Long-fic de Inuyasha - Dama de las Bestias (Kag&Sessh)

Re: Dama de las Bestias (Kag&Sessh)




Capitulo 14



Kagome no parecía estar muy feliz, a pesar de que Sango había llegado. Se preocupaba por su dragón, ya que todas las noches lo oía rugir, y parecía triste.

Sesshoumaru todavía no daba señales de hacer intentos de entrenar con Therion.

Además la chica estaba muy extrañada, por el comportamiento del demonio. Últimamente estaba muy raro, casi no hablaba con ella. Mas bien se pasaba todo el día al igual que Miroku reunido con los generales en una tienda, debatiendo algo. Lo peor de todo esque Sango también estaba allí dentro, y cuando ella le pidió a Sesshoumaru que le dejara ir a ella también. El le dijo que no, ya que solo era una alumna, y todavía no estaba a la altura de debatir temas importantes.

Por lo tanto Kagome se pasaba todo el día con Shippo. El cual a su vez tampoco le hacía mucho caso, mas bien dormía casi todo el tiempo, o se encargaba de hacer crecer mas plantas alrededor.

Después de 4 días igual, la muchacha ya se había, hartado. No entrenaba ni tampoco estudiaba nada, ya que su Maestro estaba demasiado ocupado.

Por eso ella decidió entrenar por su cuenta.

Después de comer, se dirigió a la cuadra. Donde estaba su dragón.

Se acerco lentamente a la puerta, y la abrió un poco. Una nube de humo la cubrió e hizo que tosiera. Abrió la puerta un poco mas y se deslizo al interior.

Se escondió detrás de una columna. Cuando el humo se disipo, ella asomo la cabeza.

El dragón estaba al fondo, y tenia su mirada fija en la columna, detrás de la que estaba la chica.

Kagome pensó que ya no valía la pena esconderse ya que el dragón sabía que ella estaba allí. Por lo tanto salio, y dio unos pasos lentamente hacia la criatura.

La dorada, fría y gélida mirada del dragón se poso en ella. Cuando Kagome miro a los ojos del dragón esperaba encontrar odio o rencor, pero lo único que vio fue… ¿curiosidad?

Therion ladeo ligeramente la cabeza, y siguió observando a la muchacha. Kagome a su vez también hizo lo mismo.

Los dos se estaban estudiando. Hasta que la mirada de Kagome se poso en su pata trasera derecha. Una cadena lo agarraba de allí. Y se le había incrustado en la piel, haciéndole una herida, sangraba.

Kagome rápidamente empezó a acercarse al dragón. Este al ver el repentino movimiento, se incorporo, y rugió.

La chica se paro rápidamente.

-Tranquilo. No te voy a hacer nada. Solo quiero quitarte la cadena.

El dragón pareció entender, ya que se quedo quieto, aunque la observaba receloso.

No fue muy difícil quitarle la cadena. Cuando lo hizo, se alejo un poco otra vez, y entonces estiro la mano, para acariciar al dragón. Sintió su tersa y fría piel. La bestia estaba quieta. Entonces Kagome empezó a acariciarle, moviendo la mano. Parecía que al dragón le gustaba el contacto.

Después de acariciar al dragón ella salió a por una pomada, para echarle en la herida. Cuando termino con el, se dirigió a su tienda.


Una semana después…


Kagome había hecho buenas migas con Therion. Este dejaba que ella lo acariciara libremente y que se acercara a el. Aunque todavía no parecía confiar plenamente en ella, había usado el contacto telepático, para comunicarse con la chica.

Por la mañana, Miroku despertó a Kagome muy temprano. Parecía agitado, y fuera se oía el movimiento.

-¿Qué pasa afuera Miroku? –preguntó la chica aun mas dormida que despierta.

-Los guerreros están afilando las armas, y limpiando las armaduras. Mañana vamos a pelear contra uno de los batallones, del Señor de las Sombras –hizo una pausa, y prosiguió -, no creo que vayamos a ganar pero tienes que prepararte.

-¿Por qué no crees que podamos ganar? –preguntó Kagome.

-Porque al mando de esos Ahrouns, esta Bankotsu.

-¿Y quien es ese?

-Es uno de los guerreros mas fuertes del Señor de las Sombras. Es casi invencible –respondió Miroku.

-¿Es un Caballero?

-Si, pero no uno normal. Tiene un dragón.

-Yo también tengo uno.

-El tuyo es salvaje, no vas a montarlo. Es mas ni siquiera lo vamos a llevar con nosotros, se va a quedar aquí.

-Pero…

-Kagome, no esta domado. Vístete. Sesshoumaru y yo te esperaremos en la arena, vamos a entrenar.


A la mañana siguiente…


Todo estaba en silencio, solo de vez en cuando se oía soplar el viento. El cielo estaba nublado y parecía que iba a llover en cualquier momento.

Kagome estaba, nerviosa. Era su primera batalla seria en campo abierto. No había podido dormir en toda la noche. Aparte de que había estado entrenando casi todo el día con Sesshoumaru y Miroku.

Ella estaba con todos los demás guerreros, mientras que Miroku y Sesshoumaru estaban mas alejados vigilando.

Después sin previo aviso llego la orden. Se oyó un grito y toda la tropa se lanzo al ataque. Kagome emprendió una carrera por el campo. Vio a los ahroun acercarse cada vez más. Redescubrió dentro de si el odio, la rabia y la sed de venganza y empezó a combatir.

En un duelo, Kagome se solía olvidar de todo, pero en el campo de batalla las cosas eran diferentes. Físicamente no tenia tiempo para pensar, se desplazaba como una maquina, controlada por la furia. Todo se reducía solo a estar allí y matar.

Los ahroun salían a su encuentro, por todas partes. Su espada, rotaba en todas las direcciones, golpeando sin fallos, con precisión. Kagome sabia quien estaba cerca de ella, a quien tenia que golpear, y de que manera. Parecía que algo la estaba poseyendo. Se sentía mas ágil y fuerte. No veía a nadie, solo notaba el aura de cada uno de los seres vivos que habían allí. Por eso sabia a quien tenia que matar.

La chica solo tenia conciencia de si misma. Avanzaba por el campo abatiendo a los enemigos uno por uno. Era una lucha infernal. Los ahroun no se conformaban solo con matar con las espadas o hachas, sino que desgarraban con los dientes, rajaban con las garras y herían también a los que ya habían sido abatidos.

En el suelo había cuerpos esparcidos. La hierba y la tierra que estaba al descubierto esta roja, por toda la sangre que se había derramado. Había empezado a llover, y parecía haber un río de sangre.

Pero lo único que tenia Kagome en la cabeza era matar. Destruir y vengarse. Estaba ya llena de sangre. Pero lo ignoraba. No tenia miedo, ni estaba aterrorizada por lo que veía, la muerte que estaba alrededor de ella, el sufrimiento, el dolor…

Cuando uno de los monstruos antes de ser decapitado por Kagome alcanzo a hacerle un pequeño corte en el brazo, la chica reacciono. Parecía que se había despertado de un trance…

Miro a su alrededor, todo estaba lleno de humo. Alrededor de ella, habían unos pocos soldados peleando contra los ahroun.

Kagome miro su espada, estaba llena de sangre. Empezó a caminar entre todos los cadáveres, hasta que vio a un soldado, que estaba solo. Se acerco a el.

-¿Dónde están los demás? –le preguntó.

El soldado la miro, y Kagome vio que era un chico, tal vez un año mayor que ella.

-Han muerto. Estamos perdiendo. Bankotsu con su dragón ha matado a la mayoría de nosotros. Su dragón lo esta quemando todo. Es horrible. ¡No puedo más! –el chico se agarro la cabeza, y callo de rodillas.

Kagome se quedo al lado de el, sin decir nada. De repente se acercaron otros soldados corriendo. La chica los retuvo y les pregunto adonde iban.

-Nos estamos retirando. Sesshoumaru y Miroku han dado la orden, y están recorriendo el campo a ver si queda alguien mas vivo aparte de nosotros –le respondió uno de ellos.

-Perfecto. Lleváoslo también –dijo ella señalando al chico que estaba en el suelo.

Los soldados, no replicaron, y se fueron rápidamente. Mientras que Kagome siguió caminando. No sabia adonde iba y porque no se retiraba con los demás, pero sentía que debía ir hacia algún lugar.

De pronto se paro. A lo lejos vio una silueta. Pensó que tal vez seria Miroku o Sesshoumaru o tal vez alguien que haya quedado vivo. Echo a corre asía allí, pero mientras mas fue acercándose, mas lento corría, hasta que se paro petrificada. Era Kotaru.

Cuando se giro a mirarla, a Kagome le entraron nauseas. En vez de ojos tenia solo unos agujeros, su cara y su cuerpo entero estaba cubierto de sangre y tierra. Y también, desde todo su cuerpo, salían gusanos. Lentamente fue caminando asía ella. Cuando estaba ya delante de la chica, la agarro del cuello, y ella sintió olor a podrido. Le empezó a faltar el aire, y cerro los ojos. Y después de repente todo volvió a la normalidad. Ella abrió los ojos y vio que no había nada. Empezó a temblar violentamente, y callo de rodillas. Hacia años que no tenia esas pesadillas, y ahora cobraban vida. Lo único que quiso ella en ese momento fue, desmayarse, y olvidarse de todo. Pero de repente un fuerte rugido hizo que ella se tapara los oídos. Después sintió un golpe, como si algo pesado, se posara en el suelo.

Se giro, para toparse con unos ojos rojos, llenos de odio. Era un dragón. Su color era verde oscuro, casi negro. Llevaba una armadura, y echaba humo, por la boca, y la nariz.

Sobre el estaba un hombre. Tenia el pelo negro recogido en una trenza, los ojos azules, llevaba una armadura negra, y en su mano tenia una grandísima espada.
Cuando, su mirada se encontró con la de la chica, sonrió y se bajo del dragón.

Cuando la mirada de Kagome se encontró con la de el, la chica sintió como si se paralizara. Quiso correr, pero su cuerpo estaba bloqueado. Quiso gritar, pero no podía ni siquiera mover los labios. Lo único que podía hacer era pensar. Ahora comprendía, por que Miroku estaba tan aterrado con la idea de que Bankotsu era el que estaba al mando de todo.

Este fue acercándose a la muchacha blandiendo la espada.

-Quien lo diría. La ultima sacerdotisa –dijo.

Kagome lo único que hizo fue seguir mirándolo.

-Mi señor me ha ordenado que te matara, a menos que…- se callo y sonrió maliciosamente.

Ella seguía mirando.

-Te unas a nosotros –concluyo, y se quedo mirando fijo a Kagome. –Oh perdona, se me olvidaba que te había hechizado –dijo, y movió la mano.

Kagome sintió como su cuerpo se libero. Sintió que la sangre volvía a fluir por todo su cuerpo.

-Jamás me uniré a vosotros –dijo.

-Lo suponía. Es una pena tener que matarte. Eres linda –dijo Bankotsu.

Kagome iba a desenfundar su espada, pero de repente esta salio volando lejos de ella.

-No sabes el honor que es matar a la ultima sacerdotisa –dijo y hizo un movimiento con la mano.

Kagome sintió como si todo su cuerpo fuera atravesado por miles de agujas. Mientras Bankotsu volvía a dirigirse asía ella.

-¡Kagome! –se oyó de repente.

Ella volteo la cabeza, y vio a Sesshoumaru correr rápidamente asía donde estaba ella, seguido por Okami, y Miroku sobre Tara.

-Por culpa de ellos te tendré que matar rápidamente –dijo Bankotsu.

Kagome grito al sentir como la espada de Bankotsu, se incrustaba en su pecho. Un fino hilo de sangre, se deslizo desde su boca.

Su mirada se nublo. Vio que Okami se lanzaba sobre el dragón de Bankotsu y los dos, empezaban a rodar por el suelo. También vio como Miroku, atacaba a Bankotsu con hechizos y su espada.

Sintió como alguien la agarraba, y antes de cerrar los ojos, se encontró con los dorados de Sesshoumaru…




Continuara……………………………




Espero que les haya gustado. Posteen.

La conti mas larga de todo el fic. Nunca habia tenido un momento de inspiracion tan grande como este.
No se me dan muy bien las batallas, por eso antes de hacer esta conti, tuve que leerme todos los libros en los que habia alguna lucha, para coger ideas.

Besos

Posteen