CUEVA DE LA RUINAMANÍACA Afuera: Ruta 305 En esta cueva, recién empezada a cavar, siempre encontrarás a la que dice ser la única ruinamaníaca femenina declarada del mundo. Ella afirma que cava para encontrar fósiles, y según ella, le regalará uno de los fósiles que ha obtenido, y solo uno, a quienes la visiten. También se cuenta que regala algo más a quienes han demostrado su valía participando en algún torneo… Lanza un dado de nueve caras (siempre haciendo rol antes). Solo tendrás una oportunidad. Dependiendo del resultado obtenido, ese fósil te regalará la ruinamaníaca. 1- Fósil Hélix 2- Fósil Domo 3- Ámbar 4- Fósil Raíz 5- Fósil Garra 6- Fósil Coraza 7- Fósil Cráneo 8- Fósil Pluma 9- Fósil Tapa Si además vas cuando hayas participado en un torneo, obtendrás un regalo extra. No es necesario cumplir ningún requisito para salir de esta zona.
Encontré la cueva y Duskull se empezó a pasear por ella con gran alegría — Esta cueva esta recién cavada... — dije tocando una de las paredes de la cueva, observándola detenidamente
Me adentre mas a la cueva donde con la poca luz que daba cyndaquil logre divisar a alguien que parecía que estaba cavando — Ehh... ¿hola?
Una mujer con casco de obrera y gafas anchas, un pico y una pala, miró al joven que la saludó y sonrió. Levantándose agitadamente se puso a su altura, muy sonriente y hablando excesivamente rápido. --¡¡Hola!! Soy la ruinamaníaca, habrás venido a verme, claro. Soy conocida, sí, lo sé --no dejaba tiempo para contestarle cuando ya tenía en el suelo frente a ti montones de fósiles--. Sí, sé lo que buscáis, sí. ¡El pito pito gorgorito, saca la mano de veinticinco! ¡En la casa de mi abuela! Pin pon, fuera. ¡Vamos! Elige uno. Al azar, solo al azar. Un fósil, un pokémon. Luego lo revives y tal. Todos me vienen a ver por eso. ¡Vamos, vamos!
No me dio tiempo ni de decir algo y ya estaba eligiendo a un fósil por medio del azar — Eh.. claro, claro ya elijo uno — dije algo confundido todo había sido demasiado rápido — Listo... el fósil coraza si no me equivoco... ¿verdad?
--¡¡Fósil coraza!! Sí, Shieldon, sí. Bastiodon tiene una resistencia sin igual. Gran pokémon defensivo. Enhorabuena. ¡¡Oh!! --dijo bruscamente--. Lo veo en tus ojos. Participaste en un torneo. Tu Duskull tiene cara de pokémon fuerte. Y Cyndaquil igual. Bien, bien. Eres valiente. Te mereces esta MO. Sí, sí, con ella puedo cavar a través de rocas. Tengo muchas, no te de vergüenza cogerla. Si la aprende algún pokémon tuyo, podrás pasar por una nueva salida de la Caverna Témpera, eso me han contado. Los entrenadores la buscan mucho. Sí, sí, eso he oído. ¡Has obtenido el Fósil Coraza y la MO Golpe Roca!
— ¡Muchas gracias!, de hecho eso no basta para agradecerle — le dije emocionado, aunque intentara ocultarlo no podía — Espero verla despues — añadí para ir hacia la salida — ¡Y espero que siga con su excelente trabajo! — y dicho esto salí
--¡Hola, hola! --exclamó eufórica ella, que apenas se agachaba para volver a cavar cuando se giró de nuevo--. Vaya, no dejo de tener visitantes. Tú eres el segundo, sí. O eso creo. ¿Qué te trae por aquí? ¿Lo que a todos? ¿¡Un fósil, eh, eh, eh, quieres el fósil!? --dejó caer un montón de fósiles--. Cara o cruz, todo o nada, blanco o negro, ¡azar! ¡Elije uno al azar, sí, sí!
--Bien, Aerodactyl seras mio--cerre los ojos para elegir-- Bien, eres mio-- tome un fosil y espere a que la señora me dijiera mi eleccion.
--¡¿FÓSIL HÉLIX?! --exclamó absurdamente ella--. Guao, ¡gran pokémon, Omanyte, sí, sí, y Omastar es la caña! ¡Él y Kabutops, Kabutops y él, guao! Muy bien. Claro que sí --lo observó de arriba abajo--. ¡¡CASI NO ME DOY CUENTA!! --volvió a gritar sin sentido alguno, muy apurada--. Claro, ¡cómo he podido no percatarme de que eres un... entrenador de categoría! Participante de un torneo, seguro. Y ganaste algún que otro combate. Seguro. Seguro, seguro. Bien, ¡con esta MO llegarás lejos! ¡Y no llegues tarde a tu próximo combate! Ganas Fósil Hélix y MO Golpe Roca.
Al fin llegué a la cueva. La verdad es que no me detuve a verla. Tan solo fui a lo hecho, encontrar a aquella mujer y conseguir la MO.
La mujer se gira de nuevo, con unas grandes ojeras. --Oh dios mío, ¿qué haces aquí tan tarde? ¡AH, OH, EH! ¡¡Ya es de día!! Y no he dormido cavando... supongo que doprmiré, sí, pero es que tengo tanto trabajo... Ufff, ¿y qué querías? Ah, sí, sí, sí, imagino, ni hables si quiera. Elige un fósil, de esos del suelo, y al azar, nada del que más quieras. Y aprisa, que debo dormir mis quince minutos diarios. ¡Va, va, va!
Cuando recogí el fósil, me fijé en que aquella mujer se había quedado dormida. Con una gota estilo ánime, recogí la MO que tenía en sus manos y la guardé junto al fósil en mi mochila y heché a correr. No sin antes agradecérselo. --¡Muchas gracias señora! --dicho esto salí a correr.
Entré a la cueva con un poderoso rugido, el cual rebotó en las paredes del lugar y demostró, para mi sorpresa, que la cueva no era más grande que un cuarto. Avancé lentamente por el angosto espacio y me quedé observando el lugar, mientras mis ojos se adaptaban a la oscuridad y mi cabeza empezaba a disipar el efecto del Friz!
La mujer llamada la Ruinamaníaca, tirada en el suelo, dormida profundamente, abrió un ojo y dijo: --Uhm, ¡la ruinamaníaca!... yo... ¡fósil! Zzz... ¡al azar! ¡Sí, sí, sí... ¿sí? Zzz... ¡¡TORNEO!! ¿Torneo...? Ru-ru-ruinamaníaca, yo. ¡¡Coge, MO, fósil, y déjame... zzz... dormir...!!