes solo estoy algo pensativo— dijo el joven mirando hacia ningún lado en especifico

—No puedo dejar de pensar en esto…siento un mal presentimiento, no se por que pero estoy seguro que Himiko no se quedara con los brazos cruzados la conozco muy bien y conozco su deseo insaciable por la fortuna y el dinero— pensaba el joven ese momento

Aquellos pensamientos no dejaban de rondar la mente del muchacho, él conocía perfectamente el pensar de Himiko ella era capaz de cualquier cosa por conseguir dinero, era una caza recompensas de la peor calaña y él lo sabía y sin embargo no se había puesto a pensar en eso cuando se relaciono con ella.

—Aome fui un idiota, un estupido al haberte tratado así, tenía miedo de volver a amar y ser lastimado de nuevo sin embargo no me detuve a conocerte realmente no supe valorarte y ahora te perdí… te perdí para siempre— pensaba con rabia y dolor mientras empuñaba las manos

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Cuatro meses pasaron volando, Aome e Inuyasha estaban inundados en felicidad ya que la joven pareja estaba feliz de tener a su pequeña hija Kahory quién apenas gozaba de su primer mes de vida, era tan hermosa su cabello a pesar de ser diminuto se apreciaba que era negro azabache al igual que el de sus padres, tenía bellos ojos dorados como su padre y sonrosadas mejillas como su madre.

Todos los que la veían decían que era realmente una de las niñas más hermosas, sobre todo Sango quién ahora estaba de un mes de embarazo, que casi a diario iba a visitar a Aome para cargar a la bebé ya que ella había dicho y que si su bebé era niño este se casaría con la pequeña Kahory, lo que le parecía muy tierno a Aome.

A los pocos días Aome se encontraba con Inuyasha preparando y planeando todo a cerca de la casa de modas que la pelinegra pensaba abrir en la ciudad, junto con la ayuda de Sango hicieron lista de las telas, encajes y demás que comprarían mientras que el ojidorado se encargaba de la manofactura del lugar y en que parte de la ciudad pensaban construirla.
Ahora se encontraban Aome e Inuyasha en la habitación de la pequeña Kahory contmplandola dormir tranquilamente en su pequeña cuna, sabiendo lo felices y dichosos que eran al tenerla.

—Nuestra hija es tan hermosa ¿verdad Amor?— dijo la pelinegra mientras se abrazaba a su esposo

—Así es mi vida, somos tan afortunados al tenerla— contesto él mientras sonreía

—Duerme mi pequeña Kahory— dijo Aome mientras besaba tiernamente la mejilla de su bebé

—Descansa hija mía— musito el muchacho mientras también besaba a la pequeña mientras soltaba un pequeño suspiro

La joven pareja salío de la habitación para dirigirse a la suya, se acostaron los dos mientras platicaban.

—Amor mañana vendrá la nana que contratamos— le dijo la pelinegra

—Me parece bien, después de todo ya en un par de dias estará lista tu casa de modas—

—Sí estoy algo nerviosa, a pesar de que Sango estará conmigo— contesto ella

—No debes estarlo ya verás que todo saldrá bien querida, vamos a dormir así abrazados quiero tenerte cerca— musito mientras la abrazaba más fuerte

—Y yo también amor— dijo ella mientras cerraba sus ojos lentamente

Al día siguiente Aome se encontraban en la sala con la bebé en brazos cuando el mayordomo fue a abrir la puerta principal al escuchar el timbre, al parecer alguién había llegado.

—Buenos días ¿en que puedo servirle señorita?— pregunto amablemente el mayordomo

—Buenos días ¿Esta es la mansión de la familia Taisho?— pregunto aquella mujer

—Así es—

—Bien vengo por el aviso para ser la nana de la pequeña— contesto ella con una sonrisa

—Muy bien por favor pase— dijo el hombre mientras la mujer entraba haste el recibidor

—Gracias— contesto ella

—Por favor espere aquí le avisaré a la señora Aome de su llegada— dijo mientras se dirigía hacia la sala

—Claro adelante—

—Disculpe señora Aome pero una señorita acaba de llegar para el puesto de nana de la pequeña Kahory—

—Oh sí por favor dile que pase hasta aquí— le indico la pelinegra

—Como diga señora, pase por favor— le dijo a la mujer y esta camino hasta la sala

—Buenos días— dijo ella llegando con ellos

—Buenos días por favor sientate— dijo Aome

—Gracias, bien usted debe saber a lo que vine— dijo ella

—Sí asi es, me imagino que vienes por el aviso en el periodico—

—Así es mi nombre es Himiko Kurenai, esta es mi carta de recomendación— dijo entregandole un sobre al mismo tiempo que lo leía

—Mi especialidad es cuidar bebés, ya sea cambiarlos, alimentarlos, vestirlos, bañarlos y claro dormirlos— decía con sonrisa

—Muy bien todo esta muy bien, bueno estás contratada— dijo Aome sonriendo

—Oh muchas gracias señora no se arrepentirá ¿Ella es la pequeña?— pregunto inocentemente

—Sí ella es mi pequeña Kahory—

—¿Podría cargarla?—

—Claro adelante después de todo tu serás quién la cuide— le dijo entregandole a la bebé

—Es tan hermosa sera tan lindo cuidarla— dijo mirandola

—Sí bien la cuidarás en las mañanas que es cuado no estaré en casa, en las tardes lo haré yo, vivirás con nosotros te quedarás en una de las habitaciones de invitados y podrás comer aquí—

—No le molesta ¿que viva aquí?—

—Claro que no, bueno es todo, bienvenida espero te sientas comoda— dijo Aome sonriendo

—Gracias es usted tan amable y tan estupida jaja— pensaba con maldad la rubia mientras le dedicaba una sonrisa a la pelinegra…una sonrisa maligna

Bueno mis queridos lectores hasta aqui en cap 10 espero les haya gustado.
¡¡Saludos y sayonara!!;)