Microrrelato Demonio.

Bueno, esto salió prácticamente de la nada. Me disculpo si hay errores.

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Dime dónde estuviste este tiempo, ¿fuiste feliz? Qué supone que haga con este dolor, ¿me permites huir a mí también?

Ocultaste esos demonios por años y luego en un solo día los dejas escapar a todos, qué pasó, qué te hizo retroceder.
Demonio, dónde estarás esta noche. ¿Te irás lejos o permanecerás en mi hogar? ¿Seguirás infundiéndome temor? Por favor vete, sé que te extrañaré mucho, pero busca otro lugar para pasar las próximas noches. Ya no quiero escuchar más tus necias palabras, ya no quiero tener miedo de lo que pueda llegar a pasar en tus explosiones de ira. No quiero pensar que cometeré los errores que tú cometiste.


No quiero verme nunca más como tu exacto reflejo, no quiero seguir viviendo con la idea de que me convertiré en ese ser de carácter impredecible.
Quiero saber de qué huyes, con quién te enfadas para descargar tu ira en tu hogar, en tu familia. Quiero saber qué ocultas y por qué no confías en nadie, quiero saber... ¿Qué se supone que haré con este dolor? Tarde o temprano todo está acabado.

No quiero que el mundo me vea porque no creo que entiendan lo que sucede, desearía poder detener las lágrimas que resbalan; quisiera encontrar un momento real en tus mentiras. Ojalá no me volvieras loca con tu simple presencia.
Nadie te amará si no puedes hallar una forma de ganarte ese amor, nadie sostendrá tu mano y te detendrá cuando estés por irte... nadie sentirá tu dolor cuando todo haya terminado.


Dime entonces qué harás. Dime adónde irás a partir de esta noche, porque te irás lejos de mi tranquilidad.
Ahora me pregunto, ¿qué haré con mi dolor mientras trato de huir del demonio que soy?
Adiós, no quiero un hasta luego quiero un adiós.

Demonio.​