Densetsu o Kagome Hime *Fic/Continuación de la segunda pelicula de Inuyasha*

Re: Densetsu o Kagome Hime *Fic/Continuación de la segunda pelicula de Inuyasha*

Hola de nuevo!!! Muchisimas gracias a todas las que me comentan, esta conti va dedicada a todas ustedes, y me consta que me hicieron ponerla antes xD

Aki va, con algunas sorpresas para muchas y una pequeñisima parte de la profesia revelada.

Agradecimientos a
cynthiaangel, Aome_Dulce, Nyumi, zusuhara, Magical_kago, md_mcr, »KâgOmë«, eva maria, Marginot, Kotono**, JeSsY_cHaN , kirara92, Kero-Kirara, hikeru por todo su apoyo ^^​

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Densetsu No Kagome Hime​

Capitulo 3: “Prioridades y luna llena”

- ¡Los fragmentos!- gritó Kagome en cuanto el gran youkai se tragaba las piezas de la perla-

- ¡Kuso!- murmuró Inuyasha-

Ahora el monstruo se haría más poderoso, tenía que recuperar los fragmentos, pero la prioridad era Kagome. Ante aquello, levanto su rostro sorprendido de lo que el mismo había pensado, sin querer, comenzaron a venir recuerdos a su mente, de aquella batalla con los hermanos relámpago.

Flash Back

- ¡Entrega los fragmentos o tu novia morirá!- ordenó el mayor mientras el otro agitaba a Kagome-

- ¿No…via? ¿Se puede saber quien es la “novia”?- preguntó con cara frustrada-

Kagome frunció el ceño, claramente ese Inuyasha no iba a seguirle la corriente, tenía que hacer algo o la matarían.

- ¡Vamos, que no te de pena!- le gritó tratando de salvarse-

- Oye, mejor cállate, que nunca daría los fragmentos por ti- le dijo cruelmente-

- ¿Es que piensas dejarme?-

¡Feh! Claro que si, eso había pensado en ese momento, después de todo, los fragmentos eran la prioridad.

Fin Flash Back

¿Desde cuando Kagome se había convertido en una prioridad para él? Nadie había sido más importante para él que la perla, ni siquiera Kikyou. Kikyou siempre estaba atrás de la perla, él la protegía por la perla primero, luego por sus sentimientos hacía ella. Pero esto, era diferente, aquí se jugaba Kagome y también los fragmentos, ¿Por qué le importaba más esa humana que lo que siempre anheló?

- Inu…yasha- farfullo Kagome con dificultad al sentir como el gran Youkai la estrujaba más y más-

- ¡Kagome!-

Tomo a colmillo listo para atacar, lo malo es que no podría utilizar el Kaze No Kizu porque lastimaría a Kagome, así que optó por un ataque frontal. Lastimosamente, el Youkai fue más listo y uso a la semiinconsciente sacerdotisa como escudo contra él. Inuyasha no pudo hacer más que murmurar un “Maldición”.

- ¡Jajaja!- se rió estruendosamente- Eres patético, Hanyou. ¡Llevare a tu mujer ante mi amo y luego la devoraré!-

“Ella no es mi mujer” pudo decir “Suelta a Kagome” era otra opción, pero no, tuvo que dejarse llevar por sus instintos.
- ¡Saca tus asquerosas garras de mi hembra!- un segundo después quiso morderse la lengua, no debió decir eso, ni siquiera sabía porque lo había dicho-

Su cerebro asimiló las palabras ‘Kagome’ y ‘Mujer’ y eso fue lo que salió. Fue algo…involuntario.

- ¿Su…Hembra?- pensó como ultimo la Miko antes de caer inconciente-

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En una pequeña aldea a las afueras de un río, un pequeño niño y su padre había salvado a un sacerdotisa que se arrastraba con la corriente, si no la hubiesen visto, podría haber muerto.

- Miko-sama, ¿Se encuentra bien?-

- ¿Dónde…estoy?-

- ¡Padre! La Miko esta bien- llamó emocionado el pequeño-

Kikyou recobró la compostura mientras el niño iba por su padre, no sabía que había pasado, ella estaba caminando cerca de un pequeño riachuelo y de pronto, una gran descarga invadió su cuerpo. Así que, sin decir nada, Kikyou salió de la cabaña y caminó tranquilamente en dirección al bosque, tenía que averiguar que era todo eso.

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Maldición, maldición y más maldición. Kagome seguía en las garras de ese ser y el no podía hacer nada, solo miraba como el monstruo se aburría de estrujarla y ahora clavaba sus garras en el estomago de la muchacha, la cual comenzaba a sangrar.

Empezó a pensar en como salvaría a Kagome. Vio al Youkai de pies a cabeza, era muy grande, algún punto débil debía tener, rayos, si tan solo supiera donde habían ido a parar los fragmentos. Un momento, si el Youkai era tan grande, no podría evitar que él lo destruyera de abajo para arriba, así que si atacaba a los pies, él no podría usar a Kagome de escudo.

Y así lo hizo, ataco al Youkai desde abajo, poco a poco, este comenzó a desintegrarse mientras gritaba y soltaba a Kagome. Inuyasha se apresuró a tomarla en el aire. Luego tomó los fragmentos y los colocó en el lugar donde Kagome siempre los tenía, las piezas se purificaron levemente. Prosiguió a quedarse mirando a la chica, sus rasgos tan finos, y su cuerpo esbelto…Volvió a la cuestión de porque le había llamado su hembra…No tenía la respuesta a ello, pero debía encontrarla, tenía que averiguar…

- ¿Qué siento por ti…Kagome?-

Tocó su rostro y notó la alta temperatura, subió hasta su frente y la comprobó, Kagome estaba perdiendo sangre, y ahora tenía fiebre. Se sacó el ahori rojo y la cubrió con el, al diablo con los demás, Inuyasha tenía que llevar a Kagome a un lugar donde la atendieran. La aldea de Kaede estaba muy lejos, pero recordó haber visto otra pequeña, cerca de un río.

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Sango, Miroku y Shippo estaban muy preocupados, ya iba a atardecer y ellos no regresaban, habían decidido ir a la pequeña aldea que estaba cerca de allí, pero Inuyasha los encontraría fácilmente debido a su olfato. ¡Pero estaba por atardecer!

- Siento el olor de los chicos- susurró un hanyou que saltaba entre los árboles con Kagome en brazos-

- ¡Ese es Inuyasha!- anunció Sango viéndole acercarse-

Todos se sorprendieron al encontrar a la sacerdotisa inconciente en sus brazos, con la ropa un poco rasgada y con una herida en el estomago.

- ¡¿Qué le hiciste, perro?!- reclamó Shippo-

- Yo nada- dijo el en su defensa- Un Youkai nos atacó, hay que ayudar a Kagome-

Los demás asintieron y los llevaron a la cabaña de un hombre que habían conocido, este vivía con su pequeño hijo.

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Kikyou se detuvo por unos segundos, no estaba muy lejos de la aldea todavía, así que pudo sentir una presencia muy conocida para ella.

- Inuyasha-

Podría ver a Inuyasha una vez más, y aunque la mayoría de la veces lo llamaba cuando necesitaba algo, esta vez solo quería hacerlo, había descubierto que no le odiaba tanto, aun habían unos cuantos sentimientos de su otra vida. Además, esta vez no intentaría matarlo. Hizo una seña con el brazo y varias de sus fieles serpientes se dirigieron a la aldea, atraería a Inuyasha sea como sea.

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Ya era de noche, que rápido se había pasado el tiempo, ya habían atendido a Kagome pero aun seguía inconciente, sus mejillas estaban sonrosadas y su respiración era agitada…Además de unas cuantas gotas de sudor que bajaban por su cuello y se perdían al comienzo de sus senos. De allí para abajo estaba cubierta con su ahori.

Como le hubiese gustado que eso fuera en otra situación. Esperen, ¿¡Que estaba pensando ahora!?

Inuyasha se sonrojó levemente ante lo que acababa de pensar, eso trajo a su cabeza la palabra ‘Hembra’ de nuevo… ¿Es que acaso el quería que Kagome…? ¿Y el…? ¡Maldición, estaba demasiado confundido! No podía seguir así, si continuaba mirando a Kagome aquellos pensamientos se descontrolarían así que decidió salir de la cabaña.

- Mmmm…- murmuró Kagome momentos después de que el hanyou saliera del recinto –

Sus ojos se abrieron lentamente revelando un pequeño destello onix junto con su característico color marrón. No recordaba nada de lo que había pasado, además, le dolía la cabeza y tenía el estomago herido. Al calmar un poco este dolor, se arrastro hacía una de las ventanas del lugar, notando como se llevaba con ella una prenda conocida, no le dio mucha importancia ya que captó con la mirada la luna llena, majestuosa y esplendorosa en medio del cielo oscuro. A ella siempre le había gustado la luna, siempre impetuosa sobre todos, siendo admirada.

Dejó el tema a un lado y trato de recordar lo que le había pasado, un Youkai los había atacado e Inuyasha luchó contra él.

“Saca tus asquerosas manos de mi hembra”

Sonrió ampliamente sonrojándose. Inuyasha la había catalogado como su hembra, eso era bueno ¿No? Tal vez estaba comenzando a entrar en el corazón del hanyou.

Notó que el dolor de cabeza empezaba a bajar, y su temperatura se normalizaba, su herida desaparecía sin dejar rastro.

- ¿Qué sucede?- se preguntó a si misma-

Sus ojos se desviaron de la luna para ahora fijarse sobre el espeso bosque, allí, se postraban unas cuantas luces y varias serpientes voladoras revoloteaban sobre los árboles. Sintió que su corazón se destrozaba, sabiendo de quien se trataba.

Tal vez no he logrado entrar en su corazón. Y aunque una parte de mi me decía que me quedara allí y averiguara porque mis heridas habían sanado, no pude evitar levantarme, colocarme el ahori correctamente y salir de la cabaña, en dirección a esas luces.

“…Cuando su confianza con el astro lunar se intensifique, este la ayudara a curarse externamente, pero nada evitara que las heridas del interior se abran, es así como se ha escrito, es así como sucederá…”

…continuara…