One-shot De lo profundo [League of Legends]

Este fanfic es para la actividad de Leyendas de Runaterra.
Decidí hacerlo sobre mi segundo main, añadido con otros campeones de Aguasturbias. Al final se ve algo medio troll el cómo está conformado el equipo rival, pues sólo hay un adc natural proveniente de dicho lugar en el juego, pero es lo que hay(?



De lo profundo.

La cazarrecompensas giró su mirada hacia el lugar del cual provino aquella explosión, observando cómo se creaba una tormenta de bombardeos que parecían meteoritos. No le cupo ninguna duda: aquel anciano ambicioso por el dinero había ordenado a su tripulación que dispararan los misiles de los cañones de su barco. Apresuró su marcha rumbo a ese lugar donde, seguramente, se había creado una nueva batalla por, según ella, el centinela de visión que su compañero de línea había comprado hace menos de dos minutos. Sabía perfectamente que le fastidiaba que le quitaran la visión que los centinelas ofrecen porque los trataba como si fueran, de forma irónica, su tesoro más preciado… además que el precio de 75 monedas de oro son una cantidad exagerada de dinero en estos días tan difíciles.

Una vez llegó a la zona de riesgo, sonrió de manera coqueta a la par que maliciosa y, con sus dos pistolas gemelas, desplegó una ráfaga de balas hacia sus enemigos, logrando bajarle en gran cantidad las barras de vidas de los contrincantes. Una vez terminó su lluvia de disparos, aprovechó la cortina de humo que se había creado por el poder de los tiros y corrió con la intención de posicionarse más cerca de sus aliados, cuando de repente, un yordle azul corrió a gran velocidad, aproximándose a ella y saltando encima de su tridente.


—¡Un pez, un pez! —exclamó el pequeñín mientras caía de su tridente con intención de golpear a la cazarrecompensas.


Ella cerró los ojos casi por reflejo sin saber cómo defenderse, creyendo de manera incrédula que lo había vencido después de lanzar su habilidad definitiva, hasta que escuchó un jadeo familiar que provocó que volviera a ver hacia lo que estaba delante de ella: un hombre con un pañuelo rojo con líneas blancas que le cubría desde la nariz hasta la boca, que le daba un toque siniestro, una cicatriz en su cabeza y ojos verdes vacíos pero que emanaban furia, había ‘pescado’ al travieso de las mareas con su arpón, atrayéndolo hacia él y alejándolo de la pelirroja; posterior a eso, el hombre del arpón saltó sobre el yordle con el filo de su arma, mientras apuntaba hacia el cráneo de la criatura, para instantáneamente caer encima de él, clavándole un cuchillazo que creó una X sobre el suelo, la cual parecía hecha de agua. La chica escuchó entonces como si hubiera ganado todo el dinero de una máquina tragamonedas, pues el sonido metálico de esas piezas inundó sus oídos.

Después de que ella volviera en sí, vio cómo su compañero de línea se volvía un fantasma y daba la impresión de que ‘nadaba’ en el aire hacia el resto de los enemigos, quienes estaban con poca vida; antes de que se volviera imposible de ver su cuerpo pálido, detectó cómo sus ojos emitían una estela de luz verde. Lo siguiente que escuchó fue el grito familiar de alguien que conocía hace muchos años. Sus ojos grises azulados presenciaron cómo su aliado repitió la acción que realizó contra la criatura azul, pero esta vez sobre un pirata viejo con una enorme barba blanca.

Se formó otra X alrededor del cadáver del anciano.

La “Señorita Fortuna” parpadeó y lo siguiente que vio fue cómo una nueva X se creaba alrededor del cadáver de un hombre con barba oscura y un cigarro, mientras su escopeta se resbalaba de sus manos bañadas de un líquido rojo.


Después de eso...


Otra X.


Y otra.


La joven pirata quedó impactada ante el paisaje que presenciaba delante de ella: el cuerpo de un sujeto yacía en el suelo, con un montón de cartas regadas alrededor de él y un sombrero cerca de su rostro sin vida. Y al lado de este, una especie de criatura pantanosa recién asesinada, con un sombrero más elegante y una enorme lengua llena de saliva fuera de su gigante boca con unos dientes temibles. Todo el campo estaba lleno de sangre, cadáveres y agua.


El momento de tensión finalizó después de escuchar cómo una voz exclamaba de manera eufórica “¡Pe-pe-pentakill!”.


El hombre del arpón se acercó a la pelirroja y pronunció unas cuantas palabras:


—¿Fui un buen soporte…? —