de Inuyasha - Damned [InuYasha X Kagome]

Re: Damned [InuYasha X Kagome]

Hola!!!
bueno lo primero gracias por lso comentarios...
hacen que me sienta mal por haber echo que inuyasha desapareciera, pero
como que kagome no puede estar con un espiritu no?
quien no se haya dado cuenta de esto da igual lo aclarare en el epilogo.
Tengo pensado un epilogo "feliz" que quizas ponga, y otro "triste" que esta en proceso, los
dos comienzan de la misma forma, pero no se cual elegire.
Es que las cosas alegres se me hacen repetitivas.
Siento si he defraudado a alguien, pero la verdad desde el principio pense en hacer esta historia triste.
La proxima que haga sera feliz XD no se preocupen.
Bueno en cuanto tenga inspiracion suficiente (y ganas) comenzare el epilogo, asi que no lo esperen hasta finales de semana.
Muchos besos y gracias por sus post aunque hayan sido para decir que soy malvada xD
muchos besos!!

 

Re: Damned [InuYasha X Kagome]

Hi!!!
Siento muchisimo la tardanza pero espero que les guste, les advierto algo no quiero que me maten *silba*, bueno posteen y repu porfa!!! (si les gusto claro) bueno gracias por haberlo leido, les estoy profundamente agradecida.

Epilogo.

-Kagome dejo esto aquí ¿Te parece bien?

Asentí con la cabeza sonriendo a Houjo calidamente, realmente estaba muy feliz de haberle conocido, tras la desaparición de Inuyasha mis padres y yo nos mudamos a Tokio, tras mucho insistir conseguí que me dejaran estudiar allí sola, me matriculé en la Todai* y saque mi carrera de psicóloga, también me convertí en escritora, conseguí alcanzar la fama gracias a Inuyasha y nunca mejor dicho, pues el libro que escribía mientras el aún estaba conmigo consiguió ser un best seller en menos de 2 meses, nunca pensé que podría ganarme la vida prácticamente escribiendo, aunque ejerzo de psicóloga.

-Gracias Houjo –le dije sonriéndole y colocando algunos libros en la repisa-¿Puedes pasarme esa caja de cuentos infantiles?

No me respondió simplemente me la entregó y yo seguí colocando los libros y de más.

-Parece que ya esta todo mas decente-dije sonriendo-
-Voy a por los sofás ¿vale?-me dijo dulcemente-
-Ok.

Vi como Houjo salía por la puerta y suspiré cogiendo un portarretratos donde salía yo con Inuyasha hace 7 años, sonreí amargamente y mire mi anillo de casada, de pronto recordé el tiempo que pase sola asta que conocí a Sango, Miroku, Houjo y otras personas, y lo feliz que me sentí cuando me case.

-Esto ya esta.

Mire a Houjo que ya había colocado un sofá y me sonreía, le devolví la sonrisa y recordé nuestro fugaz noviazgo, y los problemas de este, sobre todo cuando yo sin darme cuenta le llamaba Inuyasha.

-¿Dónde esta Hikari?

Ante la pregunta de Houjo me acorde de ella y sonreí mientras me levantaba de la silla e iba hacia su nuevo cuarto.

-¿Hikari?
-Si mami.

Miré a mi preciosa niña, me encantaba ese vestido verde que le había comprado su padre le quedaba muy bien.

-¿Qué estas haciendo cariño?
-Dándole de comer a Inu –me dijo sonriente mientras elevaba el perrito de color blanco y sonreía dejando ver que comenzaban a caérsele los dientes de leche.

Recordaba perfectamente el día en que hoyo apareció con ese pequeño perrito y por diferentes causas acabo llamándose Inu, sobre todo por sus ojos amarillos y su pelaje blanco.

-Ten cuidado ¿vale?
-Si mami, ¿dónde esta papi?
-Ha salido cariño-le dije mientras iba hacia el salón y seguía ordenando cosas esperando a que Houjo regresara con otro sillón más, la mudanza estaba siendo horrible y eso que solo era desde las afueras de Tokio hasta el centro del mismo.
-Este es el último -me giré y mire a Houjo, el cual colocaba un sofá-
-¿Te traigo algo de beber?
-Un refresco-me dijo mientras se sentaba en una silla-

-Refresco, refresco-dije medio cantando mientras buscaba en la nevera recién estrenada, saqué dos Fantas de naranja pero de pronto sonó el móvil-

-¿Si?, a hola Sango, ¿qué esta allí contigo? Bueno pues dile que se pase por aquí, como que se va con Miroku, será tonto, bueno venga, y dile también a Koga que venga, si, besos, adiós-mire el teléfono móvil y negué con la cabeza, este hombre solo me daba dolores de cabeza-

Entre en el salón y le di a Houjo la Fanta de naranja, el me lo agradeció con una mirada.

-¿Y cuándo van a venir a ver la casa?
-Esta noche a las 10 van a venir a cenar y a conocerla claro.
-Que bien.
-Si…

El silencio se hizo entre nosotros, un silencio incomodo cada uno mirando su lata de Fanta, parecíamos unos adolescentes tontos que no sabían de que hablar, pero finalmente el deshizo el hielo.

-Sabes Kagome nunca pensé que le conocería.
-¿A quien?-le pregunté aunque sabia la respuesta.
-Al que ahora es tu marido, siempre me hablaste de el como si fuese un dios, alguien inalcanzable, pero cuando le conocí pensé que era la persona mas normal del mundo.
-si quizás exagere un poco.
-¿Un poco nada más? Te pasabas el día hablando de el.

Sonreí algo avergonzada, lo que el decía era cierto, nunca deje de pensar en el, y lo cierto es que ahora tampoco dejaba de hacerlo, realmente una de las razonas por las cuales Houjo y yo cortamos fue por mi obsesión.

-Bueno yo me voy a casa esta noche nos vemos.
-Muchas gracias por tu ayuda Houjo.
-No hay que darlas Kagome.

Le dije adiós con la mano mientras le veía alejarse en su coche y suspiré cerrando la puerta, pero unas manitas se agarraron a mi camiseta tirando de ella hacia abajo.

-¿Qué ocurre Hikari?
-¿Papi no ha llegado?
-No tesoro, aún no.
-Prometió traerme una muñeca.
-Esta ocupado “trabajando”-sonreí a mi hija pero por dentro estaba muy enfadada, ese idiota estaba de copas con Miroku, vale daba igual que fuesen las 5 de la tarde, pero seguro que se habían ido por hay a beber.

Pase el resto de la tarde ayudando a Hikari elegir un vestido para la cena y pensando que hacerle en el pelo, esos rizos negros tan alborotados eran un problema a la hora de peinarla, pero ciertamente adoraba hacerle colitas o peinados extraños, era como una muñequita para mi, aunque ya tuviese 5 años, en realidad parecía que tuviese más era demasiado lista.

-Mami déjame ver esta peli-me pidió sonriéndome y enseñándome la película de la princesita, realmente le había encantado.
-Esta bien cariño-fui hasta su cuarto y se la puse, vi como el precioso vestido de color turquesa se estaba arrugando al tumbarse Hikari en la cama.
-Mama quiero verla yo sola.
-vale, vale estaré en mi cuarto arreglándome.
-Si.

Suspiré al salir del cuarto de mi hija y volví a mirar la hora, solo faltaba una hora para que comenzaran a llegar los invitados y este hombre no llegaba.

-Es un impuntual-dije mientras me sentaba frente a la cómoda me recogía el pelo en un moño y me comenzaba a maquillar, pensando en lo ocurrido 7 años atrás.

Flash back.

Me levanté lentamente de la cama y miré mi reflejo en el espejo, llevaba un mes en Tokio pero no podía dejar de sentirme desgraciada cada mañana, cuando abría los ojos y le recordaba, me había obsesionado con el de tal manera que hasta había dejado de comer, me pasaba largas horas encerrada en mi cuarto leyendo el libro de Inuyasha, había llegado a un limite que ya hasta me lo sabia de memoria, cada coma, cada punto, cada pensamiento de Inuyasha, cada te amo dedicado a mi en sus paginas.

-Te echo de menos…-le susurré a la nada cerrando los ojos para no llorar, aunque tampoco tenia fuerzas para hacerlo, estaba muy delgada, de una 38 que usaba de pantalón había pasado a una 36 o 34, y el ser alta no ayudaba, pues parecía un esqueleto.

Mis padres habían decidido mandarme a la universidad pero con una condición cada quince días pasarían por aquí y se asegurarían de que estaba bien, realmente ellos no recordaban nada sobre Inuyasha y no entendían el motivo de mi repentina depresión, me había pasado semanas alimentándome a base de líquidos, ya que cualquier cosa sólida era rechazada por mi frágil estomago.

Fin Flash Back.

También recordaba perfectamente la primera vez que conocí a Miroku, Koga, y Houjo.

Flash back

-¡Hola Kagome que bien que has venido!

Sonreí a mi reciente amiga Sango y saludé con la mano a los tres muchachos que me miraban.

-Este es Koga-me dijo señalando a un chico muy guapo, su tez era morena y llevaba el pelo sujetado en una coleta, sus ojos eran muy hermosos de un azul intenso y brillante, pero en cuanto vi su sonrisa cargada de sensualidad y egocentrismo sentí un dolor en el corazón, esa sonrisa me recordaba a alguien.
-Hola…-dije no muy animada mientras sango me presentaba a Miroku, un chico también guapo con unos hermosos ojos y una sonrisa algo pervertida.
-Y este Houjo

Mire al chico de ojos grises, bastante normal, y eso me agradaba, los otros dos se parecían en diferentes aspectos a Inuyasha y no me hacia nada de gracia, sonreí dulcemente al muchacho y vi como algo nervioso se tocaba el pelo castaño y desviaba la mirada.

Fin Flash Back.

-Aún me acuerdo de cuando intento Miroku pedirme un hijo sango casi lo mata…

Sonreí a mi reflejo y me terminé de maquillar, cerré los ojos intentando tranquilizarme un poco, recordar el pasado me hacia ponerme melancólica.
De pronto sentí una mano acariciar mi cuello y mordisquearme el lóbulo de la oreja, ¿cómo es que no le había sentido entrar?, no abrí los ojos, no necesitaba hacerlo, sentí unas fuertes manos rodear mi cintura mientras que esa persona seguía besándome, ahora por el cuello.

-¿Qué haces aquí?-le pregunté sin abrir los ojos-

No respondió mi pregunta.

-Tonto.
-¿Mmm?
-Que que haces aquí.
-Besarte.
-De eso me he dado cuenta.

Oí una ronca risa salir de su garganta y me giré abriendo los ojos y mirándole, Dios como le amaba.

-Acaso no estabas quejándote por que no llegaba.
-¿Me has estado espiando?
-Claro que no cariño solo que Hikari dice que estabas desesperada por que yo no aparecía por aquí.

Me sonrojé, estaba muy claro que no podía vivir sin el.

-Yo no me quejaba solo esperaba que no llegaras aún estaba esperando a mi amante.

El gruñó, aunque sabia que era una broma eso de imaginarse un amante no le hacia gracia.

-Cariño creo que no te hace falta un amante pues todavía no te he oído quejarte nunca de mi mas bien al contrario

Me volví a sonrojar y le miré mal pero a la vez juguetonamente.

-Que no me haya quejado no significa nada.
-¿Quieres que te recuerde por qué nunca te quejas?-me dijo mientras me cogía en brazos-
-Cariño…
-¿mm?-estaba ocupado mordisqueándome el cuello-
-Dentro de 15 minutos llegan nuestros invitados

Suspiro de mala gana y me dejo de nuevo en el suelo.

-Ve a ducharte y a vestirte
-Si mama-bromeó-

Sonreí mientras veía como se metía en el cuarto de baño, me mordí el labio inferior mientras le miraba el trasero, ese hombre seguía volviéndome loca después de tanto tiempo. Nunca olvidaría el momento en que le “conocí” de nuevo.

Flash Back.

-Cuando se calme la sacaremos señorita.

Miré con odio al policía mientras seguía pateando las rejas, me habían metido en el calabozo, maldita sea solo había echo una protesta por los derechos de la mujer, después de los recientes asesinatos ocurridos se habían hecho muchos grupos de protesta por los maltratos y la violencia de género y yo junto a sango nos habíamos metido en uno.

-¡Desde cuando es un delito hacer una manifestación!
-No lo es, pero si la manifestación viene acompañada de la quema de contenedores, lanzamiento de piedras y otros pequeñas infracciones si se convierte en delito.
-Váyase al infernó-le dije con odio-

No recibí respuesta y eso me extraño, pero no hice caso, me senté sobre la cama y refunfuñe cosas sin sentido, de pronto oí como alguien abría la verja, levante la vista y me desmayé.

Fin flash Back

-Dios como pude desmayarme…
-¿Desmayarte?

Me giré a ver a mi marido, iba con una simple toalla en la cintura y me miraba algo preocupado.

-¿Cuándo te has desmallado?
- Últimamente nunca, es que estaba recordando el día que nos “conocimos”.
-Ah aquel día que te desmayaste por mis encantos.
-No cariño eso fue un sueño tuyo, me refiero a aquel día que te vi desnudo y del susto me desmayé.
-Que graciosa tu.
-A que si.

Me sacó la lengua como un niño chico y comenzó a vestirse mientras yo me peinaba.

-No pero realmente estuviste graciosa, fue verme y desmayarte, te abrumo mi hermosura.
-Yo sigo creyendo que fue el hedor del calabozo-le dije en broma-
-Di lo que quieras pero nunca se me olvidara tu cara de impresión cuando te despertaste y como casi me arrancas la ropa.
-¡Eso es mentira! Lo que hice fue echarme a llorar, deja de mezclar tus fantasías con la realidad.
-Ah es verdad lo de la ropa fue..
-Cállate

Me dirigió una sonrisa divertida mientras se ponía una camisa blanca y unos pantalones negros. De pronto sonó la puerta y salí del cuarto hacia la entrada.

-Hola –le dije a Sango al verla-
-Hola Kagome –me abrazó- donde esta ese impuntual e impresentable al que tu llamas marido.
-Vistiéndose-le dije riendo-¿por cierto sigue en pie la apuesta?
-Claro, y estoy segura que ganare pues tu marido es demasiado predecible.
-Las escuche.

Le miré, se estaba haciendo el enfadado.

-Ya ni hola ni nada-dijo una voz a mis espaldas-
-Hola Miroku.
-Hola pervertido-le respondió mi marido-
-Ya ni me respetas ¿no?
-Nunca te he respetado
-¡¿Como?! ¿Así me agradeces todo lo que he hecho por ti?

Sango y yo nos miramos mientras nuestros esposos seguían discutiendo.

-Que raro que no hayan llegado ya Sesshomaru y Rin.
-Tampoco Koga, Ayame y Houjo-me recordó Sango-
-Lo se pero no es normal de Sesshomaru llegar tarde, todos sabemos lo puntual que es.
-Si no se como pueden ser hermanos-me dijo mirando a mi esposo-
-Yo tampoco la verdad creo que me casé con el equivocado-le comenté riendo-
-¡Te escuche Kagome!

Le saqué la lengua y miré hacia abajo la sentir unas manos abrazarse a mis piernas.

-¿Qué ocurre Hikari?
-Papa es un mentiroso no me trajo mi muñeca.
-Hikari no soy ningún mentiroso, lo que pasa es que no sabes buscar.

Vi como a Hikari se le encendió la mirada y iba hacia su padre, el cual se agacho a su altura y le dijo algo en oído.

-¡Gracias papi!

Vi como mi hija salía corriendo rumbo al despacho de su padre.

-Que malo…
-Me encanta picarla-me dijo-
-Ya…-miré a Miroku y sango- ahora venimos-agarre a mi marido del brazo y le hice ir conmigo a la cocina, de lejos escuche el timbre había llegado más gente pero deje que Sango abriese la puerta, y cerré la de la cocina-

-Sabes que prefiero estar encerrado contigo en otros sitios.
-Cariño te tengo dicho que cuando te duches te asegures de hacerlo con agua fría.
-Y yo a ti que ese remedio no me gusta.
-Tonto…-vi como me sonreía y me daba un pequeño beso en la mejilla sin dejar de observarme con esa mirada ámbar que tanto adoraba.
-Por cierto ¿Qué querías decirme?-me pregunto-
-Que te quiero
-¿Para eso hace falta venir a la cocina?
-No realmente-le dije sonriendo- pero…
-Kagome cariño ahora no podemos hacer el…

Le tape la boca con una mano

-Deja de pensar mal que estas hecho un viejo verde
-Tengo 31 años nada más.
-Viejo-le dije picándole-
-Claro claro-me abrazó tranquilamente-y que mas querías decirme
-Ha pasado mucho tiempo ya ¿verdad?-le dije cambiando de tema-
-Si, parece que fue ayer cuando te encontré en el calabozo arrestada, y encima cuando yo aún no me había recuperado de la sorpresa te vi desmayándote.
-No es muy normal ver a la persona que amas, que se supone que esta muerta, viva.
-Eso es un motivo de alegría no uno de tristeza, y tu te desmayaste.
-Fue un shock demasiado fuerte.-le dije intentando defenderme.
-Claro lo que tú digas.
-¿Te recuerdo que tu te desmayaste cuando te dije que estaba embarazada de Hikari?
-No gracias.

Sonreí, había ganado nuestra habitual batalla verbal.
Realmente aún me parecía estar soñando, aun desmayada, después de aquel día en el cual Inuyasha salio de mi vida no pensé encontrarle nunca más y menos en una comisaría de policía, y no precisamente arrestado, se había convertido en policía para encontrarme.

Flash back

-Kagome maldición ¿estas bien?

Estaba híper ventilando violentamente y aparte de que sudaba como si acaba de correr 200 metros a toda velocidad, y realmente me sentía súper agobiada.

-Estas… estas vivo…
-Kagome respira por Dios
-Inuyasha.
-Si soy yo pero tranquilízate-me ordenó mirándome preocupado-
-Como… por que…
- Kagome cariño estoy vivo tranquila.
-Pero tu, tu desapareciste y…-me cayó dándome un pequeño beso y la verdad surtió efecto-
-La verdad no lo entiendo muy bien el como estoy aquí, solo se que al parecer me reencarne unos años después de mi muerte oficial, mi cuerpo ha sido una envoltura desde hace unos 25 años mas o menos, hasta que mi alma entro en el.

Fin flash Back.

-Sigo sin entender que ya estuvieses reencarnado, la verdad nunca pensé que existiera la reencarnación.
-Pues yo soy una prueba bastante sólida-me dijo sonriendo-

Le miré de arriba abajo, era prácticamente como le recordaba hace ya tantos años, salvo por el corte de pelo, y que no tenia orejas de perro, ni el cabello blanco, era humano, aunque esos hermosos ojos dorados seguía teniéndolos, los cuales algo me decía que todos nuestros hijos heredarían.

-¿Vas a seguir desnudándome con la mirada? No lo digo para hacerlo yo tambien, es decir desnudarte a ti.
-Yo no hago eso y no gracias.
-Claro que no tú lo haces con las manos.
-Ja ja –le mire mal- yo no lo hago.
-Claro cariño.

Suspiré, había cosas que nunca cambiarían aunque realmente no me quejaba.

-Bueno me da igual quien decidiera que te reencarnaras o que consiguió que lo hicieras en este siglo, lo único que me importa es que estas aquí, y conmigo.
-En eso coincido contigo.

Me abrazo fuertemente mientras me daba besos en el pelo, pero algo rompió nuestra armonía, Miroku.

-Vosotros dos salgan de la cocina que donde hacemos la comida y vengan-nos dijo desde el otro lado de la puerta- por cierto os informo de que Hikari esta haciendo muy buenas migas con Yamato.

Oí como Miroku se alejaba de la puerta y también el gruñido de Inuyasha, por la mención del hijo de Koga.

-Vamos antes de que a ese niño se le ocurra tocar a Hikari-me dijo-
-No seas tonto-sonreí- bueno si quieres vamos, pero antes…

Me miró intrigado al verme ponerme seria.

-Feliz cumpleaños Inuyasha, te amo.

Me sonrío y besó mi mejilla.

-Gracias cariño, yo a ti también.
-Te voy a dar mi regalo-le sonreí-

Vi como se le iluminaron los ojos, parecía un niño. Cogí aire y con las mejillas algo sonrojadas le dije algo al oído. Ni respondió, se había desmallado de la impresión.

-Hay cosas que no cambian, Sango me debe 15 euros, le dije que Inuyasha se desmayaría lo hizo con el embarazo de Hikari.

Realmente el punto débil de Inuyasha era saber que yo estaba embarazada.

FIN​

Por cierto este final lo he hecho por que me daba pena -.- que acabara mal el fic, y por que creia que me ibais a matar ^^ bss!!

 

Re: Damned [InuYasha X Kagome]

Wooo cuantos comentarios!!
me alegro de que les haya gustado
en agosto seguramente empezare un new fic
y respecto a lo que a dicho aruma_chan
sobre el libro de fantasy lover (un amante de ensueño)
he leido el libro (amo a los dark-hunters), y tal vez
si se asemeja quizas la parte en que tanto inuyasha como julian (prota masculino de fantasy lover)
estan encerrados en un libro, pero claro son motivos distintos ^^
inuyasha no es ningun general macedonio xD que yo sepa.
^^ me alegro de que les haya gustado, y si, inuyasha se desmaya de la emocion y del susto xD
pobre xD bueno muchos besos!!