Mitología Cupid and Psyche

Cupid and Psyche​

Hoy vine al único museo de la ciudad para ver una estatua que está en préstamo sólo por esta semana. Hoy es el sexto día, no pude venir antes por tener que ir a mis clases en la preparatoria. El monumento se llama Psyche Revived by Cupid´s Kiss, esculpida por Antonio Canova. Creo que era italiano, no recuerdo bien.

Ya frente a la estatua, recuerdo vívidamente la última vez que la trajeron a este museo, fue hace unos siete años, lo recuerdo bien por que tenía diez años, mi madre me había traído casi a rastras, recuerdo que no quería ir a un museo, se me hacía una forma tonta de pasar el día. Cuando miré las figuras de mármol quedé hipnotizada por lo realista que parecía la pareja, las curvas de sus cuerpos, los detalles, las alas, casi podía jurar, y aún hoy que la vuelvo a ver, que en cualquier momento cobrarían vida y se besarían frente a mis ojos.

Lo que se me grabó mas de ese día fue ese niño que se me acercó. Era muy lindo, como de mi edad, diría que fue amor a primera vista. No podía apartar mis ojos de sus oscuros ojos serios. Sus primeras palabras hacia mi fueron; “Ese es Eros, dios griego del deseo, aunque en la historia que narra la estatua lo llaman por su nombre romano, Cupido”. Se me hizo irresistible lo inteligente que sonó su primer comentario. No pude decirle nada, estaba embobada por su mirada. Luego me contó brevemente la historia detrás de Psyche Revived by Cupid´s Kiss, creo que aún recuerdo lo que me dijo.

Psyche era la hija menor de un rey, hermosa como ninguna otra mortal, se decía que era la reencarnación de Venus, que es el nombre romano de Afrodita, esto hizo enojar a la diosa, que encontraba esos comentarios de los mortales como blasfemias, fue entonces que ordenó a su hijo, Cupido, que como mencioné antes es el nombre romano de Eros, que la hiciera amar al ser mas horrible que existiera. Pero, Cupido se cortó accidentalmente con su propia flecha y se enamoró de Psyche. El rey pronto se dio cuenta que la belleza de su hija menor era una ofensa para la gran Venus, por lo que la preparó para sacrificarla. Lista para ser sacrificada, es transportada por Zephyr, el viento del oeste, que la llevó hasta una hermosa casa de columnas doradas y muchos lujos. Una voz le invitó a entrar, comió un festín bajo la bella música de una lira invisible. Pronto la voz la sedujo y la guío hasta una habitación oscura donde Cupido, quien no reveló su identidad, la hizo su esposa. La comenzó a visitar todas las noches y siempre partía al amanecer, para que su esposa no supiera de quien se trataba. Finalmente la embarazó.

Cupido permitió que Zephyr trajera a las hermanas de Psyche para que la visitaran, pero la envidia de estas, al ver los lujos con los que vivía, las hizo convencerla de que la criatura que la desposó era una horrible bestia que la devoraría a ella y a su bebé. Temerosa, esa noche Psyche enciende una linterna de aceite para ver la identidad de su esposo, esperaba un horrible ser, pero, para su sorpresa, encontró a un hombre esplendoroso que la dejó sin aliento. Accidentalmente se hirió con una de las flechas de Cupido haciendo que vertiera, por accidente, aceite hirviendo sobre Eros. El dios huyó herido y temeroso, pensó que la mortal lo mataría.

Arrepentida, Psyche vagó por el mundo en busca de su esposo. Pidió ayuda a Venus para localizarlo, pero esta le puso varios desafíos para probar que fuera digna de volver con Cupido.

Honestamente no recuerdo los desafíos a los que fue impuesta. Solo sé que al final, estando Psyche al filo de un sueño eterno, fue salvada por su amado Cupido por un beso que le devolvió la vida a su cuerpo.

En fin, ya llevo mucho tiempo frente a este monumento y él no apareció, ese niño, que hoy debe ser un hombre, mi primer amor. No creo haber vuelto a sentirme igual por algún otro chico. Desearía que Eros me concediera un deseo, volver a verlo, aunque sea una vez mas.
—Ese es Eros, dios griego del deseo, aunque en la historia que narra la estatua lo llaman por su nombre romano, Cupido —repentinamente dice una voz masculina a mi lado.

Me volteo hacia el dueño de la voz. Es él, el mismo niño de aquella vez, convertido en un apuesto chico . Con la misma mirada seria, que, al igual que esa primera vez, me dejó embobada.
—Lo sé, y la mujer es Psyche, su esposa —le respondí nerviosa.
—¿Sabes la historia detrás de este monumento? —me cuestiona con una sexy voz que hace que se derrita mi interior.
—La mayoría, pero no recuerdo los desafíos que tuvo que pasar para recobrar el amor de Eros —mi corazón late a mil por hora, creo que se me va a salir del pecho.
—Con gusto te contaré toda la historia si tienes tiempo para tomar algo, hay una cafetería al otro lado del museo —me propone con una sonrisa que hace que me quede sin aliento.
—Por supuesto —acepto finalmente eufórica, aunque espero no haya notado lo emocionada que me encuentro en este momento.

Parece que al final Eros cumplió mi deseo. Se acaba de convertir en mi dios favorito.


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Escrito para la actividad; ¡Por los Dioses del Amor!
Saludos a todos y gracias por leer.