Cuidare de ti

Capitulo 5:​

Una llamada, un mail.​

De pronto escuche el teléfono timbrar y me fui a contestarlo​

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-¿Si? ¿Diga?​

​

-…hola Kagome ¿no te desperté?​

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-oh, no miroku, no me despertaste. He estado leyendo El diario, que no me di cuenta de que hora era, y apenas voy a comer algo.​

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-no me digas, entonces creo que te interesará saber algo​

​

-¿Algo?-dije curiosa-​

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-Sí, tengo una carta aquí, pero si quieres te la puedo mandar por correo electrónico-​

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-¿una carta?...está bien, si quieres puedes mandarlo ahora mismo​

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-de acuerdo, entonces ya lo envió. Pero aún así, mañana iré a dejarte otra carta. Es una que te dejo inuyasha.​

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-¿tú ya la leíste?​

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-no pero, él dejó 2 copias, una escrita y una digital, para que así la resivieras sin ningún impedimento​

​

-…ya entiendo, mmm sabes Miroku, Inuyasha siento…como si Inuyasha siguiera entre nosotros…es que…me he dado cuenta de muchas cosas…​

​

-¿de muchas cosas? ¿Cómo cuales?​

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-bueno al parecer yo soy la sucesora de una joya que ha pasado de generaciones en su familia-dije mientras me iba a la cocina-y también la forma tan extraña de abrir el diario.​

Pareciera que él dejó todo preparado antes de de fallecer, es como si supiera lo que haría​

​

-¿como si quisiera que encontraras algo?​

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-si, así es​

​

-valla…Sinceramente, Inuyasha me pidió, que cuando el falleciera, te diera este diario. Y que al día siguiente te diera la carta. No se porque me pidió eso y de esa manera. Solo espero serte de ayuda para lo que necesites Kagome​

​

-gracias Miroku, supongo que ahora tendré que investigar mucho-dije con una leve sonrisa mientras me preparaba un poco de ramen-​

​

-es cierto Kagome, por cierto, ya te envié el mail.​

​

-gracias Miroku, ya mismo lo veré​

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-está bien Kagome, buenas noches.​

​

Si buenas noches Miroku-me despedí y seguidamente corte la comunicación.​

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Inmediatamente fui hacia la oficina de Inuyasha y tome su portátil, llevándola hacia el comedor.​

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-bueno vamos a ver de que se trata-dije al encenderla-​

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Revise mi correo y este decía:​

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“!Hola mi ángel!...​

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Si estas leyendo esto, quiere decir que ya he fallecido, y no he podido seguir con mis investigaciones…”​

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-¿investigaciones?-fruncí el ceño-él nunca me dijo algo parecido-y seguí leyendo-​

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“Tú siempre cuidaste mucho de mi, y por eso te lo agradezco. Como me encantaría tenerte en mis brazos para poderte besar, pero no te pongas triste mi querida Kagome.​

​

Lamento no decirte esto, discúlpame, ya que me hubiese encantado decirte yo mismo, que eras la nueva sucesora. Lo siento mucho mi amor, por la manera en que te diste cuenta. Pero déjame decirte, que te he dejado a ti la perla, porque te amo, y por que confió en ti plenamente.​

​

Tú, al ser mi querida esposa te has convertido en una Taisho, no de sangre, pero si muy digna, como para leer esas “Notas de vida” o como quieras llamarle.​

​

Me imagino que ya te has dado cuenta de muchas cosas muy interesantes ¿no?​

​

-si…es cierto-sonreí levemente-​

​

Sé que querias saber sobre mi familia, pero como te dije tiempo atrás: “Todo llegara a su tiempo mi amor”​

​

Pues, que puedo decirte je, je​

​

Ahora solo te pido una cosa más, la cual es tan importante para mí. Quiero que por favor, sigas con mi investigación, todo está en una carpeta negra, en uno de los cajones del escritorio en el estudio. Pero te cuidado, no se lo muestres a cualquiera que no sean Miroku o Sango por favor.​

​

-que extraño-cada vez lo entiendo menos-¿Por qué no querría que se lo mostrara a nadie más?​

​

Poco a poco te irás dando cuenta de más cosas, y también encontrarás aún más cartas. Y por último, gracias por todo mi ángel. Te quiere: ​

​

Inuyasha Taisho.​

​

Post: una cosa más mi amor, tu quedas en liberta de querer escribir en el diario. Pero, si lo haces, primero fíjate en la última página y lee cuidadosamente. ​

​

-ah…-suspire-investigación ¿eh?...-dije mientras me arrecostaba a la silla-​

​

Termine de comer, apague la portátil y me fui a dormir.​

Sera mejor que descanse, ya que ahora tengo un millón de dudas y siento que mi cabeza va a explotar.​

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bueno, ahora sera trabajar en el siguiente capitulo :)​

pero queria saber algo chicas. no me darian...no se...ideas, estoy un poco corta de ideas, si tengo algo en mente pero aun nose como plasmar esas ideas en el cuaderno ^^U​

agradeceria mucho el apoyo :)​

cualquier cosa me envian un pm gracias!!​

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Atte: Mikura 700​

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hola, siento haber tardardo, pero queria que este capitulo quedara bien, espero que este te guste.

Capitulo 6:​

Pero él la amaba…​

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— ¡Kagome! ¡Te he extrañado tanto!



— ¡Inuyasha! —le sonreí al verlo.



—Kagome… —me sonrió con tristeza— lo siento…pero, no puedes estar aquí-negó con su cabeza.



— ¿Qué? —respondí con extrañes.



—No es el lugar al que perteneces…lo siento —me respondió al bajar su mirada— pero tienes que volver.



— ¿Pero de qué hablas Inuyasha? No te entiendo —sin darme cuenta había empezado a llorar— ¿Porqué no quieres que este a tu lado Inuyasha?



—Simplemente…es por —seguidamente me volvió a ver — ¡No puedes estar aquí! ¿¡Qué no entiendes!? —gritó, sin darme una explicación.



///////////Oooooo///////Oooooo//////



— ¡Ah!... ¿Acaso…era un sueño? Pero se veía tan real…—consecutivamente lleve una de mis manos a mi rostro— ¿Eh? ¿Una lagrima? Es cierto, había empezado a llorar en mi sueño, pero… ¿Por qué razón lloraba? No logro recordarlo.



Inmediatamente me senté en mi cama, limpie mi rostro y decidí salir de mi habitación. Baje las escaleras para ir a prepararme el desayuno.



Estaba con muchas dudas...Inuyasha quería que siguiera con su investigación, pero no logro entender porque no quería que lo enseñara a cualquiera. Pienso que si se lo enseñara al padre Naraku, me ayudaría y pues claro, seria de mucha ayuda para su investigación también.



Pero debo respetar el deseo de Inuyasha, así que lo mantendré en secreto y los únicos que lo llegaran a saber serán Miroku y Sango.



Todo esto me tiene muy curiosa, demasiado debería decir, será mejor que me bañe, así me quito un poco la pesadez que siento en mi espalda.



Había terminado de desayunar y me había ido a tomar una ducha, al terminar de hacerlo me fui a vestir a mi habitación; pero al abrir la puerta escuche un pequeño maullido muy extraño, que provenía de debajo de mi cama.



Me acerque a esta y me asome para ver de qué se trataba, cuando de pronto una pequeña gata de color amarillo y pintas negras en forma de líneas salió rápidamente de la cama, brincando hacia mí e inmediatamente la tome en mis manos.



—Oye... ¿qué haces aquí? ¿Eh? —Dije sonriente— ¿De dónde has venido bonita— pregunte mientras la observaba.



De pronto note algo, tenía dos colas en vez de una.



—Qué raro…es curioso que tengas dos colas, debe ser una malformación o algo parecido, de cualquier modo no puedes estar aquí bonita —le dije mientras escuchaba sus tiernos maullidos—, pero si quieres te puedo dar algo de comida —Decidí quedarme con esta gatita mientras le conseguía un hogar o a su dueño.



En la tarde había decidido seguir leyendo el diario, ya que me tenía con mucha curiosidad, mientras esperaba la llegada de Miroku. Me senté en mi cama e inmediatamente la gatita se sentó en mi regazo, parecía muy cómoda, provocándome una pequeña sonrisa.



—Parece como si me conocieras ¿eh? —posteriormente me dispuse a leer.



“149. Día 30. Invierno.



Desearía que ese hombre llamado Onigumo estuviese ya muerto…algo dentro de mi me indica que este hombre no es de fiar. Kikyo no hace nada más que estar con ese humano tan detestable, hasta su pequeña hermana Kaede ha demostrado tal repugnancia hacia este tipo…



Sé que ese bandido solo quiere la perla de Shikon, ya que se mostro muy interesado en ella al preguntarle a Kaede sobre esa joya. Pero aún así, Kikyo se empeña en seguir defendiéndolo, y en irlo a cuidar.



Lo bueno es que no se podrá mover de ahí por más que trate; se que suena cruel, pero ese hombre tiene una mirada extraña, y no me gusta el cómo mira a Kikyo. Por eso creo que es mejor que se quede ahí postrado, así, supongo que nunca obtendrá la perla…



150. Día 13. Otoño.


Al fin había decido convertirme en un humano y lo iba a lograr gracias a la perla de Shikon; que Kikyo llevaba consigo.


Ella me dijo que hoy la esperase frente al gran árbol en el bosque.

De ahora en adelante, mi vida cambiara para estar siempre al lado de mi querida Kikyo…eso me hace inmensamente feliz, ya que al fin podre ser normal.”



—Vaya, de verdad él la amaba mucho —dije con una leve sonrisa en mis labios, consecutivamente pase la pagina, al hacerlo me encontré con una hoja que no pertenecía al diario— ¿Y esto? ¿Qué es? —estaba un poco manchada…por…lo que parecía gotas… ¿rojas? ¿Acaso es sangre? —dije al mismo tiempo en que sentí que todo mi cuerpo se estremecía fuertemente, y como mi pulso se aceleraba.



“¡Lo maldigo! ¡Maldigo la hora en que lo conocí! ¡Él me traiciono! Dijo que me amaba, y yo le creí con toda mi alma, desgraciadamente aún sigo amándolo…pero Inuyasha se atrevió a traicionar mi confianza.



A raíz de eso me he visto en la necesidad de confrontarlo, y acabar con su vida”.



—No…no… —sin quererlo había dejado de caer el diario, mientras sentía como pequeñas lágrimas recorrían mis mejillas—, pero él la amaba…—tome el diario y seguí leyendo.



“Ahora estoy muy herida debido al ataque que me propino con sus garras lo cual me provoca mucho dolor, al igual que he perdido mucha sangre.



Lo que dijo Onigumo, resulto ser cierto…él me dijo una vez, que no tenía que confiar en un ser sobrenatural…pero, lamento que todo haya resultado de esta manera, ya que aún lo amo con todo mi corazón.



Desgraciadamente tuve que despedirme así de él, al punto de clavar una flecha en su corazón, atrapando así su es espíritu en aquel gran árbol.
Mi muerte se acerca, y solo espero poder reunirme con mi querido amor en la próxima vida, ya que no puedo odiarle.



Ahora debo explicar el por qué de esta nota en su diario. Ya que este es también mi último deseo antes de partir.



Así que por favor pido que a este libro se le agregase una cerradura nueva. Se le incrustara esta joya de la desgracia llamada Shikon, también para que esta no se corrompa, se le grabaran las palabras “Tenshi no Shikon.”


Con este hechizo, la joya podrá ser purificada por la familia de este joven cada vez que sea leída.



Ya que después de pensarlo…mi querido amor era el indicado para resguardar la perla, y también el menos indicado, ya que, por su anhelo de protegerme él nublo su juicio al final…



Debo pedir disculpas por atreverme a leer este libro. Pero me vi en la responsabilidad de explicar la razón por la cual llego a su fin la vida del joven mitad bestia, hijo de la princesa Izayoi, e hijo del gran demonio perro, emperador de las tierras del oeste, Inu no Taisho.



Inuyasha falleció por el gran anhelo de proteger, pero debido a la joya maldita que sólo poseía falsas promesas. Por eso termine sin quererlo con su vida de una manera tan trágica y cruel. Provocando que mi alma a última estancia se corrompiera, ya que el asesinar al amor de mi vida no me hará descansar en paz nunca.



Sé muy bien que él actuó de una manera que no era, convirtiéndose en lo que el anhelaba tiempo atrás, me hace recordar aquellas palabras que dijo días después…”yo no quiero ser un demonio el cual pierda su corazón y te olvide o haga daño mi querida Kikyo.” Es una lástima que una alma tan pura como la de él…Se corrompiera así de fácil…



He escuchado que hay alguien de la familia Taisho con vida. Así que aunque hayas fallecido Inuyasha, el legado de tu familia seguirá su curso. Y resguardara por la eternidad de esta joya de la desgracia. Hasta que sea usada con gran sabiduría…

Este joven era de corazón frágil y tierno que se vio envuelto en la duda y la avaricia, cegándolo por completo. Acabando así con su vida y su corazón termino sellado hasta el fin de los días para así, alguna vez reunirse con mi alma…

Atte: Miko.​

​

— …él no, no pudo ver actuado así, no pudo —dije negando con mi cabeza más de una vez lo que había leído en el diario, había empezado a llorar más que antes, no me lo creía ¿Por qué si todo iba tan bien? ¿Por qué tuvo que pasar eso?



Había empezado a sentir una tristeza incomparable, no me lo podía explicar, era como si sintiera el mismo dolor de Kikyo…uno de traición, que no podía, no podía explicarme…



— ¿Por qué si la amaste tanto…le hiciste eso? —dije entre sollozos.



De pronto llamaron a la puerta, trate de limpiar mis lagrimas pero aún así seguían saliendo sin consuelo y cuando abrí la puerta.



—Hola Kago… ¿Por qué lloras Kagome? —preguntó Miroku sorprendido al verme en tal estado.



— ¡Miroku!



Simplemente me había limitado a aferrarme al pecho de Miroku, sin explicarle nada, sólo quería llorar y seguir así hasta que me calmase.

bueno, como dije antes espero que haya sido un buen capitulo. :)
chao.

 

Hola

Muchachas, en serio perdon!, no he podido publicar un nuevo capitulo, pero lo que paso esque se me junto con el cierre del cuatrimestre en la univrsidad
y lugo vinieron las exposiciones. fue todo un caos.

Pero, apenas pude vine a publicar y no dejar olvidado mi fic, porque me gusta mucho, y lo quiero terminar.

Este capitulo, esta ya completo es el CAPITULO 7: "SI ERES UN TAISHO..."
Este esta lleno de suspenso, es lo único que puedo decirles.
y espero que les guste.

Capitulo 7:​

Si eres un Taisho…​

— ¿Kagome qué pasa? ¿Por qué lloras así? —preguntó Miroku muy asustado.
—…fue por…el diario —dije mientras miraba hacia abajo.
—Ya veo…

Estábamos en la sala de estar, yo había podido tranquilizarme gracias a la ayuda de Miroku, pero aún así sentía mucha tristeza en mi corazón.

—Kagome —dijo mi nombre a la misma vez en que tomaba de mi mano—, tranquila, no te sientas mal… lo lamento, pero eso ocurrió hace ya muchos años atrás.
—Está bien mi Miroku, tienes razón, nada voy a solucionar con mis lagrimas —dije para no preocuparlo más.
—Kagome, dime, ¿aún quieres que te entregue la misma carta de ayer por la noche?
—… —lo volví a ver—, sí Miroku, por favor— si quiero ayudar a Inuyasha, tengo que ser fuerte.
—Está bien Kagome, pero si te soy sincero, no me explico el porqué la quieres si la tienes en digital —me sonrió—, pero ya tendrás tus razones.
—Sí, es cierto —le devolví la sonrisa.

Algo dentro de mí me decía que desconfiara de Inuyasha... hay algo, lo sé, de que podría haber la casualidad de que esta carta fuera distinta.

—Miroku, ¿no quieres almorzar aquí? —tengo que contarle sobre todo esto a Miroku y Sango, tal y como me lo confío Inuyasha.
—Lo siento Kagome, a decir verdad estoy escapado del trabajo y si Sango o mi jefe se dan cuenta…bueno no quiero ni pensarlo —sonrió un poco nervioso.
—Ya veo.

Era extraño que Miroku no aceptara una invitación a comer en mi casa, ya que siempre que podía lo hacía sin problema alguno.

Nos levantamos del sofá, al parecer Miroku se veía muy pensativo, no se comportaba como siempre… ¿Qué será lo que le ocurre?

—Miroku…te puedo...
— ¡Sango está embarazada! ¡Y hoy nos dan el resultado del sexo!
—… —Con que eso era…no puedo creerlo—, así que vas a ser papá —le sonreí.

Era por esa razón que lo veía así de nervioso, que tonta fui al preocuparme.

—Discúlpame Kagome…seguro te asuste con mi reacción —dijo muy sonrojado y feliz— pero no sé porque no podía decírtelo, Sango me dijo que te diera la noticia, pero como lo puedes notar, me puse muy nervioso.
—Tranquilo Miroku, no tienes porque explicarlo. Me siento muy feliz por ustedes.

¡Miau!

No me había percatado que la gatita de dos colas había venido a mis pies.

— ¡Oh! ¿Qué haces aquí pequeña?
— ¿¡Kirara!? —dijo con sorpresa Miroku.
— ¿Es tuya Miroku? —pregunte mientras la tomaba en mis manos.
— ¿Por qué volvió?, supuestamente Inuyasha…

Sin explicación alguna Miroku se había quedado en silencio, por más que lo pensaba, no podía darme una respuesta concreta, solo decía que Inuyasha la había dejado libre.

—Lo siento Kagome…creo que esta vez no podría darte una respuesta, sé que Inuyasha la tenia consigo, pero…
—Yo nunca la había visto en mi vida —le interrumpí.
—Sí, lo sé, pero…lo único que te puedo decir, que aún en estos días…es que esa gata tiene razonamiento… —dijo mientras la miraba fijamente— sé que me escuchas…no le vallas a hacer nada, ella es ahora tu dueña, ella es una Taisho —le señaló con su dedo.
—Miroku…pero es una simple gatita ¿No? ¿Por qué dices esas cosas? —ya me estaba poniendo nerviosa, esta gata…bien podía sentir como sacaba de a pocos sus garras.
—Bueno Kagome, siento dejarte, pero lo tengo que hacer, sino Sango me matara si no llego al ultrasonido.
—Sí, está bien Miroku —dije mirando a la gatita.
—Y tú, trátala bien, es una Taisho, que se te grabe en esa cabeza ¿eh?

Hace ya media hora que se había ido Miroku. Y esta gata de un momento a otro no me dejaba si quiera acércame a ninguna de las cosas de Inuyasha, siempre que lo intentaba ella trataba de arañarme o morderme.
Al parecer, esta gata se había hecho un problema. Y solo había un lugar, el cual me dejaba tocar.

— ¿Y por qué el diario? ¿Acaso quieres que siga leyendo? —Dije con poca paciencia—, ¿no te das cuenta que quiero descansar de leer ese diario por un rato?

Así que lo tomé y lo abrí nuevamente, me puse a leerlo, pero la gata no me dejo, ya que en un rápido movimiento me lo había arrebatado ¿Pero qué se proponía? Esto me cansa.

— ¿Y ahora qué pasa? —dije enojada.

Seguidamente, vi como lo abría como si escarbara algo, iba pasando las hojas con sus patitas, hasta que llegó a la última página.
—Bien…esto es extraño —dije al sentir un escalofrió por toda mi espina dorsal— ¿Acaso…quieres que lea lo último?

Inmediatamente me aproximé a tomar el diario, pensé que la gata me detendría pero no hizo nada. Tomé en mis manos el diario y empecé a leer.

“Si eres un Taisho de sangre podrás escribir en nuestro diario. Pero, los humanos que sean impuros, llegaran a tener la peor de las muertes por nuestro guardián.”

Me había quedado fría después de leer eso, sentía mis manos temblorosas, y sobre todo sentía que algo malo podía pasar.

Esa última nota me dio a entender que si me atrevía a poner mi marca en él, podría ser mi fin ¿O no?

Volví a ver a la gata, la cual me veía de manera extraña, estaba a la expectativa y tensa.

—¿Qué hare? —dije mirando el diario— ¡No!, no puedo permitirme entrar en duda. Lo haré, escribiré en ese diario. —Estaba muy segura de lo que hacía, pero aún así, me sentía muy nerviosa y presentía que algo iba a ocurrir pero no sabía qué.

Abrí nuevamente el diario, me acerque a la mesita de noche y tome una plumilla de las que utilizaba Inuyasha.
De pronto un ruido extraño proveniente de Kirara me había hecho voltear.

—¡Ah! —tiré a respirar—, no puede ser —dije completamente sorprendida de lo que observaban mis ojos.

En seguida, al ver a la gata, no podía creer lo que veían mis ojos. Aquella pequeña felina, se había convertido en un gran animal, con gigantescos colmillos, esta me observaba haciendo sonidos muy amenazadores.

Empecé a sentir miedo, ya que no entendía lo que sucedía, ¿Acaso era posible de que ella fuese la guardián? Pero si ni siquiera había empezado a escribir palaba alguna en ese diario.

De pronto, ella comenzó a dar unos pasos hacia mí, enseguida me tire hacia atrás, pero fui detenida por el respaldar de la cama.
¿Qué me iba a hacer este animal? Se acercaba a mí de manera peligrosa, acelerando el paso.

—Tengo que hacer algo, sino, este animal me… —De pronto, la imagen de Inuyasha vino a mi mente, pero… ¿Por qué?

Me quede fría, como en momentos así podía pensar en Inuyasha,

¿Qué era lo que me estaba pasando?. Mi mente me dice que escape, pero mi cuerpo no se mueve.

La felina había llegado a estar casi al frente de mí, y me observo. “Yo estaré cuidando de ti” fue el único pensamiento que recordé de Inuyasha, luego tuve en mi mente su hermoso recuerdo, me sentía muy nerviosa ¿Acaso esta era una prueba?

—Sí, lo es…—mire a la felina con determinación—Sólo me dejaré llevar —dije mientras cerraba mi ojos lentamente.

De pronto sentí un dolor insoportable en mi cuello, el cual me hizo abrir mis ojos de golpe. Esta felina me había tomado por el cuello, enterrando sus colmillos en mi cuello. Me estaba desvaneciendo.

Seguidamente sentí un golpe muy fuerte en todo mi cuerpo, logrando volver en sí, veía borroso.

Ahora me encontraba en el piso rodeada de un gran charco de sangre…, podía llegar a diferenciar sus grandes patas caminando, tratando de hallar un lugar limpio para sentarse; al hacerlo, simplemente se me quedó observando muy detenidamente ¿Acaso no habré pasado su prueba? ¿Este es mi fin?

Veía mi mano la cual estaba manchada de sangre, cada vez sentía menos mi cuerpo, al igual que percibía como me ponía más débil. Mi mirada se tornaba borrosa, sentía mis lágrimas brotar de mis ojos y bajar rápidamente por mis mejillas.

Decidí cerrar mis ojos y quedarme a esperar la muerte…Ya no podía hacer nada por mi único amor.

—Siento no haber podido ser de ayuda, mi querido Inuyasha. Pero pronto nos volveremos a encontrar amor mío.

espero que les haya gustado.

Atte: Mikura 700