One-shot de Naruto - Cupón de ramen (Sasuke ~ Naruto)

¡Hi! :3
Vengo con éste escrito para mi querido Kárupin, ¡por el intercambio de San Valentín!

Perdón Káru por postear tan tarde, pero tuve conflictos el día de hoy y no pude escribir en paz e.e
Pues asdf~ ¡Ojalá te guste! Si no, me dices y hago otro >3
Ídem a ustedes, lectores, ojalá les guste

Título: Cupón de ramen​

Summary: <<Naruto ardió en furia y desesperación. ¡Sasuke! ¡Sasuke tenía un cupón gratuito para Ichiraku Ramen, de los de mejor calidad!>>​

Pareja: Sasuke ~ Naruto (no yaoi).​

Tipo: One-shot.​

Género: Friendship/Comedia.​

Clasificación: K+.​

Advertencias: Ah... ¿mención de cosos yaoi? (no exactamente... xD)​

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Dedicatoria: Kárupin. Te adoro<33!​

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Cupón de ramen​

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Suspiró engorrado mientras observaba el pedazo de papel de color amarillento con llamativas letras rojas en japonés. Arrugó levemente una esquina mientras fruncía el ceño y se dispuso a levantar una ceja torciendo los labios.​

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—¿Y yo qué hago con esto?​

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La verdad le había extrañado bastante que la hija del poseedor de uno de los negocios más fructíferos de todo Konoha le hubiese regalado ese… estúpido papel. ¡Pero es que ni siquiera le gustaba el premio a canjear! Vaya que esas fechas de San Valentín eran absurdas y poco productivas. ¿Que un negocio regalara mercancía, literalmente? Qué va.​

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Arrugó la nariz y bufó molesto mientras metía el papelillo en una de las bolsas del short ninja, caminando de regreso al hogar.​

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En el trayecto observaba las cosas que tanto le mareaban de la melosa fecha: globos, peluches, flores y chocolates. Chocolates… qué asco, él odiaba los dulces.​

Desvió la mirada pasando al lado de una de mil parejas de enamorados que inundaban la aldea a la par de llevarse la mano a la frente, escurriéndola por todo el rostro y apretujando cada parte de su cara levemente. Se talló la sien al terminar de pasar por el parquecillo lleno de gente ilusa, según él.​

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Entonces, un ensordecedor grito captó su atención. La voz aguda del portador fue reconocida de inmediato por él; no había duda…​

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—Naruto —musitó fastidiado soltando un leve suspiro al aire.​

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Por supuesto, Uchiha no estaba ni un poco equivocado.​

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Observó una mata rubia correr entre el gentío que había delante suyo. El barullo que aquél provocaba, así como su voz chillona, se iba haciendo cada vez más fuerte. Sasuke lo sentía como un tren que, si no sabía cómo tratar, terminaría aplastándole… sólo que socialmente.​

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El rubio de ojos azules caminaba a prisa hacia donde su puesto de comida favorito bramando una que otra maldición y miles de lamentos, mas el Uchiha le interceptó con la mirada, aclarándose la garganta.​

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—¿Se puede saber qué demonios te pasa, dobe?​

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Naruto le miró sorprendido y a la vez enfadado. Comprimió su rostro hacia la nariz, bajando sus cejas y arqueando la boca descendentemente.​

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—¡Muero, teme! No hay más cupones gratis para el ramen especial de Ichiraku; ¡por el Hokage te juro que me muero! —gritó mientras se revolvía los cabellos rubios con desesperación.​

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Sasuke soltó un suspiro largo y pesado. ¿Cómo era que a Naruto le podía importar más comer ramen que mantener su reputación o ser uno de los pocos cuerdos que habitaban Konoha en San Valentín?​

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—Deja de exagerar, idiota —bufó—. No sé cómo es posible que estén dando estos papelillos. Ni que el día de hoy o el ramen fueran la gran cosa.​

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Dicho esto, Sasuke sacó el papel amarillo de su bolsa y lo mostró al de ojos azules, quien pareció alegrarse cual niño que despierta en navidad. Los ojos le brillaron y la sonrisa zorruna que le caracterizaba apareció en sus delgados labios. Mas, al escuchar la última frase escupida por el azabache, le dedicó una terrible mirada asesina que, claro está, no intimidó al moreno ni un poco.​

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—¡Eres el ser más despreciable que ha pisado el mundo en todos los tiempos! —vociferó Naruto, sentido—. ¿Cómo? ¡¿Cómo es que te atreves a decir tal blasfemia sobre el ramen?!​

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Sus mejillas se colorearon de carmín, efecto del coraje. Uchiha pareció no inmutarse ni un poco. Claro, su amigo era sólo un tonto amante de la sopa de Ichiraku, ¿qué más podía esperar?​

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—Bah —soltó haciendo un ademán de desinterés con la mano—. No es nada especial. Por mí, puedes tener éste cupón —le estiró la mano junto con el papel amarillo—… pero me parece que alguna otra persona se lo merecerá más que tú.​

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Y quitó el papelillo de su alcance.​

Naruto ardió en furia y desesperación. ¡Sasuke! ¡Sasuke tenía un cupón gratuito para Ichiraku Ramen, de los de mejor calidad! ¡¿Cómo demonios se atrevía a blasfemar y despreciarlo de esa forma?! ¡¿Por qué era que él no tenía uno y el teme sí?!​

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Miró sus ojos oscuros con ira y resentimiento. Sabía que nadie más era el indicado para tener ese cupón más que él. ¡Cruzaría todas las aldeas para obtenerlo, si fuera necesario!​

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—Dámelo —exigió mirando las orbes oscuras del portador del sharingan alzando su mano izquierda sobre el rostro del otro.​

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Sasuke le observó con media sonrisa en el rostro negando con tranquilidad mientras metía las manos dentro de las bolsas del short —junto con el anhelado cupón— y reanudó el andar. Naruto se interpuso frente a él sin pensarlo dos veces.​

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—¡Si no me das ese cupón, le diré a todo el mundo que nos besamos, Sasuke!​

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El mencionado casi se ahogó en su propia saliva al escuchar la tontería que Uzumaki había dicho.​

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—¡¿Pero qué demonios dices, Naruto?! ¡Fue todo tu culpa! —renegó alterado.​

—No, Sasuke —el rubio le observó con sorna—. ¡Fue TU culpa!​

—¡Tú fuiste el tarado que cayó sobre mí! No me metas en tus estupideces, ¡por enésima vez, dobe! Además: ¡deja de arruinarme y ve a estropear tu bendita reputación!​

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Naruto resopló divertido. Sasuke caía en la desesperación… aquello sería mucho más fácil de lo que pensaba.​

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—O tal vez podría decir que… te vi por besarte con Sakura-chan hace algún tiempo…​

—¡Pero si ese fuiste tú, usuratonkachi! —respondió Uchiha más alterado.​

—Cierto —dijo el rubio posando su mano derecha sobre el mentón—. Es mejor que deje a Sakura-chan fuera de esto; ¿pero tú y yo qué más?​

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Sonrió zorrunamente. El azabache desvió la mirada frunciendo los labios y arrugó el ceño; vaya que el portador del Kyuubi era astuto.​

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—Ni siquiera tienes pruebas —soltó serio intentando tranquilizarse un poco—. ¿Quién va a creerte?​

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Naruto rió.​

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—¡Bueeeno! Nos vio medio salón y por lo menos un tercio de las chicas cayeron desmayadas en la escena —levantó ambas cejas en señal de victoria—. ¿No es así, teme?​

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El Uchiha resopló; su persuasión había fallado. ¿En verdad su compañero de equipo se atrevería a manchar la reputación de ambos tan solo por un estúpido cupón de ramen?​

Sasuke comenzó a ceder ante el pensamiento de darle el preciado papel al de ojos azules, pero… su orgullo no le permitía darse por vencido tan fácilmente.​

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Fue entonces cuando una excelente pero escabrosa idea llegó a su mente. Sonrió de medio lado y alzó la cabeza de forma altanera.​

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—Está bien, Naruto, te daré el jodido cupón. Aunque justo ahora acabo de recordar que pasando ayer por Ichiraku me dieron otro; digo, podría darte dos y así invitarías a Sakura gratis…​

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Uzumaki mostró toda la hilera de dientes a su amigo mientras asentía enérgico, como siempre.​

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— ¡Me parece bien, dattebayo! Je, sabía que no te negarías, Sasuke.​

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Su sonrisa era ancha, mas el azabache sabía que no duraría por mucho tiempo.​

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—Bien, vamos a mi casa.​

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Llegando a la gran estadía Uchiha, Sasuke entró y le pidió a Naruto que esperara en el recibidor. El rubio asintió gustoso mientras se tiraba sobre el sofá esperando a que el compañero volviera.​

Por su parte, éste observó al rubio y, cautelosamente, abrió un cajón tomando unas tijeras y algunas cosas más. Sonrió con malicia mientras se alejaba de la sala, adentrándose a la cocina.​

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Minutos más tarde, el chico llegó con un par de papelillos amarillos y los entregó a Uzumaki cuando éste le sonreía sincero. Sasuke sonrió de medio lado.​

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—Sabía que podría hablar de negocios contigo, teme.​

—Hmph —sonrió nuevamente—. Cuando quieras, usuratonkachi.​

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Y luego de ello, Naruto salió de la mansión Uchiha con despampanante alegría y dos boletos de cortesía para Ichiraku Ramen.​

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Pasadas un par de horas, Sasuke escuchó un tremendo grito fuera de su casa seguido de varios golpes sobre la rejilla recibidora.​

Con fastidio se acercó y miró afuera por una de las ventanas de la sala. Naruto estaba fuera de su casa, reventando en furia.​

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Abrió la puerta con pereza y soltó un bostezo mientras el rubio lo observaba colérico.​

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—¡Sasuke! —gritó lo suficientemente fuerte como para que todo el país del fuego le escuchara—. ¡Tú, maldito farsante! ¡Eres un…!​

—¿Qué, Naruto? —cuestionó sonriendo de medio lado con diversión.​

—¡Teme! —bramó más fuerte—. ¡Estos cupones…! ¡Estos cupones…!​

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El de ojos azules parecía explotar de impotencia y rabia. El moreno sólo le miraba con una ceja levantada y los labios torcidos con ligereza.​

Antes de concluir su frase, Naruto aventó una bola de papel hacia dentro de la casa de Sasuke, logrando que ésta le pegara en la cabeza al Uchiha quien, extrañado, abrió la bolilla percatándose de que no era nada más ni nada menos que una foto de él sacada anuario de Konoha, en donde Naruto parecía haberle puesto bigotes, uniceja, dientes chuecos y ojos saltones.​

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—¡Naruto! —vociferó Sasuke colérico.​

—¡Teme idiota! —chilló el rubio finalizando—. ¡Te lo mereces! ¡Estos cupones eran falsos!​

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Péguenme si no les gustó x33!​

Ojalá y si les haya agradado, pues $:​

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¡Feliz día a todos! (?)​

Te adoro, Káru malO $:​