One-shot de Inuyasha - Cuidado lo mío [InuYasha]

Tema en 'Inuyasha, Ranma y Rinne' iniciado por AyumiYasha, 19 Febrero 2010.

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    AyumiYasha

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    Cuidado lo mío [InuYasha]
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    Cuidado lo mío [InuYasha]

    Bueno este es un desafío lo tome de Karmatica, por tanto se lo dedico. Espero que te guste, quizás vas a encontrar algunos errores; ya que no está beteado. Y pido disculpas por la demora. Sin más preámbulos...

    Disclaimer: Los personajes de la serie InuYasha no me pertenecen, son propiedad de Rumiko Takahashi.

    Advertencias: Ninguna.

    Cuidado con lo mío
    (Inuyasha&Kagome)

    InuYasha Taisho era un hombre muy poderoso. A pesar de tener tan solo treinta y cinco años era reconocido por todo el mundo debido a su gran empresa de joyas: “Shikon no Tama”.

    Él se encontraba muy concentrado revisando unos papeles, hasta que alguien llamó a la puerta.

    — ¡Pase! —exclamó desde su oficina mientras ordenaba los papeles para luego tomar atención a su invitado.

    Al abrir la puerta apareció Miroku Houshi; gran amigo de InuYasha y vicepresidente de la empresa. Se adentró a la oficina de su amigo con una gran sonrisa.

    — InuYasha, amigo mío, el detective que contrastaste mando un sobre —dijo el hombre mientras le pasaba un sobre para luego tomar asiento en la silla que se encontraba frente al escritorio.

    — Gracias, Miroku —agradeció mientras abría el sobre rápidamente.

    El sobre contenía varias fotos. InuYasha sacó las fotos con temor, pero al ver las imágenes el temor se disipo para darle paso a la ira. Pasaba las fotos rápidamente mientras que en su rostro aparecían muecas de frustración e ira, mucha ira.

    — Hey, amigo —llamó Miroku—, ¿estás bien? —preguntó con una sonrisa divertida en su rostro.

    InuYasha lo fulminó con la mirada.

    — ¡¿Qué si estoy bien?! —Exclamó irritado— ¡Mira esto! —le arrojó las fotos mientras se daba vuelta y empezaba a caminar de una esquina a otra. Estaba frustrado, en realidad frustrado era poco; irritado de ver esas desesperantes imágenes.

    Miroku soltó una sonora carcajada.

    — ¡¿Miroku, podrías decirme qué es lo gracioso?! —estalló InuYasha.

    — ¡Oh, vamos Inuyasha! Esto no es tan malo —, dijo Miroku sin quitar esa sonrisa mientras dejaba las fotografías sobre el escritorio.

    — ¡¿Qué no es tan malo?! —Exclamó mientras golpeaba sus manos sobre el escritorio— Tienes razón no es tan malo —, dijo mientras intentaba controlarse pero luego miró nuevamente las fotos sobre su escritorio— ¡Es horrible! —exclamó histérico.

    Miroku estalló en carcajadas. Le causaba mucha gracia al ver a su amigo en ese estado. Es que no era posible que fuera tan celoso.

    De repente una mujer de unos treinta y dos años con cuerpo provocador y una melena azabache abrió la puerta de golpe mientras entraba en la oficina. Ella era Kagome Higurashi; esposa de InuYasha.

    — ¡Taisho, no puedo creer que hayas hecho eso! —exclamó Kagome indignada mientras se dirigía al escritorio y empujaba a Miroku con silla y todo hacia un lado para quedar en frente de InuYasha, para suerte de Miroku, eran de esas sillas que tenían ruedas o si no estaría estampado en el suelo.

    Miroku al ver lo que estaba ocurriendo, ya se imaginaba lo que pasaría después si se quedaba ahí. Se vería en medio del pleito de ellos dos y le preguntarían a él de que lado estaba. Así que sigilosamente salió de la oficina y cerró la puerta con cuidado.

    Pobre InuYasha; cuando Kagome se pone así es mejor salir huyendo. Menos mal que me libré de está pelea, pensó Miroku para luego soltar un pesado suspiro.

    Emprendo su camino hacia su oficina, mientras advertía a cada persona con la que se cruzaba que era mejor no dignarse aparecer en la oficina del señor Taisho.

    Mientras en la oficina.

    — Pero, Kagome si yo no he hecho nada —dijo InuYasha mientras le ponía su mejor cara de angelito.

    — ¡Oh, por favor Taisho! —exclamó la mujer exasperada mientras posaba una mano en su frente y la otra en la cadera; ya cansada de está situación— No me pongas esa cara; que no te creo nada.

    — ¡Pero, Kagome si es verdad! —exclamó él haciéndose la victima.

    Kagome tomó las fotografías del escritorio, luego las puso frente a su cara y preguntó:

    — ¿Para ti esto es no hacer nada?

    InuYasha tragó saliva fuertemente sabía que lo que venía ahora no iba a estar nada de bien. Gracias a Dios que el escritorio se encontraba en medio de ellos, o si no ya se hubiera dado por muerto.

    — ¿InuYasha, te puedo hacer una pregunta? —preguntó Kagome aparentemente tranquila mientras se paseaba de un lado a otro con los brazos cruzados frente al escritorio.

    A InuYasha se le pusieron los pelos de punta, tanta tranquilidad significaba que esto no andaba muy bien que digamos.

    — ¡¿En que demonios estabas pensando?! —golpeó la mesa con sus palmas asustando al pobre InuYasha— ¡Eres un inmaduro de primera!

    — Pero —titubeó InuYasha asustado de su esposa.

    — ¡Pero nada, Taisho! —lo cortó ella antes de que hablara— ¡No quiero que me hables ni me toques hasta que te comportes como un hombre maduro! —exclamó mientras le tiraba las fotos; que aún tenía en sus manos a la cara.

    Kagome salió furiosa de la oficina para luego dar un portazo que hizo que las ventanas temblaran.

    InuYasha luego de la pequeña discusión con Kagome cayó rendido y asustado en su asiento.

    Genial ahora no solo tengo a ese pequeño problema con Inuko, también tengo problemas con Kagome, pensó mientras se pasó la mano por la frente intentando que aliviara un poco el dolor de cabeza que todo esto le había producido.

    ¿Acaso eran tan malo contratar a un detective para que espíe a su hija con su novio?, se preguntó así mismo, mientras llamaba a su secretaria por teléfono para que le trajera un vaso de agua con una aspirina.

    Novio, últimamente odiaba esa palabra. Ese mocoso tendrá que tener mucho cuidado con lo que es mío, pensó mientras tenía una mano en su frente.
    =.=

    Ya era de noche y se encontraba la familia Taisho Higurashi cenando, había un incomodo silencio donde solo se escuchaba el sonido de los cubiertos al chocar con los platos.

    Inuko que era la hija de InuYasha y Kagome, se había dado cuenta desde que sus padres habían llegado que estaban peleados, pero prefirió no decir nada.

    — ¿Y como les fue en el trabajo? —pregunto la jovencita de ojos dorados y pelo azabache hasta la cintura con pequeños rizos en las puntas, para terminar con ese incomodo silencio.

    — A mí me fue excelente —respondió Inuyasha— ¿Y a ti mi amor? —preguntó Inuyasha con una sonrisa nerviosa.

    Silencio.

    Inuko se dio cuenta de que su mamá no le iba a responder a su papá, así que decidió que era mejor que ella hiciera la pregunta:

    — ¿Y a ti mamá como te fue? —pregunto con una dulce sonrisa.

    — Bien, cariño —respondió devolviéndole la sonrisa—, gracias por preguntar.

    Inuyasha se sentía desesperado cuando su esposa le dijo que no le hablará ni le tocara iba muy en serio.

    =.=

    Ya había pasado un buen rato desde que habían terminado de cenar. Inuko casi al instante después de terminar la cena había subido a su habitación y Kagome no hasta hace poco subió a irse a dormir después de no encontrar nada bueno en la televisión, mientras Inuyasha adelantaba un poco de trabajo para el lunes para poder disfrutar su fin de semana en familia.

    Inuyasha se encontraba rendido, ya había adelantado bastante trabajo para el lunes. A pesar del cansancio se encontraba alegre, ya que podría disfrutar a su familia.

    Guardó los papeles en su bolso, para luego encaminarse hasta las escaleras para subir a su habitación. Llegó a su habitación y encontró algo curioso a sus pies; había una frazada, su pijama, su cepillo de dientes y había una pequeña nota, la tomó para luego leer: “Dormirás en el sillón”

    No lo podría creer. Intento abrir la puerta pero estaba con seguro, se pasó una mano por la frente irritado y empezó a golpear la puerta.

    — ¡Kagome abre la puerta de inmediato! —grito en un susurro para no despertar a su hija— ¡Kagome Higurashi te esta comportando como una cría!

    Luego sintió como la puerta se abría, para luego ver dos ojos chocolates fulminándolo. Inuyasha vio como la pequeña figura de su esposa se adentraba en la cama para luego apagar la lámpara que era la única que alumbraba toda la habitación.

    Inuyasha exasperado encendió la luz de toda la habitación y fue directamente donde Kagome y se coloco sobre ella sosteniéndose en sus rodillas y brazos que los tenía al lado de la cabeza de ella para no aplastarla.

    — Vamos, Kag —dijo mientras intentaba darle un beso pero ella daba vuelta la cara—, háblame, déjame besarte —pidió poniendo su mejor carita de perro degollado— sé que lo que hice estuvo mal, prometo no volver a hacerlo —dijo mientras le daba cortos besos en los labios, mientras ella rolaba los ojos—. Hago lo que quieras, ¿si?

    — ¿Lo que quiera? —preguntó mientras se enderezaba y se apoyaba en sus codos con una mirada maliciosa.

    Oh-oh, pensó Inuyasha.

    =.=

    No puedo creer en lo que me metió Kagome, pensó airado y desesperado.

    Inuyasha estaba en la ventana de la sala la cual conducía a la calle, viendo como una pareja de jóvenes se acercaban a la entrada de la mano.

    Ahora tendré que ver como ese mocoso toca a mi pequeña. Si mi dulce esposa quiere que le dé la bienvenida a la familia, una grata bienvenida le daría, pensó maliciosamente.

    — Ni lo intentes, Taisho —le dijo Kagome asustándolo y quitándole cualquier pensamiento macabro de deshacerse de ese niñato.

    — ¡Ya llegamos, mamá! —grito la dulce voz de Inuko desde la entrada.

    — Vamos a darle la bienvenida Inuyasha, y compórtate como un adulto —pidió Kagome una mirada de: “Si haces algo para asustarlo, te mató”.

    Inuyasha asintió rápidamente, para luego dirigirse hasta la entrada donde estaba Inuko.

    — Mamá, papá —dijo Inuko mirando a cada uno, cuando ya habían llegado a la entrada—, les presentó a Shaoran; mi novio —tenía una sonrisa de oreja a oreja.

    Inuyasha no supo como es que se pudo contener de no sacar a ese tal Shaoran a patadas de su casa.

    — Un gusto en conocerla señora Taisho, señor Taisho —dijo mirando a cada uno con una sonrisa tímida para luego hacer una reverencia.

    — Shaoran, por favor no me digas señora; si prácticamente ya eres parte de la familia, dime mamá por favor —dijo Kagome intentando tranquilizar al jovencito que se sentía intimidado por la mirada de Inuyasha— ¿Inuyasha no piensas saludarlo? —preguntó Kagome mientras le daba un codazo.

    — Ni si te ocurra llamarme papá —dijo Inuyasha amenazándolo con la mirada mientras estrechaba la mano del chico.

    — ¡Inuyasha! —regaño Kagome.

    — ¿Qué? —pregunto haciéndose el desentendido— No quiero que me diga papá —dijo él con los brazos cruzados como si se tratará de un niño.

    Kagome e Inuko suspiraron.

    — Bueno pasemos a cenar —dijo Kagome mientras rompía esa incomoda atmósfera que se había formado en la entrada.

    =.=

    — Inuyasha —llamó Kagome— ¿Podrías dejar de espiarlos? —preguntó Kagome, ya cansada de que su esposo estuviera en la ventana.

    Kagome lo tomó de la mano, y lo llevo hasta el sillón; se arrodilló en el sillón y después hizo que su esposo se sentará en el espacio que quedaba para luego darle un masaje.

    — Vamos Inuyasha, relájate —pidió ella mientras le daba un beso en la mejilla— Si se nota que el hijo de Kouga y Ayame es un buen chico.

    — Quizá tengas razón —dijo él, para luego dejarse mimar por su esposa.

    Quizá Kagome tenía razón; tal vez ese mocoso no era tan malo. De todas formas tendré mi rifle cargado, no se lo haré para nada fácil, pensó InuYasha.


    Espero que les haya gustado, ya que puse mi mejor esfuerzo. :)
     
  2.  
    Karmatica

    Karmatica Iniciado

    Escorpión
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    Pluma de
    Escritora
    Re: Cuidado lo mío [InuYasha]

    Me ha gustado mucho, y para estar sin betear lo he encontrado bastante bueno. Las reacciones de Inuyasha fueron geniales y muy IC, y su hijita me parecio adorable.
    De todas formas tendré mi rifle cargado, no se lo haré para nada fácil, pensó InuYasha

    LOL.LOL.LOL
    Adore esa parte y casi muero de la risa con ella. Fue una buena historia y otra vez te agradezco por haber tomado el reto. :3
     
  3.  
    AyumiYasha

    AyumiYasha Usuario común

    Tauro
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    Pluma de
    Escritora
    Re: Cuidado lo mío [InuYasha]

    Me alegro que te haya gustado, porqué realmente hice mi mayor esfuerzo. :D

    Con respecto a esa parte; mi padre siempre me dice eso :D, así que tengo que agradecerle a él porque el fue mi inspiración. xD (No solo con esa parte, si no con todo el One-Shot)

    Y no me agradezcás tanto; ya que me divertí mucho haciendo este reto. :)
     
  4.  
    STELL ROSSE

    STELL ROSSE Guest

    Re: Cuidado lo mío [InuYasha]

    m encanto y dejenme decirles q si hay padres celoso el mio lo era nos celaba muxo jejejejejejee los papas cuidan asus hijas eso si es cierto arriba inu de papa celoso
    esta buena tu historia amix sigue asi
     
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