Curiosa hermandad

Es un gran placer verlos damas y caballeros, bueno este es un pequeño trabajo que tengo pensado desde hace un tiempo (bueno ni que 5 años fuera tanto) pero no les aburrire, sin mas preámbulo es hora de empezar​

Capítulo uno: <<Mi nombre es Jiro, un lazo de amistad de hace mucho tiempo.>>


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La mañana empezaba alzarse sobre la residencia de la familia Tendo, todos seguían aún sin despertar se encontraban durmiendo plácidamente, a excepción del joven Saotome que al parecer sufría de una pesadilla.

—¡Te acabaré Ranma! —Al parecer la pesadilla empezaba siendo una pelea contra el siempre combativo Ryoga.

—¡Sí claro! —Respondió mientras lo derribaba con gran facilidad.

—¡Ranma mi amor! —Decía la persistente Shampoo mientras se acercaba.

—¡Rayos!

—¡Te atrapé Ranma! —Se vio a Mousse, susodicho se interpuso en su camino.

—¡Quítate Mousse! —Lo evitó dando un salto sin saber que le esperaba en frente.

—¡Ranma querido! —Era Kodachi que ahora se interpuso en su camino.

—¡Demonios Kodachi! —Maldijo mientras trataba de regresar por donde vino.

—¡Detente ahí Ranma Saotome! —Apareció Kuno el gran rayo azul de la escuela Furinkan, que le bloqueó el camino.

—¿Ahora tú?

—Córtate el cabello —de momento a otro y sin saber el cómo se encontraba ahí un hombre con una camisa hawaiana y riendo bobamente, al parecer.

—¿Qué, el director? —Estaba a punto de caer en un enojo de ironía.

—¡Ranma! —Quien ahora lo reprochaba era Akane

—Akane yo… —poco a poco todos los que ya conocía llegaban, hasta que quedó totalmente rodeado, la presión de todos se le vino encima, era demasiado escuchar esas voces en su cabeza— ¡Ya basta! —en ese momento despertó de golpe, el sudor y el cansancio se notaron pero se calmó al darse cuenta de que fue un simple sueño.

—¡Ya esta listo el desayuno! —Gritó Kasumi avisándole a todos.

Sin nada que hacer Ranma se levantó para enfrentar, el que creía que sería otro difícil día; minutos después todos se encontraba ya desayunando, era una típica mañana y no podía faltar que el buen padre de Ranma aprovechara cada momento que podía para tomar la comida del plato de su hijo, lo raro es que él no hacía nada. Continuaba comiendo con un semblante un tanto ido, era raro para ellos ver esa tranquilidad de parte de aquel alborotado joven, en especial de Akane, la cual se veía preocupada por su extraña actitud.

El desayuno pasó con tranquilidad y ambos jóvenes salieron en dirección a la secundaria, durante el camino Akane se pudo dar cuenta que Ranma seguía distraído, seguía con la mirada perdida y a pesar de que caminaba encima de la cerca ni parecía que se daba cuenta de eso.

—A ver, estas muy raro desde esta mañana. ¿Qué tienes?—Le interrogó Akane un tanto incómoda.

—Umm. ¿De qué hablas? —Interrogó de vuelta el joven azabache

—Lo sabes bien, has estado como distraído desde esta mañana, nos has estado preocupando a todos —expresó la joven Tendo algo irritada

—No es nada sólo… —decía Ranma pero entonces desviaba su mirada al cielo y como si recordara algo, alegre sonrió de medio lado— …sólo recordaba algo.

—¿Qué recordabas? —Preguntó Akane un poco confundida

—Tal vez algún día lo descubras —soltó una risita burlona mientras empezaba a correr porque sabía lo que pasaría

—¡Uy siempre es lo mismo contigo, Ranma! —Dijo la joven furiosa mientras corría detrás del Saotome para desquitarse.

Mientras en la secundaria entre la cantidad de gente destacaba un joven que por su falta de uniforme se notó en seguida, el joven tenía un aspecto un tanto salvaje, usaba unos pantalones y un chaleco marrón que combinaba con una gorra que tenía puesta y debajo de ella se distinguía una venda roja, tenía el cabello grisáceo y ojos de color avellana junto con tres marcas de rasguño en la mejilla izquierda.

—¿Con que esta es la escuela Furinkan? Creí que nunca llegaría —afirmó el misterioso joven con una sonrisa que dejaba ver que uno de sus dientes parecía un pequeño colmillo—. Bien ahora sólo tengo que encontrarlo…

—¡Oye tú! —Lo llamaron detrás de él, haciendo que el joven volteara a ver de quien se trataba.

—Sí, ¿en que te ayudo? —Preguntó el joven de una alegre manera.

—Debes estar perdido pero ya que soy buena persona intentaré disipar tu ignorancia. —Decía de una forma presumida a lo que el joven sólo lo vio algo confundido—. Todos me conocen como la máxima estrella de las artes marciales de la escuela Furinkan, el capitán del equipo Kendo, también conocido como el rayo azul de la escuela Furinkan, Kuno Tatewaki y tengo 17 años. —curiosamente detrás del mismo se vio como un relámpago cayo justo en el momento.

—¡Oh eso fue genial, que gran presentación! —Decía el joven mientras aplaudía algo impresionado.

—¡Ja! tienes suerte de estar presente ante una estrella como…— seguía Kuno con el ego por los cielos pero entonces se dio cuenta de que estaba haciendo—. ¡¿Acaso te estás burlando de mí?!

—Hasta ahora te das cuenta— respondió entre risas haciendo que el practicante de Kendo se molestara más—. Bueno de cualquier forma no busco problemas, sólo busco a un amigo eso es todo. ¿Me ayudarías?

—Por encima de que eres un extraño te atreviste a burlarte de mí, ¿en serio crees que te ayudaría?

—Bueno no perdía nada intentándolo, buscaré yo mismo —afirmó el joven mientras se dirigía al edificio

—¡Alto! —Ordenó Kuno deteniendo al joven—. Como es tradición cuando un hombre se presenta el otro debe hacer lo mismo así que responde. ¿Quién eres?

—Claro con gusto te lo diré —dijo el joven mientras se volteaba—, vengo desde Hong Kong y viajo por el mundo para vloverme tan fuerte como el hombre que admiro, mi nombre es Jiro Kyoshima, no lo olvides…

Por otro lado en el camino de la escuela

—Siempre tan agresiva Akane —expresó Ranma el cual caminaba con un ojo morado.

—Tú fuiste el que empezó así que cállate —decía Akane todavía molesta pero entonces le llamó la atención el que había una gran cantidad de alumnos reunidos en la entrada de la escuela—. ¿Qué pasará?

—No sé, ya que es algo tarde ¿por qué todos están ahí amontonados? —Interrogó Ranma también confundido.

—¡Oye Ranma, date prisa que tu eres la razón de esto! —Le gritó a lo lejos uno de sus compañeros impresionando algo a ambos.

—¿De qué estás hablando? —Preguntó el azabache mientras se acercaba junto con Akane.

—Acaba de llegar un muchacho un poco extraño, ahora mismo dijo que te estaba buscando

—De seguro y le hiciste algo ¿no Ranma? —Le reprochó Akane mirándolo de reojo.

—¿Por qué siempre soy yo el que tiene la culpa? —Le interrogó el joven Saotome algo molestado pero enseguida su atención se desvía al escuchar cierto grito.
Era Kuno el cual volaba por los cielos saltando la entrada de la escuela y aterrizan de cara en el duro cemento.

—¿Pero qué?... —Soltó la joven Tendo un tanto sorprendida

—Acaba de vencer a Kuno —Afirmó Ranma un poco nervioso con la facilidad con la que había caído.

—Cualquiera que esté ahí es fuerte Ranma, ten cuidado —Supuso Akane viendo el cómo termino el egocéntrico Tatewaki, a Ranma se le enfrió la sangre; pensaba que se encontró con un gran problema pero no recordaba a nadie tan fuerte como para dejar en ridículo a Kuno así de fácil, aún así se abrió paso entre la gente temiendo un poco con lo que se podría encontrar, al momento de salir de entre la multitud su cara cambio de una preocupada a una de total sorpresa.

—¡Tsk! Qué tipo más molesto. Me pregunto si serán así todos por…— se decía a sí mismo mientras se daba la vuelta para verse cara a cara con el mismo Ranma, al verlo su expresión queda entre una de sorpresa y alegría— ¡Ranma!

—Jiro…no puedo creerlo… ¿En verdad eres tu hermano? —Interrogó el joven Saotome dejando a todos los presentes sorprendidos al escuchar la palabra “hermano’’.

—¿Pues a quien esperabas al jabalí? —Dijo Jiro en tono de burla haciendo que ambos se echaran a reír.

—Es tan bueno verte hermano —afirmó Ranma chocando las manos con él.

—Digo lo mismo, oye ¿aun tienes ese problema?

—Desgraciadamente, no he podido librarme de esa maldición.

—Bueno, podría ser peor.

—¿Cómo?

—Podríamos ser ese tal Kuno —señaló Jiro apuntando al noqueado Kuno, acto seguido ambos se echaron a reír de nuevo.

—¡Alto! —pidió Akane poniéndose entre ambos—. Quiero saber que esta pasando aquí ¿quieren?

—Bueno veras… —comenzó el joven Saotome rascándose la cabeza para pensar mejor en donde empezar a contarlo, momentos después de explicarlo Ranma y Akane tuvieron que subir a clases dejando al joven Jiro esperando a fuera.

—Entonces lo conociste en tu viaje a China —dijó la joven Tendo para asegurarse de que entendió.

—Así es, lo conocí de casualidad mientras entrenaba, después de eso viajamos por un tiempo ya que nuestros caminos iban por la misma ruta. —explicó Ranma más sonriente de lo normal.

—Pero si eran tan unidos. ¿Por qué nunca lo has mencionado? —Preguntó uno de los compañeros que estaban con ellos.

—No es que no quisiera, la verdad es una de las pocas cosas que me gustan recordar de ese viaje, pero hay veces en que prefiero guardarme las cosas para mí —se explicaba el joven mientras miraban por la ventana y alcanzaron a ver a Jiro quien descansaba en la rama de un árbol.

—Así que ese curioso chico es tu hermano —intuyó alguien que al fin llegaba al lugar

—Ah Ukyo, sí es como un hermano para mí, desde que lo conozco lo he visto como una buena persona. —Dijo Ranma un tanto sorprendido de ver a su amiga.

—¿Y lo que le hizo a Kuno? —Preguntó Akane recordando que el Tatewaki existía.

—Sí, a veces exagera en momentos así —respondió Ranma con una leve risa.

—Me doy cuenta de que se parecen —pensó Akane un poco impresionada

—Bueno pues ¿qué les parece que después pasan por mi restaurante y celebraremos el encuentro de los dos hermanos? Yo invito. —sugirió Ukyo algo emocionada

—¿En serio Ukyo? Guau gracias es genial —le agradecía el azabache bastante emocionado por lo que iba a pasar, para ambas no era común ver a Ranma así de emocionado, parecía como si fuera un gran día para él.

Las horas pasaron y finalmente llegó el fin de clases, Ranma y Akane no tardaron en ir a buscar a Jiro, por su parte Ukyo se despidió para ir a su casa a prepararlo todo, los tres hicieron lo mismo, empezaron a ir en dirección a la residencia Tendo pero en ese momento ven un cerdito negro arrastrándose por la calle.

—¡Es P-Chan! —dijo Akane yendo a recoger al cerdito.

—Que curioso, vi a ese cerdito cuando paraba por Kanazawa —Comentó Jiro viendo más de cerca a P-Chan.

—Ah Jiro —le llamó Ranma apuntándole que se acerque, le susurro algo a lo que Jiro quedo sorprendido, Akane no lo notó ya que estaba viendo como estaba su “mascota’’.

—Vaya con que él también…— expresó el chico de cabellera gris aún algo impresionado

—Sí pero mejor no digas nada ¿de acuerdo? —Concluyó Ranma, a lo que enseguida Jiro asintió.

—¿Oigan que tanto se hablan? —Les preguntó Akane la cual tenía al cerdito en brazos.

—¡Ah nada, nada! —Dijeron los dos un poco nerviosos, continuaron su camino a la casa de los Tendo hasta que por fin llegaron al lugar el cual Jiro fue recibido de una forma más interesante por Genma.

—¡Jiro que felicidad, que bueno verte! —Decía Genma el cual abrazaba al joven mientras lloraba de la felicidad

—Es un gusto verlo señor Saotome —le dijo Jiro un poco incómodo por como lo abrazaba.

—Me sorprende que no lo hayas mencionado antes Genma, como veo lo aprecias mucho. —Afirmó Soun viendo la escena que había hecho su viejo amigo.

—Bueno a veces esos temas a uno se le olvida mencionarlos —respondió el viejo Saotome soltando a Jiro.

—Bueno me encantaría saber la historia de cómo se conocieron —expresó Nabiki la cual estaba tomando un poco de té

—Sí, a todos nos encantaría oír esa historia —la apoyó Kasumi la cual estaba repartiendo una bandeja de té, era obvio toda la familia Tendo tenía ganas de oír esa historia a lo que los Saotome y el recién llegado no tuvieron más opción que contarles.

—Para empezar lo conocimos en nuestro viaje a China —empezó Genma mientras bebía un poco de té

—Eso ya lo sé pero díganme. ¿Cómo se conocieron? —Interrogó la Tendo más joven algo impaciente

—Pues verán fue hace tiempo, no lo sé un año creo —Continuó Ranma mientras empezaba a contar la historia.

​

Retrocedemos aproximadamente un año cuando Ranma y su padre aún se encontraban en su viaje a China, nos concentramos en el bosque el cual nuestro joven protagonista estaba saltando de un lado a otro por los árboles.​

—Esto es genial, me volteo un momento y mi padre se pierde que bien —decía el Saotome sin reducir el paso que llevaba, en ese momento su atención se gira más abajo creyendo que encontró a su irresponsable padre pero en realidad se equivocó—. Era solo una ardilla, porque siempre… ahhh!— al fijar su atención en el animalito perdió atención de hacia dónde iba que en ese momento se estrello contra otro joven que junto a él cayeron sin remedio al suelo.​

—Ite... ¡oye fíjate por dónde!... ¿eh? —el joven iba a contestarle pero entonces vio cierto cambio con la persona que se estrelló.​

—¡Tú también fíjate! ¿Crees que soy el único que tiene la culpa? —Protestó Ranma también molesto para darse cuenta de que aquel chico con quien se estrelló lo miraba raro—. ¿Qué te pasa?, ¿por qué me miras así?​

—Es que pensé…que me estrelle con un chico —dijo el joven con un semblante de mucha confusión, al escuchar lo que dijo Ranma se revisó y se dio cuenta de que había caído en un charco haciendo que se convirtiera en chica—. ¿Habré visto mal? Por un momento pensé que me había estrellado con un muchacho.​

—Ah no te preocupes pasa a veces, bueno si me disculpas ya me…— respondió Ranma tratando de irse pero al dar el primer paso ambos se dieron cuenta de que algo les estaba respirando encima al mismo tiempo que notaron una sombra sobre ellos, voltearon a ver de que se trataba y se encontraron frente a frente con un jabalí salvaje de un tamaño enorme—. ¡Debe ser una broma!— dijeron ambos en un tono irónico empezando a correr para escapar del animal.​

—¡¿Por qué nos esta persiguiendo?! —Se preguntó la ahora joven que corría junto al desconocido joven.​

—¡Invadimos su territorio y como los animales son muy territoriales nos va a perseguir hasta querer matarnos! —Contestó el joven corriendo al mismo ritmo que ella.​

—Entonces sólo hay una opción —señaló Ranma mirándolo de manera decidida​

—Pues habrá que hacerlo —acordó con ella decididos a hacer su jugada, ambos se giraron quedando de frente al enorme animal el cual estaba listo para arremeter con toda su fuerza contra ellos—. A las tres. Una…—afirmó el chico mientras ambos se ponían en posición.​

—Dos…— continuó Ranma también optando la posición— ¡Y… tres!— ambos soltaron un fuerte golpe contra el jabalí dándole justo en el hocico haciendo que el gran animal se alejara con el rabo entre las patas—. ¡Bien hecho! – Se dijeron los dos dándose los cinco el uno al otro.​

—Me sorprendes, eres muy fuerte— le dijo el joven viéndose algo impresionado.​

—Digo lo mismo, casi creo que estas a mi altura —respondió Ranma olvidado el hecho de cómo estaba en el momento.​

—Lo tomaré como un cumplido —respondió algo divertido pero entonces escucho un ruido que provenía del estomago de la pelirroja—. Me da la impresión de que tienes hambre.​

—Bueno la verdad…— se defendió pero en ese momento se escuchó el mismo sonido de parte del joven—. La verdad no soy la única ¿cierto?​

—Sí es que hace rato no he comido nada, ¿que tal si vamos a buscar algo de comer?​

—¿Y cómo, a dónde?​

—Se supone que hay un pueblo por aquí cerca de seguro ahí encontraremos un buen lugar— afirmó el joven señalando un punto fuera del bosque​

—Bueno mientras pueda comer algo esta bien— declaró Ranma yendo a esa dirección de un salto​

—¡Oye, no empieces sin mí! —Le comentó el chico siguiéndola sin tener idea de lo que aún no descubría sobre la joven con la que se había cruzado.​

Leve interrupción… ​

—Así que por eso mencionaste a un jabalí cuando se encontraron ¿verdad? —Afirmó Akane para asegurarse de que entendió.

—Sí, fue algo muy gracioso —mencionó Jiro algo divertido.

—Me sorprende que después de saber el secreto de Ranma se lleven tan bien —comprobó Nabiki viéndose algo interesada.

—Esperen aún no terminamos, bueno fuimos a la aldea…

​

Después de atravesar y buscar ambos encontraron un pequeño puesto de Ramen al cual decidieron ir a comer tranquilamente.​

—¡Oiga otro plato señor! –Decían ambos mientras pedían otro plato de ramen al cocinero, como se veía pasaron la parte de tranquila y ambos pasaron a hacer una pequeña competencia de quien comía más platos de Ramen, el pobre cocinero estaba amontonado; cada vez pedían más y más rápido el siguiente plato afortunadamente ambos llegaron al límite quedando ambos con una gran pila de platos vacíos.​

—¿Cuántos tienes? —Le preguntó Jiro el cual estaba acostado en la barra.​

—Pues 22 —Respondió Ranma también en la barra.​

—Pues yo igual creo que es un empate —contestó soltando una leve risa al igual que Ranma aunque el momento de felicidad no iba a durar mucho.​

—Bueno ahora quieren pagar su cuenta —les informó el cocinero haciéndole que a Ranma se le congelara la sangre, lo había olvidado, tanto que había comido y no llevaba ni un centavo.​

—Bueno pues vera es que…— se iba a explicar ‘’la Saotome’’ pero antes de que empezara a hablar se sorprendió al ver como el joven con el que compitió pago todo lo que habían comido entre los dos.​

—Gracias por el ramen estuve delicioso —le agradecía mientras salía del puesto, Ranma algo indeciso decidió seguirlo.​

—Oye ¿por qué pagaste lo que yo comí? —Le preguntó Ranma algo intrigada​

—¿Qué no fui yo quién te invité? Además quiero pedirte algo —le dijo Jiro mientras se alejaba un poco de ella.​

—¿Qué me quieres pedir? —Le preguntó la pelirroja temiendo lo peor, el joven no hizo más que adoptar una posición de combate lo cual sorprendió a Ranma​

—¡Quiero pelear contra ti! —Le contestó el joven de cabellera grisácea a lo que Ranma no tardó en responder.​

—Como quieras, pero te advierto que nunca he perdido una pelea —le respondió mientras adoptaba también posición de combate.​

—Pues esto será interesante —afirmó Jiro emocionado al igual que Ranma, ambos se mantenía quietos viéndose fijamente y esperando el momento en que el otro se descuidara.​

Ranma fue el primero en moverse, inició con una patada que prontamente Jiro saltó para esquivarla, pero Ranma aún no se rendía fue contra Jiro el cual recibió de lleno un golpe del Saotome, no se quedó así y le respondió al golpe que le había dando, el combate empezó a tener un ritmo mucho más rápido y golpe tras golpe parecía cada vez más rápido, pero a pesar de ello ambos parecían disfrutarlo y le ponían cada vez más empeño a sus movimientos.​

Pasaron las horas y el atardecer se puso en el horizonte, por otra parte en el suelo se encontraban Ranma y Jiro totalmente agotados por el combate que libraron, aunque ambos se veían con una sonrisa satisfactoria.​

—Eres muy fuerte sin duda…—señaló Jiro jadeando del cansancio.​

—Lo mismo digo…me diste mucho trabajo…—respondió Ranma también jadeando del cansancio, aunque en ese momento sobre ellos se asomó la figura de alguien que les tapaba totalmente la luz del sol, al ver quien era Ranma se vio algo molesto.​

—¿Un panda? —Preguntó Jiro al ver a quien le pertenecía aquella sombra, el panda sólo gruñó mientras vertía con una tetera agua caliente sobre Ranma.​

—Buena hora para llegar papá —le reprochó Ranma ya hombre mientras le aventaba la tetera sobre la cabeza con toda el agua que quedaba, Jiro se quedo mirando a Ranma como procesando lo que había visto, Ranma se esperó lo peor, que le dijera fenómeno, afeminado, se imaginaba un millón de insultos que le pudo decir en ese momento.​

—Oye Ranma, ¿no crees que eres un poco rudo con tu viejo padre? —Le señaló Genma el cual se recuperaba del golpe que le había dado.​

—¡Cierra la boca! —Le gritó el azabache bastante molesto.​

—Ah así que ustedes…— decía Jiro haciendo que Ranma temiera a lo que iba decir— ustedes fueron a Jusenkyo ¿verdad?, ¿qué no sabían lo peligrosas que son las fosas encantadas?​

—Espera ¿tú conoces Jusenkyo? —le preguntó Ranma algo sorprendido de lo que sabía.​

—Pues claro, si vienes a China saber eso es básico, ¿quién fue el genio que tuvo la idea de ir allá sin saber el riesgo? —Le aclaró el joven y el Saotome sólo vio a su padre con malos ojos a lo que él soltó una risa nerviosa—. Ustedes parecen que necesitan un guía, ¿les gustaría uno gratuito?​

—¿Te estás ofreciendo para acompañarnos? —Interrogó Genma algo sorprendido de su oferta.​

—Claro, es más divertido andar con alguien y ya que yo también estoy de paseo por aquí sería bueno aprovechar. —Explicó Jiro viéndose algo emocionado.​

—Pues sí nos serviría un guía —aseguró Ranma mientras le extendía la mano— y un amigo ¿está bien? —dijo con cierto tono nostálgico.​

—Claro —le respondió correspondiendo su saludo—. Por cierto, mi nombre es Jiro Kyoshima, pero puedes llamarme Jiro.​

—Yo soy Ranma, Ranma Saotome…​

—En ese momento nuestro viaje fue mucho más fácil, teníamos alguien que conocía bien China y un confiable compañero de viaje, fue bueno que nos acompañaras al menos por ese tiempo —concluía Ranma y a todos se les veía con una cara bastante sorprendida por lo que acabaron de escuchar.

—¿Desde cuándo eres tan sentimental hermano? —le preguntó Jiro en tono de burla.

—Como si tú no lo fueras —le contestó el Saotome haciendo que ambos rieran un poco de eso.

—¿Quién diría que Ranma conociera a alguien con quien se llevara tan bien? —señaló Nabiki en un tono un poco irónico.

—La verdad se parecen mucho a nosotros de jóvenes ¿no Genma? —afirmó el viejo Tendo a su viejo amigo.

—Si sólo que a diferencia de nosotros uno de los dos sabía cocinar —respondió el Saotome y ambos empezaron a reírse como locos.

—Espera ¿tú, cocinas? —Le preguntó Kasumi algo sorprendida de lo que escuchó.

—Pues sí, no se puede vivir sólo a base de ramen, y como estos dos tenían cero conocimientos sobre eso yo me encargaba de eso. —explicó el joven Kyoshima con total confianza

—Y realmente es muy bueno, me impresioné la primera vez que probé algo de su cocina —comentó Ranma impresionando un poco a los presentes.

—Que impresionante, sin duda eres muy práctico. —afirmó Kasumi un tanto sorprendida.

—Es verdad ni se parece a Ranma —afirmó Akane algo divertida.

—Oye no es tanto así— respondió el joven Saotome un poco ofendido.

—Bueno en toda ley dice la verdad —aseguró Jiro haciendo que a Ranma se le saliera una gota en la sien.

—¡Jiro tu…! —Lo tomó Ranma molesto del cuello casi como si lo estuviera ahorcando pero se dieron cuenta de que era simple juego de ambos.

—Bueno si no te molesta que pregunte ¿exactamente viniste con la intención de visitar a Ranma?— preguntó Soun algo intrigado.

—Sí, cuando nos separamos me dijo que vendrían aquí a Tokio y decidí venir, dio un poco de trabajo encontrarlo —respondió el joven tratando de librarse del agarre de Ranma.

—Bueno si lo deseas, puedes quedarte aquí el tiempo que quieras— le sugirió el viejo Tendo sorprendiendo mucho al joven.

—Yo… ¿puedo quedarme aquí? —interrogó Jiro lo que aún no se podía creer.

—Bueno que seas como el hermano de Ranma te hace de alguna forma parte de la familia —explicó Nabiki algo sonriente.

—Con gusto te recibiremos aquí —afirmó Kasumi alegre como siempre.

—Por primera vez me agrada la idea de recibir a alguien más en casa —comentó Akane igual de contenta.

—Es buena idea, puedes aprender mucho quedándote aquí —explicó Genma con una pizca de seriedad.

—Y que piensas hermano, ¿te quedarás? —le terminó preguntando Ranma para completar el conjunto, la cara de impresión no se le borraba del rostro a Jiro, sin duda no se espero ese ofrecimiento pero con una oferta tan buena.

—Vaya y pensar que podría dormir tranquilo —alegó Jiro extrañando un poco a los presentes—. Aunque ya estoy acostumbrado a lidiar con los problemas que trae Ranma así que está bien.

—No me hagas cambiar de opinión —lo amenazó Ranma tomándolo otra vez del cuello

—Lo siento sólo decía —exclamó el joven Kyoshima haciendo que todos los presentes incluyéndolo a él se rieran grandemente por la curiosa relación de hermanos que tenían esos dos.

Horas después en el restaurante de Ukyo…

—¡Kampai! —ahí Ranma, Akane, Ukyo y claro no podía faltar Jiro brindaban por la llegada del joven y su entrada a la familia

—Me alegro mucho de que las cosas salieran tan bien —les decía Ukyo tomando un poco de su bebida

—Sí, creo que las cosas pueden cambiar para mejor —comentó el azabache bastante alegre.

—Antes de que se me olvide mencionaron algo de una prometida tuya Ranma, ¿quién es? —le planteó Jiro preocupando al Saotome porque lo preguntó en un momento poco indicado.

—Esa sería yo —contestó Ukyo animadamente.

—¿Tú?, ¿en serio? —Intentó comprobar Jiro.

—En realidad soy yo —se metió Akane algo molesta confundiendo enormemente al joven.

—Bueno es que la verdad ellas dos lo son —respondió Ranma algo apenado mientras que por su lado Jiro se quedó mirando como la otra vez, es casi como si estuviera aún procesando lo que acababa de ver, se movió demostrando que seguía vivo mientras se levantaba de su asiento.

—Y pensar que no podrías ser más problemático —respondió Jiro mientras tomaba del plato de Ranma su okonomiyaki

—¡Oye regrésame mi okonomiyaki, Jiro! —Le gritaba mientras lo perseguía para recuperar su comida y a la vez y le daba gusto decirlo:<<matar a su hermano.>>

Continuará…​