Dama Blanca, los guardianes y los 10 Caballeros

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Estrella Solitaria, 31 Enero 2011.

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    Estrella Solitaria

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    Dama Blanca, los guardianes y los 10 Caballeros
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    jajajaa Suri no me estrangules, así es esta historia jejeje, que la disfrutennn

    Ella introdujo aquella llave y un resplandor salió de él saliendo un hombre extrañamente vestido y muy asustado diciéndole a Cristina que destruyera ese cofre, lo que sin entender Cristina hizo de todas formas y delante de nosotros estaba aquel extraño que miraba a todas partes no entendiendo en donde estaba.
    ¿Quién me libero? nos dijo estando en el suelo a lo que señalamos a Cristina, quien le dio la mano para que se levantase ante su asombro.
    Yo me llamo Cristina, ¿cómo te llamas tú? pregunto alegremente aunque extrañada de toda esta situación.
    Yo me llamo Anzagorel nos dijo aquel extraño y agrego ¿qué lugar es este? nos dijo viendo hacia arriba.
    Es nuestra Ciudadela, somos del pueblo guardiánle dije yo ante su mirada de asombro.

    Luego el mirándonos a todos nosotros se dio cuenta de que estaba muy lejos de su hogar al parecer porque Relyell nos dijo que conocía su nombre pero no recordaba del todo.
    —Gracias por haberme liberado—decía más tranquilamente y se rebajo hasta el suelo con una pierna apoyada en el piso —diciéndole —estoy a sus servicios—se comprometió diciendo ante la sorpresa de todos nosotros y de Cristina también.
    —Lamento no haberte liberado antes. También me hubiera convenido a mi—se decía recordando todo lo que vivió y agrego descuida que no me debes nada, ahora eres libredijo tiernamente Cristina.

    Qué bueno que destruiste ese cofre, porque sino muchos malvados hubieran venido junto conmigo sembrando un nuevo caosnos explicaba aquel y agrego
    estuve algunos días encerrado, soy del pueblo de los Gosep y vengo de una isla entre los territorios marítimos de las tierras del oeste y el este— nos explico pensando que todo estaría igual que antes, cosa que nosotros sabíamos no era cierto.
    Por lo que le brindamos acogida a aquel muchacho y lo acompaño por unas horas Cristina para explicarle todo lo que había sucedido desde que ese cofre había llegado a sus manos.
    No pensaba que habías pasado por tantole dijo Anzagorel y añadió lo último que recuerdo es que la cualidad de mi pueblo era no rendirse nunca y que esa batalla en la tierra del este nos devastaría y por eso mismo los sellaron en el cofre aunque conmigo adentro porque yo los detuve para poder encerrarlosle contaba parte de lo sucedido aquel muchacho.
    Lo que has vivido ha sido muy difícildecía con pesar Cristina.
    Aunque lo que pase fue difícil y valió la pena, te agradezco por liberarmedecía con alegría y también le aconsejo a Cristina resolver aquel antiguo conflicto que tuvo con su familia, con la ayuda de él.

    Así luego ella entre recuerdos salió de su habitación y se dirigió a la suya cuando la noche ya estaba entre nosotros pensando en lo que haría recordándose a sí misma que esa noche en la que salió y se despidió de su hogar se había jurado renunciar al título que ella tenía, a su sangre y a todo lo que había vivido.

    Días después Anzagorel ya era uno más de nosotros y hasta Relyell le había dado un uniforme acorde a esta época con consentimiento de Blacke por supuesto y aquel ya se sentía parte de esta familia. Ante la alegría de todos nosotros y hasta de Cristina que por estos días estaba muy melancólica hasta que luego de unas horas no la vi más, eso preocupo mucho a los comandantes y Anzagorel decidió ir a buscarla sin preguntarle a nadie y fuera de la frontera oeste la tenía a ella aquel maldito que había querido apoderarse de su joya cuando Cristina era muy joven, abordando un navío que los llevaría de regreso a las tierras del este y ya había empezado su rumbo cuando los encontró Anzagorel quien con ayuda del guardián de los Mares y su manta raya pudieron subirlo y el mismo también subió a aquel navío para rescatar a Cristina enfrentándose a los secuaces de aquel malvado.

    Aquel barco era de madera con grandes y blancas velas sostenidas por las amarras al mástil y en ese navío se encontraba aquel malvado que ambicionaba la fortuna del padre de Cristina a pesar de los años que habían pasado.

    ¡Libera a Cristina! exigió Anzagorel ya en la cubierta del navío con su espada en sus manos delante del guardián de los Mares, ante lo que los hombres que estaban al fondo de la cubierta se apartaron saliendo de entre ellos aquel malvado que deseo la joya y aquel cofre.
    ¿Así que te han liberado, Anzagorel? le dijo con tono de burla déspota.
    ¿Cómo es que me conoces? le pregunto extrañado porque no lo recordaba y agrego ¡Deja libre a Cristina!
    — ¡Eso nunca, la necesito para obtener su fortuna, ya que yo pensaba que la joya era el objeto tan preciado que te contenía, pero me equivoque, era ese maldito cofre que si lo hubiera obtenido ya te hubiera destruido! le dijo con gran ira.
    ¡Ella no tiene que ver en esto, al que quieres matar es a mí!le grito.
    ¿Qué no te acuerdas que traicionaste a tu propio pueblo? le dijo rodeándole.
    Lo que enojo en gran manera a Anzagorel quien lo ataco de súbita manera y aquel malvado no se quedo atrás y con su espada también le ataco chocando ambas en el centro de la cubierta mientras las olas se agitaban y se escuchaba su gran sonido.
    ¡Claro que no los traicione, sólo hice lo que me ordenaron y por error me encerraron! dijo Anzagorel.

    Aún sus secuaces no ejercían ningún movimiento por petición de aquel quien reapareció para volver a hacerle daño a nuestra amiga Cristina y el propio guardián de los Mares estaba expectante ante esta pelea pensando en una estrategia.
    Anzagorel lo veía de mala manera, pues él ya le había tomado un gran cariño a Cristina y a favor de ella nunca dejaría que aquel le hiciera daño. Continúo su batalla sin embargo luego de un gran rodillazo que efectúo Anzagorel al abdomen del malvado, sus secuaces con grandes cuchillos intervinieron, desatándose una gran batalla entre el vaivén del barco que había sido agitado por el medallón de Andrú y entre toda esta batalla aquel del pueblo de Gosep usaba su astucia y su espada con gran desenvolvimiento y gran soltura y con patadas, codazos al rostro y acrobacias hechas con mucha fuerza los lanzaban fuera del navío quedando solamente aquel malvado y su suboficial quien era el que tenía a Cristina.

    Es mejor que dejen sus armas, o sino la matare a ellaintervino entre ellos aquel suboficial a quien ya no le importaba la vida de Cristina, amenazándola con su cuchilla enorme como las de los piratas que estaba sedienta de sangre.
    ¿Qué estás haciendo?, ¿no teníamos un trato? dijo aquel malvado impresionado de aquella actitud.
    Ya no me interesa nada de todo esto, es mejor matarla y darle en lo que más le duele, ya que no has sido capaz de derrotarlodijo aquel traicionándole y desconcertándolo aún con aquella cuchilla en su mano y sujetando a Cristina a lo que Andrú uso su medallón para que las olas golpearan el barco y desestabilizar así al navío a lo que Cristina aprovecho y lo golpeo con un fuerte codazo a su abdomen y Anzagorel golpeo su cuchilla quitándosela así de las manos con una gran embestida que con el golpe en la cabeza lo noqueo, tomo del brazo a Cristina y la llevo hacia el otro lado de la cubierta en donde ya el guardián de los Mares había llamado a su manta raya Manti que lo ayudaba a patrullar este ancho mar y en el subieron los tres abandonando el barco, pero cuando Anzagorel iba a subir a la manta raya aquel malvado lo ataco a traición por la espalda a lo que su instinto le advirtió pudiendo evitar el golpe.

    Anzagorel le pidió a Andrú que alejara a Cristina, pero ella no lo quería dejar allí y una gran angustia invadió su corazón ante los jalones del guardián de los Mares a permanecer en la manta raya. Dirigiéndose Anzagorel en contra de aquel que no entendía sus razones.
    De aquí no saldrás vivo Anzagorelle dijo con rabia y gran odio.
    No entiendo tus razones, me has buscado todo este tiempo para destruirme, ¿por qué? — le dijo rodeándole con la espada en su mano cuando aquel malvado hacia lo mismo ambos en la cubierta sin nadie que los interrumpiera.
    Debiste quedarte encerrado en aquel cofre le dijo comenzando a atacar con la espada al cuello de Anzagorel, más este lo detuvo con su propia espada tomada de revés.
    No fue como tú crees le grito y agrego —Tú no sabes nada, yo guie a los enemigos al círculo para que los encerraran, los hice ceder— decía contra atacando aquel amigo de los guardianes.
    Ellos te enviaron a eso porque tú los traicionaste te vendiste ante nuestros enemigosle dijo golpeándolo contra las barandas del navío.
    A lo que Anzagorel dedujo que aquel malvado que había buscado tanto protagonismo y ambicionado tanta fortuna por el hecho de querer encontrar aquel cofre quería vengarse de él por algo.
    ¿Quién eres tú?, ¿qué tuve que ver contigo? le dijo no entendiéndolo y siguiendo con los ataques.
    — ¡No me hiciste daño a mí sino a mi hermano mayor, en una batalla, siendo aliados, traidor!le dijo con todas sus fuerzas y agrego En una batalla tu no lo auxiliaste y lo dejaste morir siendo ambos del mismo bando, ¿cómo pudiste?—continuaba diciéndole sin dejar de atacarlo lo que aturdió en su mente un recuerdo de él en una batalla anterior a su encerramiento.


    Llovía y perdían aquella batalla frente a las demás tropas enemigas, se veía a el mismo ayudando a uno de los caídos y cuando se devolvió a buscar con que vendarlo un enemigo se precipito a él sin que Anzagorel lo notara y con la propia espada de él lo iba a matar, cuando el amigo caído sabía que moriría por eso se interpuso entre la espada y Anzagorel salvándole de morir y se vio a el mismo retirándole la espada de su cuerpo para matar a aquel que se había atrevido a hacerle daño. Eso lo trajo a la realidad de nuevo un poco aturdido aún y entre la batalla le explico aquello que en un recuerdo vio contra atacándolo fuertemente para hacer que soltara la espada y con su gran fuerza la espada de su enemigo cayó al mar.

    Mientras nosotros veíamos desde la costa del oeste todo esto sin poder hacer nada sólo esperar lo que nos traía una gran frustración sobre todo a mis compañeros y entre tanto vaivén de las olas, estas alejaban más al navío en alta mar y a lo lejos se veían dos hombres en aquel navío, pero ahora uno caía de rodillas y con mucho llanto acumulado.
    Todos se habían equivocado con Anzagorel por ver su espada con la sangre de su amigo, habían pensado que él lo había matado, porque no conocían a nadie que fuera capaz de quitársela por eso lo catalogaron de traidor, que no merecía la compasión de ellos, que gran error habían cometido aquellos que el mismo conocía y estimaba, su corazón al saber esto también se lleno de tristeza sin embargo al fin lo había sabido.

    Aquel suboficial que permanecía inconsciente reacciono sin escuchar todo lo que habían descubierto y se le abalanzo encima atacándolo y cuando él lo lanzo en el suelo prendió una línea de pólvora, no percatándose ambos que estaban en la cubierta de esto, hasta que Cristina le grito que saltara alcanzando a esquivar aquella explosión que destruyo el navío. Andrú se acerco con su manta raya y Cristina ayudo a subir a Anzagorel quien estaba muy agradecido porque gracias a ella pudo comprender muchas cosas y también salir de aquel cofre.
    Ante su rostro de angustia sólo pudo decirle.
    Todo fue gracias a ti, te lo agradezcodijo con una sonrisa y beso la mano de ella, luego descansando en aquella manta raya que ahora los llevaba hacia la costa.
    A lo lejos se vio la gran explosión lo que nos asusto a todos nosotros menos a Paulina quien estaba segura del éxito de ellos, aunque ella estaba tranquila yo igualmente estaba muy angustiada hasta que llegaron junto a una manta raya al parecer de Andrú por lo que vi, que extraña criatura, nunca había visto una así pero lo bueno era que estaba de nuestra parte.
    Andrú le dio la orden de detenerse y ayudo a bajar a Cristina a quien la recibimos nosotros que estábamos muy preocupados, sobre todo Relyell y Blacke. Luego bajo Anzagorel un poco herido, sin embargo con nosotros.

    Muchas gracias Andrúdijo el Caballero Negro extendiéndole la mano.
    Luego se acerco Blacke que en sí nunca se había llevado bien con Andrú, pero esta vez dejando todo de lado le extendió la mano y también le agradeció dejando atrás todo lo antes mal vivido entre ellos dos y lo abrazo, igual que a Anzagorel.

    Ya podíamos respirar en paz, con Cristina a salvo y regresamos…


    N° palabras: 2197
    Continuara....jejee....
     
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    surisesshy

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    Asi que era eso lo que estaba ahi, un gran ejercito de malvados junto a un hombre, ummmmm, Anzagorel..... ESTO ME HUELE A TRIO AMOROSO, kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!! Anzagorel, Cristina y Capa Blanca ¿quien sera el dueño del corazón de la damisela? jujujujujuju, ya quiero ver.

    Que bueno que todo se arregló y se reveló la verdad, ahora espero que con ayuda de su nuevo amigo, Cristina pueda reconciliarse con su familia y explicarle lo realmente sucedido, no espero ver eso.

    Me gustó mucho tu conti y recuerda, solo no te extrangulo porque quiero contiiiiiiii, XD, mentira, tu sabes que es poruqe te quiero, bey ami.

    PD: quiero montarme en una mantaraya, XD.
     
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    Estrella Solitaria

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    Muchas situaciones en un mismo tiempo transcurren... gracias por leer y disfruten de la siguiente conti ;)


    Mientras tanto Odrick entraba remediando algo que tenía que haber hecho hace tiempo:
    No debí irme sin decirles a los muchachosse decía Odrick cuando ya llegaba al reino de Girnia y continuaba diciéndose —… pero ella debe saber que a quien odia es a mí.
    Al llegar a este reino la emperatriz le recibió intuyendo a lo que venía Odrick.
    Bienvenido muchachole dijo ella viéndolo menos que antes pero con la misma cercanía. Entrando Lena al oír las voces de ellos, a la que él no reconoció, había cambiado mucho, eran como completos extraños.

    ¿Quién es él tía? pregunto Lena tímidamente y con voz baja.
    ¿Quiero presentarte a su alteza el Príncipe Odrick Monterreal del reino de CenalaMoralilale dijo la emperatriz lo que la asombro mucho y entre verdades y mentiras.
    ¿ Cuál es el honor de su visita? pregunto cortés pero tensamente y antes de que Odrick respondiera la emperatriz lo interrumpió.
    Yo le he invitado mi niña. ¿Por qué no vas a dar un paseo?, yo tengo que hablar con él a lo que a Lena le extraño mucho pero de igual manera obedeció.
    Ella había cambiado y aprendido mucho desde la última vez que se vieron.
    ¿Cuándo le vas a decir a mi sobrina quien eres? le pregunto apresurando su resolución.
    Ella es mi prometida, ¿Cómo cree que va a reaccionar? resolvió un poco desesperado.
    De todas maneras te iba mandar llamar porque está a punto de estallar un conflicto con revueltas al norte de este reino que nos afectará por lo que en tu reino estará más segura, por órdenes de sus padres también. Ella te necesitale dijo a lo que Odrick tomo aquella responsabilidad.
    Después de un corto tiempo a lo que Odrick había llegado estallo aquel conflicto en armas causando muchas peleas hasta en las propias calles y un grupo que atentaba contra parte del pueblo y del núcleo del reino teniendo que huir también los propios reyes con su hijo que ya había vuelto de sus estudios.
    Luego de ser convencida la emperatriz también se fue con ellos mientras Lena se dirigía al reino de Cenala junto a Odrick.

    Allí estarás a salvole dijo tiernamente cargando parte de su equipaje.
    Eso esperosolamente le susurro.
    Sé que no es el momento, pero debo decirle algo…pero en esos momentos temblaba la tierra mientras estaban en su camino por las explosiones, estallidos de revueltas incontrolables por lo que debieron posponer su plática.

    Comenzó a caer la lluvia y relámpagos sonaron lo que hizo que Odrick se entristeciera y recordara a sus amigos guardianes.
    Mientras los seguía no de muy cerca uno que inicio la revuelta e intento atacar a la princesa reclamándole por todo lo que habían vivido él y demás gente a lo que Odrick la defendió aunque para eso tuvo que revelar su identidad lo que sorprendió mucho a Lena. Aquel hombre que tantas veces había querido ver era el príncipe al que llego a odiar por tener que comprometerse con él, aunque Odrick no pudo hacer nada para que no lo viera y de impresión solto sus maletas y corrió a refugiarse en el palacio de Cenala que estaba a unos cuantos metros, ya que en esos alrededores los había atacado ese hombre. Corrió a refugiarse y estaba confundida, triste en ese palacio en donde aquel guardián había discutido tantas veces con su padre.

    Luego de noquear a su agresor él también se dirigió a su palacio en donde lo recibieron como siempre, pero a él no le importo, fue directo a la habitación en la que le habían indicado estaría Lena y golpeo su puerta, sin embargo ella no deseaba abrirle lo que él insistió pues no se iría sin hablar con ella, a lo que a su insistencia ella finalmente abrió sin hablarle claro algo que Odrick no lograba comprender. Lena se apoyo en la pared mientras él la miraba un tanto desconcertado, hasta que ella susurro sin mirarlo a la cara, sólo mirando el suelo de su habitación:
    Por eso no me dejaste ver tu rostro, ni saber tu nombrele dijo con tono de enojo pero también de pena.
    Así que ya lo sabes, pero no fue solamente por eso, sino también como te dije ese día por mis enemigostrataba de explicarle con delicadeza, pero perdiendo un poco la paciencia porque a los únicos que les daba explicaciones era a sus comandantes.
    — ¿Por ser tu prometida y por estas revueltas me enviaron contigo? dijo ahora mirándolo a los ojos con decisión.
    ¡Eres mi responsabilidad, debo velar por ti! le dijo ya sin paciencia y tratando aún de explicarle, pero ella no podía comprender por qué no se lo había dicho desde un principio todo lo que había pasado y quien era realmente y luego de todo esto el decidió salir de su habitación y dejarla sola cerrando la puerta fuertemente dejando a Lena llorando apoyada en esa pared, aunque cuando él se iba marchando se conmovió de su tristeza, se dio media vuelta, escucho su sufrimiento pero no tuvo la decisión de volver a tocar a su puerta deteniéndose justo cuando su mano ya se precipitaba a tocar esa puerta yéndose con un conflicto mental y también con desesperanza, nunca le había gustado ver a una mujer llorar y menos provocar un sufrimiento como ese.

    Aquellos enfrentamientos también amenazaban el reino de Cenala que se encontraba más al norte preocupándose de eso acudió Odrick a una planeación de estrategia cuando sin que nadie se diera por enterado Lena salió a investigar por sí misma, pero se alejo tanto que la alcanzaron aquellos hombres de las revueltas iniciadas y aunque ella forcejeo mucho y golpeo a varios no pudo librarse del que la tenía aprisionada y sólo gritaba el nombre de Caballero Malva.

    Y ante todos estos disturbios llegaron a nuestros oídos a lo que tuvimos que acudir al reino de Girnia, las frontera norte de mi reino Cerezo y de Cenala que aunque no se encuentran tan cerca más afectaba a Girnia.

    Mientras tanto Odrick encontraba una nota que decía:
    Caballero Malva si quieres volver a ver a esta princesita viva, deberás venir al interior de Girnia en sus bosques colindantes con Cenala, solo…

    Sin pensarlo un minuto se dirigió muy preocupado y rápidamente sin saber con que se encontraría y al dar con ellos en el lugar indicado, ese hombre que por supuestas desventajas de dinero en su manera de vivir deseaba usarla a cambio de dinero o en definitiva dejar a Girnia sin su princesita por gusto ante las amenazas de aquel, Odrick analizaba la situación porque no quería por ningún motivo perderla

    Blacke y nosotros nos esparcíamos por las calles de Girnia, y reduciendo a los malhechores cosa que no nos tomo mucho tiempo hacer, es nuestro deber mantener la paz y luego al verse algunos solos se rindieron y abandonaron el lugar.


    Mientras Odrick lucia sus mejores ataques en frente de ellos, librando a Lena ante su asombro porque su actuar había sido en una velocidad sorprendente y la trajo a él abrazándola y pidiéndole perdón por no haber sido lo bastante sincero con ella y cuando estaba en eso sintió que su emblema lo llamaba, lo saco de su bolsillo aquel era columna morada pequeña lo que indicaba que Blacke lo llamaba.
    Él acudió junto a Lena que aun estaba muy asustada por lo sucedido y así se dirigieron a Girnia en dónde aun habían escombros y cosas usadas en las revueltas donde se encontró con nosotros y por todo esto que sucedió sin mayores problemas para nosotros pero si con mucha tensión para Odrick le pidió a Blacke un tiempo para dejar todo claro en su reino y dejar también en el palacio a Lena, a lo que sin problemas Blacke accedió.

    Luego de unos días había terminado, ya aquellos reinos en conflicto, estaban resguardados, pero Ytrion desapareció por esos días y nadie ni siquiera los gemelos del trueno y del rayo sabían en donde se encontraba y por un momento tanto por sus mentes como por las nuestras surgió la idea de que estaba muerto en esta batalla, idea que aunque la pensaron los gemelos no estaban dispuestos a aceptarlo, ya que aquel guardián era como el hermano mayor de los dos y en la tarde nos reunimos con Odrick quien lucía mucho más feliz por al fin poder aclarar la situación con Lena y sabiendo que ella estaba resguardada en su palacio estaba más relajado y alegre, además nos conto que la emperatriz estaba junto a ella cuidándola ya sabiendo su identidad y con saber que Lena ya no lo odiaba le bastaba.

    Capa Blanca regreso a la Ciudadela como siempre despreocupado de todo lo que le rodea, ante nuestra preocupación tratando de coquetearles a las muchachas y a mí como siempre pero este no era el momento.
    —Tranquilízate preciosa Marithza —me dijo colmando mi paciencia, pero cuando iba a gritarle ya estaba hablándole a Cristina que creo es la que más aparentemente le interesa.
    —Dame una oportunidad bella Cristina —le rogaba él ante la negación de ella.
    —Si les dices lo mismo a todas las muchachas. Además este no es el momento—le dijo rápido y fuertemente. Apareciendo Anzagorel detrás de ella listo para protegerla, antes su presencia.

    De aquel guardián Ytrion nada conocíamos y el ambiente era tenso ante las incoherencias y afanes de Capa Blanca, quien a la vista quiere ser un conquistador, aunque aquí todos conocemos sus formas de ser.
    — Creo que aquellos afanes con Cristina no te funcionaran—le decía Anzagorel a Capa Blanca y a este último a simple vista no le agradaba en nada la presencia de nuestro nuevo amigo.

    N° palabras: 1625
    Continuara...
     
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    surisesshy

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    Que bien, pudo arreglar las cosas con su princesita y con su reino, ahora se casaran y viviran feliz por siempre (ojitos brillosos) XD, Ytrion dañandole los planes a Capa Blanca, creo que este tendrá que ponerse serio si de verdad quiere conquistar a la dulce Cristina, mira que haser de Don Juan en esas circunstancia, no, no.

    Haaaaaa, ya como que Dereck y Marithza no salen mucho a escena y todavia estoy esperando una cena romántica entre esos dos, bueno, soñar no cuesta nada ¿o si? XD, epro de evrdad quiero un moemnto super romántico bajo la luz de la luna, Kyaaaa, seria tan Kawaiiii (como me lo etoy imaginando) pero tú sabes cuando y como haserlo, confio en tu capacidad femenina ;).

    Siguela pronto, nos leemos en el próximo capitulo, beys.
     
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    yulisesshy

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    Ummmm, esta bueno, ahora todos estan nuevamente juntos, me encanta como puedes arreglar a los personajes, pero todavía te faltan algunos arreglos en la ortografía y deves mejorar en la narrativa, tambien seria muy lindo que pusieras lso dialogos
    como van y no disiendo "tal persona dijo eso" sino, "esto y lo otro -dijo tal persona" es que así se hasen los parrafos menos largos y ya sabes, tantas letras juntas marea @.@.

    Ahy algunas otras cosas, pero me las reservare para después, en cuanto a la historia... ummmmm, sigue así, vas bien, me gusta mucho, ya no espero cuando Dereck le va a pedoir matrimono a Marithza o con quién se quedara Cristina, jum jum jum, espero y Capa Blanca se muera de celos, aver si así se le quieta lo mujeriego, bey y espera mi próximo post.
     
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    Estrella Solitaria

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    Les traigo la contii!!!:)

    18° Capitulo: Fuerte como Relámpago

    Y aunque la gran mayoría se encontraba en la Ciudadela, unos traviesos hermanos faltaban extrañamente.

    —Debemos encontrarle Sadrik —le dijo Cedrick, caballero del trueno a su hermano con angustia.
    —Claro que si, él puede necesitar nuestra ayuda—respondio el rayo con angustia también.
    —Juntos podremos… —dijo Cedrick
    —Con nuestros emblemas encontrarle — añadiendo esto a lo que su hermano dijo desapareciendo a gran velocidad ambos gemelos sin que los comandantes lo notaran aunque yo si lo note y no quería que ellos se metieran en problemas, porque siempre lo hacen desesperando a los demás.

    Hermano porque se habrá idopreguntaba el rayo al trueno sin percatarse de mi presencia.
    No lo sé, sólo lo vi marcharse y no dije nadadijo Sadrik recordando.

    Ante esto me sorprendí y ellos se dieron cuenta de que alguien estaba por allí, acercándose con mucha cautela hacía mí y con un rayo cortaron la rama que era mi soporte haciendo que me callera sentada, sus carcajadas fueron muchas ante mi caída y también se sorprendieron que yo estuviera ahí, lo que también me dio risa y me reí con ellos.

    Pero si es… dijo Cedrick un poco sorprendido
    Dama Blancasiguió Sadrik sorprendido también.
    Ante lo que me descubrieron, el trueno me dio la mano para levantarme quedando de pie delante de ellos y sacudiendo mi traje de la suciedad de la caída.
    ¿Qué haces aquí? dijeron los dos a la vez y se miraron por pensar lo mismo, tomaron aire y prosiguieron
    ¿Por qué estás aquí? dijeron de nuevo los dos juntos riéndose luego porque lo habían dicho a la misma vez.

    No quería que se metieran en problemas, por eso los seguí. ¿Están preocupados por Ytrion, verdad? le dije a ambos con un tono de voz bajo.
    Lo que hizo que ambos cambiaran su mirada al mismo tiempo mirando cabizbajos el suelo.
    Claro que sí, yo lo vi marcharse, pero no dije nadame explico triste el rayo.
    Por eso vinimos a buscarlocontinuo el trueno
    Aunque no necesitamos que tú nos cuides dijo Sadrik moviendo su dedo en negación delante de mis ojos.
    Ni tampoco provocar los celos del Caballero Negro dijo Cedrick con intención lo que me hizo enojar y enrojecer mucho provocando la risa de los dos traviesos.

    Mientras que a la lejanía una persona estaba triste en recuerdos como nunca antes y se lamentaba.
    No debí irme sin avisarles decía para si aquel relámpago de nombre Ytrion, pero había venido a estas tierra para ver una vez desde hace años a sus padres que era la única familia que tenía, su carácter serio desapareció cambiando a un tono más triste y estaba en un vaivén de verlos o no verlos.
    —Ellos tienen mucho que reclamarme porque los deje y me fui — continuaba diciéndose cuando una presencia se acerco a él quien estaba admirando ese paisaje que desde años no veía.

    — ¿Eres tú Ytrion? — le pregunto una bella muchacha de piel clara, cabello oscuro y bellos ojos a la que en un principio no reconoció que lo saco de sus pensamientos y agrego:

    — ¡Mírate has regresado convertido en todo un guardián! — le decía asombrada y rodeándole, hasta que Ytrion la miro de cerca y observo el collar en su cuello.
    — ¡Pero si tú eres Lían! — decía más asombrado que ella.
    — ¿Ya no me reconoces Ytrion? — le preguntaba la muchacha mirándole con esos tiernos ojos.
    — Aún conservas ese viejo collar — le decía sorprendido mirándola.
    —Claro, si cuando éramos niños me lo diste para que nunca te olvidara — decía alegre Lían lo que lo animo y le alegro mucho mientras recordaba aquel día que decidió irse cuando tenía quince años y les prometió a sus padres ser un guardián para que nadie abusara de sus derechos, pero no había pensado en ellos, según el mismo.
    —Fui un egoísta — le decía a Lían la que no le reprocho nada y le explico que sus padres aún lo esperaban.
    Ytrion se sentía muy culpable por dejarlos y se preguntaba si desearían verlo después de tanto tiempo y estaba cabizbajo sin embargo Lían lo animaba hasta que le convenció mientras ella aún se maravillaba de lo tanto que había cambiado, ya no era ese niño que solía ser ahora era todo un hombre y un muy fuerte guardián.
    —Si hasta estos rincones hemos sabido de las batallas y del grupo Noble — le informaba Lían lo que le llamo la atención a Ytrion y ella agrego:
    —Todos sabemos lo valiente que has sido. En lo único que no has cambiado es en tu sentido de justicia — lo que sorprendía más a Ytrion.
    —Recuerdo cuando jugábamos en el río — le decía con ternura Ytrion hasta que ya más animado se armó de valor y junto a Lían se dirigió a su casa, en donde su padre aún era un herrero y su madre alimentaba a los animales y al verle pensaron que aquel muchacho era amigo o novio extranjero de Lían a lo cual ambos se miraron y se rieron levemente.

    —Madre, ¿ya no reconoces a tu hijo? — le dijo Ytrion con lágrimas acumuladas.
    Sus padres no creían lo que veían, lo abrazaron fuertemente y se alegraban.
    —Lamento haberme ido — les dijo a ellos lleno de emoción.
    Luego conversaron largamente y sus padres se alegraban de que su hijo haya logrado lo que se propuso.
    — Hijo… ¿te quedarás? —pregunto su madre lo que le hizo pensar a Ytrion, pero les aclaro que él sólo venía a visitarles por dos días porque no había pedido permiso ni dado aviso a los comandantes y que de seguro lo estarían buscando.
    —Me gustaría conocer a los famosos guardianes— decía Lían con mucha emoción.
    —Sí después de la gran reprensión que me darán los convenzo de que puedas venir, yo vendré a buscarte— le dijo temiendo lo que ya se venía aunque alegre a la vez y recordaba esos días antes de marcharse cuando compartía con los suyos y también pensaba en los comandantes mientras recorría con Lían el pueblo de él y sus alrededores y recordaba el rostro de sus padres antes de irse, pero ya no se sentía culpable.

    Luego de pasar esos dos días el comandante Blacke junto al Caballero Negro fueron a verlo ya que Earth encontró a Ytrion y les aviso. Estaban muy enojados con aquel guardián porque temieron su muerte, ya que desapareció luego de la gran batalla temiendo lo peor. Ytrion sabía que se arriesgaba a perder su título de caballero pero ni él mismo se explicaba porque había tomado esa decisión ese día y Blacke no demoro en encontrarle.
    —¡Ytrion! — le grito a aquel que estaba con Lían preparándose para marcharse, su enojo era notable.
    —Comandante Blacke— susurro acercándose ante su sorpresa.
    —Has sido un inconsciente. Sabes que te arriesgas a perder tu título — le recordó mientras el Caballero Negro aún no deseaba interferir e Ytrion decidió acatar cualquier castigo que los comandantes le otorgaran porque sabía que su conducta era injustificable mientras Lían lo miraba sintiéndose culpable.

    Ytrion sólo miraba el suelo escuchando la reprensión que le daba Blacke y cuando éste termino de dar las razones el Caballero Negro hablo.
    —Más que nada me gustaría saber tus motivos porque supongo que deseabas dejar de ser guardián— dijo aquel comandante noble con un tono triste y amargo en su voz. Claro que Ytrion tenía otras razones y al escuchar lo que el comandante suponía, lo negó de inmediato.
    —No comandante, no pretendía dejar de ser guardián, sólo al ver todo lo que ha pasado recordé todo lo inconcluso que había dejado por mi egoísmo, tanto a mi familia, amigos y este pueblo— termino diciendo seria y sinceramente
    —Acepto el castigo que me impongan — agrego aquel Relámpago con mirada triste mientras a poca distancia los padres de Ytrion se apresuraban al ver a esas extrañas personas y se preguntaban qué era lo que sucedía. Blacke se marcho rápido y dejo allí al comandante Dereck a quien pudieron ver los padres de Ytrion.
    —Pero hijo… no dejaremos que te lleven— gritaba su madre al no entender.
    —Siempre estaremos aquí esperándote — dijo su padre le dejo ir, Lían solamente apretó sus manos con las suyas y le deseo lo mejor.
    —Ven a vernos cuando te sea posible, continua esforzándote — le dijo con una sonrisa Lían, sus padres le abrazaron y él se marcho junto a Dereck a la Ciudadela.

    Cedrick y Sadrik esperaban a Ytrion al cual habían extrañado luego de intentar sin resultado buscarle y ante todas sus burlas hacia mí que aunque me enojaban igualmente me daban risa, y aunque tuviera que afrontar el castigo que le impusieran aquel Relámpago no estaba triste porque sabía que se había reencontrado con su familia y con Lían a la que extraño en silencio.

    Relyell hablo con Blacke sobre no imponerle un castigo a Ytrion ya que este tenía razones de peso, además de estar con su familia, pero Blacke no estaba de acuerdo con Relyell y estaba enojado.

    — ¡Todos conocen las reglas y saben que desobedecer tiene sus consecuencias!— por lo que resolvió enviarlo al grupo Luciérnaga más allá del mar hacia el este en donde estaba otro continente tierra extraña para la mayoría en donde el general Luccio tenía una pequeña base entre las montañas de esa tierra y en donde eran necesitados refuerzos y más a la tarde le fue comunicada esta decisión lo que no les gusto a los gemelos quienes lo extrañarían demasiado.

    Ytrion se despidió de nosotros sobre todo del rayo y del trueno y sólo podría regresar cuando el exigente general Luccio lo decidiera y solamente en ese momento podría recuperar el nombrarse caballero y su orgullo como participante del escuadrón Noble.

    Así al día siguiente Ytrion tomo rumbo este desde la gran Ciudadela llevándose los recuerdos de todos nosotros siendo acompañado por los gemelos y por Anzagorel que aunque no lo conocía del todo también le apenaba que se marchara y también para aprovechar ver estas tierras que él no conocía, tomando la ruta a Cerezo y atravesando pequeños poblados y bosques sin hablar mucho.
    Descuida que allá estarás bien decía Anzagorel para distender el ambiente ante la mirada de los gemelos que no parecía agradarles lo que había dicho.

    Te extrañaremos dijeron ambos a la vez.
    Hasta que llegaron hasta la costa de esta tierra del oeste en donde se veía el ancho mar cuando luego de esperar bastante pensó que tendría que nadar y cuando estaba dispuesto a hacerlo apareció el Guardián de los Mares.

    Lamento el retraso Ytrion dijo aquel guardián de la vestimenta azul con detalles dorados sorprendiendo a los gemelos y agrego yo seré quien te lleve junto a mi amigo Manti marcando la incógnita en el rostro de Ytrion quien vestía de negros pantalones y camisa blanca resaltando su cabellera rubia y ojos grises.

    Te explico, desde que me volvieron a aceptar en la Ciudadela como guardián de la Lágrima me encargo de conectar ambas tierras cuando se me es encargado, pero no podría hacerlo sin Manti, la manta raya más audaz, veloz y obediente de todo este ancho mar… decía Andrú explicándole a Ytrion, quien claro luego se acordó de aquel amigo quien había ayudado en el rescate de Cristina y a quien Anzagorel recordaba muy bien acercándose a aquella manta raya que se había acercado entre las olas.
    Es más rápido que una embarcación a vela agrego Anzagorel recordando su aventura junto a él ante la seriedad característica de Ytrion quien recordó lo que dijo Anzagorel y se impresiono de sus palabras aunque desconfiaba en que llegaría a salvo en Manti.
    Hasta que Andrú lo llamo con un silbido para que se acercara a él acudiendo de inmediato, los gemelos se despidieron de Ytrion que aun dudaba.
    — ¿Tengo que subirme en eso? decía aun no creyendo lo que veía.

    El Guardián de los Mares se subió primero recostándose en Manti y al ver que Ytrion no deseaba subir le dijo que esta situación la reportaría con Blacke, lo que lo obligo a subirse y también le dio a entender que se guardara su desobediencia para otro momento, subió y se sujeto igual que Andrú.

    Así comenzó su viaje despidiéndose de sus compañeros y comprendió que Manti era realmente veloz y que no había peligro y en el transcurso de su viaje vieron algunas islas que aún no todas eran conocidas.

    Realmente me gustaría conocer todo este mar y esas islasle decía encantado Ytrion olvidando su seriedad por un momento lo que produjo una sonrisa en Andrú y ya por el atardecer estaban a punto de llegar a la tierra del este.
    Que bella noche, tan claradecía Ytrion admirando este nuevo paisaje.
    Helos aquí, ya hemos llegado decía un poco cansado de patrullar este mar y Manti también lucía así.
    Gracias Andrú y gracias Manti también por traermele decía alegremente Ytrion bajándose de la manta raya.
    —Continua el camino que vez allá—dijo señalando un sendero que se adentraba en estos territorios — y hallaras la base del este, de Luccio— dijo ya alejándose con Manti regresando al mar que protegían.

    Ytrion admiro esa tierra lejana con la puesta del sol que traía la noche y obedeció lo que dijo Andrú continuando por el camino señalado y cuando se interno en él creyó que lo veía era una broma porque sólo observaba árboles terminándose aquel camino en la nada, ninguna base o siquiera gente. Cuando de la espesura de la noche lo atacaron tres personas las que con fuerza y astucia le hacían frente, sin embargo Ytrion no olvidando todo su entrenamiento de guardián los enfrento aunque con mucha dificultad de no poder verlos bien, aunque usando sus sentidos de guardián y basándose en su sentido más desarrollado, el oído prestando más atención al roce de sus ataques en el viento y a las pisadas bruscas de sus oponentes, derribando a uno en el momento justo que escucho romperse una pequeña ramita a su lado izquierdo invirtiendo su cuerpo con una patada rápida y a otro que corría hacia él con su brazo extendido lo espero golpeándole en el cuello, ataques que él lucía con gran estilo.

    — ¿Quiénes son ustedes? —les pregunto el relámpago cuando ya tenía a dos hombres en el suelo. Sólo quedaba una mujer la que con fuerza se disponía a atacarlo, él la evadió y a sus ataques también.

    —Eres una persona muy fuerte y hábil con tus ataques —decía la extraña muchacha.
    ¿Qué quieren de mí? preguntaba sin entender Ytrion sin comprender.

    Ven conmigo entre la noche sus palabras resonaban, pero Ytrion no confiaba en ellos, no tenía porque hacerlo, sin embargo no le quedo otra opción y luego de pensarlo unos minutos calculando los pro y los contra que esto conllevaba decidió seguirles por un lado porque eran las primeras personas que él había visto y de alguna manera podría de ellos obtener información sobre la base y por otro lado parecían conocerle o por lo menos esa fue la impresión que él tuvo.

    Aquella persona que le ordeno seguirle apareció entre la noche y ni Ytrion mismo le vio bien, sin embargo caminaba tranquilo y los demás también le seguían, pero a más distancia.
    Disculpa a mis estudiantes, ellos no sabían que vendrías dijo aquella persona que Ytrion aun no comprendía y así continuo un buen tramo del camino hasta que aquel se detuvo indicándole que ya habían llegado.

    Era un lugar amplio entre montañas del norte de este territorio, pero cubierto estratégicamente y era de difícil acceso para cualquier persona y en el si habían personas y alguien que lo recibió le dijo.
    Bienvenido a la base guardiana del estelo que tranquilizo a este guardián.

    Por la mañana todo fue más nítido y comprensible, aquellos tres atacantes eran principiantes y a ellos se les fue asignado cuidar esa entrada de cualquier persona ajena.

    Todos tenían algo que hacer, algunos trotaban por las montañas mejorando su resistencia, otros con arcos y flechas apuntando y mejorando a un blanco señalado, entre otras cosas y como todos estaban ocupados Ytrion no sabía cómo cumpliría su castigo, hasta que viéndolo confundido se acerco una muchacha.

    Hola me llamo Almendra y cuido a los guardianes como enfermera lo que le recordó a Cristina Se ve que eres un muy buen guardián porque contra los tres aprendices tus ataques mostrados en sus heridas fueron hechas levemente y con cuidadoañadió ella mirando a Ytrion con mucha curiosidad hasta que este reacciono y dijo:

    Mucho gusto, yo soy Ytrion, guardián Relámpagofue lo único que le dijo de él y le pidió a ella que le mostrara en donde podía encontrar a Luccio la que le señalo que el General estaba por regresar pronto por lo que debía aguardar un tiempo.
    Ante esa situación él mejor decidió ir a recorrer el lugar y se animo a entrenar también en silencio porque a él no le agradaba hablar mucho, era un buen observador y mejor aun escuchando y usando esos sentidos se dio cuenta que aquella base no contaba con guardianes preparados que en su mayoría eran aprendices y con su rapidez se introdujo en una zona de entrenamiento en donde lanzaban sacos con arena sujetados por una cuerda desde una altura y pasarlos era casi imposible, era un vaivén muy rápido de sacos que pasar, era un largo camino que mejoraba su intuición, rapidez además de coordinación y control de su mismo cuerpo y mente.

    Fue pasando esos obstáculos con gran coordinación y habilidad usando más que nada su oído igual que en batalla, parecía un juego para Ytrion lo que atrajo la atención de los aprendices formando una acumulación de espectadores hasta que apareció el General Luccio que se había acercado a ver.

    Así que ya habías llegado Relámpagodijo aquel general a lo que los aprendices sorprendidos de escuchar su voz voltearon a ver.
    Sí, a cumplir lo que sea debido le respondio Ytrion calmadamente ante la mirada de los jóvenes.

    Luego el General mando a todos reunirse en el centro de la base porque algo deseaba comunicarles incluyendo a Ytrion y cuando estuvieron reunidos Luccio les explico quien era el guardián presente y que estaba para ayudarles y por en parte cumplir un castigo. Además informo a las tropas sobre lo que había ido a investigar porque días antes recibieron noticias de extraños sucesos y ruidos que amenazaban un poblado y ataques de un grupo no identificado que mantenían un peligro y que para encontrar más pistas necesitaban de la colaboración de más personas, una situación en la que Ytrion ya estaba contado.

    Todos al ver que la misión estaba incompleta deseaban ayudar aunque sólo dos guardianes que no eran aprendices estaban capacitados; Almendra y aquel que lo guio del cual su apodo era Nemed, y para reunir más guardianes capacitados Luccio organizo una serie de pruebas con distintos obstáculos y sólo los que lograban pasarlos victoriosos acompañarían al General Luccio. Participando los aprendices con gran entusiasmo, porque era todo un honor.
    La primera prueba era internarse en el bosque y usando arco y flecha acertar a los blancos más altos y a los más lejanos posibles y esquivar todas las trampas puestas lo que redujo a la mitad el número de aprendices.

    La segunda prueba era de fuerza y agilidad controlando su cuerpo y mente con los sacos de arena y pasar el gran tronco del final que de forma horizontal era lanzando derribando a cualquiera y luego debían trepar unas cuerdas por la pared de rocas hasta llegar a la cima de este muro.

    Los vencedores fueron pocos, pero demostraron que eran los más capacitados, siendo cinco aprendices: tres hombres y dos mujeres, números suficientes para abordar la situación.

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    N° palabras: 3292
    Continuara...
     
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    surisesshy

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    XDDDDD esos gemelos no se agunatan, mira que fastidiar de esa manera a la pobre de marithsa, como lo sepa Dereck los va a matar XD, na que va, de seguro el es su principal victima, de veras aplaudo al pasiencia de los cabalelros para con ellos XD

    Ytrión, pero que malcriado eres, ahora estarás mas lejos de tus padres y tu querida "novia" (por que estan enamorados ¿cierto?) haaa, no espero por el próximo capitulo y ver quienes son ellos, seguros son del escuadrón malva, solo querian probarlo.

    XD ytrión temiendole a una mantita y yo con ganas de subirme a una ¿me das una vuelta Andrú? XD, espero la siguiente conti con ansias, no te tardes mucho, beys
     
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    yulisesshy

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    XDDD ami tambien me ha gustado la parte comica que has incluido, ese par son peores que yo y mi hermana, XDD, me reí mucho.

    Bueno, ytrión, valla lio en el que te ahs metido, por desobedecer las reglas ¿que tanto te costaba avisar he? ahora estaras lejos de tu familia por un tiempo, espero que muy corto, fiu, si que se la está luciendo ante lso novatos, XD si lo sé, esas no son sus intenciones.

    Valla, por lo que veo llegó justo a tiempo para ayudar en la batalla, que casualidad, creo que después de todo si sera bueno el castiguito. Me gsutó mucho la conti, siguela pronto, beys.
     
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    Estrella Solitaria

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    jajaaaXD Gracias a Suri y a Yulis por sus comentarioss, que siempre ayudann y a todos los que van leyendo los capi :)


    19° Capitulo: Brisa del Viento

    Y con ellos emprendieron el camino para llegar a la tierra que estaba siendo amenazada adentrándose ellos guiados por el general Luccio.
    Al llegar esta tierra estaba siendo atacada por unos desconocidos y no conocían los guardianes el motivo de aquellos que destruían las viviendas de los habitantes y niños corrían buscando a sus madres, llorando y desprotegidos, por lo que mandaron a un aprendiz alejarlos del peligro mientras los demás combatían con los desconocidos los que no daban razones y continuaban ignorándolos por completo sólo haciendo su propósito, destruir.

    Ytrion impacto con un relámpago a uno de ellos inmovilizándole comenzando la batalla, polvo y escombros de ese lugar caían por todos lados hasta que sin explicación se marcharon no entregando ninguna información.

    Los habitantes aún asustados les informaban a los guardianes que ellos habían venido varias veces ya, pero que nunca habían actuado de esa manera lo que era desconcertante.
    Cuando vino a toda prisa uno de los aprendices diciéndoles que los niños de esa zona habían descubierto algo importante y que tenían que verlo, por lo que todos se dirigieron en la dirección que el aprendiz decía y al ver lo que él vio se impresionaron mucho.
    — Esto no puede ser — dijo Luccio muy asombrado de lo que sus ojos veían.

    Aquello era una persona, un muchacho enredado con lianas y cadenas a unos árboles de sus muñecas, torso y piernas era dudoso que se encontrara con vida.

    Los niños les informaban que un día jugando ellos por esta zona vieron a varios sujetos muy sospechosos parecidos a aquellos desconocidos que le hablaban al encadenado y solitario muchacho negándole su libertad, burlándose de él y que ellos por temor no se habían acercado más.

    Nemed ayudante de Luccio que era de esta región del este también desconocía las razones de esta situación. Cuando de repente aquel muchacho al escuchar las voces comenzó a moverse y a gritar que le soltasen pensando que eran sus agresores y por alguna razón el muchacho no les veía.

    — ¡No somos quienes tú crees! — dijo el general guardián aún no creyendo esta situación.
    — ¡Claro que lo son, suéltenme, déjenme libre de una vez por todas, ya les dije que no sé nada! — decía aquel incomprensible muchacho rodeado de dolor.
    — ¡Somos guardianes del este y no te conocemos! ¡Déjanos ayudarte! — le pidió Ytrion
    — ¡Tengo heridos mis ojos, no confió en ustedes! — continuaba diciendo el muchacho cuando los aprendices decidieron que lo más rápido era liberarlo sin que él lo percibiera tratando de con sus armas despejar de las lianas que le cubrían mientras Luccio, Ytrion y Nemed rompían sus cadenas, lo cual les tomo bastante tiempo junto con la desconfianza del muchacho quien creía que le harían más daño.
    Cuando soltaron las cadenas por todo el dolor su cuerpo cayó al suelo, llevaba mucho tiempo en esa situación y aún no veía a los guardianes. Cayendo inconsciente en los brazos de Almendra quien curo sus heridas mientras este no ofrecía resistencia, sólo murmurando algunas palabras que no entendieron en ese momento.

    Luccio mando a los aprendices guiar a toda la gente herida de esa tierra a seguirlos hasta la base del este mientras ellos llevaban al herido y por el camino murmuraba el nombre de Caballero Negro, lo que les sorprendió aún más porque ese muchacho llevaba mucho tiempo allí.

    Al llegar Ytrion con cuidado se acerco a él y le ayudo a sentarse ante el profundo miedo del muchacho que había reaccionado.
    — Descuida nosotros no queremos dañarte. ¿Quién eres tú y cómo te llamas? — dijo el relámpago con serenidad y profunda congoja por el estado del muchacho.
    — Mi nombre es Anzelf y mis enemigos dañaron mis ojos para que no pudiera matarlos ni pudiera escapar de las cadenas — les confeso aquel muchacho de la mente perturbada y de la vista nublada.

    Luccio prosiguió a examinarle sus ojos, pero era mejor que Almendra determinara el grado de sus heridas y le explico al muchacho que ya no estaría más preso de su libertad, pero también le pregunto por qué murmuraba el nombre del comandante y este muchacho respondió que antes aquellos sujetos le habían pedido la sangre del comandante y que él varias veces trato de realizar ese propósito y al no cumplir pensaron que escondía información y luego le habían puesto a cuidar a una mujer que llevaba mucho tiempo cautiva, resultando ser Luisa y al verla en su congoja decidió dejarla libre. Por traición le condenaron a eso y que sólo se había mantenido porque una niña le había dado alimentos cuando nadie más veía, lo que impresionaba aún más.

    Luego de eso llamaron a Almendra quien reviso sus heridas, le calmo y examino aquellas heridas en sus ojos, eran leves y no permanentes porque le habían bloqueado la vista con un polvo espeso que su cuerpo tendría que eliminar en pocas horas, pero las heridas de sus muñecas y de sus piernas necesitaban tratarse con urgencia, necesitaba también de mucho descanso, además explico que lo único por lo que su cuerpo había prevalecido era por la resistencia adquirida antes en tantos entrenamientos que le habían fortificado y luego de eso le dejaron descansar.

    Anzelf aún tenía pesadillas de todo lo que había vivido y despertó en medio de la oscuridad y de sus vendajes en una cama en la que aún no aceptaba que estaba, no había dormido en una cama así desde hace tiempo, pero se sentía perseguido por todo lo que le rodeaba y aún pensaba que si hubiera hecho lo que le pidieron su vida sería distinta, pero si fuera así ni él mismo hubiera podido con la culpa. Cuando de sus pensamientos lo saco el crujir de la puerta que daba a su habitación, inmediatamente se dispuso en alerta ocultándose.

    — ¿Quién es? — dijo alerta Anzelf
    — Soy Ytrion guardián del Relámpago, lamento molestarte — se presento y se disculpo aquel guardián.

    Anzelf se calmo pero no entendía para qué lo necesitaría aquel guardián que se sentó en una silla a su lado cuando estuvo más calmado y dirigió su pregunta al muchacho él que no quiso decirle mucho, pero unos días después cambio su decisión y cuando estuvo más repuesto les conto lo que había sucedido a Ytrion y al general Luccio.

    — Lo que sucedió es que mi propio padre me mando encadenar. Yo soy hijo del comandante Espejo que deseaba la sangre del Caballero Negro, pero me mando a mí para saber si era útil para algo y al decepcionarlo me dio una gran reprensión amenazándome con dejarme allí, pero me dio otra oportunidad en las manos de sus aliados y luego al volver a fallar liberando a la novia de su enemigo Blacke me dejo allí, esos hombres no me desencadenaron nunca —

    Escuchar ese relato los dejo perplejos y más aún al escuchar que era hijo del ex comandante Espejo que les había dado tantos problemas a los guardianes de la Ciudadela Imperial hace ya un tiempo y escuchar que él había sido quien se había encargado de Luisa y quien después se compadeció y la dejo libre, por lo que Luccio decidió mandar un mensaje con un aprendiz dirigido al Guardián de los Mares para que trajera al comandante Caballero Negro, ya que la situación ameritaba su presencia y mientras el llegaba Ytrion le explicaba que Espejo, su padre había sido derrotado por la ayuda de guardianes y de Zéfiro, algo que no le entristeció como pensaban ya que luego de tantos maltratos ya no dependía de nadie.

    Al escuchar ese nombre Anzelf recordó muchas cosas, ya que había oído mil veces que su padre deseaba manipularle para lograr su propósito y recordó algo que había dicho que en ese entonces no relaciono “La sangre llama a la sangre”, pero no les dijo a los guardianes.

    El Guardián de los Mares se apresuraba para encontrar al comandante noble y al llegar supusieron que algo malo había sucedido, hablo primero con Blacke y les dijo que estuvieran alerta ante la sorpresa que esto les daba y cuando encontró al comandante se dirigieron lo más rápido hacia el mar para llegar a la tierra del este ante la sorpresa de todo sobre todo mía.
    Montando en Manti mientras él se preguntaba cual sería la urgencia del llamado. Andrú poco sabía, prácticamente nada así que no pudo darle razones.

    Al llegar el le señalo el camino hacia las montañas y siguiéndolo el Caballero Negro rápidamente llego a la base del este muy preocupado y cuando llego Ytrion le recibió no explicándole aún lo sucedido, sólo cuando estuvo frente a Anzelf prosiguieron a explicarle haciendo Luccio los honores y al escuchar la historia no podía creerlo ni tampoco Anzelf al ver al comandante quien tiempo atrás había intentado destruir.

    — Eso significa que Anzelf es mi primo — dedujo Dereck, porque al ser hijo de Espejo y este ser hermano de su padre, eran familia al igual que con Zéfiro encontrándole ahora Anzelf el significado a la frase que su padre había dicho tiempo atrás lo que le alegro mucho el corazón a ambos y decidiendo ahora este muchacho convertirse en guardián.

    —Deberías ir conmigo a la Ciudadela Imperial y a mi reino de Canela — le propuso el comandante noble, pero Anzelf dijo que debido a la gratitud con esta base del este y con las Luciérnagas tenía que quedarse a ayudarles, pero no descartaba ir a reunirse con su familia.

    Esa tarde ya cuando esa incógnita estaba resuelta una nueva apareció. El comandante se disponía a marcharse cuando nuevos ataques surgieron en otro pueblo al sureste de donde estaban, ese poblado de sobrios colores tenía algo que aquellos malvados deseaban, pero los guardianes lo desconocían. Una vez más les tocaba enfrentarlos, pero Ytrion recordó que la vez anterior ellos causaron grandes destrozos y no dijeron palabra, pero algo en la mano de uno de ellos un objeto vio a lo lejos y como todo esto los tomo de sorpresa avisaron a Andrú quien dio la nueva alerta en la Ciudadela mandando Blacke tanto a los gemelos del rayo y del trueno como a mí y estábamos preparados, siendo los que más rápido podían acudir.

    Mientras tanto cuando Luccio, Ytrion y los demás llegaron a ese pueblo llamado Serdivell aún buscaban algo aquellos sujetos y amenazaban a la gente destruyendo sus casas, Luccio no soportando aquella agresión se apresuro y con una cuchilla apunto a su cuello y le sujeto un brazo a la espalda, mientras los demás sujetos eran enfrentados por los guardianes quienes se interponían en los caminos de esos sujetos.

    — ¿Qué hacen aquí y qué buscan de esta gente? — pregunto Luccio aún con aquella cuchilla en mano esperando una razón lógica.

    — Estos no son tus dominios, guardián — dijo con dificultad por la fuerza que el general ejercía, hasta que ante esa respuesta Luccio lo noqueo y los aprendices lo amarraron fuertemente para llevárselo. Mientras Ytrion y el Caballero Negro combatían con varios de esos sujetos embistiéndolos, evadiendo y atacándolos hasta que se marcharon no logrando su cometido y maldiciendo a aquellos guardianes que defendieron a esa gente.

    N°palabras: 1853

    Continuaraa jejee....
     
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    surisesshy

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    Vaya encuentro, no me esperaba eso, pobre muchacho, ser torturado de esa manera (no conocia ese lado tuyo) Espero y pronto los caballeros puedan detenerles y descubrir lo que quieren, uf, crei que Dereck y Marithza no ivan a salir en esta historia, últimamente están perdiendo el protagonismo XD.

    Me gusto mucho tu medio capitulo, siguelo pronto, bey.
     
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    XD sii ese es mi otro lado Suri jejeje, ¿qué sucederá con ese muchacho que había sido torturado? , todo en la siguiente conti, que la disfruten!!!

    Los pobladores salieron de sus escondites cuando ya no había peligro y se reunieron todos en torno de los guardianes quienes les preguntaron si ellos conocían las razones de este ataque, la jefa de este poblado, una anciana sabia, que ya estaba en esas tierras por mucho tiempo apareció apoyándose en una vara de palo y con sus cabellos blancos que descendían por sus hombros.
    — Jóvenes muchas gracias por ayudarnos — decía la anciana
    — ¿Qué deseaban ellos de este pueblo? — pregunto Ytrion con curiosidad.

    Sin saber lo que sucedía nos adentramos lo más rápido posible los hermanos del trueno y rayo junto a mí que aunque estaban preocupados aún gastaban sus bromas entre ellos ante mis risas.
    Cada vez estas peor hermanito le decía Cedrick ante las bromas incansables de Sadrik a quien en un momento se le cayó su emblema al suelo sin que lo notáramos y tiempo después llegamos al pueblo en donde estaba el General junto a los demás.

    Apareciendo una muchacha con una tabla de madera en la mano y diciéndonos la anciana que aquel objeto era el que esos sujetos deseaban, lo que les sorprendió mucho a los guardianes, que podría tener de importante una tabla como para destruir a todo un pueblo.

    La anciana nos explicaba que no era sólo una tabla, sino que era una de cinco tablas que habían sido mandadas esconder por un hechicero hace muchos años que según contaba la historia deseo vencer a un defensor de estas tierras que no justificaba el dolor ni el rencor como razón para matar y que al ser tan fuerte se interponía en los planes que tenía ese hechicero que deseaba dominar todo el territorio del este y decidió encerrarlo en un lugar secreto bajo el conjuro encerrado en esas cinco tablas y cuando estaba finalizando el conjuro aquel defensor logro encajarle una daga en su corazón no teniendo tiempo de resolver aquello el malvado pereció pero el guardián se dice que al no ser completado aquel conjuro quedo en un tiempo suspensivo de este mundo y que extraviando el camino no ha podido regresar.

    Aquellos malvados desean volver a aquel defensor para controlarle y con su poder lograr el cometido de aquel hechicero.

    Lo que era realmente alarmante además explico la anciana que su mente por el tiempo divagaba no encontrando el norte y que por este tiempo nadie había sido capaz de encontrar las tablas, pero que ellos conocen las ubicaciones de aquellas tablas escondidas porque algunas muchachas sedujeron a los comandantes enemigos quienes les revelaron en donde se encontraban y luego los hicieron desaparecer para que no revelaran a nadie más la ubicación aunque luego por miedo no las buscaron.
    Exactamente era eso lo que los sujetos deseaban, saber la ubicación de todas las tablas, que este pueblo era la clave para comenzar.

    Luccio ordeno que todos se dirigieran a la base del este con la tabla en mano para recopilar más información y mientras nos dirigían de vuelta allí con los gemelos burlándose de Ytrion y este castigo, la anciana nos explicaba mientras caminábamos que dejaría que nosotros interviniéramos siempre y cuando la muchacha encargada de esta tabla fuera con nosotros, lo que les sorprendió sobre todo porque no entendíamos esa decisión y cuando llegamos aquella nos esperaba ante nuestro gran asombro era nuestra amiga Paulina…

    Almendra sano las heridas de ellos y Luccio invito a pasar tanto a la anciana como a Paulina a una tienda en donde junto a Ytrion y junto al Caballero Negro recopilaban más información con rostro de gran asombro.
    Aquella muchacha era nuestra gran amiga y ella era la encargada de portar la tabla, tenía la piel blanca y ojos profundos, cabello marrón caramelo y la anciana deseaba que ella fuera la que debía tratar con el defensor porque pertenecía a la descendencia de un amigo de aquel defensor a lo que no nos quedo otro remedio que aceptar para contar con la colaboración de ellos.
    Ni el comandante ni nosotros podíamos creer que Paulina estuviera envuelta en esta situación, ni que ella fuera criada en esta tierra del este.

    — Aquí está escrito el nombre de aquel defensor, su apodo era Defensor Brisa del Viento y era el más rápido que hubiera conocido esta tierra del este y el único que se atrevió a enfrentar a ese malvado y al no concretarse aquel conjuro sus ojos continuaron viendo las épocas que han pasado rondando lugares, pero que su cuerpo está encerrado por algún lugar. El siguiente pueblo al que debemos ir es hacia Anderwhite, allí esta una de las tablas — nos decía Paulina con determinación de ayudar.
    —Debemos partir rápido porque nuestros enemigos podrían llevarnos ventaja — dijo Luccio y por la mañana se alistaron Nemed, Ytrion, el Caballero Negro, Anzelf, el propio general, Almendra, Paulina y yo dejando a los gemelos cuidando a los aprendices, con la tabla en nuestro poder y antes de irnos Luccio mando informar a las tropas de la Ciudadela lo que estaba sucediendo con el Guardián de los Mares y ellos se pusieron en camino.
    Hacia el norte nos dirigimos por algunas montañas y luego al este caminando por caminos fríos y algo de nieve ya estaba en ellos el invierno de la zona que cubrían las flores a lo que Dereck ante todo este frio me cubría con su capa acercándome a él para no perder el calor y ayudándome a caminar porque aunque no quisiera reconocerlo si se me era difícil continuar.

    —Descuiden que conozco el camino —nos decía Paulina cuando en su mente recordaba parte de la historia y se detuvo de repente.
    — ¿Por qué te detienes?, ¿sucede algo? — le pregunto Almendra despertándola de su sus pensamientos, ella lo negó, ante mi gran extrañeza de que ella nunca nos hubiera mencionado nada de esto.

    Por la noche acampamos en una cueva amplia que encontramos aunque tenía algunas grietas nos refugiaba del viento y aún pensando estaba Paulina.
    — ¿Nos vas a decir que te sucede? — le pregunto Ytrion ya desesperándose
    —Lo que sucede es que hay parte de la historia que no les he contado. Cuando él fue atrapado y se escondieron las tablas aquel defensor deambulo cerca de sus propios enemigos y estaba pensando que sería bueno llamarle — nos decía pensando en una solución nuestra amiga Paulina, aunque a Nemed no le pareció del todo buena idea argumentando que aquello era un suicidio porque no le conocíamos y por tanto podría atentar contra nosotros al encontrarnos.

    Todas las razones eran cuestionadas por nosotros mismos, aunque yo pensaba que era necesario buscarlo y Paulina sentía algo especial que los demás no percibíamos y mientras todos dormíamos ella salió de la cueva y vio la nieve blanca como la luna que los miraba y al sentir el viento su mente pensó en aquel defensor y alejándose de la cueva le llamo.
    — ¡¡Defensor Brisa del Viento!! — con fuerza gritaba entre las finas corrientes de viento que pasaban, pero ante este llamado nadie apareció ni una presencia se sintió ni una voz se escuchaba más que la de ella y ante eso se devolvió.

    — ¿Obtuviste alguna respuesta? — le pregunto siempre alerta el Caballero Negro quien la esperaba en la entrada de la cueva con los brazos entrecruzados mirando el cielo, a lo que Paulina negó con su cabeza y continuaba pensando cuando entro.
    ¿Por qué no nos dijiste esto desde el comienzo? pregunto nuestro comandante seriamente.
    No había llegado el tiempo de contárselos, no sabes cuánto quería decir todo lo que en mi tierra estaba sucediendodecía rápidamente y ante eso el Caballero Negro no pregunto ni la cuestiono más.

    Por la mañana todo continuaba de la misma forma, continuando nuestro viaje hacia el poblado de Anderwhite y cruzando la última colina cubierta de nieve estaba el pueblo aún intacto de ataques. Cuando llegamos todos nos miraron extrañados y alarmados no se acercaban, pero al ver a Paulina se despreocuparon y se acercaron a ella quien les explico que debían hablar con el responsable del poblado haciéndola pasar a una de las casas que había allí.

    —Cuéntame muchachita, ¿qué te trae por aquí? — iniciando la conversación decía aquel hombre.
    — Necesitamos la tabla del conjuro que ustedes poseen, hombres malos se acercan y desean robarla y traer con ellas al hechicero — les explicaba rápidamente Paulina al anciano, pero este no deseaba entregarla, prefería morir a que dárnosla.
    — Con ellas traeremos al defensor Brisa del Viento — decía Ytrion a aquel terco anciano.
    —Claro que lo comprendo, pero ustedes no saben que al traerlo de vuelta traerán también al potente hechicero — les explicaba que no deseaban correr ese riesgo.

    Poniéndose de pie Paulina le prometió que ella hablaría con aquel defensor y trataría de traerlo para razonar frente de aquel anciano y al aceptar el anciano sólo hasta ese entonces y sólo si conseguía hablar con él le entregaría la tabla algo que nos dejo asombrados, porque encontrarlo era prácticamente imposible.

    — Eso es imposible — dijo Nemed que con su cara le decía a Paulina que eso había sido una tontería.
    Nadie había podido entrometerse en esa negociación ni siquiera Luccio ahora todo dependía de Paulina.
    —Contamos contigo amiga— le dijo animándola Ytrion
    —Deberíamos acompañarte — sugirió Almendra preocupada por Paulina.

    Sabes que cuentas con mi apoyo le dije cerrando un ojo, pero tanto Luccio como el Caballero Negro y nosotros nos quedaríamos protegiendo el pueblo porque los sujetos no tardarían en llegar y querrían destruirlo todo, así que fue Paulina sola corriendo por los alrededores de ese pueblo nevado con una capa azul sobre su cabeza para cubrirse del frio y de la nieve.
    Se decía en su mente que tenía que encontrarlo y por todos los rincones gritaba el nombre del defensor del rumbo perdido, sobre rocas gritaba su nombre y por el valle blanco de nieve también corriendo a toda prisa y cuando anocheció no se daría por vencida, no regresaría sin él.

    A mucha distancia de allí un muchacho de alma perdida escuchaba muy lejana una voz de alguien que lo llamaba, pero era tan leve que no sabía en qué dirección dirigirse.

    Paulina aún caminaba pero se alejo tanto y sentía algo inusual mucho miedo le invadía y cuando se dio cuenta un lobo mostraba sus dientes, parecía hambriento dispuesto a atacar, ella retrocedió con mucho miedo y cuando este empezó a aullar ella corrió mucho con las fuerzas que le quedaban, pero tropezó con una piedra cayendo y pensando que ese era un fin anunciado, había fracasado era inevitable aun llamando al defensor con sus fuerzas, el que se acercaba a distancia de su voz...


    N° palabras: 1766.


    ¿Qué sucederá con Paulina?, ¿accederá aquel a las peticiones de los guardianes?... Continuara jejeje...
     
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    KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAA, hiroy, hiroy desu onee chan, ¿por qué lo dejaste ahi? De seguro y ese caballero nuevo la rescatara, nunca matarias a uno de tus guardianes (aunque casi lo hases alguaas veses) aun asi, todavia queiro saber qué pasará, de seguro y Paulinba lo convence, pero no será nada fácil, pues es muy probable que se haya vuelto desconfiado, aunque yo confio en Paulina ¡animo amiga, tú puedes! me gustó mucho la conti, bey.
     
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    Tomo las piedras cercanas y comenzó a lanzárselas, aquel lobo no retrocedía, pero mientras él se sacudía la tierra ella aprovecho para emprender la huida de nuevo y se escondió detrás de un estanque de agua en donde había una grieta amplia refugiándose allí, el lobo olfateaba a su presa y no desistía cuando un aullido se escucho y el lobo se marcho en dirección a él, una nueva presa habían encontrado, por ahora estaba a salvo.

    Salió de esa grieta, se descubrió la cabeza del gorro de su capa y respiro profundo, para continuar gritando el nombre del defensor que en la lejanía porque a pesar de todo el peligro que había afrontado no regresaría sin aquel defensor que escuchando el grito aun no podía encontrarla, cuando un gran soplo de viento apareció y grandes corrientes pasaron por ella revoloteando su cabello y costándole avanzar, nieve comenzó a caer y se cubrió nuevamente la cabeza y gritando su nombre aun sin darse por vencida.

    —Estoy seguro que alguien llama a mi nombre, pero en esta época nadie me recuerda, pudo ser mi imaginación— se decía aquel que el rumbo perdió.

    Paulina continuaba caminando y llego cubierta de nieve a una laguna pequeña que el frio congelaba de a poco y con nieve encima se endurecía, el paisaje era hermoso, con la noche sobre ella y la luz radiante de la luna aún podía ver bien con su luz, árboles y arbustos todo blanco. Una corriente de aire suave toco su rostro y en ella pétalos de flores rosadas con nieve en ellas eran envueltas y llevadas a ella creando un espiral, ella miro aquello y grito otra vez el nombre de aquel defensor.

    Él la escucho a la distancia y esta vez aquel sonido fue percibido por sus oídos y admirado se dirigió a una rapidez impresionante a la dirección en que había escuchado esa voz apareciendo ante ella.
    Al verla él no la conocía, claro porque él nunca la había visto antes y se decepciono de no ser alguien que conociera.

    — ¿Por qué me llamas, muchachita? — dijo el antiguo defensor mirando que en sus manos Paulina tenía la tabla del conjuro que le trajo los más dolorosos recuerdos.
    — Te necesitamos defensor— dijo pasmada y asombrada nuestra amiga guardiana quien no le llamo la atención a aquel guardián y dio media vuelta disponiéndose a irse.
    — ¡No, no te vayas defensor!, tengo que alertarte de algo —quería tomar su atención Paulina.
    — Acaso te mando aquel hechicero, si es así dile que ya no puede arruinar mi vida más de lo que ya lo ha hecho — dijo con tristeza y con mirada perdida.

    — No vengo de su parte. Al contario queremos destruirle a él. Tengo esta tabla porque queremos traerte de vuelta con nosotros — le explico Paulina mirando su espalda. Él se dio vuelta y la miro reflejando con su rostro que eso no era posible y que ya nada más se podía hacer.

    —Ellos planean despertar al hechicero con estas tablas, despertando tú también sólo que el hechicero te matara y tomara toda la región del este, lo permitirás— tratando de hacerle reaccionar y de que volviera al rumbo.
    — Nada puedo hacer ya — dijo, algo en que Paulina no estaba de acuerdo en aceptar.
    — Yo soy descendiente de tu amigo, el defensor Tempano — le conto Paulina y añadió — Te recordó y deseo volver a verte hasta el último día de su vida, ¡ayúdanos defensor Brisa del Viento! — le dijo esperando que él aceptara y como si el tiempo hubiera regresado él acepto ir con ella lo que la puso muy feliz y mientras se dirigían al pueblo ella le explicaba que los sujetos aliados del hechicero destruían pueblos para que la gente les entregara aquellas tablas y exponían la vida de las personas. También le explico que unos guardianes defensores actuales del oeste y del este habían venido a ayudar, pero que un anciano de una tribu quería contar con la aprobación de él.

    Aquel guardián había vivido sin hablar con alguien por muchos años, por lo que escucharla sin interrumpirla era una delicia, y en ella se veía reflejado el mismo, ella era como las corrientes fuertes del viento, perseverante sin rendirse, pero luego él le aclaro que estando en ese estado no podía combatir algo que no era preocupante.

    Al llegar ella venía cubierta de nieve, pero volvió junto al defensor a salvo y ante la sorpresa de todos los que salimos. Aquel anciano salió de su casa y nosotros detrás de él y también estaba atónito por lo que los hizo pasar rápidamente.
    Ytrion, el Caballero Negro y Luccio y yo también nos sorprendimos al ver a este defensor, el que al estar en terreno desconocido se puso delante de Paulina mandado por su instinto de protección.

    —Descuida que nosotros somos defensores actuales llamados guardianes— dijo Ytrion tranquilizándolo, lo que confirmo Paulina y por eso pudieron hablar más calmados ante mi impacto me quede sin palabras sólo escuchando lo que le explicaban, que tratarían de volverlo a este tiempo, pero que tendría que volver a pelear con su antiguo enemigo y también le pregunto el Caballero Negro si él estaría dispuesto a confrontar aquel plan y luego de pensar el antiguo defensor acepto y ellos reconfirmaron su ayuda buscando las tablas.
    Ya con todo lo que sucedió aquel anciano nos otorgo aquella tabla que ese defensor no deseaba ni mirar y estábamos contentos con ya tener dos de las cinco tablas y llevar ventaja sobre el enemigo.

    —El próximo pueblo es Delmín y queda al este detrás de unas montañas — decía aquel anciano, lo que nos pusimos en marcha rápidamente…

    Paulina estaba consciente de todo el peligro y contaba con nuestro apoyo y con la ayuda del defensor Brisa del Viento, aunque a pesar de todo el peligro estaba sumida en mis pensamientos y en aquel guardián.

    Eres muy persistente, hasta que lograste convencerme le decía aquel defensor a Paulina apareciendo de la nada algo a lo que nuestra amiga al parecer aún no se acostumbraba.
    Claro que sí, no podía defraudarlos le explicaba un tanto sorprendida pero tranquila y añadió ¿por qué no acudiste ante mis primeros llamados? pregunto curiosa Paulina.

    Porque no te escuchaba del todo, lo que sucede es que sólo escucho si alguien me grita en una corriente de aire tranquila y suave que estuviera un tanto húmeda, por eso como el viento de ese noche era turbulento, me costaba trabajo escuchartele explico aquel defensor.
    Ah, ahora entiendo, como estaba cercana a una laguna. Desconocía esos detallesdecía ella alegremente.
    —Eres una persona extraña —le decía él ante la sorpresa de Paulina y añadió
    —desde hace muchos años que no hablaba con una persona, sin embargo hay algo familiar en ti, no sé que es— le manifestaba el defensor.
    — ¿Eso te molesta? por un momento dudo ella cambiando su semblante, lo que el rápidamente negó, al contrario sentía realmente en ella a alguien en quien podía confiar y estaba tranquilo.

    Mientras yo los miraba de lejos apoyada en un árbol pensativa…
    ¿En qué estas pensando Dama Blanca? me dijo Ytrion que se acerco a mí seria pero re confortablemente ante lo que no me di cuenta que él se acercaba y no le respondí.
    ¿Estás preocupada verdad? volvió a decirme aquel relámpago esta vez si sacándome de mis pensamientos.
    No es eso, es que todo lo que le ha sucedido me da pena y me hace pensar muchodije al fin.
    No te preocupes ni te desanimes, se que saldremos victoriosostrataba de alegrarme Ytrion.

    Mientras el comandante y el general discutían sobre los siguientes pasos a dar porque no sabíamos con que nos encontraríamos.

    Al llegar al otro día para nuestra sorpresa estaba ese pueblo devastado, se nos habían adelantado ante lo cual quedamos atónitos y corrimos a ese pueblo para poder ayudar y al acercarnos no había nadie, se habían llevado la tabla por esta vez habíamos perdido y como no teníamos nada más que hacer Paulina le pidió al defensor Brisa del Viento que se nos adelantara con su gran rapidez para poder alertarnos y así lo hizo, para nuestra alegría el pueblo estaba en buenas condiciones, como en un día normal. Al ver eso nos apresuramos junto al defensor de la Brisa del Viento, el general Luccio se adentro a hablar con la gente los que se sorprendieron de vernos en estos lugares tan recónditos salieron su jefe a recibirnos encontrándose con nuestro amigo defensor al que reconoció de inmediato.

    —Pero si tu eres aquel que defendió nuestro pueblo hace años—dijo examinándole y viéndonos a nosotros.
    — Estas en lo correcto, pero ahora necesito aquella tabla para poder regresar—le explico nuestro amigo.
    —Los destructores pronto llegaran, debemos actuar rápido—le dijo Paulina.
    Mientras yo estaba detrás de ellos y estaba un poco mareada a lo que en un principio no le di importancia, pero era cada vez era peor, sólo les seré un estorbo por lo que decidí alejarme un poco de allí para que no me vieran, pero hasta en mí caminar se notaba el vaivén de mi cuerpo.....


    N°palabras:1523
    Continuara...
     
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    IEADAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ¿Mi queridísima Dama Blanca se a enfermado? Y para colmo, en vez de desir que s esiente mal, lo que hase es que se aleja, a Caballero negro no le va a gustar nada de nada, de seguro y le dise si es que no confía en él y en lo demás, se va a enojar, ya veo un regaño (y un posible secuestro) venir, pero en qué piensa Dama Blanca, habiendo una curandera con ellos y estando en un pueblo, definitivamente, de mujer solo tiene la forma de pelear, pero sigue siendo una cria, solo espero y Dereck o alguien se de cuenta y la detenga antes de que le suseda algo muy malo, a mi me da que a ella le gusta que la secuestren.

    No espero la conti, siguela pronto, bey.
     
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    Estrella Solitaria

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    XD Suri sacando conclusiones tan rápido. Gracias por leer!!:)

    Paulina estaba recibiendo aquella tabla muy contenta al igual que mis compañeros, nos habían ayudado sin dudar esta vez…

    — ¿En dónde esta Dama Blanca? —pregunto Ytrion quien se percato de mi ausencia, lo que preocupo mucho a Dereck.
    — ¿Le habrá pasado algo? — se decía el comandante cuando rápidamente se dirigía hacia afuera a buscarme, en tanto yo estaba sentada muy mareada y con la mano sosteniendo mi cabeza y con ojos cabizbajos a lo que él luego de mirar y buscarme me encontró yendo muy apresurado hacia mí y preocupado mientras yo sólo miraba su imagen distorsionada que se acercaba a mí, se rebajo a mi altura y me miro con su bellos ojos azules y quitando la mano de mi cabeza me dijo:

    — ¿Qué te sucede Marithza? —me pregunto preocupado y mirándome ante mi nula reacción, y me toco la cara con su mano descubriendo mi fiebre.
    —Me siento mareada —le susurre, a lo que él me tomo en brazos mi me llevo hacia donde estaban los demás, sólo les escuchaba más no les veía.

    — ¿Qué le sucedió? —preguntaba asustada Paulina.
    —Tiene mucha fiebre— respondía Dereck.
    — Ponla aquí—decía la voz de aquel jefe que nos había recibido llevándonos al interior de su casa , colocándome en una cama.
    — ¿Qué podemos hacer? —decía muy preocupada mi amiga Paulina, a lo que alguien le paso una cubeta con agua y un paño que luego humedecieron y me lo colocaron en mi frente para controlar la fiebre.

    —Ustedes deben seguir, yo me quedaré con ella—decía el comandante al general Luccio cuando a fuera se escuchaban gritos y explosiones, sólo escuchaba que ellos se acercaron afuera por sus pasos apresurados.
    Sin dudarlo eran ellos, los que deseaban nuestro mal, los destructores.

    — ¡Protejan la casa en donde esta Marithza y Paulina! —ordenaba el Caballero Negro desde afuera, mientras se escuchaba mucho caos, Luccio y las luciérnagas nos defendían, Ytrion y el Caballero Negro luchaban afuera mientras los destructores exigían la tabla y no deseaban irse sin antes tenerla, pero mis amigos no se dieron por vencidos y hasta con la ayuda de la gente del pueblo lograron expulsarlos, siendo nuestra casa intacta.

    — Debes reponerte—me decía Paulina y agrego —te necesitamos, no nos dejes ahora, lucha por tu reino Cerezo y por el comandante— trataba de hacerme reaccionar y creo que lo logro porque pude abrir mis ojos.

    — No sé si logre reponerme—le susurraba en este incertidumbre en la que estaba —deben seguir sin mi —le susurre de nuevo ante su negación, ella no quería dejarme allí.

    Luego mientras hablábamos entraron mis compañeros con las Luciérnagas resguardando la puerta.
    — Como les dije, deben seguir sin nosotros, no puedo dejarla sola —les decía Dereck, pero yo no podía permitir eso.
    —Debes ir con ellos, ellos te necesitan —le susurre un poco más fuerte volteándose él hacia mí.
    —Si te sucediera algo, nunca me lo perdonaría— me dijo muy preocupado.

    —Es mejor que él se quede junto a ella—dijo el defensor dispuesto a enfrentarlos con su propia fuerza a esos destructores, pero yo no quería que por mi se retrasaran.
    —Paulina puede quedarse conmigo, pero tu Derek debes ayudarles—le dije ya un poquito más repuesta y como ya no había tiempo el tomo mi mano y la beso sin querer dejarme allí y con un dolor que se notaba tanto en su rostro como en su corazón dejándome allí mientras Luccio daba la orden a uno de sus Luciérnagas para que mandara un mensaje a Almendra que se había quedado atrás para que viniera a auxiliarme quedándome junto a Paulina que no se cansaba de mojar aquel paño y ponérmelo en la frente para que en poco en poco bajara la fiebre..

    El valiente caballero aun se cuestionaba si su decisión había sido la correcta ante Ytrion que trataba de animarlo.
    —Lamento que por ayudarme, ella corra este peligro—decía Brisa del Viento.
    —No te preocupes, ella estará bien—decía Luccio reafirmando sus ánimos mientras se dirigían a toda prisa al penúltimo destino.

    Almendra llego un tiempo después y con conocimientos muy parecidos a los de Cristina, me dio a beber mucha agua y yerbas molidas que eran amargas además de mucho reposo y continuar con aquel paño mojado en mi frente, luego me quede dormida y ellas dos me acompañaban.

    El Caballero Negro estaba aun atormentado por su decisión a toda velocidad hacia el siguiente destino ahora ligeramente hacia el sur junto a los muchachos y al general.

    Los hermanos del sonido llegaron rápidamente ante nuestro asombro cuando ya había despertado y aun Almendra me atendía.
    — ¿Qué hacen aquí muchachos? — le pregunto mi amiga Paulina a los hermanos del trueno y del rayo.
    —Hemos escuchado el mensaje mandado a Almendra…—dijo el trueno ajustándose su máscara.
    — Y por eso decidimos venir a ayudar y a ver como estaba la Dama del Caballero Negro…—continuo el Rayo entre risas tocándose el cabello.
    — Así que ya me tienen un apodo chistositos—les dije desde mi cama a aquellos que reían afuera, los que al escuchar mi voz acudieron adentro a mi lado.

    —Disculpa al rayo, nunca sabe cuando parar…—dijo con una sonrisa el trueno moviendo sus hombros hacia arriba, queriendo expresar que nada se podía hacer y con una fingida inocencia.
    — No te hagas el inocente Cedrick—reclamaba el rayo con las manos en la cintura protestando lo que me hizo reír mucho.

    —Muchachos gracias por venir me han levantado el ánimo—les dije más feliz y repuesta a lo que ellos me correspondieron con una gran sonrisa. Trueno se acerco a mí y toco mi frente, mientras el rayo se sentaba a mi lado.

    —Aun tienes fiebre Dama Blanca. Hemos venido a ayudar en lo que sea—dijo un poquito más serio el Trueno extrañamente.
    — Recuerda que también venimos a conocer más esta región…—en un tono más bajo dijo aquel imprudente Rayo siendo acallado por su hermano inmediatamente y dirigiéndose a mí con una sonrisa justificando lo que su hermano había dicho.

    —Ya era muy extraño que quisieran venir con nosotros traviesos—riéndome de ellos que siempre se molestan y a nosotros también entrecruzando mis brazos les decía.

    —Tenemos que aprovechar que Ytrion no nos vigila…—se reía el Rayo recordando las tantas veces que habían sido regañados por el Relámpago.
    —Sí el siempre se molesta por todo lo que hacemos—decía el Trueno exagerando como siempre y tratando de convencernos a que no hacían tantas travesuras, lo que producía grandes sonrisas en mí.
    —Mal momento para enfermarse Dama Blanca, tanto extrañar a nuestro comandante podría ser…—el Rayo me hablaba riéndose de mí ante mi ligero enojo que termino siendo en risa tanto de ambos gemelos como mío.

    —Si quieren ser de ayuda es mejor que vayan con Paulina a ayudar a Ytrion y a nuestros compañeros—les ordene yo también mirando a Paulina quien no quería dejarme allí.
    — Debemos ir aunque el comandante nos asesine por dejarla sola— explicaba Paulina a los gemelos quien les dio tristeza por una parte tener que dejarme allí, pero les explique en seguida que no sería así porque Almendra se quedaría cuidándome.
    —Iremos enseguida —dijeron los dos a la vez sometiéndose a mi orden, dirigiéndose junto a Paulina en ayuda de nuestros amigos a la velocidad del sonido haciendo las travesuras propias de ellos.

    —La Dama del Caballero tenía un cabello horrible—se reían corriendo aquellos molestosos.
    —Paulina debería tomar más sol, está demasiado pálida —decían riéndose de ella quien les regaño en seguida corriendo regañándoles.

    Ambos hermanos siempre nos levantan el ánimo aunque Ytrion es quien los controla, a él siempre le obedecen aun más que al propio Blacke.

    A la distancia se veían ambos gemelos traviesos junto a Paulina que veían el desastre en el que estaban envueltos nuestros amigos, ambos gemelos se miraron y movieron en afirmación su cabeza con una sonrisa cómplice el uno al otro, dejando la incógnita en Paulina a quien no le dijeron nada internándose en la batalla y ella claro estaba no se quedaría atrás.
    Sadrik y Cedrick corrieron antes de poner en marcha su plan hacia Ytrion a quien abrazaron felices.
    —Han llegado en el momento preciso muchachos—le dijo el Relámpago, pero aun no era la hora de descuidarse, era la hora de combatir. Se separaron de él ambos gemelos dando un gran salto Sadrik que llego a un tejado y lanzo sus rayos con ayuda de las nubes que se oscurecieron, mientras tanto Cedrick estaba en el suelo junto a Paulina los que al escuchar un estruendo miraron hacia arriba viendo que mientras combatía el Caballero Negro un destructor se acercaba raudamente hacia él por la espalda y para avisarle Paulina hizo correr el viento y junto a eso Trueno grito ferozmente llevando ese potente grito de aviso al comandante quien pudo evitar aquel ataque gracias a su aviso bajándose rápidamente del tejado en donde estaba.

    —Muchas gracias Cedrick—le dijo al Trueno alegremente y agrego — ¿Cómo seguía Marithza? —preguntaba a Paulina la que le respondio que ya estaba mejor, al cuidado de Almendra lo que le quito un peso de encima y con más fuerza y despreocupación peleo.

    El defensor Brisa del Viento derribaba a los destructores con su correr tan veloz mientras el Relámpago con su espada batallaba y luego electrificaba el aire para poder dejarlos estáticos y luego cuando al parecer ya no quedaban enemigos aquel defensor se acerco a los hermanos del sonido quienes se sorprendieron mucho.

    — ¿Quién eres tú? —preguntaron los dos al unisonó muy sorprendidos.
    — No es tiempo de presentaciones, debemos encontrar una tabla de madera…—aquel defensor les explicaba, sin embargo antes de que finalizara, otra vez en los rostros de esos traviesos dibujada estaba una sonrisa cómplice.
    El Trueno y el Rayo corrieron por los tejados de las casas a toda velocidad persiguiendo a un destructor que oculto estaba con la tabla en su mano y que al no percatarse nuestros amigos de su presencia deseaba burlar a los guardianes.

    —Tú a la tabla yo lo derribo— explico aquella estrategia fácil y sencilla como un juego para ellos aquel Trueno lo que fue confirmado por su hermano que asintió con la cabeza en afirmación y con una sonrisa. A toda prisa hasta que cuando ya se alejaban de aquel pueblo y así también los tejados de las casas fue derribado por el Trueno quien al saltar del tejado le cayó encima con mucha gracia y Rayo le quito la tabla de sus manos, corriendo como niños entre los destructores que deseaban intervenir se lanzaban la tabla haciendo piruetas y entre risas los esquivaban sin perder la velocidad características de ellos.

    Siendo apoyados por los demás, el comandante lanzo sus cuchillas con gran precisión siendo apresados por ellas entre sus ropas dos destructores, Luccio con su gran estilo en espada los acababa rápidamente sin que presentaran gran habilidad, hasta que se escucho un gran grito proveniente de sus espaldas.
    — ¡Suéltame, maldito! —forcejeaba a sus espaldas Paulina quien en un descuido había sido tomada del brazo fuertemente por aquel destructor que ante la fuerza desplegada por nuestra amiga no cedía.

    — ¡Si quieren que viva denme todas las tablas que tienen en su poder! —les exigió aquel que dejo estupefactos tanto a los gemelos como sobre todo al propio defensor que no podía creer lo que sus ojos veían, estaba a punto de perder a quien lo había ayudado y ante su mente todos los recuerdos junto a ella vinieron agolpándose y también un recuerdo de tiempos lejanos. Todos miraron a Brisa del Viento esperando su resolución y él con vista triste pero decidida y contenido por aquella amenazada en contra de Paulina dijo:

    —Entréguenlas, no quiero que por mi culpa vuelva a sufrir otra persona. No me importa lo que me hagan ya no tengo ni presente ni futuro, ayudarla es lo único que puedo hacer —desechando las oportunidades de volver y sólo mirando los ojos de ella y desviándolos hacia su agresor a quien no perdonaría...

    N°palabras: 2003
    ¿Cuál será el destino de este defensor?... Continuará...
     
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    Joooooo, antes no lo dejabas en la parte más interesante, ahora me tienes comiendome las uñas (me debes un manicure XD) esos gemelos, no paran de hacer bromas ni en batalla, peor son el alma de la fiesta, siempre levantandole el animo a todos y veo que no pudieron contenerse con ir a "visitar" a Ytrion, sí que lo estrañaban, ummmmm, ¿que le obedecen más a él que a Caballero Negro? No me estraña, ya que son del mismo elemento, era de esperarse.

    Espero y Dama Blanca se recupere o "La Dama del Caballero" como ahora le llaman esos traviesos hermanos, me dejaste intrigada, ¿cómo se safarán ellos de este problemas? ¿le darán las tablas o el nuevo defenzor se intercambiara por ella? ¡¡¡¡¡AYYYYYYYYYYYY, ME MUERO DE LA CURIOSIDAD!!!!!!!!!! ¿Qué pasa, qué pasa? Ya quiero saber, continualo pronto amiga, bey.
     
  17.  
    yulisesshy

    yulisesshy Entusiasta

    Escorpión
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    Concuerdo con mi hermana, ahora estás siendo más cruel con nosotras, mi chichi, tú no nos quiere, jaja, es broma.
    Huyyyyy, cómo lo dejas en la parte más interesante, ahora que por fin tiene muchas tabla viene este guarro a echarlo todo a perder, espero y no le pasé nada a Paulina y que alguien aga algo para que no se lleven las dichosas tablas y al nuevo integrante de los Caballeros.

    JAJAJAAJAJAJAJAJJAAJAJAJAJA Esos dos hermanos son peores que yo y mi hermana juntas, desearia tener hermanitos así, asi seriamos cuatros que hagamos bromas sin parar, seria el acabose del mundo, XDDDD, el capitulo ha estado bastanmte intrigante y me dejaste bien picadita, esperamos el siguiente con ansias, bey.
     
  18.  
    Estrella Solitaria

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    Dama Blanca, los guardianes y los 10 Caballeros
    Género:
    Aventura
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    y continuando con la historia jejjee aqui les traigo la siguiente parte de este capitulo :) reiterando los agradecimientos para todos los que se han interesado en leer;)

    Luccio lanzo la bolsa de cuero que contenía las tablas que hasta ahora teníamos con una rabia contenida a sus pies, aquel destructor la tomo y dejo a Paulina yéndose con su botín.

    — ¿Por qué lo hiciste? —le reclamaba Paulina a aquel defensor y agrego — ¡ahora todo lo que hicimos fue deshecho!—
    — Estabas en peligro, no podía dejar que te hicieran daño —explico un tanto complicado y triste.
    — ¡Claro que no dejaría que me hicieran daño, apenas hubiera tenido una oportunidad me hubiera librado de ellos! —le gritaba aquel viento bravío carácter de Paulina, sin embargo el Trueno y el Rayo se acercaron a ellos pero no sabían cómo interrumpir porque el ambiente estaba muy tenso hasta que el Trueno aplaudió resonando en todos los oídos mientras el Rayo alzaba una tabla en su mano.
    —No todo está perdido…— decía el resonante Trueno
    —Aun tenemos una gran oportunidad— hablaba el refulgente Rayo.

    Ante la sorpresa de todos quienes no entendían como ellos tenían la tabla, lo que explico enseguida aquel Trueno.
    —Lo que sucedió es que aquella bolsa tenía todas las tablas hasta antes de venir aquí y cuando apareció aquel forzando a Paulina mi hermano la oculto entre su capa—lo que aclaro la situación, aun teníamos algo que hacer.

    Aquel defensor aun estaba triste pero sin ganas de renunciar a poder volver aunque él mismo reconocía que este tiempo estaba mejor protegido que el anterior y Paulina de todas maneras y aunque no pareciera estaba muy agradecida con él que valientemente había renunciado a su propia vida por ella, era algo que siempre admiraría.
    Luego decidieron regresar y los vi volver, yo ya estaba en pie mucho mejor gracias a Almendra y a aquel Jefe lo que alegro mucho a Dereck, pero note su angustia.
    — Quiten esas caras de una vez…— les exigía aquel risueño Rayo
    —Aun no somos derrotados, tenemos a nuestro favor varias cosas aun— insistía el potente Trueno.
    — Ellos tienen razón y más ahora que también tenemos a Brisa del Viento, debemos seguir aunque tengamos todo en contra como siempre lo hemos hecho— saliendo entre nosotros les exigió también el fuerte Relámpago, lo que les recordó muchas aventuras y experiencias animándoles a pesar de estar en desventaja.
    Paulina se acerco a aquel defensor cuando ya obscurecía y los vientos soplaban, ella se disculpo por su trato y también le agradeció, él que estaba más feliz con escuchar sus palabras.

    Aquellos caballeros traviesos mientras pensábamos en qué hacer gastaban bromas alrededor, escapando de Ytrion. Aun tenemos una tabla y sin ella no podrán concretar todo lo que tienen planeado, aunque perdimos mucho.

    Los destructores cantaban victoria, pero su líder al descubrir la falta se enfureció con aquellos y los relego a otros rangos. Brisa del Viento no deseaba ser manipulado con aquel conjuro de las tablas que utilizaría su voluntad en contra de el mismo, no quería ser su aliado a ningún precio y en eso divagaba su mente entre el viento, Paulina que pertenecía a la misma familia del viento lo diferenciaba de todo el paisaje mejor que nosotros y se acerco a hablar con él.

    —No quiero que me utilicen en contra de ustedes. Debí haber muerto antes…—apesadumbrado y triste cual viento sin corriente estaba frente a Paulina quien no aceptaba derrotas, lo alentaba diciendo que ya encontrarían la manera de ayudarle, pero aquellos destructores por la noche nos encontraron, los que en sus manos llevaban grandes hojas de cuchillas y unas antorchas en sus manos, nos rodearon amenazándonos sin darnos oportunidad a luchar y nos exigían la última tabla, y ahora también nos exigían que les entregáramos a Brisa del Viento, a lo que nos sorprendimos y no queríamos que se lo llevaran, se molestaron los muchachos y deseaban atacar, pero un destructor amenazo con su antorcha de dar la orden a los demás de que incendiaran todas las casas que quedaban, no teníamos opción.
    Paulina se apresuro a emprender una acción, pero aquel defensor la detuvo y corrió rápidamente entre aquellas antorchas apagándolas todas y se puso delante del líder destructor.
    — Iré con ustedes, pero dejen a este pueblo y a estas personas en paz —negoció nuestro amigo ante nuestras miradas de rabia contenida. Se llevaron al defensor apresándole con las tablas desde cerca para que aquel conjuro lo contuviera y no pudiera escapar y a la tabla, no podía ser más frustrante, ahora ya todo se escapo de nuestras manos y utilizándole destruirían todo este territorio del este para establecer su poderío y en un tiempo más dominar el oeste, de eso no hay duda.
    Nuestros rostros expresaban la desazón en la que estábamos y no sabíamos que hacer, Anzelf también se sentía triste y nos quería ayudar y ante todo esto él despejo su mente y creó una idea que nos serviría de plan, todos nos sentamos cerca de él para escucharle.
    —Debemos seguirles, en alguna parte tendrán que dejarle para que él haga la voluntad de ellos…—y en eso estábamos cuando se escucho un susurro que Paulina escucho muy bien al igual que Ytrion, ellos se acercaron a la puerta a escuchar de quien se trataba, mientras que para nosotros era un poco difícil escuchar.
    Aquel susurro decía:
    — ¡Amigos, no deseo hacerles mal, no me dejen ser un destructor…!—
    A lo que Paulina reconoció su voz enviada por el viento, era nuestro amigo cautivo.
    — ¡No dejaremos que suceda eso!, ¿a dónde te llevaran? — elevo su voz en las corrientes del aire, para que llegara su mensaje.
    — ¡Al gran valle del este. Destrúyanme a la más mínima oportunidad! —respondía con tristeza aquel susurro del viento.
    — ¡Deberás pelear, esa es tu oportunidad, estaremos contigo! —respondió Paulina tratando de buscar nuevas ideas que se complementaran con las que tenía Anzelf.

    Así los vientos tenían tristeza, sin embargo Luccio y nosotros teníamos varias ideas y planeábamos una estrategia.
    — Trueno y Rayo, necesito que cuando lleguemos ustedes hagan un juego. Trueno tu ve al norte y Rayo tu al oeste y entre las nubes hagan resonar el espacio para llamar la atención de las tropas enemigas—les mando con inteligencia aquel general, a lo que ellos le sonrieron dispuesto a ejercer sus órdenes.

    Aquellos gritos de nuestro amigo sonaban como susurros para mí, no distinguía los fonemas de tu voz, pero regresó mi mente a las estrategias y a escuchar al general.
    —Mientras ellos distraen a unas cuantas tropas, nosotros debemos acercarnos. Caballero Negro e Ytrion irán por el frente, Anzelf y yo iremos al este rodeando el valle, mientras Dama Blanca y Paulina serán centinelas y nos avisaran de los avances o de lo que sea necesario y Almendra es mejor que tu estés más lejos para que nos puedas atender si es meritorio—.
    Eso era lo que haríamos, aunque no sabíamos que sucedería una vez estando el defensor en medio de todas las tablas que formarían un círculo devolviéndole su forma y vitalidad, debíamos evitar que esos destructores usaran su fuerza y voluntad en contra de nosotros y de este territorio del este.

    Por la mañana nos dirigimos rápida y silenciosamente a aquel valle verdoso y calmado que se tornaría en el escenario de nuestra cercana batalla, y al llegar tomamos nuestras posiciones y los esperamos.
    Vimos a aquellos destructores con Brisa del Viento que era rodeado de cinco personas que llevaban las tablas en sus manos seguido de todas sus tropas con su líder a la cabeza, con un susurro sólo audible a Ytrion Paulina le aviso que ya se acercaban mientras preparaba mi arco por si tenía que usarlo y el Relámpago les aviso a los traviesos hermanos del sonido los que iniciaron la distracción.

    Aquel líder de los destructores envió parte de sus tropas creyendo que veníamos por el norte y por el oeste y les ordenaba esparcirse y ponerse en posición, Luccio y Anzelf estaban con sus espadas listos arriba del muro de piedra y descendieron entre la maleza y las plantas del lugar y aguardaron sin que el líder los viera y al otro extremo estaba el comandante e Ytrion.

    Uno de los destructores iniciaba lo que Paulina me había contado, la activación de aquel viejo conjuro que sellado estaba en las tablas las que sus letras talladas comenzaron a brillar y se elevaron en el aire alrededor de Brisa del Viento mientras nosotros mirábamos atónitos todo esto, deseaba matar a aquel que utilizaría su voluntad en contra de nosotros y de él mismo y con mi arco le apunte a la cabeza, estaba lista para disparar, pero Paulina me detuvo diciéndome que para ayudarle teníamos que esperar.
    Iniciaron todo esto pero las tropas que habían enviado no volvían lo que les hizo estar alerta y ya presentían que estábamos allí, de un momento a otro las tablas dejaron de brillar y cayeron al suelo, volviendo el cuerpo y la vitalidad a aquel antiguo defensor de su rumbo perdido, él que miro sus manos sorprendido y a la vez triste, era de cabellera de color cobrizo y ojos marrones, piel blanca, manos fuertes y jóvenes, pero cuando mis amigos salian de su escondite alertando a nuestros enemigos y los gemelos ya estaban aquí atacándoles para llevarnos a nuestro amigo un resplandor al lado de él emergía, era un hombre que al ver al defensor lo miraba con sed de venganza y maldad.

    — ¿No habías muerto?, ¿cómo es que has regresado? —decía muy sorprendido y aunque con una sonrisa se preparaba para tomar la empuñadura de su espada.
    Al ver a Paulina ella tenía la misma cara de sorpresa que Brisa del Viento y balbució —pero si es… el hechicero— escuche que dijo en voz baja al que le apunte para acabar con todo esto y le rozo el rostro, estuve casi falle porque se movió en el momento preciso, mirándome los dos, aunque aquel defensor murmuro algo que viajo en el viento y que Paulina me dijo.
    — No te fijes en él, esta es mi batalla—me dijo Paulina que aquel había murmurado.
    Sin querer alerte a todos los demás que se encontraban más lejos.

    — ¡A sus posiciones, destruyan a todos los guardianes! —grito su líder

    Mientras Relámpago electrifico el aire que paralizaba a algunos que caían en su trampa, nuestro comandante buscaba a su líder, Luccio y Anzelf blandían sus espadas y sus astucias, los gemelos trataban de despejar el espacio usando su gran agilidad, truenos y rayos a nuestro favor, lance tantas flechas que no recuerdo el número, Paulina descendió también trayendo el viento bravío lo que redujo considerablemente su número.

    Brisa del Viento combatía con aquel hechicero que aun tenía aquel puñal encajado en su pecho.
    — ¿Entonces has sido como yo todos estos años? —preguntaba el defensor con la interrogante en sus pensamientos mientras sus espadas chocaban
    — ¡Claro que no, yo quede en otro lugar diferente al tuyo deseándote todo el mal que existía! —le gritaba con su espada apuntando al cuello de su oponente.

    — ¡Debiste morir junto con tu ejercito! —gritaba aquel defensor.

    — ¡No saldrás vivo de aquí, no volverás a esta época ni a ninguna, estarás bajo mi voluntad, controlare todo tu ser y veras la destrucción que traerás! — golpeándole más fuerte estando en tierra Brisa del Viento con su espada protegiéndose horizontalmente y ejerciendo fuerza mientras el hechicero trataba de vencerlo desde el frente, creciendo la desesperanza de Paulina quien corría a ayudarle entre medio de todos los que peleaban y de nuestros amigos, ella no llegaría a ayudarle a tiempo por lo que me puse de pie apunte y dispare mi flecha a aquel hechicero que ya cantaba victoria, le pego tan fuerte que hizo que su espada se alejara de sus manos, impactando la flecha en su abdomen produciendo un gran grito en él, mirándome aquel defensor más aliviado quien rápidamente encajó más aquel puñal en su corazón y luego se alejó de él.

    Yo sabía que me había pedido no intervenir, sin embargo no podía dejar que todo lo que hicimos por ayudarle y el mismo se perdieran. Descendí hacia donde se encontraban mis amigos ante la mirada de Paulina.

    — ¡Esto no se quedara así! —nos grito antes de irse el líder destructor que se llevo también el cuerpo del hechicero que no reaccionaba, junto a sus tropas y aun los rostros sorprendidos de mis amigos se preguntaban muchas cosas.

    Se marcharon rápidamente y nuestro General nos reunió para ver cuántas heridas teníamos y nos condujo hasta donde se encontraba Almendra con los gemelos gastándose y gastándonos bromas como es su costumbre y más ahora que estaban felices por lo que había acontecido.

    — Ya estamos a salvo…—nos decía el Trueno alegremente.
    — Y podemos respirar en paz… al fin —decía el Rayo con los brazos entrecruzados detrás de su cabeza suspirando.
    —No supongan eso, ellos son capaces de muchas más cosas de las que vieron hoy— les dijo seriamente Brisa del Viento.

    Ellos iban atrás de mí y cuando los gemelos se fueron a molestar a los demás, yo me retrase a hablar con él.
    — Sé que me dijiste que no me entrometiera en tu batalla, pero es que…—le decía cuando él me interrumpió.
    — Gracias por ayudarme, que bueno que me desobedeciste, si no fuera por tu flecha podría haberme matado, ya que aún no tengo la fuerza que tenía antes y menos la resistencia —para alegría y despreocupación mía a él no le había molestado.
    Así pronto llegamos al pueblo cercano los que se sorprendieron mucho al ver a este defensor en cuerpo y vitalidad de nuevo con ellos y se ofrecieron a ayudarnos tanto con armas como con gente si era necesario, a lo que él les agradeció mucho su disposición.

    Cuando ya era la tarde Paulina estaba extraña y yo la miraba recargada en el marco de la puerta de la cabaña que nos prestaron, aquel defensor se acerco a ella y le pregunto que le sucedía, una plática entre ellos comenzó.

    — ¿Qué sucede viento bravío? —decía aquella brisa en el viento preocupado.
    —Pensé que morirías, no pude ayudarte— le respondía mi amiga tristemente y desviando la mirada de sus ojos.
    — Claro que me has ayudado y has sido muy valiente como ese día en que te enfrentaste al lobo…—le decía sonriendo aquella brisa recordando muchas cosas ante el rostro de sorpresa de Paulina
    — ¿Cómo lo has sabido Brisa del Viento? —pregunto agrandando sus ojos por la sorpresa que eso significaba.

    — Sentí el olor de aquel animal en el viento y luego preguntando supe a lo que te habías enfrentado, ¿y aún así dices que no me has ayudado? Si no fuera por ti yo aún seguiría sin rumbo — le recordaba el defensor despejando la tristeza de mi amiga y mirándola tiernamente la acerco a él lentamente, mientras el propio viento los abrazaba acercándolos y él le susurro.
    —Gracias a ti he recuperado mis sentidos— besándola dulcemente ante mi mirada distante y sorprendida, mientras las ráfagas de viento suavemente los rodeaban, pero Paulina se separó de él extrañamente y se marchó confundida.

    Esto me extrañó mucho por lo que la seguí, ella necesitaba mi ayuda, descendí corriendo por la montaña pequeña que estaba al frente hasta que la encontré, tenía los ojos llorosos, algo la perturbaba y yo quería ayudarla.


    — No te entiendo, yo pensé que tú lo querías— le dije en voz baja cercana a ella.
    — Claro que lo quiero. Es sólo que me asuste y me confundí un poco —me decía entre sollozos mi amiga, sin duda toda esta tensión y el hecho de que casi lo pierde la ha tenido muy nerviosa y complicada.

    Trate de calmarla prestándole mi hombro para que llorará lo que quisiera y le dije que ahora más que nada ella debía estar con aquel defensor que había recuperado su vida y funciono, y con llorar elimino todas esas tensiones y confusiones, estando más tranquila ahora la deje sola para que pensara libremente, retirándome hacia la cabaña.

    Cuando ya llegaba la noche había descendido y al mirar hacia arriba también vi a Brisa del Viento que estaba en el tejado contemplando la noche, a lo que me decidí a acompañarlo y tratar de arreglar la situación que antes vi. Subí por la escalera y él al sentir mis pasos me dijo:

    — Las estrellas están hermosas y puedo oler el aroma de las flores. Gracias a ustedes, les estaré en deuda siempre— alegre aparentemente me decía él.
    — No es nada, sólo es nuestro deber y me alegra haberte ayudado— le exprese tiernamente y agregue imprudentemente — ¿a qué te referías con que no querías dañar a alguien de nuevo? —.

    — Es que cuando era más joven yo ame mucho a una muchacha y ellos la arrancaron de mi lado para luego matarla delante de mí, sin que yo pudiera hacer nada— lamentándose me decía.
    — Discúlpame, no debí preguntar, sin embargo nada de esto es tu culpa, sino de aquel malvado — convincentemente le decía para remediar el error que había cometido.
    — Pero no la entiendo, me rechazo…—notando el tono confundido y triste de su voz.

    — Sólo se confundió un poco, no dudes que ella te quiere, dale un poco de tiempo para que pueda asimilar todo lo que está sucediendo— le aconseje con el mejor de mis deseos, lo que le devolvió el ánimo y la confianza abrazándome en agradecimiento.

    — Siempre descuidada Dama Blanca— se escucho la voz del Rayo quien me sorprendió.
    — Aunque al viento ayudo —añadió de entre la noche aquel Trueno.
    — ¿Qué hacen aquí? —les interrogue, a lo que ellos indicaron con el dedo hacia abajo, yo miré y estaba de pie mirándome el Caballero Negro quien al notar mi mirada se alejo, me preocupe pudo creer algo que no es, malentender mis intenciones, rápidamente me baje del tejado e intente seguirlo.

    —Nunca se da cuenta…— tocándose el cabello y mirando despreocupadamente decía el Rayo.
    —Sus pensamientos están en la luna…— cruzando sus brazos decía el Trueno quienes me miraban.

    Le seguí angustiada, seguro vio aquel abrazo que le di a Brisa del Viento, no sé que estará pensando, creo que hice mal me cuestionaba entre la noche clara de luz que la luna me mostraba, miraba en todas direcciones tratando de encontrarlo pero a pesar de mis esfuerzos no le encontraba, de repente una mano me tomo por la cintura y tapo mi boca ante mi asombro y me trajo hacia él.
    — No grites, calma— mientras miraba sus ojos azules que me elevaban por el aire ante mi asombro. Era a quien buscaba y no lucía como yo creía al contrario tenía un semblante muy calmado.


    — Yo creía que estabas molesto porque me viste en el tejado…—decía aceleradamente a lo que él me interrumpió.
    — Sólo les pedí a los gemelos que me señalaran en dónde estabas, para traerte aquí— me dijo calmadamente mostrándome un extenso campo de flores que maravillaron a mis ojos impresionándome, además con la noche clara era hermoso.
    — Qué precioso es. Voy a recolectar algunas para llevárselas a las muchachas —decía muy alegre alejándome de él corriendo por todas partes ante las risas de Dereck quien me miraba alegremente.

    —Sabía que te gustaría. Además quería hablarte de algo importante…—me decía sin que yo lo notará, porque estaba demasiado impresionada, no era sólo por las flores sino por su aroma tan delicioso, por la luna, por todo.
    — ¿Crees que a Paulina le gustaran las rosadas o las amarillas? —preguntaba sin darme cuenta de lo que él me hablaba.
    — Creo que debo dejar este tema para otra oportunidad— se resigno guardando algo en su bolsillo a lo que con sus palabras me saco del trance en que me envolvían el aroma de las flores dejando todo aquello para acercarme a Dereck a quien abrace fuertemente.


    — Lo lamento, ¿qué me decías? —le dije tratando de arreglar la situación.
    — No te preocupes, ya habrá otra oportunidad— me dijo tranquilamente con una sonrisa correspondiendo a mi abrazo.
    — Gracias por traerme aquí Dereck —le dije alegremente mirando sus ojos que me transportan siempre a las nubes y él mirándome también.


    — Te has impregnado del aroma de las flores— me dijo acercándose a mi cuello y a mi cabello y agrego — tomemos las flores y vámonos pronto, deben estarnos buscando— me dijo alejándome, divirtiéndose con las flores y el viento alegre igual que yo. Él se saco su capa y en ella envolvimos las flores que pudimos mirándonos de manera cómplice y luego las lleve en mis brazos porque estaba muy encantada con ellas no dejando que Dereck me las llevara, él me atrajo a él.

    — Se me olvidaba una cosa—me dijo mirándome tiernamente y cuando iba a preguntar que era, él me besó dejándome llevar por el aroma de las flores y por la sensación de su beso que hacían todo esto perfecto y me dijo que para que fuéramos más rápido le haría un nudo a su capa y las llevaría él, a lo que ya no pude rehusarme y llegamos más rápido de lo que yo hubiera deseado.


    — Recordé también cuando paseamos por los cerezos —le dije mientras nos acercábamos.
    — Sí en esos días cuando yo no te recordaba del todo, porque o sino tú no te me hubieras escapado —me dijo provocando una risa en mí y llegamos caminando ya a la cabaña




    N°palabras: 3544


    Continuara...
     
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  19.  
    surisesshy

    surisesshy Usuario popular

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    ¿Es mi imaginación o tus capitulos son más cortos? Definitivamente extraño esos capitulos que me costaban hasta un día entero en leer XD.

    Fiu, por poco, me tenáis muy pegada a la pantalla, ya creía que pelear con Brisa del Viento, suerte para él que los Caballeros son muy inteligentes y que Dama Blanca tenga tan buena punteria XD, pero esto todavía no habia acabado, ahora es que empieza y más con el regresó de ese hechisero, solo espero pacientemete a que tu musa te inspire en el siguiente capitulo (y lo haga largamente como antes XD) nos vemos en la próxima y ni en los momentos mas criticos esos gemelos se aguantan, cvomo me recuerdan a cierta gemela que tengo ¬¬"
     
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  20.  
    yulisesshy

    yulisesshy Entusiasta

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    (Ignorando todo lo demás) ¡le va a pedir matrimonio!!!!! ¿En serio nos vas a conseder ese desesperado deseo? Por fin, arduos días de atacadera dieron sus frutos XD.

    Que romántico la últimas partes, el beso del Caballero Brisa del Viento a Paulina fue sorprendente, pues no creía que él lo haría frente a Dama Blanca, veo que no teme el demostrar sus sentimientos frente a los demás, eso significa que no tendremos que esperar mucho a la boda y posible futuros niños correteando, jeje.

    Ahora quién me preocupa es Dereck, por Marithza no haserle caso no se lo pidió, lo que el tenái en su bolsillo era un anillo de compromiso ¿verdad? Por que si no es así, preparate para el ataque de dos fangirlistas locas (no, es broma) ¡pero mejor que sea un anillo de compromiso si quieres vivir mucho tiempo y no tener una muerte prematura!!!! (eso tambien es broma.... la mitad) espero el siguiente capitulo, no hay nada más que hablar (de veras se olvido de la batalla) bey.
     
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