¡Hola! Bueno pues este es mi primer fic, subido en esta pagina. Les dejo el prologo, el primer capítulo lo subiré en unos días, dependiendo de que tanto les guste el fic. Bueno, espero me dejen un comentario, disfruten la lectura, aquí empieza.... Del amor, la magia, los demonios, y otros delirios. Prologo. ‘’Los demonios y los ángeles no pueden enamorarse, mucho menos de entre ellos o de algún humano’’ Lo sabía, lo sabía mejor que nadie, se lo habían repetido toda su miserable vida, pero ¿Qué ocurría si ella quería enamorarse de un ángel o de un humano? Claro que nunca se lo permitirían, pues ser la princesa de los demonios no te daba ese beneficio. Pero Ayame Ichinose disfrutaba en exceso ver como su familia se crispaba de nervios cuando ella se ‘’acercaba demasiado’’ a un ángel o a un humano, esas escenas eran por demás, comiquísimas, aunque no eran muy constantes con los ángeles, debido a que estos tenían prácticamente prohibido bajar a la tierra, a menos que se tratara de una emergencia, cosa que mantenía a su madre tranquila; conocía a su madre a la perfección, una mujer que odiaba a todo aquel que le llevara la contraria, no tenía ningún tipo de piedad en matar a sangre fría, una mujer calculadora y hermosa, arrogante sobre manera, una perfeccionista dramática sin igual. Y ella…, pues era el mejor ejemplo llevándole la contraria, le divertía demasiado; su padre era un sujeto serio y frio, parecía tranquilo y calmado, parecía se repetía ella constantemente en su cabeza. Y aquí, comienza nuestra historia. -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- Ayame Ichinose despertó esa mañana sabiendo que dentro de unas horas llegaría la histérica de su mamá gritándole que era tarde, que debía apurarse para llegar a la escuela. Ella no tenía particular interés en eso, pues era una chica bastante fría e indiferente con temas tan triviales: como la hora. En realidad con todo, su rostro siempre se mantenía impasible y sereno, ninguna emoción surcaba nunca sus facciones, a menos que se encontrara sola, como en esos momentos; no era expresiva, en lo absoluto, amaba estar sola con su gata negra: Mizuki y su reproductor musical, ese jamás podría faltar; también amaba estar rodeada de libros, le encantaba leer; era extremadamente manipuladora, siempre conseguía lo que quería y eso nunca cambiaria, era extremadamente arrogante y orgullosa, eso venia impreso en sus genes. Miro el reloj, aún era temprano, las 2:00 a.m, no le presto más atención y fijo su vista en la gata negra que yacía a sus pies en la vasta cama que se encontraba en el centro de la enorme habitación, la gata pareció reaccionar y fue a su encuentro, la gata poseía unos hechizantes ojos azules zafiro con ligeros destellos purpura, unos ojos realmente encantadores; fue por esto y por su pelaje que Ayame la había escogido como su mascota. Decidió dormir un rato más, le encantaba abrazar su gata y dormir cómodamente en su mullida cama, así que decidiéndose se arropo nuevamente y cerro sus ambarinas orbes, durmió por lo que ella considero un par de minutos, después su puerta se abrió con brusquedad, detrás de ella una hermosa mujer de ojos celestes, cabello castaño con matices rojizos, alta, esbelta, elegante y hermosa comenzó a gritar lo que a sus oídos eran incoherencias, o cosas que ya sabía de ante mano, pero su madre: Kaori Ichinose, no lo consideraba igual. Su madre siempre armaba un escándalo cada mañana, estaba segura que sus gritos podían inclusos levantar a los muertos de sus tumbas, —‘’claro, ya lo ha hecho, muchas veces’’— Recapacito la chica dentro de sus pensamientos. Harta de los gritos de su madre, se levantó de su cama y fue al baño que se encontraba dentro de su habitación, ignorando completamente a Kaori; esta, al ver a su hija alejarse hacia el baño sonrió y se retiró de la habitación de la chica. Ella duro 20 minutos en el baño, se arregló rápidamente, sin antojo de hacerlo realmente, era una joven de estatura baja, cabello castaño claro con matices rojizos y otros rubios –herencia del rubio cabello de su padre, y el cabello de su madre- orbes ambarinas, cabello extremadamente liso, que le llegaba por debajo de la cadera y según todas las personas bonita, a ella sinceramente no le importaba su apariencia, su piel era blanca pareciendo casi una fina porcelana; siempre vestía colores oscuros y opacos. Bajo hasta el primer piso de su casa, encontrándose con su padre Hayato Ichinose. Un hombre alto, de orbes ámbares, como las suyas, cabello rubio, de apariencia pacífica y calmada; leía el periódico como cualquier otra mañana, junto a una tasa de café. Su madre se encontraba ya acomodada en la mesa, ella se acomodó sin decir nada, las sirvientas que trabajaban para sus padres comenzaron a servir la comida y su nana bajo con su bolsa en una de sus manos, ella comió apresuradamente y fue a donde su nana, tomo su bolsa y se despidió regalándole una sutil sonrisa, que solo ella vio; camino hacía la salida y se despidió de sus padres con una cabeceada, ellos se la devolvieron y sin decir palabra partió rumbo a su escuela. —Buenos días, Señorita Ichinose —Hablo amablemente el chofer que la llevaría a la escuela, ella hiso un asentimiento con la cabeza y entro en el auto negro, la puerta había sido abierta segundos antes por el chofer. —Nací entre demonios y crecí entre humanos, mi padre es el rey de los demonios, mi madre la reina, por ende yo soy la princesa, ¿Bastante obvio, no? En fin, según las leyes ‘’Los demonios y los humanos no pueden, bajo ninguna circunstancia, enamorarse’’ es una de las pocas reglas que mantienen los de mi especie, hay mucho demonios en el mundo; los demonios somos bastante diferentes a como nos describen en los cuentos, convivimos día con día con los humanos, ‘’en paz’’. Hay muchas clases de demonios: Los demonios vampiro, los demonios fantasma, los demonio lobo, los demonios perro, los demonios gato, en fin, cantidades inimaginables. Mi familia: la familia Ichinose, es una familia que proviene de la estirpe más antigua de los demonios, por ende, nosotros tenemos el poder y la habilidad de llevar todos los poderes de cada tipo de demonio, también hay otras familias que pueden hacerlo, pero quedamos muy pocas, y estas que quedan aparte de nosotros no pueden dominarlo en su totalidad. La familia Ichinose ha gobernado a través de millones de siglos en todas las familias demoniacas, sobreviviendo a las cacerías humanas. Siempre ha sido una familia gobernada bajo un orden matriarcal, por ende, cuando cumpla la edad suficiente yo deberé gobernar, o sea unos 150 o 200 años, según mis padres, aún me queda mucho tiempo, diferente a las creencias lo demonios nos mantenemos jóvenes desde cierta edad: los 25 años, así que todos tenemos la edad que aparentamos antes de llegar a los 25, siempre me ha parecido extraño, pero nadie sabe porque pasa así. En fin, la escuela a la que asisto es una escuela en la que habitan humanos y demonios, de todos los tipos y especies, y tengo una única amiga humana, y dos amigas demonio, la primera de ellas es de tipo fantasma, y la segunda de tipo vampiro. Me entere de que era un demonio a la edad de 10 años, según mis padres esa era la mejor edad para saberlo, yo nunca les refute nada, nunca me intereso. En fin, ya he llegado a la academia, la más prestigiosa de Japón, la academia Gokiin, esta academia queda a media hora de mi casa, no vivo en Tokio, en donde se ubica la academia, si no en una ciudad un poco alegada y menos concurrida. —La chica bajo del auto y se despidió de su chofer con la mano. En las grandes rejas negras de la academia –las cuales se encontraban ya abiertas- se encontraban tres chicas. La primera, con el cabello castaño claro ondulado, de ojos verdes, alta, esbelta, destilaba tranquilidad y amabilidad por cada uno de sus poros y por su sonrisa alegre, humana. La segunda, de cabello negro como la noche, liso y perfectamente arreglado en una coleta alta, de ojos rubís, alta, esbelta, con una sonrisa gatuna en su rostro siempre, un demonio tipo vampiro, pero sus pómulos siempre iban decorados por un tenue color rosado. La tercera, una chica tan blanca que llegaba a ser pálida, los ojos purpura resaltaban, su cabello grisáceo, ondulado y desordenado, comprendida a Ayame en el fastidio a arreglarse, de estatura más baja a las otras dos, pero mucho más alta que Ayame, esbelta y con una tranquila sonrisa en los labios siempre, un demonio tipo fantasma. —Bueno días, Ayame-chan. —Saludaron las tres a coro. —Buenos días Hana, Sakura, Natsuki. —Saludo a la castaña, a la pelinegra y la de cabello grisáceo, respectivamente. —Vaya, hoy vienes tan feliz —Hablo Sakura Tomohisha, con sarcasmo. Las otras dos rieron, la castaña conocía el secreto de sus tres amigas, no sabía por qué se lo habían contado, pero se sentía feliz. La ambarina solo sonrió sutilmente. —Sera mejor que entremos a clases — Dijo ella, con tono indiferente. Las otras tres asintieron y por broma se pusieron en pose militar, esto hiso reír abiertamente a la ambarina, agradeció que no hubiera nadie cerca. Las otras tres agrandaron sus sonrisas y se encaminaron hacia su salón de clases. En el trayecto todas iban hablando animadamente, exceptuando a la ambarina, que se limitaba a escuchar y muy pocas veces a hablar, y si halaba decía cuatro o cinco palabras. La ambarina de repente vio a un chico en la lejanía, no lo logro distinguir bien físicamente, pero su aura era distinto, era atrayente y hechizante, como si la estuviera llamando, no era el aura de un humano normal, ¿Sería un ángel? Negó rápidamente, esa aura no pertenecía a un ángel, la descubriría de inmediato. Siguió divagando dentro de sus pensamientos, hasta que llego a su salón. —¡Ayame-chan! —Escucho el grito de Hana Mugne. —Mmm. —Fue toda su respuesta. —Llegamos. —Hablo esta vez Natsuki Hashi. Ella asintió con la cabeza y miro a su amiga vampiro, tenía el ceño fruncido, eso no era una buena señal. Al entrar al salón de clases inmediatamente se ubicó en su lugar, junto a ella se sentó Hana y, al freten de ambas, Sakura y Natsuki. El profesor entro y dijo que tenía un importante anuncio a la clase, le pidió a alguien seguir y comenzó a escribir en el pizarrón. El mal presentimiento de Ayame se acentuó, mientras sentía de nuevo una sensación atrayente y hechizante en su cuerpo. -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- ¿Qué les pareció? ¿Les gusto? Mmmm, ¿Quien o qué sera ese misterioso sujeto? ¡Oh, intriga! Bueno, se aceptan dudas, sugerencias, reclamos, criticas y correcciones. Sin más que decir, ¡hasta la próxima!
nee-chan muy buena trama de este prologo me dejaste intrigada tmbn e.e aunque es un poco parecido a mi fic (no te estoy diciendo que lo copias no solo se parece en los demonios y esas cosas) Pero cm no se pueden enamorar no es justo >:( , y quien sera ese sujeto *-* ya quiero leerlo jijijijiji me encanto aunque esa chica e smuy fria e.e continualo linda muy buena :D
Tu historia me gustó mucho, demasiado. Por eso me convertiré en una fiel seguidora de este fic, (además de tu fan número uno) Tu forma de narrar me encanta, me atrapó completamente. Ahora bien, Ayame me parece ser una persona que no refleja sus emociones con todo el mundo, además, quisiera saber si el chico en el que se fijó Ayame es un chico con poderes especiales o... algún ángel. No detecté errores ortográficos. Espero que subas el próximo capítulo :D
bueno nada mas comenzando vemos una trama estilo "gettho" muy tipica pero aun llevas casi nada por lo cual decidire esperar asta el siguiente capitulo para comentar bien sobre esta La narración exquisita, quizá debas profundizar mas en las emociones de los personajes esperando segundo capitulo para poder opinar mas extensamente Cya
Interesante, me gusta esa particular forma de ocultismo que le das a la historia. Pareciera como si ocultara algo, pero mas que nada si quieres mas intriga en tu historia, no sueltes todo de un porrazo, eso lo hace interesante que lo dejes a medias. Ademas te recomendaría que cuando hagas diálogos dilo en voz alta, verifica si es contundente y creíble. Pongo un ejemplo grande tus saludos, cuando lo leí me dije "¿Saludamos así?" En fin, me gusta como te dije el ocultismo que le das, por eso te recomiendo a que veas una serie, American Horror Story. La verdad aprenderás mucho de ella. =) *jajajaja gracias esa serie aprendi a escribir horror.... eso quiero creer* Bueno, Cuídate, estaré al pendiente.
Me gustó, el tema de de ángeles y demonios si bien está bastante usado, le diste un giro muy interesante. No noté fatas, y tu narración es coherente y de fácil entendimiento. Bueno eso es todo, te felicito, sigue así n.n
¡Chicos, chicos! ¡Aquí Hime neko chan reportándose después de una larga falta! En serio, no saben como lamento esto, pero primero fue el Internet que se fue por un tiempo, luego esa gente cruel me quito mi laptop y aquí es donde tengo los cap's de la historia D: Y para rematar... mi cel no conectaba con la pagina DD: Pero, no se preocupen, eh vuelto, a más tardar tendré el cap listo para mañana, pues tengo que hacer una pequeñas ediciones, pero ustedes entenderán... los estudios. ¡Me consumen la vida! D: En fin, eso es todo por ahora, nos vemos mañana en la actualización de este fic. No lo abandonare, por nada del mundo C'x ¡Hasta luego, chicos!
¡Hola, chicos! ¿Me extrañaron? ¡Vamos! Yo sé que sí C'x Bueno, ya pasados mis cinco segundos de egocentrismo. ¡Les traigo el primer cap! Si, es corto. ¿Recuerdan las ediciones de las que les comente? Tuve que cortar este cap un poco. No podía sacar toda la información, me gusta el suspenso y la expectación, más cuando yo la provoco. En fin, sin más que decir, comenzamos.... Del amor, la magia, los demonios y otros delirios. Capítulo 1: El inicio de los primeros misterios. ¿Quién eres tú? ¿Por qué me sigues? Estaba pasando, ella no lo creía. Pero, aquella electrizante sensación que sentía ahora, tenía su nombre escrito en ese momento en el pizarrón, con perfectos kanjis, aunque era mucho más perfecto el nombre. Sus amigas giraron al mismo tiempo a verla, preocupadas. El chico desprendía un aura tranquila, cálida, como la de un ángel. Si no fuera por ese rasgo de humanidad que distinguía… Ayame se atrevería a jurar que estaba frente a un ángel ¡Y qué ángel! El chico, que en la distancia se notaba muy guapo, teniéndolo a esa distancia… un sonrojo profundo llego a las mejillas de Ayame. El chico tenía unos ojos que perfectamente podrían dejar prendada a cualquier chica, unas orbes celestes, tan celestes como el mismo cielo, perfectamente despejadas. Su cabello cobre… se veía muy sedoso a la distancia. Su piel blanca, casi pálida. Como su amiga Natsuki. Sus labios delgados y perfectos… sacudió la cabeza precipitadamente, alejando esos pensamientos a la fuerza. Siguió estudiando al chico, era alto, y ¿ya había dicho que era endemoniadamente guapo? ¡Qué más daba! Era endemoniadamente guapo. Volvió a agitar la cabeza con brusquedad, buscando alegar esos absurdos pensamientos. Le indicaron al chico su asiento, y… ¿acaso hoy la suerte quería hacerla sentir mal? El chico quedo justamente en la banqueta de al lado, al lado derecho de Hana. Ellas estaban en la última fila, al lado de la ventana. Y la banqueta de al lado solo era ocupada por una persona, así que no hubo problema en que él se sentara hay. Las clases pasaron sin contratiempos. ¡Claro! Ayame se quedó dormida en Física. Y en Química… y en Biología… Al final de esas tres clases ‘aburridísimas’, según Ayame. Salieron al recreo, y por alguna razón a Ayame se le dio por ir a comer algo. ¡Tenía hambre! Sus amigas rieron, y Hana insistió en acompañarla, pero Sakura consiguió distraerla y decirle que sería peligroso. Pues Ayame tendría que ir a la cafetería. A Hana le entro el pánico. Y Ayame, claramente molesta, le dio un zape en la cabeza a Sakura. ―No me la traumatices, de igual forma no dejaría que eso volviera a ocurrir. Jamás. ―Hablo con convicción mientras comenzaba a caminar. Llego a la cafetería y vio lo que más odiaba: Fila. Ayame no era conocida por saber esperar, pues lo odiaba, y las filas, francamente, la exasperaban, así que decidiéndose a comer en su casa, comenzó a caminar de nuevo hacia sus amigas. A mitad de camino una sensación extraña la recorrió. Algo que no pudo pasar por alto, venia de atrás suyo, giro. No había nada. Pero a lo lejos sintió algo extraño, comenzó a correr. Se hacía cada vez más y más fuerte. Siguió corriendo, llego a la parte trasera de un edificio abandonado. Y vio algo que la asombro. De repente, todo se volvió absolutamente negro, ella se había desmayado. -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- Las chicas se encontraban comiendo tranquilamente, hasta que a todas les recorrió una sensación escalofriante por el cuerpo. ―¡O-oigan, chicas!, ¿no creen que A-ayame ya se ha de-demorado demasiado? ―Hablo Hana, con algo de temor. ―Sí, si lo creo, debemos ir a buscarla ―Hablo Sakura, levantándose. ―Es cierto, puede ser todo lo princesa de los demonios que quiera, y puede decir siempre que sabe cuidarse sola totalmente bien. Pero, tengo un mal presentimiento chicas. ―Dijo ella, lo que hizo a las otras dos temblar, los presentimientos de los fantasmas era catástrofes, grandes catástrofes. El timbre sonó. Las tres se miraron y fruncieron el ceño, ahora si preocupadas. Decidieron ir a buscarla. Si no aparecía para literatura. ¡Si Ayame perdía clase de literatura era el fin del mundo! Comenzaron a caminar. Pero notaron algo raro, a lo lejos, detrás de un edificio abandonado se veía una densa oscuridad, nada más. Pero, no le prestaron más atención, nunca se veía nada. Más Hana se quedó mirándolo un rato más, frunció el ceño. Sus amigas la llamaron y ella comenzó a encaminarse hacia el salón. Paso matemática y Ayame no llego, con la preocupación pintando sus rostros esperaron el timbre, sonó. Tocaba literatura. La profesora entro, paso media clase. Ayame no volvió. El timbre volvió a sonar, indicando otro receso. Absolutamente alteradas, las tres chicas salieron como una bala del salón, comenzaron a buscar a Ayame por tierra y cielo. Además convocaron una junta de emergencia para demonios, en el auditorio abandonado. Todos estaban allí, murmurando. ―¡Silencio todos! ―Se levantó la voz de Sakura. Toda la sala quedo en silencio, pero todos se preguntaban, ¿Dónde está la princesa? ―Sé que todos deben estarse preguntando dónde está Ayame, eso es lo que venimos a discutir. ―Hablo la ligeramente irritada voz de Natuski. Todos pronunciaron un “¡Sí!” a un coro perfecto. ―Chicos, esto es grave, la princesa ha desaparecido. ―Hablo Sakura, molesta y preocupada. Todos los allí presentes se aterraron, ¡era insólito! ―¡Debemos encontrar a la princesa Ayame, ella debe aparecer! ―Se alzó una voz entre los demonios allí presentes, todos estuvieron de acuerdo. ―Debemos comenzar a buscarla, ahora. ¡Movilícense! ¡La princesa Ayame, debe aparecer! ―Ordeno Sakura, dicho y hecho, todos partieron a encontrar a su princesa. -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- Los grupos se habían formado, dividendose perfectamente la escuela, que no era pequeña. Sakura, Hana y Natsuki también estaban buscando, casi con desesperación, a Ayame. ¡Era absolutamente insólito en ella desaparecer sin dejar rastro! Siguieron buscando, pero no había rastro, unos minutos antes de entrar de nuevo a clases, para recibir sus dos últimas horas. Nadie encontró ni un solo rastro. Acordaron que después de la escuela formarían los mismos grupos, y encontrarían a Ayame, pasara lo que pasara. -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- Las horas de clase pasaron con estorbosa lentitud para la mayoría de demonios. Llego el final, ningún demonio había prestado la más mínima atención a las últimas clases. Todos se reunieron. Y fueron a buscar a Ayame. Unos labios pintados de violeta se curvaron en una sonrisa maléfica. ―Suerte encontrando a su princesita, idiotas. ―Hablo con cinismo y diversión. -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- Un lugar oscuro, tremendamente oscuro, no veía ni en donde estaba, es más no sabia si realmente estaba en un lugar. Intento ver su mano, no lo logro. Una risa, volteo en todas las direcciones, no había nada. Otra risa, o tal vez, eso creía ella. Sintió algo rozar la piel de su cara. Algo frió y metálico, giro la cabeza, ¡una espada!. ¡Por todos los dioses del infierno! ¡Intentaban asesinarla! Pero, ¿Cómo? ¿Quién? ¿Por qué? ―¿Quién eres tú? ¡Muéstrate! Te lo ordeno. ―Grito, con convicción. Otra risa. Cínica, tenebrosa, extraña. ―¡Oh, que ternura! La princesita estúpida, se cree con el derecho de exigirme algo. ―Hablo una voz terriblemente distorsionada. Ayame frunció el ceño. Algo le dijo que debía correr, y así comenzó a hacerlo, su cuerpo se había iluminado de repente y podía ver cosas vagas. Deben ser sus poderes por parte de los demonios gato. Vio como una silueta la seguía, no la reconocía, pero sus ojos… esos ojos carmín, tenían deseos de sangre, lo podía ver. ―¡Maldición! ¿Quién eres tú? ¿Por qué me persigues? ―Grito, exigiendo una respuesta. Otra risa, exasperación. ―¡Te mandare a donde perteneces, princesita, a los muertos. ―Rio aquella voz irreconocible. Algo agarro a Ayame, vio como esa silueta se acercaba, con una sonrisa bailando en sus labios. No logro reconocer el color de esos labios, ¿eran azules? ¿Violetas? ¿Fucsias? Como sea, igual no lo sabría, todo se había vuelto absolutamente negro de nuevo. Un dolor en el vientre fue lo último que sintió, después… nada. -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- Hana, Natzuki y Sakura ya estaba totalmente descontroladas, estaban desesperadas. ¡No la encontraban! Pasaron por detrás del edificio abandonado, todo negro, normal. ¿Una luz? La comenzaron a seguir con desesperación. Todo se fue aclarando rápidamente, al llegar lo que vieron las aterro. Ayame estaba ahí, tirada de medio lado. Ensangrentada. Giraron su cuerpo y descubrieron un tajo en su vientre, sangraba abundantemente. Además tenía rasguños en su cuello, marcas en sus brazos, sus ropas desgarradas, marcas en sus tobillos, sus piernas estaban arañadas, sus muñecas sangraban y tenía profundas marcas, ¿Quién había sido capaz de tocar a la princesa? No importaba, moriría. -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- ¡Oh, por Dios! ¿Qué ha ocurrido? ¿Que les pareció? Aparte de muy corto. No me odien, ¡por favor! Dentro de poco les traeré el segundo cap. Ahora no me tardare meses, tranquilos C'x Es que... ustedes saben... escuela, y eso... xD En fin, déjenme su opinión, me importa, créanme C'x. Bueno, se aceptan dudas, sugerencias, reclamos, criticas y correcciones. Sin más que decir. ¡Hasta la próxima! ¡Los extrañe!