—Bueno, si eso es lo que piensas, está bien, pero eres como um hermano para mí... Nunca me abandonaste, y lo agradezco
--No hay de que agradecer....--le dije a rojo pero al escuchar que era un hermano para el me senti mal por dentro, era obvio no eramos nada, solo amigos--
--vengo de una familia mala...tenia una pokemon como madre....y encima pense que tu sylveon era mi hermana--le dije a rojo--y aun asi me respetas?...soy un tonto...--
—Venga, te respeto por que a pesar de todo, nunca te rindes, eres capaz de hacer hasta lo imposible, y por que nunca abandonas a los tuyos...
--si tu lo dices...--le dije a rojo mientras bajaba la mirada hacia el suelo--Todo lo que vivi en mi niñez es un asco
--si pero ahora lo que creia que era mi madre era....lo que crei que era mi hermana solo era una pokemon--
Sylveon se despertó, y se sentó frente a Yair, tratando de animarlo —Vamos, se positivo amigo... Aquí nos tienes
—Ya no puedo decir más nada... Eso lo decides tu... —añadí, acercándome a mi mochila y escuchar un leve llanto—