DANCE WITH THE DEVIL

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por Vera Wolfe, 7 Septiembre 2011.

?

¿En que estado les gustan mas Sesshomaru e Inuyasha?

Poll closed 7 Noviembre 2011.
  1. Humanos

    18.2%
  2. Bestias

    81.8%
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    Vera Wolfe

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    Mañana xla noche, el capitulo 12 ya estara publicado :)
     
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    AkoNomura

    AkoNomura Guest

    Hola!

    Siento que este fanfic tiene el mismo efecto que "Un Amor Del Destino" de Aomecita, como que las relaciones son espejos, es algo curioso, muy... raro.

    Tsibaki hay que descuartizarla ò_ó

    Espero tu actualización!

    Nos leemos!

    ETO TI!
     
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    Vera Wolfe

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    DANCE WITH THE DEVIL
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Horror
    Total de capítulos:
    15
     
    Palabras:
    1642
    Capitulo 12.

    Era un dia soleado, los hermanos Taisho descansaban en su habitación mientras que sus amigos aguardaban algo nerviosos la llegada de una persona, Koga, Ayame, Sango y Miroku parecían aterrados, mientras que las hermanas Higurashi estaban calmadas, algo asustadas se encontraban, pero no tanto como sus amigos. En ese momento, tocaron la puerta, el joven de tez morena fue a abrir la puerta, Inu no Taisho apareció algo preocupado y pidió ver las cicatrices.
    Kagome y Rin primero les enseñaron las de sus manos y luego la de sus espaldas, miro un tiempo a sus hijos y luego a las chicas, después, el también suspiro y mostro sus marcas que aun tenia, no sabían que hacer. En cuanto regresaron del templo abandonado hace ya más de dos horas, Miroku y Koga se encargaron de decirle todo lo que habían descubierto al padre de ambos hermanos.
    Kagome y Rin miraban detenidamente a Sesshomaru e Inuyasha, hoy se cumplían diez años desde aquella pelea que tuvieron de niños, pero por alguna razón, ya no les importaba, pero, había algo raro en ellas, por alguna extraña razón, anoche se sintieron felices de estar con ellos aun en sus formas demoniacas. El padre de ambas hermanas noto eso y una sonrisa se formo en su rostro, poco a poco, los dos fueron despertando de su sueño, se incorporaron lentamente en las camas ya que tenían todo el cuerpo adolorido.

    -¿Se les ocurre algo para vencer a esa anciana?-pregunto Koga.
    -La única forma de romper la maldición…es destruyendo a la que la lanzo-respondió Inu no Taisho.
    -De seguro esa vieja bruja se dio cuenta de que Inuyasha y Sesshomaru ya no están mas bajo su control asi que huyo-dedujo Miroku.
    -Puede estar en cualquier parte-protesto Sango.
    -Lo dudo-interrumpió Ayame.
    -¿Por qué crees eso Ayame?-pregunto Kagome.
    -Este libro que Koga y Miroku robaron de la habitación de Tsubaki dice no solo como convertir a las personas en Inuyoukai, sino que también dice como traer a un verdadero Inuyoukai de regreso a la vida-comento la pelirroja-estoy segura de que la directora quiere este libro para lograrlo ya que tiene una serie de ingredientes extraños y como prepararlo.
    -¿Dices que Tsubaki regresara por el?-pregunto Rin-¿Cómo puedes estar tan segura?
    -Razón numero uno: este libro dice que para que la persona sea un Inuyoukai para siempre debe ser poseído por un verdadero perro demonio-leyó la joven pelirroja-por lo tanto, la directora intentara recuperarlo cueste lo que cueste con tal de vengarse si es que lo desea.
    >>Razón numero dos: este ritual debe realizarse antes de medianoche o sino la maldición se romperá, los maldecidos recuperaran el control de su cuerpo, sin embargo, no se si volverán a tener sus aspectos normales. Y razón numero tres: porque anoto en un papelito “realizar ritual esta noche”

    Caída al estilo anime por parte de todos menos Inu no Taisho y Ayame.

    -Oigan, hay mas, escuchen esto-aviso a Ayame.

    “Los últimos Inuyoukai que existieron convivían es paz con los humanos, para evitar que su sangre demoniaca los dominara en las noches de luna creciente y asi evitar atacar a las personas se crearon tres espadas. Estas espadas fueron hechas a través de sus colmillos para sellar su sangre demoniaca y asi poder controlarse, solo pocas personas que fueron poseídas por un espíritu de los demonios perro, las encontraron y lograron asi, evitar que el que les lanzo la maldición, los controlara. Estas tres espadas se eran conocidas como Tessaiga, Tenseiga y Sounga, que dominaban los tres mundos, el mundo celestial, el mundo de los vivos y el infierno.
    Tessaiga es la espada que domina el mundo de los vivos, sirve para proteger humanos principalmente y para matar a cien hombres de un solo golpe. En vista parece una simple espada sin filo, pero cuando un Inuyoukai la saca de su funda, se transforma en una espada grande, parecida a un colmillo gigante, además, puede destruir barreras.
    Tenseiga es la espada que domina el mundo celestial, a diferencia de Tessaiga, Tenseiga es una espada curativa, revive a las personas solo una vez. No sirve en las luchas ya que es una espada que corta, pero si puede enviar las almas de sus enemigos al inframundo.
    Finalmente, Sounga, es la espada que domina el mundo de los muertos, posee un ataque especial que mata todo a su paso ya sea humano, hanyou o youkai, solo unos pocos Inuyoukai pudieron controlarla, ya que la mayoría ha caído bajo su aura demoniaca. Es la espada mas poderosa de las tres y la única forma de vencerla es por medio de Tessaiga y Tenseiga.”

    -Interesante, pero tenemos unos problemas, numero uno: no sabemos donde están esas espadas y numero dos: ¡¿Cómo rayos hallaremos esas cosas antes de la medianoche?!-exclamo el joven de tez morena alterado.
    -Tenemos que hacer algo, de lo contrario, Inuyasha, Sesshomaru, Inu no Taisho y ahora Kagome y Rin morirán-protesto la joven castaña.
    -Aguarden un segundo, detengan su caballo-interrumpió Inuyasha-¿tu también tienes la maldición padre?
    Todos miraron con reproche a Sango mientras que ella se tapaba la boca, Inu no Taisho suspiro, había llegado el momento de decirles la verdad a sus hijos, tomo aire y les conto la historia mientras que los demás temían por como la iban a tomar. Al finalizar, Sesshomaru e Inuyasha palidecieron, la ira se apodero de sus cuerpos y comenzaron a arrojar y golpear cosas por toda la habitación.
    Estaban tan molestos que salieron corriendo de la habitación, seguidos de las hermanas Higurashi, sus amigos estuvieron a punto de ir tras ellos, pero decidieron quedarse allí por orden del padre de ambos hermanos. Los cuatro se encontraban en el claro, Sesshomaru e Inuyasha miraban el lago, Kagome y Rin aparecieron por detrás, los abrazaron con fuerzas y luego los besaron con mucho amor.
    Ellos, por su parte, le correspondieron, estuvieron asi hasta la puesta del sol, apenas salió la luna creciente a las ocho de la noche, los hermanos Taisho sintieron como se transformaban nuevamente, solo que esta vez, su cuerpo estaba bajo su control. Sus cabellos negros pasaron a ser plateados, sus ojos negros, dorados, las orejas de perro aparecieron en la cabeza de Inuyasha y en el rostro de Sesshomaru estaban nuevamente sus franjas y su luna creciente.
    Pero los chicos no fueron los únicos que se transformaron, sino que también las chicas, sus cabellos no cambiaron en nada, seguían siendo negros, pero se torno un poco más brilloso, eran como una noche estrellada, los ojos eran dorados al igual que los de ambos hermanos. En la cabeza de Kagome aparecieron dos orejitas como las de Inuyasha, mientras que Rin, únicamente tenía la luna en su frente y con una franja a cada lado de su mejilla color azul añil.
    Al verlas, ambos jóvenes se quedaron embobados, ya que sus amadas, eran más hermosas que nunca, como unas diosas, tardaron varios segundos en reaccionar y volver a la realidad, las maldiciones podían ser buenas de vez en cuando, o eso es lo que pensaron al ver transformadas a sus chicas. En ese instante, escucharon un ruido que provenía de los arbustos, eran sus amigos junto con Inu no Taisho quien también se había transformado.
    Su cabello y sus ojos eran idénticos a los de sus hijos, pero tenia franjas iguales a las de Rin en sus mejillas, sin mas preámbulo, debían encontrar una solución rápido antes de la medianoche, solo tenían cuatro horas para poder romper la maldición o al menos, intentar controlarla.

    -Si supiéramos donde se encuentras esas espadas podríamos derrotar a Tsubaki-dijo Miroku.
    -¿No dice en el libro donde pueden estar Ayame?-pregunto Sango.
    -No, nada de nada-respondió Ayame-¡esperen!
    -¿Qué?-preguntaron todos.
    -Técnicamente, las espadas se encuentras en las tierras pertenecientes a los Inuyoukai, las del oeste-comento la pelirroja-según unos datos que encontré en Internet, el Internado Shikon Kuroi, antes conocido como un templo sagrado forma parte de estas tierras.
    -Entonces…las espadas no deben estar muy lejos…pero ¿Cómo las hallaremos?-pregunto Sesshomaru.
    -Eso nunca sucederá-dijo una voz femenina.
    -¡Tsubaki!-exclamaron todos.
     
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    Vera Wolfe

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    Horror
    Total de capítulos:
    15
     
    Palabras:
    1680
    Capitulo 13

    Sesshomaru e Inuyasha habían descubierto la verdad que su padre les había ocultado por muchos años, también, que ellos dos no eran los únicos que tenían la maldición, ahora ellos tres, junto con las hermanas Higurashi, Kagome y Rin se encontraban en peligro ya que no les quedaba mucho tiempo. En el libro de los Inuyoukai, la joven Ayame había leído acerca de tres espadas que podían controlar sus poderes youkai, ya que si sus cuerpos eran realmente poseídos por un demonio perro, seria demasiado tarde para ellos.
    Justo cuando averiguaron en donde podrían estar las espadas apareció Tsubaki, quien parecía muy molesta, no solo porque ya se había dado cuenta de que los hermanos Taisho habían logrado controlarse y no matar a las rencarnaciones de sus hermanas, sino que ellos tenían el libro. Todos se encontraban allí, en el claro, la luna creciente seguía iluminada en el cielo nocturno y eran las ocho y treinta de la noche, solo tenían tres horas y media para poder salvarse, pero tenían que mantener a la directora ocupada, mientras que los maldecidos buscaban las espadas.
    Fue ahí cuando a Koga se le ocurrió una idea, se la susurro a Miroku y a las chicas, quienes estaban de acuerdo, el joven de ojos color azul oscuro se fue acercando hacia ella y comenzó a hacer lo suyo, aprovechando que la directora tenía aspecto joven. Los demás no aguantaron y cayeron al suelo riéndose como locos, todos, a excepción de los cinco Inuyoukai, quienes tenían una gota de sudo en la cabeza y con una cara cómica.
    Tsubaki gritaba avergonzada, quien a pesar de que era una sacerdotisa negra, era una mujer como cualquiera, al ver lo que el chico libidinoso hacia, comprendieron en seguida lo que sus amigos planeaban, asi que aprovecharon esta ocasión para escapar. Sin embargo, esto no quedaba atrás, sin que los amigos se dieran cuenta, la mujer mando a su dragón en busca de los demonios, ya que eran necesarios para despertar a un demonio perro de verdad, por otro lado, Kagome, Rin, Sesshomaru, Inuyasha e Inu no Taisho se detuvieron al pensar que estaban a salvo, por ahora.

    -¡Tenemos que encontrar esas espadas y rápido!-exclamo Sesshomaru frustrado.
    -¿Y donde se supone que las busquemos Sesshomaru?-pregunto Inuyasha con ironía-no sabemos donde están.
    -Según tengo entendido, y es mi opinión, si esas espadas controlan nuestra sangre demoniaca-empezó a decir Inu no Taisho-y fueron hechas con colmillos de los mismos perros demonios…
    -No es por ser grosera señor-interrumpió Rin-pero… ¿puede ir al grano?
    -Esas tres espadas son los tres ciclos de la vida, sirven para proteger a los humanos, según escuche lo que leyó Ayame-dijo-asi que si en serio desean esas espadas, yo creo que aparecerán en el momento indicado.

    Antes de poder decir algo, Kagome y Rin sintieron que las estaban siguiendo, empujaron a Sesshomaru e Inuyasha con fuerza, el dragón de Tsubaki apareció, atrapando a ambas hermanas y desapareciendo misteriosamente.

    -¡Kagome!-grito Inuyasha.
    -¡Rin!-grito Sesshomaru.

    Los tres regresaron corriendo directo hacia el internado, a mitad del camino, se chocaron con sus amigos, quienes dijeron que Tsubaki había desaparecido recientemente, no fue difícil tratar de pensar en donde podía estar escondida, regresaron a toda velocidad hacia el internado. Pero para sorpresa de todos, había una barrera alrededor del edificio, no podían pasar, los hijos de Inu no Taisho comenzaban a desesperarse, sus amadas corrían peligro y si no hacían algo pronto, las perderían para siempre.
    Intentaron inútilmente romper la barrera, Inuyasha, Sesshomaru e Inu no Taisho usaron sus poderes demoniacos, no funcionaron, Ayame intentaba buscar algo en el libro que los ayudara a traspasar la barrera, nada, ningún resultado, con cada segundo que pasaba, los jóvenes albinos se desesperaban mas, los dos gritaron con fuerzas sus nombres una vez mas. De pronto, en las manos de los tres Taisho se pudo divisar una pequeña luz, sintieron como algo aparecía en sus manos, mientras que el resto, los miraba asombrados al ver de qué se trataba.
    Mientras tanto, dentro del templo, en la habitación en donde las hermanas Higurashi lograron despertar a los hermanos Taisho y en donde se entregaron en cuerpo y alma por primera vez y para siempre. Ellas se encontraban atrapadas alrededor de un campo de fuerza creado por su propia sangre y un poco de la magia de Tsubaki mientras que ella, parecía estar preparando todo lo necesario para comenzar el ritual
    Rin y Kagome tenían una mirada asesina en sus rostros, debía de haber una forma de poder escapar de allí, una vez que los ingredientes estuvieron listos, la directora del internado se acercó a ellos con una sonrisa malévola en su rostro y les corto a ambas un mechón de cabello.

    -A decir verdad, esto que hago me hubiera gustado hacerlo que los hermanos Taisho y su padre-dijo de repente la directora-pero, me conformare con ustedes ya que también tienen la maldición.
    -Eres una descarada, mujer sin vergüenza, malvada, sucia, mentirosa, bruja y…y… ¡Una anciana!-dijo Rin sumamente molesta.
    “Ya se volvió una fiera” pensó Kagome.
    -¿¡Como me llamaste mocosa!?-exclamo Tsubaki ofendida, por haberla llamado “bruja” pero sobre todo “anciana”.

    De repente, el rostro de Tsubaki se torno pálido, alguien había roto su barrera, no lo podía creer, nunca antes nadie había destruyo su campo de fuerza antes, se escucharon unos pasos a toda velocidad y esos pasos se iban acercando, rápidamente, inicio con el ritual. En un pequeño caldero, coloco un hueso, un colmillo, una imagen de un Inuyoukai y estuvo a punto de colocar el pelo, cuando alguien derribo su puerta.
    Sesshomaru, Inuyasha e Inu no Taisho aparecieron con las tres espadas en sus manos: Tessaiga, Tenseiga y Sounga, además de que los tres parecían muy enojados, con sus garras, atacaron a la sacerdotisa oscura, cortándole trozos de cabellos a ella, ocasionando que estos, cayeran en la poción. Los demás llegaron a toda prisa hacia las chicas, no sabían como liberarlas de un campo de energía que estaba hecho con su propia sangre, con mucha rapidez, Ayame buscaba algo en el libro que la ayudara, como antes, sin resultados, fue cuando en ese momento, Inuyasha, con Tessaiga en su mano, rompió el campo sin problemas.
    Las chicas se lanzaron hacia ellas uniendo sus labios y abrazándolos con mucha fuerza, lamentablemente, justo al momento en que se separaron, el reloj de Koga marco las doce en punto, medianoche, los cinco Inuyoukai comenzaron a retorcerse de dolor. En ese instante, sus ojos se volvieron rojos y azules, Kagome e Inuyasha tenían una franja color azul morada en cada lado de la mejilla al igual que Rin e Inu no Taisho, mientras que en el resto no hubo cambio alguno, salvo por los colmillos y las garras que se alargaron aun más.

    -Ay no-musito Ayame.
    -Esto es malo-dijo Koga.
    -¿Qué hacemos?-pregunto Sango.
    -No tengo idea-respondió Miroku.
    -Eehh…chicos-dijo la joven pelirroja dándose la vuelta, los demás lo hicieron y par su asombro, los Taisho y las Higurashi no eran las únicas que cambiaron.

    El embrujo que había hecho Tsubaki le había afectado a ella misma ya que los cabellos que cayeron a la poción eran de ellas, la directora de la escuela tenía una sonrisa malévola mientras reía como loca y a todo pulmón, todo el internado comenzó a temblar, del suelo emergieron dos perros gigantescos, no uno, sino dos, uno era blanco como la nueve, de ojos color ámbar, mientras que el otro, era color negro como la oscuridad y ojos color rojos como la sangre con tono azul.
    Los amigos de los hermanos Taisho y las hermanas Higurashi se quedaron con la boca abierta al verlos, ambos perros aullaron, el de pelaje blanco, penetro en los cuerpos de Inu no Taisho, Sesshomaru, Inuyasha, Kagome y Rin, mientras que el de pelaje negro, penetro n el cuerpo de Tsubaki. Los seis cayeron inconscientes al suelo, el lugar dejo de temblar por un largo rato, con suma lentitud se acercaron a los cuerpos para comprobar si habían muerto o no, pero lo que acaban de ver, pronto se enterarían de que mucho peor que la muerte. Los primeros en despertar fue la familia Taisho y las hermanas Higurashi para su gran alivio, los cinco estaban vivos y además, volvían a ser normales, las marcas en las mejillas desaparecieron de los rostros de Kagome e Inuyasha, los ojos volvieron a ser color ámbar y sus colmillos y garras se achicaron.

    -Kagome, Rin, Sesshomaru, Inuyasha, Inu no Taisho-dijo Sango-¿están bien?
    -Si, lo estamos-respondieron todos a coro.
    -Pero no por mucho tiempo-dijo la voz de Tsubaki.
    -Ay Madre María y la Virgen de Guadalupe-exclamo Miroku aterrado.
    -Esto cada vez se es volviendo mas horroroso-dijo Ayame.
     
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    Vera Wolfe

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    Aqi estan los capitulos 12 y 13...tal y como lo prometi, espero q les gusten :)
     
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    Vera Wolfe

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    Total de capítulos:
    15
     
    Palabras:
    1935
    Capitulo 14 (FINAL)

    Tsubaki estaba completamente distinta, emitía gran cantidad de energía demoniaca, su pelo se torno blanco como el marfil, se estaba transformando en un Inuyoukai del inframundo, apenas adopto la forma de un perro, su cuerpo comenzó a crecer y crecer, el internado se iba a derrumbar. Rápidamente, los chicos y las chicas salieron por el pasadizo secreto que había debajo de la cama de la directora, Koga se encargo de activar la alarma contra incendios, al escucharla, todos los alumnos y profesores salían de sus recamaras en dirección a la puerta de salida.
    En cuanto todos estuvieron fuera del edificio, la tierra comenzó a temblar, vieron como el internado se venia abajo, vaya sorpresa y susto que se dieron al ver un perro gigante, del tamaño de una montaña, color negro oscuro, bien fuerte, apareció aullándole a la luna creciente. Por otro lado, los hermanos Taisho y las hermanas Higurashi se encontraban en la entrada del bosque con sus amigos y el padre de ambos hermanos observando detenidamente la bestia feroz que empezaba a destruir todo a su paso.
    Inu no Taisho miro a Tsubaki con seriedad, camino unos pasas hasta encontrarse a la luz de la luna creciente, un aura color blanca lo rodeo por completo, transformándolo en un perro enorme también, pero con la única diferencia de que era blanco como la nieve, este, empezó a atacar al otro perro. Los demás aprovecharon la oportunidad de desalojar el lugar, Koga, Miroku, Ayame y Sango conducían a los estudiantes y maestros lo más lejos posible de la batalla.
    Una vez que el grupo estuvo lo bastante cerca, los cuatro regresaron al campo de batalla, esta vez, su sorpresa fue mas grande al ver que los hermanos Taisho se habían unido a la batalla, lamentablemente, Tsubaki era mucho mas fuerte que ellos, con una de sus garras, los atravesó justo en el corazón a los tres, haciendo que volvieran a su forma humana y cayeran al piso inconscientes.

    -¡Inuyasha!-grito Kagome.
    -¡Sesshomaru!-grito Rin.
    -Ja Jajaja, jamás podrán vencerme, eso hora de que pagues por lo que me has hecho, Inu no Taisho-dijo Tsubaki en su forma lobuna.

    Kagome, Rin, Sango, Miroku, Koga y Ayame miraban con horror a los tres Taisho, la herida había sido muy grave, habían sido atravesados justo en el corazón y ahora los tres se encontraban en un charco…no, más bien en un mar de sangre. Las hermanas Higurashi lloraban desconsoladamente, en ese instante, las dos sintieron algo en el pecho, su cuerpo palpito con mucha intensidad, fue ahí cuando todo cambio.
    La luna creciente, pasó de ser blanca y un rojo como la sangre, rojo bien oscuro, un viento fuerte, pero cálido, esta vez, soplo, moviendo los cabellos de las dos jóvenes hermanas, dirigieron sus vistas una vez mas hacia los chicos y luego hacia Tsubaki, sus ojos dorados emitieron un pequeño brillo. Sin saber como o porque, comenzaron a correr hacia la sacerdotisa negra, dieron un gran salto y en no menos de unos segundos, también se convirtieron en dos perros gigantes, pero muy diferentes.
    Rin y Kagome era dos Inuyoukai de pelaje azul oscuro como el cielo estrellado, la luna de la más grande de las hermanas en la frente, se torno color plateada, al igual que las franjas en las mejillas de Kagome. Ambas comenzaron a emitir una energía muy pura, una luz color rosa pálido las rodeo, mientras que la Inuyoukai del inframundo miraba con asombro lo que sucedía ante sus ojos, lo siguiente que vio, la dejo completamente perpleja, las almas de sus dos hermanas, aparecieron justo sobre los lomos de los perros.

    -¡¿Ki-Ki-Kikyo?! ¡¿Mi-Mi-Midoriko?!-exclamo Tsubaki pasmada y a la vez aterrada.
    -Tsubaki…-dijeron Kikyo, Midoriko, junto con Kagome y Rin-…te llego la hora.

    Las dos Inuyoukai abrieron las bocas, la misma luz que las rodeo hace unos instantes, ahora se encontraban dentro de sus bocas, lanzaron esa luz directo hacia el corazón de la directora, quien aulló de dolor y cayo al suelo retorciéndose también. En pocos minutos, la mujer tomo apariencia humana nuevamente, estaba toda lastimada, la sangre caían a montones de sus cuerpos, sus heridas eran graves, mucho mas graves que las de los hermanos Taisho y su padre.
    Furiosa, le ordeno a su dragón atacarlas, el pequeño demonio voló hacia ellas, se hizo más grande, las atrapo y comenzó a apretar sus cuerpos caninos, el aire comenzaba a faltarles, sentían como sus costillas y demás huesos del cuerpo se rompían, su vista comenzó a fallarles, veían todo borroso. De repente, tres ataques destruyeron al youkai en miles de pedacitos, se trataba de Inuyasha, Sesshomaru e Inu no Taisho quienes tenían las espadas en sus manos, estas, emitían gran cantidad de poder.
    Las chicas volvieron a sus formas humanas, pero todavía conservaban las orejas, los ojos dorados, las garras y los colmillos al igual que los hermanos Taisho y su padre, estos, se encontraban sin energías, su respiración, comenzó a ser débil, tanto ellos, como ellas, sus cuerpos temblaban, sudaban cual cerdos y apenas podían mantenerse en pie.

    -¡Kagome, Rin!-gritaron Sango y Ayame.
    -¡Inuyasha, Sesshomaru, señor Taisho!-gritaron Koga y Miroku.
    -¡Malditos!-mascullo Tsubaki toda herida.
    -Estamos bien, pero no será por mucho tiempo-dijo Inuyasha.
    -Llego la hora de terminar con esta maldición de una vez por todas-dijo Sesshomaru.
    -¿Listos hijos míos?-pregunto Inu no Taisho.

    Ambos hermanos asintieron, juntaron las tres espadas, estas palpitaron y emitieron un brillo, con sus ultimas fuerzas, corrieron hasta Tsubaki sin importarles que las heridas se reabrían nuevamente, el padre se encargo de clavarle la espada justo en el corazón, Inuyasha la corto a la mitad mientras que Sesshomaru, con su espada, abría un portal hacia el inframundo, mandando, tanto el cuerpo, como el alma de la mujer oscura. Todo había terminado, por fin todo término, Inuyasha, Sesshomaru, Inu no Taisho, Kagome y Rin cayeron inconscientes al suelo, sus cabellos volvían a ser negros, los rasgos en sus caras desaparecían poco a poco, al igual que sus colmillos y garras.

    -Ya acabo-dijo Miroku.
    -Por fin-musito Koga.
    -La maldición se termino para siempre-añadió Sango.

    El sol salió, iluminado todo el lugar, los alumnos y profesores que habían visto todo, prometieron no decir nada de lo ocurrido, llamaron a una ambulancia para llevar a los heridos, o sea a los la familia Taisho y a las hermanas Higurashi, al hospital, las heridas eran severas, pero no lo suficiente como para que mueran. Las marcas en las muñecas de los cinco desaparecieron, como si nunca las hubiesen tenido, eso, era buena señal, o, al menos, eso es lo que ellos creían.
    Inu no Taisho y Myouga regresaron a la ciudad de Tokio con los chicos para celebrar que todo había acabado, los días iban pasando, pronto, estos se tornaron semanas y las semanas se convirtieron en meses. Los hermanos Taisho y las hermanas Higurashi ya eran pareja desde hace mucho tiempo, al igual que Sango y Miroku y Koga y Ayame.

    -Veo que me equivoque amigo mio, lo has logrado, por fin te liberaste de aquella maldición-dijo Myouga feliz.
    -No, mas bien mis hijos y mis nueras me han liberado, les estoy eternamente agradecido-dijo Inu no Taisho mientras suspiraba y a la vez observaba con una enorme sonrisa a Inuyasha, Sesshomaru, Kagome y Rin.

    Las dos parejitas se encontraban en el jardín de la casa de Myouga, era una noche tranquila, nublada, pero pacifica, un viento lento soplo, moviendo algunas nubes, dejando al descubierto la luna creciente. Los cuatro cambiaron, los cabellos de ellos se tornaron nuevamente blancos como la nieve, sus ojos pasaron de ser negros a dorados, ellas, lo mismo, nuevamente, los cuatro volvieron a transformarse, pero eso ya no les importaba, porque ahora podían controlarla…ustedes se preguntaran como es que siguen con la maldición si destruyeron a Tsubaki, bueno, fue porque ellos decidieron quedarse asi como asi. Solo que esta vez era diferente, ellos se transformaban únicamente en las primeras noches de luna creciente, solo en una nada mas, una hermosa melodía comenzó a sonar, una canción muy conocida para todos ellos.

    -Dance with the devil-susurró Kagome.
    -“Bailando con el demonio”-tradujo Rin.
    -¿Nos concederían esta pieza señoritas?-pregunto Sesshomaru.

    Cada uno agarro a su respectiva pareja y comenzó a bailar lentamente bajo la luz de la luna creciente, el tiempo fue pasando y nada cambio para ellos ni para sus amigos, bueno, la verdad que hubo varias cosas que cambiaron, como por ejemplo, Sango se rencontró con su hermano menor Kohaku, sus padres, al igual que los de Kagome y Rin, habían muerto en el accidente del crucero, pero se alegraba de ver a su hermano sano y salvo. Por otro lado, Ayame estaba comprometida con Koga, quienes planeaban casarse una vez terminada la secundaria, era muy pronto, pero asi lo deseaban ellos.
    Miroku, bueno, se paso con sus perversiones y ahora tenia que hacerse responsable no solo de la que muy pronto seria su mujer, sino que de sus dos gemelas, pero era feliz con ellas y con su amada Sango.
    Inu no Taisho siguió trabajando como era de costumbre al igual que Myouga, él, era el único que no tenia mas la maldición, ya que le traía malos recuerdos, tenia que superarlo tarde o temprano, finalmente, nuestros cuatro protagonistas, bueno, ellos, todas las primeras noches de luna creciente ponían aquella canción que tanto amaban y la bailaban una y otra vez. En los dedos de las chicas se podían ver pequeños anillos con un zafiro, además de unos vientres abultados.

    -Te amo Kagome-dijo Inuyasha.
    -Te amo Rin-dijo Sesshomaru.
    -Y nosotras también los amamos-dijeron las dos mientras se unian en un apasionado beso y nuevamente se entregaban en cuerpo y alma.


    Este fue el final de "Dance with the Devil" espero q les haya gustado mucho este fic y siento si es muy corto, es q mientras escribia no tuve mucha inspiracion, en fin, besos!!! :)
     
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  7.  
    Airotsa

    Airotsa Iniciado

    Aries
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    Escritora
    Aahh!!!! Shiori m encanto este final...jejeje, t luciste querida prima, la verdad, este es el q mas adore d todos tus fics. BUEN TRABAJO!!! :)

    Q pervertido q es Miroku, pero, no se lo puede cambiar, me encanto cuando Sango se reencontro con su hermano pero me entristecio al saber que sus padres murieron, pero lo que mas me encanto fue el final para Inuyasha, Sesshomaru, Rin y Kagome.

    P.D: espero cn ansias tus siguientes fics.

    Saludos!!! :):D
     

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