(Sí, sí, lo vi, Liza xD) Dormida en el suelo, una mujer con casco de minera se levantó bruscamente. —Huh, huh —miró a la recién llegada, y con un bostezo dijo—. ¡Visita! Hace tiempo, tiempo que no tengo visita. ¡Es un acontecimiento épico, sí! ¿Qué haces por aquí? ¿Quieres un Fósil? ¿Quieres verme a mí? ¿Quieres ver mi cueva?
Una mujer con cara de psicópata me encaró de repente. Así que ella era la Ruinamaníaca ¿eh? Parecía una loca recién salida de las películas de terror pscológico. Lo que me pareció curioso fue lo que me dijo: ¿Quieres un fósil? ¿En serio ella podía darme uno? Sería genial. —Un fósil...—dije, y sonreí—. Me encantaría tener uno.
—¡Perfecto! ¡Encuentro día tras día fósiles en este lugar! Vamos, vamos, escoge uno, pero que sea al azar, nada de favoritismos, ¿eh? —dijo mientras mostraba una amplia gama de fósiles a Pauline.
—¡Wuju! ¡Buen ojo, sí! —gritó la Ruinamaníaca—. ¡Un precioso Ámbar! Mereces que te de también esta MO Golpe Roca, por lo perspicaz que has sido, ¡has escogido uno de los mejores fósiles, muchacha! —comentó con energía.
-Aerodactyl...—dije sonriendo. Secretamente, él era uno de mis favoritos—. Gracias, señora, ha sido muy amable. ¡Adiós!—Dije, y me encaminé afuera de la cueva, feliz. (Galla, yo ya tengo Golpe Roca. xD)
Ingresé a la cueva lentamente, ¿de verdad vivía aquí esta tal ruinamaníaca? ¿Qué tipo de persona vivía en una cueva? Se veía luz un poco más adelante, y se oía el ruido de algo que golpeaba las rocas, así que me adentré con más confianza. —¿Hola? ¿Hay alguien aquí? Contenido oculto @GalladeLucario
En el suelo, había una carta junto a un montón de fósiles. ¡Hola, hola, visitante! En estos momentos he salido momentaneamente, ¡pero sé que te mereces uno de estos fósiles por venir a verme, sí! ¡Cógelo, pero solo uno! ¡Y que sea al azar, ¿eh?! ¿Eh? Firmado: La Ruinamaníaca.
"Que mujer más extraña..." me dije a mí misma. "Pero bueno, me esta regalando un fósil, sería injusto no dejarlo al azar como ella quiere..." Suspiré, y luego cruzé mis dedos para desearme suerte... —¿Fósil Garra? —me pregunté en voz alta, tomando dicho fósil—. Veamos de que pokémon eres... Consulté mi pokedex y, como sospechaba, se trataba del fósil de Aronith. Lo guardé en mi bolso, resuelta a averiguar más tarde donde podía lograr materializar aquel pokémon, y decidí dejar la cueva. Quizás podía entrenar a mi nuevo Wooper un rato en la ruta 305, mientras esperaba a que Yair me alcanzara... si es que venía tras de mí, claro está. Recé internamente porque ese fuese el caso; era mucho más entretenido viajar acompañada.
Me volteé y allí lo ví, como si lo hubiera convocado con mi mente. —¡Me alcanzaste! —reí, bajando mi mirada a la razón por la que la cueva ahora estaba mucho más iluminada—. Oh, ¿acaso éste es tu pokémon inicial?
—Es muy lindo —me agaché y acaricié suavemente la cabeza del pokémon de fuego—. Por cierto, ya que estás aquí, yo que tú tomaría uno de los fósiles. Para explicarme mejor, le tendí la nota que dejó la ruinamaníaca y que había recogido con anterioridad.
—Como prefieras, yo aprovecho ahora, quien sabe cuando volveremos —sonreí yo, mientras nos dirigíamos hacia la salida de la cueva—. Yo obtuve un Fósil Garra, aunque aún no estoy segura de dónde revivirlo... de todas formas, si no quieres ninguno será mejor irnos. ¿Deberíamos volver a Ciudad Témpera?