Dear killer (SessRin)

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por RomAnce, 30 Diciembre 2010.

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    RomAnce

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    Dear killer (SessRin)
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    Dear Killer (SessRin)

    *Bueno aquí estoy de nuevo con un día anticipado por razones personales (y políticas ¬¬) ejem…
    *Meelissa-sama: ¡Gracias por seguir aquí conmigo! (T0T)!...sie, no sabes cuánto me encanto hacerlo devolver al lugar de los hechos! Jajajaja! Y los sermones! LOOOl!!
    Ése fue mi preferido! (ya verás que luego le harán efecto los mencionados-°!)
    ¿Linda? ¿Qué son los ¾? °-° tú sabéis que soy novata amore. ¿Me dirías please?

    *Pinkprincess: ¡Gracias también mi dulce princesita!, ough! Espero que estés bien!
    Sie, rosa oscuro (casi Negro-°!) con que dramaticorománticas! eh? Sie creo que sería bueno que se anexara al diccionario y bueno creo que aún habrás un par de rosas oscuras antes de la rosa clara °-°!
    *Dorian Gray-san: gracias también a ti mi preciada española! Y lo de la inspiración… jajajaja! Como le dije una vez a la querida Meelissa: “estoy inspirada hasta para ir al baño” LOOl!
    Sie, creo sinceramente que ver películas de suspenso, terror y otras más que películas “gore” le haciendo daño a mi disco duro.
    Y no te preocupes ellos vivirán y serán muy felices (bueno eso creo¬¬) ejem…
    ¡En serio será algo complicado y difícil pero estarán juntos!
    Viki: okey! Gracias mi hermana lo tomaré en cuenta.
    No sabes cuánto. Seguirás por acá o te desaparecerás? Bueno si quieres puedes venir a mi chantlin para ver la cuenta ok!°-°!

    *Sandritah-sama y Shigure-san:

    Shigure: estoy poniendo en práctica lo que me dijiste y realmente es más que satisfactorio los resultados! Gracias por todo.
    Sandritah: me encantó tu sinceridad y la gracia que espero no este pérdida para con tu servidora, en cuanto a tus invaluables consejos y correcciones que eran más que una dicha para con ésta.

    Gracias…

    Declaimers: Los personajes no me pertenecen, son obra de la sensacional Rumiko Takahashi los cuales los Utilizo para complacerme en hacer éste fic sin fines de lucro, sólo por mera satisfacción y complacencia.
    Advertencias: no sé si habrá oOC (¡no sé si se escribe así lo siento!), y si hay les pido por favor que me lo hagan saber para corregirme inmediatamente.

    *Gracias visitas por leer esta cosa.

    Capítulo#4
    “Nocivos recuerdos”

    Trastornos severos en todo el cuerpo, múltiples hematomas tanto en rostro como en cuerpo.
    Hemorragias internas.
    Pérdida de sangre notable. Posibilidades de sobrevivir: 42% de 100%.
    No pasará esta noche…
    ¾Estadística médica¾

    ¾ ¿Quién es doctora Higuarashi? ¾musitó una enfermera con la estadística.
    ¾Es Rin Sweethangel una compañera y amiga, ¡y no permitiré que muera! ¾la vio tendida en una camilla con una manta blanca, con su ropa cubierta con una chaqueta negra de dudosa procedencia que no dejaba de traslucir el charco de sangre que era en ése momento.
    Entre tubos de respiración e inyecciones intravenosas la siguió contemplando, mientras se daban prisa con los auxiliares en avanzar hacia el salón de urgencias de aquél hospital regional.
    …La escena era deprimente y penosa…
    Cerró los ojos un momento para evitar la comezón en ellos, que declaraba su inquebrantable aptitud de llorar con ansias por la víctima rendida en la camilla; su mente renuente era a querer aceptar la imagen al frente suyo.
    ¾ ¡No permitiré que muera! ¾sin querer sus pensamientos cobraron una declarante frustración en voz alta.

    **************************************************************
    Todo a su alrededor era oscuridad y eso la hacía sentir aún más vacía de lo que ya estaba.
    El tan sólo abrir los ojos era una tarea titánica; en mover los labios simplemente su mente se rehusaba.
    Quería saber si todo si todo eso era una mera ilusión o si todo lo que vivió era tan sólo una pesadilla.
    Escuchó voces, más bien murmullos que cada vez se hacían más lejanas e irreconocibles…
    Parecía que por fin su espíritu sucumbía a los brazos de la muerte, pues su cuerpo ya lo estaba.
    Eso extrañamente la reconfortaba; pues sus heridas ya no se sentían, ni tal siquiera la brisa fría; solamente un vacío profundo sin fin, del cual se encontrada sumida cayendo.
    ¾-“parece que vivir es mucho más terrible que morir…”¾pensó. Mientras sus manos danzaban a su costado presa de la a nada.
    ¾Rin…¾
    ¾...¾resonó la apacible voz en su interior como en un principio, como en aquél callejón sin salida, sólo que ahora en medio de las inaccesibles tinieblas que la rodeaba.

    Apretó los ojos…
    ¾Rin…¾
    ¾...¾allí estaba de nuevo sin duda. Volvió a abrir los ojos pesadamente en su ensueño de muerte y se vio forzada a cerrarlos tan pronto lo hizo; pues una luz enceguecedora la envolvió por completo haciéndola contraerse cual ovillo.
    ¾ ¿Qué ocurre, qué pasa?... ¾en vez de un reclamo salir de sus labios, lo único que consiguió fue una súplica en ellos.
    ¾Tu existencia aún no debe culminar, puesto que tu misión no está completa…serás un testimonio y arrullarás en tu corazón al desdichado de la vida, mi dulce y amada Rin…¾
    ¾...¾
    La luz que irrumpió una vez, tan pronto como vino así mismo se fue; y las tinieblas espesas volvieron a reinar en su entorno.
    Cuando apenas sentía el frío beso de la muerte arrebatarla una vez por todas envolviéndola hasta los tuétanos y subyugándola, un pitido estridente le llego taladrando el sentido auditivo que se creía perdido, y sin darle un segundo, un escalofrió envolvió su pecho; concentrándose justamente en su corazón cual diminutas cuchillas martirizantes traspasándola.
    …su corazón dejó de latir por un momento…
    Escuchó levemente la alarma y las voces estresadas de desconocidos.
    El sentido que se creía recuperado desapareció tan pronto como vino.
    En su pesadumbre un choque eléctrico sobre su pecho la quebrantó. Fue muy doloroso. Mucho más que las espadas traspasándola sin piedad y los fuertes golpes que recibió de los desalmados sin compasión.
    Antes que pudiese asimilar o mejor dicho recuperarse de aquello, llegó otra vez el martirizante dolor.
    Eran los esfuerzos por reiniciar su corazón, volverlo hacerlo latir normalmente a como dar el lugar con choques eléctricos, que después alternaron con métodos manuales de resucitación.
    Rin intentó mover los labios nuevamente para decir algo; Rogarles que se detuvieran, eso era demasiado cruel.
    ¡¿Por qué simplemente no la dejaban y ya?!¡
    ¡YA NO TENÍA RAZONES PARA VIVIR POR DIOS!!
    Pero no pudo encontrar la forma de declararles su inconformidad y abnegación a la ahora añorada muerte, y sin previo aviso su mente, alma y corazón sucumbió a un agujero negro del cual no tenía la certeza de salir…

    **************************************************************
    — ¡Rin vamos, VAMOS TÚ PUEDES! — declaró Kagome con ambas manos sobre el pecho de la mencionada, mientras se escuchaban tres latidos y luego el silencio de los mismos.
    — ¡RAYOS! — nuevamente pasó lo mismo y el silencio de los mismos…
    Se giró abruptamente sobre sus talones dando órdenes firmes para volver a reiniciar los torpes latidos.
    — ¡Hagan lo imposible ya que en lo posible no da la oportunidad! —
    Miró a la causante de su frustración, pálida e indiferente a su entorno.
    Esto le humedeció los ojos nuevamente, sólo que más intensamente que la primera vez.
    —Rin-chan…—declaró a penas con hilo de voz la doctora Higuarashi.

    ***********************************************************

    En una amplia sección de aquél hospital se encontraba Kagome aturdida en el sillón principal.
    Mirando incrédula los papeles en sus manos, mientras los apretaba luego sin compasión.

    —Todo lo que estuvo a mi alcance lo hice, pero…—unas torpes lágrimas mal contenidas surcaron su piel trigueña.
    —No pude…se fue... —
    Su visión primera que consistía en el (ahora arrugado) registro de la defunción de Rin, se tornó a una despectiva y molesta hacia el ventanal atrás suyo, directo al cielo nocturno desde su elegante sillón de cuero negro de su oficina.
    — ¿Cómo pudisteis permitir algo así? — declaró con evidente ira y frustración en las delicadas
    Facciones féminas.
    —Lo que para el hombre es imposible, para mí no lo es…—se consternó interiormente con tal declaración, más sin temor con tal sublime y extraña sensación(a su parecer) se atrevió a cuestionar con la indignación marcada:
    — ¡Lleva 7 horas muerta! —
    — ¿Crees en milagros? —
    Volvió a escucharla apacible voz desde su interior. Kagome sólo resopló con evidente frustración.
    — ¡YO NO SOY RELIGIOSA! —
    —Dios no es religión, es real. —
    Se encontraba de pié, con ambas manos hecha puños sobre el escritorio y con el semblante sombrío por tal descabellada situación. ¡¿Qué rayos fue eso?! ¿¡Un maldito juego sádico de su demacrada mente y corazón?! Eso era simplemente inaudito…
    Volvió a sentarse nuevamente, cayendo con pesadez en el progreso y con ambas manos cubriendo su rostro.
    Miró levemente entre sus dedos el arrugado documento a un lado del elegante escritorio:
    “El registro de defunción de Rin Sweethangel”
    Su mirada oscura se entrecerró levemente.
    —“Es inaudito…”—
    Pensó. Mientras cerraba los ojos por completo y en su interior se inundaba de una extraña tranquilidad y paz desconocida.
    —“Milagros” —
    —Quién sabe…—
    Musitó adormilada mientras sus párpados pesaban más y más hasta el punto de rendirse y quedar apaciblemente dormida por el extraño confort interior…

    ******************************************************

    En medio de la oscuridad sobre un gran ventanal de lujosa suite del hotel
    “THE LOWEN” en Nueva York, se encontraba ÉL sumido en el panorama frío y deprimente, en medio de la tranquilidad y la soledad que siempre lo inundaba.
    — ¡Sesshomaru-sama! —
    Bueno. Momentos siempre interrumpidos por su escandaloso mayordomo.
    Lo miró apenas determinándolo por el rabillo del ojo; la acostumbrada mirada por el antaño que sólo correspondió con una sonrisa ladina truncada extrañamente, ya que siempre sonreía
    (De cierta forma) abiertamente.
    Algo no estaba bien, debía reconocerlo ante tal interrupción, pues, lo llamaba con intranquilidad, desespero y en extrañas ocasiones a decir verdad, irrumpía su tranquilidad y privacidad de la forma que ahora lo estaba haciendo.
    — ¿Para qué osas interrumpirme? —
    Declaró, de una manera autoritaria y más fría que de costumbre el amo.
    —A-amo, amo bonito…—
    Comenzó a frotarse las pequeñas manos arrugadas por la edad mientras se daba valor para decir lo acontecido escasas siete horas, contemplado con el alma en vilo la expresividad de su tajante y malhumorado “niño” bonito.
    —Habla. —
    Se estaba irritando.
    —La chiquilla esa, la que dejó en el hospital se…esta muerta. —
    Jaken entornó su mirada a la dorada al frente suyo y no supo que reacción se llevaba a cabo en el interior de Sesshomaru. Tras unos momentos que parecieron siglos en un silencio sepulcral en aquel real habitáculo, el viejo sólo se percató de la mirada serena y sin emoción del estoico hombre.
    —Era de esperarse. —
    Declaró más con solemnidad que con arrogancia; rompiendo el silencio del lugar.
    Se volteó con parsimonia lentitud, ubicándose de nuevo a su visión primera en aquél ventanal: el oscuro entorno, de cientos de edificios sucumbidos en un delicado velo de nieve.

    Jaken vio cómo su amo se exponía mas al ventanal, sintiendo pena interior por verlo en tan acostumbrada situación que simplemente siempre sabía evitar o evadir.
    Sesshomaru podría ser muy distante, aparentemente carente de emoción alguna pero no por eso era un “ser estoico cual dios griego sin compasión ni sentimientos”, como superlativamente lo declaraban siempre en la alta alcurnia.

    Como sabía de antemano Jaken tenía el vago presentimiento de que detrás de aquél témpano de hielo que cubría su ser en especial su corazón, se encontraba discretamente guardados sentimientos cálidos evadidos o simplemente desconocidos hasta para él mismo susodicho.
    Bajó la mirada y comenzó a meditar, mientras se disponía a entablar una breve y extraña conversación con su amo bonito y finalmente desearle buenas noches.


    El aire frío talaba sus huesos sin compasión y a la vez le dificultaba la respiración, con la camiseta maga larga recogida hasta los codos de tela de algodón color blanco, no ayudaba en reconfortarle ápice alguno de la frialdad de su entorno.

    En su rostro no se reflejaba nada, más que un simple semblante hueco e inexpresivo, con una mirada serena y sin emoción ocultos levemente por los densos flequillos de su clara cabellera, casi tan blanquecina como la nieve misma, y su piel pálida y clara con un leve sonrosado a causa del inclemente frío a su disposición.
    A pesar de todo lo que se confabulaba a su alrededor, incluso el mismo frío que intentaba hacerlo retroceder, no se inmutó siquiera en moverse; pues estaba absorto.
    Absorto en sus nocivos recuerdos…
    —“Dieciocho años…”—pensó. La herida torpemente suturada en su alma y corazón era carcomida día a día y no se le brindaba reposo.
    Excepto, unas cuantas veces que podía contar hasta con los dedos, en las cuales se le brindó un leve pero reconfortante.
    Aquella vez, su mirada y su torpe pero no menos sincera sonrisa como la primera vez.
    Entrecerró sus enigmáticos ojos dorados, haciéndolos apacibles y extrañamente algo cálidos.
    Aquél sutil gesto de ésa chiquilla le reconfortaba de cierta forma, olvidándose de su dolor…
    Sus pensamientos se hacían nada, su sed de sangre se difuminaba y su corazón…
    Y volvía a meditar, recordar, y comprobó que nadie le había hablado de ésa manera a excepción de Kaede-sama, pero en éste caso, ¿por qué tendría que ser tan diferente?

    —“Ésa mirada, sus palabras…”—
    Y se volvía a decir el por qué de aquello le conmocionaba tanto.
    Era estúpido o quizás…no tanto.
    Kaede siempre le había exhortado, motivado o muy de vez en cuando reprendido de una manera muy sutil pero, aquella pueril criatura osó desvergonzadamente hablarle o más bien declararle de una manera acusadora y con declarante pesar y compasión.
    Sintiendo su dolor de su corazón; de él, un asesino por venganza; de ella, un ángel sin alas…
    Siempre recibía mirada lujuriosas, coquetas y conllevadas con palabras de doble sentido, debido a que era un hombre singular, de elegancia, de gallarda estatura y semblante delicado pero no menos masculino.
    Sólo esa maldita frialdad e indiferencia, lo hacían ver tétrico e intimidador, dándole un aire misterioso y atractivo masoquista para las ilusas admiradoras.
    Nunca le habían hablado de ésa manera que contuviese sentido de reprensión pero a la vez de interés.

    —“Interés…”—
    Interés sólo por su posición social, su fortuna, pero nada que ver con su persona.
    —“Compasión…”—
    Jamás se le habló de ello, siendo que lo reconocían como un hombre carente o indiferente a tal, además de intimidador.
    —“¿Amor?…” —
    Frunció levemente el enseño y su expresión se ensombreció por breces momentos.
    Amor fraternal una vez, sus padres. Bueno en ciertos términos, pues no eran muy emotivos que digamos; sólo su padre se llevaba el premio ante tal efusividad en cuanto al ignorado y olvidado sentimiento en su persona.
    Pero el amor del tipo de sentir por otra persona
    —Nunca. —musitó con evidente fastidio en la oscuridad de su entorno.
    Ésas noches que salía con ésas mujeres sólo era por cumplir un requisito social, para evitar torpes chismes.
    Además eran ellas las que se dirigían a él, ya sea por “interés” en cuanto a su estatus social o bien, por deseo meramente carnal.
    Pero, NUNCA tal sentimiento: “amor eros”.
    Aquélla chiquilla parecía transmitirle todo eso en ciertos sentidos de las palabras, con una mera sonrisa tan pura y sincera que lo reconfortaba.

    Resopló con fastidio. Cuanto detestaba esa exasperante situación.
    Se giró abruptamente sobre sus talones y comenzó a caminar con ímpetu hacia la cómoda a sacar una nueva chaqueta negra y enfundar a nueva cuenta su simétrica y dorada espada en su espaldar.
    — ¡Amo!, ¡amo Sesshomaru-sama! —
    Gritó asustado el pobre antaño quién fue aturdido por tan inconstante reacción de aquél hombre.
    1ero: le dijo la muerte de ésa chiquilla.
    2do: la reacción desinteresada de su preciado amo de: “era de esperarse”
    3ero y último: sale como ráfaga fugaz a quien sabe dónde.
    — ¡Amo bonito! ¡Espéreme! —
    Volvió a reanudar su monólogo el pobre viejo Jaken, mientras veía cómo Sesshomaru desaparecía entre los corredores de aquél majestuoso hotel.
    —“Interés, compasión…amor.” —sólo quería volver a verla, aunque su estado ahora sería diferente rotundamente: muerta.
    Estaba muerta, era cierto pero, parecía que sólo con verla quizás una vez más sería suficiente; ya sea para agradecerle y olvidarse de ése demonio sediento de sangre o para hundirse y ser consumido como el bastardo quita vidas de Hatat Hachila.


    Sentimientos… ¿acaso sanan las heridas?
    Los nocivos recuerdos traen dolor y amargura al alma pero, los pequeños momentos de dulces recuerdos pueden motivar a sanar las profundas heridas del corazón…

    *************************************************

    Continuará

    N/A:
    Mis muy estimados, les anuncio que a partir del capítulo cinco en adelante los publicados serán algo largos, por si se sientes desconformes para con los ya establecidos.
    *Ok! Estoy muy agradecida por su fiel presencia para con éste fic, ¡No saben lo muy agradecida y reconfortada que lo estoy! En serio Gracias.
    Sin más se despide su servidora, que los aprecia y quiere.
     
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    pinkprincess

    pinkprincess Entusiasta

    Sagitario
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    Ohhh! Hermoso!!! *-*
    Noo! >< Pobre Rin D: Como se pudo morir? T.T Pero bueno, como se ha dicho, hay que creer en los milagros ;)
    Kagome de médica! OoO Que emocionantee!
    Pobre Jaken, Sess lo tiene de un lado para otro xD Y el pobre ya no está para esos trotes :p
    Que elegante *-* Sess nunca cambia! >< Me encanta! Tiene un estilo... único. Elegante indiferencia llevada al extremo! xD Vaya paranoias me monto yo solitaa! :p
    Ainnss! Va a ver a Rin! De seguro ocurre lo que pienso, o eso creo! Jajaja! xD En plan bella durmiente! OoO Aunque... un poco... raro... xD
    Bueno, en narración, me tienes loquitaa! >< Me encanta como escribes la historia!
    Yaa me tengo qu eir :) Nos vemos en el próximo capítuloo! Bss! Y no te tardes con la contii :)
     
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  3.  
    Sandritah

    Sandritah Usuario popular

    Piscis
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    ¡Me perdí dos capítulos y estoy a punto de arrancarme la cabeza con una cuchara! (?)

    Ok, no, pero... sí estoy traumatizada D:

    En cuanto al primero capítulo que me perdí, pensé que iba a darme algo. Rin, tan magullada y herida, sangrando despiadadamente, y a punto de ser dañada por esos monstruos... y Sesshômaru que, gracias a dios, apareció para rescatarla. Puede ser todo lo frío, orgulloso e impasible que quiera, pero cuando se trata de la pequeña, ¡no puede evitarlo! Me encantó la manera en que presentase los sentimientos, las emociones de la niña, la irrupción de Sessh... y su crueldad a la hora de terminar con esos bastardos. Aunque Jaken me está dando dolor de cabeza, pues parece odiar a Rin y no querer ni verla.

    En cuanto al segundo, la persistencia y el empeño de Kagome me parecen admirables. Salvar una vida es complicado, y más si se trata de alguien a quien conoces, pues los nervios y la necesidad de no perderlo siempre juegan en tu contra. No obstante, dada la escena en que Kagome se estaba volviendo loca de dolor ante la muerte de Rin, deduzco que la chica volverá a la vida antes o después, incluso después de pasar siete horas muerta (lo cual es, a la vez, increíble y admirable, ya que no creo en milagros). Por otro lado, los pensamientos de Rin son tan desesperantes... Ese anhelo por la muerte, para que dejen de tratar de salvarla y el dolor que sufrió me dejaron completamente helada. Y Sesshômaru, que se ha decidido a ir a verla por última vez... Si es que ella vuelve a la vida él se llevará una buena sorpresa y, me temo, que finalmente tendrá que dejar de ser el despiadado Hatat Hachila.

    Un par de cosas a señalar: encontré algunos términos un tanto extraños y, si no me equivoco, lo correcto sería emplear "frunció el entrecejo" o "frunció el ceño" y "una luz cegadora". En cuanto al uso del punto y coma, te recomiendo emplearlo con precaución y total seguridad, pues normalmente se usa para unir dos oraciones relacionadas entre sí en una misma frase y, en el caso de tu historia, a veces lo encontré interrumpiendo la narración, como si fuese una simple coma. También te aconsejo tener cuidado con los errores de dedo, se te escaparon algunos. Y podrías pasar por aquí para echarle un vistazo al uso de los guiones, ya que en múltiples ocasiones están erróneos.

    Estaré esperando el siguiente capítulo con ansias; esto se pone cada vez más interesante. Nunca leí demasiado sobre Sessh&Rin, a decir verdad habrán sido un par de historias, no más, pero esta de verdad me interesa ;)
     
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  4.  
    Dorian Gray

    Dorian Gray Usuario común

    Aries
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    Beiya, linda <3.
    ¡Siento no haberme pasado antes! mi inspiración andaba de paseo~.
    Bfff, me mataste. ¡Jamás se me paso por la cabeza qué pudieras hacerle eso a mi Rin! Espero que de verdad existan los milagros y ella pueda vivir... aunque ponle sentido lleva 7 horas muerta, lo dejó ahí.
    Aww, Kagome, siempre tan atenta ayudando a Rin, la amé.Y mi Seshh, que la quiere ir a ver por ultima vez, cómo una despedida ;o;.
    Me gustó, espero con ansias el próximo capitulo. <3
    Dorian Gray
     
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  5.  
    Wicherk

    Wicherk Entusiasta

    Virgo
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    :O!!!! Tenias razon esto es una cosa de fic!! Pero me gusta y creo que estoy viendo mas o menos a donde va la historia despues de todo no pudiste quitarles el ambiente sobrenatural de donde provienen los personajes ¿verdad? Pero se nota que te as reservado un par de cosas para ti, se nota por como lo narras, pero aun asi espero que me logres voltear el sarten y sorprenderme totalmente. :) No esperaria menos de ti!!
    SI! tarde un poco en lograr leerme todo lo que llevabas por falta de tiempo pero si se pudo.
    Concuerdo con Sandritah! Pero creo que lo principal! Te falta detallar, no solo esas bellas liricas que lanzas a la noche o bien al atardecer, tambien la ubicacion, aveces me pierdo y no se donde estoy parado o a quien estoy viendo, yo se que tu sabes perfectamente como es al leer pero despues de todo tu eres la autora, pero yo no :(. No digo que detalles a profundidad pero si opino que deberias dar mas sugerencias al respecto y que uno se imagine el resto...
    Bueno esa es mi opinion, no solo como lector de tu fic si no de libros en general, pero que culpa tengo de que el gran detallista stephen king me alla atrofiado jajajaja :)
    Pero aun asi me encanta!!!... Por cierto aunque muchos te criticaron por lo que le hiciste a Rin, yo creo que fue poco, creo que a la final no pudiste dejar que le hicieran tanto daño, de haber sido yo, creo que la fortuna de Rin ubiera sido mas oscura :s... Pero todos disfrutamos de ver como el gallardo sess savlaba a rin en el ultimo segundo (yo incluido) jajajaja :)
    Me despido espero que sigas mejorando y nos sigas entreteniendo :o!
    -xoxo-
     
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  6.  
    RomAnce

    RomAnce Soleanimetrix

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    Dear killer (SessRin)
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    +Bueno lo prometido es deuda y en mi caso lo tomo muy en serio:
    *Pinkprincess *Sandrtah-sama *Dorian Gray-san * Meelissa-sama *Wicherk!
    los estimados lectores...
    muchas garcias! les pido perdón por el atraso i,perdonable para mi persona pero bueno!
    Advetencias: es posible que haiga errores/horrores de ortografia, ¡me lo declarabn por favor!
    mis querido y muy estimados betas!(TOT)!!
    Capítulo #5
    “El asesino del amor”
    Capítulo #5
    “El asesino del amor”
    La noche se hacía cada vez más densa, dándole un toque tenebroso hasta el punto de que se podía palpar la misma oscuridad en contraste con la ahora inclemente llovizna de nieve.
    [COLOR=black][COLOR=black][FONT=Segoe Script][COLOR=black][COLOR=black][FONT=Segoe Script][COLOR=black][COLOR=black][FONT=Segoe Script][COLOR=black][FONT=Segoe Script][/FONT][/COLOR][/FONT][/COLOR][/COLOR][/FONT][/COLOR][/COLOR][/FONT][/COLOR][/COLOR]

    Todo esto le era indiferente, pues se encontraba ya en su casa.
    El hombre a lado suyo abrió los ojos lentamente, aún veía medio borroso a causa del ensueño que tenía encima.
    A pesar de toda la consternación la vio escribiendo meditabunda, pérdida entre líneas, a lado derecho de la enorme cama. ¡¿Cuándo había llegado?! Ni el mismo lo sabía.
    Kagome miró por medio de las traslucidas cortinas de color azul rey, la espesura de la noche que se colaba por la venta del habitáculo.

    —… —entrecerró levemente sus oscuros ojos y sin querer se escapó de sus labios un imperceptible suspiro; declarando el agotamiento físico y mental.

    Se había quedado media hora dormida en su oficina y tan pronto despertó, salió como alma en pena por los casi desolados pasillos del hospital regional Downtown de Nueva York.
    Renuente se agolpó en su mente el recordatorio de lo que había sucedido hace ya hace ocho horas y sólo consiguió otra jaqueca.

    —Suficiente…—apenas pudieron articular sus labios. — ¿Suficiente qué? —se atrevió a cuestionar el de cabellos claros a lado suyo.

    — ¡!—Kagome se giró abruptamente sobre sí, quedando de frente con un cómico hombre de mirada inquisitoria.

    — ¡Oh! Hola, me asustaste…—mencionó la mujer —Deberías ver tu cara, eso si asusta. — le habló jactanciosamente con un dejo de preocupación en su voz.

    Preocupación por enfrascarse en su trabajo hasta dejarla tan completamente rendida, como para trasnocharse ya sea escribiendo informes, recetas y otras más que opciones de trabajo.
    El hombre ahora sentado a su izquierda se inclinó levemente hacia ella, y le plantó un delicado beso en la sien para llamar su atención, ya que esta tan pronto le respondió apartó su mirada y la volvió a clavar en los papeles en la mesita de noche a un lado de la majestuosa cama de caoba.
    Kagome se quedó tétrica por breves momentos antes de reaccionar.

    — ¿Kagome te sientes bien?... —la declaración la dejo aturdida una vez más; y esta la dejo sin armas. ¿Desde cuándo ese hombre a lado suyo era tan comprensible? Siempre le reprochaba lo descuidada que era y lo abandonado que lo tenía, ¡ah! y ni contar con la pequeña.

    —No te había visto de una manera más deprimente como hasta ahora…

    —I-Inuyasha…—jadeó su nombre en medio de tenues lágrimas, antes de prensarse al torso masculino con ímpetu; retornando sin más renuencia su ahogado llanto hace un par de horas, haciendo que inevitablemente su mente fuera atacada por los recuerdos del pasado que eran parte de la historia.

    Flash back…

    Era un día hermoso con los rayos de sol inundando el panorama, dando vida a todo a su alrededor en un danza magistral con el viento; declarando su presencia en leves caricias
    En la piel, que te relajaban junto con el sonido mismo del silencio moviendo las copas de los árboles. Tras el ubérrimo escenario inundado en vida, se podía apreciar un pequeño pero no menos grácil establecimiento médico de sencilla simetría de un pueblito latino.
    En uno de los pocos corredores, el silencio se vio perturbado por el recorrido algo abrupto de una joven de azabaches cabellos y mirada parda opacada por la preocupación.

    — ¡Rayos! ¡Llegué tarde! —giró a su izquierda y bajo la intensidad de su caminata.

    —“Que más da ya es tarde, de nada sirve ajetrearme”. — Meditó con pesadumbre mientras inhalaba aire para regular su respiración descompasada. Acomodó su cabellera ligeramente y estilizó más su uniforme celeste pastel, que consistía en un pantalón de tela algo holgado para la comodidad y una camisa manga corta de corte “V” ligeramente entreabierta, descubriendo una más ligera dentro de la misma de color blanco y la insignia a lado derecho suyo que declaraba de su institución proveniente: Harvard. Sonrió abiertamente. Cuán orgullosa se encontraba de ser parte del progreso. Y sin querer una vocecita en su cabeza le aclaró que no era nada bonito y orgulloso llegar tarde a las prácticas de auxiliares y doctores.

    —“¡Calla! ¡Ni me lo recuerdes!” —se irguió orgullosa y caminó impasible el resto del pasillo, y sin previo cerró los ojos. Pasó de largo frente a una habitación abierta, escuchó unos sollozos y
    Se detuvo.

    —“¡Tu curiosidad te hará llegara más tarde Higuarashi!”—le reprendió su voz a conciencia. La chica se giró pausadamente dio dos pasos y de nuevo, otro sollozo; que mas bien era un llanto ahogado. Kagome se devolvió presa rotunda de la curiosidad y abrió la puerta con parsimonia lentitud, extraño colmo de su curiosidad gatuna.

    — ¿Hola?... —inmiscuyó rápidamente ambos lados en la pequeña habitación, para cerciorarse de su interrupción absurda. — ¿Qué te pasa? — preguntó gentilmente al notar a una chiquilla que a su parecer era menor de quince años de edad; creyéndola una paciente más o presa de dolor de dolencia desconocida. La susodicha yacía postrada en el suelo llorando quedadamente y jadeando apenas sobre una cama; Kagome la giró hacia ella y se quedó en shock.

    — ¿Q-Qué fue lo que te pasó? —volvió a cuestionar aturdida al ver su uniforme embriagado en sangre, su rostro demacrado y sus manos temblorosas.

    — ¡Fue mi-mí, culpa! —jadeó apenas con la voz rota opacada por el llanto.

    — ¡Hice lo que pude, pe-pero, pero!…—inclinó su rostro y lloró abiertamente presa de la frustración; Kagome apenas podía digerir la información, ya que le parecía increíble que una niña de su edad fuera una practicante a auxiliar o doctor. Salió de su aturdimiento por breves segundos para encontrarse nuevamente en otro; al fijarse bien en la pequeña cama, se encontraba un cadáver de un menor envuelto en sangre y con un rostro extrañamente pasible.
    Entrecerró los ojos y la abrazó abiertamente a la niña quien quedó estupefacta por breves momentos, hasta que se decidió a corresponderle con fuerza y añoranza.
    Kagome tenía una mirada cálida en su rostro mezclado extrañamente con una nostalgia y compasión en ellos, mientras miraba detenidamente al pequeño cadáver desconocido.
    Se notaba que los esfuerzos de la avellana llorona en su regazo, eran hasta donde la ciencia y los recursos a su favor le daban. Esto la conmovió en extremo.

    —Por lo menos su muerte no fue tan dolorosa. —Musitó con naturalidad contemplando una vez más el impasible rostro del infante cadáver.

    — ¡¿Qué dices?! —se desprendió abruptamente del pecho intercesor.

    —Que por lo menos su muerte no fue tan dolorosa. —Repitió nuevamente, esta vez enmarcando su mirada con las hinchadas de tanto llorar al frente suyo, que la miraba con sorpresa y decepción.

    — ¡Qué dices!, ¿Qué hay de su corazón?, ¡¿De todo lo que es?! ¡Él no pudo resistir gracias a los golpes que le propinaba ése infeliz hombre! — Dijo indignada Rin, por lo que su consoladora le decía.
    —Tú no eres Dios. —Declaró obviamente con la verdad a la terca chiquilla que tenía en frente.

    End Flash back.

    En el silencio de la habitación, sólo se escuchaba la acompasada respiración después de la declaración de su mujer. Silencio que se interrumpió con el quejido de fastidio del hombre.

    — ¡Qué mocosa más tonta!, ¡esta vida no es color de rosa! ¡Y si quería ser doctora era de esperar que incidencias como éstas pasaran! ¡Feh! ¡Niña tonta!—mencionó estúpidamente con razón y verdad cruda Inuyasha; Mención estúpidamente declarada en voz alta por el susodicho, que puso peor el estado emotivo de Kagome; que luego reaccionó con un coscorrón en la cabeza del insensato. El tipo se sobó con ímpetu el lugar agredido y la miró furibundamente; cuando iba a declarar su desconformidad y retahíla, se desconcertó al verla cabizbaja y con expresión sombría. Esto hizo tragar las palabras por completo.

    —A pesar de todo, nos hicimos inseparables y buenas amigas…—rió por lo bajo y concentró su mirada en el cielo raso del habitáculo recordando. —Más que una afición para ella, lo que la ciencia no puede hacer aparentemente: “los milagros” y Yo, mi afición por los avances de la ciencia que hacen realidad los milagros.

    —Kagome…—la miró con nostalgia el hombre — ¡La extraño! —se agolpó a nueva cuenta en el torso desnudo del hombre; éste sólo la volvió a recibir sin decir ni una palabra. La puerta se abrió sutilmente rebelando una pequeña silueta.

    —Mamá…—se separaron levemente pero sin dejar el contacto entre ellos y miraron a la causante de tal interrupción; la niña se sobaba los ojos para quitarse la pesadez en ellos y la boquita ligeramente torcida.

    —Vez lo que haces con tus escándalos I-nu-ya-sha…—Oh, oh…eso era mal augurio. Ella solo le dice así cuando está enojada. Miró ese destello frívolo en sus pardos ojos. Sí, estaba enojada. Tragó saliva y se hizo el desentendido. La pequeña por lo menos le daría un momento de paz antes de lo inevitable.

    —Mi pequeña, ¿qué te pasó, porqué te despertaste tan temprano? — la recogió del suelo y la cargo en su regazo cual niña consentida.

    —Un monstro feo me hizo despertar, hablaba como una animal pero con voz parecida a papá cuando se enfada.

    — ¿Parecida eh? —Miró de soslayo al mostro que asustó a su pequeña.

    —No te preocupes ese mostro no te va a molestar más, porque yo lo voy a matar si lo vuelve a hacer. —La pequeña se regocijó en los brazos de su madre, mientras a nueva cuenta cerraba sus rasgados ojos para conciliar el sueño. Inuyasha sentía que perdía las esperanzas al ver que su pequeña tenía las intenciones firmes de dormir; eso significaba dolor y chichones por doquier.

    ***************************************************************

    La noche era densa y profundamente oscura; tanto que si no fuera por las iluminarias sería tan total que hasta se podría palpar, que seguramente cualquiera se perdería. A pesar de tener modos de transportarse sin dificultad, y en las más acogedoras condiciones sin ser presa de la frialdad exterior decidió por caminar. No había disminuido ni por un momento el ritmo volátil de su caminata; esto hacía agitar mucho al pobre antaño de Jaken que aún no se le entraba a la cabeza que a sus sesentaisiete podía seguirle el paso a ése hombre, que parecía más un chiquillo inmaduro y terco buscando respuestas donde ya han culminado.
    — ¡Oh! ¡Sesshomaru –sama! ¡Deje descansar un poco al pobre de Jaken, es viejo! —al parecer lo escuchó, pues bajo la intensidad de su caminata pero no se detuvo. Su atuendo lo hacía desaparecer en la espesura de la noche, contrastados de una manera singular con la densa melena blanquecina, que se mecía elegantemente con el viento invernal. A simple vista cualquiera diría que era un circundante más, a pesar de la singularidad que era a nadie se le pasaría por la cabeza que ése tipo de apariencia angelical y rasgos finos y delicados, en realidad fuese un demonio sediento de sangre por las noches.

    Su nombre ahora como bastardos quita vidas era: “Hatat Hachila” que significa: “Terror de la oscuridad”, pero por lo eficiente que era le llamaban: “Dear killer” o “querido asesino” porque era un frío e inmisericorde, impasible al remordimiento ante el homicidio.

    —La cadena se inició, el destino al que se nos encomienda declara y llama…—Se escuchó una voz conocida en medio de la ventisca de nieve y la oscuridad.
    —Hatat Hachila o ¿he de llamarte Dear killer? Como sea…— Lo vio acercarse con lentitud exagerada hacia el mencionado.

    —…— él sólo seguía su recorrido, evadiéndolo por completo. —Tu silencio me declara demasiado; ¿Vienes a pasar un rato de muerte lenta? o ¿prefieres matar a inocentes por placer?— le miró arrogantemente el incógnita hombre. —Eres una molestia, rata. —Declaró el Dear killer quien le miró por el rabillo del ojo con evidente desprecio. La “rata” rió levemente.

    —Bueno, entre ratas uno se identifica mejor ¿no? — Espetó con sorna el asesino por placer y conveniencia al Dear killer que ya conocía. Hachila se encontraba de espaldas ante el conocido ahora asesino. Jaken se hizo el desentendido y enfrentó al hombre al frente suyo aún a sabiendas que no tenía oportunidad de llegarle a ganar; quería por lo menos demostrarle a su amo que era útil de verdad. Arrugó el rostro evidentemente fastidiado, dándole una apariencia más vieja que de lo normal. Se paró enfrente del entrometido para desafiarlo; esto le hizo gracia al bastardo a frente suyo.

    — ¡Vaya Hatat! No sabía que tenías una niñera; que lastima aún no te puedes defender tu solito

    — ¡YO NO SOY NIÑERA DE NADIE! —le dio un escalofrío en la espina, porque de cierta forma sí lo era. Él aludido lo miró intensamente con una sonrisa sádica en sus labios e hizo un movimiento casi imperceptible para el antaño, pero no para el albino de instinto carnicero al frente suyo; quien desenvaino con agilidad adiestra la katana Bakussaiga en momentos ínfimos, para contrarrestar el ataque directo en la nuca del viejo. Jaken se quedó petrificado por breves momento al saberse que sin la intervención directa de su amo y señor sería un ridículo cuerpo cercenado sin cabeza.

    —Jaken…— Lo llamó sin siquiera determinarlo enfrente del mencionado. — vete. — Y allí estaba esa maldita frialdad e inmutabilidad que tanto detestaba y le reconfortaba; sabía que no tenía la opción siquiera de negarse pero quizás esta vez….

    — ¡CÓMO CREE AMO YO...!

    —…—Su silencio declaraba más que absurdas palabras sin sentido, más de parte de su persona.
    Inclinó levemente su rostro y se retiró no sin antes declararle un cumplido no del todo concreto:
    “acábelo de una vez por todas mi señor”; Su mente le declaraba que ello no podría ser del todo cierto, siempre había la posibilidad inminente de que su amo no saldría vivo; cuanto le llenaba de incertidumbre esta estúpida sensación. <Vaciló un momento> y luego corrió con todo lo que su limitado cuerpo le daba.
    No. Él saldría inmutable y frívolo como siempre, ya no era un infante que sollozaba en las noches por el dolor y el trauma interno, ya no era ese niño de apariencia delicada e insignificante ¡YA NO!
    Ahora era ése, ése maldito bastardo quita vidas de Hatat Hachila, el temible Dear killer en el inframundo de los desalmados sin vida propia, de los inclementes sin compasión: los asesinos a sangre fría.
    <Enmarcó una sonrisa> podría sentirse conforme, libre de ésa absurda presión mientras se encaminaba a su primer destino: el hospital Dow Town, ¿para qué? Para ver a una mocosa muerta, ¿por qué? Porque el amo así lo predeterminó desde un momento incomprensible y débil.
    ¡Qué insensatez!

    **********************************************

    La entorno se hacía cada vez más irrespirable y la temporada se amoldaba a ello haciéndolo tétrico y lóbrego; éste era el escenario perfecto para matarse mutuamente y sin compasión.
    En medio del pesado ambiente estaban ellos como dos malditos condenados para cumplir el deseo de la muerte y del inclemente destino que les escupía en la cara, declarándoles que no eran más que simples marionetas en sus garras.

    Hatat Hachila repelió con fuerza e ímpetu la katana que en un escaso momento contenía fuerzas con la espada rival del adversario ahora declarado; dejándola a un costado a lado suyo como si no hubiese pasado nada, tan reluciente y perfecta, obra de primorosa mano maestra: Bakussaiga.
    El oponente del asesino por venganza retrocedió tan sólo tres pasos y le dio la espalda, con una sonrisa ladina le espetó con burla el destino de aquél anciano.

    — No sabes dónde te has metido Hatat… —el susodicho tenía el rostro sombrío e impasible, sin dar indicios de que había escuchado siquiera. — ¿Me escuchaste? —lo miró por el rabillo del ojo.

    —… — Hatat hizo una mueca en sus perfiladas facciones, cuestión que lo tomó el otro como una provocación directa. ¿Era acaso una sonrisa? Ni el mismo lo sabía, pues lo hizo por pura jactancia y arrogancia. No se había dado cuenta que el camino más rápido para llegar a su propósito consistía en pasar por ése lugar. El muy insensato se había metido a la cueva del lobo sin proponérselo siquiera, exponiendo su valiosa vida y la de su mayordomo por un ya muerta…que desfachatez. Sesshomaru cruzó los límites sin proponérselo, Hatat Hachila se complacía en ello; su instinto carnicero le demandaba sangre, inclusive su mente, su corazón… su raciocinio, su ser, estaban embotados en su subconsciente muy lejos de la realidad, siendo manipulado en su totalidad por el demonio que era el Dear killer en esos momentos.

    —El viejo no vivirá para contarlo. —Y sin esperar ni un momento desenfundó una alabarda de horrible simetría y de tamaño exagerado para su uso. Hatat abrió sus ojos de a golpe sin perder la serenidad y la frialdad que lo caracterizaba en ellos.

    —estaba esperando por éste momento Dear killer, al igual que mi alabarda Acéldama que se embriagará con tu sangre. — La hoja de la albarda se acercaba cada vez más a su persona dispuesto a destajarlo en dos cual filete humano; Hatat tan sólo me mantenía inmóvil a tan sólo unas cuantas palmadas de distancia del ataque inminente… ¿Qué rayos pretendía?

    *********************************************

    A una distancia razonable se encontraba el pequeño hombre de mirada jade jadeando cual animalejo desbocado, acaparando el poco oxígeno respirable de su entorno.
    Para desgracia y mala suerte suya aún estaba lejos de su primer destino
    <exhaló cansinamente>; miró con recelo todas las esquinas y el callejón al frente suyo y caminó un poco lerdo pero lo suficientemente rápido para su edad.
    Abrió los ojos como platos y su corazón se aceleró, había alguien más allí sentía el peso de su mirada y eso no era nada bueno. Su corazonada dio en el blanco al encontrase de entre la densa oscuridad y la llovizna invernal, a unos encubiertos hasta los pies en negro.

    —Pero miren que tenemos aquí…—se burló con sorna uno de los encapuchados.

    —Genial ahora sí. —masculló con sarcasmo para sí Jaken.

    —Bueno llegó tu hora “cero” viejo cara de sapo. — espetaron con burla y se acercaron asechándolo.

    — ¡A él! — desvainó uno de los cuatro aparecido y los otros luego del mismo.

    — ¡!— frunció el ceño con molestia y sorpresa, y se puso en defensa de su patética vida el pobre viejo.

    **************************************************

    Un sonido de metal chocando furibundamente se escuchó cual eco, en aquel oscuro y solitario
    Callejón de ratas de selva de concreto.

    La arremetida de la albarda fue tal que sacó chispas de fuego al contacto contra la Bakussaiga.
    Rapidez, control, precisión…fue lo que se presentó en esos momentos para con ambos, más por parte del Dear killer al frente suyo.

    —“Esto será bueno.” —pensó masoquistamente el de mirada celeste. Hatat se irguió nuevamente; orgullo, frialdad, arrogancia...era lo que su aura era en esos momentos. Sonrió sádico el de mirada celeste y se encaminó a nueva cuenta contra él.

    —Bankotsu. — espetó con temeridad el de alba cabellera.

    — ¡Oh! ¡Vamos albino raro! ¡Déjate de formalidades y pelea! —arremetió con fuerza renovada contra el “albino raro”, Hatat sólo veía como la albarda se desplazaba con rapidez y fuera brutal hacia él; repeliendo con la misma intensidad los brutales y diestros ataques. ¿Cómo rayos se había hecho tan fuerte? ¿Hasta tal punto de ser un digno oponente?, Las arremetidas eran cada vez más salvajes y casi incontrolables para Hatat Hachila<Entrecerró sus ojos y brilló en ellos un aura rojiza> esto se estaba poniendo interesante y muy tentador para su creciente instinto asesino, que aumentaba con cada ataque.

    Un viento reacio hizo perder su visibilidad por breves momentos al albino, en el cual dio un ataque a la ventura con lo poco que alcanzó a determinar por esos momentos, esto no le dio importancia a Bankotsu pues no lo llegó a alcanzar siquiera ; éste no desaprovechó el desconcierto del momento y con su mano izquierda arremetió con irracionalidad la cabeza del mencionado con la primera katana cortándole un poco el cuello, Hatat apenas pudo escapar y repeler el ataque con éxito tras el quemante dolor. Bankotsu sonrió abiertamente con la cara desfigurada por la maldad de su negro corazón, Hatat Hachila había caído cual avecilla a la trampa. No pudo conseguir cortar su cabeza pero…

    Entornó los ojos como rendijas se había dado cuenta y allí estaba. Se movió rápidamente sobre sí para evitar el ataque inminente por alabarda pero no fue posible, fue un certero y cruento movimiento del cual era muy difícilmente salir. La katana primera fue para distraerlo del verdadero ataque que se dirigía hacia su pecho y destrozarlo así sin misericordia.

    — ¡Maldición albino raro! ¡Déjate matar! —frunció el ceño y lo miró con molestia. Caminó dos pasos y se detuvo; sintió algo cálido esparcirse sobre su rostro, provenía desde su sien derecha hasta la comisura de sus labios.

    —Vaya no eres tan estúpido como pensé siempre. — soltó la katana primera que tenía en su mano izquierda y la dirigió hacia el área difamada; retiró un poco de sangre que corría a hora borbones para no ser profunda la herida y lo llevó a su boca saboreándolo.

    —“Excelente hoja con filo infernal…”— declaró para sí y saboreó un poco más su sangre, mientras miraba intensamente al causante quien se erguía con algo de dificultad pero sin perder su templanza. Lo miró con enojo no había conseguido su objetivo pero, en gran parte sí.

    —…—se levantó completamente tambaleándose levemente, mientras en su costado salía borbones de sangre y el suelo cubierto por nieve envuelta en no tan pequeñas gotas del vital líquido, mientras jadeaba levemente por conseguir fuerzas y el aire que le negaba su beneficio.

    — ¿Quieres seguir jugando Hatat Hachila? —levantó su Acéldama en posición de ataque, envuelta no tan levemente en sangre por la intromisión abrupta en el Dear killer.

    —…— su mirada estaba oculta tras su denso flequillo y su cabello se mecía sutilmente con el viento, dando una imagen de espectro, pues estaba más pálido por causa de la pérdida de sangre.

    —He aquí apenas eres un pobre semiconsciente pero, —entornó su alabarda directo hacia él. —haré que Acéldama te liquide de una vez por todas, por lo viejos tiempos…Sesshomaru. —sonrió abiertamente. Y sin esperar una segunda reacción, se impulsó con fuerza elevándose por los aires con la alabarda erguida verticalmente hacia él con el propósito obsesivo de cortarlo en dos para satisfacer su primera misión: embriagar su alabarda con su sangre. El susodicho actúo rápido por instinto de supervivencia moviéndose de aquél lugar aún aturdido por el último ataque. ¡Estúpido! ¡Cómo pudo volver a dejarse lastimar por ése infeliz animal!
    Recordó sin querer la primera vez que se dejó hostigar por el susodicho y ahora ésta última que lo tenía con la muerte besándole la cara y mofándose de su dolor por el agobiante dolor seco de la herida. Vio como la alabarda se dirigía a nueva cuenta hacia él pero esta vez hacia su pecho directamente.

    —Maldito. —espetó con fastidio marcado Hatat Hachila con la ira al límite, oculto perfectamente con una careta de Sesshomaru Taisho: “la frialdad”. — ¡Bakkussaiga! — declaró renovando su instinto con la adrenalina a flor de piel y la condición marcada y obsesiva de acabar con la molestia que tenía en frente. Repelió con fuerza renovada el ataque y lo contrarrestó con otro de parte de la katana dorada, sus movimientos cobraron aún mayores fuerzas con cada estocada, tanto como en un principio o más.

    — ¡¿Qué rayos?!... —declaró con marcada molestia y sorpresa al verse expuesto totalmente al nuevo ataque del aparente cadáver ambulante, quien resurgió de las cenizas cual ave fénix de la muerte. Movió su alabarda para protegerse del seguro ataque que le arrebataría la vida inminentemente; cual fue su sorpresa en ver que la alabarda frente así era partida en dos por la katana dorada Bakussaiga. Algo que nunca olvidaría de seguro sería la expresión del ahora quien le arrebataba la vida sin misericordia ni compasión; Hatat Hachila tenía en su rostro una expresión indescriptible; era parecido al odio y frialdad, pero a la vez con un sombrío humor y aura sádica que lo hacía denotar maligna. Sus cabellos tapaban levemente su mirada que sin duda alguna eran de odio puro y arrogancia.

    —Sesshomaru…—musitó el nombre real de su asesino.

    —Muere. — le respondió.Bankotsu cerró los ojos y sonrió, sin previo ni segundo ataque sintió el frío metal atravesarle la garganta cortándole de golpe la respiración, la vida…. Su existencia mortal como rata y desperdicio de este mudo.

    ***************************************************

    Unos hombres yacían aturdidos y medio muertos en el suelo frío de aquél callejón.

    — ¡Eso les pasa por haberse metido con el gran Jaken! —decía el viejo que a pesar de la edad tenía que demostrar lo poco que le enseñó a su querido amo como su maestro que alguna vez fue en técnicas básica de defensa en lo cual era merecedor del título; aunque su maestro irremplazable fuese el amo original; su padre Inutaisho-sama, luego el maestro Toutossai perfeccionándolo día a día en el hábito de ser un samurái innato en el uso de las espadas pero, después de la muerte de su señor padre sin querer la sed de venganza lo venció y llegó a convertirse en el Hatat Hachila o Dear killer, siendo reconocido por ello desde ahora hasta el final de su maldecida vida.

    —…— unos pasos lo alertaron y con ello una voz conocida desde sus espada.

    — ¡Amo! ¡Amo Sesshomaru! ¡Ya terminó con esa infeliz rata de alcantarilla!

    —…—lo vio con la espada pegada a su mano y la mirada con esa aura rojiza que declaraba que era manipulado por el demonio de sangre que lo controlaba siempre las noches.
    ¿Quién sería ése que tiene en frente? ¿Su amo o el otro?…no hubo respuesta; Ése no era su amo, era ése…ese otro.

    —Jaken…— lo llamó y el susodicho se volteó y lo miró.

    — ¡¿A-amo?! —vio como el Dear killer se le acercaba lentamente y luego a una velocidad despampanante con la katana erguida embriagada en sangre sucia del bastardo que ya no era molestia. Jaken sintió algo cálido en su cuello y un dolor punzante en la misma área, había sido herido. Se volteó y miró a una decena de encapuchados rodeándolos a ellos cual animalejos atrapados por su depredador. El llamado de su amo era para que estuviese al pendiente de los bastardos que ahora los tenían acorralados; a primera instancia pareciera que el mencionado venía a quitarle la vida presa de la insaciable sed del Hatat Pero, no…

    — ¡Bakussaiga!... — declaró el Dear killer presa inminente de la adrenalina y el odio irracional que ahora se apoderaba de todo cuanto hacía, despertando en su totalidad el demonio oculto que siempre quiso evitar y evadir pero que tarde o temprano iba a consumirle en su totalidad. Jaken miraba absorto y boquiabierto como su amo destajaba sin piedad ni remordimiento a cada uno de los contrincantes quienes parecían no tener fin. Le dio un escalofrió en la espina al notar como sangraba su costado y el mencionado indiferente era a la herida de consideración…[COLOR=black][COLOR=black][FONT=Segoe Script][COLOR=black][COLOR=black][FONT=Segoe Script][COLOR=black][COLOR=black][FONT=Segoe Script][COLOR=black][FONT=Segoe Script][/FONT][/COLOR][/FONT][/COLOR][/COLOR][/FONT][/COLOR][/COLOR][/FONT][/COLOR][/COLOR]

    Esto, estaba fuera de control…
    [FONT=Segoe Script][COLOR=black][COLOR=black][FONT=Segoe Script][COLOR=black][COLOR=black][FONT=Segoe Script][COLOR=black][COLOR=black][FONT=Segoe Script][B][COLOR=black][FONT=Segoe Script][/FONT][/COLOR][/B][/FONT][/COLOR][/COLOR][/FONT][/COLOR][/COLOR][/FONT][/COLOR][/COLOR][/FONT]

    *******************************

    Asesino del amor tal no existe, pues el agujero en tu pecho y la necesidad de tu alma le pertenece a ése sentimiento.
    *Sesshomaru Taisho:
    Heredero de una gran fortuna y príncipe de una casi extinta dinastía japonesa de linaje imperial, podrido en dinero, fama, placeres y todo cuanto cualquiera quisiera tener, lo tiene todo pero, a la vez nada.
    <Receta médica urgente>: grandes dosis de amor, compasión y esperanza, cuestión que no se compra ni con todo el dinero del mundo ni con su propia vida.
    *Hatat Hachila –Dear killer:
    Eso no era una persona; surgió a costa del trauma de su primer mundo “Sesshomaru Taisho”; es diez veces peor de frío e indiferente que su alterno, haciendo de él la maquina perfecta sin corazón ni vida propia ni compasión.
    <Receta médica urgente ante la inexistencia de la primera>:
    Asesinatos en serie de otros bastardos como él en ausencia de compasión, relaciones pasajeras con “damas de la noche”
    En ausencia del amor, búsqueda continua y odio constante contra todo en ausencia de esperanza…
    *La batalla la ha ganado Hatat Hachila el Dear killer; ¿podrá Sesshomaru Taisho vencer la guerra? Sus probabilidades son casi nulas, pues a quien representaba como un aparente motivo se encuentra muerta…
    “Milagros…” quien sabe, quizás…

    ***********************************
    Continuará
     
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    pinkprincess

    pinkprincess Entusiasta

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    Ohh!!!!! OoO IM-PRE-SIO-NAN-TE!!!! ><
    Me encantó el capi! (L) Estubo super... mono por la parte en que salen Inu y Kagome, y emocionante por tooodaa la parte de Sess ;D
    Pero... CUANDO VAS A "RESUCITAR" A RIN!!! Que me tienes desesperadaa! T-T Espero que pronto ;D
    No entendí muuu bien la parte del Flash Back... xD (Releyendooo *-* ) xD
    Jaken! No sabía yo eso! Mira el viejito como se las apaña! xD Si es que las apariencias engañan *-*
    Vaya.. pobre pobre Bankotsu..... que se *PIII*!! ¬¬ Eso se lo merece! Muajajajjaja! Se meva la pinza... v.v
    Encuanto a la narración, muy bien, aunque empiezas a dar demasiados rodeos y te lias (y nos lias, o por lo menos a mi! xD) Está bien que lo expliques todo en ese estilo, es decir, comparandolo y en plan metafora, pero mezclalo con la descripción técnica, e intenta dar menos rodeos ;) Es solo una opinion que tengo, si quieres la tomas encuenta, sino, no! xD
    Bueno, me tengo que ir ;) Nos vemos en el próximo capii! Bss!!
     
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  8.  
    Wicherk

    Wicherk Entusiasta

    Virgo
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    :O! :) Me encanto Beiya! Me encanto! Concuerdo con pinkprincess, me hiciste perder algunas veces, es dificil tratar de narrar eventos tan rapidos con palabras y te entiendo, pero te complicaste mucho en el enfrentamiento, pero bueno creo que esto se debe que SI NO RECUERDO MAL :) este capitulo lo subiste "apurada" debido a que tuviste que volverlo a escribir no? Porque le falto revision, se te mesclaron palabras y tambien vi varios errores de dedos... pero en fin detalles detalles, ahora el contenido!
    Me parece bien que no pusieras a Sess muy op (OverPowered) y al principio de la historia lo pusieras contra un oponente que de echo le llegara al nivel en habilidad (Algo muy diferente al sess de inuyasha quien era super poderoso kyaaa), pero aun asi no veo a donde quieres ir :( me molesta no porder ver eso xDD!! (Eso parece una critica mas a mi mismo) Ejerm...
    Creo que ay hay una falla en las escenas de accion deberias practicarlas mas o leer otras para que aprendas mas, porque si ya debes de tener cierto detalle y cooherencia en general, aun mas en las batallas!!! Para que sean emocionantes! (y no digo que no lo fuera por si lo fue!)
    Bueno espero con ansias en siguiente episodio :) nos vemos
    -xoxo
     
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  9.  
    blackrose18

    blackrose18 Usuario VIP Comentarista Top

    Piscis
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    Ughh... necesito pasarme a este foro.

    Entiendo que quieras resaltar algunas partes del fic o comentarios tuyos pero NO uses una letra tan molesta a la vista, voy a editar esas partes. No se permite subir fics así. Por otro lado, dado que esto no es ni un poema ni canción, no hay razón para subirlo centrado.
     
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  10.  
    RomAnce

    RomAnce Soleanimetrix

    Leo
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    Buenas tardes a todos que pasan por esta cosa(u_u)
    * les pido discúlpas por la publicación tan...sosa y lerda.
    -Pink princess: Gracias mi princesa por tu apoyo, y hay que ser realistas simplemente este capítulo estuvo...
    (-_-') un desastre pero, aún así te agradezco mucho por tu apoyo querida, en serio. gracias!

    -Wicherk: yo prometo no volver a enredarte a tí ni a nadie la mente entre tantas tonterías mías; graias por aún pasarte a esto, en serio.
    Seanme sinceros mis estimados, la verdad muchas veces duele pero no mata y eso yo lo acepto de humildemente, pues soy una novata , nesecito ayuda y corrección urgentes.
    * Blackrose-sama, me siento agusta, advertida y aliviada por la corrección; Gracias eres muy amable en serio; de inmediato corregiré esos problemas para con los demás capítulos.
    Gracias, así puedo guiarme e intentar mejorar para que por lo menos sean pasables estas publicaciones.

    Bueno! espero tenerlos un poco más con éste chiquilla gracias por su tiempo. se les aprecia y quiere.
     
  11.  
    RomAnce

    RomAnce Soleanimetrix

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    Dear killer (SessRin)
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    • Hola a todos! Espero tener con éste capítulo algún reparo por lo de lo anterior.
    “< >” es para acciones fuera de la narración y algunos sentimientos ocultos.

    “” pensamientos de los personajes.

    Declaimers:



    • Los personajes no me pertenecen pues son obra de su creadora Rumiko Takahashi, quienes son utilizados por su servidora sin fines de lucro sólo por mera afición y pasión.

    Dear killer <SessRin>



    Capítulo #6


    “La guerra declarada: el candor de tu fría mirada”

    La aurora empezaba su trayecto por medio de imperceptibles y tenues rayos de luz, enmarcando su camino y dejando en el olvido los acontecimientos de la noche que ya eran parte de la historia; se podía ver la blanquecina nieve del entorno manchada en sangre por los acontecimientos pasados que tenían sus testigos: una docena de cadáveres esparcidos a lo largo de aquél callejón; declarando hechos de masacres vívidas...

    En medio del traumante escenario se encontraba el autor de tal carnecería suelta; aún con su katana en mano, su color dorado se veía opacado por sangre sucia, sangre de bastardos quita vidas quienes fueron arrebatadas por el Dear killer.

    — ¿A-amo…?— llamó temerosamente el mayor, mientras se le acercaba lentamente.

    —…

    El mencionado se encontraba retraído de todo a su alrededor, con su mirada perdida en un punto fijo en el horizonte de aquellas desalmadas calles de un sector casi intransitable de Nueva York. El viento acarició levemente su rostro levemente opacado por sangre seca y el sol que se atrevió a verle un poco, bajo tenues rayos de luz que rebeló por entre el denso flequillo del rostro, la reveladora mirada teñida en sangre.

    De repente divisó algo en medio de la lobreguez de sus inciertos pensamientos.
    Caminó pausadamente hacia dónde se dirigía su mirada; Jaken lo miró confundido y con preocupación latente, pues la herida abierta a un costado no para de sangrar; nuevamente lo vio tambalear pero, de una manera tan sutil que le dolió en el alma.
    ¿Cómo era posible que estuviese aún en pie? Era simplemente inaudito.
    ¿Qué tipo era ése? ¿Acaso no sentía dolor? Cualquiera con una herida así hubiera sucumbido desde el mismo instante de haberse retirado tal arma ancestral del cuerpo.

    Hatat o Sesshomaru, quien fuese en ése momento simplemente lo estaba preocupando ¡No quería que su amo quien apreciaba como un hijo se muriera por su propia negligencia!

    Lo siguió tan pronto estuvo a un par de metros de él. ¿Iría siempre a ver esa chiquilla muerta? Más bien ahora debería ir corriendo para el hospital no para verla, si no para tratar sus heridas de consideración.


    *****************************************************

    Por aquellas casi desoladas instalaciones se escuchó un grito ensordecedor que despertó aún a los que no tenían pensado levantarse aún.

    — ¡Kaede-sama! ¡Qué ocurre! —declaró jadeante Sango, abriendo la puerta de agolpe.

    —…—la antaña se encontraba postrada al pie de la cama llorado inconsolablemente, tapando sus ojos para intentar tapar su rostro y las lágrimas ahora incontrolables.
    Sango quedó pálida al instante en cuanto tuvo la imagen de su rectora en ese estado.

    — ¡MADRE! —la anciana ahogó su llanto jadeando levemente para calmarse.

    —H-hija…—la miró tiernamente con los ojos rojos y le sonrió débilmente. Sango la abrazó con añoranza y dolor contenido ahora postrada en el suelo juntamente con ella.

    —…

    —…

    El cuerpo de la ataña se estremecía en espasmos y Sango no disminuía para nada su agarre.

    —“Éste presentimiento…”—cerró los ojos mientras calmaba a su pupila que ahora lloraba. —“no es nada bueno; hijo ¿qué está pasando?” —pensó. Mirando el cielo de la habitación mientras unas rebeldes lágrimas surcaban su arrugado rostro.


    ********************************************

    Kagome…—la llamó sutilmente. —Kagome…—volvió a llamarla. La susodicha se revolvió en su cama mientras intentaba abrir torpemente sus adormilados ojos.

    — ¡!—abrió sus ojos pero, tan pronto como lo hizo los cerró por la intensidad de la luz que embargaba su alrededor.

    — ¡¿Qué…?!—una silueta se encontraba postrada a su diestra mientras se aclaraba su semblante y luego todo su cuerpo.


    — ¡¿Rin?! —la vio sonreírle tenuemente mientras entornaba su cristalina mirada.

    — ¿Qué significa esto?

    Kagome, mi tiempo aún no ha llegado…—le sujetó levemente su mano.

    —Entonces no…—sus pardos ojos se entrecerraron y Rin asintió positivamente.

    —Estas… ¡viva! —sintió que el recorrido tibio de sus lágrimas sobre su rostro; la causante las retiró con el dorso de su blanquecina mano mientras le miraba tiernamente.

    ven por favor Kagome, es importante. —se irguió mientras le sonreía y le daba la espalda.

    — ¿A dónde…?—la aparición la miró de soslayo y le sonrió ampliamente reflejando sus blancos dientes.

    Donde la última vez…—hizo una pausa y su sonrisa desapareció. —ven pronto, por favor. —Kagome le dio una escalofrió en la espina con la aclaración pero le restó poca importancia; intentó seguirla pero, tan pronto como lo hizo se desplomó, todo se puso borroso y Rin se desvaneció cual humo.


    — Rin… — musitó levemente mientras veía apenas la visible imagen de Inuyasha zarandearla “levemente” para mal gusto.

    —Kagome despierta. —la susodicha se restregó los ojos y vio luego en su totalidad al hombre cuclillas a lado suyo con una mirada inquietante e intensa. Inuyasha al conseguir su cometido, se irguió mientras cerraba sus ojos, se cruzaba de brazos y le decía que ya llevaba una hora de atraso.

    — ¡!—Inuyasha tuvo que apartarse de la cama pues su mujer salió estrepitada.

    —Báñate, ¿por lo menos no? —se bufaba el de cabellos claros mientras veía a Kagome ponerse la bata blanca de doctora sin quitarse siquiera la pijama.

    — ¡Cállate y llévame!

    — ¿Quién te manda a trasnocharte eh? — su amada le dedico una furibunda mirada que le erizó los pelillos de la nuca hasta los pies.

    —¡!

    — ¡Tran-tranqui- tranquilízate Kagome! ¡Y-ya va! — fue más que suficiente la aclaración; dejaron a la pequeña con su tío Souta (quién lo levantaron del quinto sueño) y se encaminaron en el deportivo rojo de Inuyasha, rumbo a hospital DownTown.



    Había poco movimiento en el establecimiento médico pero, lo suficiente para poner a trabajar a más de dos doctores por los dichos pacientes que llegaban.
    Kagome se bajó del vehículo e Inuyasha se largó despepitado del dicho centro que le causaba malestar en las tripas.
    La mujer renegó suavemente mientras se adentraba en dicho establecimiento. Nunca sabría cuál fue el motivo y razón por el cual llegó a enamorase perdidamente de ése sujeto y por ende
    A contraer nupcias irremediablemente <sonrió abiertamente y miró apenas sobre su hombro hacia atrás >

    —“Deberías ver tu cara, eso sí asusta…”—no tenía que tener motivos, — “¿Kagome te sientes bien?... ”— ni mucho menos razones para amarlo y nunca separase de él; —“No te había visto de una manera más deprimente como hasta ahora…”—Simplemente…—“Tú naciste para mí… aishiteru Kagome.” — lo amaba y así iba a ser siempre.

    Kagome…

    — ¡!—la susodicha dio un leve respingo y se volteó a dónde provenía el llamado; caminó hacia donde, según ella provenía la voz, y sin previo se vio en medio del área de la morgue.

    Algo agitada por el breve recorrido tan abrupto como se le estaba haciendo costumbre se dirigió hacia unos de los forenses del área, de los cuales sólo vio uno.
    —Dra. Sweska, ¿por un si acaso se encuentra el cadáver de Sweethangel Rin aún aquí? Su defunción fue ya hace diez horas. —preguntó con cierto recelo Kagome a la mencionada. La mujer de obres azules hizo un ademán para que la siguiese.

    —Ciertamente el registro yo lo tengo sólo tengo que verificar el cadáver, Doctora…

    —La lista completa de todo cuanto entra y sale yo lo tengo. — respondió simultáneamente con fastidio en su voz mientras abría una puerta y le pedía que esperara un momento afuera, mientras ella buscaba en los registros inscritos en la computadora. Kagome se quedó media ida con tal aptitud y optó por no hacer caso, de nada servía pelearse con una amargada solterona.
    Después de un par de minutos que le parecieron horas la mujer le habló:

    —Dra. Higuarashi, ¿se está burlando de mí? —acusó con frialdad la mujer detrás de la ventanilla de cristal. La de mirada parda la miró interrogante. ¿Cómo que burlándose? ¿Qué le pasa?

    —Sólo están registrados con los datos establecidos hace diez horas los esposos Sweethangel.

    — ¿Sweethangel Rin?

    —Ya le dije que no está o ¿es que acaso es sorda? —Frunció el ceño y la miró con fastidio.

    —“milagros…”— resonó en su mente y abrió sus orbes como platos, mientras que la Dra. Sweska le decía si había visto un fantasma o algo parecido pues su semblante se puso pálido.

    —Quizás…—musitó para sí y entró por la puerta que hace unos momentos se le prohibió la entrada, en tanto la otra mujer retrocedía alborozada con tal inconstante actitud. Kagome rebuscó sin permiso los registros dictaminados hace un par de horas y lo encontró.

    —Será posible…—miró el listado por enésima vez a su parecer y de nuevo… —Rin…—solamente encontró a los esposos Sweethangel.

    — ¿Encontró lo que busca Dra.? — Kagome se encontraba retraída y se apartó del monitor alborozada.

    —Esa tal “Rin” si no está allí es porque no está muerta o se largó en cuanto pudo. —le volvió a declarar con el mismo tono de voz socarrón y amargado mientras veía a Kagome sacar un papel arrugado de su bata blanca.

    —¡!

    — ¿Ese era el registro que me declaraba usted? — la forense ladeó el rostro y sonrió de medio lado evidentemente fastidiada y molesta por la incompetencia de aquella susodicha doctora.

    — ¿En blan…?—musitó apenas para sí Kagome. — ¡Sí en blanco! —respondió la otra mientras la sacaba a empujones de la oficina de reconocimiento y registros de defunciones.

    — ¡Váyase si no quiere perder el trabajo por inepta y poco eficiente! —miró con burla la pijama fucsia entre la bata blanca y las pantuflas. —Doctora, ¡Ja! — le cerró la puerta al sacarla. La morena apenas reaccionó por el sonido ensordecedor se echó a correr por los pasillos rumbo a cierta habitación.

    —Será posible…—entró al elevador, la habitación de ella se encontraba en el segundo piso.

    —Que…—salió estrepitada tan pronto se abrió la puerta atropellando sin querer a unos desconocidos y pidiendo rápidas disculpas, se dirigió sin disminuir la intensidad de su “caminata” hacia la habitación #507 del área de cuidados intensivos.

    — Estés…—giró el manubrio de la habitación, —Viva. — y entró…

    —“Milagros, quien sabe… quizás sea verdad…”


    ***********************************************

    En medio del incesante frío a su alrededor se encontraba él, que a pesar del apenas perceptible amanecer el demonio que sólo lo controlaba en las noches estaba él aún a su merced.

    Sin más, ni tal siquiera pensarlo, puramente por instinto vivamente carnicero y voraz, desplazó la inmunda Bakkussaiga a su derecha para arremeterla con ímpetu y sin segundo golpe hacia el “enemigo” al frente suyo, que apenas era reconocible a unos escasos par de metros.

    Corrió, con la adrenalina inundando a nueva cuenta su moribundo sistema que resultaba como droga, pues, no sentía dolor ni pensaba con claridad, todo en esos momentos era:
    “perdición, muerte y sangre” pues era lo que su “sed” en esos momentos demandaba.

    <…Sus ojos estaban ciegos…>

    La katana fue dirigida verticalmente frente así; esta iba certeramente de manera brutal hacia el ahora impávido enemigo que se quedó estático en su sitio, ¿cómo esperando?

    <Igual que su ultrajado y moribundo corazón…>

    — ¡!—Sus ojos se distorsionaron por segundos y se dio a relucir la claridad de ellos embargados por el más puro de los temores jamás experimentados por su persona, al reconocer quien tenía en frente. —No…—apenas articularon débilmente sus casi purpúreos labios, volviendo de agolpe
    La casi perdida cordura de Sesshomaru Taisho. Vio la katana ser dirigida con fuerza a tan sólo una par de palmos de su delicada silueta…era imposible detenerse; la velocidad; la descarga de odio e ira…

    —¡¡SESSHOMARU-SAMA!! —Gritó el pobre viejo al darse cuenta de lo inevitable a un par de metros de distancia, quien corrió como nunca al percatarse de tan desfavorecedora situación.

    <Quien no tenía reparos ni medicina, si no es con su dulce amor.>


    ******************************************

    En un silencio sepulcral se encontraba ella impávida, viendo el lecho en donde estuvo su amiga “muerta”. Dos lágrimas surcaron su conmocionado rostro, absorto en sorpresa y felicidad al darse cuenta de cuando le faltaba por conocerla.

    —Amaii… —Tocó las blanquecinas sábanas alborotadas y manchadas levemente en sangre.
    —No tienes reparo…—Sonrió abiertamente y sus blanquecinos dientes dieron su aparición mientras volvía ver las sábanas y el piso levemente manchado también en sangre. —Esta vez vas a morir por tu ineptitud fluctuante. —se irguió ya que se encontraba acuclillada y retiró renuente las tercas lágrimas que amenazaban con embargarla en su totalidad. —Rin…—cerró la puerta de a golpe y se en caminó a buscarla por los pasillos siguiendo el rastro de sangre en el blanquecino piso. — No…esta vez morirás Rin— musitó impactada, al percatarse que el rastro seguía hasta las salidas de emergencias del hospital. Corrió hasta un guarda de seguridad y le reprendió por ser tan descuidado; el hombre para su sorpresa, estaba adormilado y medio consiente. — ¡Inepto! ¿Cómo puede ser tan descuidado? —le reprochó mientras se encaminaba hacia el área de urgencias para buscar ayuda para la descuidada chiquilla de obres avellanas.


    *************************************************

    El sol se atrevió a mirar un poco más la singular escena mientras el frío se debatía en hacerlo declinar con las constantes corrientes heladas.

    Jaken miraba boquiabierto lo que acababa de rebelarse; casi tétrico.

    Grandes gotas de sangre manchaba la blanquecina silueta y ropa frente a él pero, nada era comparada a los borbones de sangre que surcaba costado y brazo izquierdo casi cercenado por completo. Sus ojos avellanas ahora cristalizados por la añoranza contenida de romper en llanto, miraba a los ahora apacibles y dorados que se encontraba clavados en ella.

    —…

    —…

    Se acercó ella casi acechante y alzó su mano sólo un poco más trigueña que la de él al tan maltratado rostro de Sesshomaru por causa de los abusos del Dear killer; el rostro del déspota hombre era delicado y sin pensarlo, la acarició levemente cuidando de no lastimarlo en su recorrido; Sesshomaru cerró los ojos a tan sutil y delicado tacto que más mínimo le lastimaba, es más, le transmitía una calidez jamás experimentada por su persona pero, era tan reconfortante y dulce que ni siquiera se percató de ello; al romperse el contacto contra su piel, sus ojos se abrieron abruptamente por breves momentos. No pudo evitar que el escalofrío y los punzantes dolores de sus heridas se agolparan de un zarpazo a su maltrecho cuerpo y sin querer un leve quejido se escapó de sus labios pues, el efecto fatuo de la adrenalina había desaparecido, trayendo consigo los dolores reales y los traumas de todo su sistema. Se tambaleó y vio borroso, la pérdida de sangre estaba haciendo sus efectos; ya no tenía su ficticia droga; sin previo la morena amortiguo de cierta forma el tan robusto hombre frente a ella, acurrucándolo contra su pecho en medio del manchado piso de hielo embriagado ahora en sangre azul.
    La katana fue arrojada a distancia, luego de la intromisión abrupta en su dueño; lejos de la inexplicable y poco convencional escena.

    De alguna u otra forma Rin le estaba dado los tan añorados medicamentos correspondientes, al aparentemente frío y sin corazón príncipe.

    —…—Sesshomaru sonrió tenuemente, casi imperceptible, sin malicia, sin arrogancia simplemente una sonrisa sin rastro de mentira, mientras se desplomaba por completo en el regazo de ella sin privaciones ni conciencia. Quizás era lo que añoraba su demacrada alma y corazón, alguien quien esté presente incluso antes del momento de la muerte.

    — ¡Sesshomaru! —jadeó Rin entre lágrimas ya no contenidas, mientras acariciaba y estrechaba con temor el inconsciente y ensangrentado cuerpo en su regazo.

    — ¡Amo! — gritó el viejo acortando la distancia y postrándose frente a su preciado hijo y sin poder evitarlo vio a la “culpable” de que su señor estuviera así; se tambaleaba en espasmos pues el frío era inclemente y ella prácticamente estaba descubierta. ¡Qué estúpida! ¿Cómmo se le ocurría salir así? Además…

    —Señor Jaken…— musitó apenas audiblemente presa del inclemente frío, con su ropa blanca machada en sangre y su mirada perdida en entre la densa melena blanquecina.

    —Cuídelo, no permita que muera…

    Jaken se quitó su abrigo y la envolvió a ella juntamente con su inconsciente príncipe. —…—de nada servía si estaba muerta, y si pasaba esta vez en serio aunque no lo quisiera aceptar, su amo nunca se lo perdonaría y ni siquiera él lo haría cambiar de opinión.

    —Gracias…—jadeó, mientras se desmayaba, presa de la debilidad que la embargaba; recordando su mirada antes de sucumbir al dolor de todo lo que era más o igual que sus heridas internas; recordando el candor de su fría mirada de esperanza y…amor.

    —A ti…—respondió contemplándola tirada en la nieve, con su cabello esparcido en el suelo con sus brazos firmemente alrededor de su príncipe; el susodicho con su brazo derecho protegiendo la silueta de su ¿amada?<renegó eufóricamente> eso era… ¿imposible? Quién sabe… quizás el hielo de su corazón se está derritiendo.

    —Rin…


    *******************************************

    N/A:
    Corríjanme si hay algo fuera de lo cabal dentro de éste escrito por favor, pues me es de utilidad y aprecio enormes .

    *Espero que éste capítulo haya sido de su agrado, ya que sé que el otro fue un mal de boca muy obvio y con errores/horrores de todo tipo; les pido mis más sinceras disculpas por ello. Prometo no volver a publicar otra cochinada como esa de nuevo sin corregido previo.
    Bueno! Creo que un rosa un poquito claro no? Soy novata ustedes discúlpenme por ello, intentaré no cometer tantos errores (aunque errar es humano¬¬) pero es agradezco mucho por su tiempo.
    Se despide muy agradecida su servidora, ¡gracias por su tiempo se les quiere!
     
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  12.  
    pinkprincess

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    Lo sientooooo!!!! TT.TT
    Perdón por contestar taaannn tarde, pero no podía! I'm so sorryy! :(

    Bueno, volviendo al tema de la historiaaa... ME ENCANTOOO! ^o^ Estuvo relinda :D Y sobretodo la parte de Sessh y Rin ;)
    Pero... esq Sessh casi mata a Lin??!! O a Jaken??!! No me enteré de esa parte... v.vU
    Pobre Kagome, entre las pintas y el shock..... jajajaja se rienron de ella... :( Pero eso no es lo importante! Lo importante esq ha descubierto que Lin vuelve ha estar viva! :D Y con Sesh.... Ainnss... ^////^ L'amour, l'amour!! xD

    Bueno, lo siento por el comentario tan coro! Pero no tengo tiempo v.v Nos vemos en la próxima contii! ;D Besitooss! -3- *Muaks!* ^^
     
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    Sandritah

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    Ejem, ejem, ¡no tengo perdón por la tardanza! ;o;

    Capítulo 5:

    ¡Amé a Inuyasha! Bueno, teniendo en cuenta que adoro la pareja Inu&Kag, no podría ser menos. Tienen una linda niñita, awww, qué tierno. Al principio me descolocó un poco que fuese tan comprensivo y dulce, pero luego revivió su carácter torpe y eso me encantó. Por otra parte, siento que Kagome lo esté pasando tan mal, pero en cierta forma la comprendo; debe de ser extremadamente duro ver a alguien muriendo en tus brazos y no poder hacer nada por salvarlo, más aún si es alguien a quien quieres.

    A mayores, debo señalar que el combate entre Sessh y Bankotsu me resultó intenso, apasionante e interesante. Esa lucha sin piedad, la frialdad de Sessh cuando se convierte en asesino... es implacable. Siento la muerte de Bankotsu, pero él mismo se expuso a ella. Ahora me pregunto en qué condiciones saldrán tanto Dear Killer como Jaken de esa pelea contra los encapuchados. ¡Ambos están heridos D:!

    Te recomendaría, eso sí, que tengas cuidado con los cambios de escena; por lo general las separaciones se usan cuando pasas de unos personajes y un lugar a otros, pero en el caso del capítulo cinco, primero hablabas de que Jaken se aparta y luego pasas al enfrentamiento. Ahí no necesitarías esa separación, puesto que la batalla se desarrolla en el mismo lugar y con los mismos personajes. Hubiera bastado una referencia tal como "Mientras Jaken se alejaba, la batalla daba comienzo", o algo semejante. Por otro lado, aquí puedes encontrar información para usar correctamente los guiones, pues he notado que te fallan; asimismo te recomendaría tener cuidado con la narración (a veces hay comas u otro tipo de puntuación que cortan la lectura bruscamente o, contrario a esto, ciertas partes carecen de pausas necesarias; para solucionar eso es recomendable leer el escrito en voz alta, o mentalmente pero con las debidas pausas, para saber qué y dónde se necesitan) y vigilar las tildes.

    Capítulo 6:

    La situación de Kagome, por partes, se me antojó graciosa. Ya me la imagino corriendo de un lado a otro en pijama y con la bata de doctora, ¡qué locura! Y la otra, la amargada solterona del archivo, ya podía ser un poquito más amable... Mujeres x'D!

    Y asdf, ¿Rin se escapó sangrando? ¡No me lo puedo creer! Además, ¿qué quieren de ella? ¿Por qué quieren matarla? Si es una chiquilla inocente, por dios. Lo que me gustó fue el reencuentro entre ella y el desbocado Sesshômaru, no sé, se me hizo tierno, dulce... En cierta forma me lo esperaba al saber que él se dirigía implacable contra alguien, pero igual me gustó este detalle. Y que se desplome en sus brazos, el ceder de Jaken... ¡llévalo al hospital ahora mismo o te como x'D!

    Ya te comenté los de los guiones; no obstante, te haré una recomendación. He notado que, a veces, cuando los personajes no hablan y guardan silencio usas el guión seguido de puntos suspensivos para marcar tal situación. Eso no sería necesario. Puedes implementar en la descripción posterior el típico "X guardó silencio" o, sencillamente, proceder con la explicación posterior ignorando el silencio (como cuando se hace referencia a que Kaede llora). Hay algunas cosas que sería interesante revisar, pero primero puedes ir puliendo esos detalles, que el mundo no se hizo en un día y tenemos mucho tiempo por delante para escribir con corrección :D!

    Ahora sí, completo mi comentario y por fin al día. Espero con ansias el siguiente capítulo; cada vez me tienes más atrapada =D!
     
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    RomAnce

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    Mis estimadas! YO lamento llegar tarde de verdad![​IMG]
    hay situaciones que estan fuera de mi alcance y esta es una de ellas. les pido disculpas si? gracias ppor aùn pasare por aquì no saben lo reconfortada que me siento! jejejejeje![​IMG]
    * Pinkprincess: Graciaspor ser tan dulce mi princesita!!(le agarra los cachetes jejejeje!) espero contar contigo hasta el final del fic, sea como sea no lo tengo que ni mencionar para tì verdad? jejejeje!
    no sabes cunato me alegra que te haya gustado en serio tu precencia aquì me eriza los pelillos de la nuca! jajajajaja!
    * Sandritah-sama: me reconfontarà simpre tus post mi lìder, ya que me caen como medicina a las heridas, que eneste caso serìa los horrores con el guiòn y algunas màs que otras faltas ortogràficas, puntos y comas y adsf!!.. pero, sobretodo tus extensos reviews!! jejejejeje! eh decir que me facinan!! mejor dicho me encantan!! y yo sè que usted mi estimada Sandritah-sama lo sabe![​IMG] jejejeje!
    bueno, lo del capi five...me alaegra saberlo que no estuvo tan mal despuès e todo...
    Y mis otras chic@s! se les quiere jejeje! andan de vacas!! LOOOOl!! sie...
    jajajajaja! primero mi Padre celestial, publicarè este fin de semana sin vacilar!
    se les quiere a todos por acà a los lectores mil gracias por leer!!
    hasta la proxima! blesses!
     
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  15.  
    RomAnce

    RomAnce Soleanimetrix

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    Dear killer (SessRin)
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    <Dear killer (SessRin)>

    *¡Hola a todos, aquí está su servidora con otro ‘chapter’ de este fic’ esperando que sea de su agrado hasta el fin del mismo!
    * “” pensamientos de los personajes y “< >” sentimientos ocultos o actos dentro o fuera de la narración en sí.
    Sin más que agradecida se despide esta por el momento.

    Capítulo # 7:
    “Mi perdición por tu salvación”

    El día avanzaba y el tiempo era inclemente para con todos. Día, noche, noche y día; pasaba en un abrir y cerrar de ojos. “Dios perdona pero el tiempo a ninguno” es una frase de la letra de una canción que ella ni siquiera recordaba hasta ahora; ¡y de qué manera!
    Tiempo…
    Sí, era todo lo que necesitaba para poder salvarlo pero, el mismo se le esparcía entre las manos como agua.
    —“Ya casi… se cierra”—Meditó. Suturando la horrorosa herida del abdomen, en tanto otro médico hacía lo imposible con el casi cercenado brazo izquierdo del paciente sedado en la cama.

    Un hombre mayor verificaba y canalizaba de vez en cuando los signos vitales del moribundo titán que yacía sedado, y nuevamente se sorprendió por la resistencia de aquél joven hombre.
    ¿Cómo podía estar aún vivo con tal pérdida de sangre y golpes por doquier? Era simplemente incomprensible e inaudito. Sintió algo cálido gotear su antebrazo; extrañado dirigió sus oscuros ojos a tal sensación. Era sangre.

    —El paciente pierde sangre Higuarashi. — le reprendió mientras el ritmo cardiaco del mencionado se aceleraba.
    —Hago lo posible Dr. Genssai. — declaró seria con un dejo de molestia interna. El Dr. La miró con algo de reproche y se rectificó de inmediato en cuanto a la resistencia de aquél mencionado.
    —“Inaudito…”—pensó. Mientras corregía e intentaba normalizar los signos vitales, la pérdida de sangre en medio de transfusiones; los analgésicos para erradicar efectos secundarios y de cualquier tipo en cuanto a las exposiciones que tuvieron sus heridas en el medio contaminante y hostil.

    ***********************************************************

    —Sólo queda a la expectativa y esperar los resultados.
    — ¡¿De qué habla usted Dr.?! ¡Lleva cinco días en cuidados intensivos y además en coma!— lo acusó el mayordomo con la mirada jade encendida en ira.
    Le dolía en demasía tener que contemplarlo esos últimos días en un estado tan deprimente y fuera de cabal, pues estaba acostumbrado a ver a su amo impasible y casi inmortal. Esto era demasiado para su antaño corazón. ¡No quería que su amo muriese antes que él!
    ¡Él quería que su amo lo enterrara a él! Ya sea cuando le llegase su hora de partir al otro mundo, o bien muriese por causa y protección para con éste, del cual lo haría con honor y en paz consigo mismo, pues era su deseo al fin y al cabo, y su encomienda en vida: “Vivir y morir por el amo o con él hasta el fin” <sonrió penosamente>
    ¡Qué negligente! Daría todo por él pero, ele aquí que sólo tenía una herida de levedad en su espalda, causa de su ineptitud y falta de valentía en cuanto a la hora de la verdad.

    — ¿Adónde va?
    — ¿Qué cree Dr. Genssai?

    **************************************************************

    Una mujer de edad avanzada caminaba cierta premura a la sala de urgencias de aquél hospital.

    — ¡Kaede-sama! —saludó con efusividad y cordialidad el Dr. Gensaii Mientras le abrazaba
    —Dr. Gensaii es un placer volver a verlo y saludarlo, pero es más que obvia mi visita.
    Aseguró la rectora del orfanato que desde supo del incidente de su amado “hijo”, viajó desde Miami hasta Nueva york para saber de su estado y cuidarlo, aunque sabría pues, que ello le era a Sesshomaru como una aptitud que no toleraba y le resultaría hostigante y denigrante para su persona.

    —Veo que este muchacho es muy querido; no le hace falta nadie quien lo cuide, incluyéndome. —Sonrió.
    — ¿Y Jaken-san? Esta…
    —Perfectamente dedicado y estable, no se preocupe por él.
    —Pero y mi…
    —Sesshomaru-kun…—exhaló levemente y la guió por el elevador; — está estable pero, —marcó el cuarto piso.
    —Aún permanece en coma. —declaró quedadamente mientras le dirigía una mirada vacía.
    Kaede empalideció repentinamente y apartó la mirada, y sin querer se mantuvieron en silencio por unos cuantos minutos que le parecieron asfixiantes a la mujer. Gensaii ni se inmutó, pues sabía lo delicado de la situación.

    **********************************************************

    Comenzó a abrir pesadamente sus ojos. La luz que apenas comenzaba tímidamente a asomarse por aquél ventanal lastimaba levemente aquellos ámbares que poseía por ojos. Se movió por la molestia que la luz del sol y sin previo se vio retorcerse del dolor por el brusco movimiento dado a las crudas heridas, que aún no sanaban en su totalidad por los acontecimientos aquella lúgubre noche que era para más; y se dio cuenta que debió morir.

    Se percató también que se evitó una desgracia gracias a la acción rápida o a la que se pudo haber interpretado como un alivio en su caso, ya que sin motivos aparentes de vivir si no fuera por el impulso de sobrevivir y vindicar a sus padres; la muerte era una dama atractiva, de mirada penetrante y de frío labios para matar; ante la ventura de su maldita vida de aparente perfección y poder ante todos, cuando sólo era un infierno en vida.

    Vio a su alrededor tan insípido, blanco; solitario…trató de recordar indicios de lo acontecido pero, al hacerlo le dio jaqueca. Entorno su mirada y entrecerró los ojos como caudales; vestía esas ridículas fachas de hospital que abominaba y lo hacía sentir y ver cómo alguien a quien tienen que darles condolencias, lástima, y eso no encajaba en su persona.

    Su cuerpo estaba casi ausente; de su nariz surcaba un fino tubillo de plástico que le suministraba oxígeno; su brazo izquierdo estaba bastante deplorable entre medio de mallas y otras cosas que no lograba identificar, mientras que su derecho en inyecciones intravenosas y unos moretones ya casi sanados. Su torso semi descubierto dejaba ver su trabajado abdomen que se encontraba vendado alrededor, que a un costado en medio de una malla más densa se dejaba traslucir su sangre, por el último movimiento tan abrupto.

    —“Esa noche…”— se dignó a recordar la confusa y casi borrosa memoria, guardando sólo lo útil.
    Abrió gradualmente sus ojos al toparse entre uno de ellos; uno muy lúcido y casi perfecto: “Ella”. Su corazón enardeció de emoción y él sólo pudo mirar con consternación pura hacia donde su mirada podía llegar a causa de su inmovilidad parcial. ¿Qué rayos era eso? ¿Emoción? ¿Alegría? ¿Alivio?

    —¡¿?!—Dirigió pausadamente su mano derecha y lo posó en su pecho, sintiendo los latidos y escuchando los pitidos del aparato que le taladraba los oídos al ritmo cardiaco de su enloquecido corazón.

    Cerró los ojos y respiró considerablemente hondo, ya que no podía libremente hacerlo por la presión de las vendas y la profunda herida de su costado. Se calmó y Analizó detalladamente aquellos recuerdos, deseando sin pensar que fueran reales y no un invento de su demacrada y aturdida mente y corazón.

    Su inusual emoción paso a entornarse a un inexpresivo rostro y mirada impávida, hacia la intromisión de tres individuos que lo miraban con sorpresa y en un estado de shock. Sesshomaru alzo una ceja ¿Por qué le miran así? ¿Qué? ¿Acaso habían visto un fantasma o algo parecido? Bueno, a decir verdad lo parecía, pues su cabello rubio casi blanquecino revuelto y la cara pálida por estar al borde de la muerte, podría decirse que sí.

    — ¡HIJO!
    La pobre vieja de la emoción y la alegría sin previo se le lanzó <literalmente> al convaleciente hombre.
    — ¡Mi ambarcito! —Sintió el recorrido tibio de las lágrimas en su cuello, junto con el posesivo abrazo de la misma.
    —…
    El susodicho al sentir la calidez del singular afecto maternal de la antaña, suavizó sus facciones creando un semblante pasivo e indescifrable en Él. Sin previo, sus nervios enviaron señales a su cerebro trayendo consigo dolor; las heridas le estaban molestando y el agarre por muy cálido que fuera le resultaba incómodo.
    Un gruñido seco salió de su garganta alarmando a la antaña, y se dio cuenta de las heridas que ella sólo agudizaba más en vez de calmarlas; declarando el fin de tal efusividad explotada.

    —Oh! ¡Perdóname hijo mío es que no pude evitarlo…!
    —Réstale importancia a ello.
    La mujer sólo asistió mientras se colaba a un lado de la cama y enjugaba sus lágrimas con el dorso de su arrugada mano izquierda.

    — ¿A-amito, amito bonito cómo se encuentra usted?—preguntó Jaken con los ojos aguados.
    —Confórmate de que vivo. —respondió indiferente el aludido. Jaken asintió con la cabeza gacha.
    Luego de unos momentos el Dr. Habló:
    —Veamos Sesshomaru-kun, usted…
    — ¿Qué tiempo se estima para con esta maldita condición?—lo cortó de a golpe, declarando su mal humor.
    Kaede iba a quejarse regañándolo por su negligencia, Jaken sólo se quedó restregándose las manos nervioso, mientras tanto el Dr. Le dedicó una mirada seria y decisiva al déspota joven que tenía enfrente.

    —Sesshomaru-kun, — El mencionado entrecerró los ojos. ¡Odiaba que le apelaran “kun”! —las heridas sufridas fueron bastante considerables, pese a ser unas pocas pero, como sabrá la del costado en bastante seria y la profundidad de la misma fue muy latente al igual que la considerable pérdida de sangre. La simetría de aquella katana era para que no cerrase la herida. Si usted no coopera; será su problema. —Dejó de mirar fijamente al ámbar y entorno la mirada con la misma intensidad al costado de Sesshomaru que se traslucía la mancha de sangre.

    —…
    —Si quiere seguir vivo, deje de comportase como un niño caprichoso. —le reprendió severamente.
    — ¿CÓMO SE ATREVE USTED A…?
    —Usted cállese, pues es un alcahuete de este muchacho.

    Kaede sonrió, mientras agarra al pequeño hombre por los hombros. Una de las cualidades de su viejo amigo Gensaii era la sinceridad y ello le hacía gracia desde la universidad.

    —Jaken-san, tranquilícese. —Declaró con delicadeza la ataña.
    — ¡¿QUÉ?! ¡¿TÚ TAMBIÉN, ESTAS…?!
    —Jaken. —Lo llamó su preciado amo con la mirada clavada en el doctor. —Cállate.
    El Dr. Sintió la mirada del caprichoso muchacho y sonrió para sus adentros, ladeando su rostro sobre su hombro estando en el barandal de la puerta y declaró: “acuérdese que su novia lo espera, cuídese.”

    — ¡¿QUÉ?!
    — ¿Novia? Mi niño…
    —Sandeces.
    — ¡Ésa mocosa no es digna de llamarse la novia de mi amo! ¡ES UNA PLEBEYA Y…!
    —Jaken.
    —Ejem… ¿Si mi a…?—El pobre viejo no pudo terminar su cumplido debido certero golpe de un libro volador.
    ¿De dónde salió ese libro? <Se sobó el área afectada con ímpetu> y miro la contratapa… ¡ah! el bendito almanaque que compró para entretenerse y leerle mientras estaba en coma cuando lo cuidaba.

    —Cállate y deja de hablar sandeces.

    **********************************************************

    Una pequeña corría con energía inagotable sobre la densa nieve de aquél parque, en tanto una figura paternal intentaba alcanzarla a acomodar lugar. Chilló cuando fue alzada por los aires y recibía cosquillas injustamente.

    — ¡Trampa! ¡Trampa!
    — ¡Tú eres la tramposa es mi turno!—Reclamó el padre mientras aprovechaba la agitación de la pequeña por recuperar el aire a sus pulmones, en tanto la mantenía sujeta con el brazo derecho mientras que con el izquierdo seguía con la tortura de las cosquillas en su pancita.

    — ¡Vaya! ¡Cuánta energía!—Declaró la mujer irónicamente, trayendo unos helados de napolitano y mirando con burla a Inuyasha.
    — ¿No crees que tengo un niño interno?— Se quejó mirándola cómico y expectante a la vez.
    — ¡¿Cómo no?! ¡Lo eres desde que te conozco!
    — ¡¿QUÉ?! ¡¿Te burlas de mí?!—Kagome río a sus anchas al percatarse del embarre del helado tan infantil en la comisura de sus labios. Se inclinó y lo besó, limpiando en el proceso el embarre del helado que resultaba más dulce en los labios de su esposo.
    —Ka-Kagome…—musitó avergonzado, mirando expectantemente a todos lados aún contra sus labios. —Hay gente y la enana…
    — ¡Papá, Mamá!
    —Muy tarde. —Sonrió.
    — ¡Kago…! ¡Hmnp! — La pequeña se carcajeó, al contemplar la sangre agolpada en el rostro de su padre mientras
    Su madre lo volvía a besar esta vez hasta dejarlo sin aire.

    **********************************************************

    El sol empezaba a declinar, no porque se estuviese haciendo de noche, sino por la estación marcada que hacía que el sol escondiese hasta convertirse en un inexistente astro en medio de la densa espesura de las nubes cargadas en hielo.
    Su mirada se encontraba perdida entre los copos de nieve que caían grácilmente por el dintel de la ventana a su izquierda. Su visión era media borrosa, su cabeza le dolía demasiado como si quisiera explotar dentro de sí; en medio de su letargo, pudo escuchar el eco de una voz diciéndole cómo se encontraba, mientras sentía el recorrido de una sustancia helada en sus venas.
    ¿Cuándo le dejarían de dar calmantes? Ni ella misma lo sabía, pese a ser una doctora; era simplemente absurdo, estaba mal preparada en cuanto a su carrera o el dolor de cabeza no le dejaba pensar con lucidez.

    —Srta. Sweethangel con esto ya no tendrá las jaquecas, sólo tenga un poco de paciencia. — Le declaró una joven enfermera mientras le regalaba una dulce sonrisa y se retiraba dándole la entrada a la visita.

    —Amaii…—la llamó dulcemente con una mirada intensa.

    La susodicha movió su cabeza a su derecha, mientras entornaba una mirada aturdida y confusa hacia la visita.
    La intromisión en su habitación se le agolpó en su pecho llorando tenuemente.

    — ¿Ka-Kagome?—Tartamudeo.
    La morena no se movió ni un centímetro y siguió con su llanto ahogado, sobre la bata blanca de diminutos lunares celestes de Rin. Era la reacción más esperada de sí, pues luego de su furtiva huida dónde se encontró con el culpable de tal, y de estar una semana completamente sedada por temor a su propia negligencia y el horror de sus heridas, fue un alivio a su ser encontrarla viva por segunda vez.

    —Eres irremediable, terca, fluctuante…—sollozaba Kagome reprendiéndola, limpiándose las lágrimas con el dorso de su mano derecha. — ¡¿Cómo se te ocurre salir en medio de esta temporal?!—Rin sonrió.
    —No podía dejarlo; ya que si lo dejaba acabaría derrotado o peor aún, muerto…—Su mirada se opacó y continuó.
    —Ya que por mi culpa ambos salimos heridos. ¡Todo por mí!—las lágrimas ahora bañaba su rostro sombrío al recordar, en medio de la no tan fuerte jaqueca que traía encima.
    —Rin…—Declaró dolida.
    — ¡No! ¿Por qué a él? ¿Por qué a mí? ¿Qué hice? ¡¿A caso no puede ser feliz?! A caso, ¡¿Yo no puedo ser feliz?!
    — ¡Deja de decir eso! Nadie nos prometió una vida perfecta, ni muy bonita ni muy fea, eso es todo. Sólo disfruta lo poco y que se nos ofrece en esta vida al máximo; ya sea un pedacito de cielo <Cerró los ojos recordando a su hija> o un amor entregado que sin querer siempre tendrá imperfecciones. <Abrió los ojos y miró el ventanal recordando a Inuyasha> Así de simple. — sonrió tenuemente.

    —Kagome, Yo no quiero verlo sufrir, no por mí, ¡no por nadie! ¡Yo…!
    —Tú… ¿Lo amas?
    —Yo…—miró a Kagome fijamente.
    —No sé, estoy confundida…—Decayó su semblante y le apartó la mirada.
    —Rin, mira podría ser que…
    La puerta se abrió abruptamente rebelando unos traviesos ojos rasgados que inspeccionaba toda la habitación.
    — ¡Mamá!— se le tiró encima y Kagome la inundó de besos, dejando a un lado la conversación pendiente.
    — ¡Tía Lin!
    — ¡Pequeña!—se esforzó por regalarle una amplia sonrisa, aunque a decir verdad no era mucho esfuerzo, pues era muy fácil encariñarse dejarse robar el corazón por la pequeñita de tres añitos que rebosaba de alegría infantil.

    — ¡No! ¡Yo no tan pequeña tía! ¡Yo tener tez años medio!—se quejó a un lado de la cama mostrándole cuatro deditos.
    —Tres años y medio Izayoi. —la corrigió arreglándole los deditos de su manos y regalándole un dulce beso en su cien. Una entrada abrupta de un acalorado Inuyasha asustó a las presentes.
    — ¡AH!
    — ¡Inuyasha! ¡¿Qué modales son esos?!
    — ¡Shi Papá!

    El tipo se encontraba agitado y con los cabellos revueltos cual animal huyendo de su presa.
    — ¡INUYASHA!
    — ¡QUÉ QUIERES MUJER!
    —Por favor no griten…—declaró Rin con evidente preocupación en tanto la pequeña negaba con la cabeza con los bracitos cruzados.
    —Papá ser torpe tía Lin, siempre discutir.
    — ¿No te da temor?—Le cuestionó con sorpresa con los ojos avellanas como platos.
    —No. Papá decir: perdón por cabezota hueca, y mama responder: Inu iota. Luego comer la boca mamá a papá.
    Rin se sonrojó, en tanto fijaba su mirada en la pareja que aún seguía retraída para con ellas, y río.

    — ¿Ti-Tía, estas enferma? Esta roja y riendo, ¿Por qué?
    — ¿Rin? — llamó Kagome quien había dejado de discutir al escuchar las carcajadas de la mencionada.
    —Oye Kagome, yo creo que tu amiga se le salió un tornillo de la cabeza. —le dijo, mientras veía a Rin doblarse por la falta de aire y aún con la cara colorada.
    — ¡CÁLLATE INUYASHA!
    — ¡OYE! ¡¿QUÉ TE PASA?! ¡LOCA!—La acusó sobándose el área agredida por el certero carterazo en su cabeza.
    Un toque en la puerta de la habitación les llamó la atención. Inuyasha dio un respingo.
    —Visitas, se les pide silencio por favor hay internados descansando. —declaró un joven enfermero de piel pálida con una dulce sonrisa de en su rostro.
    — ¡Argh! ¡TÚ!—declaró el de cabellos claros señalándolo exageradamente con el dedo índice.
    — Ah? ¿Yo?—se señaló curveando sus labios ¿pintados en carmín?
    — ¡Sí! ¡TÚ! ¡LÁRGATE DE AQUÍ!—Lo acusó con un tic nervioso en el ojo derecho, al saber el mal rato que pasó con aquél aparente hombre.
    — ¡Hmph! Le dije silencio caballero—Lo miró con sus oscuros ojos centellando con malicia.
    —Discúlpelo, es uno cromañón…—miró al “cromañón” con cara asesina. Éste tragó saliva.
    — ¡Bueno! fue un placer “Inu”, señoritas…—Les hizo una reverencia. — ¡Hasta pronto!—Se despidió con voz afeminada que le dio escalofrío a Inuyasha y gracia a las mujeres en la habitación.
    Luego de guardar silencio para garantizar la retirada de aquel enfermero, Kagome lo interrogó.

    —Ese era el tipo que…
    — ¡SÍ! ¡YA VÁMONOS! —La mujer negó levemente mientras se despedía de Rin, en tanto era jalada por el conmocionado hombre que ya cargaba a su hija cual costal de papas a su izquierda.
    — ¡Cálmate!
    — ¡Vámonos!
    — ¡despídete, no seas mal educado Inuyasha!
    — ¡Mucho gusto niña, adiós!
    — ¡Idiota…!
    — ¡¿Conforme?! ¡VÁMONOS!—la terminó de jalarla en tanto la pequeña movía su manita frenéticamente y le sonreía de oreja a oreja despidiéndose; Rin le correspondió sonriéndole en tanto la puerta se cerraba por completo y negaba con la cabeza evidentemente divertida.

    *********************************************************************

    Un ya acostumbrado amanecer se contempló en el cielo con tonalidades grisáceas y otras más claras, dando un aspecto algo insípido y deprimente. El tiempo corría sin piedad ni mirar a quién; por lo menos este era bien recibido por el heredero Taisho, quien daba excelentes progresos en tan sólo dos semanas y medias.
    — ¿Sess-Sesshomaru-sama?—musitó sorprendido el mayordomo al pectarse de lo que su amo intentaba a hacer.
    — ¿Amo pero qué, qué hace? Aún no…
    —Suficiente; —se terminó de acomodar la camisa negra en tanto tiraba en su hombro un abrigo de cuero del mismo color. —mi recuperación ha sido factible; no es necesario estar en esta institución pública.

    — ¡Pero amo es peligroso! ¡No ve que aún le causa molestia la herida de su costado!
    —Es inevitable Jaken.
    — ¡¿Qué crees que haces?! ¡Aún están sentidas tus heridas, hijo!
    El mayor se le quedo viendo sorprendido por la entrada abrupta y el menor sólo la miró de perfil.

    —Ya basta de jugar a la madre abnegada; ya no soy ningún infante de necesidad paternal. —Declaró cortante. —Y tú, Jaken; suficientes estupideces has declarado; Vámonos.

    El susodicho tomó la pequeña valija con las pocas pertenencias de su estimado amo, en tanto éste salía de la habitación ignorando por completo a la destrozada mujer.

    —Me alegra que haya conseguido su cometido, Sesshomaru-sama. —declaró serio el Dr.Gensaii a unos cuantos pasos de la habitación. —Pero lamento mucho que sea tan soberbio y egocéntrico; tanto, que siempre lastima a aquellos a quienes les importa a usted; —Lo miro serio, desafiando con la mirada. Ya sabía lo que había hecho a su querida amiga Kaede, cuestión que no toleraba era a un chiquillo soberbio, caprichoso además de hiriente en palabras. —Sesshomaru-sama.

    —A usted no le concierne lo que haga o no haga con mi vida; ni mucho menos a las personas cercanas a mí.
    —La Srta. Kaede no se merece sus tratos tan cruentos. ¡Usted le debe mucho!—Sesshomaru bufó.
    —Yo no le pedí que viniera, ni mucho menos que me atendiera. Sé que le debo mi integridad, pero no mi vida.
    Respondió indiferente el menor, dándole la espalda al grupo mayor encaminándose al elevador.
    — ¡Amo espéreme!
    El otro siguió impávido, sin muestras de haberlo escuchado.

    *********************************************************************

    Una chica que aparentaba unos dieciséis años, caminaba en círculos alrededor del habitáculo nerviosa.

    — “Sólo disfruta lo poco y que se nos ofrece en esta vida al máximo…”—entrecerró los ojos pensando.
    Contempló el cielo gris de su ventana y percibió más el aroma de las florecillas silvestres que apreciaba. Escuchó la manigueta de la puerta ser girada y luego abierta en su totalidad.

    —“Tú… ¿Lo amas?”—Dio un respingo, soltó las margaritas silvestres cayendo al suelo no creyendo a quien veía.
    — ¿Se-Sesshomaru?
    Miró atontada al impasible hombre quien había cerrado la puerta sin apartar su mirada fija en ella. No hubo respuesta de parte de la intromisión en cuanto al llamado.

    —“No sé, estoy confundida…”—pensó; Mientras lo veía acercársele a paso decidido y sin expresión.
    Recordó que Él era una persona del cual era un poco difícil de hacerlo responder y de entablar conversaciones, así es que optó por comenzar la extraña charla.

    —Me alegra en demasía que se haya recuperado tan rápido, y ¿El señor Jaken? ¿Dónde está?—sonrió.

    El tipo seguía en su mutismo sin muestras de haberla escuchado. Luego de uno momentos habló pero no le respondió su pregunta.

    —Rin…—la llamó a dos pasos de ella, no creyendo tenerla al frente después de haberla reconocido muerta.

    Inconscientemente su mano derecha se alzó e hizo algo no propio de su persona. Esta se posó delicadamente en la espesa melena morena de su vieja amiga, acariciándola y disfrutando su contextura, su sedosidad, además de su grato aroma tan dulce, delicado, nada comparado a los perfumes artificiales de las otras. Impávido y atrevido, cambió el recorrido de sus caricias a su rostro, rozando con las yemas de sus dedos la nacarada piel un poco más trigueña y algo marcada por los tratos pasados.

    Rin se sonrojó notablemente, no sólo por las caricias sino más bien por la cercanía; ¡estaba a tan sólo dos pasos de ella! Y aún la seguía mirando intensamente. ¿Quién no habría de estar “algo” nervioso con tales actos?

    Además de incomprensibles y extraños tratándose de semejante personaje; pero era ¡Él, Sesshomaru! Un hombre déspota del cual era carente de dar afecto humano, y verlo demostrar tales no podía evitar llenarla de sorpresa, alegría y vergüenza, por ser ella a quien se le estaban brindando y sintió enardecer de felicidad, emoción, al saber que aquél hombre y viejo amigo ahora era un poco más apreciable a sus semejantes y así mismo. <Sonrió>

    —Sesshomaru.

    El susodicho reaccionó y retiró su mano por inercia de la mejilla izquierda de Rin, quien aún le sonreía ampliamente; comprobando que esa chiquilla que le transmitía las medicinas correspondientes no era una ilusión.

    Apartó su mirada y retrocedió tres pasos. La chiquilla lo miro interrogante ladeando su cabeza a un lado cual niña expectante por tal reacción. Hubo un silencio asfixiante por unos momentos que le parecieron a la menor casi interminables; Sesshomaru lo notó y declaró lo que realmente venía a decir.

    —No vuelvas nunca a toparte en mi camino; negligente. — La amenazó con la mirada fría y arrogante. —No quiero verte nunca más.
    Mencionó sin tapujos; Calmo, frío y sin ápice de emoción que declarara lo abrupto de su cambio; Se acercó a la puerta abriéndola, y mirando sobre su hombro declaró una despedida que parecía inminente.

    —Adiós…Rin.

    Al sonido del cierre de la puerta, su corazón se achicó, sintió que le faltaba aire y sus fuerzas se convertían en nada. La alegría vivida en unos momentos fue remplazado por un sabor amargo en la boca y un vacío denotando dolor y tristeza.
    — ¿Por qué…por qué me lastima tanto todo cuanto eres?— preguntó Rin a la soledad de su entorno, mientras una solitaria lágrima surcaba su pálido rostro muriendo en sus labios, desmoronándose por completo en el frío piso. — ¿Qué te eh hecho para que me desprecies tanto...?

    En el corredor tardó tan sólo unos momentos asimilar lo que escuchó, y sin querer no pudo evitar sentirse extraño, mientras se encaminaba a paso decidido y elegante sintiendo un hueco en el estómago; su consiente se apesadumbró por la oscuridad de esas emociones que lo estaban envolviendo como ligeros hilos de hielo que lo hacían pesado, estúpido; Y lo comprendió.
    Quiso arrancarse el corazón por ser tan traicionero, débil y a la vez fuerte; aunque se negaba rotundamente y no quisiera admitir lo último; porque si dejaba correr esos ahora incontrolables sentimientos y emociones, las consecuencias serían nefastas; cobrarían sangre y una vida transferida una: la de Él y la de Ella.

    *******************************************************************

    Declarasteis un nunca más sabiendo tu perdición en manos del Dear killer, el terror de la oscuridad, por la salvación de tu inrreconocida musa…Sweethangel, Rin.

    Dime Sesshomaru; ¿Tienes a alguien a quien proteger?

    Continuará…

    ******************

    N/A:
    *¿Qué tal?, espero que les haya gustado este capítulo en justificación por la tardanza (…) Ejem… discúlpeme por lo cortante del mismo, es simplemente impredecible las acciones del protagonista ¿No creen?, no me lo desprecien es sabe lo que hace y bueno, por consecuente a mí también jejejejeje!
    Bueno sin más que agradecida se despide de ustedes su servidora. ¡Hasta la próxima! Se les quiere.
     
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  16.  
    pinkprincess

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    Siiiiiiiiiiiii! Por fiiiiiiiiiin! Si que te hiciste esperar ¬¬ Pero lo importante es que ya está aquii!
    Sencillamente, precioso, impresionante, románticoo! ^^ Y demás :D

    Ainss... por qué Sessh siempre tiene que ser tan orgulloso ¬¬ Pobre Kaede! :O La dejó chafada! Con lo que había hecho por el y solo le dice eso....
    Dios! Inu y Kagome son supermonos! ^////^ jajajaj
    Y la chiquitaja ni te cuento! jajaja "le come la boca"???!!! Esa parte me dejó O.O Jajajaja no me lo podía creer! xD
    Y el médico, directo? Nooo! Que va! xD Solo un poco :p
    Y sip, Jaken me parece un poco demasiado perritoo! jajaja pero se que lo hace por.. cariño :)
    Jajajja! Pobre Inuyasha! Menudo susto se dio con el "enfermeroo" xD Ya empiezan sus problemas de acosoo! xD Kagomee! Defiende lo tuyo! xD
    Qué??!! Cómo pudo decirle eso a Rin? Será bobo! >< Y yo que me esperaba un beso u.u Mucho era pedir! xD
    Pues ya me va tocando mi momento de roosaa! Pero rosa, rosa, de ese empalagosooo! xD Bueno, no tanto, me conformo con un rosa... rosa! xD

    Bueno, chica, que me voyy! Que mira lo hora que ess! xD Mi madre me mata O.o Jajjajajaja! Nos vemos en el próximo capii! Bss -3- No te tardes taaantooo! ;D



    PD: Perdón por tardar tanto en contestar, pero una cosa se me juntaba con la otra y al final nunca podía metermee! xD Bueno, ya si me voy :p
     
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  17.  
    RomAnce

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    *Hi!
    Ough! veio que se me desaparecieron todos º-º! LOOl! (?)
    Bien! como sea, soy una tràgica hasta el final y una melòdrama( vaya palabra inventada¬¬) sin causa aparentemente injustificada vaya loqueras mìas...
    *Pinkprincess: I AM SO SORRY for you and for me! (?) sì en serio siento mucho el atraso del mismo; tengo el capi allì pero esta en la memory de la lap' y esta esta ' in coma' hasta nuevo aviso.
    te sigo para que no te me pierdas si? me siges? *--* (chiste malo)¬¬
    Mis betas se fueron de vacas y creo que yo por el momento tambièn.
    Mientras tanto creo que cerrarè el fic, hasta nuevo aviso.
    Los quiero, cuìdense mucho mucho!
    Nos vemos hasta la pròxima todos los que se pasan por aquì!
     
  18.  
    pinkprincess

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    Cariñooo! ToT Por que tardaste tanto en contestar? :( Me tenías desesperadaaa! D:
    Bueno.... espero que tu lap se recomponga lo antes pocible ;) Y que no tardes muucho con el siguiente capi, y que sepas, que aunque los demás se hayan ido, yo estoy aquí hasta el final ;) Chica, tienes mi apoyo incondicionaaal! :D Nos vemos, espero que sea pronto ;) Bss queridaaa! ^3^
     
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  19.  
    Arthurs

    Arthurs Guest

    Hey! tú sabes que es la que es! xD!
    On! yo te dije que pasaría luegoooo...mil años después.
    pior es nada.
    Clásico de tí, sanginaría y masoquista!
    nesecitas un psiquiatra; pero tu sabes que eso es lo que me gusta
    ...
    P/D:
    (publica, ya tienes la herramienta mi hermana:eek:! )
    ok! ya cumplí.
    nos vemos luegooo!:D
     
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  20.  
    Viki

    Viki Guest

    Por hoy cumplí mi parte! eh!
    después no digas...sabes que no me gusta leer tanto ni mucho menos escribir, así que con lo que me dijistes me guio y yap! ok!
    Hasta ahora, me ha parecido...algo, interesante...
    no tengo otra cosa que decirte que hagas lo que te guste( en este caso escribir)
    Yo no quepo en ello!

    P/D:
    (No se cuando vuelva avenir por acá, ya que la uni' no me deja:p)

    Te dejo Salu2!
     
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