De la vida, descubrí la magia

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por chocomely, 1 Enero 2011.

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    chocomely

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    Antes de iniciar este fanfic, solo quiero decir que aunque el comienzo es un poco aburrido y confuso, poco a poco, se va a ir tornando, interesante (eso creo). Solo les pido que le den una oportunidad a mis retorcidos escritos… sin mas que decir, les presento mi trabajo:


    De La Vida, Descubrí La Magia

    CAPITULO 0 – INTRODUCCION

    En algún lugar del mundo, una niña de 14 años escribía diariamente en un archivo de computadora. Aunque todos los días para ella eran casi iguales, con la excepción de que a veces su padre, (su única familia), le dedicaba un momento de su tiempo en la noche. Hasta que se presento algo distinto.
    Al llegar despertar un sabado en su casa, bajo a la sala, vio a la novia de su padre y al escuchar lo que decia esa mujer fue por su computadora se sentó enfrente de ella y empezó a escribir...


    Querido diario:

    Hoy vino a casa una mujer como de 29 años de edad, es la novia de papa. El tan solo tiene 32. En un momento papa tuvo que regresar a su trabajo, porque ocurrió un problema, así que me dejo con aquella mujer. Me ofreció contarme algo interesante que probablemente podría gustarme y yo accedí. Asique comenzó a hablar…

    Te contare una historia que empezó hace ya muchos años, justamente en el 1° de enero. Un año nuevo. Como habría de esperarse, tiene un bello mensaje (o al menos eso creo yo), aunque de igual forma podemos ver el sufrimiento y la soledad en la que puede vivir una adolescente cualquiera.


    Sara, fue una “niña” que siempre vivió confundida aunque de alguna extraña y muy curiosa forma lograba cambiar todas esas dudas y la soledad que sentía en alegría y eso me parecía muy interesante porque cuando se encontraba con otra persona cambiaba su estado de ánimo sin que los demás se dieran cuenta y ofrecía su ayuda incondicionalmente.


    Ella aprendió a tratar a todos por igual en un mundo extraño en el que ni si quiera ella misma sabia quien era. Sabes?

    Yo conocí a Sara hace algunos años, pero para ese tiempo ni me imagine todas las cosas que ella tendría que hacer, para despertar y vivir plenamente en este mundo (o como ella le llamaba: “a esta dimensión”).


    Mucha gente que llego a conocerla creyó que su cerebro había sufrido algún tipo de trauma o daño por el accidente que vivió con sus hermanos y que le hizo perder el conocimiento por semanas pero en cambio sucedió una cosa muy extraña y que hasta la fecha nadie sabe como paso.


    Recuerdo hasta el mas mínimo detalle de todo lo que me conto. Ahora yo te lo relatare tal como recuerdo, que ella me lo conto…
     
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    chocomely

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    CAPITULO 1 – “Despertando”

    Desperté. Pude notar que frente a mi había 4 personas desconocidas que se alegraron al ver que recobre el conocimiento. No recordaba casi nada, ni siquiera a mi propia familia, no sabía porque estaba ahí y tenía recuerdos borrosos de un lugar seco, parecido al desierto. Eso, mi nombre y mi edad eran lo único que recordaba.


    Me ayudaron a levantarme pero al instante caí, empecé a mirar hacia todos lados buscando desesperadamente una salida, parecía como si aquel cuarto me estuviera asfixiando. No se de donde saque las fuerzas suficientes para salir corriendo aunque de vez en cuando tropezaba con los objetos tirados por aquella familia.
    Al final logre salir a un jardín donde pude notar que la pequeña casa se encontraba en algo parecido a una calle principal, los coches recorrían tranquilamente el sendero de la calle y al cabo de unos segundos paso un grupo de 5 muchachos con edades entre los 14 y 15 años, que menearon la mano en señal de saludo, al ver que me encontraba bien. Aunque ellos, para mi, no significaban nada.


    Uno de ellos, (alto, robusto, de tez morena, ojos cafes y cabello lacio, acomodado a la izquierda) corrió para tratar saludarme de beso, pero al momento di un paso atrás, aunque quede raramente hipnotizada de su sonrisa. Me vio con ojos extrañados y me pregunto si me encontraba bien.


    Al alejarme de el, empecé a sentirme confusa y desesperada. Sin saber que hacer, empecé a caminar en la dirección que había visto llegar a los chicos que me saludaron, ignorando los gritos de la familia y de los muchachos, pidiéndome que regresara. Camine cada vez mas rápido tratando de huir mientras veía a los lados hileras interminables de departamentos y edificios altos. No estoy segura de cuando tiempo paso hasta que me senté en una banca que vi a lo lejos. Me sentía realmente cansada y en ese momento me di cuenta de que tenía otro gran problema: de tan desesperada que estaba, no me di cuenta y camine sin saber a donde iba… había perdido el camino de regreso.


    Obviamente no quería quedarme toda la vida con esas personas pero al menos hasta que supiera más cosas sobre mí. Nuevamente sentí desesperación y me quede ahí, sentada, con los ojos cerrados, esperando morir en ese preciso segundo.
    Paso otro tiempo considerable, hasta que abrí los ojos de nuevo y vi borrosamente una silueta que se acercaba a mi, cuando pude ver bien, vi que se trataba del chico que había tratado de saludarme de beso tiempo antes.


    - -Hola – me dijo bastante preocupado
    - -Hola – le respondí secamente


    Pasamos un momento de silencio sin que ninguno de los dos dijera algo, pero al fin el rompió el hielo, preguntando por que me había marchado tan de repente.


    Me sentía culpable después de haberme ido de aquella forma, aunque de igual forma no me importaba mucho. Era extraño sentir todas esas emociones, pero actué de manera automática. De cualquier manera, ya nos encontrábamos ahí y me sentía obligada a contestar a sus preguntas. Era lo mínimo que podía hacer por el además de que no quería volver a casa aun.


    Le pregunte si podríamos caminar por algún lugar cercano donde no hubiese tanto ruido y personas mirándonos, el accedió y me llevo a un parque que se encontraba a tan solo 2 cuadras del lugar en donde nos encontrábamos anteriormente. Por lo que pude ver, el dichoso parque abarcaba el ancho de una cuadra y no pude verle fondo. Un parque realmente muy bonito, con muchos arboles y flores de distintos colores. Los niños recorrían los caminos corriendo y jugando, y muchas otras personas solo caminaban y conversaban.


    El me hacia todo tipo de preguntas pero mis respuestas siempre fueron las mismas:
    “No lo recuerdo…” o un simple “no”.


    Creo que al final se dio por vencido, por que me ofreció llevarme a mi casa. Accedí aunque yo quería quedarme a platicar un poco mas con el. Me hacia sentir importante; el se preocupaba por mi.


    Fue algo largo el camino de regreso. Creo que el haberlo recorrido corriendo y sobre todo tan confundida me hizo creer en la idea de que había sido corta la distancia.


    Cuando llegamos a “mi” casa, las mismas 4 personas de antes salieron para recibirme, esta vez pude observarlas mejor. Eran:
    ·
    U Un hombre como de 30 o 40 años, alto, delgado, de cabello chino y piel entre blanca y morena, ojos café claro. Pude ver que vestía de una manera formal. Una mujer que parecía menor que el primero, de cabello lacio, tez blanca, ojos negros, de estatura media y delgada. Una chica como de 16 muy parecida a la señora, exceptuando sus ojos pequeños y de color azul claro.
    Por ultimo:
    · otra mujer como de 20 años que vestía de una forma muy mala, bajita, delgada y de piel morena.


    Todos le agradecieron al chico por haberme llevado. El sonrió, se agacho, me dio un beso en la mejilla y se despidió de todos.

    La mujer me obligo a entrar de nuevo, aunque creo que se dieron cuenta de que el desorden me afectaba y ordenaron bastante bien todos los cuartos y pasillos. Me invitaron a sentarme en la sala y preguntaron cosas parecidas a las que el chico me había preguntado anteriormente. Estaba empezando a cansarme de esas preguntas, mi respuesta no iba a cambiar. Los dos adultos se dieron cuenta de esto y por ultimo la señora dijo:


    - - Bueno, ahora que ya recobraste el conocimiento, mañana iras a la escuela.
    - - Pero mama, mañana no hay escuela, hoy es año nuevo. Las clases empiezan hasta el 10 – respondió la jovencita tratando de cambiar esa ultima decisión.
    - - ¿Tú puedes quedarte mañana con ella verdad Corin?
    - - Si mama, claro – respondió bastante convencida
    - - Esta bien, esta bien, muy bien Denis, mañana tu hermana se quedara contigo - hizo una pausa se acerco a mi y dijo - Tu padre y yo trabajaremos mañana, no ha sido nuestra decisión pero ya no podemos cambiarlo. No queremos perderte pequeña, si algo necesitas para estar mas cómoda, díselo a Corin, a tu padre o a mi, si?


    ¡¿“Denis”?! ¡¿”Pequeña”?! Escuchar eso realmente me altero, no deseaba que nadie me dijera por otro nombre que no fuese: “Sara”. Era el nombre que yo recordaba con el que alguna persona una vez me llamo. Era un nombre bonito, al menos eso me parecía a mí.


    Tarde algunos segundo en volver a entrar a mi “cuarto”, pero la “Corin” me ayudo.


    - - Tu cuarto siempre ha estado junto al mío, ¿no lo recuerdas?
    - - No – respondí de nuevo secamente.
    - -Me parece extraño que lo hallas olvidado todo. Yo se que siempre fuiste diferente y que tenias un destino complicado pero no creí que lo fuera tanto.
    - -¿destino complicado?, a que te refieres – pregunte un poco mas interesada
    - -Lo siento, amm, olvídalo


    Al entrar, me quede lívida. Estaba pintado de un rosa pastel, con varias flores pegadas y muchos posters de chicos rubios y castaños. Había un escritorio, un tocador, un buro, dos sillas y mi cama. Una ventana muy grande, de piso a techo que por lo visto se podía abrir.
    Recorrí la habitación y me di cuenta de que si tenía que quedarme en aquel lugar, debía hacerle muchas modificaciones. Como mínimo tendría que quitar los posters y las flores. El color de la habitación no era tan malo, pero de igual forma me asfixiaba el hecho de ver tantas cosas pegadas.
    La chica de nuevo rompió mis pensamientos:


    - -Puedo ver en tu mirada que no te gusta como esa tu cuarto ¿cierto?


    - -La mirada no dice nada puedo ser la persona mas infeliz del mundo y tener la mejor mirada. No es algo que se deduzca tan fácilmente.


    - - Esta bien. ¿Quieres que te cuente de la familia?


    - - No es algo que me inquiete, pero como quieras. Antes, ¿podrías contarme de ese niño moreno de hace un rato?


    - - Ahora si que me extrañas. Es Elijah, es tu mejor amigo. Todos creemos que están enamorados. Se conocen desde hace años y van a la secundaria juntos.

    Al escuchar la parte de: “es tu mejor amigo” y “todos creemos que están enamorados” vi como yo quedaba implicada en una pelea con una niña y Elijah me alejaba de ella. Íbamos caminando por la calle, hasta que se detuvo y me recito un poema de camino a casa. No reaccione al instante, pero no quería que me hicieran mas preguntas así que hice como si buscara algo en el piso y seguí escuchando.


    La muchacha se levanto, tomo una foto de mi buro y me la mostro:


    - -Los de la derecha son nuestros hermanos: Eliot y Zoe, - hizo una pausa, se puso seria, suspiro y continuo - después estoy yo que soy Corin; después esta mama y por ultimo en el extremo izquierdo papa. Tu estas enfrente, entre mama y yo.


    - -Entiendo.


    - Bueno, creo que hoy no fue el mejor día pero mañana podremos hacer lo que queramos, a menos de que te sientas mal y prefieras quedarte aquí. Bueno descansa hermanita.
    Sonreí y vi como se marchaba, estaba cansada a pesar de que no había echo gran esfuerzo físico. De cualquier manera, tenia que dormir.
     
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    Amara Silberschatz

    Amara Silberschatz Usuario común

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    Hola, de verdad esta confusa >.< (cofcofcofCOMOMISESCRITOScofcofcof)...
    Aunque me a gustado mucho... Me llama la atención por ser tan "poco común" :3
    Animos niña =D

    Corrijo esto =)



    Bueno, ahora que ya recobraste el conocimiento, —decía— mañana iras a la escuela.


    —Pero mama, mañana no hay escuela, hoy es año nuevo. Las clases empiezan hasta el 10 –—respondió la jovencita tratando de cambiar esa ultima decisión.


    ¿Tú puedes quedarte mañana con ella verdad Corin? —Preguntó la señora.


    —Sí mama, no hay problema —Contesté bastante convencida.

    —Esta bien, esta bien, muy bien Denis, mañana tu hermana se quedara contigo —hizo una pausa se acerco a mi y dijo— Tu padre y yo trabajaremos mañana, no ha sido nuestra decisión pero ya no podemos cambiarlo. No queremos perderte pequeña, si algo necesitas para estar mas cómoda, díselo a Corin, a tu padre o a mí... ¿si?

    Hemm... creo que es solo con los dialogos, usa un poco más de descripción
    y narra un poco más... creo que te falta algo de experiencia tranqui =)

    Y además todos empezamos así =D Apenas subas el próximo cap me habisas =D que tengo ganas de leerlo piuuu~

    pd: feliz año =D [Por favor, trata de explicarme un poco lo que esta pasando porke he quedado como en patines =S]
     
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    Naila

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    Está interesante, aunque comparto lo de que es algo confusa. Pero supongo que se irá sabiendo poco a poco. Bueno, espero un próximo capítulo. A ver que pasa con su memoria y que mas personas aparecen que no recuerde.

    También tengo curiosidad por saber todo sobre como perdió la memoria y por que recuerda cosas momentáneas.

    Un saludooo :3
     
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    chocomely

    chocomely Iniciado

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    CAPITULO 2 – “La muerte que me hizo vivir”

    -¿Entonces que te parece?, ¿te gusto la primera parte de la historia?

    Yo escuche toda lo que decía y me había parecido interesante, en cierta forma me gustaba parecerme a la niña protagonista de la historia que me contaba la novia de mi padre. Así que le respondí que si, y le pregunte cuando volvería a contarme que pasaba con Sara y Elijah.

    -¿Te parece bien si nos vemos mañana?, es sábado, es un buen día para ambas, no trabajo y tú no tienes clases.

    Dije que si con la cabeza y vi como se marchaba a cenar con mi padre, la sirvienta se encargaría de hacerme algo de cenar, así que termine mi tarea, me senté a ver la televisión y esperar pacientemente a que transcurrieran unas horas y poder la escuchar de nuevo…

    (Al día siguiente)

    Me desperté, baje rápidamente a desayunar, me lave los dientes y espere a que Mary, la novia de papa, llegara.
    No tardo demasiado, aun que empezó preguntando muchas cosas que a mi no me importaban, estaba demasiado ansiosa por saber que otras cosas le pasaba a Sara. Mary finalmente empezó a contarme de nuevo, como si ella misma fuese la protagonista:

    Ese día empecé a escuchar un sonido extraño, agudo, que pronto se hizo tan intenso que me hizo perder el sueño. Mire hacia la puerta y ahí estaba Corin, mirándome extrañada, desde el marco de mi puerta.

    -Creo que deberías apagar el despertador Den – me dijo mientras señalaba un reloj digital de mi buro.

    -¿Despertador? – repetí al mismo tiempo que veía un reloj que tenia en su pantalla las 9:00 a.m.

    Oprimí un botón que estaba ligeramente salido y el despertador dejo de sonar.

    -¿se supone que debo hacer algo?

    -Solo, levantarte. Charlot llegara en 20 minutos y nosotras saldremos de compras o a ver alguna película.

    -Levantarme… ¿saldremos?, ¿Quién es Charlot?

    -Bueno pues, si, podemos hacer cualquier cosa. Y a Charlot, la contrato mama para que ayudara en la limpieza ya que ella siempre esta trabajando y nosotras haciendo tarea.

    -Y Eliot y Zoe, que harán?

    Después de ver una sonrisa en su rostro, vi como tomaba un semblante serio y a la vez triste.

    -Ellos murieron hace 3 semanas Denis. ¡Murieron en el accidente!

    Al decir esto note que estaba haciendo un esfuerzo muy grande por no llorar, pero finalmente las lágrimas cubrieron su rostro, y empezó a cosas intentando explicarme que había pasado:

    -Eliot conducía y Zoe iba en el asiento de junto, tú ibas atrás, en el asiento izquierdo. Eliot se distrajo por un momento y vio alguien parado en el mismo carril en el que iban así que para no arrollarlo con el auto, hizo una maniobra que no salió nada bien. Chocaron con un poste. Tu te golpeaste en el vidrio, y Zoe murió al instante, por que tenia problemas del corazón y no controlo sus emociones.

    Después de decir esto, me miraba con cierta desesperación y sin darme cuenta empece a llorar. Primero solo fueron algunos sollosos hasta que ya no pude resistirlo. Aunque no recordaba a ninguno de mis supuestos hermanos lloraba al escuhar su muerte. No lo comprendía, sentía tranquilidad en mi alma incluso al escuchar lo de Zoe pero mis lágrimas decían otra cosa.

    Corin suspiro, se limpio las lágrimas con su pijama y dijo que no podía seguir hablando mas, que tal vez despues me contaria que mas había sucedido el dia del accidente pero no en ese momento
    La mire. Corin se levanto y fue directo al baño a lavarse la cara, después fue a vestirse, y arreglarse, mientras que yo me quede sentada en un extremo de mi cama. Las lágrimas ya habían desaparecido pero yo seguía pensando en todo lo que me había contado hace un momento.

    De pronto reaccione y empecé a buscar ropa que ponerme. Abrí un par de puertas y encontré colgado un pantalón de mezclilla azul, al igual que una playera roja, con algunas líneas blancas. Me puse unos tenis del mismo color que el de mi pantalón, que había visto en un rincón de mi closet. Tome una sudadera color rosa claro que se encontraba doblada encima de una de mis sillas. Cuando ya me había cambiado, guarde las cosas que daban un aspecto desordenado a “mi” cuarto (aun no me acostumbraba a la palabra “mi”) y me senté enfrente del espejo. No me imagine que yo seria así.

    Tenía una equivocada idea de mi físico, aunque al verme al espejo vi que tenía un cabello ondulado y algo largo, de un color café claro, con algunos toques de rojo débil. Mi piel era blanca y mis ojos cafés. Nariz respingada y labios delgados. Cepille rápidamente mi cabello al recordar que Corin me esperaba en la cocina para desayunar.

    Baje rápidamente y la salude nuevamente. Me miro y dijo:

    -¿Ya no te pones esa cosa negra en los ojos?

    -¿cosa negra?

    -Oh! Genial! Ya no lo recuerdas, eso será muy bueno. Yo te prefiero con los ojos al natural.

    -No se a que te refieres, pero tengo hambre – le dije tomándole mas confianza y tratando de ser normal con ella, ignorando lo que había pasado minutos antes.

    Después de eso no tardo mucho en llegar Charlot. Salimos. Acompañe a mi hermana a comprarse algunos pantalones y yo me compre una boina blanca. Fuimos al cine y descubrí que si recordaba cosas normales, como los centros comerciales, autos, transporte, comidas, computadoras, sistemas educativos y artículos normales, pero no lograba recordar a la gente que según mi Corin era importante para mi antes del accidente y tampoco recordaba nada a cerca de la escuela en la que estudiaba.

    Volvimos a casa cuando ya estaba empezando a atardecer y yo estaba cada vez mas cansada. Cuando llegamos, deje todo al lado de mi cama y me quede profundamente dormida.
     
  6.  
    Naila

    Naila Entusiasta

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    Hola nuevamente!!

    Me gusta la historia, pero sigo pensando que son capítulos cortos T.T

    Aún así está genial, es curiosa la memoria selectiva que tiene tras el accidente ese. Y que penita por Elliot y Zoe... Pobrecillos >.<

    Y nada, espero la siguiente conti :3

    Un saludoooo ^-^
     
  7.  
    Angel X

    Angel X Iniciado

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    Hola.
    Me gusto mucho tú historia, pobre Denis perdió su memoria y ahora no se acuerda de su familia ni de sus hermanos, espero que pueda recobrar luego sus recuerdos.
    Bueno me despido.
    Atte: Ángel X
     
  8.  
    chocomely

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    hola!
    Hoy subo continuacion!, creo que es algo emocionante (bueno el principio realmente no pero...) al menos el final si lo es.
    Bueno, espero sus comentarios, subo la proxima semana!



    Capitulo 3 - “La escuela (parte 1)”


    Al escuchar lo que Mary me había contado me quede muy impresionada y dije:


    - ¿Por que Sara solo puede recordar cosas como centros comerciales pero a sus seres queridos no?, además por que…?, es que no tiene sentido lo que dices.


    - Tendrás que esperar, no pienso contártelo todo de un golpe, si te lo digo así no tendrá sentido para ti, así es más emocionante - rio un momento, miro el techo, y siguió:

    A mi me pareció que los días en los que estaba en casa siempre pasaban o muy rápido o muy despacio. A veces tenía muchas cosas que hacer, a veces era todo lo contrario. Pero poco a poco me fui adaptando a estar con Corín y que me platicara sobre su escuela, sobre la mía, sobre los amigos, a familia, etc.


    Me di cuenta también que mi madre todo el tiempo trabajaba y casi nunca nos prestaba atención y papa aunque a veces se quedaba con nosotras su presencia pasaba desapercibida, ya que casi siempre estaba en su pequeño cuarto de trabajo, en la cocina comiendo algún postre o en su recamara viendo TV.


    Pasaron los días y finalmente entendí que mi tiempo de descanso había terminado. Un simple domingo Corín me hablo para explicarme que debamos volver a clases el día siguiente y que yo debería esforzarme más que nunca para poder seguir manteniendo mí promedio de 9.7 aun que para mí los números eran iguales, simplemente era otra de las cosas a las que no les tomaba importancia.


    De cualquier forma, seguía viva y debía de aprovecharlo. Aunque al día siguiente, al momento de mirar la escuela desde la acera de enfrente, estuve a punto de volver corriendo a casa, era realmente desesperante estar rodeada de tanta gente y aunque todavía no estaba ahí ya empezaba a sentirme asfixiada, aun así Corín no me lo permitió y me obligo a caminar con ella hasta la dirección de mi escuela.


    Mi hermana aviso a la secretaria que yo ya estaba lista para tomar clases de nuevo y que aunque no había recobrado gran parte de mi memoria, me esforzaría mucho para poder conservar mi promedio. La señorita nos llevo ante el director y el nos miro fijamente desde el momento en que entramos en su oficina hasta que por fin nos sentamos frente a el, después me pregunto si me sentía segura de volver, por lo que respondí positivamente pero que no podía prometer el echo de mantener el “promedio” que a ellos tanto les interesaba que conservara.


    Me despedí de mi hermana y me indicaron que los acompañara por los largos y anchos pasillos llenos de casilleros pintados de un color opaco. No paso mucho tiempo hasta que llegamos a un salón en el que me indicaron que entrara. Toque a la puerta y pedí permiso para pasar, y ahí se encontraba, Elijah, tan sonriente como la ultima vez que lo vi, estaba sentado en la ultima banca de la fila que se encontraba pegada a la ventana. Me siguió con una mirada extraña, por un momento me pareció que era un niño muy solitario y poco afectivo pero un instante después, era el mismo chico con el que había platicado en año nuevo. Después de esto la secretaria y el director se marcharon y le dieron las gracias a la maestra que se encontraba dando clase en el ese momento.


    Pasaron lentamente las 4 primeras clases del día. Entendía a la perfección lo que explicaban los profesores en sus respectivas clases pero sentía como si los temas que daban ya los hubiese estudiado 10 veces y al término de cada hora cerca de 10 alumnos se aceraban a hacerme preguntas que yo no sabia responder.


    Empezaba a frustrarme tal situación pues mis compañeros no dejaban de molestarme y yo no me encontraba de ganas como para escucharlos y prestarles la atención que ellos tanto querían. Cuando estaba a punto de gritarles para que me dejasen en paz, llego una niña, delgada y ligeramente mas bajita que yo acompañada de un niño robusto de ojos de color cafés muy claros. Todos guardaron silencio y nos miraron a los 3 esperando que algo inusual pasara.


    “Déjenla en paz” mencionaron ambos al tiempo que todos iban alejándose de mi. Me sorprendió un poco aunque al observarlos bien, pude notar que eran de aquellos chicos populares que siempre aunque son adulados por los demás, aunque también les tiene cierto miedo, nada que no fuese común en secundaria.


    El chico jalo dos butacas y le ofreció una a su acompañante, a continuación se sentaron, enfrente de mí y me preguntaron si los recordaba. Responder a esa pregunta, se había vuelto una rutina: “no, no los recuerdo”. Ellos a diferencia de los demás no se mostraron impacientes, ni enojados, simplemente se limitaron a mirarme y sonreír; después se marcharon y no volvieron hasta después de un gran rato, donde la mayor parte del tiempo miraba el techo, o al grupo de jóvenes los cuales no paraban de asomarse por la ventana y gritarse insultos unos a otros.


    De momento, se pudo escuchar en toda la escuela el sonido de un timbre: era hora del descanso. Tome mis cosas y me pare junto a la ventana para observar como todos poco a poco salían al patio y no paraban de abrasarse unos a otros al tiempo que sonreían y hacían preguntas comunes. Ciertamente esperaba que no hubiese alguien con quien toparme en los pasillos y poder escabullirme a algún lugar donde pudiese estar sola y pensar, pero cuando estaba a un paso de cumplir mis planes, alguien me tomo del brazo deteniéndome


    - “¿A dónde vas?, el patio queda del lado opuesto”


    Era aquel chico, con el que me sentía tranquila y segura: Elijah. No quería responderle, sabía que el intentaría llevarme con los demás para que conversáramos pero yo no tenía la mas mínima intención de acompañarlo. Quería pensar, pero necesitaba hacerlo sola.


    Finalmente no dije nada hasta que puso su mano en mi hombro y me empujo levemente dándome a entender que caminara. Me llevo por los pasillos donde de vez en cuando nos topábamos con algún niño de primer grado que caminaba desorientado, hasta que se detuvo frente a un casillero pintado de un color blanco. Debo admitir que se veía bastante bonito, se diferenciaba de todos los demás casilleros pintados de verde oscuro, se veía presentable, brilloso y lo mejor de todo estaba limpio a pesar de no haber recibido mantenimiento desde que habíamos salido de vacaciones.


    Elijah lo miraba con cierto orgullo por lo que creí que era el suyo, pero de momento dio un paso al frente, abrió el casillero de al lado y comenzó a meter libros, sacar otros para después meter su mochila completa. Después de cerrar la pequeña puerta del casillero, me miro intrigado y pregunto la razón por la cual no me había movido ni siquiera un poco, no supe que responderle y me limite a mirarlo. Pasamos un momento sin dejar de mirarnos, y finalmente abrió el casillero blanco, tomo la mochila que cargaba y la metió cuidadosamente en el casillero procurando que no se maltratara nada, después puso sus manos en mis hombros y me impulso de nuevo a caminar.


    Llegamos al patio, con un paso bastante lento, y al caminar por las canchas de basquetbol, vi a los dos chicos de antes sentados en una banca, rodeados de chicos que intentaban platicar con ellos, invitarles cosas o simplemente hacerse sus amigos. Aunque estaban rodeados por tantos chicos, no me quitaron los ojos de encima hasta que me perdieron cuando Elijah y yo pasamos a través de unos arbustos para ir a la parte trasera de la escuela. Debo admitir que me sorprendí, bastante.

    Aunque era la parte de atrás, había muchos mas chicos que en las canchas, hubiese sido lo más lógico que fuese un sitio más solitario que el anterior, pero no era así y de repente vi un gran destello de luz y me caí. Elijah giro en el momento para intentar ayudarme, pero yo no podía ponerme en pie, puesto que todo era una luz demasiado brillante. Supongo que en aquel momento me desmaye.


    No sé qué sucedió en aquel momento, pero desperté de golpe al escuchar un gran estruendo. Mi primer pensamiento fue: “de seguro estoy en mi casa, acostada y papa tiro algún plato o choco con la puerta de su cuarto”, pero fui de la peor escena de toda mi vida. Para mi sorpresa no me encontraba ni en la escuela, ni en mi casa, mire mi ropa… era la de un soldado: ¡Un soldado barón! Y me encontraba en el lugar menos esperado: ¡Alemania!, ¡Probablemente en la segunda guerra mundial!



    SUPER...SALUDOS!
     

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