Colección de Pokémon - Desafio Nº 1: Los Quince Errores

Desafio Nº 1: Los Quince Errores

Los Quince Errores
Amistad ​

-Sabía que Emily no tendrían posibilidades contra Tyson.- comentó Ash desde las gradas mirando la pelea del joven contra una chica de cabello rubio ondulado.

-¿Por qué lo dices?- cuestionó May sin sacar la vista de la batalla.

-Qué no lo vez.- dijo irónico el joven. May movió la mirada y negó con la cabeza.- Mira a sus pokémons. Te apuesto todo lo que quieras a que los eligió por ser lindo y no por su poder.

-¿Acaso estás diciendo que por ser lindos no son fuertes?- preguntó levantando la voz mientras enarcaba una ceja.

-Si más o menos.- admitió el joven de unos dieciocho años.- Además de que Tyson tiene el poder de su lado.- agregó cruzándose de brazos.

-¿Por qué?- interrogó la castaña confundida.

-Vamos solo míralo.- exclamó como si fuera lo más obvio. May volvió a enfocarse en la batalla, Tyson le estaba dando una verdadera paliza a los Pokémons de Emily.- Es alguien hecho y derecho.

-Significa que…- May dudó.- ¿Emily no tiene oportunidad sólo por que Tyson es… hombre?- probó mientras clavaba sus ojos azules en los avellana de el.

-Claro que si.- exclamó Ash con apatía.- Esa niñita no tiene oportunidad. Nosotros gobernamos la arena de batalla.- dijo con orgullo mientras se recostaba en su asiento. May arqueó ambas cejas, tanto Max como Brock se dieron cuenta de que la castaña estaba a punto de estallar.

-Machista.- siseó mordaz.

-¿Qué?- preguntó Ash incorporándose en la silla, encarando a May.- Creo que no escuche bien… ¿Acaso me dijiste machista?

-Lo que oíste.- dijo la castaña sin apartar la vista de Emily.- ¿Crees que por ser hombre tiene mucho mejores estrategias de batalla?- cuestionó, ahora sí clavando sus mirada en la de el.

-No lo creo, lo fomento.- dijo señalando la arena mientras sonreía arrogantemente. May volteó bruscamente. Otro de los pokémons de Emily acaba de caer rendido.

-Suerte…- dijo desdeñosamente.

-Si claro.- ironizó el joven sonriéndole de lado.

-Chicos podrían dejar de discutir y aunque sea prestar atención a la batalla.- pidió Brock, previendo también una futura pelea entre sus dos amigos. Tanto Ash como May se cruzaron de brazos de mala gana y dirigieron su vista hasta donde peleaban los dos motivos de su discusión.

-¡Ja!- exclamó May eufórica mientras señalaba a Ash.- No que ustedes tiene el poder.- canturreó la joven cuando uno de los Pokémons de Emily noqueó al Pokémon a Tyson.

-Suerte de principiante…- se limitó a susurrar por lo bajo.

-Chicos dejen de discutir, la batalla está interesante.- dijo Morrison comiendo un enorme emparedado acompañado de palomitas de maíz y una gran gaseosa.

-Sí.- apoyó Brock, para luego agregar seriamente.- Son amigos no enemigos que se la pasan discutiendo por cualquier tema.

-No creo en la amistad entre un hombre y una mujer.- declaró Ash reclinándose sobre su asiento.- Es decir, al final la chica termina a los pies del chico.- dijo con simpleza.

-¿Qué?- estalló May incrédula. Tanto Max como Morrison fulminaron a Brock.- Yo soy tu amiga y no estoy muerta por tus huesos.- replicó la joven con una sonrisa indescifrable.

-Eso piensas querida.- susurró Ash mientras acercaba su rostro al de May.

La joven quien desvió la mirada enfurecida al tiempo en que sus mejillas se teñían de un ligero tono rojizo, pero de la impotencia que sentía. Odiaba que Ash se comportara como un perfecto idiota y más cuando decía aquellas barbaridades. Bufó por lo bajo y se quedó callada mirando con el entrecejo fruncido lo que restaba de batalla.

La batalla terminó, dando como ganador a un sonriente Tyson que saludaba las gradas arrogantemente. May, hastiada de ver aquella escena se levantó de un salto de su asiento y golpeando a Ash en la cabeza para que bajara los pies para así permitirle el paso, salió del estadio dando grandes zancadas.

-Estúpido Ash…- susurró de camino al Centro Pokémon. Metió las manos en sus bolsillos antes de acomodarse la bufanda. Estaba furiosa no sólo porque Ash estaría mucho más insoportable con la victoria de Tyson sino por lo que había dicho. ¿Ella enamorada de el? Tonterías… Miró hacia el interior del Centro Pokémon y lo vio dirigiéndole una mirada altanera. Tontería no tan errada, pensó.

Siguió caminando mezclándose entre la gente. Aún no tenía ganas de soportar las miles de cosas con que la atacaría Ash al entrar al centro y más, porque de seguro Tyson lo apoyaría en las porquerías que el entrenador digiera.

Hacía años que conocía a Ash y la amistad que sentía por el se había ido borrando para dar paso a algo más que eso. Sí se había enamorado como una tonta de su mejor amigo, cosa que la ponía furiosa luego de lo dicho por el joven.

Frenó con sus pies el columpio, ya había anochecido y los ruidos de su estómago eran más fuertes que la impotencia que sentía. Abrió las puertas del Centro Pokémon y su vista se cruzó con la de Ash.

-¿May en dónde estabas?- preguntó preocupado Ash.- Te estuvimos buscando…- agregó levantándose de la silla.

-Brock, serias tan amable de decirle a Ash que no meta sus narices en donde no lo llaman, gracias.- dijo May dirigiéndole una sonrisa. Tyson miró confundido la escena.

-¿Acaso me perdí de algo?- preguntó. Morrison con una gaseosa en su mano le pego con el codo en las costillas, cosa que hizo molestar al joven, por lo que le quitó la bebida a su amigo y se la tomó él, dejando a Morrison lloriqueando.

-Ash, dice May que…- empezó Brock, pero fue interrumpido.

-Pues dile que yo no ando con juegos tontos.- gritó mordazmente en dirección a la joven.

-May, Ash dice que no…- volvió a comenzar, pero esta vez fue la castaña quien lo interrumpió.

-El tonto es él no yo.- replicó cruzándose de brazos.

Cansado de tener aquella absurda discusión, hizo a un lado la silla y se acercó con paso seguro a May, la agarró firmemente del brazo derecho y como si de una bolsa de papas se tratara la cargo sobre su espalda.

-Hablaremos en privado.- siseó.

-¡Bájame Ash!- gritó mientras pataleaba. El joven comenzó a subir las escaleras dificultosamente ya que May no le podía las cosas fáciles. De vez en cuando perdía el equilibrio, entonces May se paralizaba para que ambos no cayeran rodando por las escaleras, pero luego volvía con su rutina de golpes y berrinches.- ¡Bájame Ash!- repitió, viendo que las escaleras habían quedado atrás.

-Tú empezaste May, ahora te las aguantas.- dijo Ash.- Y deja de moverte que no estás nada liviana.- agregó. La joven frunció el entrecejo y golpeó a Ash en la espalda, cosa que lo hizo perder el equilibrio. Ambos terminaron en el suelo, sólo que Ash sobre la castaña. El joven de cabello azabache abrió los ojos y se encontró con la fulminante mirada de su amiga.

-Quítate Ash.- siseó toda ruborizada.

-Oh, lo siento.- dijo apenado. Se levantó y le tendió una mano a May para ayudarla a levantarse. En cuento la joven logró incorporarse la arrastró hacia su habitación y cerró la puerta con llave.

-¿Cuál es tú problema May?- preguntó el joven sin rodeos.

-¿Mi problema? Así que ahora la culpa es mía.- exclamó incrédula apoyándose contra la puerta.

-Pues si.- dijo Ash.- Tú empezaste con eso de que yo era machista.

-¡Pues por que lo eres!- replicó ella desviando la mirada.- Además de eso que no existe la amistad entre los hombres y las mujeres es absurdo.- agregó cruzándose de brazos y clavando sus ojos furiosos en el.- Yo soy tu amiga y no siento absolutamente nada por ti.

-¿Segura?- preguntó Ash pícaro acercándose a ella.

-Completamente.- replicó ella seriamente. -¿Qué me dices de Misty?- preguntó cambiando de tema… aunque en el fondo tanto Ash como ella sabían que estaba muy relacionado.

-¿Qué con Misty?- preguntó haciéndose el desentendido. Apoyó una mano en la puerta dejando a la castaña acorrala entre su cuerpo y la puerta.

-Era tú amiga… ¿o algo más?- preguntó siendo consumida por la curiosidad.

-Sólo amiga, ya lo sabes.- contestó fastidiado.

-No que no existía amistad entre un hombre y una mujer.- replicó suspicazmente. Ash negó con la cabeza.- Entonces…- dijo ella impaciente por que aclarara la situación.

-Es que yo no quería nada con ella. ¿Es tan difícil de entender eso?- preguntó exasperado.

-¿Quieres decir que si tú no quieres, no le das ninguna oportunidad?- cuestionó frunciendo el entrecejo.

-Soy el que lleva el asunto en sus manos.- respondió alardeante.

-Es exasperante ser tu amiga.- dijo la joven para luego bufar por lo bajo.

-Pues claro, no puedes contener la atracción que sientes por mí.- se apresuró a añadir el joven, reduciendo aún más la distancia.

-Lo que digas Ash… lo que tú digas.- concedió May rodando los ojos. Ash acercó aún más su rostro al de la joven, para luego unir anhelante sus labios con los de la joven. May correspondió el beso y sus manos viajaron traviesamente hacia la cabeza del joven para revolver sus cabellos azabaches.

-¿Y que dices ahora?- preguntó el joven con voz ronca una vez que se separaron. La castaña sonrió traviesamente.

-Aún no lo sé.- respondió mordiéndose su labio inferior. Ash, entendiendo la indirecta se acercó nuevamente a ella y volvió a unir sus labios, preparado para convencerla sin importar las veces que le llevara.

Notas de Drusky: Hola a Todos! Esta es mi segunda actualización en el día nada mal eh? Desde hacia varios días que le había hechado el ojo a este desafio y bueno eh aquí el resultado. Antes que nada quiero agradecer a mi amigo Leo (Leoym) por aguantarme durante horas y tener que leer mis paranoías.. una más rara que la otra xD no se que habría hecho sin su consejo ^^ Espero que a todos les haya gustado lo que sería el primer One-Shot de los catorce que aún restan... Aprovechando el momento ¡Feliz Día del Amigo! en realidad es el 20 de este mes pero quiza no pueda conectarme ese día, por lo que mejor hacerlo ahora.

Nos leemos en las próximas actualizaciones...
Drusky ^^

 

Re: Desafio Nº 1: Los Quince Errores

Los Quince Errores​

Odio​

-¿Te sucede algo Ash?- preguntó una voz a su lado. El susodicho giró la cabeza para encontrarse con el rostro preocupado de su novia.

-No, es solo que hoy toca Biología.- susurró apenado bajando la mirada. May no pudo evitar soltar una carcajada, la cual trató de disimular sin mucho éxito.- No le veo lo gracioso.- aclaró el joven clavando sus orbes avellana en los azules de ella.

-Lo siento Ash… pero es que es gracioso.- se excusó la joven con una sonrisa inocente. Su novio le envió una mirada de soslayo.- Quiero decir que… es sólo mi padre. No se porque tienes esa idea fija en la mente de que él te odia.- comentó May reprimiendo una risita graciosa. El joven frunció el ceño.

Ash no podía creer que hubiera alguien tan cerrado en la vida. Quería mucho a May, pero ella era muy obstinada respecto al tema de su padre, siempre pensando lo mejor, aunque lo tortura en su presencia o no, ella seguía fiel a su teoría de que su padre era un ángel.

-Me odia porque estoy saliendo con su pequeña e indefensa hija.- recitó Ash, recordando las exactas palabras que el profesor Balance le había dicho una vez fuera de clases. May arqueó una ceja.- ¡Te lo juro!- agregó el joven al ver la mirada de incredulidad de su novia.

-Ash… el es un ángel.- replicó la joven sonriendo. La campana sonó y todos los alumnos del instituto comenzaron a agolparse en la gran puerta doble rumbo a sus clases. Ambos entraron, los pasillos estaban más que abarrotados y los alumnos corrían en diferentes direcciones, incluso chocando entre sí.- En fin,- dijo encogiéndose de hombros.- ¡nos vemos luego!- exclamó justo en frente del salón de Biología, para luego despedirse de su novio con un beso en la mejilla. Ash se la quedó viendo hasta que ésta doblo en una esquina.

-Me alegra que se nos una señor Ketchum.- exclamó socarronamente una voz a sus espaldas. El susodicho se volteó para quedar enfrente de ese par de orbes azules que tanto lo intimidaban y que tanto odio expresaban.- ¿Desea pasar? O ¿sé quedará ahí afuera toda la clases?- preguntó con impaciencia arrastrando las palabras.

Dentro del salón se escucharon varias risitas ahogadas y algún que otro comentario. Ash entró en el salón maldiciendo por lo bajo. Comprobando que, al abrirse camino entre las filas, sus compañeros lo miraban e inmediatamente se les dibujaba una sonrisa burlona.

El joven resopló y se dejó caer en su lugar, se quitó la gorra antes de que El Profesor le llamara la atención y miró el reloj de pared. ¡Faltaban cinco minutos para que oficialmente empezara la hora y el profesor Balance lo había tratado como uno que llegaba tarde!

-Si, definitivamente no soy simpatizante del profesor.- susurró mientras apoyaba su barbilla en la palma de su mano flexionada y miraba el pizarrón con aspecto taciturno.

-Bien,- empezó el profesor.- ahora que el señor Ketchum nos honra con su presencia- dijo sarcástico.- Comenzaré con un pequeño cuestionario.- dijo con voz grave, más grave de lo normal. El salón se llenó de abucheos de parte de los chicos y de suspiros lastimeros del sector femenino, pero con una sola mirada el profesor logró que todos se callaran.

Ash abrió su cuaderno y comenzó a garabatear en los márgenes de las hojas, sin prestar atención a lo que el profesor decía.

Aquel era un día normal, pensó Ash mientras garabateaba su nombre en la hoja. Siempre tenía el mismo recibimiento, con las habituales risas de su compañeros, seguido por aquel odioso cuestionario que, generalmente a él le tocaba todas las preguntas difíciles. Sí, odia todo aquello.

-Señor Ketchum… ya que esta tomando apuntes tan animadamente.- comentó el profesor llamando su atención. El susodicho alzó la mirada y en seguida se topó con las sonrisas burlescas de sus compañeros.- ¿Podría decirnos por qué la segunda pirámide poblacional es progresiva?- preguntó. Se acomodó los lentes, ya que estos se habían deslizado por el puente de la nariz y lo miró expectante, ocultando una sonrisa altanera.

Ash se quedó en silencio. ¿Por qué no recordaba nada de la clase pasada? ¿Por qué siempre le hacía lo mismo? ¿Por qué su estúpido cerebro siempre se bloqueaba ante las preguntas del profesor? Una vez había leído que ante traumas o miedos el cerebro no responde… pero ¿sería este el caso? Movió la cabeza tratando de despejarse y sobre todo tranquilizarse para volver a concentrarse en la pregunta hecha.

-Sé acabó el tiempo.- habló el señor Balance, sacando de su ensoñación a Ash.- Veamos… ¿Qué puede decirnos del aparato reproductor?- preguntó mordaz. Varias risitas pícaras y tontas de parte de la chicas se escucharon a su alrededor al tiempo que la sangre se le agolpaba en sus mejilla. De repente sentía mucho calor.

¿Por que le hacia esa clase de preguntas a él? ¿Por qué no a los otro treinta alumnos que había en la clase? ¿Por qué siempre tenía que ser él el objeto de tortura del profesor Balance? ¿Por qué lo odiaba tanto?

-¿Le comieron la lengua los ratones?- preguntó arrastrando las palabras. Ash se encogió en su asiento.- ¿O te la comió mi hija?- preguntó arqueando ambas cejas y frunciendo los labios.

El salón de repente se llenó de carcajadas, chiflidos y alguno que otro comentario no tan decente de parte de sus queridos compañeros de curso. Ash se hundió aún más en la silla, sentía que toda la sangre estaba es sus mejillas y que de seguro estaba más rojo que el cabello de la chica que se sentaba dos asientos delante de él. Mientras tanto su querido profesor lo miraba con cara de pocos amigos y un brillo un tanto preocupante en sus ojos.

¡De seguro el muy cabrón hasta lo está disfrutando! ¡Viejo canoso! Por que sí, se le notan las canas y vaya que tiene muchas… Me lo hace a propósito, el sabe muy bien que yo no se la respuesta y de igual manera me lo pregunta para hacerme quedar en ridículo. Y así ser el hazme reír de la clase… una vez más. Al parecer le encanta ponerme en esta situación de “burro del salón” De seguro se regocija cada vez que me humilla y siente mi miedo en el momento que clava su penetrante mirada en mi, además del derrocho de autoridad y el porte que da ni bien entrar al aula…

El me odia tanto como yo a él… odio que siempre sea su conejillo de indias y que siempre tenga alguna sorpresita preparada para mí. Odio que todas las preguntas más vergonzosas me las pregunte a mí… pero por sobre todo odio que sea el padre de mi novia, después de todo algún día necesitaré su aprobación y quién sabe… pasar un fin de semana con el… en el cual estoy seguro de que sufriré el doble de lo que sufro en una clase normal.

Mientras que el, tiene tan solo un simple y único motivo. Odiarme por ser el novio de su hija… ese fue mi error más grande, estoy seguro de ello. Mejor suegro no podría haberme conseguido.

La campana sonó.

Ash respiró aliviadamente mientras comenzaba a recoger sus cosas rápidamente. Odiaría quedarse solo con su profesor en el aula más alejada de todas. Se tiró la mochila al hombro y comenzó a caminar rápidamente hacia la salida.

El señor Balance aguardaba al lado de la puerta, por eso cuando Ash pasó con la cabeza gacha le susurró en una forma tétrica, arrastrando las palabras y agudamente:

-Nos vemos en la siguiente clase.- y una cínica sonrisa se formo en sus delgados labios al tiempo que cerraba la puerta.

Un escalofrío recorrió la columna del joven, presentía que aquel “Nos vemos en la siguiente clase” significaba más que eso… Se colocó la gorra al salir del salón y murmuró casi inaudiblemente.

-También nos veremos en Febrero (*).- y con una sonrisa de lo más arrogante se alejó del lugar. Si bien aquella idea no le gustaba para nada, estaba dispuesto a no dejarse vencer y hacerle la vida imposible en aquel mes. Su querido profesor conocería el martirio por él que lo hacia pasar cada día… conocería el odio verdaderamente.

Era una promesa que cumpliría al pie de la letra… por el odio que el sentía por el y viceversa.

Notas de Drusky: Hola a Todos! :D espero que les haya gustado este segundo One-Shot, en lo personal me identifico mucho con Ash... solo en la parte del profesor preguntón que solo te pregunta a tí las preguntas que no sabes xD

Si, tienes toda la razón Jaiwen... pero, ¿qué pueo decir? es como una especie de manía que tengo xD y descuida la próxima vez, la manos de May no estarán revolviendole el pelo a Ash... (no sean mal pensados ¬¬)

(*) Para los que no son de Argentina, quizá los desorientó un poquito esta parte. Pues… aquí cuando uno no logra aprobar las materias, quedandole una nota menor a cinco al término del año, debe rendir en Febrero toda la materia y en una de esa aprobarla. Por eso es que a Ash no le gustaba tanto la idea, ya que debía asistir a clases en veranos, cosa que no es muy agradable y más si rindes una materia como Biología y con un profesor así xD

Nos leemos en las próximas actualizaciones...