Harry Potter Del amor al odio hay un solo paso [Draco x Hermione]

Tema en 'Fanfics sobre Libros' iniciado por TheVictimSoul, 15 Julio 2011.

  1.  
    GianmarcoPerú

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    ¡Oh! ¡Mi Ron! D: Pobrecillo... demonios Hermione, ya ni sé si maldecirte o comprenderte... no esperaba que Ron se declarara así, de esa manera tan colérica y resentida ¿es que a caso no pudo someter sus impulsos? Aiish, ya mejor ni me quejo de sus tonterías, nunca cambiará u.u por otro lado Draco, este chico es más mandado, cualquiera la consuela con palabras bonitas pero el al toque la beso jajaja pero que loco! xD me ha gustado el capítulo, algo dramático (tipo estilo novela-coreana) que tanto me gustan a mí *-* Espero ver el próximo, es más, lo deseo ! x3 me mata la curiosidad de qué desición tomará Hermione o.o Bzoss Soul! Te me cuidas ; D
     
  2.  
    TheVictimSoul

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    aLOOO!!! Jjajaja quien noo? siiii necesitaba hacerlo pero bueno ¡he terminado, y estamos cada vez más cerca del final 0.0 T.T jejej si, fue un poco, mmm ¿como se dice? "jalado"? Muchíiiiisimas gracias :D
     
  3.  
    TheVictimSoul

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    Aries
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    Hola Holisss!! uuu amo esa canción 0.0 (espero hablemos de la misma xD) jejejeje siii espero que te guste la conti que claro, me costo un montón! jejejeje besoootes y muchas gracias
     
  4.  
    TheVictimSoul

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    Aries
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    Mmmm ya sabes, lo que hace el amor xD, jejejeje Draquitoooo 0.0 yo también espero que te guste y que me digas que piensas ¡tus comentarios siempre serán muy bien recibidos!, dios mio, y ya estamos taaaan cerca del final, lloraré T.T jajajaja novela-coreana? algun día tendré que leer una ;). Bue byeeeeeee bzootes y t cuidas mas
     
  5.  
    TheVictimSoul

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    Aries
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    Título:
    Del amor al odio hay un solo paso [Draco x Hermione]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    18
     
    Palabras:
    2767
    Cap 15:

    Te he visto reír por nada, te he visto llorar amargamente, lo más tierno que jamás he visto, ha sido tú, dormida y soñando
    -The Magnetic Fields

    La música había comenzado a sonar en el gran comedor. Las parejas comenzaban a moverse lentamente al ritmo de aquel vals. Sin embargo, la pelea entre aquellos Gryffindors había dejado en el aire un sabor amargo y pesado. Lavander lloraba en una esquina mientras que sus amigas la consolaban, y de Ron, nadie sabía nada. Al igual que la chica castaña, había desaparecido, y aquel hermoso rubio de ojos grises, estaba con ella. La bruja no se había dado cuenta de aquello, no sabía que una multitud de personas se preguntaban dónde podría estar mientras trataban de disfrutar la fiesta, aunque la sola idea de hacerlo, se antojaba imposible.

    Sus labios se separaron y sus respiraciones jadeantes combinaban a la perfección con aquellos labios brillantes. La imagen lo lastimaba. La imagen de aquella chica. Sus cabellos castaños caían alborotados por sus hombros cuando antes habían sido un hermoso peinado. Sus hermosas mejillas pálidas estaban ahora manchadas de lágrimas y maquillaje mezclados, aquellos ojos tan enrojecidos como sus labios carmín, y esa figura antaño preciosa yacía tirada en el piso con aquel hermoso vestido de fiesta que le quedaba tan bien, toda ella estaba destruida, y aun así, seguía siendo hermosa. ¿Y qué podía hacer él?, jamás podría consolarla por algo que, de cierta forma, había causado él. ¿Y qué hacía ahora?, frente a ella, vestido con aquel traje cuidadosamente elegido, con sus cabellos platinos peinados escrupulosamente, tratando de ser lo más cercano a la perfección, a su perfección.


    - Yo quería que esta noche fuera especial. – Draco hablaba jadeante sintiendo como el nudo en su garganta crecía cada vez más.

    ¿ A quién le importa su sangre?, ¿ Qué tiene que ver que sea de Gryffindor?, ¿A quién le interesa?.

    << Eso a ti te importa>>

    Era verdad, toda su vida lo llevaban educando en un estrecho régimen de orgullo, de superioridad, le habían enseñado a odiar a aquellos menores a él, a poner sus intereses y su sangre sobre todo. Con el tiempo él se había creado la idea de la perfección, con el tiempo se había jurado silenciosamente jamás caer en aquel vacío en el que estaba ahora. Era verdad, le importaba, no dejaría de hacerlo. Pero sabía, que ahora, encima de todas aquellas reglas que repitió tantas veces hasta que sus padres estuvieron satisfechos, por encima de aquel maldito escudo escarlata de serpiente, encima de su apellido que siempre presumió y defendió orgulloso, encima de todo eso, había una chica, era hermosa, era inteligente, sus ojos castaños reflejaban el espíritu de una Gryffindor, y él sabía que la odiaba, si, la odiaba, por hacerle pasar aquellos dolores de cabeza, la odiaba por ponerlo en contra de todo lo que había sido él. Pero también sabía, que por encima de aquel odio desmedido, la amaba, la amaba más que a nada.

    La ayudó a levantarse, sus cabellos cubrían su rostro sin dejar ver aquellas lágrimas que caían silenciosamente. Quería decirle que lo sentía, que haría lo que fuera para remediarlo, pero no podía, algo le decía que era mejor callar. El Slytherin decidió que sería mejor llevarla a su habitación, comenzó a caminar lentamente con todo el peso de la muchacha sobre su cuerpo, la chica daba pequeños pasos pero parecía que no podría sostenerse por sí misma. Tomaron bastantes atajos por los retratos hasta que llegaron frente al retrato de la dama gorda quién pidió la contraseña mientras miraba curiosa a la parejita.


    - Hermione, escucha Hermione- El mago zarandeó cuidadosamente a la chica – No se la contraseña, necesitas decirla.


    Después de unos segundos la castaña levantó un poco la cabeza, aunque ya no lloraba sus ojos mostraban un vacío doloroso y tanto su nariz como sus mejillas estaban enrojecidas por el llanto.


    - Centauro Alado…- Musitó, parecía que estaba utilizando una gran cantidad de sus fuerzas restantes.

    La mujer del retrato se apartó para dar paso a la entrada de una enorme sala escarlata. El chico escrutó un poco asegurándose que Weasley no estuviera allí y finalmente dio un paso adelante ayudando a Hermione por los hombros.


    - Los Slytherin no pueden pasar jovencito. – Recordó la dama pintada con un tono claramente superior.

    Si de por si el chico no estaba de buen humor el que alguien pretendiera estar arriba de él (y si además era un retrato) lo sacaba de sus casillas.

    - Cállate estúpido retrato- Silenció de mal humor abriéndose paso hacia la sala de los Gryffindor.

    Cuando llegaron depositó a la muchacha en uno de los sillones. De un dobles en su traje extrajo su varita de espino y con un movimiento y el leve suspiro de un hechizo encendió la chimenea. Las llamas comenzaron a crepitar, a su lado la chica se había enderezado y observaba el fuego impasible.

    Era increíble todo lo que podía pasar en un día. Si antes la idea de perder a Harry a Ron, a todos lo demás, era preocupante, el rayo de esperanza que se había mantenido viviendo en lo más profundo de su pecho, se había reducido, dejando en su lugar una diminuta luciérnaga que musitaba frases de aliento, pero el sonido de sus propios pensamientos, ahogaba las palabras de aquel destello. Draco me observaba, en sus ojos del color de la eterna tormenta se reflejaba la preocupación. Era increíble, si alguien, unos años atrás, incluso unos meses atrás, le hubiera dicho que alguna vez se llegaría a enamorar de aquel estirado y orgulloso Slytherin “sangre pura”, simplemente lo hubiera tachado de loco, imposible. Si el pensamiento de que alguna vez él pudiera preocuparse por mí como en aquel momento, lo hubiera tachado como disparate. Lo admitía, lo quería, a pesar de todo lo que había causado, lo quería, realmente estaba así de loca.


    << Yo quería que esta noche fuera especial>>


    Sus palabras retumbaban en su mente, recordaba que él lo había dicho en los pasillos, y simplemente no le había dado respuesta, ella también quería que aquella noche fuera especial, pero vamos, salir así con Draco Malfoy, era de esperarse que eso sucediera. Aún seguía queriendo que aquella noche fuera especial.

    <<Aíslate de los pensamientos, deja que tu cuerpo tome el mando, no lo pienses, no recuerdes, déjate llevar, y todo sería más fácil. >>

    Era verdad, todo sería más fácil. Se inclinó hacia adelante con los ojos cerrados, sintió los labios del chico junto a los suyos, un beso que los había sorprendido a ambos. Comenzaron jugando cuidadosa y tímidamente, hasta que profundizaron aquellos movimientos con sus labios. Hermione sintió como Malfoy se enderezaba y la tomaba de las caderas acercándose más a ella. La chica colocó sus brazos sobre sus hombros dejando que la besara. De pronto sintió la mullida tela del sofá bajo su espalda y el cuerpo del chico sobre ella. Seguían besándose, jugando con sus labios. Las manos de él había comenzado a moverse, una de ellas se había colocado en su muslo y lo acariciaba pasionalmente, la otra había comenzado a jugar con los moños del vestido que mantenían aquella tela unida a su cuerpo. La joven maga cerró los ojos y se dejó llevar. Sintió como el Slytherin se el chaleco del traje para continuar besándola. Las manos del rubio jugueteaban nerviosas y había encontrado su destino en uno de los pechos de la chica. Ella quería seguir, pero sabía que sería mejor parar.

    - Draco…- Apartó las manos del mago mientras se enderezaba.

    El joven estaba jadeando y visiblemente sonrojado.

    - Perdona… yo…- Estaba nervioso y jugueteaba con las mangas de su camisa.

    Aquella escena no hizo otra cosa que sacarle una sonrisa, aquella fuerte serpiente había cambiado bruscamente de cara. El incómodo silencio fue cortado por una fuerte música, sonaba como uno de los clásicos vals de fiesta.

    - …Y aún así no fuimos al baile…- Susurró el chico, parecía un pensamiento para sí mismo pero Hermione lo escuchó.

    - Lo sé… - No se le ocurría algo más que decir.

    - … Aún podemos ir…- Aquella frase cortante los sorprendió un poco a ambos, Malfoy miraba a Hermione esperando una respuesta.

    - Pero yo…- Trató de excusarse la maga refiriéndose a su aspecto

    El chico se inclinó de nuevo dejando sus ojos grises clavados en los de ella, y muy lentamente le apartó un mechón de la cara, sin dejar de mirarla a los ojos, le limpió el maquillaje y colocando sus labios en su oído le susurró.

    - Para mi estás perfecta, simplemente hermosa.

    _*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_

    Un grupo de Hufflepuff daba su presentación aquella noche, las chicas, todas con sus vestidos iguales, bailaban totalmente coordinadas haciendo batir las capas de sus compañeros igualmente bien vestidos. Cuando terminaron con una pronunciada reverencia el público les aplaudió mientras la profesora Mcgonnagall animaba a los demás alumnos para entrar en la pista de baile. Las puertas se abrieron y un grupo de magos entró a la sala, Dumbledor guiaba a sus “invitados especiales” para que ocuparan asientos junto con los maestros. Detrás del alto hombre con barba estaba el primer ministro ataviado con su traje de siempre. También había ido Tonks, que vestía un largo vestido con mangas negras para la ocasión, y Lupin quién había tratado de colocarse el esmokin adecuadamente sin éxito. Detrás de ellos llegaban más personajes que tenían alguna posición social o alguna relación con Hogwarts, (ojoloco no había podido asistir por algunos, pequeños problemas, con el ministerio) También había ido el padre de los Weasley acompañado de su mujer, ambos vestidos con sus anticuadas prendas de gala. Detrás estaba el padre de Luna quién le ganaba a todos en “traje”. Vestía un smokin a rayas que muchos habrían jurado, era un piyama, si no fuera por la corbata que se anudaba en el cuello del orgulloso padre quién saludaba a su hija la cuál llevaba un vestido parecido (con corbata y todo) al modelo de su padre. Y no podían faltar aquellos rubios “estoy-por-encima-de-todo.” Los Malfoy observaban un poco asqueados a los presentes con aquella mueca suya que parecía heredarse de generación en generación. Lucius evaluaba a los presentes mientras tamborileaba en su bastón de serpiente, su larga cabellera platina caía por sus hombros en un delicado traje de seda oscuro. Por su parte, Narcissa llevaba un elegante vestido verde entallado, con las mangas en plumas cafés y un gracioso sombrero de lado que combinaba a la perfección con su prenda. Ella buscaba nerviosamente a su hijo entre la multitud, logró ver como los padres de Pansy Parkinson habían encontrado a su hija y esta les presentaba a un chico que llevaba de la mano.


    - Qué raro- Le comentó Narcissa a su marido- Creía seguro que Draco invitaría a Parkinson al baile.

    - Habrá encontrado a alguien mejor- Le quitó importancia Lucius mientras veía con una mueca tosca como los Lovegood se saludaban de una manera un tanto…. Repelente. (Estaban efectuando un bailecito que, según las creencias de la familia, ahuyentaba a los espíritus que causaban la mala suerte al caerse en un baile).

    Muchos de los alumnos se quejaron con sus compañeros cuando vieron a sus padres entre la multitud de recién llegados. De cierta forma, se esperaban que aquella noche fuera, solo para ellos, sin molestos padres a la vista. Por su parte los Weasley habían localizado a su hija y le preguntaban por Ron, a lo que la chica les respondía con sonoras negaciones.

    - ¿Y Hermione?- Preguntó la señora Weasley- Creo que tengo una sorpresa para ella.

    - Ha de estar por allí, bailando…- Ginny le hizo una seña a los gemelos, detrás de ella, para que callaran todo, lo que era obvio, debían de callar sobre aquella noche.

    - Qué pena, le diré a Jean y a su marido que mejor la busquen luego.

    - ¿A quiénes?- Cuestionó Fred.

    - A los Granger- Respondió Molly como si se tratara de algo sumamente obvio. – Pasé por ellos antes de venir aquí, estaban muy emocionados.

    - Pero…. – George se acercó a su madre como para querer decir un secreto - ¿Ellos no son muggles?

    - Claro que sí, - La mujer pelirroja parecía molesta- Oh vamos George, conocen lo suficiente de nuestro mundo como para venir aquí.

    - Por desgracia- Interrumpió, la voz era rasposa con un tono de superioridad muy marcado.- Vamos a ver, traidores de sangre, y además, amigos de muggles.

    Lucius Malfoy había escuchado la conversación y había considerado apropiado intervenir.

    - Malfoy…- Molly se quedó mirando al hombre de ojos grises desafiándolo.

    - ¡Molly!- Una pareja había llegado al lado de la pelirroja ajena a todo lo que estaba pasando.

    - ¡Jean, Collins! – Saludó la mujer un tanto sorprendida- ¿Habéis encontrado a Hermione?

    - No en realidad nosotros queríamos….

    - Ustedes deben ser, los padres…- Interrumpió Malfoy a mitad de la frase de Collin- Lucius Malfoy, padre de Draco Malfoy.

    - Encantados- Al parecer Hermione no le había contado nada a sus padres sobre su relación con los Malfoy- Jean y Collin Granger, padres de Hermione.

    Al parecer Lucius no se esperaba una respuesta tan “amigable” por lo que optó retirar la mano e irse de allí para buscar a su hijo.
     
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  6.  
    GianmarcoPerú

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    O.O No me digas que ahora ambas familias se van a oponer a su relación ¡no me lo digas, Soul! >.< pero que monse! asistir a uno de tus bailes ensoñados, bailando al compás de la música con el chico que quieres y saber de por sí la presencia de tus progenitores D: jajaja broma, no pienses que soy una insesible adolescente, yo quiero a mis papis (; pero realmente no me diste muchas pistas en este capitulo, sólo mencionaste la aparición de las dos familias; espero que nada malo les ocurra a ese par ♥ sino estaria con mi carita --> -.- jaja como sea, saber que pido la conti ¡CDT mii Soul! TQ* :3
     
  7.  
    Dann

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    Noooooooooooooooooooooooooooooooooooooo!
    Como hisite eso :mad: no lo puedo creer padre ahi en ese baile no! ahora la que se va armar con Draco y Hermione, pienso igual que Sasha, pero los padres no deben intervenir eso es malo y despues de tanto como llegan los papases y cortan todo. Maldito Lucius aunque pienso que ya se ha de ver daado una idea de lo quee esta pasando no? y ahhh no! que los padres no destruyan este amor tan bonito y pasional.
    Bueno no te tardees mucho y sube la conti!
     
  8.  
    TheVictimSoul

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    Del amor al odio hay un solo paso [Draco x Hermione]
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    Buahahahahahaha tengooo un lindo puente ¡vacaciones de un día! :D bueno y aprovecho para sentarme y darle cuerda a esta cabeza mía y escribir una conti un poquitito más larga que lo normal. Realmente este era el penúltimo capítulo, pero cuando estoy relajada, mi cabeza se airea, y se me ocurrió un suceso que da por lo menos, para 2 caps más. Bueno sin más, espero os guste, y para todos los mexicanos ¡feliz independencia !, (jajaja me encanta este día, mi papa mexicano gritando en la tele y mi madre española diciendo que no tiene sentido xD)

    CAP 16:

    Dime quien soy sin ti a mi lado
    -George Harrison

    - Ella de verdad te quería.

    Ya no se podía hacer nada al respecto, el error estaba allí.

    - Le voy a decir que lo siento…- Ron se excusó rápidamente, esa noche estaba siendo un total fracaso.

    - ¿Y eso de qué va a servir Ron?, el daño ya lo hiciste, con una disculpa no vas a lograr que Lavander olvide todo. – Harry estaba enojado, frustrado, no solo porque Ginny estuviera bailando con otro, no solo porque aquel maldito nudo en la garganta siguiera allí después de tantos días.

    - ¡¿Pero entonces que quieres que haga!?

    - ¡No se!, solo sé que por tu culpa la noche se le ha arruinado a bastantes personas.- El joven se pasó los dedos por su melena negra tratando de clamarse. – Escucha, lo que hiciste no tiene nombre…

    - ¡No te incumbe lo que yo haga con mi vida! – Desaparece, desaparece, déjame solo. Como al niño que le dan una reprimenda por algo que sabe que está mal y aun así hizo. - ¡Yo amo a Hermione!, no pude soportar verla con ese maldito Hurón.

    - ¡Si ese no es el problema Ronald!, ¡el problema es que lo dijiste frente a Lavander!, ¿Acaso no la querías a ella?....

    - ¡Claro que la quiero! Pero… yo… - El chico apartó la mirada sintiendo como si sus manos fueran a estallar de un momento a otro por la presión.- Solo déjame en paz…


    Con esas palabras Harry vio como el pelirrojo se marchaba de allí hacia quién sabe dónde, aunque alcanzó a ver como su madre lo interceptaba en el camino, y por sus expresiones, adivinó que le preguntaba algo.

    Narcissa paseaba de aquí para allá nerviosa, no había encontrado a Draco por ninguna parte y eso la preocupaba. Lucius charlaba más allá con el ministro mientras que miraba de reojo a una gran familia de pelirrojos, al parecer los Weasley habían llevado allí a cada uno de sus hijos. Dumbledor comenzó a sentar a los recién llegados en una larga mesa de cristal. Al parecer el orden en el que les tocaba sentarse era definitivo. La señora Malfoy trató de alcanzar a su marido sin éxito ya que este se había instalado ya al lado del director. Resignada se acomodó en la primera silla que vio libre. Ignorando el discurso que en aquel momento daba Albus miró de reojo hacia sus lados. Comprobó que a su derecha se encontraba el padre de Crabbe o Goyle (no supo identificarlo bien), a quién saludó cortante con una inclinación de cabeza, no tenía ganas de hablar. Tomó la copa que se encontraba frente a ella y se la llevó a los labios con elegancia dejando que aquel líquido carmín rozara sus labios sin tragarlo. Lo más discreta posible evaluó con la mirada a una mujer que se encontraba a su izquierda. Era más bien bajita y con unos grandes ojos marrones que contrastaban con su corto y rizado pelo castaño. Su cara redonda se veía enmarcada por un flequillo que resaltaba en una tez blanca. Llevaba un vestido café bastante raro que se ceñía a su delgado cuerpo, al parecer no la conocía. Quizás no tuviera ganas de hablar pero le daba curiosidad saber quién sería la mujer que estaría a su lado durante toda la cena. Escrutó toda la sala tratando de hallar una excusa convincente con la cual comenzar una conversación.


    - Esperaba más de la banda de la escuela- Comentó la señora Malfoy.

    - ¿Disculpe?- La mujer volteó a ver a la rubia dándose cuenta de que aquel comentario venía dirigido a ella.

    - Quiero decir… no me parece que se esfuercen lo suficiente- Agregó. – Soy Narcisa Malfoy, madre de Draco Malfoy.

    - Claro…- La castaña sonrió, al parecer era alguien bastante sociable- Creo que me he encontrado con su marido hace unos minutos.

    Mientras la mujer hablaba Narcissa tuvo la oportunidad de observar mejor a la mujer, no llevaba ningún tipo de joya encima, a excepción de unos discretos pendientes de perla. Por más que escrutó su vestido no logró dar con alguna pista que le diera a conocer el diseñador, pero debía de admitirlo, aunque ella jamás de vestiría de manera tan corriente la castaña era guapa.

    - ¿Usted conoce a Lucius?- Eso era ya un punto a favor, su marido no se juntaba con cualquiera.

    - En realidad acabo de conocerle, oh, por cierto- Cayó en cuenta de que todavía no se presentaba. – Soy Jane Granger.

    - ¿Granger?- Narcissa hizo memoria pero no recordaba conocer a ningún Granger.

    - Si, madre de Hermione, mi marido debe estar por allí.

    La mujer de cabellos rubios volvió a hacer memoria pero no recordaba haber escuchado hablar jamás de una Hermione o algún Granger.

    - ¿Su hija va en Slytherin?.

    - ¿Slytherin?- Jane parecía confundida y había entornado los ojos como si la palabra que su compañera acababa de pronunciar jamás la hubiera escuchado.

    - Si, la casa aquí en Hogwarts. – Narcissa estaba contrariada, parecía como si aquella mujer jamás hubiera escuchado nombrar a Slytherin.

    - ¿Usted habla de las casas del colegio?- La señora Granger asintió ya un poco más ubicada- Creo que Hermione mencionó algo de Grymmundor.

    - ¿Grymmundor?.

    - No… quiero decir… Gry, gryy- La madre hacía bastantes esfuerzos por recordar algo.- Gryffindor creo que era…

    - Oh…- Que mala suerte, había ido a parar junto a una Gryffindor.- Entonces lamento el pensar que nuestros hijos seguramente no se conocen.

    - Oh, qué mal- Coincidió cada vez más incomoda la madre de Hermione.

    - ¿Tiene depósitos en Gryngots?.

    - ¿Gryngots?, oh, lamento decirle que no sé de qué habla, es que, verá, ni yo ni mi marido sabemos mucho de este mundo…

    - ¿Este mundo?- Narcissa se preguntaba con qué clase de bicho raro le había tocado sentarse.

    - Así es… fue una sorpresa que Hermione fuera una maga, nos costó acostumbrarnos, pero, los Weasley nos supieron explicar algunas cosas. – Jane había recuperado la sonrisa y hablaba suelta otra vez.

    - ¿Weasley?- Una idea se formó en la mente de la madre de Draco, su hijo alguna vez le había mencionado, años atrás, algo sobre una molesta chiquilla sabelotodo hija de muggles y de Gryffindor quién siempre andaba pegada a Weasley y a Potter.

    - ¿Entonces usted es una muggle?

    - Creo que así llaman los magos a los de “nuestro tipo”. – Bromeó la señora Granger.

    Menuda suerte, Narcissa se volteó violentamente dándole la espalda a aquella asquerosa sangre sucia, ignorando las preguntas contrariadas de Jane quién parecía bastante preocupada. En eso vio como Lucius se levantaba y ella hizo otro tanto yéndose de allí. Vio como un hombre, quién supuso sería el esposo de Granger se sentaba en el lugar que ella había dejado bacante. Se sentó esta vez al lado de su marido mientras una música comenzaba a sonar. Al parecer todos los alumnos darían su aparición con sus respectivas parejas.
    ___________________________________________________________________-


    Casi llegaban tarde, Hermione vio la fila de alumnos que se colocaban uno detrás de otro con sus respectivas parejas, al parecer era la hora de la presentación. A su lado Draco observaba a los alumnos impasible, al parecer ambos pensaban lo mismo.

    - Podemos no aparecer…- Sabía cómo reaccionaría la gente si los veía juntos, Hermione lo sabía.


    Draco se quedo pensando en las palabras de la chica, se volteó a mirarla, vio aquellos malditos ojos castaños que lo habían dejado enamorado, aquel pelo perfecto aquellos labios que quería besar por siempre y supo su decisión.


    - ¿Qué me has hecho Granger?

    - ¿De qué hablas?. – La chica se preguntaba que querría decir él con aquel comentario tan fuera de lugar.

    - Me has alejado de todas las creencias sagradas para mí, me has quitado el sueño durante tantas noches, me has hecho sentir una basura, me has hecho oponerme a todo lo que yo era, me has hecho avergonzarme de esto.- Dijo mientras se levantaba la manga de su traje dejando ver una marca de cráneo por la cual salía una serpiente- Y aún así….

    Hermione lo miraba sintiendo como las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos, no podía creer lo que Draco estaba diciendo.

    - Escucha bien esto Hermione- La tomó cariñosamente de las caderas y la miró a los ojos, a esos hermosos ojos almendrados- Yo te amo, te amo, me odio por hacerlo, no tienes idea de cuánto, pero he descubierto que te amo, quizás antes lo hice pero ya no más, quiero que sepas que no me avergüenzo de ti, no me avergüenzo de estar contigo.
    Abrazó a la chica sintiendo como esta lloraba en su pecho.

    - Y además ¿Quién podría vernos allí afuera?.

    Mcgonagall había insistido con que el encabezara la fila de alumnos, muchos personajes que aguardaban fuera querían ver al “famoso niño que vivió”, con sus propios ojos. Harry estrechó la mano de Luna, al parecer todos debían salir de la mano con su pareja. El chico miró a la rubia junto a él, después de que Ginny se había conseguido otra pareja Harry había invitado a Luna, como una gran amiga suya. La bruja vestía uno de sus extraños conjuntos, el vestido a rayas acampanado con corbata y todo. Escuchó como Dumbledor daba la presentación fuera cuando de pronto, todo se calló, la vista de nublo para dar paso a un punzante dolor en su frente, aquel maldito dolor. Cuando regresó en sí, todo seguía igual, la voz del honorable mago seguía escuchándose fuera pero la cicatriz le seguía ardiendo. Vio de reojo como una figura lo llamaba un tanto apartado de los demás alumnos y reconoció de inmediato a Lupin, su ex profesor y confiable amigo de su padre hacía ya tanto tiempo. Con una excusa se alejó de Luna para irse a encontrar con él.


    - No me digas…- Fue lo primero que dijo el hombre lobo cuando ambos estuvieron juntos y apartados de la fila de estudiantes. El hombre observaba con expresión preocupada como Harry apretaba su cicatriz con los dedos tratando de sofocar un grito de dolor.- Entonces no era mentira…

    - ¿Qué?, ¿De qué habla profesor?.

    - Escucha Harry, te lo voy a explicar, pero no debes interrumpirme y promete que mantendrás la calma.

    El mago de cabellos negros no dijo nada, manteniendo su expresión serena aunque estaba cada vez más preocupado.

    - Hace unos días, en el ministerio, Ojo loco escuchó hablar a un par de extraños, sobre, el señor tenebroso, uno de ellos afirmaba haberse unido a las filas del que no debe ser nombrado, y el otro no quería creerle. Entonces, este comenzó a hablar sobre un movimiento, un gran movimiento que el señor oscuro llevaba planeando cuidadosamente ya mucho tiempo. El movimiento consistía en un ataque, un gran ataque, que es…

    - …Esta noche- Completó Harry sintiendo como el dolor en su cicatriz aumentaba y el sudor comenzaba a recorrer sus dedos.- ¿Por qué no me dijeron nada?

    - No te dijimos nada porque interceptamos al hombre, quién resultó no llevar ninguna marca tenebrosa en el brazo. Los demás miembros de la orden no quisieron creerle, pero Sirius los convenció de que tomáramos precauciones, por eso estamos aquí. Sinceramente no creí que nada de esto fuera verdad, pero ya veo que sí. Ahora escucha Harry, al parecer no todos los mortífagos saben de este ataque, creo que algunos no están avisados ya que el señor oscuro no tubo forma de contactarlos, pero aún así si se encuentran aquí se unirán a la pelea. En cuanto algo pase necesito que te lleves a Ron, a Hermione y a los demás lejos del gran salón hacia la sala de encantamientos, nos encontraremos allí.

    - Pero profesor… ¡espere!

    - No hay tiempo Harry, los demás miembros de la orden están esperando fuera del castillo por si algo pasa, y hasta que eso suceda, no hagas nada imprudente.


    El chico quiso renegar pero una nueva punzada invadió si cicatriz y para cuando esta se calmó, Remus ya no estaba allí.



    Los instrumentos tocaban esta vez una melodía más animada que sonaba como el himno de Hogwats con modificaciones. El telón se abrió y de allí salió la fila de alumnos con sus parejas, encabezando la fila, estaba Harry con Luna, muchos aplaudieron emocionados y el padre de la chica llegó a levantarse de su asiento, detrás de ellos estaba Pansy con su pareja, la chica sostenía al mago fuertemente mientras caminaba con una pose orgullosa. Les siguieron Neville y Crabbe con sus respectivas chicas. Goyle paseó orgulloso durante todo el recorrido aunque la chica que lo acompañaba parecía realemnete incómoda. La señora Weasley se puso de pié cuando vio pasar a Ginny acompañada de su novio, detrás de ella venía Ron con Lavander, eran la única pareja que no estaba tomada de la mano. Los gemelos estaban detrás acompañados de un par de muchachas morenas. Así siguió la fila llena de alumnos de Hogwarts. Blaise llevaba de la mano a una chica de largos cabellos cenizos y cuando llegaron al final la pareja se besó. Muchos siguieron el ejemplo de estos últimos, la penúltima pareja era la de unos simpáticos niños de segundo año que caminaban muy juntos y visiblemente sonrojados. Entonces los murmullos se alzaron en la sala. Los profesores se quedaron mirando fijamente abandonando lo que hacían y si los instrumentos no hubieran estado encantados la música hubiera dejado de sonar. Los alumnos y padres que conocían a la pareja comenzaron a hablar entre ellos, no podían creer lo que estaba ocurriendo frente a ellos.

    Un paso, otro, mirada arriba, ¿tengo que girar a la izquierda?. Hermione hacía acopio de toda su concentración para luchar contra la vergüenza que le provocaban aquellos murmullos en la sala nada más haber salido. A su lado Draco caminaba con esa porte orgullosa que le caracterizaba. La chica vio como los señores Weasley la observaban boquiabiertos. Un poco más allá, descubrió con horror a sus padres, estos sonreían orgullosos, la chica recordó que jamás les había hablado de Draco, y al parecer, el chico bien vestido y peinado había causado una buena impresión en ellos. No fue la misma reacción la que tuvieron los progenitores del joven rubio. La chica sintió como su pareja apretaba su mano cuando se topó con las miradas grises de sus padres, al parecer no sabía que iban a estar allí. Lucius observaba con una mezcla de asco-horror-vergüenza y decepción a la pareja y en especial a la chica que acompañaba a su hijo, lo mismo había ocurrido con Narcissa quién se tapaba la boca con las manos. Cuando llegaron al final Hermione, sintiendo como sus mejillas estaban rojas, le dio un apretón en la mano a Malfoy, como diciendo “ya todo acabó”. Pero se topo con la penetrante mirada del joven, vio como se acercaba lentamente hacia ella.


    << Va a besarme, frente a todos>>


    Descubrió con horror como ella misma seguía acercando sus labios a los del joven rubio, sentía todas las miradas clavadas en ella, pero no le importó, en aquel momento, solo estaban los dos. Pero entonces, antes de que sus labios pudieran tocarse, antes de que nada pusiera pasar, la puerta del gran comedor calló cuán grande era. Mcgonagall reaccionó a tiempo y la desapareció con un hechizo antes de que aplastara a los presentes, y detrás de esta, allí estaban, todos y cada uno de ellos, con la mirada del odio, pintada en sus ojos de mortífago.
     
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    TheVictimSoul

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    Aries
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    Alohaaaa hehehehe me encantaaaaa que te metas así en la historia hihihihi sassha !!! jajaja yo igual los quiero, pero si de por si mi papa me abraza cuando pasan chicos de mi edad ¬¬ ya lo quiero ver cuando le presente a mi novio :D (no la vdd no quiero xD). CDT muxiiimo y espero que te guste la conti hehehe ya terminada y con sorpresitaaas. BESOOTES TQM SASHAAA.

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    TheVictimSoul

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    T.T hahahaha xD( risa malvada) jajajaja los papases xD buenooo ya ves lo que ocurrre a veces xD. La verdad no tenía planeado que aparecieran los papás pero me acordé de Lucius y decidí que sería divertido :D (bueno... divertido no es...) Bueno BESOOOTES Y CDT MUXOOO espero te guste la conti <3
    BYE BYEEEEE
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  11.  
    Dann

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    Me encanto!!!!
    Todo lo que escribes me encanta y me fascina, no puedo creer como pueden ser los Malfoy, me enoja...esque como una familia puede ser asi...y los papas de Hermione esos si me caen bien! pero haber que pasa ahora.
    Como crees que un ataque en ese momento, me muero de ganas por saber que es lo que va a pasar (muajajajaja, me dieron ganas de reirme) ahhh tengo que saber lo que sigue.
    Woaow admiro a Draco y le doy toda la razon en este mundo, me encanto su actitud y mas al frente de sus padres, eso es Draco defiende a tu amor!!!
    Ahora....quiero ver lo que seguira en el capitulo!!!!!!!
    Bueno adios, y espero con ansias el capitulo...tratare de no morir...
     
  12.  
    TheVictimSoul

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    Aries
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    Título:
    Del amor al odio hay un solo paso [Draco x Hermione]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    18
     
    Palabras:
    2805
    CAP 16:
    Primero que nada, muchísimas gracias a todos ustedes que me han ayudado y apoyado con este fic J que ya suma poco menos de 100 páginas y más de mil visitas en el foro. Jamás, y lo juro, jamás, había hecho ningún escrito tan largo y bueno. Gracias y espero os guste este penúltimo capítulo.

    “¿Puede el amor recordar cómo llevarme a casa contigo? “
    -Evanescence

    La gente corría sin rumbo fijo, solamente esperando salvar sus vidas. Los padres buscaban histéricos a sus hijos entre la multitud mientras que aquel ejército negro se abría paso. Muchos de los presentes tomaron su varita para combatir en ambos bandos, bastantes luchaban junto a los profesores tratando de contener al enemigo mientras que otros tantos rebelaban su verdadera cara luchando por el señor tenebroso, Draco pudo ver como su propio padre combatía contra aquellos maestros y compañeros que alguna vez conformaron su hogar. Las ventanas estallaron estrepitosamente y un ejército de magos entraron por ella. La orden del fénix se hizo presente defendiendo todo lo que les era sagrado. El chico de ojos grises reconoció a Bellatrix entre la multitud riendo con aquella forma tan característica que no dejaba de darle escalofríos. Hermione se volteó a tiempo para esquivar un hechizo perdido y cruzarse con la fría mirada de Fenrris el hombre lobo quien sonreía triunfante enseñando sus colmillos, tras de él, una multitud de mortífagos (entre los que Hermione pudo reconocer a Colagusano) que se habían logrado introducir en el castillo de alguna forma. Con un grito de Bellatrix, todos los recién llegados comenzaron a combatir. Draco pudo ver como Potter se abría paso entre las olas de gente que trataban de huir, se fijó en que una mano la llevaba apretando su cicatriz…

    El dolor fue inmediato, una punzada le recorrió todo su antebrazo izquierdo. Malfoy se agarró el brazo con un gemido de dolor. Hermione volteó angustiada y le ayudó a subirse la manga del traje. La chica se tapó la boca sorprendida con los ojos desorbitados de terror. La marca tenebrosa del rubio se estaba moviendo. Aquellas punzadas de terror estaban acompañadas de un movimiento repetitivo en la serpiente que reptaba alrededor de aquel cráneo grabado en su muñeca. Draco tuvo miedo, el señor tenebroso estaba cerca.

    - Hay que salir de aquí Hermione- El muchacho la tomó del brazo halándola para que salieran de la sala.

    - ¡No Draco! ¡mis padres!.

    Por única respuesta el mago señaló a una esquina dónde los profesores había hecho aparecer una chimenea, en aquel momento bastantes mortífagos se querían abrir paso ya que, gracias a los polvos flu, bastantes familias escapaban en aquel momento. Muchos magos, entre ellos la señora Molly, luchaban para que los hombres ataviados de capas negras no llegaran a su objetivo. Quiénes se encontraban bajo la chimenea en aquel momento eran los señores Granger, abrazados el uno contra el otro desconcertados y asustados. Hermione vio como Mcgonnagall los empujaba dentro de la chimenea apurada, al parecer ellos no querían irse sin su hija, pero el tiempo era oro, finalmente desaparecieron entre las llamas verdes justo a tiempo. A penas unos segundos después un mortífago lanzó un maleficio hacia la improvisada chimenea la cuál explotó con sonora.

    La chica de cabellos castaños sintió como el alivio recorría cada una de las venas de su cuerpo. En ese momento el chico de mirada gris la haló una vez más insistente.

    - ¡Draco! debemos quedarnos a luchar.- Hermione trato en vano de soltar su muñeca del abrazo de la mano del rubio.

    El joven cada vez más apurado tiró un tanto violentamente de ella hasta tenerla cara a cara.

    - No voy a dejar que nada te pase.

    Hermione no pudo discutir, por un momento los gritos y golpes dejaron de escucharse, estaban solos ellos dos, y ella, estaba perdida en sus hermosos ojos que, aunque antaño fríos, ahora reflejaban un cariño que la chica alguna vez creyó imposible. El hechizo se rompió con un golpe, Malfoy no perdió tiempo, tiró de ella hacia un lugar seguro, sin que ella pudiera negarse.

    El castillo estaba hecho un caos, en cualquier esquina había magos luchando por su vida y Harry había saltado ya varios cadáveres. Frente a él, Lupin corría abriéndose paso con hechizos de defensa.

    - ¡Por aquí!- Ordenó el hombre lobo girando por un estrecho pasillo.

    Harry se volvió para petrificar a un mortífago que comenzaba a seguirles y siguió corriendo tras su antiguo profesor.

    - ¡Vamos Ron!, ¡más rápido!. – Lo apremió el chico de la cicatriz.

    El pelirrojo corría a su lado jadeante y parecía que se iba a desmallar de un segundo a otro. El chico de cabellos negros aferró la espada de Gryffindor que cargaba en la mano derecha, Dumbledor se la había dado antes de que salieran del gran comedor, al parecer, el director ya la tenía a la mano.

    Llegaron a una zona poco concurrida donde Remus paró estrepitosamente para esconderse tras una columna bastante extensa.

    - Ahora chicos debéis ser muy claros, ¿Cuántos horrocruxes han destruido hasta ahora?.

    - Cinco: el anillo, el diario, la diadema, la copa y el guardapelo. – Resondió Ron aún jadeante y con su horroroso esmoquin encima.

    - Vale, entonces debemos apresurarnos ¿tenéis alguna pista de cuáles son los restantes?.

    - La verdad.- Se apresuró a responder el pelirrojo.- solo sabemos que uno de ellos es…

    - Yo mismo- Completó la frase Harry- Dumbledor me dijo que cuando voldemort asesinó a mis padres, una parte de su alma entró en mi. Ninguno puede morir si el otro sigue vivo.

    Sobrevino un incómodo silencio, ya que todos los presentes sabían que significaba aquello.
    - Pero…- Continuó Potter sin inmutarse- Hermione es la única que cree tener una idea de que es el último horrocrux.

    Otro profundo silencio.

    - Ron- Se dirigió el joven mago a su mejor amigo, - Esto es serio, así que necesito que hagas lo que te voy a decir sin ninguna excusa. Necesitamos encontrar a Hermione, búscala, pronto. Nos encontraremos en la sala de menesteres en 1 hora. Mientras tanto, nosotros iremos a buscar algunas cosas.

    Finalizó la frase sacando de su bolsillo un brillante bulto dorado que Ron reconoció como la snich. El chico pelirrojo asintió decidido por comenzar a buscar a la chica.
    ~

    Habían corrido sin parar hacia las afueras del castillo, la chica se lamentaba cada vez que debían saltar algún cadáver y pedía perdón para sus adentros. Habían logrado avanzar con una inquietante facilidad ya que los mortífagos, reconocían a Draco como de su bando y los alumnos hacían lo mismo. Solo algunos cuantos seguidores del señor oscuro se fijaban en que iba acompañado de una sangre sucia y era entonces cuando ambos echaban mano a su varita para aturdir al que los había visto. No tenían idea de qué hacer después, pero la prioridad ahora era alejarse del peligro. Draco corría cada vez más rápido sin soltar a Hermione sintiendo un ardor en la muñeca tan insoportable como si la tuviera en carne viva, Lord Voldemort lo llamaba a luchar, aquel dolor significaba que el que no debe ser nombrado estaba cerca, y el rubio corría desesperado para alejarse de su presencia.

    _*_*

    Todo el castillo bullía en nervios. La pelea había llegado a un punto muy desigual donde los mortífagos superaban en fuerzas y en número a todos sus enemigos. Ron corría por los pasillos tratando de pensar con claridad al mismo tiempo que esquivaba hechizos y saltaba cuerpos mientras quitaba a gente de su camino tratando de centrarse solamente en lo que debía ya que el miedo de reconocer una cara en alguno de los muertos lo aterraba. El chico se detuvo en seco, no había nadie a su alrededor, había ido a parar a una parte del castillo que los seguidores del que no debe ser nombrado aún no alcanzaban. Había infinidad de lugares dónde Hermione podría estar.

    <<viva o quizás muerta…>>

    Ron apretó los párpados tratando de no pensar, la sola idea de aquella magnífica bruja tendida en el piso, sin vida, lo aterraba. Aún tratando de acallar aquella maldita voz de su mente trató de navegar lejos de la tormenta de su consciencia. ¿Dónde estaría aquella hermosa bruja de labios carmín? .
    La chica no podría estar en la biblioteca, no en esta situación. Si estaba peleando, era imposible saber dónde estaba, tenía que aferrarse a alguna pista… Una mueca deformó sus finas fracciones, recordó los segundos antes del ataque, ella, y aquel despreciable hurón…. Juntos… estaban a punto de besarse. Los rumores eran verdad entonces…Nuevamente el mago tuvo que acallar sus pensamientos esta vez llevando sus manos hacia la nuca, no estaba en buena posición para pensar sobre a quién debía amar Hermione, aunque le doliera admitirlo, seguro que ella estaba con él, y Ron tenía una leve idea de dónde se podría esconder aquel Slytherin cobarde.
    _*_*_*

    La marca seguía ardiéndole, la maldita serpiente seguía reptando alrededor del tatuaje en su brazo.

    - Draco…- Hermione estaba detrás del chico aferrada al tronco de un árbol- ¿Por qué se está moviendo?.

    El joven volvió a cubrir su brazo y volteó a ver a la Gryffindor.

    - Es… una señal, un aviso… cuándo esto pasa… significa, que él está cerca.

    - ¿Cerca?- Los ojos de la castaña se habían abierto de par en par guiados por una ola de terror.- No me digas que él… va a venir…

    - Al parecer…. Así es…- El joven se cubrió el rostro con una mano.

    - O no, por Merlín… ¡Harry!, ¡Draco, él viene a por Harry!, ¡si no le digo puede matarle!, ¡Debemos buscarlo!. – La chica soltó su abrazo del árbol y hizo ademán de salir corriendo de su escondite al inicio del bosque prohibido, cuando sintió una suave y fría mano sujetándole decididamente la muñeca.

    Al girarse, se encontró con esos fríos pozos color gris que Draco tenía por ojos, tan hermoso, y su rostro, la miraba serio, impasible.

    - Draco…- Pidió en un susurro- Se… se que él no te agrada, pero, por favor, debes entenderlo, él es mi amigo, es nuestra única esperanza…

    - ¿Después de todo lo que te hizo su amiguito Weasley?- Escupió él con desprecio.

    - Ronald no tiene nada que ver en esto- Cortó ella seca.- Escucha, sabes que te quiero, pero voy a ir a ayudar a Harry… te guste o no… él necesita de mi, y no le voy a pedir permiso a nadie, te amo Draco, pero no tienes ningún poder sobre mí, iré a pelear, por Hogwarts, y me gustaría que me acompañaras, pero, si no es así… no voy a detenerme.

    El chico se quedo callado y un tanto ofendido después de aquella respuesta, él, tan poco acostumbrado a que le contradijeran… Y aún así, aunque la idea no le agradara en absoluto, una media sonrisa afloró en su rostro. Aquella chica, tan llena de sorpresas. Tan rebelde, sin dueño, decidida, que sabía lo que quería y lo conseguía a toda costa. Era verdad, esa actitud rebelde, era la que lo había enamorado.
    _*_*_*

    Salir del colegio le costó bastante, había decenas de mortífagos cerrando las entradas y tuvo que pasar desapercibido y en ocasiones abrirse paso, cuando finalmente estuvo fuera, pudo ver a lo lejos la cabaña de Hagrid, en llamas, coronada por una espesa columna de humo negro como la noche, que solo presagiaba malas noticias. Y arriba, brillando en aquel cielo antaño hermoso, aquel cielo que lo había visto crecer en Hogwarts desde los 11 años, manchado por una horrorosa marca negra. Un cráneo del que salía reptando, una serpiente. Apretó los dientes y los puños hasta hacerse daño con su varita y siguió corriendo. Hacía algunos años había escuchado decir a Crabbe (o a Goyle, no había aprendido a distinguirlos jamás) que en caso de ataque, el bosque prohibido era el mejor lugar para refugiarse. Había alcanzado a ver como Malfoy asentía de a cuerdo antes de que lo alejaran con insultos. Entonces hacia allí se dirigía, al bosque prohibido, pero ¿en qué parte?, solamente los extremos de este eran enormes… Entonces pudo distinguir un movimiento por el rabillo del ojo, se volteó con la varita en mano por si era algún enemigo, pero no, era Hermione, y el hurón. Este la tomaba de la muñeca, parecía que hablaban. Era difícil verlos ya que estaban bien escondidos tras los árboles a pocos metros de él. El chico de cabellos cobre corrió hacia ellos. Cuando sus pasos se escucharon cerca de la pareja, el joven rubio soltó la muñeca de la castaña y ambos apuntaron hacia Ron con sus varitas en mano, al reconocerse, bajaron el brazo, aunque Draco tardó en hacerlo. Los Gryffindors se observaron callados por un momento, pero finalmente, se decidieron a hablar, no era el momento para retomar los problemas del baile.

    - Hermione… necesitamos que vengas… Harry… eres la única que sabe que podría ser el último horrocrux.

    La bruja asintió, parecía que entendía la situación.

    - Aléjate de aquí, asqueroso cabeza de zanahoria. – Por un momento, se le había olvidado que Draco estaba allí.

    - No te metas Malfoy.

    - ¡Draco, Ronald, ya basta!- La chica había interferido para poner un poco de paz y volteó a ver al rubio- Draco, ellos me necesitan, lo que Ron hizo, fue horrible, pero no tiene que ver ahora. Voy a ir con él.

    El pelirrojo observó triunfal al derrotado Slytherin.

    Solo tengo una condición.- Malfoy parecía que no iba a dejar ganar a Ron de ninguna manera y decidido le colocó un brazo a Hermione en la cintura atrayéndola junto a él- Yo voy con ustedes.
     
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    TheVictimSoul

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    Aries
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    Wiiii muchísimas graciasssss. jajajajaja las ganas de reírse instantaneas xD . Muchas gracias x comentar, wow al parecer no solo a mi los exámenes me stán llegando 0,0 fuiste el uniko coment y los mensajes no me los responde nadie xD jajajajaja siento que soy la más adicta a este foro :DDDDDDD
    Bueno espero que te guste el sig cap y siempre tus opiniones son bien recibidaaas!!!!
    Cuídate guapaaa
    TheVictimSoul
     
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  14.  
    Dann

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    Soul!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
    O_O como pudo haber pasado en eso en un baile tan bonito y romático y justo en el momento del beso enfrente de todo...traspasando las frontera, los padres, el que dirán, traspasando todo, eso en realidad es amor (el que aun no ha llegado a mi vida) y m fascino porque para Draco es dificil
    >>> no?<<<
    Depronto abandonar todo en lo que has creído y en ese momento debe ser woaow...
    Pobre de Ron, pero el que busca encuentra y a parte el tuo la culpa desde el principio >>>acaso todos los hombres seran igual de brutos<<<imaginate su situación!!!! que deseperante vivir un ataque de l que no-debe-ser-nombrado y ver a la chica que amas con uno de ellos y ese uno de pronto se ponga de tu lado por la chica que ama!!!
    >>>Que apasionante<<<
    Soy yo o vi que decía PENULTIMO CAPITULO??? que emoción ya quiero ver que sigue, bravo Soul este ff me fascina y ahora pon la conti!
    Chaito y sube pronto la conti...ps.buen trabajo!
     
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    GianmarcoPerú

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    Piscis
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    Waaaaaaaaa !! No tienes ni la menor idea de cuanto extrañe este fic, lo siento por no comentar es que andaba ausente en muuuchas páginas incluyendo a FFL ¡Sumibase Soul! >.< estoy realmente emocionaba, me dejaste con la instriga en mis deditos que en estos instantes estan escribiendo a una increible velocidad por los nervios, pobre del tecleado xD creeme que el final fue impactante, me recordó en algo a la saga de Claudia Gray ♥ ¡Y lo peor es que mientras leía tambien oía música! ¿Haz escuchado "Mis ojos lloran por ti"? Sino házlo, está pajasa x3 ¡Quiero conti! No sé si Malfoy es sincero con Hermione o mejor dicho con todos, porque el posee la marca y.. y... mejor no me apresuro a sacar rapidas conjeturas, esperare el siguiente capitulo. ¡Te quiero muchote, Soul! : D
    p.d. ¿Puedo llamarte Soul-nim? es que el nim agregado equivale a un grado más de confianza o cariño, asi como el trato de hermanas xD ya estoy locaza por las palabras coreanas e.e
     
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  16.  
    Alix Cullen Bellamy

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    Virgo
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    Hola!
    Tu historia esta wow!!! muy intensa, muy romantica, me encanta!!!!
    es que Hermanione y Draco wow!! hehe y el luchando al lado de los Gryffindor! OMG!
    esta genial, espero la conti.

    xOxO

    Alix Cullen Bellamy
     
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  17.  
    TheVictimSoul

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    Aries
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    Del amor al odio hay un solo paso [Draco x Hermione]
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    Aquí, después de tanto tiempo, después de mil bocetos aquí está finalmente, el último capítulo, una capítulo largo, muy largo, espero les guste y le recomiendo a mis lectores tomen una taza de leche caliente y disfruten de su regalo de navidad.



    Eres para mí un delicioso tormento.
    -Ralph Waldo Emerson


    Muerte, destrucción, pérdida. Un oscuro manto negro se había extendido sobre los cielos, antaño claros, de Hogwarts. Aquellos enmascarados a servicio del señor tenebroso habían logrado impregnar el aire del colegio con un fuerte olor a guerra y sangre. Aquellos pocos que quedaban en pie luchaban hasta su último aliento por el colegio y sus alumnos. Los profesores, manchados de sangre y débiles, ignoraban su propio malestar alzando la varita para proteger a sus alumnos más jóvenes y heridos. Ron corría lo más rápido que podía en su desesperado intento por llegar a la entrada del colegio. Detrás de él estaba Hermione y Draco. Finalmente el pelirrojo había accedido a dejar venir al Slytherin aunque de mala gana. Mil pensamientos con respecto a Hermione y aquel despreciable hurón atacaban su mente y el chico trataba en vano de contrarrestarlos al mismo tiempo que a los hechizos que numerosas varitas lanzaban contra él y sus compañeros. La chica de cabellos castaños corría delante del rubio, quien había insistido en cuidarle la espalda. Aunque parecía que la joven bruja se quedaba sin aliento y fuerzas por segundo, siempre se recuperaba rápidamente y continuaba corriendo con energías renovadas; como su hubiera algo que la impulsara a seguir, un pensamiento que le otorgara las fuerzas para continuar con aquella desesperada carrera por su vida y la de quienes amaba. Por parte del mago con ojos de tormenta, nada iba bien. La marca en su muñeca izquierda le ardía cada vez más y se veía obligado a tomar la varita con la mano derecha, lo cual entorpecía notablemente la dirección de sus hechizos ya que él era zurdo. La entrada de la enorme institución estaba llena de mortífagos pero ninguno de ellos prestaba especial atención a quienes cruzaban el portón. Como si de una silenciosa orden se tratase, los tres chicos corrieron aún más fuerte tratando de esquivar los hechizos, todos al mismo tiempo. Antes de que Hermione se diera cuenta, ya estaba pisando aquellas baldosas blancas que había dentro de Hogwarts, estaba allí. Escuchó el eco de sus pasos sobre el suelo, un sonido que la reconfortaba tanto y al mismo tiempo la asustaba. La calma antes de la tormenta. Volvió su mirada a la realidad, al castillo derrumbado, y lo que se encontró frente a ella, le cortó la respiración, tanto que por un momento estuvo a punto de caer desmayada. Frente a ella, todo aquel brillante piso blanco, estaña manchado de sangre, y sobre esta, docenas de cuerpos destrozados, aun con las manos crispadas sobre sus varitas en su último intento de defenderse. Miró con horror todos aquellos cuerpos sin vida, a su lado, ambos chicos estaban igual. De entre todos los fallecidos fue capaz de identificar algunos. La madre de Sally, una agradable chica Gryffindor con la que compartió cuarto en segundo, Dean Thomas, Astoria Greengrass , incluso Madame Hooch con sus ojos amarillos tan parecidos a los de un gato, abiertos en par en par, con el terror aún brillando en ellos. En eso, escuchó el grito de Ron, un grito de impotencia, desesperación y sobre todo, dolor. Vio como el joven salía corriendo hacia el charco de sangre sin importarle manchar sus pantalones de aquel horrible líquido carmín. Entonces, reparó en un pequeño bulto más apartado de los demás, y ahogó un grito de terror. Aquel pequeño bulto era el de Ginny Weasley. Ron se arrodilló junto a su hermana y Hermione se apresuró a seguirlo.

    - ¡Aun respira!- Ron había colocado su mano en el vientre de la chica y esta, al escuchar la voz de su hermano, había comenzado a respirar entrecortadamente, pero sin abrir los ojos.

    Hermione se apresuró a arrodillarse junto a ella también y comenzó a examinarla. Entonces, la castaña le apartó un mechón de pelo del cuello, y descubrió, una hilera de profundas mordidas bajo la oreja de la Gryffindor.

    - Fenris…- Masculló Draco detrás de ella sobresaltándola- El hombre lobo.

    - ¡Agáchate Malfoy! – Gracias a la advertencia el joven rubio pudo esquivar a tiempo un hechizo que un mortífago detrás de él le lanzó directo a la nuca.

    Lupin se había encontrado con los chicos en el pasillo y, después de salvarle la vida a Draco se dirigía hacia ellos con la clara señal de que las cosas no iban bien. No parecía importarle que el joven de ojos grises (quien no era uno de sus alumnos favoritos precisamente) estuviera acompañando a Hermione y a Ron.

    - La mordió Fenris- En cuanto el profesor llegó a su lado Hermione se apresuró a ponerle al día mientras se apartaba para dejarle ver a la chica.

    Remus se apresuró a descubrirle el cuello para ver la herida.

    - Solo fue una mordida, es todo un milagro que no la haya devorado- Dijo con su voz áspera. – Pero necesita tratamiento urgente… si no….

    Sobrevino un incómodo silencio, todos ya sabía que podía pasar si Ginny no era atendida de inmediato. Un pronóstico delicado pero acertado, quién podría saber mejor que el ex profesor las consecuencias de una mordida de hombre lobo, de por sí, él mismo era un licántropo. Si la joven de cabellos zanahoria lograba sobrevivir, sin un tratamiento tendría que sumarse a la lista de licántropos.

    La herida en el cuello de la joven maga sangraba preocupantemente y la chica estaba empezando a perder el conocimiento de nuevo sedada por la pérdida de sangre.

    - Ron – Dijo el maestro tratando de detener el flujo de sangre con sus manos- Necesitamos buscar a tus padres y encontrar alguna manera de llevarla a Londres.

    El chico no puso objeción, salió corriendo hacia el pasillo pero se detuvo en seco, como si estuviera pensando en algo, lentamente se dio la vuelta, y miró a sus dos compañeros. A la hermosa Hermione y al Slytherin con ojos de tormenta.

    - No hay tiempo de ambas cosas- Clavó sus ojos verdes en los de Hermione- Escucha Hermione, yo te amo, siempre lo hice, y sospecho que siempre lo haré, lo que hice no tendrá perdón, en realidad nunca lo tubo. Ve con Harry, ayúdalo yo necesito cuidar a mi hermana. Y una última cosa, sobre ustedes dos… no me gusta que estés con él, es ovio, pero, si tu lo amas tanto, y él a ti, lo soportaré.

    La chica necesitaba pestañear varias veces para que las lágrimas no escaparan de sus ojos, Ron le había dicho algo tan profundo, que seguramente le habría costado tanto, y aunque entre ellos dos nada sería igual de ahora en adelante, lo podría perdonar, con el tiempo lo haría.
    La seria mirada del pelirrojo se clavó en los ojos del rubio quién lo observaba impasible.

    - No sabes qué suerte tienes Malfoy, Hermione… ella es…increíble. Siempre serás un despreciable Slytherin, pero- Pareció que en sus labios se asomaba la sombra de una sonrisa- Confío en ti, cuídala Hurón.

    Y con estas palabras el joven Gryffindor desapareció por los pasillos, mientras que Hermione deseaba en silencio, que estuviera bien.

    La pelea apenas se escuchaba dentro de los muros de la sala de menesteres. Harry, aunque había parecido asombrado al ver llegar a Hermione con Draco y no con Ron, se limitó a preguntar si su amigo estaba bien. No había tiempo de más discusiones. En una mesa que encontraron por ahí Harry comenzó a dibujar un mapa donde les explicaba sus movimientos a los chicos. No podía evitar pensar, en las sospechas y rumores que decían, que Draco Malfoy era un mortífago, pero, si su amiga confiaba en él, Harry debía hacerlo.

    - Tenemos dos horrocruxes restantes, yo me encargaré de uno y vosotros del otro.- Harry parecía agitado.

    - Pero Harry, el último horrocrux es…- Hermione había adoptado su clásica cara de preocupación.

    - Yo mismo- completó el chico por segunda vez. – Escucha Hermione, necesito hacerlo, si no le va a costar la vida a muchos más, y no me lo puedo permitir, te ruego que me dejes hacer esto solo… y confíes en mi.

    La chica decidió callarse tratando de asimilar lo que su amigo acababa de decir, tratando de convencer a su dolida mente que se negaba a creerlo.

    - Vosotros tenéis que ir a por el horrocrux restante, que según Hermione debería de ser…

    - Nagini- Respondió la chica a la silenciosa pregunta- La serpiente de Voldemort.

    - ¿Ese bicho?- Parecía que al final Draco daba señales de estar escuchando.

    - Si, él la lleva pegada todo el rato y según las sospechas de Dumbledor, así es.

    - Ese es el principal problema, no se separan- Malfoy parecía dispuesto a cooperar aunque fuera con sus característico pesimismo.

    - Ese ya no es un problema, cuando nos separamos de Ron, Lupin le tendió una trampa a la serpiente, quién se separó del señor tenebroso y ahora está vagando por el tercer piso. Con ayuda de Nick casi-decapitado todos los retratos han cerrado las salidas posibles, así que Nagini está acorralada. Su única tarea es destruirla.

    - ¿Y cómo piensas que lo hagamos Potter? – El chico de ojos grises parecía perder su escaso buen humor por segundos.- No todos tenemos una cicatriz que nos da poderes de superdotados.

    Hermione miró al Slytherin seriamente y el chico se calló, aunque no pensaba pedirle disculpas a “Potty”.

    - Con esto- Harry había decidido ignorar los insultos limitándose a poner los ojos en blanco.- Es lo único que se me ocurre.

    El chico de la cicatriz sacó una espada de quien sabe dónde y se la ofreció a la pareja. Era plateada, simplemente reluciente, con unos bellos diamantes incrustados un el mango y un grabado en la fina hoja de metal.

    - La espada de Gryffindor.
    Hermione estiró la mano para cogerla aunque un tanto dudosa, cuando la tuvo entre las manos, no pudo evitar pensar que la espada estaba caliente, casi como un ser vivo.
    - Asegúrate de que Voldemort no se sale con la suya.

    Y dicho esto el joven de cabellos negros salió de la habitación con la decisión pintada en el rostro dejando sola a Hermione y a Draco con una tarea que parecía, por momentos, más grande que ellos.

    - No me despedí de él.- Se lamentó la bruja con un susurro.

    _*_*_*_*_*_*_**_*_*_*
    Como Harry había dicho, el piso estaba totalmente vacío, los retratos, habían cerrado toda entrada y salida posible, pero también, se habían marchado de allí dejando sus lienzos vacíos cerrando el camino y sin nadie que pudiera moverlos. Draco se había hartado de lanzar hechizos y golpes a los cuadros sin resultado.

    - No podemos pasar.- Dijo finalmente jadeante dando a notar algo evidente. – Están protegidos con magia muy avanzada.

    - Debe de haber una manera- Respondió Hermione- Algún cuadro debe seguir por aquí, algún fantasma quién pueda ayudarnos a pasar.

    - Todos han huido aunque no tienen vida que poner en riesgo- Escupió Draco.


    Ambos chicos se sentaron en las escaleras frustrados tratando de encontrar una forma de entrar y así destruir a la serpiente.

    - ..Todos han huido como cobardes…- Se volvió a lamentar Draco.

    - Yo no- Una vocecilla proveniente de alguna de las paredes del palacio captó la atención de ambos jóvenes.

    Hermione se levantó como tocada por un rayo para observar detenidamente la pálida figura que la miraba desde una esquina apartada.

    Todos los cuadros estaban desocupados, todos, menos uno. Una pequeña niña se mecía en un columpio de pintura al otro lado de la habitación dentro de un gran cuadro dorado.

    - Yo me he quedado- Hizo notar nuevamente la pequeña levantándose de su asiento y caminando hacia el extremo de su cuadro, he inmediatamente después apareció dentro de otra pintura, ahora cara a cara con los dos magos.

    - ¿Puedes abrirnos?- Preguntó Draco incorporándose.

    - Sí, sí puedo. Allí dentro hay una serpiente, es enorme, tiene la mirada del demonio en sus ojos, por eso todos los demás se fueron. – La niña de la pintura se apartó un mechón de pelo de su blanca cara.
    Arriba de su nariz respingona e enrojecida se extendía un bosque de pecas. Sus cabellos rubios estaban adornados por una corona de flores blancas que combinaban a la perfección con el vestidito vaporoso que llevaba cubriendo su pequeño cuerpo. Pero lo más impresionante de ella, eran sus ojos, de un color azul claro, casi gris, que observaban a la pareja con un brillo singular. A la joven bruja le recordaba un poco a su amiga Luna.

    - Es a la serpiente a la que buscamos.- Le respondió Hermione con un asentimiento.

    Dicho esto, la niña se paseó con sus pies descalzos por el cuadro y desapareció tras un árbol para reaparecer en una gran pintura, donde, después de unos segundos, hizo abrirse dejando un túnel despejado lo bastante grande para que los estudiantes entraran. Los jóvenes sin perder tiempo entraron en el nuevo pasaje no sin antes escuchar el último comentario de la niña.

    - Es curioso saben, todos los que me pidieron que los dejara pasar querían encontrar a esa serpiente. Me pregunto por qué será.

    La chica paró en seco para mirar a los ojos a la pintura.

    - ¿Los demás?.

    - Así es, no sois los primeros, antes vino un chica rubia, muy blanca, acompañado de un chico alto, castaño y con un chaleco a cuadros. También entraron una mujer y un hombre más. Ella era muy guapa, pero daba miedo, sus rizos negros estaban alborotados, sus atuendos del mismo color parecían la capa de un dementor, y su mirada… solo se veía muerte en ella. El hombre parecía un poco indeciso al entrar, tenía un largo cabello rubio, casi blanco, y unos ojos grises muy grandes- Paró un momento su descripción para voltear a ver fijamente a Draco- Él se parecía mucho a ti.

    - ¿Ya encontraron a la serpiente?- Preguntó rápidamente Hermione tratando de evitar más charla sobre aquellas personas a las que conocía a la perfección.

    - No, fui a verlos hace unos minutos y aún no se cruzan con el animal.

    - Gracias. – La chica dio por finalizada la charla y halando al rubio por el brazo, entro en el tercer piso.


    Sus pasos sobre las frías baldosas de mármol eran lo único que se escuchaba, Hermione había tenido por seguro que en cuanto entraran a aquel piso la serpiente iría a por ellos, al parecer, Nagini no tenía intención alguna. Cansados de recorrer por varios minutos el piso sin resultados, jadeante, la chica se decidió a descansar un poco. Se sentó en una de las bancas de madera que estaban esparcidas por todo el pasillo a tomar aliento, sin embargo, el joven rubio, aún con la varita en mano, la observaba sin dar signos de estar agotado.

    - Yo voy a seguir revisando. – Le avisó a la bruja mientras hacía ademán de marcharse.

    - ¿Por qué no esperas un poco?- Cuestionó ella aún tratando de recuperar el aliento.

    - Tengo una corazonada- Esa fue la única respuesta que dio antes de dejar a Hermione y desaparecer por el pasillo.




    El chico sujetó con fuerza la piedra. Era increíble que Dumbledor hubiera puesto aquella reliquia dentro de la primera snich que el chico atrapó. Para entonces, Harry había dejado canal libre a Voldemort para ver sus pensamientos y así el mismo ver los del señor tenebroso. Ya le daba igual que él supiera lo que pensaba, solo restringía algunos pensamientos personales y secretos hasta algún punto. Pero en este silencioso intercambio de información, había logrado saber, que el que no debe ser nombrado, estaba en el bosque prohibido, y lo estaba esperando.

    Apretó la piedra una vez más hasta que le hizo daño, y, tomando valor, salió de su escondite, tras un árbol. Encontró pues, cara a cara, a un grupo de mortífagos, que, juzgando por sus sonrisas, estaban esperándole desde hace rato. Y él, Lord Voldemort, plantado allí en medio, varita en mano, con una sonrisa aún más repugnante que su mera presencia. Se hizo el silencio. Mientras el chico avanzaba, pudo observar a los mortífagos a su alrededor. Fenris, Narcissa Malfoy, Colagusano, el mismísimo Barty Crouch Junior recién escapado de azkabán. Y muchos más de quien conocía caras y nombres. Notó que faltaba Bellatrix, la fiel seguidora del señor oscuro y Lucius Malfoy. Entonces recordó que había dejado a Hermione a manos del hijo de aquellos dos repugnantes mortífagos. Miró a los ojos a la madre de Draco, la mujer lo observaba también bajo su fleco rubio, y Harry, pudo adivinar en su mirada, un profundo dolor. Solo eso, miedo, dolor, nada de odio, nada de sed de venganza.

    - Miren nada más. El chico que vivió, viene a morir- Aquella áspera voz lo obligó a volver la mirada hacia el hombre que tenía delante, y que acababa de retarlo con palabras. Broma que fue recibida con estruendosas risas por parte de sus seguidores, hasta que su señor los calló con un movimiento de brazo.

    El silencio volvió a reinar. Voldemort alzó su varita encima de su cabeza y Harry hizo lo propio. Así, con una silenciosa señal, ambos magos atacaron al mismo tiempo, dejando que un par de rayos de luz escaparan de sus varitas, chocando y comenzando la batalla donde las vidas de ambos, estaban en juego.

    <<Tengo que morir para que él también lo haga>> Harry lo tenía muy claro, y aún así, el miedo, al igual que el dolor de la cicatriz, habían desaparecido de su cuerpo, quizás por última vez.




    - Fue una mala idea, muy mala idea- El chico llevaba ya un rato repitiendo la misma frase mientras apuntaba con su varita a cada esquina que se encontraba.


    - Yo no creo que haya sido tan mala idea- La chica a su lado, con su habitual tono le respondía lo mismo cada vez que él repetía aquellas palabras.

    - …Recuérdame por qué estamos aquí Luna- El joven parecía tratar de calmarse pero era simplemente inútil.


    - Para ayudar a Harry y a los chicos- Respondió Luna mirándolo de reojo- Ya te dije que escuché que Hermione decía que la serpiente era un horrocrux, así que venimos a destruirlo.

    - Si, si… Pero recuérdame porque estoy YO aquí…- Neville no parecía muy convencido de los argumentos que le daba la joven rubia.


    - Porque tú, Neville Longbotton, te ofreciste a ayudarme- Le hizo notar la bruja.

    - Ah claro…


    Y con eso los dos chicos siguieron recorriendo el pasillo sin saber siquiera que había al otro lado de aquel tercer piso.


    Draco ya había tardado ¿Cuánto?, media hora, o quizás menos, ¿o más?. Todo ese tiempo Hermione había estado sentada en el mismo banco tamborileando con la varita en la madera sintiendo como su paciencia se escapaba con cada segundo.

    << Nada le pudo haber pasado, nada…>>

    La chica trataba de calmar a su asustada mente que ya había recreado en aquellos minutos más de una vez alguna posible muerte de Draco. Quién sabía que estaba haciendo el Slytherin en aquellos pasillos o que horribles cosas le estuvieran pasando. Entonces comenzó a escuchar unos pasos, primero tenues, luego más fuertes. Al principio, asustada, alzó su varita hacia la cordillera de donde venía el ruido mientras preparaba mentalmente un hechizo, pero, entonces apareció un alto chico rubio con unos grandes ojos grises que corría hacia ella.

    - ¿¡Draco donde te habías metido!?- Comenzó a cuestionar Hermione bajando la varita.- Llevo aquí por lo me….

    El joven mago no le dejó terminar su frase, pues, en cuanto llegó a ella, la acalló poniéndole una mano en la boca y jalándola hacia una cómoda que se encontraba en medio del pasillo adornada con flores. La muchacha trataba de soltarse y quitarse su mano de encima, pero, Draco era más fuerte que ella y logró abrir las pequeñas puertas del mueble y meterla junto con él dentro cerrando las puertecitas después. Incluso después de esto, el chico no apartaba su mano de la boca de Hermione quién seguía forcejeando con él. Harta, le miró interrogante y lo único que el chico le dio por respuesta fue un ademán poniéndose el dedo índice en los labios indicando que se callara. Entonces, ambos escucharon pasos. Fuertes y decididos avanzaban en aquella dirección. Lentamente, Hermione se asomó por la rayita de luz que dejaba pasar el espacio entre una puerta y otra mientras Draco hacía lo mismo y le quitaba la mano de la boca. Entonces comprendió porque el rubio había actuado así cuando llegó. Frente a ella, con su mirada llena de locura, desafío y sangre estaba Bellatrix Lestrange, varita en mano y pasos cautelosos. Pero eso no era todo detrás de ella, había un hombre muy alto, pálido, con una larga cabellera rubia y ojos grises. Lucius Malfoy.

    - Te digo que escuché algo por aquí- le dijo Bellatrix al padre de Draco con aquella voz que le provocaba dolores de cabeza a Hermione.

    - Déjalo ya, seguro no es nada.- Respondió el señor Malfoy muy cauteloso ya que estaba visiblemente espantado de lo que ella pudiera hacerle.

    - ¿¡Cómo no va a ser nada si también vi una sombra!? – Le respondió ella mirándolo desafiante.

    - …Bella – Objeto Lucius tragando saliva primero y respirando hondo para darse el valor que no tenía- Lo principal es encontrar a la serpiente y llevársela al señor tenebroso, esa es nuestra tarea.


    En eso, Hermione, tratando de acercarse más a las aperturas de las puertas se deslizó
    , y entonces, sintió un profundo corte en la muñeca, al hacerse para adelante se rasgó la piel con la fina hoja de la espada de Gryffindor, la que había estado hasta aquel momento en la mano de la chica sin causar inconvenientes. Al sentir el dolor del metal entrar en su piel no pudo evitar dejar escapar un leve gritito de dolor aunque rápidamente se acalló con su propia mano. Los segundos que pasaron parecieron una eternidad, ambos chicos dentro de la estrecha cómoda contenían el aliento. Los pasos fuera de la cómoda se escucharon más cerca y los jóvenes adivinaron, por el traqueteo de los tacones que se trataba de Bellatrix.

    - ¡Lucius!, ¡escucha!. ¡Escuche algo!

    - Yo no escuché nada…

    - ¡TONTO!, Lo oí muy claro


    - Bellatrix,- Empezó el señor Malfoy tomando valor- Déjalo ya, vamos a buscar a la serpiente.

    - Hay algo aquí Malfoy, lo sé.

    - Quizás algún fantasma jugando una broma, vámonos de aquí.

    Se escucharon ambos pares de zapatos caminando por el pasillo, Draco dejó escapar un silencioso suspiro de alivio, aunque a Hermione se le hacía raro que la mortífaga se dejara convencer tan rápido.

    - Quizás, quizás lleves razón Lucius…- Dijo Bellatrix con un tono burlesco que Hermione conocía muy bien.

    La chica dentro de la cómoda sentía como si se fuera a ahogar.

    - ¡A menos que estés realmente equivocado!

    Dicho esto la maga oscura se giró violentamente apuntando con su varita a las cómodas.

    - ¡Bombarda extrarius! – La mortífaga se dobló para dejar escapar una risa mirando al techo mientras los pedazos de madera caían por doquier.

    Lo que siguió fue rápido, al escuchar la explosión de la cómoda contigua, Draco, sabiendo que seguían ellos aferró a la chica protegiéndola con su cuerpo mientras esta escondía la espada detrás de ella. La explosión los hizo chocar contra la pared dejándolos indefensos a la vista de los dos mortífagos.

    - Pero miren-que-tenemos-aquí…- Bellatrix se paseó divertida alrededor de los dos chicos que seguían en el suelo abrazados. –El pequeño Draco Malfoy, y una amiguita. La sangre sucia Gryffindor.

    La bruja recalcó las últimas 4 palabras mirando fijamente a Lucius.

    - Quién diría, que tú, descendiendo de una noble casa como la nuestra, teniendo los honores que te ha concedido el señor tenebroso… seas, nada más que un sucio traidor. – La mujer abrió mucho los ojos y apuntó a los chicos con su varita.- Así le pagas, así le pagas a nuestro señor, con traiciones…. ¡NO ERES MÁS QUE UN SUCIO TRAIDOR DRACO MALFOY!. ¡RUMORES, TODO EL MUNDO LANZABA RUMORES CONTRA TI Y LA SANGRE SUCIA INMUNDA, PERO NI YO NI TU MADRE QUISIMOS ESCUCHARLOS!.

    Parecía que Bellatrix había perdido el control de un momento a otro pero entonces, se volteó lentamente hacia el padre de Malfoy, quien había estado, hasta ese momento, quito como piedra.

    - No voy a pasar esto por alto- Hizo notar la mujer prosiguiendo más tranquila.- Pero primero… Veamos que piensa tu padre de esto. ¿Estás decepcionado Lucius?

    El hombre no respondió, seguía mirando a su hijo y a la sangre sucia, desafiantes y abrazados mientras parecía esperar despertar de un mal sueño.

    -¡CONTESTA! – La mortífaga al ver que el hombre no despertaba de su letargo alzó nuevamente la varita hacia la pareja. - ¡VAIS A MORIR, PAGAREIS POR ESTO!.

    Hermione, incapaz de reaccionar, escondió el rostro en el pecho de Draco quien la apretó más fuerte, esperando el impacto… En eso, Lucius pareció despertar de golpe, y sacando su varita de la funda apuntó a la Tía de su hijo.

    - ¡No te atrevas! – Y diciendo esto, el mago lanzó un hechizo contra la maga oscura, quien, desprevenida, cayó al suelo.

    Los chicos reaccionaron rápido, como tocados por un rayo, de enderezaron de golpe y Hermione, aún con la espada escondida tras la espalda, miró al señor Malfoy interrogante.

    - ¡Corran Draco!- Mandó Lucius apuntando con la varita a Bellarix
    .
    Los jóvenes querían negarse, querían ayudar, pero en eso, escucharon un agudo grito con una voz, tan conocida…

    Deje que mi corazón se acelerara, ya no había razón para detenerlo. No me importó cuando la adrenalina devoró mi cuerpo ni cuando mis piernas me dolieron de tanto correr. Ese grito, yo lo conocía, era un grito de puro terror, el grito del último aliento, el grito que alguien da solo cuando puede sentir el frío suspiro de la muerte en su rostro. Era el grito que poblaba todas mis pesadillas. Salté cuerpos, esquivé enormes charcos de sangre roja, tuve que pasar por encima de muchos conocidos y de muchos lugares significativos, ahora destruidos. Por ejemplo, esa pila de escombros, allí fue donde Harry y Ron se saltaron las clases de pociones, allí fue donde yo tuve que acompañarlos. Esas enormes rocas… antaño eran una gran construcción donde yo había pasado las horas leyendo cuando la biblioteca estaba muy llena, allí también fue donde Victor Krunk me invitó al baile.
    Perdí la noción de cuantas escaleras habíamos bajado ya, pero yo sabía a dónde dirigirme, como si el eco del grito siguiera flotando en el aire y guiándome hacia su origen. La espada que tenía en la mano me desequilibraba y hacía más difícil el correr. Draco, detrás de mí, saltó por poco el cuerpo del señor Filch, manchado de sangre, como siempre acompañado de su gata. Nunca nos había caído bien, pero le habíamos cogido cierto cariño, y mientras lo dejábamos atrás, le susurré un adiós. Nos encontrábamos en una zona bastante destruida del castillo, las escaleras parecían frágiles y la única luz que entraba era de un par de enormes ventanales que tenían el escudo de Hogwarts, mi hogar, grabado de ellos. Pude ver de reojo, mientras corría un patio, las columnas de mármol, antaño imponentes, se encontraban ahora destruidas sobre el césped, y la sangre, la sangre manchaba todo allí, aún así, pude reconocerlo, allí fue donde Draco y yo, nos dimos nuestro primer beso.

    La simple visión de la escena desarrollándose frente a ellos hizo que ambos chicos frenaran en seco y espantaran cualquier pensamiento de su mente. Allí estaba Luna, la extravagante chica rubia, con sus enormes ojos azules y su piel más pálida de lo normal, derrumbada en el suelo. Junto a ella, Nevelle, con la cara manchada de sangre, la abrazaba de forma protectora aunque en sus ojos se reflejaba el más puro de los terrores, ambos desarmados, ni siquiera con varita, tenían delante a Nagini, la enorme serpiente se erguían ante ellos enseñando sus colmillos de forma amenazadora mientras Longbotton la miraba fijamente como queriendo distraerla con su mirada, Hermione se fijó en que tenía en la pierna una enorme mordida. Mil pensamientos les cruzaron a la pareja por la mente, demasiados, Hermione estaba allí, hecha piedra, incapaz de reaccionar. La serpiente echó su largo cuello para atrás cogiendo impulso y entonces, alguien reaccionó, no fue la chica de cabellos castaños, fue Draco, Draco Malfoy. El rubio corrió hacia los indefensos magos. Él no los conocía, había escuchado hablar de la Lunatic, a Nevelle siempre lo había molestado, recordaba aquella vez cuando le robo la recordadora en primer año, eran incontables las veces en las que le había molestado junto con sus compañeros Crabbe y Goyle. Eso ya no importaba, no más, lo que importaba es que eran amigos de Hermione, a ella le importaban, y eso era suficiente. Tomando prestado un valor desconocido para él, plantó su cuerpo frente a la serpiente, hizo de escudo humano para Luna y Longbotton y cerró los ojos, esperando el dolor. Nunca llegó, no sintió la sangre corriendo por su pecho, no sintió los colmillos penetrando su piel, no sintió nada. En lugar de eso, al abrir los ojos no se encontró con la oscuridad, no se encontró con una imagen borrosa ni con el sentimiento que le hacía desear que todo fuera un mal sueño. No, en su lugar había una chica, su blanco rostro estaba salpicado de sangre oscura, sus fracciones eran feroces y su cabello rizado volaba en olas castañas alrededor de ella. Allí estaba Hermione, hermosa y letal, mientras que sujetaba con ambas manos la espada de Gryffindor que relucía como nunca y cortaba a la mitad a la serpiente, a Nagini, al último horrocrux.
    ~

    Un estruendo, explosión, gritos y destrucción. Los cuatro jóvenes vieron como los enormes ventanales que estaban frente a ellos explotaban llevándose con ellos el hermoso escudo de su escuela. Se convirtieron en millones de pedazos de vidrio que caían brillantes y mortales. Luna y su compañero lograron esconderse rápidamente bajo unos escombros. Hermione sintió como la empujaban al suelo y vio como Draco la abrazaba interponiendo su cuerpo entre ella y los cristales. La chica por simple impulso sacó la varita lo más rápido que pudo y gritó el hechizo cuando podía ver cristales cayendo a su lado.

    <<¡Wingardium Leviosa! >>

    Abrieron los ojos jadeando. La chica se apresuró a mirar a Draco, a ver la gravedad de sus heridas, pero no, no había ninguna. La espada seguía tirada allí donde Hermione la había dejado, al lado del cadáver de la serpiente y cubierta de brillantes cristales. Todo, todo el suelo estaba cubierto de fragmentos de vidrio, todo, menos a su alrededor. El hechizo había funcionado. Lentamente, Hermione y Draco se incorporaron, querían abrazarse, llorar, reír porque estaban vivos, pero antes, había otra cosa. La chica tomo con delicadeza la mano del Slytherin quien, entendiendo la silenciosa señal, extendió su brazo izquierdo. Ya cuando el chico dejó al descubrió todo su antebrazo, fue cuando Hermione comenzó a llorar, a llorar de alegría. No estaba, nada, la marca tenebrosa había desaparecido, al igual que Lord Voldemort.


    EPÍLOGO:
    Los estudiantes caminaban en grupos por los pasillos de Hogwarts. El director de la institución, pasadas unas semanas, anunció que el colegio estaba abierto para todo aquel que deseara terminar el año escolar, para despedirse de sus compañeros, para saber que estaban bien. Ese era el último día, Aunque las pérdidas y el miedo seguían presentes en los corazones de todos, la gente había comenzado a sonreír de nuevo, a seguir con sus vidas. Aún se veían algunos escombros por los pasillos y todo el mundo sabía que Hogwarts ni iba a ser el mismo, pero allí iba a seguir y eso era lo más importante. Desde la batalla, Harry gozaba de una nueva popularidad, todo el mundo se amontonaba para despedirse del niño que vivió dos veces, mientras este les sonreía estrechando fuertemente la mano de Ginny. La chica pelirroja había logrado salir bien parada de toda la pelea, aunque todavía se estaba haciendo la idea de que el profesor Lupin la recogiera cada luna llena y la llevara a un lugar donde no hiciera daño. Lo bueno es que contaba totalmente con toda su familia y su nuevo novio. Ron había decidido quedarse en casa, ya que tenía unas cuantas lesiones en los brazos pero la señora Weasley decía que exageraba. En la entrada, la profesora McGonagall y el profesor Dumbledor les deseaban felices vacaciones a los chicos. Por su parte Luna estaba preparando a Nevelle para irse ese verano con ella y su padre ya que el señor Lovegood al enterarse de la relación de su hija y el chico lo había invitado ansioso, y este, vislumbrando una temporada lejos de su abuela, había aceptado encantado. Hagrid se había abierto paso entre la multitud que rodeaba a Harry y lo abrazaba con fuerza felicitándolo por “La nueva señora Potter”, muchos juraban que el sensible gigantón estaba llorando. Dos figuras se veían al final del corredor, frente a frente. Hermione miraba a los ojos grises de Draco esperando.

    - Bueno, hasta el próximo año. – Dijo ella tendiéndole la mano.

    - No seas ridícula Hermione- Le dijo el rubio con una media sonrisa.

    - No soy ridícula, me estoy despi…- La joven no había podido terminar, el chico, pillándola desprevenida le había plantado un suave y rápido beso en los labios.

    - Debes dejar de hacer eso-Le reprendió ella con una amplia sonrisa y un leve sonrojo.

    Draco y la Gryffindor habían comenzado a salir abiertamente, no les importaba que pensaran o dijeran de ellos, la gente ya había comenzado a hacerse la idea. Los padres de la chica estaban encantados con Draco mientras que los señores Malfoy lo soportaban a duras penas. Narcissa había logrado que no metieran a su esposo en azcaban y con eso y la nueva novia de su hijo tenían mucho de lo que preocuparse. A Hermione le había dejado impresionada como el Slytherin había reaccionado con sus padres cuando ella se los había presentado la semana anterior (Tomando en cuenta que el chico había estado los últimos años de su vida lanzando pestes de muggles y sangres sucias por doquier el que pudiera charlar con su madre ponía orgullosa a Hermione).
    La chica se dio cuenta de lo mucho que el joven hacía por ella, y entonces, sin pleno aviso, al borde del llanto, lo abrazó fuertemente escondiendo la cara en su pecho.

    - Estas vacaciones te voy a extrañar Malfoy.

    Y el chico abrazándola fuertemente puso los labios en su nuca aspirando su delicioso aroma.

    - Yo más a ti, mí querida sangre sucia.



    Así, con el total de 123 páginas y más de 40,000 palabras, me despido de esta historia, cierro lo que fue para mí un capítulo importante de mi vida. Había una vez una chica quien quería ser escritora, había una vez una chica que prefería estar sola en la escuela para leer, había una vez una chica que prefería sus amigos de papel a sus amigos de carne y hueso, esa chica alguna vez no encontró lo que buscaba en un libro, esa chica que no tenía más de 8 años vació estanterías enteras, leyendo cosas que sus compañeros jamás habían leído, y aun así, no encontró lo que buscaba. El hambre de más, la llevó a la única solución posible, escribir sus propias historias. Esa misma chica alguna vez se maravilló por un libro, esa misma chica escribió como deseo ir a esa escuela de magos y brujas. Ella talló su varita, ella hizo una pequeña maleta, y al cumplir los once años, esperó pacientemente, frente al buzón, sin resultado. Ella comenzó a escribir lo que soñaba y su versión de aquella historia. Esa chica, soy yo, y os agradezco a todos por haberme apoyado en este proceso. No tienen idea de la cantidad de historias comenzadas y jamás terminadas que tengo en mi computadora y esparcida por los cuadernos de la casa, esta es una de las pocas que terminé y una de las más largas. Pido perdón, repetí este capítulo mil veces, jamás me gustaba el resultado, y cuando me gustaba siempre tenía algo que añadir.
    Tengo nuevos proyectos para subir a esta página, algunos de estos son fanfics sobre:
    Lily Potter y Severus Snape

    Rose Weasley y Scorpius Malfoy


    Y algunos sobre un libro que últimamente ha hecho mucho ruido por todo el mundo, los juegos del hambre, si no lo habéis leído, les diré que se los recomiendo al 100% y que lean bajo su propio riesgo, yo, una vez que comencé, no pude parar. Y sin más me despido, por esta vez.
     
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    TheVictimSoul

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    Hola! gracias y de verdad perdón por la tardanza, realmente agradezco que me leas y de verdad que me encantó tu comentario. Ojalá me pudieras decir que piensas de mis siguientes proyectos :D
    besotes


    Waaaa perdona por dejarlos así 0.0 .
    Hahahaha amo el drama xD... Sobre Ron, noo, no creo que todos los hombres sean igual de brutos xD son simplemente "impulsivos". xDDDD Siempre agradezco tus comentarios guapa y de verdad que te agradezco que me hayas estado siguiendo todos estos meses comentando cada capítulo. Lloraré :)

    Hola!!! que gusto tenerte aquí :D, Me siento genial de que te guste!!!, ya está el último cap, es algo largo (ejem ejem mucho xD) y espero te guste.
    BESOOOOOOOTES

    Sashaaaaaa hola! No te preocupes, si hay alguien que sabe de eso de olvidarse en entar a la pag, esa soy yo xD. Hahahahaha tus dedos deben dolerte xD siiiiii que bueno que te gustó <3, Okay la escucharé. Hahahahaha sii ojalá te guste la conti. Besoootes guapa que te quiero más y dime si tienes algo que publicar en el sitio que se me antojó leerte xD

    PD: claroooo llamame como se te plazca Sasha- nim :D
     
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    Dann

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    Creo que soy la Pirmera en comentar, lo cual en serio que me llena de felicidad.

    Que te puedo decir, a mi parecer con el paso de los capitulos te he comentado que amo y me fascina como escribes, creeme que este fic me ha gustado muchisimo, amé este capítulo, a pesar de que es el último lo disfrute, aunque por ahí una pequeña falta de ortografía.
    No puedo creer que haya acabado, GRACIAS este es un buen regalo para navidad, porque en serio que te habías tardado en subir la conti, casi pierdo la cabeza y te mando a buscar para que subas la continuación.
    Me pareció exelente el final, ame la parte de la serpiente, y acepte al padre de Draco, total era su hijo. Dios ya no se que escribir, porque sería estarte repitiendo lo mismo de siempre:

    <<<Amo tu fic>>>
    <<<Escribes grandiosisimamente grandioso>>>
    Sin palabras, debo de confesar que se me salieron una que otra lagrima, digo la emoción, Draco y Hermione por fin juntos...buaaa, que felicidad;)
    y los padres de Hermione son lo mejor y los de Draco, bueno, por lo menos lo intentan!!!
    Voy a extrañar leerlo y emocionarme cada vez que veía mis alertas y decía <<<Victimil Soul respondió "Del amor al odio solo hay un paso", estoy triste pero feliz [:
    Ten por seguro que si neceesitas ayuda o lo que sea estare ahí, y que más espero leer más de lo que escribes, y me parece buena idea lo de los otros ff, los esperare.

    Sin mas ni menos, me retiro [:
     
  20.  
    Alix Cullen Bellamy

    Alix Cullen Bellamy Entusiasta

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    Escritora
    Hola!!!!!
    pff he derramado una lagrimitas hehehe muy lindo todo el fic,
    creo que te lo habia dicho antes y si no ps te lo digo hehehe me encanta la pareja de Draco y Hermaione,
    se me hace tan contradictoria, interesante y linda hehehe
    me gusto el detalle de los papas de Malfoy, mas de su papa defendiendolos a ambos de Bellatrix
    en serio tienes un gran talento para escribir amiga mia y estare encantada de leer tus proximas historias.
    Oceanos de amor y millones de besos.
     
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