De Julietas y cenizas grises.

De Julietas y cenizas grises.

Algo delirante. Si eres alergico a las incoherencias y a las Julietas, mejor ni entres.
Ah ah, te dije que me estas volviendo mas loquita mi corazon de melocoton :o

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Julieta está triste. Su musita es una puta, puta puta, putísima. Se fue de vacaciones y la dejó sola. Julieta, Julieta habla de puentes azules y soles rosados… primavera, eh, eh.

No, no. Puentes amarillos, con hippies floreados y fumando, fumados, tirándose. Sería bonito. Ale, Ale pinta agujeros negros en las paredes y salta encima de los charcos.​

Suena bonito. Muy bonito, bonitísimo. Julieta, Julieta habla boludeces y cosas locas, loquitas. Me gusta, me gusta. A Ale le gusta su acento argentino, súper argentino con florecitas y maldad incluida. Julieta, Julietita vuelve a hablar sobre el puente, no sonaba tan mal…

Amarillo, amarillito.​

Si, si. Julieta tiene un sapito, uno malito como ella. A Julieta le cae bien la ranita de Ale, pero no la quiere cerca de su sapito, es malo maloso y además es glotoncito como mi ranita.

A Ale se le olvidó ir al psiquiatra, su musa esta berrinchando.​

Si, si, por eso la sombrilla de hierro, Julieta le va a lanzar ladrillos. Es mala, pero es una ternurita muy loquita.​

A mi musa se le olvidó ponerle la mantequilla al pan y por accidente se lo puso al reloj.​

Mala, mala musita, era el reloj de Julieta. ​

A Julieta le gusta mi casita, con matas y enredaderas, con florecitas floreadas.
Julieta quiere comer florecitas. Julieta quiere mi casita.

Onda, ondulada.​

¿?

Pero Julieta (si, si Julieta la argentina), no va a mi casita porque no le gusta el calor y mi casita es un horno, mi pueblo es el sol. A la bonita Julieta se le derretiría su corazón de hielo.​

A Julieta el calor la repudia, daña sus neuronas. Julieta se pone al frente del ventilador y deja que éste la congele. A Julieta la idea de vivir bajo tierra junto a mis mascotas no le parece tan mal…
El calor, el calor. Eso lo daña. Julieta, Julietita habla de niebla y Londres, de ingleses y frío.

Oh, oh. A Ale le gusta, le gusta. Y sueña, sueña con los ojos abiertos, sueña con ir a Londres. Al menos sus cenizas, pero grisecitas.​

“Las cenizas de Ale y Julietita en Londres” Suena bonito ¿eh?​

Bonito, bonitísimo. Como los ingleses.

Grises, grisesitas, si, si.​

Julieta, Julieta no está triste. Su musita volvió, con tarros de mermelada y nieve compactada.
Julieta, Julieta sonríe un poquito y sueña, sueña saltando en las estrellas y pasando a universos paralelos indescriptibles.

Ale, Ale lee. Lee a Yuzu, lee su reciente abuso, eh, eh, un abuso muy bonito, bonitísimo.​

Yuzu no, es Plagman.

Si, si.​

Julieta, Julieta canta, canta sobre las putas mas putas. (Las musas eh, eh)
No Muse, las musas.

Ale, Ale pinta, pinta nevados sin nieve y escribe, escribe boludeces.​

Eh, eh, la argentina es Julieta, no Ale.​

Si, si.​

Esto me recuerda a un cuento que habla de suicidas absorbidos por agujeros negros y el mundo poniendo play.​

¡¡!!

Ah ah, ese cuento travestremista y musista. ​

Si, si, el mismo.​

Y Julieta lanza ladrillos, ladrillotes. Pobre sombrillita.