Dama Blanca, los guardianes y los 10 Caballeros

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Estrella Solitaria, 31 Enero 2011.

  1.  
    surisesshy

    surisesshy Usuario popular

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    T.T en serio llore con la noticia de que Dereck tenía prometida y más aun queria agarrar a la susodicha y jalarle los moños hasta dejarla calva, huy! Ahora que las cosas entre esos dos estában tan bien, viene esta metiche, que corage he cojido, yo que ya estaba oyendo campanas de boda despues de ese beso, el cual por cierto estubo muy romantico (suspiro de amor).

    Pobre Blake, tienen a su novia cautiva y pa peor la están maltratando, espero y la puedan rescatar a tiempo y vivan felises por siempre, haaaaa, los problemas amorosos nunca acaban y estoy segura de que Blake y Dereck no son los únicos con novias, puesto que estoy segura de un posible romance entre ofelia y ese principe que se habia comportado mal con ella, espero y que si, eso le bajaria los humos de grandeza.

    Uy esta muy entretenida y misteriosa esta historia, no espero a saber como encontrarán a la novia de Blake y como solucionarán ese compromiso La Dama Blanca y el Caballero Negro, espero la conti pronto, sayounara.
     
  2.  
    Estrella Solitaria

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    Dama Blanca, los guardianes y los 10 Caballeros
    Género:
    Aventura
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    Les traigo la conti disfrutenla!!!

    8°Capitulo: El guardián de los Mares
    Nos dirigimos hacia las afueras de este pueblo, pero nos detuvieron una tropa completa en fila y nos rodearon, su líder se acerco a Dereck, yo estaba a su lado y no comprendía lo que veía. El líder le dio la mano a Dereck y el también lo abrazo, claro que yo no entendía nada. Aquel hombre le preguntaba acerca de esa herida tan grave, Dereck le respondió que sólo era un rasguño. Él hombre se ofreció a llevarnos a su campamento que se encontraba más allá del pueblo y de la maleza y se ofreció a curar las heridas de Dereck. Así nos dirigimos hacia donde aquel hombre nos guiaba, aquel era un guardián que había vuelto del exilio, su apodo el guardián de los Mares, tenía un traje azul con espirales dorados, sólo escuchaba su conversación.
    —Desde hace años que no te veía amigo Caballero Negro — le decía aquel extraño.
    — Igual yo guardián de los Mares —contesto el comandante.
    — Sí, desde tú última hazaña cuando te nombraron caballero a los quince años— recordando le decía aquel guardián. Al escuchar esto me asombre, fue muy joven cuando lo nombraron caballero; él me incluyó en la conversación
    — Ella es Marithza, Dama Blanca de los guardianes—dijo Dereck
    — Mucho gusto— le dije y le tendí la mano a lo que él hizo el mismo gesto y agrego
    —Dereck esos sí que eran buenos tiempos — dijo a lo que el comandante no entendió del todo.
    — Es que al ver a esta jovencita me he acordado de cuando éramos sólo unos muchachos — decía él con una sonrisa
    — Sí, tú eras uno de los mejores guardianes — decía el comandante noble
    —Hasta que me llego el exilio —contesto aquel guardián, a lo que el comandante le manifestó su nula comprensión de ese hecho.
    — ¿Qué quiere decir eso? — le pregunte yo que tampoco comprendía.
    — Miren, el día de la promulgación y proclamación de los caballeros yo me retrasé porque caí en los embrujos y caricias de una margón, ella me sedujo y logro arrebatarme mi collar azul junto al título de caballero, los traicione, por eso me fui al exilio, aún lo lamento — decía él muy arrepentido.
    — ¿Por qué has regresado? —le pregunto Dereck.
    — Me entere de avances de tipo Vecerte en estos alrededores — decía el guardián.
    — ¡Qué bueno! —interrumpí y me miro extrañado.
    — Dice bueno, porque estamos buscando a Luisa, la secuestraron desde hace tanto y ahora descubrimos un diario de vida que era de ella, ha sido una verdadera pista. Descubrimos que los Vecertes se la llevaron y si tú dices que detectaron avances Vecertes, tenemos de que alegrarnos — le explico en pocas palabras el comandante noble.
    — No estamos seguros, pero los atacaron y me he estado refugiando en estos alrededores, Luisa debe estar por aquí, mis fuerzas se aliaran con ustedes— convencido nos ofrecía su ayuda aquel guardián
    — Pero Blacke y los demás continuaron — le dije yo
    — ¡No me hables de Blacke!, además el podrá arreglárselas sólo — me dijo el guardián vuelto del exilio un poco enojado.
    — Entonces nos quedaremos aquí—dijo Dereck.
    — Llamaré a Nivia para que te cure esa herida, te cambie el vendaje y retire los hilos — dijo él y fue a buscar a esa muchacha, y a mí me dijo Dereck que no me preocupara que él era de confiar. Yo me retire de allí y me senté en otro lugar, pase algunos momentos pensando en donde estaría Blacke, Rawin y las muchachas y si estarían bien. La guardiana llamada Nivia me pregunto si me encontraba herida, le respondí que sólo tenía algunos rasguños, pero de igual manera curo esos rasguños y me tranquilizo diciéndome que a Blacke le enviaron un comunicado y que tuvieron que marcharse.
    — El comandante se pondrá bien —termino diciendo. Luego me llevaron a un cuarto en donde pude recostarme un poco y descansar, pero me levante temprano de igual manera y recorrí el lugar, estaban ocupados me di cuenta de que no poseía mis cuchillas y las busque.
    — No te preocupes — me dijeron —sólo las están afilando, pronto te las devolverán — y me tranquilice al escuchar esto.
    Seguí caminando admirando el lugar, el guardián de los mares daba órdenes a los demás de prepararse, tantas cosas se me pasaban por la mente hasta que me senté en el suelo de un piso elevado con mis pies colgando, no tenía nada que hacer, pero mi mente igualmente estaba ocupada. Alguien me miraba y lo sentía, pero otra vez estaba sumida en mis pensamientos tal vez sin sentido
    — Se que estas preocupada por Blacke, las muchachas y Rawin — era Dereck que siempre está pendiente de mí, me preocupe de inmediato de su herida
    — No te preocupes ya estoy mejor —me respondió antes de decirle cualquier cosa.
    — Necesita descansar comandante— le sugerí dulcemente.
    — Deja de preocuparte, Nivia hizo un buen trabajo curando esta herida, ya me repuse, no estés más triste. Vamos el guardián de los Mares nos acompañara junto a sus tropas— me dijo más calmado mirándome profundamente.
    — ¿Volverá a ayudarnos?, estoy confundida — le dije al comandante.
    — El exilio lo hizo de sentimientos inaccesibles, pero al vernos una vez más en problemas ha querido ayudarnos — me explico.
    Nos fuimos junto al guardián de los Mares hacia donde tenían pistas, en el camino se nos hizo largo el viaje y nos contaban que todos los collares de los caballeros eran muy importantes pues eso algún día nos podía ayudar, el guardián perdió el suyo hace mucho tiempo y también nos decía que desde hace unos días estaban los alrededores intranquilos, murmullos entre bosques, pueblos, era extraño. Dereck le explico que al diario le faltaban las últimas páginas y sin esperarlo sin más ni más él dijo:
    — Yo se las quite — nosotros quedamos atónitos ¿por qué lo haría? ¿Con qué necesidad?, creí que me desmayaría de la impresión, Dereck tampoco lo creía, nos miro y quiso explicarnos al segundo lo que había sucedido, es que ese diario había caído cerca de Nifrum cuando trasladaban a Luisa, ellos no la observaron por eso él no quería que si alguien de malas intenciones se adueñaba de estas páginas decidiera matarla, desaparecerla o algo peor, por eso las guardo y algo pudo traducir, ya que Relyell una vez trató de enseñarle hace tiempo, lo necesario para enterarse del último plan de los Vecertes o desertores que una vez nos ayudaron y que ahora nos dan la espalda de aquella manera tan fría.
    — Blacke puede odiarme lo que quiera —decía aquel guardián.
    — Ya veremos cómo se arregla ese conflicto. Ahora dinos a donde nos dirigimos — exigió el comandante
    — Vamos a Hirtan, el reino colindante al reino de Asqueber en donde sucedió el último enfrentamiento con los Vecertes —explicaba el guardián de los Mares, lo que me hizo pensar que podría ser que ellos desearan la revancha.
    — Tenemos que ser cuidadosos y sé que esa es tú cualidad máxima Caballero Negro —decía su amigo guardián.
    —Dama Blanca debemos encontrar a los desertores — agrego
    — ¡Así será! — les dije con seguridad.

    Nos separamos, no había nadie en las calles, era muy extraño, caminé despacio por si existían trampas y me escondía entre las casas, había hombres con sus armas listas, la insignia amarilla y negro de los Vecertes, Luisa debe estar cerca pensaba. Avancé sigilosamente, me atacaron por la espalda y reaccione con una voltereta en el aire para quedar a sus espaldas y utilice mis cuchillas, se había acallado todo volvía a la calma, Luisa ¿en dónde estará?
    Después de un momento nos reunimos y Dereck había encontrado a un amigo, el príncipe Ricardo, aquel que nos conocía y que había compartido con nosotros. Él sabía de los movimientos de los Vecertes, no se quería mover de aquel reino que lo necesitaba y había reunido mucha información que nos fue de gran ayuda. Él nos dirigió a un lugar en el que había algunas personas, entre ellos estaba Blacke y las muchachas además de Rawin, Blacke estaba molesto, enfadado y fue a encarar al guardián de los Mares.
    —Has regresado del exilio — dijo Blacke encarándole
    — Yo que tú no me insultaría tanto. Tengo las hojas que le hacen falta a ustedes para encontrar a Luisa — explico el guardián de los Mares.
    — ¡Tú las tenias, maldito bastardo! —le grito y se abalanzaron a pelear, Relyell se nos añadió y los separo con dificultad.
    — ¡No lo puedo creer, la batalla está allá con los Vecertes!, parecen niños — les grito.
    —Lee las hojas Rawin para que sepamos bien que sucede — ordeno Dereck
    — ¡Yo no quiero esperar más, quiero ir a rescatarla — dijo Blacke.
    Ellos se retiraron, Blacke en desesperación atravesó los bosques a gran velocidad seguido por Relyell quien trataba de calmarlo ante la mirada atónita de nosotros sobre todo del Príncipe Ricardo y Ofelia.

    Al otro lado de los bosques estaba el pueblo de Iris que quedo en manos Vecertes y Blacke sospechaba que Luisa estaba encerrada.
    El guardián de los Mares fue convencido por Dereck para que apoyara de igual manera a Blacke y le explico que en el fondo de su corazón Blacke no deseaba decir similares cosas, la preocupación y la presión lo había enceguecido a lo que él lo comprendió en cierta manera y decidió apoyarle igual. Le seguimos la pista a Blacke corriendo a gran velocidad y sólo nos detuvimos para que Rawin leyera unas páginas y en ellas nos mencionaba su próxima ubicación en este lugar y también algo imprevisto, atacarían la ciudad del reino de Asqueber del príncipe Ricardo, la incendiarían. Por eso nos dirigimos hacia Blacke en el menor tiempo posible y al llegar son dividimos para cubrir las dos partes de esta situación. Dereck y el guardián de los Mares se quedaron con Blacke. Rawin, Ofelia, Pieiry y yo nos dirigimos a Asqueber. Ricardo estaba desesperado, sus padres estaban en el palacio de su reino que a esa hora estaba siendo invadido por los Vecertes. Ofelia trato evitar que él fuera a acudir en su rescate y lo desvió ocultándose en los alrededores, porque era muy importante que él se mantuviera a salvo, por eso le pedí a Ofelia que se lo llevara de esa situación, que huyeran, ante la nula compresión de Ricardo que aunque había sido muy altanero amaba a su pueblo.
    — ¡Debo ir en rescate de mis padres y de mi pueblo! y agrego — ¡déjame ir! — a lo que Ofelia trataba de contenerlo.
    —Es mejor que se resguarde príncipe, si usted muere tomaran su preciado reino y a su pueblo — trataba de hacerle entrar en razón dulcemente Ofelia.
    — ¿Por qué me hablas así?, yo que te he tratado muy mal siempre — decía razonando Ricardo.
    — No se preocupe por eso y ya verá como todo saldrá bien — le animaba con una sonrisa que lo tranquilizo.

    Mientras que en Asqueber había pánico por todas partes y ya no podíamos hacer demasiado, justo en esos momentos acudieron algunos de los caballeros a ayudarnos, llegando así en el minuto preciso, pero tenía más angustia por saber si el rescate de Luisa se había llevado a cabo o no. Mis compañeros controlaron a los Vecertes en ese lugar, ayudamos rápidamente a la gente y a apagar el fuego que se había propagado por las casas, la situación pudo ser controlada de esta forma y los Reyes estaban a salvo, el plan de los Vecertes se logro frustrar.
    Luego Ofelia trajo al príncipe de vuelta al ya estar más calmado que después de todo nos pudo ayudar venciendo a algunos Vecertes, parecía todo un guardián. Esta batalla le ha cambiado en cierto modo.

    Así que nos dirigimos a toda prisa al reino vecino en donde la situación se había agravado, peor que en Asqueber.
    Luisa ya estaba a salvo porque el muchacho que la tenía retenida la había dejado en libertad, ante la reprensión del comandante de ellos que lo había golpeado.
    — ¡Pensé que estabas preso maldito!, ¡no sirves para nada!, ¡pensé que el idiota de Espejo te había matado! — le decía a lo que él no podía responder.
    Dereck se percato de este dialogo y quiso alcanzarles, estaba seguro que ese muchacho lo había querido matar antes, pero no sabía por qué le importaba.
    Esa batalla había terminado, pero aún quedaba por luchar y comenzábamos a sentir el cansancio de estas situaciones.
    Ofelia miraba como Ricardo la defendía de algunos Vecertes sorprendida de la valentía que él mostraba cosa que le llamo la atención y cuando un vecerte lo ataco por la espalda sin que él lo viera ella con una gran piedra le pego en la cabeza librándolo de una posible muerte a lo que él le agradecía besando su mano y con una gran sonrisa entre medio de este conflicto y mientras mis compañeros aún luchaban por sacar del todo a los Vecertes yo solo sentí a un hombre que me inmovilizó con golpes simples en puntos clave supuse porque sentía desvanecido mi cuerpo hasta que me desmalle por su culpa, me sentía débil y me llevo con gran rapidez como un costal, no podía reaccionar, mi cuerpo estaba pesado, pero no era un Vecerte, ¿quién será?, sólo podía pensar en mi mente.

    Terminada la batalla más tarde el comandante Caballero Negro estaba feliz, al fin Blacke se encontró con Luisa. El guardián de los Mares preguntó si estaban todos y fue así que notaron la ausencia, los caballeros reunidos se desesperaron y sólo yo faltaba.

    — ¿En dónde esta Dama Blanca? —pregunto el comandante noble.
    — Debe estar por aquí, puede ser que aún no regresa — dijo el Caballero Dorado. Pieiry llego hacia ellos agitada, cansada de tanto correr al estar lejos de ellos.
    — ¿Dama Blanca estará muerta? — pregunto un guardián, al que acallo Dereck gritándole.
    — ¡No digas tonterías, ella es muy fuerte! — no perdiendo la esperanza de que estuviera bien.
    — Claro, si la ha entrenado Blacke — dijo convencido el guardián de los Mares.
    — ¡Déjenme hablar! — dijo Pieiry cansada y agrego — ¡Se la llevaron! — dijo al fin a lo que todos quedaron pasmados
    — ¿Quién fue?, ¡dímelo! —exigió el Caballero Negro mirándola fijamente y preocupado.
    — No era Vecerte — dijo ella a lo que más se asombraron y se preguntaban lo que había ocurrido.
    — ¿Quién fue entonces? — dijo el guardián de los Mares preocupándose.
    — ¡Tenemos que encontrarla!, ¡iré enseguida! — dijo Dereck a lo que todos le ofrecieron su apoyo.
    — Descuida amigo que ella estará bien — dijo el Caballero del Fuego poniendo su mano en su hombro.
    — Ella estará bien ya verás como todo se soluciona — le dijo Ricardo al lado de Ofelia.
    — Yo te ayudare — le propuso el guardián de los mares.
    Por lo menos ellos vendrían a buscarme, fue lo último que les escuche mientras nos alejábamos, sólo me había acercado para verlos por última vez y así despedirme. Aquel hombre tenía en su rostro una venda negra con sólo dos agujeros para ver, no me dijo nada, todo ocurrió sin el más mínimo aviso y fue muy rápido. Luego de mucho recorrer esta anestesia por fin comenzaba a irse y comencé a tratar librarme de él sacudiéndome, pateándolo por lo que me caí, intente correr pero con sus vendas me amarro de manos y pies con una habilidad que no había visto y volvió a cargarme, parece que le gusta el silencio, ya que no hablo y también me cubrió con una venda la boca, no podía gritar ni emitir sonido y aún con la incertidumbre de no saber que quiere. De repente mi captor me tiro al piso y con mi mirada le preguntaba que se disponía a hacerme y el por qué se ese repentino lanzamiento sin más ni más saco la venda de mi boca y me desato de manos, pero no de los pies, además me ofreció algo de comer, le pregunte por qué todo esto, me respondió que la tiranía no provenía de él, sino de su líder.
    — No es como tú crees— me recuerdo que dijo. Comimos y me explico que él antes había pertenecido a los guardianes.
    — Traidor — le dije enojada.
    — Llámame como desees — respondió mi captor no importándole mi enojo.

    Luego de un tiempo él decidió que acampáramos por esos alrededores, deseo volver a ver a mis amigos mientras miro mi techo de estrellas y me pregunto ¿qué habrá sucedido?, ¿Cómo estarán?, ¿estarán buscándome? He pensado escaparme, pero mi raptor está muy atento ¿Cuándo terminará esto?

    En otro lugar estaban Dereck, el Caballero Negro junto al guardián de los Mares planeando como encontrar la manera o alguna pista sobre mi paradero, pero más aún, él estaba preocupado por su collar azul que ahora necesitaba. Estaban preocupados y Dereck durmió sólo un poco, vigilando entre la oscuridad buscando algún indicio y pensando que por lo menos Luisa estaba ya a salvo y Blacke estaba feliz con ella.

    A la mañana siguiente teníamos que atravesar un pueblo en el que había mucha gente por lo que me desató, aunque me mantuvo bajo amenaza, él se quito las vendas de su rostro, disimulando ser una pareja cualquiera, no llamando la atención, sin embargo me mantenía sujeta con el arma que guardaba sigilosamente tras mi espalda, una cuchilla afilada, nadie nos descubrió y yo sólo quería que me dejara ir. Aquel pueblo me traía recuerdos a mi mente sobre todo al ver a los niños pasar, recordé mi infancia al lado de mi madre, pero me devuelvo rápidamente a mi realidad, ella está muerta junto a mi padre.
    Dereck y el guardián de los Mares están cerca y los siento.
    — Debemos seguirles la pista — no se daba por vencido el comandante.
    — ¿Pero cómo?, se mueven muy veloz de un lugar a otro — le pregunto aquel guardián.
    — Entonces aumentaremos nuestra velocidad — dijo convencido el comandante.

    Mi captor no me hizo daño, traté de convencerle que me dejara ir, pero él no contestaba, hacia caso omiso de mi conversación, pero de un momento a otro se mostro amble lo que me extraño porque por una parte el no quería dañarme pero también parecía que escapaba de sus manos el poder librarme. Nos detuvimos en un lugar en donde él se reporto con su líder, eso creo. Él sólo me amarraba de las manos a veces, pero ahora sin tanta frecuencia. Luego de eso, de vuelta a un bosque al otro lado del pueblo en donde nos escondimos de las sombras a acampar otra vez, y me dijo que su líder quería saber todos los datos del Caballero Negro, como su identidad, residencia entre otras cosas, ya que al parecer tenían cuentas pendientes y me explico que si yo accedía a contarle lo que sabía de nuestro comandante me dejaría libre, pero yo no podía traicionarlo después de todo lo que me había ayudado y de cuanto añoraba una vez más su compañía, tomé mi decisión aunque me costara la vida. Por algunos momentos pensé que era mejor desaparecer y que nadie me buscara para no ponerlos en peligro, y secuestrada me cubrió la cabeza y me entro en un lugar extraño, tal vez su guarida, ya que no quería que mis ojos la vieran, me ató de manos y pies, me dejo en el suelo a esperar.
    — Debemos encontrarlos pronto — decía el guardián de los Mares.
    — Descuida que llegaremos — dijo Dereck más calmado.
    — Pero, mira allá Caballero Negro — señalo el guardián.
    — ¿Qué sucede? — le pregunto él no entendiendo lo que indicaba.
    — Sé que no es el momento, pero están atacando a esa muchacha. Es mejor que usted siga, yo le alcanzare más adelante — le propuso el guardián, a lo que el comandante se negó.
    — Creo que necesitaras ayuda — le dijo dispuesto a ayudar.

    Ellos se dirigieron hacia donde estaban atacando a una muchacha, a lo que ellos se dirigieron como personas normales, ella estaba herida, pero el guardián de los Mares no iba a dejarla desprotegida, sin embargo todo cambio cuando él se percató del collar azul que llevaba, cambio su carácter totalmente y le reclamo a que le devolviera su collar una vez más, aquel azul collar que ella portaba.
    — ¿Eres tú el dueño? —le pregunto asustada
    — ¡Es mío mi madre me lo dejo! — agrego ella y se marcho como pudo, el guardián de los Mares quería ir tras de ella, pero el Caballero Negro lo detuvo
    — Dale tiempo, ella no podrá huir de este pueblo. Prometo que te ayudare, pero ahora Marithza nos necesita— le pidió el comandante. Dicho esto el guardián de los Mares abandono toda posibilidad de perseguirla, por lo menos por ahora y se dirigieron detrás de la espesura de hierbas y montes.

    Mientras que mi raptor me llevaba hacia su fortaleza vieja y gris que sólo pude observar por un instante, porque él me cubrió la cabeza con una manta negra y me adentro en aquel sitio donde nos recibieron, su líder estaba ansioso esperando mi llegada, me descubrió el rostro y comenzó un gran cuestionario que yo esperaba.
    — ¡Dime la identidad del Caballero Negro!, ¡yo se que tú la conoces! —me grito — ¡De mi no la obtendrás! — le dije con determinación a lo que él me abofeteo. Mi raptor me miraba de lejos con ojos de compasión y culpabilidad y detrás de un miro escondiéndose él estaba. Entonces el líder me pregunto por los demás guardianes y también acerca de nuestra Ciudadela Imperial, tanto de su ubicación como su acceso, yo no accedí a decirle lo que él quería oír, así que se preparaba a rebanarme el cuello.

    Dereck y el guardián de los Mares se dirigían a la fortaleza sólo que les quedaba atravesar unos bosques y cuando estaban en eso una voz les hablo y una mujer apareció, el guardián de los Mares pensé que podían ser espíritus rondando, pero el Caballero Negro la identifico de inmediato, aquella era Rosiana, antigua reina de los Celeyantes, que había sido desplazada a este bisque en su exilio.
    — Tráeme a mi hija, o no te dejaré pasa— amenazaba.
    — ¡Qué está diciendo, nosotros no la conocemos! — le decía el guardián de los Mares.
    — Espera algo me parece familiar en ella— dijo Dereck.
    — Tráeme a mi hija Caballero Negro —le exigió una vez más.
    — Veo que me conoces — le dijo el comandante.
    — Yo se que tú la tienes guardián- dijo Rosiana.
    — Lamento decepcionarte, pero yo no la conozco —le explico Dereck.
    — No los dejare pasar— amenazo ella dominando ese bosque.
    —Debemos pasar, nuestra amiga Marithza nos necesita — le explico el guardián de los Mares.
    — ¿Marithza has dicho?, los dejare pasar, pero debo ir con ustedes— les propuso a lo que aceptaron.

    Él iba a contarme el cuello cuando mi captor intercedió diciendo que les podría servir para otra cosa, que bien lo sabía el líder que yo era hermosa y alguien así debería aprovecharse y no desperdiciarse, que sería la mitad de la venganza. El líder estuvo de acuerdo, pero les dijo que me dejarían tres días sin comer y se marchó. Mi captor de acerco a mi cárcel y me dijo que no dejaría que me mataran y me dio a conocer su identidad y su plan, su nombre es Iliott y su plan consistía en pasar en organizar una fuga masiva escaparíamos por una puerta que daba a una escapada, según él fácil y efectivo, era peligroso, pero necesitábamos tiempo sobre todo para que no se dieran cuenta de este engaño.

    — Caballero Negro ¿crees que Frederick tiene algo que ver con esto? —le preguntaba pensativo el guardián de los Mares.
    — Es cierto que según lo que dicen nos traiciono, pero él se hace mucho tiempo que fue exiliado, hace tres años — le corroboro el comandante.
    — Si, fue hace tiempo, pero si nos traiciono una vez podría hacerlo de nuevo — combatían sus pensamientos en su interior
    — Zéfiro podría conocerlo mejor, recuerda que los padres de Frederick, su madre fue una guardiana y su padre un margón — le dijo Dereck.
    —Eso lo veremos, por ahora debemos irnos junto a la reina, aún Marithza nos necesita — continuando dijo el comandante noble.
    Atravesando la espesura de los bosques se encontraba aquella guarida, fortaleza de los que me han secuestrado, allí aguardaba en mi prisión a Iliott, mientras su plan avanzaba, se inmiscuyo en los controles de seguridad de las llaves de las compuertas de las prisiones, aquellos eran unas llaves de metal viejo, una de ellas podía ser compuestas por dos o tres engranajes que colocados de la forma correcta abrían diferentes puertas, pero no tan grandes como imagine, él se llevo las combinaciones necesarias y las escondió. Su presencia se notaba, el líder era muy astuto y presentía que algo sucedía, yo era su presa de mí querían obtener tácticas hasta torturarme me ofrecieron, sin embargo yo no cedería ya que ellos son mis amigos, en eso pensaba mientras que sin comer me encontraba y un poco débil, por eso espero que a Iliott le vaya mejor que a mí. Iliott había sido traicionado por su tal líder cuando era más joven dejándolo preso para siempre en sus sucios trabajos. Luego en la tarde me explicaría lo que seguiría librarme al día siguiente era nuestro plan, él tomaría una especie de palanca que se abre con una llave, la que tenía en su poder, todo estaba listo.

    El Caballero Negro junto al guardián de los Mares ideaban una estrategia para rescatarme, no querían fallar ni en el más mínimo detalle o podrían derrotarlos por su gran número esto requería de usar más la cabeza que la fuerza o sino desencadenaría una batalla a muerte inminente, pero eso no fue necesario porque lo que sucedió después fue algo poco planeado, pero efectivo. Iliott ajustó los engranajes de la llave para activar la palanca, nadie lo observaba, activado todo se abrieron las compuertas y pude huir junto a otros guardianes que distraían a los guardias para que pudiéramos liberarnos. Iliott veía detrás de mí según lo acordado, los guardias de aquella fortaleza apresaron a algunos, aunque con armas de los mismos guardias que nos vigilaban combatían, pelearon guardianes junto a aquellos enemigos, pero en un momento Iliott desapareció, salí por una puerta que encontré, él me tomo del brazo y me saco, me dijo que los planes habían cambiado, que tenía que quedarse o sino corría mucho riesgo nuestro plan, me pidió que de su parte le enviara muchos saludos a Blacke y sobre todo a Relyell, esas fueron sus últimas palabras y desapareció entre el humo y la multitud, yo me sentía débil y corrí de allí a los árboles que nos rodeaban como gigantes protectores, me perseguían si dos encapuchados los que eran muy rápidos, me encontraba débil ya no podía correr. En ese momento dos cuchillas pasaron una a cada lado de mi cabeza hacia atrás que los detuvieron, eran mis amigos sin duda, guardián de los Mares y Caballero Negro una mujer que no conocía, una vez más les debía mi vida.
    — ¡Vayámonos de aquí! —le dije, deseaban ir a pelear en la fortaleza, pero les suplique que nos fuéramos de allí y en ese último suspiro me debilite cayendo al suelo, alguien me cargo dulcemente y luego desperté en la Ciudadela Imperial, hasta ese lugar nos habíamos dirigido, estaba de nuevo en la habitación que se me fue asignada un día y a mi lado estaba Cristina a quien no veía se hace un tiempo, ella me pidió que no me levantara que descansara, me dijo que estaba a salvo, le pedí que me diera mis ropas que me había cambiado y al tomarlas de mi bolsillo se cayó una carta, que recogí, abrí la puerta de mi habitación afuera esta el Príncipe Dereck que me vio extrañado, yo necesitaba hablar con Relyell, tomé una dirección y lo busque, Dereck me siguió, esa carta era para Relyell, creo que Iliott la metió en mi bolsillo cuando no miraba. Al encontrarlo estaba sentaba sentado y pensando, le extendí la carta, me invito a sentarme, me dijo que no quería verla y yo m extrañe mucho.
    — Recíbala comandante Relyell— le pedí, pero él miraba triste lo que en un principio no había notado, por lo que me precipite a quemarla al fuego de una fogata, ya que si él no quería verla no tenía sentido tenerla. Dereck me pidió que no lo hiciera y me pregunto.
    — ¿De quién es aquella carta? — a lo que no abrí la boca para contestar y lancé el sobre de la carta al fuego, lo que provoco la reacción de ese comandante y me pidió que se la entregara al verla amenazante al fuego, creyendo que lo que se había quemado era el contenido del sobre.
    — Sólo queme el sobre para que se animara a leerla comandante— le explique y se la entregue en sus manos, él se marcho a leerla mientras Dereck se preguntaba que había sido todo eso, le explique ya que en el fondo yo sabía que había tenido la gentileza de traerme cargando. Sobre Iliott le hable y que la carta la enviaba él, también le dije que me había ayudado a escapar, pero que se había quedado, entonces el me dijo que teníamos una deuda con aquel.
    — Habrá que ayudarle a salir de allí, pero antes tienes que hablar con una persona Marithza — me dijo en un tono un tanto misterioso, lo que me intrigo y ante mi pregunta de sobre quien se trataba el me señalo a la mujer que venía con ellos y, él se retiro dejándome a solas para que hablara con ella.
    — ¿Tú eres Marithza Sueljet cierto? —me pregunto no creyéndome, lo que yo le confirme, ella se impresiono.
    — Yo tenía una hija con ese mismo nombre. Yo soy la reina Rosiana de los Celeyantes — decía asombrada.
    — Puede tratarse de una coincidencia, yo no soy celeyante— le explique
    — Yo deje a mi pequeña con unas personas que se convirtieron en su familia—decía, lo que me impresionaba cada vez más
    —Mis padres están muertos, los mataron los celeyantes —continuaba explicando — A tú padre lo mataron, yo conseguí huir con mi pequeña, tú padre quería firmar la paz con los guardianes y al enterarse de eso aquellos malvados traidores lo asesinaron, yo seguí a una mujer que llevaba nuestro emblema, la piedra de la Nobleza, que también era perseguida y quede encerrada en este bosque, me perdí y luego seguí otro rumbo, no pude volver jamás — contaba entre sollozos ella
    — ¡Tú no puedes ser mi madre siendo Celeyante! — no lo podía creer, fue impactante.
    — ¡Claro que lo soy!, y para probarlo te diré que tú tienes un lunar al comenzar el brazo derecho. Dime si acaso eso no es cierto- decía con determinación ante mi asombro, le confirme que aquello era cierto, no podía creerlo mi madre después de tanto tiempo, era impresionante, me abrazo y prometió nunca más dejarme sola.
    —Pero yo no dejare de ser guardiana — le aclare enseguida.
    — No es necesario que los abandones, tú podrás subir al trono más adelante, al trono que nos fue usurpado, pero debemos irnos unos días a nuestro reinado— me explicaba mi madre que se había enterado de las circunstancias.

    Me dirigí a Relyell, él estaba atónito porque observo todo, además de leer aquella carta que creo también lo dejó impresionado por lo que me invito a sentarme y esta vez accedí, quería contarme algo y era sobre Iliott. Me contaba que él había sido su aprendiz hace mucho tiempo y que ahora era un traidor
    — No, él no nos traiciono, lee bien esa carta— le pedí al triste Relyell
    —Sé bien cómo se dieron las cosas, no necesito mayores detalles— me dijo cabizbajo este comandante, yo no quería discutir con él, pero no podía comprender. En esos momentos se levanto y llamo al Caballero Negro, quien llego rápidamente y lo invito a sentarse también.
    —Fue en esos días cuando a los comandantes se le designaban algunos guardianes más destacados para completar su entrenamiento con un superior. En ese momento Dereck sólo era un malcriado, Regen era muy frío e indiferente, solitario; Odrick animoso a cobrar venganza por lo que los margones le hicieron a su familia; Cedrick y Sadrik ambos hermanos tan parecido, ya que son gemelos idénticos, sólo se diferencian en su mirada; Ytrion, es el único que quiso pertenecer a los guardianes sin cobrar venganza y sólo por ayudar a las personas. En fin la mayoría eran unos muchachitos maltratados por las circunstancias de la vida y entre ellos también estaban Frederick e Iliott, traidores que no debí haber entrenado nunca, me defraudaron — nos contaba Relyell recordando antiguos tiempos y dirigiéndose al Caballero Negro le dijo que él mismo leyó la carta, entonces eran dos cartas una para Relyell y otra para Dereck, no pensé que se conocieran. Dereck le decía a Relyell que él también había sido terco muchas veces y que había pasado por bastantes problemas al igual que pudo tenerlos Iliott, pero Relyell no entendía razones.

    A la mañana siguiente estaban todos los caballeros junto al vuelto del exilio Andrú, el guardián de los Mares para despedirme, ya que me marcharía junto a mi madre a la ciudad estado de los celeyantes Cerezo, me dieron abrazos y ya pensaban que no volverían a verme, me dijeron que antes de irme el comandante Caballero Negro tenía que hablar conmigo y me dirigí rápidamente a él.
    —-Antes de que te marches debo devolverte el collar de la Nobleza que pertenece a tu familia — me dijo aquel guardián.
    — No es necesario—- le comente.
    — Claro que sí después de todo mi madre la saco del reino de tus padres, es lo justo, también llévatela en recuerdo de todos nosotros, y de mi también, te extrañaremos — me dijo en un tono más triste.
    — Por qué tanta despedida, no me voy para siempre — le aclare. Él coloco el collar en mi cuello y me deseo buen viaje, aquel guardián me despidió junto a los demás guardianes y caballeros, se respiraba un aire de tristeza, Blacke también se hizo presente. Así nos marchamos mi madre y yo a la ciudad estado de Cerezo.
    En el camino ella me explicaba más sobre lo que había sucedido y pensaba que podría ser que el pueblo aún nos odiara, el camino era largo en dirección oriente de todo lo que había conocido, un carruaje vino a buscarnos, es la primera vez que me subo a uno y el paisaje era muy bonito. Tenía algo de emoción de volver a ver esta ciudad natal que abandone de niña, pero ahora tenía que hacerme cargo de la situación de mi pueblo y aún me preguntaba en mi mente que sucedería con Iliott.
    Al llegar me di cuenta de que algunas partes estaban en ruinas y que necesitaba reconstrucción, debía asumir esta responsabilidad aunque sabía que no sería fácil, esta ciudad de la que no debí salir.

    N° palabras: 5787.

    Continuara...
     
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    surisesshy

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    Wiiiii, que bien que todo se arregló, de veras me asuste cuando raptarón a Dama Blanca, pero suerte que pudo salir ilesa y que eso ayudó a que se reencontrara con su madre, que alegría, aunque todavía estoy un poco triste porque las cosas entre ella y el Caballero Negro no se arregalrón, buaaaa, espero y su apdre recapacite y vea en Dama Blanca una buena yerna, jejeje.

    Como siempre tu historia me ha dejado enganchada y curiosa, siguela pronto, ha! por cierto, ahorita no te agradeci, pero ahora si te agradesco por la dedicatoria, beys y suerte.
     
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    Estrella Solitaria

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    Suri todo con calma, todo a su tiempo jajaaa, tocan aun más historias no te deseperes XD cuidatee ya pondre la conti
     
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    Estrella Solitaria

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    9° Capitulo: Ilmi Rouenn
    Por otra parte el Caballero Negro se apresuraba a cumplir su promesa de ayudar al guardián de los Mares a encontrar a la muchacha que portaba el collar azul. Se dirigieron al mismo punto en donde la habían visto y recorrieron el pueblo como dos muchachos normales y extranjeros, la buscaron parecía haber desaparecido de la faz de la tierra, entonces ya que se quedarían buscaron en donde buscaron en donde pasar esa noche para no levantar sospechas, pero no había lugar, estaban todos los sitios ocupados, así que tuvieron otra opción que dormir a la sombra de los árboles, aunque Andrú no podía dormir, ya que los recuerdos del pasado y su collar perdido en manos extrañas desde hace tanto tiempo, eso lo tenía muy pensativo. Hasta que amaneció y al salir el sol ya no podía esperar más para encontrarla, aún se acordaba del rostro de ella y ya más por la mañana se encontró con el mismo escenario anterior, no quiso despertar a Dereck y al caminar hacia el pueblo, vio a la muchacha siendo atacada por los mismos hombres, quería ayudarla, más porque aquellos querían arrebatarle el collar azul, pero observo por un momento y escucho. Ellos le reclamaban una deuda que podría pagar entregándose a ellos o dándoles el collar, que era lo único de valor que poseía, intentaron manosearla y apoderarse de ella, pero la muchacha tenía gran fuerza y se defendía bien, al entender Andrú uso su cuchilla de color azul, desenvainándola y lanzándola a la pierna de uno de ellos y derribando al otro de un gran golpe, ambos corrieron, huyeron y no se les vio más. La muchacha estaba en el suelo asustada y más ahora, ya que reconoció a aquel muchacho que aunque la había salvado le daba miedo.

    Andrú la levanto del brazo, ella quería huir y trataba defenderse, al verla así a él le sobrevino una compasión extraña por ella. Le explico que no quería hacerle daño, pero la muchacha no comprendía y defendía el collar azul con sus manos.
    — ¡No te lo daré! — decía ella apretando con fuerza el medallón.
    — Deberás, yo soy su dueño — le explicaba Andrú
    — Claro que no, este collar me lo dejo mi madre, ¡no me lo arrebataras! — le decía la muchacha. Emprendiendo huida y el la siguió, uso su traje de guardián y con una boleadora le amarró los pies cuando ella corría, no lo podía creer ante ella se alzaba un imponente guardián, él se agacho ante ella, llegando a su altura.
    — Escúchame, no quiero dañarte, sólo quiero recobrar algo que perdí hace tiempo — le decía el guardián de los Mares, ella estaba impresionada
    — Eres…. un guardián — dijo tartamudeando.
    — Calla, no grites, no te hare daño, te desamarrare en seguida no le digas a nadie que por estos lados viste a un guardián— le pidió con más calma.
    — Descuida no lo diré, pero no puedo darte este collar — le dijo calmada
    — Eso lo veremos más adelante, anda, levántate —le dijo cuando desamarro sus pies, resignado a recuperar su pasado.
    Andrú volvió a tener una compasión que no era visto desde hace mucho ni que él tampoco se explicaba, se quito su traje y de nuevo como un simple muchacho la acompaño como ausente por el bosque hasta que se toparon con Dereck que buscaba a Andrú, los tres caminaron un poco hasta el pueblo. Andrú decidió dejarla en paz, porque después de todo estaría en buenas manos y ya estaba resignado a ser exiliado, se despidió de ella, pero le dijo que se volverían a ver cuando estuviera en peligro el collar, que esa es la única razón por la que volvería, Dereck estaba impresionado, aunque no era todo como él creía. Se despidieron y ella se marcho mientras los guardianes caminaron hacia el bosque que era el único camino para salir de allí, Dereck alistó sus cosas para marcharse, pero Andrú lo detuvo, esa no era la idea, su plan consistía en seguirle un tiempo, porque sabía que esos hombres volverían para quitarle el collar. Así que se quedaron y no tardaron sus deducciones, pasando sólo unos instantes se escucho su voz pidiendo auxilio.
    — Esta niña no se escapa de problemas — decía con una sonrisa. Concurrió donde ella estaba siendo atacada, pero esta vez los ataco con sus mejores ataques, para que no volvieran, la tomo de la cintura alejándola del peligro para poder librarla y a la vez lanzando muchos metales filudos, el llamado multi- ataque filoso dejándolos sujetos a una pared, su ropa fue la que atravesaron esos pequeños metales, con la nula intención de matarlos porque era mejor ahorrar fuerza para combatir con los enemigos que habían secuestrado a Dama Blanca. Ambos junto al Caballero Negro se alejaron del peligro, ella le dio las gracias al guardián de los mares y luego de caminar un poco al comandante se le vino una idea a la mente para que ella estuviera a salvo, llevarla a la Ciudadela Imperial, pero antes de eso le hizo prometer que no revelaría ninguno de los secretos ni palabras que delante de ella se hablaran. Andrú no estaba del todo de acuerdo, pero de todos modos obedeció. Antes de llegar debían acampar, ya que estaban cansados, todos los sucesos habían trascurrido uno después de otro sin dar ni un respiro, el comandante inspecciono el área, la muchacha se ofreció a traer ramas y pedazos de madera para encender una fogata, pero el guardián de los Mares no se lo permitió y con agresividad le dijo que no se moviera de allí. Mientras ella esperaba el Caballero Negro regreso y le pidió que le contara como es que aquel medallón había llegado a sus manos, el guardián de los Mares se unió a ellos comenzando a escuchar lo que la muchacha les contaba.
    — Mi nombre es Ilmi Rouenn, mi madre fue Amelia Rouenn una bella aristócrata de la región de Madelion al otro lado de este mar, ella se enamoro de un pintor llamado Albert Yel, ambos compartían este amor que venció todo obstáculo, incluso a los padres de mi madre que en un principio se opusieron. Mis padres al tiempo se casaron, pero poco nos duro la felicidad. Un día comenzaron los problemas y al cumplir catorce años un medallón llego a nuestras vidas. Mi madre lo encontró en una cabaña junto a mi padre, desde allí unos hombres los persiguieron para quitárselo, poniendo nuestras vidas en peligro. Tuvimos que huir en diferentes direcciones para evitar morir. Mi madre quería entregárselo, pero me confesó que algo se lo impedía. Fuimos perseguidos mucho tiempo, hasta que tuve quince años y en ese tiempo ellos mataron a mi padre Albert, lo que le causo un gran dolor a mi madre y a mí, debido a esto al contrario de querer rendirse decidió esconderme junto con el medallón, me envió junto a una familia de campesinos que me cuidarían, aquellos hombres pensaron que se había roto o desaparecido y no aparecieron más. Mis dos padres ya no están así que lo conservé como recuerdo de ellos, aunque a pesar de todo fui muy feliz cuidando este medallón y hasta ahora vivía con una mujer aquí en esta pequeña región de Melinge —.
    Ambos guardianes escucharon muy detenidamente y el Caballero Negro le pregunto cuántos años tenía ella e Ilmi contesto que veinte, desde hace seis años que conocía ese medallón, el guardián de los mares dijo que lo hace siete años lo había perdido, cuando él era un joven de diecisiete años. Algo no calzaba un año no estaba contemplado, pero aquel guardián lo sabía, la margón que se lo había quitado, no le entrego el medallón a su comandante y se lo cobraron muy caro ya que no la volvió a ver, sin duda ella y los suyos se encargaron de los padres de Ilmi.
    — Por la culpa de ella me exiliaron. Yo debí ser Caballero y lo arruine — decía resignado y reprochándose a sí mismo su pasado irresponsable.
    — Lo bueno es que Ilmi tiene el medallón, pero hay otra cosa que no te he dicho — dijo Dereck tratando de comenzar a contarle.
    — ¿Cómo?, ¿qué cosa comandante? — pregunto aquel guardián con sorpresa.
    — En la carta de Iliott mencionaba otras cosas que no dije. Mencionaba que una mujer estaba proporcionando información a nuestros enemigos ¿Quién podrá ser ella? —explicaba Dereck
    — No lo creo comandante, aunque no lo descarto —comento aquel guardián que estaba a su lado.
    — Y si ha sido obra de Frederick, el traidor, digo él nos ataco —insistía Andrú.
    —Él me ayudo varias veces, creo que la historia es diferente— analizaba el comandante.
    — Debes entregarme el medallón Ilmi, nadie te hará daño, estarás a salvo — le dijo para consolarla.
    —Tómalo es tuyo, siempre lo ha sido siempre lo será —le dijo con determinación Ilmi y con mucha tristeza.
    — Entonces quiero que te lleves a Ilmi a la Ciudadela Imperial, tú serás el responsable de ella ahora —le dijo en tono de orden el comandante noble.
    — Entendido comandante, yo cuidare de esta muchachita — le dijo en tono burlón mirando a Ilmi, la que se preocupo y no quería ir.
    —Te cuidaran, estarás a salvo pero debes prometerme algo, que toda palabra o secreto que se diga delante de ti, no lo dirás a ninguna persona— le dijo el Caballero Negro seriamente.
    — Esta bien Caballero Negro, lo prometo —determino Ilmi.
    Todos durmieron esa noche y por la mañana el Caballero Negro conversaba con el guardián de los Mares acerca de Dama Blanca, ya que el comandante debía reunirse junto al Caballero del Fuego, Regen para ir a Cerezo a visitarla. Por eso él se despidió de ambos y se marcho, mientras el guardián de los Mares llevó rápidamente a Ilmi hacia donde se le fue indicado y cuando ella se canso de correr, él la tomo en brazos y le cargo.
    — Los guardianes tenemos buena resistencia, aunque pasado unos dos pueblos ya estaré agotado— decía con gracia.
    Ilmi pensaba que se estaba compadeciendo de ella cada vez más y ante la forma dulce que la había tratado se sonrojo.

    Atravesaron hasta la altura de Nifrum y ya faltaba poco para llegar, por lo que decidieron caminar desde allí y conversaron sobre algunas situaciones, ella lo miraba con tristeza al recordar lo que les había contado sobre cómo había perdido ese medallón pensando en que podía hacer para remediar su angustia y con esa tristeza que sobresalía de sus ojos decidió entregarle en sus manos y no sólo de palabras aquel medallón azul que encerraba tantos recuerdos.
    —Toma guardián de los Mares, no sufras más —ella se lo entrego y Andrú sonreía mucho, le daba las gracias y ella lo miraba dulcemente ya sin sentir tanta tristeza aunque eso no quitaría la mala relación con Blacke que a pesar de haberse afianzado aun continuaba tensa, y así se dirigieron con más energía hacia la Ciudadela Imperial.

    Por otro lugar el Caballero Negro se dirigía al punto de reunión de él con Regen su amigo, que lo acompañaría a Cerezo. Regen ya estaba allí esperando y noto a su comandante muy nervioso.
    — De hace ya un tiempo que no la veo —decía en tono bajo.
    —Deja de estar nervioso Dereck —le decía con mucha calma Regen.
    — La extrañaba, se que en un principio no nos llevábamos bien, pero aprendí a tenerla cerca, pero si ella está a salvo por mi está bien— le decía Dereck con nerviosismo.
    — Además no es sólo un viaje por placer, sino que debemos avisarle sobre lo que tú sabes —le recordaba Regen.
    — Claro de eso hay que informarles, es peligroso esa mujer les está entregando información sobre nosotros. Además de los restos Antiquinenses que encontré— le contaba el comandante.
    —No puede ser, a ellos los derrotamos, Dereck en el reino del Ámbar —muy sorprendido y atónito decía Regen.
    — Pero de eso nos encargaremos después — decía con seguridad Dereck.
    — Claro si ahora debes ir a ver a una princesa —lo molestaba su amigo.

    Ellos marcharon hacia Cerezo antiguo reino al mando de celeyantes que ahora trataría de ser una gran ciudad-estado en donde se encuentra el palacio de ella. La princesa Marithza se encontraba asesorando a unos trabajadores que reconstruirán tan linda ciudad, ambos guardianes al llegar no la vieron, por lo que Dereck se dirigió al palacio que había sido reconstruido un poco antes de la llegada de ella y hablo con la reina Rosiana entregándole la información para estar alerta, lo que sorprendió a la reina y le dijo que su hija se encontraba en el pueblo, por eso decidieron ir a verla. Dereck caminaba nervioso, Regen trataba de calmarlo.
    — Tú eres un gran guardián que comanda una gran grupo y nunca te he visto enflaquecer ni temer ante un enemigo, pero ahora ante ella te pones nervioso como nunca antes te había visto — le decía entre risas Regen y ya cuando estuvieron en frente de ella Regen le coloco unas flores en las manos de Dereck — ¿Qué estás haciendo? — le decía en voz baja
    —Ya me lo agradecerás amigo —decía Regen en voz baja, ella se dio media vuelta al escucharlos y los vio a ambos , Dereck ahora en sus manos llevaba una flores que se las dio a ella avergonzado por dentro y Regen se marchó para no molestarles.

    *Yo misma no los esperaba —Me encuentro en medio de la reconstrucción de mi ciudad Cerezo — le dije, me tomo por sorpresa no me esperaba su visita y menos acompañado de unas flores tan lindas, nunca me lo espere de él y más teniendo aquel problema de su prometida y así el me dijo que no sólo había venido a verme por una simple visita, me explico que se sospechaba que una mujer estaba informando a nuestros enemigos sobre nosotros y eso era de alertarnos, también lo note por su rostro que ahora había tomado un aire serio y preocupado, lo escuche atentamente y volvió a reiterarme que no saliera de mi ciudad por ahora, él no quería exponerme, pero yo aun sigo siendo una guardiana, se lo expuse, pero él me replico que era mejor quedarme.
    — No quiero discutir contigo —me dijo, yo tampoco lo deseaba, no quería arruinar su buen gesto, así que le obedecí más que nada el sigue siendo nuestro comandante noble a pesar de todo lo que ha pasado sigo queriendo.
    Luego de dar un paseo y de seguir conversando, él tuvo que despedirse de mí, era hora de que regresaran lo que me dio pena porque quería que ese paseo no terminara nunca.
    Regen estaba hablando con mi madre cuando llegamos, se despidieron de nosotras y nuevamente me pidió que nos refugiáramos en esta ciudad marchándose hacia el oeste y mientras se alejaba no podía desviar la mirada de aquel guardián noble.

    Mientras ellos se alejaban, los malvados enemigos planeaban una nueva estrategia, una mujer pedía que secuestraran a la princesa celeyante, sólo teniéndola a ella como prisionera les daría la información que deseaban y ante esto esos hombres accedieron. Iliott había escuchado lo que hablaban e inmediatamente se las arreglo para mandar un mensaje de aviso a las espaldas de esos hombres, lo que pronto daría resultados.
    Dereck y Regen se alejaban, pero Regen le reclamaba al comandante:
    — ¡Has sido un cobarde, no debiste dejarla sola, ella te necesita! — con fuerza le decía.
    — Debo guiar a los guardianes en conjunto con Blacke y Relyell, ella aquí está bien protegida. Yo también la extraño — decía conteniendo sus más profundos sentimientos.
    — ¿Antepones tu deber ante tu amor?, sin duda por eso te has convertido en el comandante Noble más fuerte —decía más calmado su amigo guardián.
    —Me gustaría quedarme con ella, pero algo me inquieta. Te diré lo que le mencione al guardián de los Mares. Cuando llego la carta de Iliott no la leí completamente, además que se mencionaba a una mujer, ella proporcionaría la información a cambio de algo que en ese entonces y hasta ahora no conozco — tratando de explicarle que eso es más urgente que sus sentimientos.
    — Ese si es un peligro, pero veras que podremos con ello —decía Regen alegre.

    El mensaje volaba a través de lugares de valles, árboles, hasta que llego hasta las guardianas Damas Plateadas quienes sospecharon y se dirigieron enseguida a la ciudad de Cerezo en donde aún estaba la calma, aunque no por mucho tiempo.
    Ellas llegaron a mí en el preciso momento cuando me atacaron dos hombres, vestían igual a Iliott, uno me tomo a fuerza despejando las cuchillas de mis manos, Dereck y Regen aún estaban cerca. Carolina y Tamara combatían con ellos para librarme, mientras Annia fue en busca de ayuda y al escuchar sus llamados acudieron nuestros amigos Caballeros guardianes. Logre soltarme un poco de sus manos ante la gran fuerza de mi enemigo, el Caballero Negro se encargo del segundo que huyo en los primeros golpes y las muchachas doblegaron al que me ataco primero logrando desenmascararle, Regen lo reconoció al instante, sin duda aquel era Ioren de los Antiquinenses, un antiguo pueblo en el que los guardianes habían tratado de ayudar. Aquel nos guardaba un gran rencor y odio y yo sólo unas veces había escuchado hablar de ese pueblo. Regen no podía creerlo estaba muy sorprendido, porque se suponía que él había muerto.

    — Tanto tiempo Regen, veo que has mejorado, cuídate las espaldas —decía Ioren aún sujetado por mis amigas, por lo que estaba vez me dejo ir, no pudo llevarme con él y usando todas sus fuerzas se libero de mis amigas y escapó.
    Dereck me levanto y me abrazo, yo le replique que esta ya no era una ciudad segura e impenetrable, y esta vez me dio la razón mirándome con esa mirada que me eleva a las nubes, pero no era tiempo para flotar.
    Nos dirigimos a mi palacio en donde mis tres amigas me explicaron la llegada de la carta con la firma de Iliott y que ellas venían a darme aviso para estar alerta a lo que ellas se quedaron conmigo y no querían dejarme sola. Dereck aún así tenía que marcharse, más aún después de lo que había pasado y me dejo al cuidado de ellas, yo le seguí hasta detrás de mi ciudad, pero él me detuvo y me beso en los labios para no olvidarme, fue tierno y ligero, lo que me impresiono bastante, pero él no podía quedarse conmigo y yo estaba decidida a irme y volver a usar mi ropa de guardiana olvidándome un momento de la tristeza que aún tenía.

    N° palabras: 3095.

    ¿Qué sucederá con este antiguo enemigo? continuara...
     
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  6.  
    RomAnce

    RomAnce Soleanimetrix

    Leo
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    Mi colega Estrella solitaria.
    por què me avisò tan tarde?[​IMG]
    me hubiese encantado dejarle post en cada capìtulo y por consiguiente felicitarle.
    Me vas a tener que dar tiempo jejejejeje! ya que me la pusistes defìcil!
    Bueno!! el primer capìtulo esta muy interesante y el name de la protagonista me enamorò!
    ya que es muy parecido al de mi madre! como la ves?
    todo esto me parece muy intrigante...si tan sòlo pudiera contar con màs tiempo y dispocisiòn lo leerìa todo en el transcurso de tres dìas pero, por el momento sòlo te puedo dar mi opiniòn para tan sòlo el primero..
    espero servirte de algo, aunque sea mìnimo jejejeje!
    èxitoss! no se desanime que ganas y motivaciòn no le faltan!
    Xao!
     
  7.  
    Estrella Solitaria

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    Acuario
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    Perdona, espero que puedas tener el tiempo para leer y que la disfrutes :)
     
  8.  
    surisesshy

    surisesshy Usuario popular

    Escorpión
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    Kyaaaaa, ese beso fue my lindo, pero todavia devo esperar.
    Uy!!! Que no se cansan de molestar a mi querida princesa Dama Blanca, pero devo ser pasiente, si no, no hay historia: Que liiindo,el caballero Mar ya encontro a su nueva novia, eso espero, jejejejejeje, aunque es un poco joven para él, peor en el amor no existe la edad, jejejejeeje, espero y pronto pueda resolver el conflicto que tiene con Blacke, no es bueno que dos viejos amigos se odien tanto, peor no dudo que se arreglen, si lo hicieron Dereck y su hermano, ellos lo harán.

    Te quedo genial la conti y me gusto la parte en la que Relyell le pone unas flores en las manos a Dereck y tambien me partió de la risa cuando él estaba nervioso, el gran Caballero Negro, nervioso por una chica, jajajajaajaja, definitivamenete, eso es amor, espero con ansias la conti y sabes que te apoyo, beys.
     
  9.  
    Estrella Solitaria

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    Dama Blanca, los guardianes y los 10 Caballeros
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    Y aunque aun es muy pronto para poner la continuación, de todas maneras la pondré porque me encanta publicar, aunque aún me queda mucho que aprender. Saludos a todos los que se han interesado en leer esta historia y espero sigan interesándose :)

    10° Capitulo: Le llaman Caballero del Fuego

    Dereck se fue rápidamente junto a Regen muy sorprendido a dar esta nueva noticia a los comandantes y a los guardianes.
    Así unos días después me dirigí a la Ciudadela Imperial junto mis amigas no sin antes dar aviso a todo Cerezo del peligro constante y no sin antes reforzar con protección tanto a mi madre como al pueblo y toda la ciudad. Sabía que sería difícil, pero ni Blacke creía que ese tal Ioren era el responsable y menos que los Antiquinenses estaban comprometidos con nuestros enemigos. Al parecer ha tomado un nuevo giro nuestra situación, aunque yo desconozco sus aventuras y batallas pasadas por eso preferí preguntarle a Cristina, ya que ella ha compartido mucho tiempo con ellos y Paulina no la he encontrado.
    Cristina me explicara pensé y acudí a ella para que me informe y así saber a qué atenerme, ella al escucharme me explico la historia:
    * — En el reino del Ámbar existía una princesa llamada Sinced, la cual es hermosa y testaruda, a la que ya has conocido anteriormente. Su padre es el rey Arthur y como buen padre siempre la protegía, ya que al morir su esposa Rouss, su hija se convirtió en lo más importante, en su joya preciosa, aunque a ella no le agradaba en nada que su padre la protegiera tanto y eso fue siempre motivo de disgustos entre ellos dos, pero la princesa no conocía de la existencia de un mal que los acechaba de cerca y fue por eso que el rey mando buscar un equipo especial de protección con su viejo amigo de infancia Blacke, que en ese tiempo usaba el nombre completo de nuestro grupo Los guardianes Imperiales.
    Así que un día el rey recibió una carta de un reino lejano, en la que solicitaban su presencia, pero el rey no quería dejar a su hija sola, por lo que Blacke le envió una solución, la cual era mandar a uno de los guardianes para su protección, sin embargo él no sabía a quién enviar. Esto paso hace tiempo, antes de la última batalla margón. Ese día Blacke dio un discurso, por lo que me acuerdo que era así:
    — ¡Escúchenme guardianes, guarden silencio! — había una gran expectación ese día y agrego — ¡El rey necesita de un guardián valiente para una misión muy importante! — ya que por esos días era muy difícil encontrar a alguien dispuesto, ya que estábamos con mucho trabajo, estaban la mayoría combatiendo en el frente con unos reyes de las regiones vecinas, por esto Blacke fue a buscar a un guardián que estuviera libre y dispuesto en otro lugar, a lo que se despidió de Alía su sobrina, quien le recomendó tener cuidado con el Caballero sellado, que así le llamaban en ese tiempo, porque él no era para nada amigable. Regen en ese tiempo aún no formaba parte total de los guardianes, aun no estaba constituido en el grupo noble, pero Blacke sabía que él podía colaborar, nadie le creía eso porque Regen no era partidario de ayudar a los guardianes, pero tenía ese esperanza.
    Por otra parte la princesa no estaba de acuerdo, aunque su padre le explicaba que sería mejor, —Hablé con mi amigo Blacke, él me conseguirá a alguien que te cuide — el rey estaba convencido de que esa ayuda llegaría.
    — ¡Pero padre, yo ya tengo suficiente con todos los guardias del palacio rondando por todos lados, ¿no te parece bastante?! —ella estaba enojada y discutieron largo tiempo, pero el rey le dio el punto final.
    — ¡Que no se diga más, sólo espero la confirmación de Blacke! — .Entonces ella se rindió, aunque le dejo una herida en el corazón de su padre al decirle
    —Está bien, al fin tú siempre acabas haciendo tu voluntad ¡mientras que la mía no te interesa! —. Hasta los sirvientes se percataban de esto.

    Él les dio la orden de dejar pasar a Blacke sin problema y así le obedecerían. Mientras Blacke trataba aún de encontrar a alguien, pero tenía que atravesar un bosque profundo, espeso y peligroso habitado por unas personas parecidas a los guardianes en fuerza, pero muy peligrosos los que quedaban muy pocos después de tanta guerra, eran un grupo de gente solitaria y aunque la mayoría ya se había unido a nosotros. Ellos se encontraban al otro lado de este bosque, pero uno que se había enseñoreado de estos lugares, era el más fuerte y era respetado por todos, astuto y de carácter fuerte, discreto y fácil de escabullirse, que a pesar de sus grandes cualidades no quiso unirse a nosotros, porque su corazón había sufrido grandes decepciones, pero Blacke estaba dispuesto a cruzar ese bosque. Cuando al empezar su camino sintió una presencia, sintió y vio el filo de una cuchilla en su cuello dispuesto a degollarle.
    — ¡Caballero sellado! —él reacciono impetuoso.
    — ¿Quien osa entrar en mi bosque? — él no quería ver a nadie por eso encontró ese refugio su hogar.
    — Soy Blacke, líder comandante de las Fuerzas Guardianas — dijo él con un poco de complicación por la fuerza de aquel muchacho.
    –Oh, que visita más ilustre, ¿a qué has venido Blacke? —. Él comenzó a soltarle y hablaron más a gusto. Ellos se conocían desde que Regen era un niño, así que al reconocerlo, pero no sería todo tan fácil, porque para poder atravesar el bosque era necesario vencer a Regen, Blacke trataba de convencerle, pero deseaba un enfrentamiento con Blacke a lo que eso le dio una idea.
    — Más que cruzar quiero pedir tu ayuda — trataba de explicarle.
    —Ya sabes que no estoy disponible para nadie — él no quería ceder, ese día había recordado muchas cosas.
    — ¿Qué te sucedió?, ¡Vamos, tu y los guardianes eran aliados, eres uno de los mejores! — le decía Blacke para animarle y convencerle.
    — Nuestra amistad fue hace tiempo Blacke — le recordaba Regen.
    Ese caballero aún le debía un favor a Blacke y después de discutir él en honor de ese favor le dejo pasar aunque le advirtió a el que se exponía aunque esto para Blacke era muy importante.
    — Pero que tiene que ver esto con los Antiquinenses Cristina — le interrumpí yo volviendo a nuestra realidad y me pidió que le tuviera paciencia que pronto llagaríamos al punto.

    Prosiguió con la historia. Blacke necesitaba encontrar a los rebeldes que estaban bajo la protección de Regen, ya que ellos al irse de los guardianes compartían algo similar. Regen no creía que la idea de Blacke podría ser acertada, pero él prosiguió
    — Gracias, no se te olvide nuestra oferta de unirte nuevamente está abierta a ti.
    —Nos vemos —dijo Regen y se marcho.
    Al cruzar ese bosque no lo recibieron como Blacke esperaba aunque él les explico de buena manera la situación a nadie le importo en lo más mínimo y lo atacaron, pero Regen que esperaba esto lo ayudo teniendo que interceder librándolo de ellos y le aconsejo que se alejara, pero Blacke neciamente quería convencer a alguien para el trabajo y le explico más a Regen.
    — El rey Arthur necesita a alguien para que cuide a su hija la Princesa Sinced, ¿no me digas que te interesa? — le dijo Blacke y aunque lo negara a Regen si le interesaba pero no quería dejar ese bosque solo, pero considero que ya era el tiempo de ver viejos amigos y de esta manera Regen acepto y también volvió a vernos, lo extrañábamos. Todos se asombraron por el mucho tiempo de no verlo
    —Pero Cristina aún no encuentro una conexión— volví a interrumpirla.
    — Marithza claro que esto viene al caso, ya que Regen era enemigo de los Antiquinenses igual que nosotros — me explico Cristina ante mi impaciencia.

    *Prosiguiendo con la historia: En ese entonces él los asustaba sobre todo a los guardianes recientes, pero ellos no estuvieron mucho tiempo con él, porque Blacke tenía que presentarle al rey y a su hija y ante la llegada del compromiso que el rey tenia estaba muy nervioso por la posibilidad de que Blacke no llegara y justo cuando la princesa Sinced pensaba que ya no llegaría se presento Blacke y con el nombre ahora de Caballero del Fuego recordando una hazaña anterior en donde libro a una familia de un incendio, también Regen ante el rey.
    Al rey le pareció una buena idea, la dejo a su cuidado aunque a ella no le pareció correcta su decisión, el rey se despidió de su hija y se marcho con más calma. Ella estaba enojada y triste a la vez.
    — Estoy harta de mi padre— decía la muchacha.
    — Él sabrá porque lo hace— dijo Regen que escucho a distancia lo que la sorprendió mucho.
    — Ah me escuchaste— giro sorprendida.
    — Tengo un muy buen oído —le respondió Regen.

    Todo era tranquilo allí mientras nosotros teníamos más de un problema. Aunque siguiendo con la historia Regen tampoco estaba conforme, pero quiso quedarse, así conoció a la princesa Sinced de la cual hasta el día de hoy es su protector aunque esté con nosotros. La princesa le preguntaba de qué lugar provenía, él le contestó que de más allá del bosque que se veía a lo lejos.
    — Entonces sí conoces a Blacke tú debes ser un guardián de su equipo ¿cierto?—pregunto ella. Él miro el suelo de mármol y sólo le contesto que no era así precisamente casi en un susurro. Ella le señalo que comenzaba a enfriar el clima y que entraría a su habitación, que una empleada le mostraría en donde quedaba su cuarto.
    —Pero te advertiré que cuidarme no es una misión fácil — le dijo ella yéndose a su habitación.
    — Nunca he renunciado a una misión —respondió tranquila y juguetonamente aquel guardián.
    — Esta será la primera —le dijo la Princesa subiendo por las escaleras del salón hacia su habitación y se despidieron.
    Así el Caballero del Fuego se estableció en su habitación y contemplo el amanecer desde su ventana y unas horas después ella intento escabullirse yéndose hacia los alrededores del palacio en una pradera, pero el guardián se percato de eso y la siguió todo el tiempo sin que ella lo notara.
    — Tratas de esconderte, te aseguro que en los bosques es en donde mejor veo, además estos alrededores son muy peligrosos, no es seguro estar por aquí sola— Ella se enojo una vez más con el
    —Piensa lo que quieras —le respondió. Él la siguió todo el día hasta que se perdió en el bosque lejano al palacio desobedeciéndole, él la llamo varias veces mientras ella en ese bosque no sabía qué hacer y así la atacaron un grupo de rebeldes a cargo de Luccio que nos odiaba y también al Rey Arthur. Lo que me impresionó.
    — Espera ¿dijiste Luccio?, ¿nuestro general? —aun no creyendo lo que me decía.
    — Si él mismo, también estuvo involucrado, pero luego de transcurrir mucho tiempo logro arreglarse esa situación, pero deja seguirte contando que todavía nos queda tiempo o sino no terminaras de comprender— me pidió ella
    — Está bien continúa — dije resignada.

    Luccio odiaba al Rey Arthur y Regen también aunque a él se le estaba borrando de la mente. Luccio atacó a la princesa y agredió a Regen, discutieron y Luccio lo provoco a pelear y por tratar de acercarse a nosotros Luccio lo llamo traidor, ya que él al irse decepcionado, cuando era un muchacho prometió ser guarda de ese bosque.
    — ¿Qué?, ¡ahora me vas a decir que eres del bando del rey Arthur!, ¡eres un traidor! — le decía fuertemente
    — No, yo sólo cuido a la Princesa como un favor —le decía Regen a Luccio, pero él sólo se burlaba.
    — ¿A quién, al Rey Arthur? O peor aún ¿a Blacke? Ya supe que intercediste por él en una batalla—. En este tiempo Luccio sólo estaba lleno de ira y venganza, era totalmente distinto a como es ahora, pero ese día pelearon y Regen venció a Luccio quien se fue herido en su orgullo y con más deseos de venganza.
    La princesa salió con los ojos llorosos — ¡Por qué no nos dijiste que protegías a los rebeldes! — decía ella con una gran confusión en su mente.
    — No estoy aquí por gusto mío — le dijo él tranquilamente.
    — ¡No si eso se ve desde lejos! —le decía ella muy enojada y triste.
    — Es un favor a Blacke y a tu padre — trataba de explicarle, pero ella no le quería escuchar y le gritaba que lo odiaba
    — ¡Por qué haces esto! —le dijo ella, a lo que Regen la tomo fuerte de los brazos mientras ella gritaba que lo odiaba decidido a llevársela al palacio para que se calamara, pero ella no tenía la intención de ir, así que Regen la tomo y se la llevo en un hombro cargando y más gritaba a lo que nadie la socorría porque él era su guarda. Cuando llegaron a las cercanías del palacio el bajo a ella.
    — ¡Por qué no me dijiste que odiabas a mi padre! —decía molesta
    —Yo no odio a tu padre, eso fue hace tiempo —trataba de aclararle Regen.
    — Entonces ¿por qué estas de parte de los rebeldes? — ella se enojaba más al no comprenderle del todo, era muy confuso lo que trataba de explicar Regen
    —Pero, necesito que me lo digas — le convencía.
    — Fue hace años después de sufrir una gran decepción, yo me encontraba herido y sin rumbo y les prometí ser su guarda, ya que era fuerte a cambio de cuidados y alimentos por un tiempo —. Eso ella lo había comprendido, pero aún no estaba todo claro.
    —Pero entonces ¿Cuándo conociste a Blacke? — le dijo sin comprender la princesa.
    — Eso fue antes de ser guardia de los rebeldes, de niño le conocí— dijo recordando antiguos tiempos.
    — ¿Por qué decidiste no ser parte de los guardianes? —insistía la princesa.
    — En ese tiempo prefería a los rebeldes en vez de a los guardianes, pero eso es algo de lo que no deseo hablar princesa —le dijo con un poco de tristeza por eso interrumpió su conversación y se dirigió a su cuarto con las ideas revueltas de un pasado que creía desaparecido recordando experiencias pasadas y mirando desde un balcón de un pasillo del palacio allí unas horas se quedo pensando. Así pasaron los días, pero esta historia así comienza.

    Unos días después los rebeldes preparaban un ataque letal en contra del palacio del Rey Arthur, un incendio se divisaba a lo lejos lo que los tomo por sorpresa y al ver eso la princesa decidió ir a ver qué sucedía rápidamente, pero él con los sentidos muy alerta logro sujetarla y cubrirla con su capa de unas llamas que se asomaban fuertemente destruyendo la parte principal, mientras que ellos se encontraban en el jardín posterior del palacio unos rebeldes se acercaban y se burlaban del palacio en llamas. La princesa quería hacer algo, pero Regen se la llevo lejos impidiendo que ella fuera herida, cuando se escucharon ataques de armamento, gritos y al ver su palacio en llamas Sinced se desmayo ante esa impresión teniendo que cargarla Regen y decidió que no había mejor refugio que su antiguo bosque porque los rebeldes lo habían abandonado. Al llegar se topo con Alía, sobrina de Blacke que pudo huir de los rebeldes por ayudar al rey.
    Nosotros también estuvimos envueltos en esas confrontaciones, pero Alía le ayudo y se refugiaron en el antiguo escondite de Regen y al despertar la princesa se asusto al ver a Alía porque pensaba que ella era una rebelde, pero ella le explico lo que había sucedido, por lo que ella quiso ir y ver a su pueblo y tratar de hacer algo por ellos, pero para ellos era muy importante que ella se mantuviera viva, si lograban conquistar no sólo perdían beneficios sino su misma forma de vivir. Lo más importante por eso era mantener a su pueblo unido y que el rey no estuviera como prisionero, también poder encontrar a Blacke para que les ayudara. Lo que supieron después es que el rey y Blacke habían sido prisioneros, pero que había podido escapar Blacke.
    Alía sabía que estaría cerca del palacio y se encontraron, aunque con la incertidumbre de que el rey continuaba prisionero bajo Luccio y sus rebeldes, quien en un principio tenía buenas intenciones, pero que sus aires de grandeza habían absorbido lo bueno de sus ideales. Él quería en ese entonces tomar el poder del Rey para arreglar la situación de sus rebeldes, pero se había venido a bajo sus ilusiones por su ego y aparte quería matar a Regen por considerarlo traidor. Así Regen y Blacke se unieron para poder ir a rescatar al rey, y Alía y la princesa se quedarían escondidas, pero ellas decidieron desobedecer y por eso se dirigieron al bosque de los guardianes y lograron reunirnos en un pequeño escuadrón y nos llevaron a la base de los rebeldes en donde combatían Blacke y Regen con los rebeldes a lo que nos unimos a la batalla en seguida.
    — ¡Pensaba que esta vez me obedecerías! —le grito Regen a la princesa mientras peleaba a espada y agrego — ¡Qué bueno que no lo hiciste! — le sonrió. Luego de abrirse paso ellos dos avanzaron mientras nosotros nos encargábamos de los demás y en uno de los pisos del palacio que estaba calcinado estaba el rey atado, por lo que ella corrió a desatarlo imprudentemente, el suelo estaba inestable y Luccio acechaba. Al verla ir hacia su padre la tomo bruscamente a lo que Regen reacciono derribándolo antes de que no la soltara logrando que Luccio renunciara a matarles a ellos, alejo a la princesa pero Luccio quería vengarse de él también por ayudarle al rey y por una tal Pilar que ambos habían amado, pero que en el final los había dejado a los dos por un tercer guardián.
    — El rey te ha hecho daño a ti también —le decía Luccio que aún no comprendía.
    — Eso es pasado Luccio, no podemos seguir así con todo ese rencor— trataba de hacerle razonar.
    — Esta bien, lo hare sólo si el rey nos da lo que nos prometió en un principio, así yo reinare en otro lugar— y con esta condición entro en razón luego de costar convencerle. Por lo que el rey les dio lo que fue acordado en un principio, unos títulos de propiedad que habían sido escondidos por los consejeros de ese rey que al fin de todo eran los culpables.
    Nos despedimos de él y un tiempo después se unió a nosotros en otra batalla y Regen acepto la propuesta de Blacke y se convirtió en un total guardián hasta el día de hoy. Regen también se despidió de la Princesa a la que le tenía un gran cariño sin embargo el rey le dijo que podía quedarse y venir el tiempo que quisiera, las puertas del reino del Ámbar siempre estaría abiertas para él y tiempo después se reconstruyo ese reino. Ah y también Regen trajo a su madre, aunque Alía le pidió que no dejara sola a la princesa, porque él la amaba, él se negó porque no se encontraba digno y hasta ahora solamente la cuida. Para él nosotros somos su familia y le presentamos a los Caballeros: Dorado, Richard y también a Malva, Odrick, ahora ya eran 8 caballeros, ya que el Caballero de las lianas filudas o mejor dicho Bosque y Earth se unieron al final sólo antes que tú Dama Blanca.
    — Qué lindo lo que vivió Regen, pero ¿y los Antiquinenses — le dije a Cristina ya que nuestro tiempo era limitado.
    — Te contare enseguida aún tenemos tiempo — y prosiguió:

    *Eso fue cuando pasaron unos meses y la prima Lauren de la Princesa Sinced vino a visitarnos junto a ella y Regen le presento a su madre y prometió ir a visitar más seguido a la Princesa porque atender las amenazas que venían demandaban mucho tiempo y esfuerzo.
    El Caballero Dorado que los observaba le dijo lo mismo que Alía
    — La vas a dejar ir. Quieres reaccionar por favor, yo no creo que te gustaría verla en los brazos de otro hombre— trataba de convencerle igual que nosotros, pero no hubo quien le convenciera.
    Luego de eso Blacke nos dijo que había conseguido ayuda para un nuevo problema y esa ayuda era Luccio lo que nos dio mucha alegría, nos ayudaba y así sigue siendo hasta el día de hoy. También tengo que contarte que Regen y Alía son primos, ya que Blacke y la madre de Regen son hermanos.

    Por esos días los guardianes de Registreil que en ese entonces se ubicaba al extremo noroeste, necesitaban ayuda así que nos llamaron, pero Blacke no les permitió a los caballeros ir por lo que se quedaron cuidando el fuerte en donde se encontraron nuevamente Sinced y Regen. Lauren le pregunto a Alía si ese era el guardián que le dio una rosa al marcharse, claro que él había sido y hablaron bastante.
    Pasaron unos días y con la ayuda de Luccio y su grupo nos fue más fácil derrotarlos y en esa batalla Luccio se intereso en Lauren llegando a comprometerse con ella un tiempo después.
    Llegado el momento Blacke nos explico la situación, ya que yo estaba con ellos en el fuerte, nos explico que este conflicto era entre los Antiquinenses de Antiquia y los Alcacovenses de Alcacovea que aunque esos reinos eran hermanos siempre tuvieron problemas, más aún que los margones tenían el control de Alcacovea, de aquí el rencor de ellos hacia nosotros. Ellos derrocaron al rey de Alcacovea y se apoderaron de ella y tomado este reino quisieron expandirse hacia el reino vecino de Antiquia, por eso hasta el rey Arthur nos ayudo planeando una estrategia, mientras Regen fue a espiar a Antiquia y descubrió algo que le sorprendió, su padre era el Rey aliado de ellos en ese lugar, el Rey Zek pero él no quiso escucharle, ya que su padre había abandonado a su madre y a él de niño.

    N° palabras: 3652

    ¿Qué sucederá con este Caballero y con aquellos reinos hermanos? Continuara...
     
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    surisesshy

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    me-ha-en-can-ta-do, en serio no me esperaba este relato del pasado, es bueno saber de sus personajes, concuerdo con Dama Blanca, linda historia la de Regen y e ha gustado saber más de sus conflitos he historias del pasado, que mal padre, abandonar a su hijo cuando era pequeño y más aun convertirse en su enemigo cuando este es grande, Jump, eso no deve ser, pero aun asi eso me entristece un poco, y desearia que se arreglaran sus problemas.

    Me ha gustado mucho el capi y ya quiero ver en que acabó todo, apuesto que yo estoy más atenta a la historia que Dama Blanca XD, espero la conti pronto (aunque no puedes ¬¬) sayo amiga.
     
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    Dama Blanca, los guardianes y los 10 Caballeros
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    Le agradezco a todas las personas que se han interesado en leer esta historia, espero sigan leyendo y divirtiéndose :).
    Les traigo la segunda parte de este décimo capítulo :)

    Su madre le pregunto qué le sucedía al llegar y se lo dijo la que añoro verle a él otra vez, aun lo amaba aunque Regen no lo entendía y aunque todavía no era tiempo y Blacke junto a los caballeros y a Luccio trataron convencer a Regen para que hablara con el rey Zek y así poder ayudar a Antiquia y luego de que se negara muchas veces el accedió y fue aunque Regen no pudo dejar de discutir con él.
    — ¿A qué has venido hijo?, ¿qué sucede Regen? —pregunto su padre dulcemente.
    — ¡No me llames Regen, ni siquiera hijo!— le grito y agrego — ¡Ahora soy un guardián, el Caballero del Fuego! —discutía con él.
    — Como veo que has crecido, ¿Qué te trae por aquí guardián? — hablaba su padre.
    — Las tropas guardianas necesitan de tú intervención hacia los demás reinos aliados contigo —le dijo más calmado. A lo que el rey Zek acepto pero con la condición de que le permitiera ver a su madre, a lo que a Regen no le quedo de otra que aceptar y así acordaron el trato y la Princesa Sinced al seguirlo se entero de todo y ya sólo quedaba hablar con los margones de Alcacovea de lo que se encargo Luccio y pudo ver con sus propios ojos que la líder de ellos era su antiguo amor deshecho Pilar Ferrot, junto a Ioren subcomandante lo atacaron y al discutir no lograron acuerdo alguno y Regen también se entero acudiendo de inmediato seguido por Sinced que también estuvo presente y también fue atacada, por lo que Regen al verla le pidió a Luccio que se la llevara de ese lugar y por su parte él le hizo frente a Pilar y a Ioren y lograron un principio de acuerdo el que estaba controlado en toda su extensión por los invasores. Pilar le propuso que se alejara de los guardianes a lo que Regen acepto, por su parte Ioren le pido que nunca más volviera a molestarles ni a entrometerse en sus planes alejándose para siempre, lo que Regen también acepto y en un descuido cayeron en la trampa con lianas, Bosque los amarro y Earth les aferro los pies en la tierra no dejándoles escapatoria, Blacke y los escuadrones los rodearon con armas, ya no podían hacernos daño, pero juraron que volverían.
    Pilar fue a la prisión guardiana para siempre, igual que Ioren, pero parece que éste encontró una forma de escapar. Regen pudo perdonar a su padre luego de mucho y el Rey Zek pudo reencontrarse con Ana, la madre de Regen y pudo explicarle a Regen que se enamoro de Ana cuando eran jóvenes y que se casaron a escondidas ya que ella era una campesina aunque a Zek eso no le importaba, tuvieron a Regen pero su madre pensó que serían muchos los problemas para él y huyo para nunca más verle hasta ahora, pero eso sólo lo conocía por relatos y le explico que los había buscado, pero su madre uso su astucia para esconder a su hijo de la maldad de la familia de Zek y para que las influencias de ellos no lo envenenaran, así Regen lo perdono y el rey se llevo a su esposa a su reino. Aceptando Regen su pasado.
    La princesa se enfermo ante todo lo que paso y la preocupación broto en el corazón de Regen el que velo su sueño desde una silla y luego de dos días ella logro recuperarse gracias a los cuidados de Cristina y de Regen y sólo por esto el rey Arthur había postergado la llegada de su hija a su reino llevándose solamente a Lauren y le pidió a Regen que se encargara de llevarla una vez que se mejorara y cumplió llevándosela en un caballo que su padre le regalo a Regen. Le pidió a la princesa que si alguna vez estaba en peligro gritara su nombre con el emblema de una llama que le dio y él vendría, a lo que ella le asintió en confirmación. Luego tuvimos más adversidades, pero hasta aquí es con respecto a los Antiquinenses Dama Blanca y luego de muchos peligros se convirtió en ya un miembro completo guardián y se gano el título de Caballero del Ámbar, aunque él sigue usando su apodo favorito Caballero del Fuego término diciendo Cristina.
    — Fue una historia un poco larga, por ahora no te preguntare más, me basta con esto— le dije. Así que por esto Regen se comprometió en derrotar a los Antiquinenses, pero ¿por qué Ioren se unió a ellos?
    Lo que me ha dicho me ha servido mucho, fue buena idea sólo hay que mantenerse fuera del alcance de Ioren y de los enemigos que lo manejan y después de pensar mucho llegué a unas cuantas conclusiones, pero mis pensamientos fueron interrumpidos por Eduard el Caballero Plateado, quien al verme pensativa se acerco, se sentó a mi lado y compartió mis divagaciones, sentí su apoyo y me dio más ánimos además de explicarme unas tantas cosas más, sin duda ese Ioren era un traidor, ya que una vez terminada la batalla entre Alcacovenses y Antiquinenses volvió todo a la normalidad entre estos pueblos que habían sido manejados por margones, pero él herido en su orgullo se prometió regresar para vengarse. Así de pronto Eduard se puso de pie y sólo dijo — Nos llaman—, yo no escuche nada estaba sumida en mis pensamientos, pero él acudió rápidamente y yo no podía quedarme atrás, le seguí a toda marcha y en poco tiempo llegamos al frente de la Ciudadela Imperial y se detuvo de pronto lo que me hizo chocar con él, me dijo que no hiciera ruido, no sabía que ocurría.
    Una vez más Blacke estaba con ellos, me refiero a los caballeros formados en fila horizontal delante de Relyell, quien me hizo el ademan de marcharme y le obedecí, algo importante era para ellos.
    Así todos los caballeros se presentaron ante Blacke y Relyell y les otorgaron unos objetos, aquellos eran 12 piedras con un cristal en medio, pero no les dijo Blacke para que funcionaban, sólo les dijo que era un regalo de cada uno de los pueblos que se vieron amenazados alguna vez, pero Regen no acepto aquel regalo, ya que no se consideraba digno de portarlo porque aún no había podido cumplir con su misión y lo devolvió ante lo que todos los demás se sorprendieron de su actitud, pero la respetaron. Yo lo vi pasar por mi lado, su rostro estaba marcado por una tristeza que aun no comprendía, por lo que quise seguirle para ayudarle pero el Caballero Negro al verme prefirió llamarme y no me dejo ir con él.
    —Es mejor que lo dejes a solas un momento — no comprendía nada, pero Dereck supo explicarme calmadamente y me pidió que no preguntara a nadie los motivos de su tristeza, ni que tampoco comentara con nadie lo que él iba a decirme, lo cual le prometí no revelar lo que él me diría.
    —Sucede que él siente que nos ha decepcionado, ya que Ioren es un antiquinense que traicionando a su tierra y a su sangre se ha unido a nuestros nuevos enemigos — me explicaba
    —Aún no entiendo, él hizo todo lo que estuvo en sus manos, hasta convenció a su padre de ayudarnos, ¿por qué se siente de esa manera? — pregunte aún confundida.
    — Lo que sucede es que es considerado como incompleta esa misión, una deshonra, porque esos territorios estaban a su cuidado —continuó explicando
    — Pero él y todos ustedes pudieron detener a los Alcacovenses después de todo. Ioren traiciono a los Antiquinenses y se unió a los enemigos que eran dominados por margones rebeldes, no es culpa de él —continuaba insistiendo a lo que Dereck me miro extrañado.
    — ¿Tú como sabes tanto?, pero lo que no sabes es que él se comprometió con todos para mantener a la parte antiquinense en calma, aunque cumplió con lo que prometió él no va a estar tranquilo hasta que ya no le queden fuerzas, hasta que Ioren esté derrotado por completo — termino de explicarme.
    — Gracias comandante. Bueno ahora continuare practicando —le dije más alegre.
    — De nada, pero recuerda, no lo comentes, no quiero que Regen lo escuche— me dijo dulcemente a lo que le obedecí.

    Zéfiro llego de pronto para enterarse más sobre lo ocurrido, él recordaba a Ioren y sólo se concebía el odio y la venganza como propósito de su unión, pero el por qué de su más reciente ataque era desconocido para nosotros y para él. Zéfiro conversaba con Blacke y con su hermano, el Caballero Negro quienes buscaban una razón del porqué de su ataque contra alguien que ellos no conocían para que quisieran atacar a una muchacha y a su pueblo que no se han mezclado en esta batalla.
    Pensaron mucho tiempo y no tardo para iluminarle la cabeza a Zéfiro quien a toda prisa se dirigió de vuelta al reino de Canela a hacerle una visita a su padre. Blacke y Dereck no comprendían el porqué de su reacción, pero Zéfiro se dirigió a todo galope en su caballo alazán. Mientras Regen estaba en un árbol pensando lo que me recordaba a Dereck y cuando eso pasa es sólo cuando lo recuerdos aturden sus mentes cerrándoles toda posibilidad a una solución posible. Me decidí y aunque me dijeron que no lo hiciera interrumpí sus recuerdos llamándole, él me vio y bajó de su nube de ideas extrañado de verme.
    — Si buscas al comandante, él no está aquí — me dijo desviando su mirada.
    — No hay razón para estar triste Regen, tú hiciste hasta lo impensado para ayudar a aquel reino en desgracia, ¡quieres despertar ya! —le grite para desaturdirlo y logre que fijara sus ojos con firmeza en mi.
    — Si conoces mi historia deberías saber que aún no la concluyo. Si piensas que estoy triste te equivocas Dama Blanca, sólo pienso en detener su venganza. Estando aquí tú estás a salvo, pudo haberlo hecho para llamar nuestra atención, ya verás que todo va a resultar, no te preocupes ni te fijes en mi —dicho esto se marcho, lo vi tan concentrado.
    Después de esto me reuní con Dereck en el centro de la Ciudadela Imperial aun desconcertado por la reacción de Zéfiro, era como se hubiera descubierto algo. Cuando sólo pasados unos minutos los gritos y ataques se hicieron sentir era tiempo de actuar, aquellos no portaban ninguna insignia ni tampoco Ioren estaba con ellos, tornando esta situación más extraña aun.
    Luego de partir Zéfiro hacia el reino de Canela sólo algunas actitudes sin razón aparente, pero sólo era la cima de los más grande que nos sobrevendría.
    En otro rincón se escuchaba la propuesta de una mujer que aportaría los datos suficientes para destruir la vida de dos de los guardianes y gustosos ella y el líder discutían que quería a cambio. A ese líder lo único que le importaba era poder saber las identidades de los Caballeros, sus máximos enemigos que hace años se preparaba para vencerlos unido a Ioren y a su odio por ellos aprovechando la cantidad de información y de veneno y ahora se libraría la posibilidad de acertarles el mayor de los golpes de la mano de esa mujer que les proporcionaría la información acerca de sus identidades y lugar de origen a cambio de un solo y pequeño favor deshacerse de Dama Blanca o por último capturarla mejor para que ella pudiera vengarse desahogando toda su rabia e ira. Era fácil para el líder, pero Ioren había fallado lo que no le dificultaba la tarea en ninguna manera, por esa tan importante información le daría lo que pidiera a esa mujer, que ya se había convertido en una de ellos. Ioren ofreció disculpas por esa falla pidió una nueva oportunidad para rectificar su conducta trayéndola esta vez sin falla alguna, pero Iliott aun estaba en esa fortaleza, ya que gracias a que él no se marcho de aquel lugar logro escuchar todo lo tramado por ellos tres y decidió mandar una carta escondiéndola en unas ropas y escondida esa carta viajaría para advertir a los guardianes de esa amenaza, esa es su esperanza, pero el plan de Ioren ya estaba en marcha. El padre de Zéfiro se extraño de la rápida llegada de su hijo y de su comportamiento más aún le pregunto si habían visitas, su padre aunque confundido le respondió que Steven estaba de visita y también Fernanda, la prometida de Dereck. Zéfiro sospechaba algo, pero necesitaba pruebas, por eso hablo con Steven el cual no había notado nada extraño a su alrededor, pero algo inquietaba a Zéfiro, era extraño que Fernanda viniera de visita sabiendo que Dereck no estaba, ella siempre lo ofuscaba y no le dejaba en paz por eso al no estar Dereck no tendría nada que hacer y ante sus sospechas decidió seguirle.

    Yo me encontraba practicando mientras los demás pensaban en nuestro enemigo y se preparaban para enfrentarlo, cuando apareció de nuevo Ioren y me reto a combate. Combatió conmigo y mis cuchillas, él jugó sucio, me tendió una trampa y en un descuido me inmovilizo y uso un paño con algo que me durmió, no puede ser que me venciera aunque no de forma justa. Así nos desplazamos y cuando llegamos él me amarro de pies y manos y me dijo que gritara lo que quisiera ya que nadie acudiría en mi rescate. Por otra parte el Caballero del Relámpago Ytrion encontró la carta y la llevo hasta los demás, Blacke la leyó y les informo a los demás, los que se sorprendieron mucho, el Guardián de Los Mares quería inmediatamente acudir en su rescate, pero no tenían idea por dónde empezar. Mientras Zéfiro la seguía de cerca, su actitud era muy extraña, él la miraba escondido y la observo en todo su trayecto hasta que la verdad dio a luz.
    Ella se encontró con un hombre y hablaron largo tiempo, aunque Zéfiro suponía que ellos ya sabían de su presencia y continuo, pero era lógico, Fernanda lo hirió gravemente en una pierna y en el estómago al enfrentarse en un descuido en el que ella lo descubrió, era una traidora que sin considerar nada lo hirió en las cercanías de la fortaleza.
    Ambos entraron en esa fortaleza por la misma puerta por la que Iliott ayudo a escapar a Dama Blanca hace tiempo.

    Los caballeros y guardianes avanzaban, ya que se sabía quién era el captor de Dama Blanca, Regen estaba ansioso de por fin ponerle término a su misión. Steven muy preocupado se dirigió a caballo cerca del enfrentamiento con el fin de darle noticias de Zéfiro el cual se desangraba sentado afuera de la fortaleza, por orden del Líder que al verlo derrotado le mando a Fernanda sacar aquella basura hacia afuera para que no ensuciara su fortaleza.

    Fernanda no tenía retorno quería vengarse por el desprecio del Príncipe Dereck y no pararía hasta verlo acabado. Dama Blanca por su parte trataba de desamarrarse, pero sus fuerzas eran pocas. Iliott al saber lo que sucedía decidió ir en ayuda de Zéfiro yéndose con él a caballo por los caminos, si él no hubiera llegado Zéfiro hubiera muerto, nadie les prestó atención, no los divisaron ya que para ellos Iliott sólo era un sirviente al que tenían controlado, pero no pudo avanzar tanto como hubiese querido por las heridas de Zéfiro así que le ayudo a bajarse del caballo y con unas ropas que traía le vendo y le dijo que se sentara en ese lugar mientras él iba por ayuda en su caballo y que resistiera. Por lo que se dirigió a todo galope al camino que se dirigía a la Ciudadela Imperial, ya que nunca aunque lo negara en su mente aun estaba ese camino en el que estaba la próxima ayuda.
    Al dividirse los escuadrones, Steven encontró al Caballero Negro al cual le dijo todo lo sucedido y un poco después ambos se toparon con Iliott al cual buscaban, él le explico lo sucedido con Zéfiro al que Dereck e Iliott acudieron rápidamente mientras Steven iba por Cristina y un poco después todos ellos se reunieron con Zéfiro el que estaba mal herido.
    —Resiste hermano — le decía Dereck.
    Le habían otorgado una fuerza y habilidad a Fernanda que él sólo había visto en los soldados más poderosos tanto propios como de sus enemigos en eso pensaba Zéfiro cuando ya no respondía a los llamados a lo que Cristina le retiro los vendajes, aplico algunas medicinas con una especie de jeringa, yerbas molidas y coloco vendas nuevas frenando el descontrol de la sangre por mientras, ya que necesitaba de su lugar y medicinas para atenderlo mejor, y ante un líquido de un olor muy fuerte el reacciono, por ahora con lo aplicado podría llegar a la Ciudadela, pero no todo sería fácil, sus nuevos enemigos no los dejarían escapar y al mando de Ioren dirigieron sus ataques, el Caballero Negro e Iliott que ayudaban al herido a estar de pie pero al ver a estos enemigos Cristina fue en su ayuda por lo que ellos los distrajeron y ofrecieron resistencia, mientras Cristina trataba de que Zéfiro pudiera subir al caballo para llevárselo.
    — ¡Así que tú eres el traidor Iliott, eres del que menos me lo esperaba, maldito!-— le dijo Ioren con gran odio, del cuello de Iliott lo alzo al aire, pero el Caballero Negro no le dejaría hacerlo, lanzo sus cuchillas de su guante hiriéndole y pudiendo librar a Iliott, él que por orden del comandante se dirigió a la Ciudadela Imperial a salvo y antes de su huida le dijo al caballero lo que habían tramado en contra de Dama Blanca, pero él no sabía exactamente el motivo.

    Mientras Fernanda y el Líder intercambiaban la información, sus secuaces capturaban al Rey padre de Dereck y a Sinced, princesa del Ámbar. Había revelado las identidades de los Caballeros Dereck y Regen y aquel hombre se apresuraba a herirlos con los seres más apreciados por ellos.
    Luego de eso Fernanda se dirigió a donde estaba cautiva la muchacha que según Fernanda era dueña de su gran amor.

    Apareció en frente de mi, era Fernanda lo que me impresiono en un principio pero luego recordé todo el odio que ella podía sentir por mí, pero entregar la identidad de Dereck y Regen era demasiado, me tenía a su merced, pero afloje mis cuerdas luego de gastarlas en la madera de una silla ya con la experiencia en ser secuestrada que tengo y cuando ella alardeaba de que me mataría pude librarme y contra atacarla sin que ella lo notara tirando a sus ojos la tierra del suelo aprisionándola con mis cuchillas que deje en su ropaje dejándola en una pared inmovilizada y me fui corriendo.

    Ioren por su parte antes de marcharse coloco la certidumbre en el corazón de aquel noble caballero.
    — ¡Has podido salvar a tu amigo, pero que lástima que Dama Blanca no corrió esa misma suerte! —malvadamente. Aquel caballero quedo desconcertado y se dirigió cerca del borde de la fortaleza tratando de buscarla, pero no tuvo éxito, sólo encontró a Regen quien le dijo que una gran batalla se estaba produciendo pasada la fortaleza, por lo que ambos se fueron velozmente. Mientras el Líder, Ioren y Fernanda tenían como prisioneros al rey y a Sinced y además exigían la presencia de los Caballeros Regen y Dereck.

    Cuando llegue estaba Fernanda amenazando al Rey quien rápidamente había sido ayudada por sus secuaces y se había liberado de donde la deje y usando una agilidad increíble llego antes que yo y el Líder esperando a Dereck.
    — ¡Suéltalos o ya verás de lo que soy capaz! —les decía Blacke, pero ellos no querían ceder.
    — ¡Hemos esperado demasiado para nuestra venganza!-— decía Ioren.

    Al llegar los caballeros para salvar a la princesa y al rey se enfrentaron en un combate contra el Líder y Ioren mientras Fernanda vigilaba a los prisioneros, pero yo no podía permitirlo por lo que me abalance a ella para que los demás los sacaran, la herí desquitándome de toda la tristeza y también del enojo aunque ella también me dio pelea, Relyell me ayudo y entre los dos la amarramos y antes de que se la llevaran el rey padre de Dereck desestimo el compromiso que ataba a su hijo con ella por ser una traidora, luego él se la llevo y la entrego a la cárcel de custodia guardiana, no me percate, pero ella si me hirió fuertemente aunque no podía esconder mi felicidad, ante los gritos de ella quien no quería perder a Dereck, pero él mismo le dijo que nunca había tenido su corazón.
    En sus combates fueron todos derrotados luego de una ardua pelea, pero el Líder huyo sin rumbo fijo aunque con una gran herida, Regen pudo al fin terminar su misión al derrotar a Ioren y entregarlo a la guardia, mi herida me dolía cada vez más, no sé que podrá ser, pero todos estaban alegres por los caballeros, Dereck abrazo a su padre y Regen abrazo a la princesa, estoy muy alegres por ellos y luego aquel caballero se percato que yo ya estaba a salvo y también se alegro por mí dándome una gran sonrisa.
    Blacke nos dijo que esto aun no se acababa, ya que los teníamos pero faltaban los que junto a su líder idearon todo esto, ellos sólo perdieron unos miembros, pero no se han dado por vencidos, la verdadera batalla aun está por comenzar. Regen llevo de vuelta a su reino a la princesa muy alegre y Dereck le explico la situación de Zéfiro a su padre y él pidió ir a verle por lo que Dereck lo acompaño. Todos brillábamos de felicidad, pero igual aun alerta, un guardián me observo y cuando iba a caer y me sostuvo, era Odrick
    — ¿Qué te sucede? — me pregunto preocupado.
    —Sólo una herida — le susurre a lo que no me creyó y me acompaño hasta la Ciudadela y al llegar estaba Cristina atendiendo a Zéfiro que sobrevivió.
    —No estabas tan mal, después de todo los margones tienen una gran resistencia—- le decía de forma burlesca Cristina.
    — Yo ahora soy un guardián, ¿nunca me vas a perdonar? —le decía Zéfiro. Dereck se llevo al rey y a su hermano a Canela para que estuviesen más resguardados y como esa ciudad había sufrido ataques de parte de los Malvad, el nombre del grupo unido a Ioren, no todo estaba perdido, a ellos no habían llegado los nombres ni la identidades de los caballeros. Dereck le encargo a su padre poder reconstruir la parte de Canela que había sucumbido, ya que aun los guardianes lo necesitábamos y encargarse de las heridas de Zéfiro.

    Mientras las heridas sanaban pensaba en Regen, el odio de Ioren era porque gracias a su pueblo unido a su padre habían logrado detener a los Alcacovenses y a ellos también, cada vez que pienso en esto la mente me hace más preguntas que no sé contestar.
    — ¿Ya te sientes mejor? —me pregunto Odrick a lo que le conteste con la cabeza en afirmación a lo que él salió sumiéndome aun en mis pensamientos.
    — ¿Hay algo que te molesta? —interrumpió mis pensamientos el Caballero Negro calmadamente
    — No nada, solo pensaba —le dije tranquila.
    — ¿Cómo van tus heridas? —pregunto más preocupado, lo que no sabía que le habían informado.
    — No te sorprendas, a mi deben informarme todo — me dijo ante mi impresión.
    — He estado mejor —le conteste.
    La preocupación le invadía el rostro, un muchacho con una gran responsabilidad, sin duda le inquieta la idea de no saber en donde se encuentra el Líder de los Malvad a quien venció pero escapo, él conoce su identidad por eso está más preocupado que de costumbre, aquel Líder buscara la revancha y aunque estaba herida después de todo Fernanda había sido una traidora que seducida por el poder que le ofrecía el Líder se había alejado y al final por su propia mano pereció.

    Así las heridas de todos sanaron en pocos días, los cuidados de Cristina son muy re ponedoras y me dio tiempo de conocer a Ilmi mejor y también conocer más sobre su historia, me contó que pudo encontrar un amigo en Andrú guardián de los Mares y estaba feliz y me dijo que ella tenía deseos de conocerme desde hace tiempo, pero sólo en este momento pudo hablarme tranquila , aunque esa tranquilidad no duro demasiado, ya que por la tarde los informes eran de avance de los enemigos y nada mejor para llamarlos que poner a la gente en peligro. Así comenzaron quemando pueblos cosa que nosotros no permitiríamos, por eso nos dirigimos rápido y logramos sacar a la mayoría de la gente que habitaba esos lugares y de lo demás se encargo una lluvia que cayó del cielo, la que fue muy bienvenida, pero tuvimos que combatir de igual manera con ellos para eso nos habían llamado. Nos desplegamos por todas las zonas protegiéndonos las espaldas, no nos retiraríamos del campo de batalla, hasta que Zéfiro volvió a ayudarnos cuando vino un segundo escuadrón solo en ese momento pudimos tomar un descanso para volver a la batalla mojados por la lluvia.
    N° palabras: 4208.

    Continuara...
     
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    ¡Lo sabía! Sabia desde un principio quee sa bruja tramaba algo, epro no me puedo creer que dijera la identidad de Dereck, celosa, que bueno que su compromiso acabo, asi hay via libre entre el Caballero Negro y Dama Blanca, aunque no estoy completamente feliz, ahora el Caballero Negro, Regen y Blacke corren peligro, tanto ellos como sus familiares, por una bruja celosa (le saca la lengua) jump, lo que son los celos.

    Valla batalla se esta armando, estoy preocupada por Dama Blanca ¿por qué? pues porque ahora que tiene via libre con Dereck, de seguro y vendrá otro enemigo mas mortal a encerrarle el paso, jump, eso lo se yo, me ha gustado mucho el capi, y te juro que me comi las uñas en la parte que dama Blanca fue secuestrada, nuevamente, adios y siguela pronto, beys.
     
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    Dama Blanca, los guardianes y los 10 Caballeros
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    Aventura
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    Ufff estos guardianes ya han vivido muchas aventuras y sin ningún respiro, veamos que más aventuras les esperan. Aquí empieza el onceavo capítulo. Difrutenlo y Gracias por leer!!!


    11° Capítulo: Recuerdos Olvidados

    Por su parte el líder de nuestros enemigos combatía con el Caballero Negro en venganza por tantas ocasiones en que había irrumpido en sus planes, la pelea se elevo y en la noche con la lluvia cayó la neblina, ese enemigo no cesaba y se aprovecho de eso empujándole por una pequeña catarata que estaba a gran altura y que poseía una gran pendiente por lo que creyó que había muerto y ya concluido su cometido retiro sus tropas dejando muy herido al comandante guardián el que no reaccionaba y sólo sangre brotaba de su cabeza entre la lluvia que continuaba.

    Al saberlo todos no lo creían posible, Zéfiro se dirigió en su búsqueda y recordaba la tarde en paz en que un día le había contado una historia a su hermano muy importante para él y que Dereck había prometido ayudarle, eso daba vueltas en su mente. Los guardianes estaban desconcertados y muy tristes. Los caballeros lo buscaron esa noche por los alrededores pero no encontraron nada, por lo que se dividieron pero aun así ninguna pista, pero Zéfiro no se daría por vencido aunque pareciera el final del valiente caballero noble, él que quedo inconsciente bajo aquella salida de agua, él se había golpeado fuertemente la cabeza contra unas rocas, estuvo a punto de morir y su cuerpo flotaba por el río que creaba esa salida de agua, pero una familia de campesinos le vio, John y Katlin, ambos una pareja joven que lo llevaron a prisa a su casa y buscaron al viejo médico de su pueblo quien lo reviso y por la tarde del día siguiente él despertó en una cama sin recordar ni su propio nombre. Katlin le explico cómo lo habían encontrado y que podía quedarse unos días hasta que las heridas sanasen. Dereck tenía una venda en la frente que rodeaba su cabeza y le dolía todo el cuerpo. Mientras Zéfiro no descansaba.

    ¿En dónde estoy? — decía a la joven que lo atendía.
    — Recuerde que está en mi casa que se cayó de la salida de agua, mi marido y yo le encontramos — le decía ella calmándolo.
    — No recuerdo nada — le dijo intranquilo.
    Por lo que ella fue en busca del viejo medico del pueblo y al llegar el estaba aturdido, el médico le explico que el golpe producido en su cabeza le había causado pérdida de la memoria y por eso estaba confundido.

    —Salvaste de milagro muchacho —le dijo el médico. Dereck quería levantarse, pero los golpes y heridas eran muchas, sin embargo se podía recuperar, ahora su enigma era poder averiguar quién era él. Él médico le ordenó mucho reposo — No te preocupes, puedes quedarte el tiempo que quieras —le dijo John amablemente.

    — Gracias, ¿cuándo podre recordar? —le dijo Dereck al médico, el cual no pudo especificar el tiempo exacto, sólo le dio a entender que sólo con tiempo se estabilizaría. Lo que aun Dereck no terminaba por asimilar, sin recordar nada, sus ropas rotas no daban ninguna pista, creyó todo perdido, pero ahora tenía que descansar para reponer sus fuerzas.

    Zéfiro por su parte rondaba por el pueblo, vio esa salida de agua también las rocas en las que había sangre lo que lo alarmo, siguió el curso del río hacia el este alejándose del pueblo.

    Al pasar unos días Dereck pudo levantarse y recorrer el pueblo pensando en su nombre y también desorientado por no saber de su familia ni amigos, entonces una idea vino a su mente preguntarle a John el lugar en donde le encontraron, pero él se resistió a ir, ya que por allí habitaban bandidos peligrosos que ese día sólo por la lluvia habían huido, por lo que sólo le indico el camino pero él no fue porque para pelear aun estaba debilitado y al llegar a esa casa que lo acogió encontró entre sus ropas la piedra con un cristal que le regalo Blacke a los caballeros en nombre de los pueblos y reinos agradecidos, pero él no lo recordaba, sólo la miraba y la movía pero ningún recuerdo le remeció la cabeza, se preguntaba su origen y en donde la había encontrado, además se percato al mirarse al espejo que de su cuello colgaba un hilo y en el un símbolo parecido a un sol con algo diminuto escrito en el centro, aquel sol era pequeño rojo con naranjo oscuro y amarillo oscuro en las puntas. Lo toco pero no se acordaba de nada, era muy extraño, aunque eso no le inquietaba tanto como el no saber de su nombre ni de su vida y para estar más tranquilo fue a pasear para calmar su espíritu, ninguna cara se le era familiar, los recuerdos eran algo lejano, su memoria estaba totalmente borrada y toda su identidad.

    Mientras él paseaba, en otro lugar los guardianes aun no creían lo que había pasado, lo buscaron mucho, pero no le encontraron, lo creyeron muerto más de una vez y al ver todo esto Blacke les dijo que no había otra opción que seguir adelante en la batalla sin el comandante, una noticia muy dura, pero tenía razón. Para mí de él he aprendido bastante y no puedo creer que haya muerto, lo extraño mucho, desde que le conocí que nunca había pasado algo tan grave y desafortunado, su rostro, su voz, lo extraño tanto hasta lágrimas he derramado, pero aun tengo la esperanza de volverlo a ver, por ahora los enemigos han tomado ventaja, pero Regen ni los demás van a dejarles ganar, aunque la tristeza los embargue.


    Aquel problema lo ha dejado muy cansado, se esfuerza por recordar, pero aun no ha podido encontrar un indicio de lo que ha sido su vida.
    — Muchachos —decía Dereck en sueños, últimamente sueña con recuerdos vagos que lo despiertan desconcertado y abrumado por las desconocidas imágenes que en sus sueños aparecen, pero su identidad esta aún escondida y la batalla no esperara demasiado, esta vez él no podrá ayudar como desea.

    Mientras han pasado días su hermano aun le busca con la esperanza de encontrarle, pero Dereck quiso acompañar a Katlin al mercado para ayudarle a tan gentil familia que le prestó su ayuda, por eso traía en bolsas de saco los alimentos que había comprado, pero más allá un hombre ataco a una mujer para robarle sus pertenencias, él sin dudarlo y sin saber porque dejo las bolsas al lado de Katlin y se enfrento al hombre, al ladrón y le quito las cosas que había robado encarándole con ataques muy veloces lo que lo impresiono tanto a él como a los presentes los que le aplaudieron en gratitud y con más alegría le llevo las bolsas a Katlin hasta la casa.


    — ¿De dónde has sacado esas habilidades y esa manera de pelear —le decía admirándolo.
    — Me gustaría recordarlo —le decía Dereck que aún estaba sorprendido y nuevas preguntas venían a su mente ¿quién soy y de dónde vengo? eran algunas preguntas.

    Al llegar a casa de Katlin se lo conto a John quien también se sorprendió y le dijo que un hombre había preguntado por él, un hombre del pueblo quien quería hablar con Dereck. Por lo que él se dirigió rápidamente afuera de la casa y un anciano le hizo una seña para que se acercara y lo hizo entrar a su casa.

    — ¿Usted me conoce? —le pregunto a ese anciano.
    —No lo lamento, quería hablarle de otra cosa —le dijo el hombre.
    —Yo he perdido la memoria, pensé que ya nos conocíamos —le dijo con la esperanza de encontrar una pista.

    —No, sólo le quería hablar de ese collar que porta — dijo el anciano el que le explico las batallas que se han librado y que en ese mismo momento se estaba realizando una como nunca antes, aquel muchacho de su memoria perdida no encontraba conexión alguna, pero el anciano le explicaba que ese collar escondía un gran secreto que antes había usado por años.

    — Una vez que recuperes parte de tu memoria podrás sacar lo que lleva adentro, ya sabrás abrirla —.
    La esperanza que le dio el anciano le basto y añoró el día de volver a recordar.

    Sólo sueños, más bien pesadillas creía tener por las noches y sólo recordaba un nombre el cual era Marithza y recuerdos de batallas pasadas se mezclaban en su mente y luego de un tiempo Katlin tuvo a su bebe y en las noches cuando no podía dormir lo cuidaba y le protegía, y aun pensaba que estaba asombrado de sus habilidades y meditaba viendo su collar de sol. Se presionaba bastante por recordar y a veces eso se convertía en ira y enojo y al ver a esa familia tan unida se preguntaba por la suya y si tendría amistades, eran preguntas constantes en su cabeza.

    Así que por la mañana fue a hablar otra vez con aquel anciano para poder encontrar respuestas, aunque fuera tan sólo una

    — ¿Para qué has venido muchacho? —le dijo el anciano.
    — Quiero que me cuentes lo que ha pasado estos años, quiero encontrar respuestas —le decía entusiasmado.
    — Han pasado muchas cosas en estos años, muchas batallas. Los guardianes nos han ayudado bastante, nos han protegido de las amenazas como lo han sido los Margones, Vecertes, Celeyantes, etc. Tienen una gran fuerza, dedicación y fortaleza. Mira muchacho tus cualidades son simplemente impresionante. Yo una vez tuve el gusto de conocer a un guardián, hace años y sus habilidades eran semejantes a las tuyas —le explicaba aquel anciano.
    — ¿Crees que puedo ser un guardián?—- le decía esperanzado.
    — Podría ser, por qué no, pero no se lo digas a las personas que te acogieron, ni tampoco a ninguna persona porque eso es algo muy delicado —le aconsejo el anciano.
    Por lo que el muchacho siguió su consejo y más ánimo tenía de saber más de su pasado y de volver a ser el que era. Así que por el atardecer decidió seguir el camino que le había indicado John, aunque fuera solo, pero John le observo y decidió acompañarle, porque no quería ponerle en peligro aunque él fuera dueño de unas habilidades tan sorprendentes.

    Los dos se dirigieron camino a la salida de agua y al llegar unos bandidos los atacaron ocasión que Dereck aprovecho para desarrollar más esa fuerza que sentía desde adentro y alguien le ayudo, al fin Zéfiro le encontró creyendo que era un bandido también por lo que lo ataco, pero al no tener la totalidad de su fuerza Zéfiro lo derribo y al verle el rostro se alegro mucho.

    — Tanto tiempo por fin te encuentro —le dijo a su hermano a lo que Dereck se extraño mucho.
    — ¿Tú me conoces? — extrañado el que perdió su memoria. Él le dijo a John que se marchara a su casa, si algo malo pasaba el volvería y si volvía le dijo que había sido todo un gusto conocerles a lo que John le dio la mano y se marcho
    — Dile a ese anciano que tenía razón — fue lo último que le dijo.
    —Pues claro que te conozco, si tú eres mi hermano —le dijo Zéfiro sin comprender lo que sucedía le decía extrañado.
    — Lo que sucede es que me golpee la cabeza con unas rocas al caer de la salida de agua y perdí la memoria — le decía esperando que no fuese mentira que él le conocía.
    — No te preocupes, recuperaras la memoria y te voy a ayudar. Tú nombre es Dereck Dasturian y yo soy tu hermano mayor, también eres un guardián y eso es sólo es el principio —le aclaraba, lo que alegro mucho a Dereck.
    — Entonces tengo familia, soy un guardián— anonadado le decía.
    — Tú nombre de guardián es Caballero Negro, él más valiente y eres un comandante por lo que tenemos que llegar lo antes posible porque están en medio de una batalla, pero tú no podrás ayudarnos tienes tus habilidades, pero por alguna razón no eres el mismo Dereck — le explicaba Zéfiro ante el asombro continuo de Dereck.
    — Aún así debo de darle aviso a nuestro padre, porque él se entero de que estabas desaparecido y estaba muy preocupado por ti —. Dereck se sorprendía con cada palabra que su hermano le decía y se llenaba de más esperanza y deseaba saber más de sí mismo y así darle respuestas a sus preguntas.
    — Además eres el hijo del rey de Canela y tú heredaras esa tierra, pero tienes muchos enemigos quienes han sido derrotados por ti en tiempos y batallas pasadas — continuaba explicándole Zéfiro, —Y tu eres un Príncipe— agrego Zéfiro el cual le decía todo de manera muy rápida por lo que a Dereck le costaba asimilar todo lo que su hermano le decía pero aun así estaba muy feliz.

    Zéfiro quería que su hermano volviera a ser el mismo de antes, pero él no recordaba nada, ni rostros de los muchachos, pero no se rendiría por lo que continúo explicándole muchas más cosas, sin embargo tuvo que interrumpirse, ya que se hicieron presentes unos enemigos cerca más no les vieron.

    — Debes esconderte, ellos son nuestros enemigos y no pueden saber que estás vivo —le alerto Zéfiro.
    — Yo no les tengo miedo. Juntos podemos detenerles —le decía Dereck a su hermano valientemente.
    — Claro que lo sé, pero no seas terco, sólo te estoy protegiendo— y diciendo esto le empujo y unos arbustos le cubrieron pero esos enemigos los oyeron por el ruido que hacían y al ver a Zéfiro le atacaron él que le pidió a su hermano no intervenir.

    Dereck deseaba ayudarle pero en el fondo sabía que ahora no estaba en condiciones de pelear y tuvo que resistirse y sólo observar. Zéfiro les dio una paliza derrotándoles fácilmente, pero al estar por esos lugares levanto sospechas, más eso no le detendría. Necesitaban llegar pronto a la Ciudadela Guardiana para quitar la tristeza del rostro de los guardianes y poder infundirles esperanza y al pasar por la salida de agua que formaba el río Zéfiro se impresiono al ver de dónde había caído su hermano.

    — ¿Cómo sabes que me caí de allí? —preguntaba Dereck a lo que su hermano le respondió:
    — Porque en las rocas de abajo había sangre la primera vez que pasé por aquí— recordando esos tristes días.
    — ¿Qué estuve haciendo aquí? — preguntaba con algo de confusión.
    — Lo que te sucedió es que como eres tan terco seguro que decidiste pelear solo con un Malvad fuerte y te derribo ya que esa noche había una fuerte lluvia y una neblina densa — le explicaba con calma.
    — Espero que pueda recuperarme —decía Dereck.
    — Sé que en un principio no nos llevábamos tan bien, pero ahora yo estoy de tu lado —con algo de melancolía se lo decía.
    — ¿Nos llevábamos mal?, ¿yo te odiaba? — preguntaba Dereck.
    — Era yo el que te odiaba, pero eso fue hace mucho ya no te preocupes —con cariño le explicaba su hermano el que también tenía muchas dudas pero Zéfiro le contestaba que el rencor venia de parte de él mismo.

    — Nosotros tenemos madres distintas, yo soy su primogénito y debía heredar en vez de ti, en parte a eso se debe el rencor y demás cosas que ya no vale la pena recordar. Para mi ahora tú eres mi hermanito y te tengo más cariño — acordándose y dando vida a sus recuerdos lo que alegro mucho a Dereck el que le propuso entregarle Canela lo cual Zéfiro rechazo porque el ya tiene su reino Zafiro y le señalo una vez más que debían apresurarse y le señalo también a su caballo el que esperaba y se montaron en él para ir más rápido a galope veloz mientras Dereck continuaba haciéndole preguntas a su hermano.
    — Y ¿cómo estoy en el amor?, ¿sabes algo al respecto? —le decía cuando el caballo aumentaba su velocidad, pregunta qué extraño mucho a Zéfiro.
    — ¿Por qué quieres saberlo hermano? —preguntaba entre risas.
    — Primero porque quiero saber más sobre mí mismo y segundo porque hay un nombre que no puedo olvidar —le decía un tanto preocupado.
    — Tú tuviste una prometida hace poco, podría ser ella, aunque es mejor que me digas cual nombre es —antes de sacar conclusiones le pidió Zéfiro
    — El nombre es Marithza, me da vueltas ¿Quién es ella? —confundido y sin recordar le decía.
    — No, estaba equivocado definitivamente no es tu prometida— le decía entre risas y añadió — ¡ella es una guardiana muy bonita que te agrada, de melena café clara y ojos almendrados! —le gritaba por el ruido del caballo.

    Dereck estaba impresionado, ya que la descripción de esa muchacha aunque no la recordaba dentro de él pudo imaginarla, sus expectativas crecían cada vez más y estaba ansioso de recordar todo lo que él había vivido.

    Cabalgaron rápidamente y llegaron a las cercanías de la Ciudadela, hubieran llegado pero Dereck estaba un poco afectado por el viaje y también como a veces recordaba esos recuerdos le remecían la cabeza, el médico que le vio le advirtió que guardara reposo, ya que cada vez que una situación o un recuerdo lo obligaban a forzar su mente le provocaba un gran dolor y también podría hasta desmayarse. Él se lo explico a Zéfiro el cual le entendió y para mejorar su salud acamparon e hicieron una fogata pequeña y continuaron conversando como hace tiempo no lograban hacerlo.

    — Te hablare un poco de tu pasado, pero si logras recordar o fuerzas tu mente no me culpes luego —le decía a su hermano advirtiéndole de ese peligro a lo cual Dereck no le dio importancia.
    Mientras los guardianes tenían más problemas de los imaginados lo que también ameritó que firmaran la paz apresuradamente Blacke con la Princesa Celeyante para recibir sus tropas de apoyo lo que tuvo que ser firmado rápidamente en la reino de Cerezo y luego de firmarlo Blacke dirigió sus fuerzas porque la Reina Rosiana le comunico de un problema a la princesa lo que la detuvo en Cerezo unos días más de lo previsto.

    — No puede ser, justo en este momento, cuando más ocupada estoy —me decía sin saber lo que me detenía. Unos aldeanos que aún ayudaban con las cosechas me llamaron ya que un caballo había caído en una zanja pero por suerte los aldeanos idearon con unas cuerdas y una polea sistema para sacarle y cuando me solicitaron ir ya casi estaba resuelto el problema pero los niños que miraban, me informaron que ese caballo era extranjero, no tenía la marca de ninguna persona de Cerezo y recordé a un viejo a migo que me cargo una vez. Aquel caballo no daba señal de tener dueño y sospechamos que era salvaje, pero luego de unos momentos le sacaron completamente y unas muchachas y yo sanamos sus heridas, era muy dócil, amistoso y juguetón, luego cuando las muchachas se fueron lo cuide un tiempo y me jalaba y relinchaba, comenzó a avanzar en dirección del este en salida de Cerezo, así que envié a un mensajero a dar aviso de mi partida porque ese caballo me guiaba a algún lugar y me subí en él y deje que me guiara.

    Por otra parte Zéfiro llevo a su hermano por la mañana a la Ciudadela y pudo entrar sin problema, él evadió las trampas puestas en ese túnel, lo recordó aunque sólo fuera por un instante y al llegar Zéfiro le explico a Relyell la situación por la que pasaban mientras los demás caballeros y algunos guardianes le abrazaban y se disponían a sus órdenes muy felices de volverlo a ver y de una vez más poder contar con su ayuda, pero él no recordaba a ninguno, aún era muy pronto para que recordara todo.

    — Perdónenme, pero no puedo corresponder a sus deseos, yo perdí mi memoria en la lucha con Ioren, porque el muy cretino me lanzo desde una pendiente de agua. Lo lamento mucho— les dijo Dereck afligido.
    — No se preocupe comandante, si es necesario nos presentaremos de nuevo y así podrá recordarnos —propuso el Caballero Plateado y una vez dicho esto se presentaron otra vez ante él.
    —Yo soy Paulina, mucho gusto le dijo con mucha amabilidad y los demás hicieron el mismo gesto de amabilidad con él.
    — Mi nombre es Ytrion, Caballero del Relámpago es un gusto volverlo a ver —le dijo con formalidad y seriedad.
    — Comandante es un gusto verle otra vez, nosotros le creíamos ya muerto. Yo soy Cristina y me encargo de sanar y cuidar a los heridos y Relyell me encargo revisarle —le dijo ella explicándole.
    — Si de verdad fue un milagro estar aquí luego de que una familia me cuido y me brindo apoyo, gracias a ellos y a mi hermano es que estoy aquí con bien- conmovido les dijo el guardián noble.
    —Ya nos iras conociendo poco a poco, ahora lo más importante es vencer a nuestro adversario, necesitamos ayuda aunque Regen, Richard, Eduard además de Blacke con las fuerzas celeyantes que nos enviaron se encargaron del primer ataque —le decía Paulina un tanto preocupada de la situación tan difícil.
    Cuando ya se cumplió el término de la conversación con Relyell, Zéfiro salió y les explico lo acordado con su hermano.

    —No se hagan ilusiones el Caballero Negro por esta vez no puede combatir necesita bastante descanso y reposo, así que no le abrumen con tantas explicaciones. Blacke comandara los ataques por lo que ¡vayan, muévanse, que esta batalla aun no termina! —fue como un balde de agua fría que Zéfiro les lanzo, pero los ánimos no decayeron como creían sólo con verle al comandante se sintieron más restablecidos. Dereck los miro un tanto triste, pero después de todo tenía razón, aunque en medio del combate se notaba el vacio que dejaba.

    El plan de Zéfiro era llevarlo lo más rápido a Canela, pero por ahora la Ciudadela era lo más seguro por lo que él se quedo bajo la vigilancia de Zéfiro y los cuidados de Cristina.
    — ¡No puede ser, cada vez que trato de recordar mis recuerdos cada vez se tornan más nublados! —decía muy angustiado Dereck.
    —Debes tener paciencia lo que te paso es grave y tu cuerpo necesita reposo para ser lo que un día fue —insistía su hermano.
    En los primeros ataques los guardianes dominaron más que los malvad que de los reinos del norte Alcacovea y Antiquia amenazaban con desplazarse a la región de Tándares y reinos aledaños para conquistar todo este lado oeste del mapa, pero ahora ante la ausencia del comandante y la incertidumbre de muchos que no sabían su paradero los malvad aprovecharon esa leve ventaja y los aplastaron hasta que Blacke logro vencer a un escuadrón en conjunto con el general Luccio lo que levanto más el espíritu de ellos, teniendo que huir los malvad por esta vez, lo que dejo un espacio de dos días de un ligero descanso por ahora.
    Los guardianes lograron llegar a su base, la Ciudadela y la mayoría de heridos de diversa consideración acudieron a Cristina la que tuvo mucho trabajo y ante la ocupación de ella Dereck aprovecho para salir de su cuarto, la alegría se esparció y los rostros lucían menos cansados y aunque el rumor de su pérdida de memoria ya se había extendido por lo que la mayoría ya estaban enterados. Luego se reunió con algunos caballeros a los que les explico sobre aquel collar de sol que había aparecido pero nadie lo reconocía, sus habilidades más destacadas se encerraron en él y sólo el verdadero guardián que era por dentro podía saber cómo sacarlas, por lo que converso con muchos guardianes para tratar recordar y algunas cosas y caras se le eran un tanto familiares. Los caballeros estaban preocupados por esta nueva situación, pero daban gracias de que él se encontrara con vida y los Caballeros del Trueno y del Rayo se le acercaron a rostro descubierto.

    — Estos muchachos siempre jugando, parecen niños, pero tú siempre sabías reconocerlos Dereck aunque son gemelos —le explico Zéfiro y al sonreír apunto al de la derecha y dijo:
    —Tú eres Sadrik — y le apunto al de la izquierda —Tú eres Cedrick, ¿cierto?-— les dijo a lo que acertó una vez más, pero no sabía ni el mismo como lo había sabido asombrándose de este pequeño y fugaz recuerdo. Los presentes en ese momento se asombraron al igual que Dereck.
    — No nos ha olvidado comandante —decía Cedrick esperanzado.

    — Por lo que veo hermano aun sigues recordándoles y sabiendo cual es cual — dijo Zéfiro más tranquilo lo que alegro mucho a Dereck, pero ni el mismo sabía a ciencia cierta cómo los diferenciaba, ellos que son gemelos idénticos, hasta tenían actitudes muy parecidas, pero en una cosa no eran iguales y Dereck era uno de los únicos que lo notaba, aunque en ese momento no se los pudo explicar.


    Luego de eso Regen llego muy herido apenas había logrado llegar y se desplomaba en dirección a Dereck él que fue en su ayuda cuando ya casi tocaba suelo y le levanto, retiro su antifaz y aunque estaba herido le reconoció
    — Amigo volviste, estás vivo —le dijo en un susurro, a medio mirar y sólo eso logro decirle y no reacciono, Dereck lo levanto y lo llevo hasta Cristina y entre ambos lo curaron, desinfectaron y vendaron algunas partes de su cuerpo como un brazo y el torso por una costilla y luego de eso el comandante salió y le dejo descansar, estaba triste por no poder recordar quién era aquel que era su amigo. Su hermano se acerco y le pregunto qué le ocurría, sin embargo su hermano no quiso decirle y al verle deprimido Zéfiro para alentarle le dijo:


    — Ya te recuperaras y volverás a ser el de siempre Dereck, sólo ten un poco de paciencia —lo que no funciono.
    — ¡Estoy arto de esperar, quiero recordar y poder ayudarles! —le decía un tanto desesperado.
    Cristina cuidaba a los heridos y Regen le pregunto si ver al comandante había sido un espejismo o un sueño, ella le respondió que no era ninguna especie de espejismo que lo que vio era real, su amigo había regresado lo que provoco que Regen se llenara de alegría y por la emoción se vistió rápidamente y con su capa puesta a toda prisa y por eso no le pudo explicar que no le recordaría y al verle le abrazo con su rostro feliz.
    — ¡Haz regresado Dereck! —le decía pero notó enseguida que algo no estaba bien, no le recibió el saludo como era de costumbre.
    — ¿Qué te sucede Caballero Negro? —le dijo separándose de él muy extrañado de su conducta, él no le contesto no quería herirlo y se marcho a los árboles como antes lo hacía, mientras Zéfiro le explico la situación a Regen el que comprendió lo sucedido y también comprendió que no podría ayudarles por eta vez.
    — Cuídale, los guardianes lo necesitan, estaba batalla parece no acabar. Dile a Dereck que soy Regen y que ya me recordara —él no preocupo tanto, porque estaba feliz de verle con vida y se marcho a conversar con Relyell acerca del próximo ataque.


    Dereck estaba pensativo entre los árboles y logro recordar algunas cosas como que ese lugar le era familiar, se recordó a él mismo con su traje vigilando y esperando en esos árboles, viendo la luna y el nombre de esa muchacha aparecía en su mente a ratos. También ya asociaba el rostro de sus amigos guardianes y algunas experiencias pasadas. Por lo que volvió por la mañana y se topo con Odrick Caballero Malva quien al reconocerlo también le cambio el rostro, pero él ya sabía de su falta de memoria.

    — Es un gusto tenerle de vuelta comandante — le dijo el menor de los caballeros y continuo —Yo soy Odrick uno de los caballeros —se presento a lo que Dereck recordó levemente su rostro en otra situación en donde él le había salvado la vida y le respondió
    —Es un gusto verte de nuevo amigo —dijo sin producir dolor en su cabeza porque no forzó su mente al recordar lo que le devolvió la alegría a su rostro y a su corazón y por la tarde también recordó la batalla de Antiquia y Alcacovea, pero con un leve mareo al forzarse un poco, pero lo que trataba recordar con más fuerza era la manera de abrir ese collar en forma de sol que atrapo sus habilidades más potentes y también sus inicios de guardián, estaba ansioso por recodar más así que en un entrenamiento con Richard Caballero Dorado sus ataques eran igual que antes pero debilitados sin la potencia de costumbre, recordándose él combatiendo con margones hace años y por el anochecer ya todos estaban preparados para contrarrestar los próximos ataques de parte de los malvad.

    — Quiero combatir contra ellos me creare otro traje y asunto arreglado Zéfiro— le decía para convencerle.

    — ¡No están fácil como crees y claro que no, tú te quedaras aquí porque necesitas descansar y reponer tus energías, aun no te recuperas del todo!, ¡Te quedaras con Cristina aquí y que no se diga más! —le ordeno Zéfiro ya hartándose de la desobediencia de su hermano.

    Cristina se encargo de que descansara y por la mañana todos estaban listos y se marcharon a la batalla. Dereck deseaba ayudarles, pero ante su frustración se dirigió a las afueras de la Ciudadela de la parte noreste y desde allí sólo trepado en un árbol estaba.

    *Ese caballo me llevo hasta una pendiente de agua y no entendía que deseaba, pero después de unos instantes él se dirigió a todo galope a la Ciudadela, él conocía el camino pero ¿cómo? Y al parecer me conocía a mi también y entre por la segunda entrada de la parte norte que me quedaba cerca y al entrar unas muchachas conversaban “Ya sabes, el Caballero Negro volvió vivo pero sin memoria, de nada nos sirve”, ellas no me vieron, amare el caballo y me dirigí al centro y me refresque con agua de una fuente y en el reflejo observe a alguien por lo que lancé una cuchilla a los árboles, pero no le dio a nadie, ni un ruido sólo el de los arboles, cuando al darme vuelta alguien sujetaba mi mano y la colocaba en mi contra atacándome pero no derribándome, le devolví el golpe y lo aleje aún sin verle el rostro y al verle era Dereck, me impresiono verle de nuevo.
    — ¿Quieres dejarme? — le dije tratando de zafarme.
    — ¿Quién eres?, ¿acaso un espía de los malvad? —me dijo a lo que yo le aclare que no era cierta aquella acusación, me soltó, pero no me reconoció.Cristina vino en mi socorro y le pidió al comandante que me dejara ya que yo era una guardiana y sólo a ella le creyó y le dije que por lo visto era realidad su pérdida de memoria lo que Cristina me confirmo, pero a él le molesto mi presencia y no deseo entrar en conversación alejándose.

    Cristina me explico todo y definitivamente era un hecho, él no me reconoció y de seguro tampoco nada de lo vivido, eso me dio tristeza, pero por ahora estaba vivo y bien. Cristina me pregunto la razón de mi demora y le explique y luego de hablar un poco más me dirigí al caballo que me trajo y vi a Dereck que lo acariciaba.


    — Lamento el atacarte es que.. —dijo el apesadumbrado y confundido.
    — Ya sé que no me recuerdas igual que a la mayoría, pero no te detengas ya recordaras —le dije dulcemente, él me miro y noto una cortadura en mi hombro.
    — Es mejor que le pidas a Cristina que te cure esa herida— me dijo calculando la gravedad de mi herida.
    — No es nada, descuida —le dije tranquilizándole aunque no me creyó.
    — ¿Tú eres un refuerzo guardiana? —me pregunto él confundido.
    —Me retrase por el caballo, no dejes de acariciarlo porque estoy segura de que es Candado, tú caballo —le decía un poco más alegre de compartir con ese
    guardián noble. Le recordé, ese caballo era muy familiar y claro al verles lo deduje lo que el dudaba.

    — ¿Mi caballo?, ¿estás segura? —me pregunto, le aclare que sí, ya que el caballo si le reconocía y movía su cabeza hacia su brazo, él le observo y pareció recordar un poco pero se mareo y yo le sujete.
    — ¿Estás bien? —le pregunte, él asintió que si y me dio las gracias por traerle el caballo y me pregunto en dónde lo había encontrado y le respondí que en tierras celeyantes al este de la Ciudadela y creo que fue en mi busca, él me miro de forma extraña como si fuera enemiga, pero aun no entendía porque su caballo fue a buscarme y en verdad yo lo comprendí después de hablar con Zéfiro por la noche y así me entere que Dereck sufrió un gran golpe y me explico cómo habían llegado y supuso que el caballo fue a buscarme para encontrar en mi una ayuda, ya que pudo ser que ese caballo observara entre la neblina lo que paso.
    Luego Blacke me llamo por mi nombre de guardiana, quería conversar a lo que acudí enseguida.
    Ella acudió y Dereck al escuchar ese nombre se precipito en ir hacia donde la voz llamaba, pero no le vio ella ya había entrado y le pregunto a Zéfiro sobre la muchacha el que le explico que Dama Blanca era una guardiana que pertenecía al escuadrón desde hace tiempo.
    —Su nombre se me es familiar, la esperare afuera, quiero recordarla —le dijo entusiasmado.
    — Haz lo que quieras hermano —fue lo único que le dijo Zéfiro entonces Dereck la espero, pero ella mientras él hablaba con su hermano se había marchado y no pudo conocerla de nuevo.

    *Me costó dormir, más aún con lo que Blacke me ordeno, él me ordeno quedarme y lograr que lo que se oculto salga otra vez, pero yo no estaba de acuerdo y le reclame, sin embargo era una orden y no la pude rechazar, yo deseaba ayudar combatiendo, pero el comandante Blacke no opinaba lo mismo y como necesitaban a Cristina en otro campamento me dejo a cargo de Dereck para que no intentara ninguna tontería y pudiera recuperarse. Cuando lo veo puedo acordarme de todo lo que he vivido y no puedo evitar entristecerme por él.

    En la mañana siguiente la batalla continuaba Regen deseaba vengarse de ese Líder que había herido a Dereck y que también había osado en secuestrar a la princesa del Ámbar, mientras yo aun meditaba y pensaba que el fundamento de Ioren era su odio contra nosotros, pero ¿qué más nos une a ellos?, aun no comprendo, son Malvad, ¿quiénes serán los líderes que los manejan y en contra de quién realmente están?, en eso estaba mi mente cuando mejor decidí entrenar sino podía ir a la batalla debía de todas maneras estar alerta y hace días que no práctico por lo que trabaje mi puntería colocando a distancia pedazos de madera para con mis cuchillas acertarles , también mis reflejos y volteretas de evasión con salto y ataque, eso me mantenía concentrada, pero Dereck me interrumpió.


    — Eres estupenda, con razón no querías quedarte sino ir a pelear— sus ojos reflejaban un brillo que no había visto aunque yo no sabía cómo se entero.
    —¿Cómo he de llamarte? —me pregunto él.
    — Me llaman Dama Blanca —por lo que veo el ya no piensa que soy su enemiga, pero me gustaría que me recordara.
    — Práctica conmigo —me ofreció Dereck, yo no quería aceptarle porque él aun tenía dolores en la cabeza que eran fuertísimos, por lo que no era lo recomendado.
    — No puedes practicar, te hará mal —le recomendé, pero él no quería escucharme y me provocaba para que peleara con él, no me dejaba huir así que se lo advertí una vez más y luego comenzó nuestro combate. Dereck no ha bajado su nivel sin embargo no tiene la misma capacidad.
    — ¿De quién aprendiste? —me pregunto él no recordando aún.
    — Aprendí de los mejores —le respondí, no quiero perturbar su memoria recordándole situaciones y obligándole a que me recuerde porque podría hacerle daño. Hice unos ataques pero de daño leve, con menos fuerza y él lo noto y pareció enojarse parando el combate y se mareo lo que me asusto y en seguida corrí en su auxilio.
    — No me trates como a un enfermo Dama Blanca —me dijo débil pero orgulloso, lo ayude a llegar a la tienda de enfermería y lo recosté en la cama
    — Ves que esto te hizo daño —le dije, al escuchar mis palabras reconoció que fue muy pronto para un combate, pero que sintió como si ya le hubiera ocurrido, un recuerdo asomo en su mente de una batalla pasada.


    Después de eso le deje descansar y continúe pensando en una conexión entre los enemigos, Cristina se acerco a mí y también Ilmi estaba allí habían regresado temporalmente y hablaron un tiempo conmigo y luego de eso continuaron su labor, sólo querían preguntarme como continuaba el comandante y al verlo en la enfermería comprendieron que en nada había cambiado la situación.

    La batalla a sido ardua para los demás guardianes, sin quererlo protegemos a alguien de sus enemigos, nosotros protegemos a la gente y por deber con ellos nos hemos encargado de los malvad que una vez que tomaron Alcacovea y que ahora se han involucrado tratando de vencernos. Luego de estar pensando y tratando de calmar mi mente me marche a dormir.

    Esa noche el corazón del Caballero Negro al despertar de una pesadilla de recuerdos entre cortados y fantasmas en su cabeza estaba intranquilo y salió afuera de esa tienda y observo la luna en la cima como antes acostumbraba y al no encontrarlo Cristina fue en su búsqueda y al encontrarse Dereck le pregunto si ella conocía a la persona que le había enseñado esos ataques y esa maestría que poseía Dama Blanca porque tenía una cierta curiosidad sobre eso, ella le respondió que había aprendido de los mejores como lo son Blacke del que aprendió su entrenamiento y también le explico que él mismo le había enseñado varios de sus ataques lo que le sorprendió mucho porque él no sospechaba que ella había sido aprendiz de el mismo y deseaba recordarlo. Se escapo de Cristina otra vez y se dirigió a su caballo, estaba recordando como cabalgar y sobre su caballo sus ojos se maravillaban porque en su interior no había cambio hasta pudo realizar unas acrobacias en su amado caballo Candado.

    Aun Luccio ni Blacke descubrían cual era la verdadera intención de los enemigos sólo rumoreaban que los máximos enemigos eran tres socios de Alcacovea que se habían visto en desventaja y que sus planes habían sido frustrados cuando nosotros nos intercedimos en su camino no dejándoles tomar Antiquia, por eso nos atacan y pienso en eso a cada minuto tratando de encontrar su flanco y no lo encuentro.
    Por la mañana la mayoría de los guardianes llegaron, ya no sabían que más hacer y aun no sabía como todo estaba en conexión por eso hable con Blacke y Luccio de esta situación y les mencione la mejoría del Caballero Negro pensé que con su mejoría podría ir a la batalla pero al contrario me pidieron que continuara cuidándole y también me encargaron establecer un plan de apoyo aparte de continuar buscando esa posible conexión, acepte y por la tarde un escuadrón volvió y había establecido una emboscada a nuestros enemigos para poder volver. Salí y afuera estaba Zéfiro quien me dijo que su hermano me necesitaba para poder recordar más y me encargo que le cuidara, ya que cuando hubiera paz se lo llevaría a la tierra de Canela con su padre, se lo prometí, esta es la primera vez que ese margón me habla tan en serio y luego se marcho con los demás que ya les habían curado sus heridas y note que el
    Caballero del Bosque estaba distante y triste, no sé que le sucede, ¿será por esta batalla?, no puedo saberlo ya que ni de él ni de Earth conozco sus vidas, ni sus nombres, en tanto Regen estaba furioso y con ojos fijos en sus enemigos concentrado en capturar a los que se atrevieron a tomar a Sinced como prisionera y también de averiguar definitivamente que desean y aun así teme por el reino de su padre, del rey Zek que también es su pueblo; esto último me dejo más pensativa, pero aun debo encargarme de Dereck y camine rápido en su búsqueda, lo último que necesitaba era que él se perdiera o sufriera algún daño y luego de buscarle un poco lo encontré, él estaba sentado al lado de un tronco algo triste y sin saber que hacer, me acerque a él y miraba ese collar de sol y no se percato que lo miraba, pero en un instante se percato de mi presencia y me apunto con una cuchilla sin mirarme mis reflejos me alejaron y al verme se disculpo enseguida.

    Le pregunte que le sucedía y él me respondió que aún quedaba mucho por descifrar en su memoria no obstante al parecer había recordado como abrirla, manifestó temor a fallar por eso tan pensativo estaba, le anime y le dije que lo intentara y si no funcionaba ya encontraríamos otra forma de abrirla a lo que el acepto y prosiguió apretando el centro del collar y dijo su nombre de guardián y giro la primera punta de ese sol a la derecha y las siguientes de la misma forma en sentido de las manecillas de reloj las cuales giraron velozmente y enseguida su traje negro le cubrió desapareciendo aquel collar, lo logro, el resto de sus habilidades que se habían escondido lograron salir y luego el me conto que había recordado que ese collar se lo dieron junto a su traje como mecanismo de defensa si existía alguna situación de alto riesgo se cerraría como protección, él mismo cuando lo nombraron caballero por una gran ayuda contribución de ayuda, en la que mucha gente estuvo en peligro, cuando el sólo era un guardián, me dijo que a la edad de quince años le nombraron caballero y le mandaron entrenar con Blacke y Relyell siendo uno de sus aprendices más joven y un gran prodigio guardián. Por ahora un problema menos, me sentía aliviada, pero quedaba descifrar las pistas y manejaba la información.

    — ¿Te sucede algo Dama Blanca? —me pregunto el Caballero Negro
    — Es que no puedo resolver algo —le respondí
    — No te preocupes sé que podrás —me dijo levantándome el ánimo y me pidió que le contara mi inquietud a lo mejor razonando de otra manera podría surgir lo que estaba buscando, le explique que hace tiempo una batalla se habría librado entre unos Alcacovenses malvados que tomaron el dominio y Antiquia su reino vecino. Alcacovea deseaba extender su dominio hacia Antiquia y para lograrlo un antiquinense los traiciono, era Ioren el que se unió a Alcacovea que estaba al mando de una mujer y el Líder del cual su nombre no conocemos, los guardianes intercedieron a tu mando y pudimos conocer más de nuestro general Luccio y los guardianes le pidieron a Regen que hablara con su padre, el rey Zek porque él era amigo y socio de los dos reinos… Al decir esto enmudecí y encontré la solución que buscaba.

    — Ya lo tengo —dije con entusiasmo.

    Dereck al ver que lo había descubierto , me dijo que ahora que tenía un resto de memoria y su traje a parte del resto de sus habilidades faltantes iría al frente de batalla, me dijo que me llevaría y que le contara todo lo que descubrí al comandante Blacke y a los demás, le obedecí esta vez era necesario, alguien estaba en peligro, me dio su mano y subí al caballo, a toda prisa nos dirigimos a las cercanías de Alcacovea y Antiquia que se encontraban al noreste de Tándares, pero al norte de estas se libraba la batalla.

    Me entere después que la emboscada fue un éxito y que acamparían allí, aunque sabían que era peligroso.
    A toda prisa nos dirigíamos y mientras estábamos en eso el comandante me pidió que le explicara lo que sucedía y me comento que cuando le conté los hechos ocurridos hace ya mucho tiempo, él recordó unas escenas de esas batallas lo que me alegro por su progreso. Le di mi hipótesis la cual era que cuando evitamos la expansión de Alcacovea con ayuda del rey Zek los demás socios creo que se vieron perjudicados porque si Alcacovea si hubiera tomado dominio de Antiquia se habrían unificado siendo uno sólo con invencibles riquezas y poder y como no sucedió por nuestra intervención se unieron a los que se vieron presos por nosotros y que querían venganza. Entonces los socios se quieren vengar de Zek y también quitarle su reino y quedárselo, repartírselo entre ellos y así poder recuperar algo de lo que perdieron, su objetivo es el rey Zek, a él debemos ayudar y decirle a Regen para que pueda socorrer a su padre.

    Dereck me escuchaba atentamente y asintió que podía estar en lo correcto, más porque dijo que en ese tiempo si existían esos socios y lo raro fue que no se preocuparon por el destino de Antiquia ni por el traidor de Ioren, él lo recordó lo que me aseguraba más.
    Al llegar me baje a toda prisa y abrí paso entre los enemigos y guardianes, el Caballero Negro me siguió y derrotándolos con sus técnicas recordadas abría paso, estaban impresionados y algunos decían “¿no había muerto?” y algunos cobardes al verle huyeron. A encontrar a Blacke le explique las ideas que tenía y también le dije que este era sólo una distracción para mantenernos ocupados, que el verdadero objetivo era el rey Zek y su reino, Regen me escucho y creyó en mi, Relyell dispuso que nos separáramos en dos grupos para asegurarnos, él se quedaría ya que quedaba poco para vencer aquí, junto a tres caballeros y luego ellos nos alcanzarían cerca del reino Ceradidos, el reino de Zek y Regen. El Caballero del Fuego estaba muy inquieto y preocupado y me pregunto si esto era seguro lo que le confirme, su preocupación era normal, era la vida de su padre y de su pueblo.

    A toda prisa en caballos, al llegar era lo esperado, ocultamos los caballos y caminamos despacio porque era de noche y era mejor ocultarse con la oscuridad y serenidad del lugar, pero de repente las luces del palacio se encendieron y el rey en la escalera principal con tres hombres apuntándole con sus espadas directo al cuello y sus tropas adentro, un movimiento en falso y perderíamos al rey, ¿qué haríamos en esta situación?, es tan arriesgado hacer algo, pero en un minuto los caballeros ya no estaban, se habían mimetizado con la noche, Regen estaba decidido y esos tres hombres discutían mientras me percate que el Caballero Negro tenía una idea , los caballeros entraron mientras los tres hombres discutían, nosotros aprovechando la confusión combatíamos con los malvad de afuera logrando que el rey huyera hacia un extremo y así los caballeros atacaron a esos tres hombres, Regen cubrió a su padre, pero la espada de uno de ellos lo hirió, pero su padre estaba a salvo. Los caballeros combatieron con esos socios que pertenecían a una organización muy peligrosa, los que convencieron al líder de los malvad de conquistar Alcacovea y de tomar Antiquia, también de traicionar al rey Zek.

    Cristina se llevo a Regen y a su padre mientras los demás despistábamos a los enemigos para que ellos pudieran escapar y curar la herida a Regen. Luego de eso amaneció y pudimos verles mejor, nos superaban en número, la batalla había sido larga, pero no podíamos flaquear así que continuamos. Luego Ytrion Caballero del Relámpago lanzo su ataque de estrellas eléctricas y derribo al último de los tres hombres, los amarraron y se los entregaron a la guardia que Blacke nos había enviado y entre ellos reconocieron a uno llamado Frederick, ya había escuchado de él, pero no sabía mucho de él, vi las caras de sorpresas de los guardianes.

    —Ya sabía que Frederick tenía que ver en esto — dijo el comandante en voz baja y con mirada fija en él.
    — Lo recordó —pensé y me admire. Por su lado Zéfiro le miro y no hizo ningún comentario, la mayoría le miraban enojados, resentidos, por algo que había sucedido.
    — Para que te muestras por aquí traidor — le dijo Richard Caballero Dorado.

    Los malvad se rindieron, algunos fueron tomados prisioneros.

    — Claro que aparezco por un motivo, pertenezco a la guardia y me enviaron por ellos —rompió su silencio Frederick, por lo que hizo su labor y el resto de nosotros nos dirigimos a la base guardiana, había descontento entre la mayoría, me acerque a Blacke y me dijo que si ahora no estaban contentos después menos, ya que él volvería a formar parte de nuestro grupo, le pregunte por qué y él me respondió que aunque al parecer nos hubiera traicionado eso no era del todo cierto, porque Frederick había entregado mucha información que en su tiempo fue valiosa, pero me pidió que por ahora fuera discreta.

    Las heridas de Regen sanaron, el rey se lo llevo a su reino e donde se recuperaría completamente y tiempo después sanaron todas las heridas del resto de nosotros y una vez sanada quería regresar a Cerezo, pero tenía curiosidad en saber quién era Frederick, también quería ayudar más a Dereck entre otras cosas, así que aguarde un tiempo más.

    Iliott está con nosotros al igual que el Guardián de los Mares, quienes se enteraron de la pequeña visita de Frederick y al ver a los apesadumbrados sabía que era algo delicado. Más allá estaba Dereck hablando con Zéfiro y él le recordaba algunas situaciones cuando escucharon mi nombre.

    — ¡Marithza! —me llamaba Relyell, yo le asentí y me dirigí a él.
    Dereck no podía creerlo — Así que ella es Marithza — le dijo a Zéfiro y agrego —No puede ser —se decía y le recrimino a su hermano por no decírselo antes y se enojo un poco con él y cuando le vio salir la siguió, deseaba tanto hablar con la muchacha de la que su nombre no podía olvidar.
    — ¡Espera Dama Blanca necesito hablar contigo! — me dijo, yo me sorprendí y le escuche de igual manera.
    — Así que tú eres Marithza te entrene y te conozco desde hace tiempo — él estaba confundido.
    — Todo lo que has dicho es verdad, pero ¿qué le sucede comandante? —le pregunte pensando que podría ser su salud nuevamente.
    — Nada, no te preocupes. Haz hecho una gran labor y te doy las gracias por cuidarme, creo que te he recordado un poco — y aclarado eso me retire. Regen se acerco a Dereck y se alejaron de mí. Éste le pregunto que le sucedía, pero Dereck haciendo caso omiso le pidió que le explicara la relación que había tenido con Dama Blanca, a lo que Regen le conto que en su tiempo no se habían llevado bien, pero que con el tiempo él la había llegado a apreciar y aceptar como guardiana y compañera, también que sentía un sentimiento más profundo por ella, pero él no se lo había dicho ni siquiera lo aceptaba él mismo, lo que confundió más a Dereck y todo esto le produjo una serie de mareos con recuerdos fugaces y borrosos, era preocupante y por eso decidió no decírselo a nadie aunque estaba igualmente alegre de haber encontrado a la persona dueña del nombre que no podía olvidar.
    — Dama Blanca te prometo que te recordare —se dijo optimista y esa noche Relyell estaba animado a contar historias y por esta noche nos conto la historia siguiente la cual Dereck, Zéfiro, Marithza y la gran mayoría se quedo a escuchar:

    *— Esto sucedió hace tiempo cuando la lucha entre margones y guardianes había durado ya siglos y el comandante Blacke decidió reunirnos a todos, esa batalla se hacía insostenible. Sí sólo se encontrara un rubí y lo portara la persona indicada tal vez podríamos ganar esta guerra. Ese día Blacke dio un discurso el cual decía que todos sabíamos que esta guerra ha sido una de las más largas y que nuestros refuerzos se estaban agotando, debíamos ser fuertes y nos alentaba a no rendirnos frente a ellos, ese fue un gran discurso hacia las tropas, pero sabíamos que los margones eran más fuertes y fue en ese momento cuando sin darnos cuenta que los margones estaban espiando y aparecieron en frente de nosotros con su comandante Rilijel y con el más temido por los guardianes, el margón Candelabro, nadie conocía su nombre ni nada de él, pero su sola mirada inspiraba miedo. Aún me acuerdo de sus palabras.
    — ¿Cómo estas Blacke? — le decía Rilijel
    — ¿Qué haces aquí? — le respondió Blacke.
    — Vengo a matarte, a qué más podría venir — muy soberbio le dijo ese malvado Rilijel, coloco el cuchillo en el cuello de Blacke dispuesto a matarlo pero Candelabro interrumpió diciendo:


    — No es por cuestionarlo comandante, pero no sería mejor matarlo y gozar de su muerte cuando tengamos en nuestras manos al legendario rubí — muy frio y soberbio, Rilijel lo creyó pertinente y le retiro el cuchillo del cuello marchándose entre risas burlescas.
    — Cuídate las espaldas — fue lo último que le dijo y por eso Blacke mando llamar a los guardianes de la entonces locación sur a Chárolin guardiana Plumina, a Cedrick que en ese momento aun no era nombrado caballero, a Mirel guardián Viestul, a Marión y Madison las guardianas del ataque de acero y a otros más mientras nosotros nos preparábamos para afrontar un ataque de parte enemigo, pero ellos también hacían lo suyo.
    — Tú te encargaras de encontrar el legendario rubí —le dijo Rilijel a Candelabro, él asintió y le prometió matar al portador del rubí y traérselo por lo que Rilijel confió en el, ya que era el mejor margón de esa tropa.

    — Cuente conmigo —le dijo Candelabro y se coloco en marcha para buscar el rubí del que se sabía muy poco.

    Blacke fue al frente de batalla peleando directamente con Rilijel, los guardianes se mantuvieron con sus refuerzos, pero no había nadie tan capacitado y disponible, pero por eso el decidió mandar a alguien que no levantara sospechas, determino mandar a Plumina y también le encargo que cuidara de la persona que tuviera el rubí, ella se dispuso y rápidamente se puso en marcha aunque Candelabro ya le llevaba ventaja, él que se preguntaba en dónde estaría ese rubí.

    —Pero con esto que me dio Rilijel podré encontrarlo más fácilmente —.Aquello era un collar de energía que detectaba al rubí hasta en larga distancia.
    Candelabro recorrió muchos pueblos escondiéndose en los bosques oscuros mientras Plumina le seguía de cerca.
    — Al fin llegue a Hojaderal —se decía cuando miro a la distancia.
    — Se parece a Candelabro, pero él ¿qué está haciendo aquí?, ¿será por el rubí?—se preguntaba. Ella continuo caminando siguió hasta un callejón desapareciendo entre las sombras, le apunto con una daga.
    — Crees que soy tan tonto como para no saber que me sigues —le dijo apareciendo a su espalda de un segundo a otro, pero ella le respondió.
    — ¿Es por el rubí que estas aquí, cierto? — valiente no le temió.
    — ¡Eso a ti no te compete, ya que te vas a morir ahora! —le dijo desafiándola a un combate. Candelabro era muy fuerte, sus golpes eran muy rápidos y Plumina sólo logró escapar, sus niveles eran incomparables, pero a duras penas logro escapar de su mano.

    Ella caminaba herida por las calles, su collar morado estaba roto, lo cual no dejaba mostrar su traje ni sus habilidades más fuertes y ya no sabía cómo encontrar ese rubí, por lo que camino mucho hasta toparse con una muchacha la cual le ofreció su ayuda, Plumina no quería involucrarla, pero ella insistió y la llevo a su casa en donde ellas conversaron.
    — ¿Cuál es tu nombre muchacha?- decía Plumina con cierta curiosidad.
    — Mi nombre es Arami —le dijo la muchacha. Plumina le agradeció por curar sus heridas, pero le pregunto qué o quién le había causado esas heridas y en ese momento apareció Candelabro en la casa de Arami porque en ese lugar su collar de energía había reaccionado.
    — Él fue quien me causo estas heridas —señalo Plumina.
    — Así que aquí te estabas Plumina, ¡denme el rubí ahora! —. Plumina lo distrajo y se enfrento una vez más a él, pero no pudo resistir lo suficiente quedando inconsciente, mientras Arami logro huir temporalmente. Candelabro la siguió rápido porque estaba seguro que ella portaba el rubí obligándola a esconderse de improviso y un gran miedo le invadía, pero él escucho unos ruidos que las ramas hicieron cuando se escondía y trataba huir.

    — ¡Alto muchachita! —le detuvo Candelabro, Arami no entendía nada de lo que ocurría.
    — ¡Ese rubí que llevas me pertenece! —le decía sujetándola fuertemente de los brazos.
    — ¡Suéltame, no entiendo! — le dijo Arami con fuerza.
    — ¡Eres una tonta! — Y en ese momento la arrojo al suelo e iba a matarla cuando un destello salió del rubí.
    — ¡Qué es esto! —se pregunto — ¡Oh no, no es posible! —dijo tratando de cubrirse con sus brazos, ese brillo le hizo huir dejándola por ahora. Ella corrió, se dirigió a su casa en donde encontró a Plumina consciente, pero herida, así que Arami le vendo sus heridas y le pregunto sobre ese hombre extraño que las ataco, ella le respondió que de él no se conocía mucho, pero le llaman Candelabro y es un margón aunque pese a las explicaciones Arami aun no comprendía del todo y ante eso Plumina le explico que debía huir lo antes posible, ya que él había intentado matarla y apoderarse del rubí, pero ella no quería dejar sola a Plumina pero la guardiana insistió por lo que Arami termino huyendo. Subiéndose al ferrocarril que la llevaba al poblado de Insurick y se oculto en un cuarto que encontró pero sólo por un tiempo aunque no fue suficiente como para que el margón Candelabro no la encontrara.

    Con el pasar de los días Candelabro uso el collar que le había dado Rilijel para encontrar aquel escurridizo rubí y vestido como campesino trato de encontrarla.

    —Esa muchacha ¿en dónde se habrá metido?, ni vestido así puedo encontrarla, no puedo volver con las manos vacías —se decía él.
    Cuando anocheció se escondió en las afueras del poblado y vio acercarse a unos hombres armados que se dirigían precisamente hacia la jovencita que él estaba buscando, reacciono acercándose en silencio y despacio. Esos hombres eran unos asaltantes, ella les dijo que no llevaba dinero, pero aun así la amenazaron
    —Danos todo lo que tienes o sino ya sabes lo que te pasara —le decían mostrándole sus cuchillas cerca del rostro, pero antes que le hicieran algún daño él intervino.

    —Ahora quédate dormida y con esto estarás mejor— la amarro para que no escapara y ella tuvo que dormir en esas condiciones mientras Candelabro se decía que el cuerpo de los humanos es muy frágil, por lo que pensaba que ella podía estar congelada por lo que Candelabro bajó del árbol y le cubrió con su capa y le miro muy pensativo y por la mañana él ya no estaba, pero Arami no pudo huir por las amarras, lo que no fue necesario Candelabro trajo algo de comer, pero le siguieron algunos guardianes y lo atacaron, Cedrick le pidió que dejara libre a la muchacha pero Candelabro les decía que antes deberían entregarle el rubí, sin embargo Arami les pidió que no le hicieran daño. Marión y Madison no lo entendían pero de todas formas Marión le ataco por lo que Candelabro correspondió al ataque, Arami corrió y se interpuso entre los dos, de igual manera Candelabro con su otro brazo los ataco con esas habilidades que le dio el collar de Rilijel y los lanzo a todos al suelo arrastrándolos varios metros y los hirió gravemente llevándose a Arami a gran velocidad. Los guardianes derrotados se dirigieron hacia su base ayudándose unos con otros, en donde estábamos Blacke, Cristina y yo. El comandante nos dijo que ya Candelabro se había vuelto muy fuerte, él iría a rescatar a Arami y tratar de lograr que aquel margón recapacitara.

    — ¿Por qué haces esto? — le dijo Arami mirándolo fijamente.
    — ¿Por qué te entrometiste?, pudiste quedar gravemente herida— le dijo Candelabro curando sus heridas.
    —Ellos también quedaron mal heridos— le dijo no entendiendo la preocupación del margón.
    — No es lo mismo porque ellos pueden resistir, son guardianes su resistencia es su mejor cualidad, mientras que los margones podemos regular mejor nuestra temperatura— le explico él regañándola pero a la vez explicándole cambiando la expresión de su rostro aun curando sus heridas por lo que aprovecho de preguntarle Arami:
    — ¿Qué tiene este rubí que todos lo desean? — lo que cambio la mirada del margón.
    —Puede matar o puede dar paz ¿te queda claro? —indicándole que no fue prudente su pregunta poniéndose de pie, pero ella no temiéndole sentada le miro.
    —Entonces elige la paz— tiernamente dijo lo que nuevamente cambio su mirada y su sentir.
    —No puedo a ellos los odio, me quitaron a mi madre. Deja que te cure esas heridas en eso soy bueno— bajando a su altura ocultando la tristeza que había en sus ojos.
    —Ten cuidado aun me duele esa herida— le dijo quejándose Arami y mientras él curaba sus heridas sintió otra presencia lo que le alerto poniéndose de pie rápidamente hasta que lo identifico.
    — ¿Qué haces aquí Blacke? —mirando entre las sombras del día. Arami se impresiono porque no había señales de otra vida cerca.
    Ellos comenzaron a conversar sin bajar la guardia.

    — Veo que no has perdido esa habilidad Candelabro— le dijo Blacke y agrego que no sólo por el rubí era su visita sino que ya era hora de enterarse de la verdad y comenzó a explicarle que su padre era un rey de una tierra lejana y que su madre había sido una margón, su padre hizo todo por su madre y ella le retribuyo interponiéndose entre el rey y un puñal que le hubiera causado la muerte al rey.

    — ¡Mientes! — le gritaba Candelabro. Él no creía y su mente estaba confundida — ¡No le creas acerca de tu familia a Rilijel, él es quien te mintió! —trataba de convencerle Blacke y le aclaro.
    — ¡Estuve junto a tus padres antes del gran ataque, ellos te entregaron a mí, pues sabían que el hermano de tu padre querría matarte! — .
    Ya que en ese tiempo Espejo era aliado de los margones, nos aclaro Relyell y prosiguió. Candelabro no podía creerle, pero Blacke insistía
    — ¡Tienes que creerme Zéfiro!- el que empujo a un lado a Blacke y se llevo rápidamente a Arami, estaba destrozado, pensativo al lado de un árbol muy triste y desconsolado…

    Al escuchar el nombre de este margón todos los que escuchaban se sorprendieron mucho y le miraron, Dereck también le miro extrañado, pero nadie emitió ni el más mínimo comentario, mientras Relyell continuaba su relato. ….
    ... Arami trataba de calmarle, pero él no podía encontrar la calma ya que le habían mentido y utilizado, también quería saber quién era el responsable de la muerte de su madre.
    — No intentes calmarme, que yo no soy común como tú— le dijo ofendiéndola, ella no le tomo atención y en su mente pensó una idea muy buena, utilizo aquel rubí cerca de él lo que origino una pequeña explosión lo que produjo un desmayo en él por un largo tiempo, sin reacción por lo que Arami se asusto, lo zamarreó de un lado a otro lo que logro despertarlo asustado.

    [FONT=Baskerville Old Face]— ¿Qué me hiciste Arami? — pregunto asombrado. Ella le explico que uso el rubí para calmarlo, él se sintió extraño pero se miro y no noto algún cambio aparente, Arami le miro de cerca y noto que su mirada había cambiado, era más noble y de un momento a otro el mismo lo percibió.[/FONT]

    [FONT=Baskerville Old Face]— ¡Vamos, no querías que entre nosotros hubiera paz!— dijo con una sonrisa.[/FONT]
    [FONT=Baskerville Old Face]Él la cogió del brazo y se dirigieron a la base logrando burlar nuestra seguridad, lo que amerito nuestra posición de defensa, pero él nos aclaro que venía en son de paz y le pidió ayuda a Blacke para encontrar a su padre la que no fue negada, todos accedimos a colaborar y antes de establecer la paz entre guardianes y margones Arami lo acompaño al castillo oscuro de Rilijel, ya que él estaba seguro que su padre podría estar allí, pero Rilijel esperaba la traición de Candelabro por lo que le maldecía y le esperaba para derrotarlo.[/FONT]

    [FONT=Baskerville Old Face]Blacke destino los grupos mientras Candelabro avanzaba lentamente para no ser advertido, pero Rilijel ya sabía que estaban allí y le sorprendió con su espada mientras que afuera los margones se enfrentaban a nosotros.[/FONT]
    [FONT=Baskerville Old Face]Después de algunos enfrentamientos más entre ellos Candelabro derribo a Rilijel, pero no encontró a su padre allí, pero Arami tenía el deseo de instaurar la paz y afuera del castillo nuestra batalla aún no terminaba, Arami uso el rubí para que reinara la paz entre estos dos escuadrones y nos unimos por ese rubí, el destello fue tal que a todos nos dio su resplandor. El teniente margó a cargo se unió junto a Blacke el que explico un plan de paz el que fue aceptado por aquel teniente. Aquel rubí se quedo en una piedra como símbolo de nuestra paz, Candelabro y Arami se despidieron para que él continuara buscando a su padre y ella regresaría a su vida de campesina a Hojaderal. Nosotros les pedimos a ambos que se quedaran, pero su destino ya estaba decidido. Hasta una nueva aventura se prometieron y la unión entre guardianes y margones se hizo y nos llamamos Imperiales. Aunque todos ustedes saben que esa paz no duro mucho y tuvimos que darle termino de otra manera.[/FONT]

    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face]—Aún te encanta contar historias que no tienen término Relyell — le dijo Zéfiro un tanto orgulloso.[/FONT][/SIZE]
    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face] —Sí me fallaron algunos detalles Candelabro — le dijo Relyell molestándole.[/FONT][/SIZE]
    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face] —Eso ya fue hace mucho — interrumpió Blacke y se llevo a Relyell.[/FONT][/SIZE]
    [FONT=Baskerville Old Face][SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face]Zéfiro se molesto, él tenía sólo dieciocho años y siempre le causaba tristeza recordar esa época. Su hermano le había prometido buscarla con él antes de perder la memoria. Yo me acerque a ellos con cuidado, Zéfiro se separara del resto molesto por lo que no quise hablarle ya que aquel tiene su carácter de lo que Dereck se percato y me explico que Zéfiro se entristeció y que también pudo recordar algunas cosas más, me explico que desde esa despedida ellos no volvieron a verse, que todo había cambiado mucho. [/FONT][/SIZE]
    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face]Zéfiro se marcho lejos de los guardianes, Richard le siguió aquel caballero quería hablar con él.[/FONT][/SIZE]
    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face] —Quiero estar solo Dorado— le dijo Zéfiro molesto, pero Richard no se daría por vencido.[/FONT][/SIZE]
    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face] — Explícame algo ¿cómo es que luego de ayudarnos volviste a ser nuestro enemigo y hasta trataste de matar a tu hermano Zéfiro? —lo que le incomodo, pero no podía negar que la pregunta de Richard era lógica.[/FONT][/SIZE]
    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face] —No debería explicarte Dorado, no entenderías— le respondió él y se alejo aún más, hasta la otra puerta de entrada de la Ciudadela Imperial.[/FONT][/SIZE]
    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face] —Espera, no es sólo por molestarte, sé que has cambiado mucho en estos años y no soy nadie para cuestionarte, es que deseo que me aclares la historia para poder entender y para poder confiar en ti, soy bueno escuchando— le convencía el Caballero Dorado y lo logro Zéfiro luego de evadirlo mucho accedió, ambos se sentaron en un tronco y comenzó a contarle y antes de eso Dorado le prometió no revelar lo que él le contaría.[/FONT][/SIZE]
    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face]— Luego de despedirme de ella me interne en varios pueblos y reinos buscando a mi padre sin encontrarlo, unos hombres me golpearon al estar débil. Después de varios días caminando sin descanso ellos me amarraron y arrastraron hasta llevarme a una casa abandonada y allí un hombre dijo conocer a mi familia el que controlo mis pensamientos y me engaño. Él al igual que Rilijel sólo eran enviados de mi tío Espejo, ya que como su alianza fallo y yo traicione a su enviado quería volverme en contra de mi padre y de mi familia para vengarse de mí, él trataba de utilizarme. Ese hombre enviado por mi tío me enveneno el alma, me hizo entender que mi padre había engañado a mi madre con otra mujer, con una guardiana y que ellos eran los principales enemigos, además me dijo que mi padre le había dado toda la herencia a su segundo hijo y lo envidie y odie al que quería encontrar.[/FONT][/SIZE]
    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face] Luego de eso me encargue por mucho tiempo de prepararme y reuní a los margones rebeldes que habían matado al teniente que negocio nuestra alianza y robe el rubí. Tiempo después supe que mi padre era el rey de Canela, quería verle y abrazarle, pero ya era tarde estaba envenenado. También me entere que su hijo era un guardián y decidí vengarme de él, Dereck me derroto y con eso mi venganza se frustro, luego en la guardia lo pensé mejor en esas paredes logre sacar el veneno que me habían inyectado.[/FONT][/SIZE]
    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face]Todo eso ocurrió Dorado, ella debe odiarme, yo aún tengo su rubí he querido devolvérselo, pero no le he encontrado ya no vive en Hojaderal, es eso lo que más me apena — termino contando Zéfiro al que en la mente se le revolvió todo lo vivido.[/FONT][/SIZE]

    [FONT=Baskerville Old Face]
    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face] — En serio te has acobardado con el tiempo, deberías buscarla aunque te rechace, te sacarías un peso de encima— le molestaba Dorado para estimularlo a seguir. Eso le sirvió y decidió encontrarla, se mantuvo en esa decisión y se prometió encontrarla aprovechando la paz existente por ahora.[/FONT][/SIZE]

    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face]Dereck me dijo sobre la promesa que le hizo a su hermano y que le ayudaría, yo le dije que por ahora yo debía volver a Cerezo, pero antes de que pudiera volver a pronunciar una palabra él me pidió que le contestara una pregunta[/FONT][/SIZE]
    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face]—Respóndeme ¿por qué siento que te quiero tanto? Yo no he recordado tanto como para saber todo lo que ha pasado, pero tengo un sentimiento que crece cada vez que te veo y siento que no he tenido la mejor oportunidad de decírtelo—. Ahora me importa cuidar su integridad y su salud, no pude contestarle nada y decidí evadirlo un tiempo lo que le extraño mucho, creo que hasta ha llegado a pensar que lo rechazo, pero por ahora eso es lo mejor. Me iré a Cerezo por la mañana.[/FONT][/SIZE]

    [FONT=Baskerville Old Face][SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face]Dereck encontró a Zéfiro más recuperado, ahora era él quien necesitaba más aliento, Dereck se dirigió a Zéfiro y mientras caminaba hacia él se desvaneció, Zéfiro lo levanto y lo llevo a la enfermería, tendiéndole en una cama a los cuidados de Cristina la que le explico a Zéfiro que Dereck necesitaba descanso continuo por varios días, aun estaba débil y le recomendó que se lo llevara a Canela porque en la Ciudadela los recuerdos eran muy fuertes y él no lograba sobreponerse a lo que Zéfiro se lo llevaría por la mañana a su reino y vigilo su sueño mientras los demás dormían, ya que por la mañana la mayoría partirían a sus pueblos natales excepto Blacke, Luisa, Relyell y Cristina para ellos la Ciudadela es su hogar. Además Relyell desea encontrar a nuevos guardianes para estar más alerta y así proteger una mayor extensión de reinos y dejar de ser considerados por algunos pueblos como un peligro en vez de ayuda. [/FONT][/SIZE]
    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face]Zéfiro se durmió en su silla tapado con una manta hasta que Dereck despertó sobresaltado lo que despertó a Zéfiro.[/FONT][/SIZE]

    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face] —Mañana te llevare a casa hermano— le dijo tranquilo.[/FONT][/SIZE]

    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face] [/FONT]—Aún no es tiempo, debo cumplir mi promesa— le dijo un poco mareado[/SIZE]
    [FONT=Baskerville Old Face]
    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face] — No es necesario, tu salud es más importante. Te llevare a Canela mañana— y decidido a eso cuando fue de mañana se marcharon junto a los demás guardianes que iban en destinos diferentes. Iliott, el guardián de los Mares y Zéfiro pidieron hablar con Blacke antes de irse, en privado y confirmaron su lealtad con los guardianes.[/FONT][/SIZE]

    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face]—Lamento haberle decepcionado antes— le dijo mirando el suelo.[/FONT][/SIZE]
    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face] —Lamento no haberle creído Blacke— le dijo Zéfiro en tono serio.[/FONT][/SIZE]
    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face] —Lamento haber participado con el bando enemigo— le dijo Iliott, juraron otra vez lealtad y Blacke volvió a confirmarlos como guardianes y les proporciono un collar diferente en forma de lágrima, ellos tres conformarían un nuevo grupo y su cuarto compañero seria Frederick, que se incorporaría después. Dicho eso Zéfiro se llevo a Dereck a Canela, Dama Blanca se marcho a Cerezo, las Damas Plateadas se incorporaron a una misión por lo que no se les vio por unos meses. [/FONT][/SIZE]

    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face]Frederick se dejo ver en la Ciudadela, Blacke le entrego su collar y le explico la situación, aquel guardián acepto las condiciones aunque sabían que ningún guardián le gustaría la noticia.[/FONT][/SIZE]
    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face]Zéfiro llego junto a Dereck al reino de Canela y la gente del pueblo le saludaba, pero él no los recordaba y en las cercanías del palacio mareo mucho, Zéfiro le sujeto como pudo, ver el reino le forzó a recordar e imágenes pasaron muy rápido por su cabeza desestabilizándole, por lo que Zéfiro pidió ayuda a los guardias del palacio, los que se extrañaron de verlo tan pronto, ellos le llevaron a dentro ante la sorpresa y preocupación de su parte. Luego lo subieron hasta su cuarto por las escaleras del palacio y Zéfiro se encargo de explicarle al rey, su padre lo que había sucedido, él que llamo al médico amigo suyo para que revisara a Dereck y él justamente despertó en su habitación cuando el médico le revisaba.[/FONT][/SIZE]

    [FONT=Baskerville Old Face][SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face]— ¿Qué sucedió?, ¿en dónde estoy?- preguntaba aturdido.[/FONT][/SIZE]
    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face] — Está en su habitación, su alteza, tiene heridas profundas que necesitan más atención y reposo, no se levante aun— le recomendó el médico y también le dejo unos medicamentos a cargo de Zéfiro que habría entrado para aclararle la situación a su hermano, además aquel médico le recomendó al rey no dejarle salir de palacio durante unas cuantas semanas y que no permaneciera de pie tanto tiempo, lo que a Dereck le molesto mucho, no quería que lo trataran como un enfermo de cuidados. Su padre se acerco a él y le acaricio la cabeza como cuando era un niño.[/FONT][/SIZE]
    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face] —Padre no estés triste, ya me recuperare— le había dicho su pequeño en esos días, pero ahora esos recuerdos se veían lejanos, pero al llegar a Canela y forzarse a recordar trajo a su mente a Steven, a su padre, también recordó a Fernanda y a algunos campesinos. Su padre le dejo dormir y se sentó en la sala preocupado, Zéfiro le reconforto y le dijo que a pesar que su situación se viera grave estaba seguro que Dereck se recuperaría bien y luego de las palabras de aliento de su hijo, el rey se marcho a dormir aunque Zéfiro no pudo conciliar el sueño.[/FONT][/SIZE]

    [FONT=Baskerville Old Face][SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face]Por la mañana Dereck no estaba en su habitación porque había ido a dar un paseo por Canela desobedeciendo las órdenes del médico lo que preocupo mucho a su padre y ante eso mando a la guardia real a buscarle, pero Zéfiro negó la orden de su padre, diciéndole que él iría a buscarle. Mientras Dereck paseaba como antes y los aldeanos y campesinos le saludaban, se sentó en la orilla de un río en las afueras pensando y contemplando el paisaje, recordando viejos tiempos y él estaba en eso cuando Zéfiro le encontró en ese lugar.[/FONT][/SIZE]

    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face]— ¿Por qué haces esto?, nuestro padre está muy preocupado por ti — le reclamo su hermano molesto con él [/FONT][/SIZE]
    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face]—Sólo deseaba volver a recordar mi reino y hablar con la gente, lamento haberles asustado— le dijo Dereck, él se levanto y se disponía a irse junto a su hermano cuando unos bandidos atacaron a una niña para quitarle lo que llevaba lo que como guardián no resistió yendo en su ayuda, enseñándoles a esos bandidos una gran lección, sus movimientos no han cambiado, al contrario se ha superado y con pocos golpes los coloco en su lugar, forzándolos a huir, salvando a la niña la cual se lo agradeció mucho y le dio una manzana, luego se marcho, pero aunque se sentía bien por ayudarla su cuerpo no pensaba lo mismo, se sintió mal otra vez, pero esta vez no fue por los recuerdos, sino por un golpe fuerte que aun tenía y le dolía en su cabeza, Zéfiro le llevo rápidamente de vuelta y le obligo a recostarse mientras su padre entraba.[/FONT][/SIZE]
    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face]
    [/FONT][/SIZE]
    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face] —Déjanos a solas hijo, necesito hablar con tu hermano— le pidió el rey a Zéfiro el cual obedeció y se retiro a la sala. Luego el rey le pidió a Dereck que no actuara de manera tan inconsciente y que se preocupara más de su propia salud, pero él le rebatió.[/FONT][/SIZE]
    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face] —Estar aquí descansando por esto es más humillante que ser derrotado padre, créeme que esto no me vencerá— le explico Dereck mirando por su ventana. [/FONT][/SIZE]

    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face][FONT=Baskerville Old Face]—Hijo quiero que entiendas yo ya soy viejo y no quiero perderte— dirigiéndole a su hijo una mirada triste a lo que Dereck no resistió y asintió con la cabeza, le obedeció a su padre y le prometió guardar reposo para sanar sus heridas.[/FONT]
    [FONT=Baskerville Old Face]Al otro día vino Steven de visita, pero antes de que entrara Zéfiro le explico la situación para que no le tomara por sorpresa y luego entro a ver a su amigo, Dereck le recordó levemente, no del todo, pero Steven le comprendió y logro levantarle el ánimo[/FONT]
    [FONT=Baskerville Old Face] —Amigo, ¿el Caballero Negro también se vio afectado? — preguntando tanto por él como de los guardianes. [/FONT]
    [FONT=Baskerville Old Face]— ¿Tú sabes de mi secreto Steven? —le pregunto asombrado Dereck [/FONT][/FONT][/SIZE]
    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face] — Claro hace tiempo, pero no te preocupes aparte del rey, Zéfiro y yo nadie más lo conoce — .Dereck se alegro de verle, aunque empezaba a detestar el tener que estar acostado todo el tiempo, quería volver a sus labores de guardián las que empezaba a extrañar y también quería ayudar a su hermano a encontrar a Arami.[/FONT][/SIZE]

    N° palabras: 13123
    [SIZE=4][FONT=Baskerville Old Face][FONT=Baskerville Old Face]Continuara... [/FONT][/FONT][/SIZE][/FONT][/FONT]
    [/FONT][/FONT][/FONT][/FONT]
     
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    surisesshy

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    Primeramente: ESTA MUY CORTA, cosa no muy propia de ti, pero tú sabras por que.
    Pobre de mi querido caballero, ahhora no recuerda nada, ¿como lo encontrarán los demas? ¿Que pasará ahora? De seguro y dama Blanca está muy preocupada y ni que desir de los otros caballeros.
    Que lindo, Zefiro preocupandose por su hermano, despeus de tantas rivalidades que pasarón, espero y pronto pueda encontrarlo, de seguro seguiran huellas de la batalla del Caballero Negro y su contricante, se darán cuenta de que calló al barranco y seguiran la corriente del rio para ver donde quedó, ups, creo que estoy adelantando hechos.
    Que desesperación, ahora si me deves un manicure, todas mis uñas quedarón destrozadas, u.u, ya quiero ver el proximo capi, nos vemso hasta entonces, no me dejes esperar mucho tiempo, beys.
     
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    ajajajajaa, no era corta, es que me había equivocado y le estaba añadiendo lo demás, ahora sí leela completa Suri, disculpa XD
     
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    Título:
    Dama Blanca, los guardianes y los 10 Caballeros
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    54
     
    Palabras:
    6747
    Continuación del anterior capitulo y el siguiente capitulo, espero les guste!!


    Mientras tanto Zéfiro hablaba con su padre en la sala y le pidió que cuidara y vigilara a su hermano mientras el iría a la base guardiana a buscar de una vez a esa muchacha, a lo que su padre accedió y le pidió que se cuidara. Así comenzó Zéfiro su viaje a la base guardiana y pidió hablar con Blacke. Mientras que en Canela Dereck le preguntaba a su padre acerca de su hermano y su padre le explico que tenía asuntos que atender, pero Dereck se lamento por no poder cumplirle la promesa que le hizo.

    — ¿Qué deseas decirme muchacho? —le pregunto Blacke.
    —Mi hermano esta en estricto descanso en Canela, se está recuperando de a poco. Por favor si sucede algo no le llames, él necesita recuperarse— le pidió Zéfiro.
    —Descuida que no lo iba a hacer, se que él necesita descanso, nosotros nos encargaremos —le respondió Blacke, y ya más calmado aquel guardián de la lágrima se retiro en busca de Arami.


    12° Capitulo: Aprendiendo de Reencuentros:

    Relyell se encargaba de buscar nuevos aprendices y él era el mejor para cumplir esa tarea, cerca del reino de la Bruma había encontrado a un muchacho y él estaba seguro de contar con la ayuda del rey de la Bruma porque habían tenido una amistad en el pasado y al solicitar su ayuda aquel rey le daría una buena respuesta y por la tarde llego al palacio con una maleta en sus manos y un abrigo, el rey la estaba esperando.
    Mientras tanto Zéfiro se dirigía a toda prisa a Hojaderal en busca de ella, consulto a los campesinos quienes no supieron darle una pista, ella ya no vivía allí. Por lo que entonces se dirigió a los pueblos vecinos en los cuales el tampoco la encontró. Cerca de allí un reino se había levantado y las murallas se alzaban ante sus ojos, él pudo mezclarse entre unos campesinos y logro entrar a aquel Reino Reflejo que luego de tantas batallas había albergado a la gente desvalida que había quedado sin hogar, el cual estaba al mando de un margón retirado que ubicaba bien a Zéfiro.

    Esa muchacha que el rey de la Bruma esperaba se llamaba Arabel, su padre había muerto y aquel rey antes de morir le prometió cuidarla, ella tenía 16 años y viviría con ellos. Relyell le pregunto al rey sobre su hijo, ya que ese pequeño tenía las mejores condiciones para ser un guardián, el rey respondió que él vivía en ese mismo palacio y que pronto le llamaría, Relyell se presento a la muchacha la que no podía creer que él fuera un guardián, eso se convirtió en un secreto que no saldría del palacio. El rey llamo a su hijo, el príncipe Aryan y le presento a Relyell y le dijo que la muchacha que le había comentado ya había llegado.

    Zéfiro no quería perder la esperanza de buscarla, el rey margón de Reflejo sabía que él estaba en su reino y lo invito cordialmente a su palacio.
    — ¿Qué te trae por aquí Zéfiro? —le pregunto al rey.
    —Una mujer solamente, necesito encontrarla— le dijo seriamente.
    —Qué bueno que es una mujer y no una amenaza, haz cambiado mucho— le dijo el rey y añadió que contara con su ayuda, entonces así el rey le concedió permiso para entrar y salir del reino sin preguntarle a nadie y Zéfiro se dispuso a recorrer ese reino con la esperanza de encontrarla.

    En el reino de la Bruma el rey le pedía a su hijo que tratara bien y como visita a la muchacha, Aryan era un tanto orgulloso y soberbio por lo que no aceptaba a una campesina en su palacio, pero le presento a Relyell y le dijo que una sorpresa le tenía preparada. Luego de eso Relyell se retiro a su cuarto que le habían preparado y el rey le presento a su hijo a la muchacha de nombre Arabel.
    —Un gusto— dijo ella agradecida de que la recibieran.
    —Sí, sí, el mío también— le hablo sin importarle y se retiro, ella se percato de su molestia, pero el rey le pidió que no se preocupara por él.
    Luego ella se dirigió a recorrer el palacio en donde se topo con el príncipe otra vez —Yo sé que mi padre era muy amigo del tuyo, pero no estarás mucho tiempo aquí—. Arabel dejo que se fuera y trataría de tener más cuidado en molestarle e instalo sus cosas en una habitación y les pregunto a unas sirvientas sobre el príncipe la que le indico que esa actitud la tenía casi siempre. Relyell observaba esta situación y estos choques entre ambos era inevitable.

    Zéfiro hizo algunas averiguaciones entre el pueblo y esto por unas amigas llego a los oídos de Arami.
    — Un hombre esta buscándote— le avisaron y le explicaron que ese hombre era alto, de ojos color verdoso y de color café su cabello, ella le reconoció pero no quería verlo de nuevo. Zéfiro no se daría por vencido, aunque la gente no quisiera ayudarle y ella lo sabía bien por lo que lo evitaba y se coloco una capa encima. Ella se había enterado que Zéfiro traiciono a los guardianes y también que había desaparecido el rubí, Arami no deseaba verle y en eso daba vueltas su mente de vuelta del mercado hacia su casa y en ese recorrido cayo una lluvia por lo que se fue corriendo hacia un lugar donde pudiera guarecerse, pero se tropezó y cayó al suelo, un hombre la observo y le ayudo a levantarse, él le tendió la mano y al levantarse él le observo su rostro reconociéndola de inmediato, Zéfiro estaba seguro de que era ella y ella también lo reconoció queriendo escapar de él, pero Zéfiro le sujeto fuerte no quería perderla ni dejarla ir.

    — ¿A qué has venido traidor? —le pregunto enojada
    —A encontrarte Arami y a devolverte algo— le dijo Zéfiro
    — ¡No quiero verte!- le grito ella y al parar la lluvia por un momento él la llevo lejos del mercado y le pidió que le escuchara, que él sabía que había cometido muchos errores.
    — ¡Suéltame! — le grito ella. Arami no quería oírle nada de lo que él tenía que decir, pero Zéfiro no dejaría de insistir.
    —Cometí muchos errores y uno de los más importantes fue dejarte ir, yo ya he reparado casi todos mis errores, pero he vuelto para reparar el más importante— con toda sinceridad se lo dijo mientras ella estaba sorprendida y escuchaba atenta. Zéfiro le pidió que abriera su mano y le deposito el rubí en sus manos las que había dejado la última vez.

    —Depende de ti cuidarlo ahora. Si no quieres verme lo comprendo, sólo… ya me voy — le dijo triste y bajando el tono de su voz. Arami recordó su mirada cada día luego de verle hace ya tiempo, pero estaba molesta con él por el daño que había causado aunque sus palabras le conmovieron el corazón.

    Por su parte Arabel recorría el campo con sus árboles, pero se encontró con el príncipe que cabalgaba junto a un amigo.
    — ¿Qué haces aquí?, interrumpes mi práctica, tu lugar es en palacio limpiando— ella no podía creer su arrogancia por lo que se fue de ese lugar.

    — ¿Por qué la tratas tan mal Aryan? —le dijo su amigo.
    — Me fastidia verla, me arruina el día — dijo él.

    Mientras el rey y Relyell acordaban un entrenamiento guardián, el rey ofreció a su hijo y a Arabel para su escuadrón y mando a un empleado a buscarlos y pasados unos minutos el encontró a Arabel la que se dirigió al rey.

    —Hija tengo que hablar contigo — el rey lucio alegre
    — Sobre que desea hablar su majestad — le dijo Arabel tímidamente
    —Sobre mi hijo y también sobre una propuesta que el señor Relyell me ha dicho, pero necesito que Aryan esté presente también— le explico el rey a lo que Arabel se ofreció ir en su búsqueda al cual encontró rápidamente
    — ¿Qué hablabas con mi padre?, escúchame bien….—le decía apresuradamente.
    —No sé que le sucede príncipe, pero el rey desea hablar con usted también — lo que le extraño a Aryan, era una situación delicada supuso pero entro y detrás de él Arabel.

    El rey les explico que deseaba que Aryan se encargara de enseñarle a cabalgar, bailar entre otras cosas a Arabel porque estaba estudiando la propuesta de Relyell de convertirse en guardianes defensores del reino Bruma y de todo quien los necesitara, ellos estaban atónitos y no entendían como iba a ser todo eso. El príncipe enseguida se opuso a hacerse cargo de Arabel, pero dijo que pensaría lo de ser guardián, su padre le exigió que cumpliera con sus obligaciones y más ante la propuesta del señor Relyell, Arabel por su parte estuvo dispuesta a convertirse en guardiana y luego de eso la conversación termino. Relyell le aconsejo al rey que no les presionara, que él estaría dispuesto cuando llegara el tiempo e instantes precisos por lo que Relyell no se preocupo en lo más mínimo.

    Para pasar el mal rato que le había hecho pasar se fue al pueblo, al mercado y de paso a respirar el aire puro del bosque tranquilo, el príncipe deseaba hablar con ella por lo que mando a un empleado por ella, pero se entero de que ella no estaba y por eso fue por ella en su caballo. Él recorrió todo el pueblo, pero no la encontró, ya era tarde porque ella ya había regresado al palacio antes de que notaran su ausencia y cuando ella entraba, Aryan llego, se bajo del caballo y la sujeto del brazo enojado y la alejo de la entrada, reclamándole la idea de su padre.
    — ¡Seguro que todo eso fue idea tuya!, ¡entiéndelo bien nunca vas a dejar de ser una sirvienta! —lo que la hirió mucho.
    — ¡Sólo eres un príncipe arrogante, no tienes derecho a decirme todo eso! — le grito enojada y triste, se soltó de su mano y corrió a su cuarto ante la mirada de Relyell aunque al príncipe no le causo ninguna reacción y no hallaba la solución para poder escaparse, hasta que su amigo Antonio llego y pudo contemplar la escena de su discusión con Arabel.
    —Amigo que bueno que estás aquí— le dijo alivianado.
    — ¿Por qué siempre la tratas así, no ves que la lastimas? — le dijo Antonio, pero a Aryan no le importo.
    —Amigo necesito que me hagas un gran favor, necesito que me cubras— pidió rogándole.
    — ¿En qué problema me vas a meter esta vez? — le pregunto no muy convencido de ayudarle.
    — Mi padre quiere que Arabel aprenda a bailar y otras cosas, por más que me negué sé que me va a obligar y yo quiero ver a Carmen, tienes que cubrirme Antonio — le pidió aun rogándole para que accediera.
    —Amigo esa no es una buena mujer, pero ante y bajo tu responsabilidad ve a verla si eso te hace feliz— le dijo Antonio.

    Aryan le agradeció y se dirigió a verla, él estaba encaprichado con ella, aunque quienes la conocían sabían que no era de fiar y por ser de amores ligeros no era confiable menos para un príncipe, pero Aryan nunca quiso escuchar.
    Arabel lloro por las palabras que él le dijo y no quería perdonarlo y mientras Aryan se escapaba con Carmen, Relyell comenzaría con su entrenamiento y por eso mando por ella y le dio su primera instrucción, sólo al enseñarle sus primeras técnicas de combate noto el potencial que ella poseía, tenía buen equilibrio y elasticidad una cualidad extraña que le recordó a Dama Blanca y presintió que su especialidad seria la misma que la de ella. Mientras ella llevaba su entrenamiento Aryan y Carmen llevaban su amor a escondidas besándose ante la sorpresa de ella ante su inesperada visita y le dijo cuanto la amaba, ella se aprovechaba de él y le engatusaba y hechizaba con sus caricias y besos. Luego de eso él se retiro de ese lugar y con nueva energía se monto en su caballo y a todo galope se dirigió al palacio en donde Antonio le buscaba y hasta le encargo a Arabel avisarle, pero ella al verlo no le miro y no dirigió palabra, él al pasar si la miro y noto su descontento hasta que se encontró con Antonio, el que al verlo le tironeo del brazo y corriendo lo llevo a un lugar.

    — ¿Qué sucede Antonio? — le pregunto un tanto preocupado. — Ya veras, no me corresponde a mí, pero ya sabrás — le dijo Antonio quien movió algunas ramas y al mirar vieron a Carmen besándose con otro, un perfecto desconocido para ellos, ella se percato de su presencia y no se explicaba cómo habían descubierto ese lugar tan apartado del príncipe, pero ya era demasiado tarde, ya no había nada que hacer y por más que le grito él no quiso escucharla, se retiro solo.

    — ¿A dónde vas? —le dijo Antonio tratando de alcanzarlo.
    —Necesito pasear un tiempo a solas — dijo Aryan muy desanimado y por eso Antonio no insistió más y volvió al palacio. Al no ver al príncipe en todo el día Arabel pregunto a Antonio y ante su insistencia él le comento lo que había ocurrido.

    Luego por la noche Aryan volvió y no dirigió palabra a nadie encerrándose en su cuarto y no había caso de que él saliera de allí, su padre noto enseguida lo que sucedía y también Relyell, pero este último no deseaba intervenir, por lo que Arabel y Antonio convencieron al rey de no molestarle y le acompañaron a la sala para conversar.
    Unos días después Aryan salió, pero aun continuaba muy desanimado y ante eso ella quería animarle, aunque él le había causado mucho daño antes sin embargo Arabel decidida se dirigió al jardín trasero del palacio que era de uso exclusivo para ellos y sus amistades.

    — ¡Qué quieres, ve a molestar a otra parte! —le dijo él al verla.
    —No deseo molestarle, sólo quería tratar de conversar y darte ánimo — le dijo calmadamente, pero Aryan no deseaba una conversación con ella y le contesto de mala manera y de un tono fuerte que él no deseaba hablar de nada menos con ella y que deseaba estar solo y Arabel se entristeció y marchándose.
    — ¡Pues bien, quédate con tu tristeza como mejor te parezca! — enojada le decía y en su camino estaba Antonio quien al verla enojada le pidió que perdonara a su amigo, ya que la situación era inestable, ella se dirigió al palacio mientras Antonio trataba de animar y ayudar a su amigo consolándole y diciéndole que él nunca había querido escuchar.

    Mientras esto se llevaba a cabo Zéfiro por su parte estaba triste y Arami no sabía qué hacer, en el fondo ella quería enmendar su error no quería dejarle ir, pero no pudo seguirle el rastro porque él se había marchado rápidamente sin embargo sus deseos eran mayores aunque no lo hubiera parecido ella también le extrañaba y añoraba verlo como ese muchacho que cambio un día, por eso decidió ir preguntando de pueblo en pueblo por él. En ese momento tomo algunas de sus pertenencias y se marcho, caminó y caminó hasta el siguiente poblado y como se dispuso ella habló con algunos aldeanos, por allí estaba Paulina que había venido a su pueblo natal como tantos otros, ella escucho lo que Arami dijo a unos aldeanos y se acerco a ella.
    — ¿A quién buscas muchacha? — le pregunto la guardiana.
    —Busco a un muchacho de ojos verdosos, debió pasar por aquí— le respondió Arami y Paulina pensando sólo se percato de la breve visita de Zéfiro, era lo único inusual de esa tarde.
    —Te refieres a Zéfiro — le dijo en voz baja lo que asombro a Arami.
    —Sí ese es nombre — le contesto a lo que Paulina hizo un gesto para que la siguiera.
    Ella le explico que si conocía al que ella buscaba, pero para guiarla le pidió que le explicara el motivo de su búsqueda y al quitarse la capa de la cabeza se dio cuenta que era Arami la Princesa del Rubí, accedió a su deseo, pero no la dejaría ir sola.

    —Él vive muy lejos de aquí en Zafiro, su reino o también puede haberse dirigido al reino de Canela, por lo cual yo iré con usted — le explico Paulina. Arami acepto y evitaron los caminos poblados, ya que se dirigirían en ferrocarril desde Hojaderal hacia Tándares y luego desde allí podrían llegar a caballo a Zafiro, eso hizo y al llegar a Tándares una pregunta en la mente de Paulina tuvo que hacerle a Arami para estar más tranquila.

    —Princesa disculpe, pero ¿para qué necesita encontrar a Zéfiro? — mirando a Arami que estaba un poco triste.
    —Le trate de mala manera, veras yo me entere de lo que había hecho y no deseaba perdonarle, pero él vino a buscarme y a decirme tantas cosas, yo deseo verle y estar con él como no pude hacerlo antes— le explico aquella muchacha.

    Continuaron y consiguieron unos caballos, pero Paulina sabía que él podría estar en Canela, por eso al pasar por ese reino, ella le pregunto a los guardias si el Príncipe Zéfiro estaba en el palacio y al confirmar que no estaba allí se dirigieron a Zafiro. Él había decidido irse a su reino a pasar la pena de no tenerla con él y de aceptar que la había perdido para siempre por lo que no deseaba recibir a ninguna persona y luego de cabalgar más pudieron llegar a Zafiro, linda tierra prospera. Paulina se acerco a los guardias del palacio y pidió ver al príncipe Zéfiro, pero ellos le negaron la entrada por órdenes de él, pero él al escuchar los reclamos salió y se dirigió a la entrada vio a Paulina y pensó que algo le había ocurrido a los guardianes y las dejo pasar.
    — No te preocupes Zéfiro a nosotros no nos sucede nada, ella es quien necesita verte— y diciendo eso Paulina se retiro los dejo solos, Arami se descubrió la cabeza y él la reconoció en seguida asombrándose a lo que ella lo abrazo.
    — Lo siento, yo no soy quien para cuestionarte, lamento haberme comportado así, espero que me perdones— le dijo ella con la esperanza de recuperarlo, él la desprendió de su cuerpo lo que asusto a Arami.

    — Claro que te perdono, nada me hace más feliz que tenerte conmigo — le dijo muy contento y la levanto en el aire y volvió a abrazarla, su dicha era mucha.
    —No volveré a dejarte mi amor —le dijo riendo. Desde ese día ella fue bienvenida en su palacio y junto a él su alegría regreso.

    Aryan se dio cuenta que Carmen siempre lo había engañado, pero después de unos días esa arpía volvió a presentarse en el palacio, Arabel la encaro diciéndole.
    — ¿Qué haces aquí?, ¡en este palacio tú no eres bienvenida! — le dijo fuertemente.
    — ¡Yo he venido a hablar con Aryan, aquí tú sólo eres una recogida! — le respondió ella insultándola. Antonio se interpuso al ver que Arabel estaba perdiendo el control y le pidió a ella que se detuviera porque Carmen no valía la pena, Aryan llego y le pidió a Arabel y a Antonio que los dejaran a solas
    — Déjenme hablar con ella — con esas palabras se lo pidió, pero Arabel no deseaba dejarlo con esa arpía, pero Antonio reprimiéndola le pidió que los dejara, ellos necesitaba hablar. Carmen quería volver a enredarlo en sus mentiras diciéndole que lo que vio no era como parecía.
    —Te juro que sólo fue un beso — le decía rogándole.
    —No me interesa, vete porque no quiero hablar ni verte más — dijo Aryan con autoridad, pero Carmen lo amenazo.
    —No te voy a dejar en paz, ¡te lo juro! — .El príncipe llamo a los guardias y les pidió que la sacaran de allí y que le prohibieran su entrada al palacio y ellos hicieron lo que él les pidió que la sacaran de allí, al verlo triste Antonio le brindo su apoyo
    — Ya no pienses más en ella — le dijo tratando de hacer que lo olvidara.
    —Es que fui tan ciego, todos me lo advirtieron— le dijo él muy apenado.
    Luego de eso no tenía más distracciones, su padre no se entero de lo que había ocurrido, ya era el momento de Relyell de entrometerse en sus vidas, él le pidió al príncipe Aryan que se convirtiera en un guardián, a lo que esta vez sí acepto y junto a Arabel su entrenamiento comenzó en el jardín trasero e hizo que ellos se enfrentaran cuando su ataques estaban fortalecidos y median cuanto habían crecido y aprendido. También luego de varios entrenamientos el príncipe cambio su trato con Arabel y pudieron establecer una amistad, también cumplió el deseo de su padre, convirtiéndola en una señorita con educación y desarrollando sus talentos enseñándole a bailar a Arabel en el salón y a cabalgar y lo que más le gustaba escuchar era la música de los salones y cuando estuvo lista el rey la presento en sociedad como su protegida.

    Pasaron unos días y su entrenamiento continúo y ellos con sus grandes habilidades lograron dominarlo y aprovechando este tiempo de paz Relyell decidió llevarlos con autorización del rey a continuar como aprendices en la Ciudadela Imperial por una temporada y el rey acepto con la condición de que Arabel no considerara otro hogar, ya que el palacio sería siempre su lugar. Luego de afirmarle que ella volvería se marcharon a la Ciudadela.

    Mientras tanto el príncipe Dereck, Caballero Negro de Canela aún se encontraba delicado y sus recuerdos aparecían más claros cada vez, pero por más que lo deseaba no podía recordar a Marithza del todo, él la extrañaba y más al forzar su mente y no poder verla, pero mantenía su descanso acompañado de su padre que no perdía la esperanza de volver a verle sonreír y estar sano.

    Después de que me dirigí a Cerezo puede ver a mi madre, la reina Rosiana otra vez y me dijo lo mucho que me extrañaba y me abrazo muy fuerte y pude ver como habían avanzado las reconstrucciones en el reino lo que me alegro mucho, pero aunque existe por ahora la paz estoy alerta y extraño a mis amigos guardianes, pero cada uno de ellos están en su lugar de origen. Aquí quedan cosas por hacer, pero veo que hasta sin mi ayuda han podido sobreponerse a la adversidad y han logrado llevar sus vidas a una mejor calidad, los campesinos y aldeanos por fin vuelven a ver su reino como en su época de oro lo que me hace inmensamente feliz, pero en el fondo de mí desearía ver otra vez a ese caballero que tantas veces me han ayudado y deseo que pueda sanarse y otra vez a ser el mismo y que si se pudiera me recordara. También extraños a los inquietos y alegres de Cedrick y Sadrik siempre de un lugar a otro, me hacen tanto reír, son como niños.

    Luego de dos semanas sin verles mi madre me dijo que les hiciera una visita, aunque era muy pronto, aunque era muy pronto ella me alentó a ir, por eso en la mañana del día siguiente fui a la base guardiana aun escondida y al entrar Blacke me recibió como siempre, pero nuevos compañeros se integraron, Relyell ha tenido mucho trabajo por estos días y me presente a mis nuevos compañeros Aryan, el guardián Solar y Arabel, guardiana Lunar, especialidades contrarias pero efectivas, aunque sus apodos con el tiempo pueden cambiar su esencia será la misma.

    Aryan deseaba tener un combate de práctica con Frederick bastante y al verlo me impresione no sabía que se había unido, él se acerco a mí y me saludo.
    —Veo que estas sorprendida— dijo él y yo aun no sabía que decir.
    — Por ahora esto es un secreto y tu también debes mantenerlo — añadió él y sólo conteste que lo haría y le dije que los demás podrían molestarse por habernos traicionado, pero él eso lo tenía más que claro
    —Algún día comprenderás mi historia— me dijo el muy decidido.
    —Blacke me dijo que el Caballero Negro aún estaba delicado y descansando en su reino, pero que tenia mejoras con respecto a la última vez que le vimos— continuo diciendo.

    —Hablan del Caballero Negro— dijo Aryan y añadió —deseo tener una batalla con él y poder aprender de sus conocimientos y técnicas— decía entusiasmado, pero Frederick le dio a entender que él estaba fuera de sus límites, yo le pedí que tuviéramos un combate para ver qué nivel tenia por ahora y me lleve muchas sorpresas, tenía buenos golpes y destreza en batalla sólo detalles en su posición, pero yo no deseaba vencerle así que cuando nos cansamos detuve la batalla, él se pregunto por qué y sólo le dije que tenía buenas aptitudes, que se mantuviera así y que entrenara más , me escucho atento y mientras mi corazón estaba indeciso deseaba ir a Canela, pero no quería perturbar su mente y sus recuerdos, pero Blacke me observo y creo que él suponía lo que me ocurría, porque me envió con una carta al rey de Canela y me dijo que le hiciera ese pequeño favor, por lo que me prestaron un caballo y me dirigí a ese reino un tanto temerosa, pero para no molestar me coloque una capa y me cubrí colocándome también el gorro que tenía esa capa.
    Al llegar aún sentía que yo no debía estar allí, aunque deseaba verle de todas maneras y con valor me presente ante los guardias del palacio con la carta, ellos me dejaron pasar y me guiaron a un sirviente. De visita estaba Steven quien me reconoció y me pregunto qué estaba haciendo aquí, yo le expliqué que venía con una carta y en su gentileza él me llevo con el rey y también me dijo que su amigo ya estaba mejor, lo que me alegro este día. Entregué aquella carta al rey junto a Steven me pidieron que me quedara, pero yo no quería serles de molestia, de todas formas no pude marcharme afuera comenzaba a caer una tormenta y también porque Dereck se bajo de su caballo al llegar y al entrar me reconoció de inmediato.
    — ¿Marithza? —dijo volteándome y añadió — ¿sucedió algo, los guardianes corren peligro? —se preocupo, a lo que le aclare.
    —No, sólo vine a entregarle una carta a tu padre de parte de Blacke y también a preguntar por tu estado— le dije aclarando la situación.

    Él se veía como antes, pero no me engañaba necesitaba descanso, pero creía no necesitarlo. Luego anocheció y Steven sugirió que no me marchara de noche y con aquella tormenta, el rey se unió a su petición y entre ambos no me dejaron alternativa.
    —Me alegra verte de nuevo Dama Blanca— me sonrió Dereck
    — Deberías estar en reposo— le reclame al verlo.
    —No es tan necesario como crees ya puedo cabalgar bien, he sanado rápido— me contesto él —además ¿tú deberías estar en el reino de Cerezo? — agrego con curiosidad a lo yo le explique que también me interesaba saber cómo seguía de salud, ya que la gran mayoría de los guardianes estaban preocupados por él.

    Él me entendió y me pidió que les comunicara a ellos lo bien que ya se sentía, aunque aún faltaban unas semanas para que estuviera completamente recuperado y por curiosidad le pregunte si había recordado algunas caras, me respondió que no muchas, aún era muy pronto para recordar todo. De un momento a otro su semblante cambio, se descompenso, logre sostenerlo, Zéfiro y Steven vinieron en su auxilio y lo llevaron a su alcoba, su padre volvió a llamar al médico con un empleado del palacio y subí a verle rápido por las escaleras estaba muy preocupada al igual que Zéfiro y Steven, pero por una conversación entre ellos me entere que esta no había sido la primera vez que le sucedía esto.

    — Él se está forzando demasiado a recuperarse, eso es lo que le está dañando— dijo Zéfiro. Luego de unos minutos el médico llego no sin atravesar algunos obstáculos por la tormenta, empapado se disponía a atender a Dereck y afuera de la puerta se escuchaba.
    — ¡No has acatado mis órdenes muchacho!, acaso ¿quieres empeorar? — le dijo fuertemente el médico. Él le prometió cumplir su orden, pero lo que en su interior le sucedía era que deseaba ayudar a sus compañeros guardianes lo antes posible y no serle inútil a ellos aún a costa de su propia salud, pero al escuchar la reprimenda del médico tuvo que tragarse todo su orgullo de guardián y ver por todos los que se preocupaban del en el reino de Canela y siguió las recomendaciones del médico muy a su pesar.
    Al día siguiente fui a su habitación una vez más para despedirme de él, toque a su puerta pero nadie abrió, volví a llamar y la puerta que entre abierta se abrió a mi paso, entre y Dereck no estaba, ¿en dónde estará?, ya no podre despedirme, pero no sería nada de novedad, ya que siempre que lo busco no le encuentro, salí de su habitación y también de su palacio, aquella tormenta ya se había detenido hace horas y me dirigí a la Ciudadela Imperial llevando la respuesta de rey en una carta para Blacke y al entregarle la carta también le explique lo pasado, me explico que el Caballero Negro era muy obstinado y a veces un poco arrogante, necesita de tiempo, yo lo comprendía pero su salud aun me preocupa.

    Luego de estar un tiempo más allí me retire a Cerezo a atender mi reino que también me necesita y en estos días me he dado cuenta de una gran explotación en una de las minas de oro lo que nos ha traído grandes riquezas y aumento de trabajo y sueldos, pero toda eso requiere de buena administración por eso demanda mucho trabajo por ahora que la paz a tomado reposo puedo llevar mi reino junto a mi madre y con la ayuda de personas encargadas que hemos contratado, ya que no sabiendo nada tuve que aprender y mi madre también me ayuda mucho. He formado parte de esta historia que desde la antigüedad se ha contado y aún quedan muchos misterios por descubrir y que contar.


    N° palabras: 5069



    Continuara...
    Aquí dejo un link para que vean algunos dibujos;)
    http://foro.cemzoo.com/album.php?albumid=19839
     
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  17.  
    surisesshy

    surisesshy Usuario popular

    Escorpión
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    Uf, ese Dereck es un terco ¿no han tratado con atarlo a la cama? (la mira de fea manera) ok, era solo un comentario.
    Amifa me gsuto mucho tu cooooooooonti (está bastante larga XD) y me agradó que Zefiro por fín pudiera encontrar y reconciliarse con Aramis, hasen una linda pareja (shiiii, muy linda) y ese principito creido, ya hasta me recueda a otro que tambien cambió, luna y sol, balla parejita has hecho, me gusta, espero y sigan llevandose bien (tanto como para llegar auna boda) en la que vas, al final de al historia habran mucahs bodas multiples, jejeejeje, las iglecias tendrán mucho trabajo XD.

    Que bien que todo marcha de lo lindo en la ciudad Cerezo (me dan ganas de comermela) y que puedan avanzar con las reconstrucciones muy bien y con todo y mina de oro, espero y la salud de Dereck no empeore por su obstinación, que ya se de cuenta que sirve mejor sanado que enfermo y que lo mejor que puede haser por sus amigos es guardar reposo para sanarse rápidamente y ayudarles, ademas, ya estan en paz, de que se preocupa tanto.

    Ya sabes que tu historia me encanta muchísimo, continuala pronto, beys.
     
  18.  
    yulisesshy

    yulisesshy Entusiasta

    Escorpión
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    Hola, soy nueva en tu fic, bueno, no tan nueva, ya que llevo una semana leyendolo y solo hase un rato lo termine.
    Es muy original, algo que me atrae como iman en una historia, eso fue lo que más me llamó la atención y la forma tan única que tienes de narrar, donde la protagonista es quien cuenta toda la historia y no el autor como normalmente se hase (sip, le tengo fobia a lo común), pero tienes siertos errores de dedo, cosa en la que Word te puede ayudar, o leer antes de publicar, ya se que me dirás "o dios, escribir un capitulo de mas de cinco mil palabras y despues leerlo" es algo que de tan solo oirlo cansa, pero tambien puedes haser algo que yo hago, cada que hago un parrafo, leerlo antes de seguir con el próximo.

    Me encanta que digas el pasado de cada personaje y como llevas la relación de Marithza y Dereck, muy suave y no volando, eso te da puntos a tu favor y que hagas los capis relargos, aunque así dejan mas intrigados al espectador, cosa que solo logra una buena historia, me encanta tambien el ambiente que llevas, es mágico y hase desear a cualquiera tener un gran caballero al lado (yo quiero a Dereck montado en Candado :3) y tambien la obstinada personalidad de nuestro caballero principal, aunque la verdad es que sí deverian atarlo a una cama, a ver si así se sana, tambien me agrada como pones casi todos los malos del bando de los buenos al final y como reconcilias a las familias, yo llore con la reconciliacion de Dereck y Zefiro, ok, no, pero me emocione muchísimo.

    Tu historia me encantó un montón, solo ten cuidado con los pequeños errores ortograficos (si lo se, pan con lo mismo) cuidate y te aseguro que seguire tu historia muy de serca y esperare el capi con ansias, ya quiero ver como nuestro obstinado Caballero Negro recupera la memoria y hase uno de sus ya famosos escapes, beys.
     
  19.  
    Estrella Solitaria

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    Dama Blanca, los guardianes y los 10 Caballeros
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    Aventura
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    54
     
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    5843
    Gracias a Suri y a Yulis por leer y comentar, aqui esta el próximo capitulo.

    13°Capitulo: Vidas mientras hay paz

    Blacke descansaba por ahora al igual que Cristina y Relyell. Aryan entrenaba junto a Arabel y también junto al apoyo de Frederick mientras Regen, Caballero Fuego estaba en el reino del Ámbar. Odrick, Caballero Malva en su reino llamado Moralila. Algunos en pequeñas misiones y otros entrenando.
    Todo ha estado muy tranquilo y ellos prefieren que siga de esa manera.
    Así transcurrieron unos meses, la gente ya no tenía temor, sólo se controlaba a algunos asaltantes que de vez en cuando aparecían. Aún Relyell deseaba continuar encontrando nuevos aprendices.
    La princesa Marithza aún preocupada estaba y en su rostro la angustia le afligía y su madre la reina Rosiana notaba toda la congoja de su hija y le preocupaba su estado, ella había logrado un trabajo ejemplar por lo que era tiempo de descansar y le pidió que fuera de visita a la Ciudadela.
    *Me extraño mucho que mi madre me pidiera esto, pero creo que tiene razón, esta vez iré a Tándares además de visitar la Ciudadela, si no voy los muchachos no me lo perdonarían. Así que por la mañana emprendí mi viaje y recordé tantas aventuras pasadas y mas recordé al llegar a Tándares y ver sus calles en donde me crie y más extrañe a mis amigas que desde hace mucho no se en donde están, también recordé a ese molesto guardián que tanto me ayudo y pensando en eso estaba en frente del lugar en donde trabaje tanto tiempo cuando alguien me saludo.


    —No esperaba verte por aquí Marithza —me dijo Dereck montado en su caballo, creo que aún no recuerda lo que es esta región para mí.
    —Yo tampoco Príncipe Dereck —le respondí. Él se bajo del caballo y le pregunte por su salud que era lo más preocupante, a lo que me respondió que eso estaba en buen curso y que no me preocupara, que estaba aquí por algo que había recordado junto con el nombre de Tándares por eso se había escapado del reino de Canela y vino como si él hubiera conocido todo el tiempo la ruta. Estuvimos caminando por las calles luego que él mandara a su caballo ir a pastar.
    — ¿Para qué has venido tú? —me pregunto con curiosidad.
    —Acaso ¿ocurrió algo que perturbara la paz? —continuo y le respondí que estuviera tranquilo, que ningún peligro nos amenazaba y que había venido para volver a ver las calles que de hace tiempo.

    —Recuerda que yo vivía aquí antes de ser guardiana—. Dereck me miro y observo este lugar como recordando aunque no nítidamente, vio mi rostro afligido y me pidió no preocuparme que su salud era casi la misma aunque eso no significa recuperar todos sus recuerdos, pero de todas formas estaba inquieto y al doblar por una esquina Dereck creyó haber visto a Odrick, pero eso no podía ser ¿qué tendría que hacer Odrick en Tándares? Era mi pregunta, pero él lo siguió corriendo rápidamente sin dejarme opción más que seguirle, le alcanzo y si muy buena vista tiene, era Odrick y deambulaba triste y cabizbajo, al alcanzarle él también se asombro de vernos.

    — ¿Qué haces aquí Odrick? — le pregunto Dereck, Odrick no contesto estaba en silencio, yo le llamaba, pero él no reaccionaba. Caminamos junto a él, me desespere y tuve que abofetearle para que reaccionara, funciono ante la sorpresa de ellos por mi resolución tan inesperada.
    — ¡Odrick! — le llame y esta vez sí respondió preguntándome por qué había hecho eso y Dereck le volvió a preguntar que le preocupaba y por qué razón había venido a esta región y el nos explico que tenía un problema que le aquejaba, mi curiosidad salió al instante preguntando cual era esa situación.
    — ¿Es por Escarlata?— pregunto el guardián noble en voz baja.

    —Se podría decir que sí — respondió Odrick. Mientras ellos hablaban de esa tal Escarlata, como ellos entendían yo me quede sin entender la razón de su tristeza, pero luego de caminar les pregunte quién era ella, ellos me explicaron que era una muchacha que él había amado y que le partió el corazón hace un tiempo. Ellos hablaban yo sólo escuchaba para entender más, también hablaban de otra muchacha, pero no entendí lo que hablaban, por eso él estaba muy pensativo.

    Caminamos un poco más y logramos levantarle el ánimo y el también pudo escuchar los consejos de Dereck y continuando en nuestra caminata él se recobro por completo, creo que encontrarnos nos sirvió a ambos y aunque yo tenía que irme Dereck lo noto antes de que yo lo dijera y tomándome del brazo y dándome pequeños jalones hacia otro lado.

    — ¿Por qué no me acompañas a Canela? — me propuso algo que yo no esperaba y por lo mismo no supe que responderle, pero él tampoco espero mi respuesta llevándome del brazo y dejándome al lado del caballo, también le pidió a Odrick venir y tampoco tuvo tiempo de responderle y le pidió que se quedara junto a mí , dijo que lo esperáramos allí y él se marcho apresurado ante la sorpresa de nosotros dos ni siquiera Odrick sabía que tenía en mente Dereck, ambos nos mirábamos y nos reíamos de eso y no pasado mucho tiempo él regreso con un caballo más y le dijo a Odrick que ahora si podíamos irnos a Canela sin problemas.

    Dereck subió a su caballo y me dio la mano para subir, creo que después de todo si visitaremos Canela, después de todas maneras nos convenció y partimos a gran velocidad por un sendero entre arboledas el viento que nos rodeaba, rápido hacia su reino.

    Aún no comprendía porque nos había traído, pero lo comprendí al ver la sonrisa de Odrick más tarde, él quería alegrarle el día pero a mí ¿por qué me habrá traído? Me ayudo a bajarme del caballo y nos recibieron sus guardias que lo saludaron y adentro su padre preocupado lo esperaba y le reclamaba acercándose a él que en dónde había estado, creo que se fue sin darle aviso, también le decía que aún no estaba del todo sano para emprender viajes.
    El sólo le pregunto si en este tiempo que él no había estado presente había ocurrido alguna novedad y se lo dijo muy tranquilo y yo aprovechando esa conversación quería escabullirme para poder irme, caminaba despacio para que él no lo notara, pero para mi mala suerte él si se percato y no pude irme se acerco a mí y yo le pregunte:


    — ¿Para qué me quieres aquí? — ya que esa era mi duda desde hace un tiempo.
    — Quiero verte un tiempo más, por favor no te vayas — me pidió, lo que logro que me sonrojara mientras Odrick sólo nos observaba y sonrió despreocupado.
    Dereck dio las explicaciones a su padre y luego nos dirigió al jardín del palacio que era muy hermoso y hasta unos asientos tenía junto a los rosales que floreciente estaban en esta primavera con el rey siempre vigilando la salud de Dereck y en el jardín se encontraban Zéfiro junto a Frederick sentados frente a unos rosales lo que nos sorprendió.

    — ¿Hermano, Frederick?, ¿sucede algo?, ¿por qué están aquí?— les pregunto esperando que ningún suceso trágico hubiese pasado.
    — No te preocupes, por qué la sorpresa es que ahora no puedo visitar a mi hermano— le dijo mirándolo Zéfiro.
    — Claro que puedes venir cuando desees, es sólo que me extraño verles aquí— explicaba Dereck a su hermano calmadamente pero aun un poco sorprendido.
    — Y veo que tú estás muy bien acompañado— dijo Zéfiro mirándome.
    — También he traído a Odrick para que se le alegre el día— les dijo tanto a Frederick como a Zéfiro.
    — Nosotros nos podemos hacer cargo de eso si le parece Príncipe Dereck— le propuso Frederick a lo que Dereck asintió con la cabeza afirmativamente.


    Entonces Zéfiro junto a Frederick llevaron a Odrick por el reino de Canela para distraerse, pasear y relajarse aunque también era para preguntarle sobre Escarlata como presintiendo que por ella fuera su tristeza.
    Yo ahora sí que debía irme, pero Dereck me persuadió a quedarme una vez más.
    —Abre tu mano— me pidió él y deposito un objeto con un emblema.
    — ¿Para qué es? — le pregunte porque no entendía.
    —Cuando necesites ayuda ve al bosque en lo más profundo y grita mi nombre — me dijo muy seriamente cerrando mi mano lo que me pareció de lo más extraño, pero está bien debe estar preocupado por algo.
    —Así que para esto querías que viniera— le dije pensando en voz alta.
    — En parte sí, pero también porque desde hace tiempo no te veía — me dijo Dereck con un tono suave y delicado. Él me miro pero luego retiro su mirada con un gesto diferente como si lo que quisiera decirme fuera una causa perdida para él, me levante del asiento y ya me retiraba cuando él me dijo:
    — Pude recordarte, en parte claro no totalmente por eso me fui a Tándares y vaya mi sorpresa al encontrarte allí — me dijo con un tono un tanto triste haciendo que me detuviera, oír eso me alegro, me hacia feliz que me recordara aunque fuera un recuerdo vago me volví a él y le dije.

    — Te he dicho que no me llames comandante cuando no es necesario Dama Blanca—. Al decirme eso me sorprendí ya que sí lo dije molestándole, pero no pensé que lo recordara y se lo dije pero él me explico que eso era parte de su recuerdo y continuamos conversando, logrando que aun no me marchara.


    Mientras Zéfiro y Frederick le daban ánimos a Odrick.
    — ¡Vamos amigo, arriba ese ánimo! — le dijo Zéfiro.
    — ¿Qué te sucede Odrick? — le pregunto extrañado Frederick. Ambos estaban preocupados por la actitud del guardián Malva, pero él no quiso mencionar la verdadera razón de su estado, sólo se limito a contestarle que no era algo de cuidado aunque la visita a Canela le alegro sin duda, sólo algo le preocupaba en su interior
    —Mejor porque no le buscamos una novia para que se alegre el día al pobre de Odrick— molestándole Zéfiro, pero eso no le hizo nada de gracia.
    —Déjalo Zéfiro, creo que él tiene bastante en que pensar— alivio las cosas Frederick, pero luego al ver que sólo trataban de ayudarle se relajo y comenzó a disfrutar de su paseo hasta les hizo algunas bromas.

    Dereck aún estaba preocupado y me conto que recordó también la piedra de la Nobleza, del daño que le produjo cuando su corazón cambiaba y se ennegreció y lo que más recordó fue cuando en Tándares me conoció y me ayudo y otras cosas de su familia y momentos pasados junto a los caballeros y a los guardianes, los juegos y bromas de los gemelos del trueno y del rayo, de la serenidad inquebrantable de Ytrion que a todas las tonterías de ellos sólo correspondía con una leve sonrisa, a Relyell y sus historias, también a Regen que en un principio sólo era de carácter indiferente y distante, pero que luego se transformo en el guardián más confiable y cercano y al mismo tan frío altanero y soberbio en un principio pero a la vez uno de los mejores guardianes de la historia y recuerdos vagos de Luck Caballero Earth y de Kespriet o sólo Kes como se llamaba el Caballero del Bosque ya que ellos se unieron un poco antes del último enfrentamiento con los margones cuando se reunieron aquella vez los nueve y yo poco sabía de ellos.


    Me alegre al escucharle de poco en poco se recuperaba y él no me dejaría ir tan pronto como yo creía, me invito a pasear por su reino y aunque le dije que tenía que marcharme pronto se lo concedí y por el bosque habían flores tan preciosas y luego fuimos al pueblo en donde vimos de lejos a los muchachos junto a una mujer que Dereck distinguió y susurro un — No puede ser— que me corto la respiración y nos dirigimos rápidamente a ellos y escuche un poco de su conversación.
    —Sigues tan lindo como siempre Odrick — le decía esa mujer con tono seductor paseando su mano por el rostro del guardián y al intentar recorrer por su torso él le detuvo su mano fuertemente enojado.


    — ¡No voy a caer de nuevo en tus engaños Escarlata! — le grito él
    — A mí nadie me dice que no, ya veremos porque yo me encargare de lo contrario queridito mío — le decía con veneno y seducción. Ante mi sorpresa, no podía creerlo así que ella era la misteriosa Escarlata una mujer alta con
    curvas marcadas, ropas rasgadas, perfume atrayente y cabello anaranjado brillante que hace un tiempo le había roto el corazón a Odrick, pero me sorprendió aún más la entereza y firmeza con la que nuestro amigo le había respondido, pero ella no quería dar su brazo a torcer.

    — ¿Me vas a decir que me has olvidado? — le insistía ella dañando a Odrick y al ver su insistencia Dereck intervino alejando a Odrick de ella y llevándoselo, claro que nosotros le seguimos lo que dejo a Escarlata herida en su orgullo de hiena.
    — ¡Ya te tendré nuevamente Odrick! — fue lo último que nos grito pero vasto eso para que Odrick decayera en su ánimo aunque pese a eso estaba decidido a no tener que ver con ella nunca más.

    Dereck le pidió disculpas por la intromisión porque él no quería que Escarlata le causara más daño, yo igual me quede con un sin sabor que descarada esa tal Escarlata después que lo traiciono y dejo tal mal su corazón. Desea reconquistarlo aunque claro que le dije que por una mujer así no valía la pena amargarse el día y obedeció mi consejo no volvería a pasar lo mismo dos veces y nos dijo que estaría mejor, que no nos preocupáramos aunque su estado era evidente, Zéfiro no le creyó y le pidió que aceptara pasar una temporada en su reino para que se distrajera y luego de pensarlo accedió aceptando su oferta muy agradecido con él y con nosotros por haberle apoyado y se marcharon.
    Me dio mucha alegría que aceptara distraerse sin embargo yo también debía irme había estado más tiempo del planeado y ya anochecía con estrellas hermosas en el firmamento, oscurecía cada vez más.

    — Debes irte ¿verdad? — presintió Dereck mirando mi rostro.
    —Claro que si ya es tiempo — le explique. Él estaba triste por mi pronta partida pero esta vez comprendió y cuando creía que todo terminaba aún no era así mientras me dirigía hacia las afueras de Canela despidiéndome de aquel reino Dereck se marcho a su palacio y volvió antes de que me marchara montado en su caballo de un momento a otro y me ofreció su mano para subirme con una sonrisa en su rostro, tomé su mano estaba un poco impresionada y cuando me subí me dijo:
    — No pensabas que yo dejaría que te marcharas sola estando tan obscura la noche— mi corazón palpitaba fuerte y mi rostro sonrojado y atónito estaba.
    — Yo pensé que tú… — alcance a decir, porque él me respondió como intuyendo la pregunta.
    — Sólo entre en mi palacio a avisar que iría hasta Cerezo a dejarte y cuando volví tú ya te habías ido — me dijo tranquilamente. Sólo se escuchaba el trotar
    del caballo y el roce del viento a las hojas y a nuestros cabellos y pensaba que era un gran trayecto el que termine disfrutando más que si hubiera venido sola, sin embargo tanto estar con él no le hace bien si los recuerdos le hacen daño y por eso preferiría que no me recordara, pero él luce tan tranquilo y feliz que ya no sé qué hacer y mientras yo pensaba él me decía:

    — No te olvides del emblema que te di aunque espero que no lo necesites, pero si fueras a necesitarme no dudes en utilizarlo — me lo dijo seriamente como si él estuviera seguro de que pronto sucedería algo.
    Le asegure que lo utilizaría si llegara a necesitarlo y él asintió con la cabeza en afirmación cuando ya se alzaba ante nosotros mi reino, la ciudad — estado de Cerezo y mi palacio que se encontraba atrás del pueblo luego de un pequeño río con un puente de arco y muchos árboles de Cerezo floreciendo.


    Al llegar a palacio él me ayudo a bajar del caballo sonriéndome.
    — Espero verte pronto, vendré a visitarte. Toma esto — me dijo acercándome una rosa en botón, yo le sonreí y le di las gracias tanto por la rosa que por traerme. Él se monto en su caballo y regalándome la última sonrisa se marcho montado en su caballo y yo aún pensando en lo que me había dicho entre en mi palacio en donde estaba mi madre preocupada esperándome, al verme me abrazo fuertemente, creo que en serio le asuste al no regresar pronto y se alivio al verme sana y sin ningún daño aunque se enojaba más al verme tan tranquila y más me apretaba y me regañaba por regresar tan tarde aunque si el Caballero Negro no me hubiese traído me hubiera demorado mucho más.
    Luego de eso se tranquilizo y me fui a mi dormitorio y coloque en un florero con agua la rosa en botón que me había regalado y pensaba en sus ojos de azul profundo al igual que la primera vez que lo vi.

    Unos días después todo continuaba igual, pero me percate por una de las ventanas que un hombre venía a ver a mi madre muy seguido y eso en parte me preocupaba aunque en una pequeña parte de mi raciocinio consideraba normal que una mujer sola ya viuda desde hace tantos años se encontrara con alguien con quien compartiera ciertas cosas en común y pasado unos dos meses desde mi ventana vi un carruaje acercarse, eso era muy extraño y más cuando mi madre me llamo.
    — Te quiero presentar a alguien mi niña — me dijo muy emocionada, lo que me preocupo, ya me imaginaba quien era pero no acerté del todo. Del carruaje bajo un hombre un tanto mayor que mi madre y una muchacha como de mi edad, los que ante nosotros hicieron una reverencia.
    —Ellos son el duque Fracner y su hija la señorita Estela — dijo mi madre, a lo que les sonreí un poco forzada.

    Yo no podía creerlo cuando en la cena todo se dio por enterado, el duque y mi madre lo dijeron al mismo tiempo.

    — Hemos decidido casarnos — cada uno lo dijo mirando a su hija, al parecer Estela tampoco estaba enterada de esta locura y reacciono de mala manera lo que su padre acalló con un típico.
    — ¡Está decidido! — lo que ella tuvo que aceptar y yo atónita disgustada con mi madre pero no ponerme al tanto de lo que deseaba hacer y el rey decidió que Estela se quedara unos días a conocer a su futura familia yo por supuesto no podía creerlo mientras aquel duque mandaba por sus ropajes y llegaría en unas semanas más.
    Cuando su habitación estuvo lista era la de junto a la mía, no podía creerlo y me enoje mucho con mi madre.
    — No te enojes — me dijo calmadamente.
    — ¿Cómo quieres que no me enoje ni siquiera me lo habías comentado, ya que casarse otra vez no es una decisión fácil y tampoco que se toma sola — le reclame.
    —Pero tú estabas ocupada y no deseaba interrumpirte ya que los aldeanos te necesitaron mucho estas semanas— me dijo tratando de calmarme.
    — ¡No lo culpes a ellos, debiste decírmelo! — le dije molesta aún.

    Estela nos escucho y también estaba confundida, molesta y un poco triste por todo esto. Desee llamar a Dereck con el emblema, pero no tenía fundamento así que desistí y guarde el emblema en mi bolsillo, entre en mi cuarto y me dormí.
    Por la mañana me levante temprano y atendí a todos los problemas del pueblo también para distraerme y las construcciones que seguían su curso y luego de eso me dirigí a mi cuarto nuevamente ya había oscurecido y me disponía a salir vestida de guardiana, pero alguien toco a la puerta muy despacio y no respondí porque ya estaba en el pequeño balcón de mi habitación desde donde mire la luna y recordé muchas cosas, pero entre la espesura de la noche algo se acercaba a mucha velocidad, una sombra rápida y de un salto apareció a mi lado de su capa negra Dereck.
    — Caballero Negro — susurre sorprendida.
    — Dije que vendría a visitarte — me dijo tomándome de la mano y abrazándome para que dé un salto estuviéramos abajo en el suelo, era una gran distancia.
    — No te asustes, estas a salvo — me dijo calmándome.
    — ¿A dónde vamos? — le pregunte con curiosidad.
    — Sólo a pasear, pero tú no estás tan contenta como creí que estarías ¿te ocurre algo? — me pregunto mirándome tiernamente.

    Entonces le conté lo que sucedía, sentados en el jardín de cerezos con la luz de la luna alumbrándonos, él me abrazo y volvió a reiterarme que para lo que fuera con el emblema le llamara y me alegro el saber que él me ayudaría fuera lo que fuera y volvimos a ponernos de pie y a pasear por ese jardín, extrañamente ningún guardia nos vio lo que me dio más alegría.

    —Sabes, aunque no recuerdo bien las aventuras que hemos pasado siempre que estoy cerca de ti, siento que te conociera desde hace tanto tiempo y me das una sensación de tranquilidad. Espero recordar pronto todo, eso sería lo mejor — esperanzado decía aquel noble guardián que había venido a ser mi refugio y luego de esa conversación escuchamos a los guardias, él me tomo de la mano y a gran velocidad de un momento a otro ya estábamos de vuelta en el balcón de mi habitación, me abrazo rodeándome con sus brazos y su capa, despidiéndose de mi deseando que el tiempo no nos separara.


    — Nos veremos pronto — me dijo acariciando mi cabello con su sonrisa marchándose a gran velocidad. Al entrar cerré la puerta ventana del balcón y me dormí feliz hasta la mañana siguiente.
    Para regresar a la realidad después de vestirme alguien toco a mi puerta y al abrirle era Estela con algo en la mano.
    —Ayer se te cayo esto en el suelo — abrió su mano y era el emblema que Dereck me había dado a lo que le hice entrar enseguida porque me impresiono, me asuste tanto.
    — Anoche vine a devolvérselo princesa, golpee pero nadie abrió, por lo que me retire a mi habitación y escuche ruidos afuera — lo que me preocupo por completo y mi nerviosismo fue muy notable.


    — Y vi a un hombre vestido de capa y traje negro como la noche, sólo que como la luz de la luna estaba tan clara pude verle, ¿es un amigo suyo cierto? — me dijo Estela con calma y curiosidad. Yo le aclare que sí era un amigo mío y le suplique que no se lo contara a ninguna persona pero eso me obligo a aclararle muchas más cosas para procurar su silencio.
    — ¿Ese emblema es de ese muchacho? — me pregunto Estela en voz baja, le aclare que sí y que me lo había dado por si algún día sucediera algo malo y le necesitara y que también nosotros somos guardianes.
    — ¡Qué genial, yo siempre he querido conocerlos! — me dijo impresionada por lo que escuchaba, ella ahora con más razones me prometió nunca revelárselo a otra persona y me dijo que podía confiar en ella, más que nada ahora seríamos hermanas y también me dijo que para ella esa visita de noche con los cerezos y la luna mirándonos era de lo más romántico lo que me enrojeció las mejillas y le prometí que un día de estos la llevaría a conocerlos, pero tenía que darme su palabra de honor
    honor para que no revelara ningún detalle detalles de ellos y me lo prometió.

    Desde este momento nos llevamos mejor que antes y la fecha de la boda se acercaba, estaba pensando que luego de que se casara mi madre con el padre de ella la llevaría a conocer a mis amigos guardianes. Yo nunca pensé que me fuera a llevar bien con mi hermanastra, pero así es para bien de mi familia y la mía.
    Unos días después ya todo estaba por concretarse y mi madre me pidió que decidiera a los guardianes que vendrían a su boda y yo invite a la mayoría:
    A las Damas Plateadas, a los diez Caballeros, por supuesto a Blacke, Relyell y Cristina; a los guardianes de la Lágrima: Zéfiro, Iliott y Frederick a Paulina y al guardián de los Mares siendo la más feliz con esta noticia Estela ya que la oportunidad d conocerlos se había adelantado pero hay algo de ese duque que no me gusta, no me convence del todo y he estado en alerta con el emblema de Dereck en mi mano desde que él llego y se notaba mi preocupación, hasta que llego el día de su boda y Estela no paraba de mirar a los invitados para no perderse ningún detalle y más aún de saber quiénes eran mis invitados.


    Estábamos en la entrada que tenía un arco de flores y todo estaba hermosamente adornado y los vi llegar muy felices y con unos formales y bellos trajes. Blacke de la mano de su esposa Luisa, Odrick con un traje rojizo oscuro, Richard y Eduard con trajes grises claros galantemente con pañuelos dorado y blanco respectivamente, Relyell con un traje blanco impecable y detrás de todos ellos que se acercaron a saludarme estaba Dereck vestido con una traje negro y una camisa blanca y una flor junto a el pañuelo de su traje y les presente a Estela a quien le agrado mucho Richard y Eduard y les conté que sería mi hermana luego de finalizada la boda y ella estallaba en felicidad. Poco a poco llegaron los demás vestidos elegantemente con trajes negros y pañuelos de colores que los distinguían.

    Todos ellos nos felicitaban y estaban felices por mi madre. También llego Arami del brazo de Zéfiro y el padre de él también estaba, sin embargo de un momento a otro Dereck estaba preocupado y alerta por lo que me acerque a él y le pregunte discretamente que era lo que sucedía, pero me dijo que no me preocupara y que disfrutara de la boda y también con una sonrisa me dijo lo hermosa que me veía, le agrado mi vestido color pastel.
    También llegaron Regen junto a la princesa Sinced vestidos con un traje negro camisa clara y un corbatín de pañuelo en el cuello de color rojo claro y ella con una vestido de color anaranjado que resaltaba en su clara piel.

    Andrú también asistió con un traje azulado, Luck con un traje café y un corbatín de pañuelo gris elegante, Kes con un traje azul marino y un corbatín de pañuelo verde claro.

    La boda se realizo sin ningún inconveniente luego de la boda fue la fiesta donde probamos el pastel, pero Dereck que estaba a mi lado no me engaña algo le preocupa sin embargo esta vez sólo le mire el rostro preferí no decirle nada y al verme tan pensativa Cristina que también asistió con un vestido lila se acerco a mi oído con una copa en la mano y me dijo que no me preocupara porque se notaba mucho y disfrutara de este momento importante para mi madre.
    Luego mi madre y el duque se irían de luna de miel a una isla un tanto lejos en un navío y no estarían por un tiempo lo que de todas formas me traía un problema grande y luego de una semana tuve que dejar el reino en manos de un consejero que es de confianza llamado George, él y mi madre se criaron juntos, es como si fuese mi tío pero de todas formas no me gusta dejarle mi reino y mi pueblo a cualquiera, pero algo surgió dos semanas después de la boda de mi madre y yo necesito ayudarles a los guardianes…

    N°palabras: 4676.
    Continuara...
     
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    yulisesshy

    yulisesshy Entusiasta

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    16 Septiembre 2009
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    Escritora
    Que mala, dejarlo en la parte mas intrigante, ya quiero ver que susedió y porque Dereck estaba preocupado, de seguro y es otro de sus presentimientos, los cuales he visto que no les fallan (¿sexto sentido de Caballero?).

    Ko kawaiiii, fue tan romantico el día que pasarón Dereck y Marithza, dañado por esa bruja llamada Estela quien no dudaria fuera familia de Carmen, pero que venenoza, pero igual estubo lindo, y mas el paseo que hicieron a la luz de la luna y entre los cerezos, fue muy romantico.

    Me gustó como describiste los trajes que todos los caballeros usaban y las damas que los acompañaban, vamos a ver que otra aventura-batalla les espera a nuestros caballeros y cómo Dereck da su próxima escapadita, esa del caballo estubo genial, Dereck me da muchas ideasd de como escaparme de casa, jajajajaja.

    Por último, vi que mejoraste con los errores ortograficos, pero repetiste algunas palabras, jaja, sayo y cuidate.
     

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