Decepción [Neji & Tenten]

Feliz! Feliz!
Con todos los hermosos comentarios que me dejaron por la continuación de la historia, aunque creo que algunos pueden borrarlos por considerarlos spam :S (detesto eso ¬¬)
Bueno, y como estuve algunos días desaparecida producto de estas festividades... el inframundo no quería soltarme, pero tuve que ser fuerte y luchar contra los vicios para estar de vuelta. ._.
Y que año nuevo más movidito el de mi querido Chile! Con un hermoso temblorcito que en cualquier otra parte hubiese sido terremoto, pero acá es "réplica" xD
Sin más, les dejo la continuación, que es algo más "relajado", pero ya empieza lo emocionante nuevamente.
Besos, espero sus comentarios.

Huir.​

Estaba decidida a seguir adelante sin importarle que Neji ya supiera la verdad.

Habían pasado ocho días desde que él se enteró de su embarazo, y en todo aquel tiempo jamás se había pronunciado al respecto, ni siquiera lo había visto, dándole a entender con esa actitud desinteresada que saber que ella estaba embarazada le importaba una jodida mierda.

Intentaba que ese pensamiento no la afectara; se enfocaba en no pensar en cualquier cosa relacionada con Neji; ya salía de su casa para no permanecer oculta como una cobarde. A sabiendas que su antiguo compañero no estaba interesado le hacía entender que no tenía nada que temer, además, contar con el apoyo de Kankurou le daba un pilar para sostenerse y seguir.

―Tenten ―la profunda voz pronunciando su nombre, hizo que detuviera su andar de camino a su casa. No tuvo que voltear para saber quien la llamaba.

―Hiashi-sama ―pronunció a modo de saludo respetuoso, volteando lentamente para enfrentar a su interlocutor.

―Ya sé que estás embarazada ―comunicó el líder de los Hyūga sin rodeo alguno― y es mi deber como cabecilla del clan, hacer algo al respecto.

―¿Algo al respecto? ―repitió la mujer visiblemente contrariada―. ¿A qué se refiere con eso?

―Tu hijo es un bastardo ―las crueles palabras salieron con tanta normalidad que Tenten se cuestionó nuevamente si los miembros de aquella familia poseían sentimientos o emociones―, Neji cometió un error grave que no puede salir a la luz; sería un desprestigio para el honor del clan que alguien supiera que embarazó a una mujer que no es su esposa.

―Mi hijo nunca será un bastardo ―sentenció la castaña con rabia―, y si usted considera que Neji cometió un error, realmente me importa una mierda. Yo no andaré por ahí contando que éste hijo que espero es un Hyūga, es algo que me tiene sin cuidado. Y jamás, escúcheme bien, jamás permitiré que usted o alguien de su maldita familia haga algo en contra de mi hijo.

―¡No puedes ocultar una línea sucesoria que lo delatará como miembro del clan! ―profirió Hiashi bruscamente. Comenzaba a perder cada vez más fácilmente la paciencia―. Toda la aldea sabrá de inmediato quién es el padre, y yo no puedo permitir eso. Te pido que te vayas… ―propuso un poco más calmado―. Yo no sería capaz de atentar contra ti o contra el hijo de mi sobrino, pero otros miembros del clan sí lo harían, es por eso que te pido que te vayas de la aldea; yo me haré cargo de los cuidados de tu embarazo; el dinero para mantenerte a ti y al bebé no será problema, pero te pido, por favor, que te vayas de Konoha.

Tenten sonrió con burla; sus ojos expresaban claramente la decisión que había tomado ―Yo no voy a huir de la aldea; no escaparé como una cobarde de aquí. Continuaré mi embarazo hasta el final, y sepa bien que nunca en mi vida le pediré algo a usted, a Neji o a cualquier miembro de su familia. Yo me haré cargo sola de mi bastardo ―remarcó con especial ahincó las últimas dos palabras antes de voltearse y seguir su camino.

Hiashi Hyūga se quedó estático, observando la espalda de la chica que cada vez se alejaba más de él. La misma que lo había dejado con la palabra en la boca.

 

Soy fácil U.U
Mi querida Haine me convence fácilmente de subir la continuación de la historia. Pero viendo que he tenido los comentarios suficientes de quienes me leen (ya que son las mismas siempre, y agradesco enormemente eso), les traigo la continuación.
Espero sus comentarios y les advierto... les dije que las cosas se complicarían.

Padre.​

Estaba seguro que su mala fortuna nunca acabaría, y se contrariaba enormemente pensando y dándose cuenta que no sabía por qué.

La cobardía resonaba como el principal motivo de su desdicha, y la palabra destino resonaba nuevamente en su cabeza. Porque él se propuso luchar por forjar su propio camino; ser capaz de tomar sus decisiones; ponerse una meta y no descansar hasta conseguirla, pero ahí estaba, quizás más atrás de su punto de partida, recriminándose cuando ya era muy tarde.

La impaciencia siempre fue característica de él, aunque muy pocos lo supieran. Se había esforzado toda su vida en ocultar cualquier tipo de emoción que pudiese delatarlo, pero en el último tiempo y con todas las situaciones miserables de su vida, la máscara en la que siempre se escudaba se había roto, en miles de pedazos.

Cuando vio a la sonriente mujer de cabello rosado acercarse, supo que simplemente era un hombre total y completamente desdichado.

―Te felicito Neji ―dijo Sakura al detenerse frente al genio de los Hyūga―. Vas a ser padre.

No era necesario que ella se lo hubiese dicho para saberlo: ya lo sospechaba, y ese pensamiento torturaba aún más su existencia.

No la quería, no la amaba, nunca lo haría. ¿Cuántas veces tenía que repetírselo a sí mismo para dejar de sentirse culpable? Porque odiaba haber sido tan estúpido, y embarazar a su esposa.

Maldijo a sus pensamientos; a su agonía; a su dolor.

Maldijo infinitamente a su familia una vez más.

Se maldijo a sí mismo por ser tan cobarde.

Maldijo a Tenten y a su necesidad de ella. La maldijo por esta ahí cuando era mentira.

Pero por sobre todo, maldijo a su mente, por engañarlo, por ver y oír a Tenten cuando quien gemía era su esposa.

―¿Ya te dijeron? ―la voz de su esposa lo despertó de su tormento.

Él sólo se limitó a levantarse de donde se encontraba sentado, para luego abrazar a su esposa.

No era un abrazo de dicha, parecía más de compasión; por él, por ella, por ese hijo que empezaba a formarse en su vientre.

Neji era culpable de todo, siempre lo fue, y su infierno recién comenzaba porque sería padre, dos hijos, de mujeres distintas.


Y con eso, acababa de reducir a nula cualquier ínfima posibilidad que tuvo de estar junto a Tenten.

 

Bueno, después de pasar UN día sin actualizar, les traigo la continuación de la historia...
Agradezco mucho sus hermosos comentarios alentadores. Me hace muy feliz saber que les gusta la historia y que las tiene intrigadas y molestas con Neji, pero bueno, el chico es idiota (aunque muchos lo consideren un genio) y tiene que sufrir un poco por sus errores.
Sin más les dejo la continuación.

Mentira.​

El sonido de los cubiertos cayendo estrepitosamente sobresaltó a todas las presentes.

Las miradas se fijaron en Tenten, quien con la cabeza gacha miraba fijamente su plato casi vacío.

―¿Qué te ocurre? ―se atrevió a preguntar Ino debido a la extraña reacción de la castaña―.¿Te sientes bien? ―cuestionó intentando ocultar su preocupación. Ella estaba al tanto del estado de Tenten, al ser quien cuidaba de la gestación de bebé en secreto.

―Sí ―respondió la aludida sin levantar la cabeza―. No se preocupen, sólo se me soltaron.

Ocultaba sus manos bajo la mesa para que sus compañeras no fueran testigos del descontrolado temblor que tenían. No quería levantar la cabeza para que las demás mujeres presentes no vieran las lágrimas que se acumulaban en sus ojos.

Quería salir corriendo en ese momento de allí.

―Tiene dos meses ―continuó Sakura luego del imprevisto causado por Tenten―. Hace una semana ambos me visitaron en el hospital, y yo confirmé sus dudas. La chica se veía muy feliz, y Neji… pues ustedes saben; él nunca demuestra nada.

Quiso gritarle que se callara, pero tuvo miedo de que su voz sólo se escuchara como un gemido doloroso. Sentía que aquella opresión agónica de su pecho, aumentaba con malsana intención.

Ahora, las esperanzas que intentó no tener, se había muerto definitivamente y para siempre.

La esposa de Neji estaba embarazada; un hijo consagraba la unión de ellos, y ella nuevamente quedaba alejada con su bastardo.

―Pues yo también estoy cuidando un embarazo frentona ―escuchó hablar a la rubia Yamanaka cuando ésta ya no soportó más el regocijo de Sakura por ser quien cuidaría del embarazo de la esposa de Neji.

―¿En serio? ―cuestionó con burla la aludida de cabello rosado―. ¿Y de quien?

―De Tenten ―respondió simplemente Ino, hasta que sus ojos se abrieron impactados reaccionando por lo que acababa de decir.

Miró a la castaña, quien le devolvía la mirada llena de espanto y preocupación. Se suponía que era un secreto, que aún nadie debía enterarse de su embarazo, y ahora Ino lo lanzaba frente a todas las chicas que la conocían.

―¿Estás embarazada? ―ésta vez fue la rubia de Suna quien habló mirando fijamente a la castaña―. Tú estás saliendo con mi hermano ¿Él te embarazó? ―cuestionó incrédula.

Abrió la boca para responder una afirmación, pero la mentira nunca se le había dado muy bien, y la angustia que sentía en ese momento no le permitía siquiera pronunciar palabras.

―¡Por supuesto! ―fue nuevamente Ino quien habló al ver que la castaña no respondía. Ya había abierto la boca, tenía que ser capaz de ayudar a la mujer que con mucho sufrimiento le había pedido ayuda―. ¿Quién más creías que lo podría hacer?

Sakura y Hinata chillaron emocionadas empezando a lanzar comentarios acerca de la insólita relación de Tenten con el marionetista de Suna.

Ino miró a la castaña intentando pedirle perdón a través de la mirada por haberse descontrolado con sus palabras, mientras que Temari la observaba incrédula intentando que la castaña maestra de armas le devolviera la mirada.

Pero Tenten no era capaz de observar a nadie, en su cabeza sólo se repetían dolorosamente las palabras de Sakura anunciando el embarazo de la esposa de Neji.

Necesitaba salir de allí lo más pronto posible. Correr hasta dejar atrás aquel sufrimiento; llorar hasta secarse, gritar hasta quedar muda, pero así terminar con el dolor. Aunque sabía que no lo lograría.

Ya había corrido lo suficiente y el sufrimiento seguía cada vez más latente. Ya había llorado mucho, pero las lágrimas aún no se terminaban. Ya había gritado hasta desgarrar su garganta, y la angustia y el dolor seguían oprimiendo cada vez más se pecho.

Tendría que acostumbrarse a todo aquello, porque aunque pasaran años, estaba segura que la sola mención del nombre de Neji sería sinónimo de sufrimiento.

Intentó mantenerse lo más serena que pudo hasta que la cena con sus compañeras kunouchis terminó. Sonrió a los comentarios de Sakura cuando ésta le comentó que ahora entendía las razones de por qué Tsunade-sama ya no la enviaba a misiones. Agradeció las felicitaciones de Hinata por su embarazo, y trató de ignorar la mirada de lástima que la heredera de los Hyūga. Aceptó con sinceridad las mudas disculpas de la Yamanaka, susurrándole suavemente que no importaba. Y aunque se negó, al final tuvo que aceptar que Temari la acompañara hasta su departamento.

Era sabido por todos que su relación con la rubia hermana del Kazekage no había empezado de la mejor manera al ser vencida en los exámenes chūnin años atrás, pero con el pasar del tiempo lograron afianzar bastante la relación de ambas, llegando incluso a una batalla en la cual la castaña maestra de armas resultó vencedora, logrando con ello que todas las rencillas pasadas se acabaran. Ahora, podía asegurar que Temari era la única amiga que tenía, aun cuando estuvieran separadas bastante tiempo.

―Dime la verdad ―ordenó la rubia de la arena nada más entrar en el departamento de la castaña―. Te conozco, sé lo que mantenías con Neji; estoy al tanto de la relación que mantienes con mi hermano… y estoy casi segura que ese niño que esperas, no es de él.

Se detuvo a espaldas de la chica, sin ser capaz de detener las lágrimas que brotaban como manantiales de sus ojos.
Cobijada en un abrazo reconfortante de su amiga, Tenten contó toda la historia desde que se había enterado de su embarazo, el matrimonio de Neji, y la participación de Kankurou en todo ese embrollo.

 

He vuelto!
Les traigo un nuevo capítulo para continuar con la historia.
Agradezco los comentarios, aunque hayan borrado la mitad ¬¬, pero bueno... sólo les pido que si comentan, traten que no sean de aquellos que borran ¬¬.
Sin más... a leer!

Olvido.​

Siempre fue reconocido por su autocontrol; por mantenerse sereno aun en las situaciones más adversas, pero desde que su vida había dado ese giro inesperado, se había vuelta un poco más voluble, más inconsecuente, perdiendo la cordura en momentos insospechados.

Y desde que se enteró que sería padre se volvió completamente loco.

Su desesperación alcanzó niveles insospechados. No se reconocía siquiera al verse frente al espejo; aquel hombre consumido por las emociones no era él.

La necesitaba con urgencia. Extrañaba su olor, su sonrisa, su cuerpo, sus caricias, sus besos. Necesitaba con desesperación verla y sentir aunque fuera por un segundo que le seguía perteneciendo, sin importar que fuera una cruel ilusión.

Habían pasado tres largos y eternos meses desde que se había enterado que Tenten estaba embarazada; que había comunicado la noticia a su tío y posteriormente enterarse que por un maldito arrebato había embarazado a su esposa.

Tres angustiantes meses que no la había visto.

Y el descontrol tomó posesión de sus pensamientos aquella noche, y aunque sólo fuera por un momento, quiso olvidarse de quién era y todas las responsabilidades que eso conllevaba.

Como un ladrón de poca monta, entró por la misma ventana que muchas veces le dio el pase de acceso a la habitación de la castaña mujer, encontrándose con una maravillosa visión que su angustia lo hacia extrañar aún más.

Tenten dormía plácidamente; con su cabello suelto esparcido desordenadamente por la almohada y sus hombros. Se encontraba recostada de lado y la sábana que cubría su cuerpo remarcaba su silueta, haciendo notorio aquel vientre que como buena madre primeriza no era tan notorio.

Siete meses, si sus cálculos no le fallaban, Tenten ya tenía un poco más de siete meses de embarazo.

Su hijo, su bastardo, llevaba siete meses creciendo dentro del vientre de su amada compañera.

Con mucho cuidado para no despertarla, se sentó al borde de la cama, contemplándola fijamente, queriendo grabar a través de su retina aquella magnifica visión tan cercana de la mujer que tan lejos estaba.

Porque podían vivir en la misma aldea; estar a sólo unos metros de distancia, pero no podían verse, no podían tocarse, no podían amarse libremente.

Había miles de razones de por qué no hacerlo y él las sabía todas, pero esa noche quería olvidarlas.

Con uno de sus dedos recorrió el contorno de la silueta femenina. Un caricia suave, casi imperceptible, sólo lo hacia para cerciorarse que era de verdad; que ella estaba ahí y él a su lado; que Tenten seguía perteneciendo a su vida aunque se torturara creyendo lo contrario.

Con sutileza absoluta se recostó a su lado, para ver su rostro de cerca y apreciar aquellas pequeñas imperfecciones que lo surcaban; para guardar en su memoria una imagen que no quería olvidar jamás.

Podía olvidarse de todo el mundo en aquel momento, porque después de tanto tiempo la tenía a su lado. Estaba junto a ella aunque Tenten no lo supiera, y nada ni nadie podrían cambiar eso.

Ya no podía soportar más la caja de emociones que por tanto tiempo reprimió y que ahora vagaban libremente a través de él. No era tan fuerte como para seguir cohibiendo aquel dolor tan grande que lo consumía; necesitaba un calmante para poder seguir soportando el sufrimiento, y el remedio a su enfermedad lo tenía sólo ella.

Una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro de Neji al ver que ella abría los ojos y susurraba su nombre con el mismo tono somnoliento que siempre tenía cuando despertaba junto a él. Añoró tanto volver a sentir aquella emoción.

Rápidamente la forma en que Tenten lo veía cambió, transformándose en una de sorpresa e incredulidad al verlo ahí.

―¿Qué haces aquí? ―cuestionó la chica en un susurro.

Neji no respondió, simplemente alzó su mano y con uno de sus dedos selló los labios de la castaña.

―Olvidémonos de todo ―pidió mientras se acercaba lentamente a la confundida mujer.
Nuevamente selló los labios de ella, pero ésta vez con un beso que necesitaba para poder continuar.