Colección De letras y emociones

Tema en 'Bleach' iniciado por Minaki Kaeden, 18 Julio 2015.

  1.  
    Minaki Kaeden

    Minaki Kaeden Procastination Queen

    Acuario
    Miembro desde:
    22 Julio 2012
    Mensajes:
    110
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    De letras y emociones
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    873
    Bueno, gente, con compasión y ternura porque mi mente se droga cuando está cansada así que no prometo un escrito excelso, así que esto es Minaki en su peor versión. Gracias por su compresión. Sin más...


    D de Desdichada



    <<¿Por qué yo?¿Por qué siempre soy yo la desdichada? Siempre soy yo la que le hace daño a los que quiero>>. Fue lo único que Rukia Kuchiki tuvo tiempo de pensar cuando vio al chico de cabello naranja del que hasta ahora no se había percatado que estaba enamorada, parado frente a ella con la mano del Hollow Grimmjow Jeagerjaquez hundiéndose en su estómago destrozando y desgarrando piel y músculo a su paso mientras lo perforaba. Sabía que esa mano iba dirigida a ella, y aún así se metió en el medio. Que tonto, tonto, tonto.

    —Qué raro, pensé que tú, chico, serías el más fuerte de los dos. ¿No escuchaste cuando pregunté? Y ahora te veo haciendo esto por la chica —dijo el Hollow con tono burlón.

    Ichigo, el muchacho del cual hablaba Jeagerjaquez, intentó responder algo, pero cuando abrió la boca para hacerlo, dos hilillos de sangre que cayeron al suelo resbalándose por la barbilla del de ojos marrones tomaron el lugar de las palabras.

    Rukia tuvo que realizar un esfuerzo enorme para hacer que el sonido abandonara su garganta y sus pies respondieran a las órdenes que el cerebro les dictaba.

    —Nunca —dijo con una calma alarmante de la cual hasta ella se sorpredió —. Nunca más en lo que te queda de vida lo toques de nuevo —finalizó ante las miradas sorprendidas y un poco confusas de los dos chicos mientras se colocaba elegantemente a un lado entre la mano de su enemigo y su objetivo y la sacaba de su estómago lanzándosela casi con asco a su dueño. Este acto hizo que el chico tosiera de nuevo sangre y al darse cuenta, pensó si lo que había hecho, había sido la mejor elección. Se recriminó por pensar con la cabeza caliente por lo que creía que era la primera vez en su vida.

    Kurosaki cayó al suelo de la misma forma en que lo hacen los floreros de cristal que están sobre un mueble de madera el cual recibe un gran empujón.

    La chica miró con ojos oscuros y profundos la vista horrorosa del chico que amaba, y ahora sí lo reconocía por completo, caer y el brillo característico al pelear, abandonando sus ojos color miel. Giró la cabeza hacia su oponente, ya que no podía seguir viendo aquella escena y sin más, arrebató contra el chico de cabello azul cielo blandiendo su espada, sujetando el mango tan fuerte que, de estar más calmada, se hubiese dicho mentalmente que luego le dolerían las palmas.

    Involuntariamente, recuerdos de ella y su teniente Kaien Shiba, pasaron por su mente con la velocidad de gotas de agua en una cascada. Cuando se conocieron, al entrenar juntos y descansar en el río y cuando por fin tuvo que dolorosamente atravesar su espada en el cuerpo de su amigo y este falleció en sus brazos agradeciéndole por haber podido conocerla y dejar su corazón allí…

    No pudo más, la rabia explotó dentro de ella, y puso su cuerpo a actuar por sí solo de pura adrenalina. Luego se percató de que al parecer, su garganta había sido tomada también.

    —Esta vez… Esta vez, aunque sea por primera y última… ¡El desdichado serás tú! —dijo mientras corría hacia Grimmjow levantando su Zanpakuto, quien la esperaba con una sonrisa que sólo él podía hacer divertida y venenosa al mismo tiempo.

    Kuchiki escuchó la voz de Ichigo muy lejos, en un rincón de su mente. <<Rukia…>>

    Escuchó la risa de su oponente. Sarcástica y disimulada, pero aún así retumbó sorprendentemente fuerte en su oídos, y se preguntó si estaba tan cerca de él y no lo había advertido. Bajó la espada, pero el contacto fue bastante duro, y se dio cuenta de que había golpeado el suelo. El objetivo había escapado y ella ni cuenta se había dado.

    —Rukia… Así que ese es tu nombre —dijo una vos masculina desde más lejos de lo que ella creyó. Debió haberse tardado en levantar la espada y darse la vuelta muchas más allá de lo permitido. Luego cayó en cuenta.

    Entonces esa pequeña voz no había sido en su mente.

    Jeagerjaquez les dio la espalda mientras abría un portal y daba un paso a lo que parecía una gran negra oscuridad con tonos rojizos que daban la impresión de formar pequeñas ondas, como el andar lento de un río tranquilo.

    —Eres interesante, Rukia, házme un favor y recuerda este nombre, Grimmjow Jeagerjaquez, el hombre que te matará—sentenció antes de desaparecer y cerrar el portal.

    —Grimmjow Jeagerjaquez… —repitió ella como un disco, luego se acordó del chico que seguía sangrando en el pavimento.

    —¡Ichigo! —gritó mientras corría hacia él desesperada sabiendo que debía llevarlo a Urahara para atenderlo.

    Llegó a su lado y se arrodilló.

    —Ruk…

    —Shhh… tonto, hablar no te hará nada bien. Yo estoy bien y sé lo que vas a decir, pero esta vez es mi turno; Ichigo, gracias.



    Este relato es para la activida Días del abecedario. Gracias de nuevo.
     
    Última edición: 20 Julio 2015
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  2.  
    Minaki Kaeden

    Minaki Kaeden Procastination Queen

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    Escritora
    Título:
    De letras y emociones
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    989
    Bueno, en esta ocasión disculpen las malas palabras. O el exceso de ellas. No suelo escribir mucho así, pero es que el personaje principal es Grimmjow Jaegerjaquez, y Grimmjow Jaegerjaquez no es Grimmjow Jaegerjaquez sin malas palabras. Además de eso, nada. ¡Espero que lo disfruten!


    F de fracaso


    <<¡Mierda! ¡Yo no fracaso! ¡Grimmjow Jaegerjaquez nunca, nunca fracasa! >>.

    Y era así. O al menos él creía que era así. Hasta que un día normal y corriente se convirtió en su peor pesadilla.

    Esa mañana comenzó como cualquier otra. Bueno, de hecho no. Estaba en la habitación de su palacio tratando de conciliar el sueño que no había podido en toda la noche. Cerró los ojos e intentó relajarse. Nada. Subió las sábanas por encima de su cabeza. Nada. Se giró y cambió de posición una y otra y otra vez. Todavía nada. Nada de nada. Simplemente no podía dejar de pensar en la manera tan fácil en la que el bastardo de Aizen lo doblegó “sólo utilizando mi energía espiritual.” Además de eso, había algo que lo perturbaba, no sabía que era, pero lo que sí sabía era que algo estaba por pasar. Algo grande. Entonces volvió su cabeza hacia el gran ventanal ubicado en todo el centro de la pared frente a su cama, y se dio cuenta de que ya era de día. O bueno, lo que se podía considerar como día en Hueco Mundo desde que el, de nuevo, bastardo, de Aizen colocara ese sol y cielo artificial.

    Y es que no había nada o nadie en este mundo que le molestara e irritara más que Sosuke Aizen. Bueno, tal vez sí, la ya mencionada luz artificial del “supuesto sol”, y las fresas. Pero eso son sólo gustos personales, pertenecen a otra historia. Por eso, cuando llegó Gin Ichimaru irrumpiendo de manera imposiblemente silenciosa su “descanso” diciendo que el shinigami Ichigo Kurosaki y compañía habían entrado en Hueco Mundo y se dirigían a Las Noches para rescatar a Orihime Inoue, Grimmjow no pudo hacer más que echarse a reír amargamente ante algo que no había reparado antes.

    <<Mierda, qué asco con Kurosaki. No sólo es una fresa, es una fresa negra y podrida >>.

    Así que ese día sería más divertido después de todo. Tal vez con la adrenalina de una buena batalla se le podría quitar la cara de zombie que tenía. Maldita falta de sueño. Pensó en la apuesta con Ulquiorra. Qué irónico que lo hayan hecho acerca de una, según ellos, imposibilidad, mientras estaban más que borrachos.

    —Bueno, Ulquiorra, dime que te parece. Hagamos una apuesta —dijo Jaegerjaquez mientras se tambaleaba sin control alguno—. El primero de nosotros que mate a cualquier shinigami que entre directamente por esa puerta, gana.

    No pueden entrar directamente por la puerta, Grimmjow. Esto es obviamente un palacio dentro de un palacio. Primero tendrían que entrar a Las Noches repuso ya a punto del coma etílico. Fucking Grimmjow que lo había convencido inexplicablemente a tomar.

    ¡Coño Ulquiorra, tú me entiendes, no juegues conmigo! ¿Aceptas o no?

    ¿A cualquier shinigami que entre?

    Sí, coño, sí. A cualquier shinigami que entre.

    Entonces es una apuesta aceptó Ciffer.

    Es una apuesta entonces respondió el de cabello azul y luego ambos se miraron sabiendo que algo había pasado, pero sin tener la capacidad de comprender totalmente el juego de palabras que inconscientemente hicieron.

    Grimmjow esperó mientras se preguntaba cómo carajo recordaba eso y no se acordaba de nada más. Esperó con una paciencia que ni él mismo sabía que tenía. Después de lo que él consideró ya demasiado tiempo, por fin se acercó uno que… no tiene suficiente energía espiritual. Qué débil. Bien, ahora viene otro que tiene energía de shinigami y… está peleando con el freaking Szayel de mierda. Ok, un terc— no, olvídenlo, está peleando junto al segundo.

    <<Que mierda con esta gente, nadie es lo suficientemente poderoso para llegar por lo menos al salón en donde se está de día >>. Pensó Jaegerjaquez decepcionado. No que él lo admitiera, claro.

    Volvió a esperar entonces. Por fin, cuando él pensó que ya estaban todos muertos, apareció la energía de uno de esos llamados shinigamis. Y este sí era fuerte. Pero no está solo, también viene con el de un ¿Hollow? ¿Qué carajo? Bueno, ni que importara. De repente se escuchó un gruñido proveniente del chico de cabello azul.

    —No, Ulquiorra. Así si me jodes, no puedes matar a mi presa —dijo en voz alta mientras se dirigía al campo de batalla a ver si llegaba a tiempo.

    Cuando lo hizo, vio no necesariamente lo que quería, pero lo que esperaba: el Arrancar había matado al chico.

    —Ulquiorra, no —le dijo como si el Espada #4 fuera un perro— que ladilla contigo, me has matado a mi presa. Y yo que quería pelear contra él, que fracaso.

    —Gané Grimmjow. Justamente. Así que no puedes decir nada. Perdiste. Has fracasado —le recriminó.

    —¿De qué coño hablas hijo de puta? —dijo con veneno en la voz—. Tú más que nadie deberías saber que Grimmjow Jaaegerjaquez nunca fracasa. ¡Nunca!

    Acto seguido arremetió contra un distraído Ulquiorra, y después de una serie de golpes y patadas bastante mortales, logró encerrarlo en la Caja Negación, no sin antes escuchar como su contrincante le susurraba al oído.

    —Ve entonces Grimmjow, ve a buscar a Inoue para que reviva a tu querida presa y puedas “pelear” con él —pudo jurar que vio los labios del maldito estirarse en una semi sonrisa, pero luego desechó la idea. Ulquiorra nunca sonríe. Por lo menos no hasta donde él sabía. Pero ahora que lo pensaba, lo que hacía con la prisionera… Eso era otra historia.

    Después de esto, arrancó a toda velocidad en busca de Orihime Inoue deseando en voz muy baja que no fuera muy tarde, y ella pudiera hacerlo.

    —Estúpida fresa podrida.
     
    Última edición: 20 Julio 2015
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  3.  
    Minaki Kaeden

    Minaki Kaeden Procastination Queen

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    22 Julio 2012
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    De letras y emociones
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    571
    Sobre esta no tengo nada que decir. ¡Viva el IchiRuki!

    H de Hollow


    —¿Tú esperas que yo crea… qué? —preguntó por tercera vez el chico de extraño cabello naranja.

    —¿Será que eres estúpido? Te lo he dicho ya varias veces, no me gusta para nada repetirme. Lo que te atacó a ti y a la niña esta tarde en la calle fue un Hollow —dijo ya cansada la shinigami de cabello oscuro. Sus ojos profundos se clavaron como dos dagas en los marrones del chico, como diciendo con la mirada “entiende ya de una vez, no eres tan tonto y no es tan difícil.”

    —¿Y un Hollow es…?

    <<Okey, tal vez si es tonto. Bastante. Pero es lindo, carajo >>. Pensó para sí misma.

    —Un Hollow, hueco, vacío. Como te dé la regalada gana de llamarle. Son espíritus malvados que devoran almas buenas, de fantasmas o humanos vivos —le respondió ella.

    —¿Y qué puedo hacer yo al respecto? Nada. Perdóname mi amiga shinigami, pero ese cuento no me lo creo —dijo el chico con ademán de levantarse.

    —Todos los cuentos son verdad—repuso ella al ver el carácter hostil del de ojos miel.

    —Ehh, no. Ahora si me disculpas, vete de mi cuarto, no me gusta que juegues a los shinigamis aquí, pequeña malcriada —comentó mientras le ponía la mano sobre la cabeza a la chica. Era irónico de hecho, porque desde que la vio, pensó justo lo contrario acerca de ella.

    <<¿Qué es esto? Nunca había visto a una chica de este modo. Ella es… diferente. ¿Qué pasa? No entiendo nada >>. Se dijo.

    —Con que pequeña malcriada ¿eh? —luego de estas palabras hizo algo que Kurosaki no se esperaba. Sin más cayó al suelo con las manos atadas en la espalda e inmovilizado por una fuerza aparentemente invisible.

    <<Y también es fuerte. Creo. Qué chica tan extrao…— Coño Kurosaki, deja de pensar estas cosas extrañas >>.

    —¿Qué me hiciste? Agh, ¿por qué no me puedo mover? —preguntó con dificultad el chico.

    That’s Bakuro Number One to you, sir —respondió en inglés sin razón aparente.

    —¿Bakuwa… qué? ¿Eso es un nombre?

    Kuchiki ni se molestó en responderle.

    De repente algo en el, según Rukia, pequeño cerebro del chico hizo clic. No supo cómo, pero lo hizo.

    —Bueno, ¿pero por qué no hacemos algo? Me liberas de esta cosa y me dices tu nombre.

    —Bueno, ¿pero por qué no hacemos algo mejor? Te libero si me crees y entonces consideraré decirte mi nombre.

    —Pero que chica tan rara eres tú, vale —dijo en voz baja.

    —¿Qué dijiste? No escuché bien. O tal vez sí, pero quiero asegurarme.

    —Dije, que chica tan dura eres tú. Hasta donde yo sé, eso no es un insulto.

    —Ahh, escuché mal. Qué bueno entonces. ¡Kai! —recitó ella para liberarlo, pero el chico pareció no notarlo—. Entonces me voy. Ya aprenderás a creer en los Hollows.

    —¡Espera! ¿Creo en ti, no? ¿Por qué no en los hollows? Además, todavía no me has dicho tu nombre, shinigami —dijo él, todavía en el suelo son una sonrisa sarcástica plantada en el rostro.

    —¿Sabes que puedes liberarte cuando quieras, no? Además, no soy shinigami. Mi nombre es Rukia Kuchiki.

    —Bien —dijo el del cabello naranja sin mirarla mientras se incorporaba—. Yo soy Ichigo... —levantó la mirada y quedó con la palabra en la boca—. Kurosaki —finalizó.

    Pero ella ya se había ido.
     
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  1. Ale Whitlock
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