De Celos y Obsesiones (Death Note)

Tema en 'Fanfics Abandonados de Temática Libre de Anime' iniciado por Arleth, 25 Septiembre 2010.

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    Arleth

    Arleth ¡Que viva la Glucosa!

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    De Celos y Obsesiones (Death Note)
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    De Celos y Obsesiones (Death Note)

    Notas:Los personajes de Death Note no me pertenecen y no tengo beneficio alguno al escribir estas historias mas que las de pasar un buen rato de ocio. Antigua cuenta bajo el nombre de "Arleth"

    Personajes : Matt,Mello,Near Y Linda


    Advertencias: Relato adaptado a cualquier interpretación Yaoi o Hetero.

    Notas del Autor: Este es mi primer Finc de esta serie la cual es una de mis favoritas y tambien Near es uno de mis favoritos aunque no tanto como el siempre Lindo L n/n. Ahora si hablo sobre el finc tengo que aclarar que no tendra muchos capitulo si no seran solo 10 (si bueno yo creo que son pocos)Tambien Hablare un poco sobre un personaje que solo salio en el manga, Linda. Si bien no salio mas que un par de veces realmente me gusto bastante, MisaMisa es agradable pero una Linda no solo era agradable si no que tambien estaba a la par de Mello y Near.
    Sin mas los dejo con el Finc!


    ´****


    De Celos Y Obsesiones I



    A la misma hora de siempre. Tres de la tarde, ni un minuto más ni uno menos.

    Las primeras notas del piano comenzaron a escucharse por todo Wammy´s House. Ya nadie se sobresaltaba cuando veían su acostumbrado silencio desmoronarse para después regresar en aproximadamente una hora, en la que el eco de aquellas notas musicales se empeñaban por captar toda la atención dando a saber su magnificencia. Lo sublime de su métrica. Su perfección. No, ya para nadie era extraño ni difícil reconocer al término de cada melodía la genialidad de su esencia.
    Pero no para él

    -"Demasiado ruido"

    Su mano estrujo un mechón de sus cabellos mientras su atención aparentemente puesta en los juguetes esparcidos a su alrededor era acaparada por aquella insinuosa melodía. Pero no era porque le gustase, al contrario a él le molestaba ese ruido. Trataba de buscar algo que le revelase una falla, un error en las notas, en la velocidad, en el tiempo entre cada una, la fuerza o la pasión que le daba. Debía haber un error, disimulado pero debía haber uno. Algo que revelase que no valía la pena escucharle. Porque sabía que si lo notaba, él también lo haría. Y seria para él, Near; un triunfo personal. Sus ojos se posaron de forma afilada, atreves de la ventana abierta hacia el interior de la sala de música donde aquel hermoso piano blanco marfil era tocado con resolución por una chica. Una mueca se formo en su rostro para al instante borrarse y quedar inmutable como siempre.

    -"Ella es molesta"—Sentencio, y continúo observando. Sus juguetes quedaron ignorados mientras él seguía desmembrando mentalmente cada nota musical en su afán de restarle genialidad. Se había cansado de escuchar cada día lo fantástica que era aquella chica con la que compartía pupitre en clases de Aritmética y Literatura Medieval. Estaba hastiado de que todos los habitantes del orfanato le tuviesen un trato por lo más especial cuando todos estaban en las mismas padre, sin Madre, sin familia.

    Ella no era diferente, no lo era.

    Así que no le importaba que el mismo Roger dijese que Beethoven o Mozart eran aficionados a la música ante ella, ni que las pinturas de Davinci fuesen solo garabatos ante los cuadros hechos por esa chica. No le interesaba siquiera que su primera novela publicada haya sido un Best-Seller. Linda Woolf no era más especial por ello.

    La música se detuvo y él regreso de sus cavilaciones al escuchar en su lugar la risilla de la chica. Al parecer había alguien más en la habitación con ella. Retorció su cabello con renovado interés esperando a ver a dicha persona.

    -"¡Basta Matt!"—Escucho a la chica decir entre risas. Dejo de respirar por un momento. Si el pelirrojo estaba ahí, entonces también lo estaría él, Mello. Demasiado delgado y alto para su edad, Mello, sonrisa burlona, hipócrita de reacciones violentas e impredecibles, ese mismo de ojos negros, vacios, fríos tan parecidos a los suyos. Mello, de ropas negras, demasiado ajustadas que resaltaban como el color de su descarada mirada sobre aquella piel de tonalidad nacarada. Mello, el chico rubio, su auto-nombrado rival.

    -"Si, Matt; ya basta. Deja a Mi chica en paz"

    Near mordió su labio inferior. Había reconocido esa voz, la reconocería en cualquier lugar. Demandante, chillona, casi nasal. El chico rubio apareció en su campo de visión al sentarse a lado de Linda, vio como este despeinaba con cariño los cabellos de la chica y decía algo a Matt que no pudo escuchar. Vio también como la niña se quitaba de encima la mano de Mello y le pareció que había dicho aun entre risas algo como—"¡Ni en tu sueños!"—Más risas se escucharon adentro de la habitación y él sin darse cuenta había sacado de su lugar la cabeza de uno de sus transformes al sostenerlo con fuerza. ¿Qué hacían ellos ahí? Y ¿Por qué Mello había usado un adjetivo posesivo al hablar sobre esa molesta chica? Siguió retorciendo sus cabellos hasta sentir como su cuero cabelludo era jalado con brusquedad.

    En contadas ocasiones había visto a Mello y Matt hablar con esa chica y cuando eso pasaba el rubio no paraba de decir estupideces, sin amargura, sin ganas de ofender o lastimar. Era de esas charlas sin sentido, sin finalidad, sin temas; de cualquier tema, de las que él, Mello; simplemente no solía llevar. Y así era, hasta que entraba la noche y cada uno tenía que regresar a sus habitaciones. De hecho a parte del chico pelirrojo, Linda era a la única a la que Mello trataba con amabilidad, fingida o no; ahí estaba.

    Mello también le tenía preferencia.

    Near siguió mirando la escena buscando un Porque. ¿Qué tenía ella que todo mundo parecía estar a sus pies? Era algo que no entendía y le hacía sentirse estúpido—"Ella es molesta"—Una nueva melodía se comenzó a escuchar y vio que esta vez era Matt el que estaba sentado al lado de la chica, al parecer tocando junto a ella, lo sabía porque las segundas notas se escuchaban menos acompasadas que las primeras. Siguió observando y escuchando hasta que Mello entro nuevamente en escena impidiéndole ver a Linda y Matt. El rubio sonrió de una forma a la que Near califico como socarrona, burlona, hipócrita; como las de siempre y quedaron mirándose por unos segundos que se convirtieron en dos minutos donde negro contra negro se perdieron, se fundieron, desistiendo en una lucha muda, furtiva, cotidiana. Mello mordió la barra de chocolate en su mano, de esas que podía comer más de 5 en el día, que aun en el almuerzo; en la sala común seguía engullendo, como si la definición de caries o dentista no existieran o más bien, no le importaran. Y con otra sonrisa, más amplia, burlona; con el labio inferior ligeramente manchado del dulce, cerro la ventana corriendo también las cortinas. Near ya no pudo ver nada. Quedo observando otro rato para luego posar su vista al juguete en sus manos.

    Él había visto cuidadosamente a la chica en cuanto se percato de la extraña atracción que parecía tener las personas por ella. Y no era muy diferente a las demás niñas. Su cuerpo era pequeño y menudo, de piel clara y rasgos finos como cualquiera de descendencia Italiana, sus ojos eran de un gris que él encontraba sin chiste a diferencia de la hermosa mirada que decían los demás, tenía la chica. Su cabello era corto y de color azabache casi siempre alborotado aunque parecía que así era el peinado. Era una chica normal, como cualquier otra en el Wammy´s House. Quizás lo único diferente era la sonrisa traviesa que siempre se dibuja en el rostro de Linda Woolf. Muy pocos sonreían en ese lugar, no había mucho por que hacerlo.

    Comenzó a armar castillos con sus naipes para luego destruirlos y volver a reconstruirlos esperando pacientemente hasta que llegara la hora de cenar y cuando esta llego se limito a observar de forma sutil a aquellos tres chicos que platicaban animosamente, casi como restregándole con éxtasis algo que no entendía, de lo que no formaba parte. Completamente ajeno a él .Y en todo ese tiempo en el que el rubio acariciaba la mejilla de la chica o retorcía uno de los mechones de aquel cabello azabache, se pregunto…

    ¿Qué tenía Linda Woolf?

    Porque Ella era molesta

    ¿Qué tenía esa chica, que le gustaba tanto a Mello?


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